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BÚSQUEDA DE AGUA

En tanto que muchos radiestesistas de la actualidad se interesan por todo tipo de radiestesia
esotérica, como el uso del péndulo para curar, etc., no tengo la menor duda que en el futuro la
habilidad radiestésica más importante del planeta será la capacidad para encontrar fuentes fiables
de agua potable de buena calidad.

En primer lugar, la contaminación está perjudicando las reservas de agua sobre la superficie de la
tierra. Los radiestesistas sugieren que existe otra fuente de agua que se encuentra bajo tierra. Esta
agua recibe el nombre de juvenil o primaria, y es distinta al agua que se obtiene del nivel de agua
freático. El agua juvenil no ha sido reciclado mediante el conocido proceso de evaporación, nubes
y lluvia, sino que es producto de determinadas reacciones químicas. En cierto modo es un agua
recién estrenada. Está limpia y no ha sido utilizada jamás. Por lo general es potable. El agua juvenil
es la que la mayoría de los radiestesistas buscan cuando están intentando localizar el lugar
adecuado para abrir un pozo.

¿Cómo se puede aplicar la radiestesia para encontrarla? La naturaleza nos ha dado algunas señales
tanto en el mundo animal como en el vegetal que indican una afinidad entre las venas de este tipo
de agua subterránea y determinados animales y plantas. Si eres capaz de encontrar dichas señales,
no te resultará difícil aplicarles la radiestesia para encontrar agua juvenil. Las señales que hay en la
superficie de la tierra confirmarán las señales que se deriven de la radiestesia. Tal vez nunca
intentes en serio encontrar un pozo a través de la radiestesia, pero creo que si realizas los
ejercicios, ello te hará estar al aire libre experimentando la presencia de la naturaleza, y es posible
que descubras cosas que antes nunca habías advertido. También empezarás a experimentar las
energías de la tierra.

Lo que más interesa a los radiestesistas que buscan una “buena vena de agua” es el agua que no
sale a la superficie. El agua juvenil nunca ha formado parte del nivel de agua freático. Las aguas del
nivel de agua freático, mucho más maduras, pueden resultar contaminadas por el hombre. Pero el
agua juvenil no ha estado nunca expuesta a los agentes contaminantes.

Los radiestesistas buscan venas de agua juvenil que se encuentran a una profundidad de 15 a 76
metros. No vale la pena trabajar a una profundidad superior a los 121 metros, pero existen
algunos pozos por debajo de ese límite que pueden resultar aprovechables. El mejor lugar es
siempre un cruce, el lugar en el que se encuentran dos venas de agua potable de buena calidad
que producirán como mínimo 19 litros de agua por minuto durante todo el año.

Cuando digo “cruce” no me refiero a que las venas se encuentran a idéntica profundidad. Por lo
general, las venas están a profundidades distintas. La perforadora que baja desde la superficie
cruza las venas a diferentes profundidades. Si perfora deliberadamente sobre un cruce o
intersección de venas, las posibilidades de que encuentre agua aumentan en un cien por cien.

Aplicando la radiestesia, la naturaleza proporciona algunas pistas que pueden ayudarte a


encontrar como mínimo una vena de agua juvenil subterránea. Ello significa que deberás
desplazarte al campo, pero es posible que te cause sorpresa todo lo que veas. Muchos insectos
construyen sus nidos en venas o cruces de venas de agua juvenil. Los radiestesistas han
comprobado que las hormigas construyen sus hormigueros encima de venas de agua juvenil.
Tengo entendido que las termitas también viven sobre venas de este tipo. Las abejas salvajes
sitúan la entrada a sus panales sobre este tipo de corrientes de agua. Y si las abejas forman un
enjambre, lo hacen también encima de las venas de agua juvenil.

Muchos animales colocan la entrada a sus guaridas subterráneas sobre venas de agua juvenil. Se
ha aplicado la radiestesia sobre guaridas de marmotas, serpientes, tejones, zorros y perros de la
pradera y todos estaban sobre venas de agua.

¿Tienes un gato? ¿Tiene un par de rincones favoritos en la casa? Los lugares que los gatos parecen
preferir a menudo indican la proximidad de agua juvenil.

Hay una serie de plantas que en estado salvaje echan raíces sobre venas subterráneas de agua
juvenil. El enebro, utilizado por los césares para envalentonar a las tropas antes de la batalla y hoy
más conocido por ser la base de la ginebra, es uno de los arbustos más grandes que crece en los
pastos si el campo puede saltar atrás en la cadena natural y convertirse en bosque. El enebro crece
a partir de un centro de arbustos.

Muchas de las observaciones sobre el agua y los lugares en los que las plantas prefieren crecer y
algunos animales gustan de pasar cierto tiempo, fueron hechas por primera vez por un
radiestesista británico, Guy Underwood. Pasó años deambulando por la campiña inglesa a
mediados del siglo 20 y plasmó sus descubrimientos en su libro “El dibujo del pasado”. Desde la
publicación de dicho libro muchos radiestesistas han confirmado la conexión que existe entre los
fenómenos.

A continuación te daré un ejercicio que incluye una serie de consejos que puedes seguir a fin de
incrementar tus posibilidades de encontrar agua de buena calidad:

“En primer lugar, cuando busques un manantial, pregunta por un cruce de dos o más venas de
agua juvenil, que sean potables, y no se encuentren a más de 76 metros de profundidad, que
produzcan al menos 19 litros de agua por minuto (es más que suficiente para cubrir las
necesidades de una casa) y que una de ellas fluya todo el año.”

Es mucho más seguro buscar una vena que produzca al menos 19 litros, porque te proporciona
una reserva a la que puedes recurrir en caso de necesitar grandes cantidades de agua. A veces, el
agua juvenil tiene un alto contenido en azufre u otras sustancias químicas de sabor desagradable.
Si es demasiado profunda, los costos de perforación son prohibitivos y si el manantial se seca cada
verano, ¿de qué sirve?

Permite que las técnicas del límite de orientación y de la triangulación te guíen hasta el lugar en el
que se encuentra el manantial y en el que los movimientos del péndulo te indicarán si te acercas al
objetivo. Averigua cuántas venas se cruzan en ese punto. ¡No perfores nunca en una colina
redonda! La enorme presión del aire sobre la superficie de la tierra oprimirá la cabeza de la colina
redonda hacia abajo hasta que la presión que empuje el agua lateralmente sea igual a la presión
que se ejerce hacia abajo. El resultado final es que perderías el agua.

Aplica el péndulo a las venas que parten de la colina. Siempre parte un número impar de venas de
una colina. Lo mejor es que busques un lugar en el que crucen dos de esas venas (a diferentes
profundidades). Dos venas que se cruzan tienen el aspecto de una “X” sobre la superficie de la
tierra, pero una podría estar a una profundidad mucho mayor que la otra.

Ha llegado el momento de determinar la profundidad. Con el péndulo en su posición de búsqueda


pregunta:” ¿Está a más de 15 metros de la cabeza de la vena superior?”. Si el péndulo responde
que sí:” ¿A más de 30?”. Sí. “¿46?”. No.

Así que conoces (sabes por intuición) que está entre 30 y 46 metros de profundidad. Observa que
en la segunda pregunta he omitido la parte: …. metros de la cabeza de la vena superior, y en la
tercera he omitido todo menos: ¿46?

Esto es la radiestesia RESUMIDA. A veces, cuando formula muchas preguntas similares, el


radiestesista recorta la pregunta para ahorrar tiempo. En el contexto de lo que se decía en las
preguntas anteriores significa: “¿Está a más de 46 metros de la cabeza de la vena superior de las
dos venas de agua juvenil que se cruzan en este lugar?” La vena superior está en algún punto
entre 30 y 46 metros por debajo de la superficie de la tierra.

Si quieres ser más específica en la cuestión de la profundidad, puedes formular tus preguntas en
consecuencia. También puedes emplear la tabla del cero al cien. Si ya has determinado que la
vena está a una profundidad entre 30 y 46 metros, la carta puede representar los números del 100
al 200 en lugar del 0 al 100. Coloca el péndulo sobre el eje del abanico y pregunta: “¿Cuántos
metros por encima de treinta median entre la vena inferior y la superior que se cruzan en este
lugar?” El límite de orientación empezará en el nº 50 y se dirigirá, por ejemplo, al 11. De modo que
la profundidad total hasta la cabeza de la primera vena es de 41 metros.

Mediante la misma técnica, puedes averiguar la profundidad de la cabeza de la vena inferior. Así,
sólo tendrás que perforar un poco por debajo de esa profundidad.

Un radiestesista de agua o zahorí debe ser capaz de determinar también cuántos litros por minuto,
potencialmente, puede esperar el propietario de la casa del manantial. Esto se lleva a cabo con la
misma técnica del “más que/menos que” que empleamos en la determinación de la profundidad.
Empieza por un litro, dos, tres… Cuando llegues a diez, sigue con decenas hasta que obtengas un
no. A continuación averigua el número exacto de litros como se ha dicho en el caso de la
profundidad. También aquí puedes servirte de la tabla del cero al cien.

Ahora ya estás en condiciones de clavar una estaca en el lugar exacto e indicar al perforador
dónde debe perforar. Clava la estaca: “¿Es éste el mejor lugar para que el perforador empiece a
perforar?” Sí. “¿La repuesta es verdadera?” Sí. ¡Ya lo tiene ¡
Como en todas las actividades relacionadas con la radiestesia, los zahoríes no siempre tienen
éxito. Tu tampoco lo tendrás siempre. Pero si consigues perfeccionar tus conocimientos hasta el
punto en que seas capaz de encontrar agua potable al menos el 85% de veces, entonces podrás
prestar un servicio muy valioso.

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