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EL PENAL DE SICUANI

Todo empieza con la llegada de Elías, un joven estudiante de sólo 22 años, a la prisión de Sicuani, ubicada en
la ciudad del Cuzco. Él hubiera llegado aquí por una supuesta complicidad en un asalto grave, dejando el
delincuente mal herida a una joven empresaria por haberle robado preciosas joyas valorizadas en más de
$3000, que luego de haber padecido este hecho se dirigió a la comisaría, a la cuál puso la denuncia y sólo
poco tiempo después, el joven hubiera sido capturado injustamente dejando al malhechor en libertad.
Al entrar al penal, escuchó silbidos de distintos lugares que provenían de los delincuentes, que además
cantaron, al tono de sus himnos respectivos. Al parecer estas manifestaciones las hacían por la llegada de un
nuevo recluso. El comisario designó su celda, siendo compartida con otro recluso llamado Felipe o “Coyote”,
quién dice no haber formado un grupo de mafiosos.
Entonces desde ese momento es en el cuál Felipe se vuelve guía de Elías.
Elías poco a poco va conociendo a los demás presidiarios del penal, que están agrupados según pabellones:
los del primer piso son los peores criminales (sicarios, asesinos, extorsionadores, etc.), los del segundo piso
son los criminales que se dedican a la estafa (estafadores) y trata de personas y los del tercer piso son
criminales dedicados al asalto y mafias.
Elías conoce a Jesús, quien es el líder de los sicarios y a José quien es el jefe de los mafiosos, (los sicarios
son en mayor cantidad que los mafiosos) entre los sicarios destaca Eduardo o “Gordo”, y entre los mafiosos,
Sánchez.
Existen otros jóvenes como “Ferreñafe” y el chalaco Luis Gonzales, que dicen ser sido trasladados al penal
por envidia.
Al conocer los tres pisos con bastante claridad, Elías conoció a los más rudos del penal, y ellos se dicen ser
llamados “los alfas del Sicuani”: “el sapo”; el viejo” y la “margarita”.
También conoció a las personas más débiles que se encuentran en el penal como el “chino”; el artista y la
rosita
Lo que le pasa a “rosita” es un ejemplo del miedo que se puede llegar a tener hacia un penal y a los reclusos.
Él es maltratado por el “viejo”, al ser el más débil del penal, tanto fue su miedo que llegó a enloquecer.
Luego de esto, el artista fue maltratado por los reclusos asesinos, y con suerte sobrevivió a sus fuertes
golpes, y pasando por un pasillo, Elías lo encontró agonizando y con ayuda del “gordo”, lo llevaron a su celda
y lo abrigaron con una manta.
Pero repentinamente aparece “margarita” frente a Elías a ofrecer ayuda al artista, que luego de este hecho
peculiar, al amanecer del día siguiente, el artista amanece muerto.
Muchos de los reclusos echan la culpa a Elías de haber regalado esa manta tan preciosa al artista que
produjo envidia entre los rudos, y que ellos se peleen por intentársela quitar al artista, pero tanta fue la fuerza
que utilizaron que intencionalmente lo mataron.
Mientras Elías estaba siendo criticado por los demás reclusos, “rosita” estuvo obligado a ser esclavo, y a
obedecer lo que le pedían los reclusos, y uno de esas obligaciones fue ser prostituido por casi todos los
reclusos, lo cual sensibilizaría los corazones de los criminales, ”ferreñafe” y el chalaco Luis Gonzales. A partir
de ello Luis Gonzales se vio afectado ya que él era discriminado por su color de piel, por eso es que él no
soporta ver a otro de los reclusos ser discriminado igual que él. Ferreñafe” también fue indignado por este
maltrato hacia su compañero. Los líderes del penal se reunieron esa misma noche para acordar un petitorio,
sobre el caso de “rosita” y sus demás compañeros discriminados por situaciones racistas, pero decidieron
que quienes firmarían este documento serían Elías, “ferreñafe” y Luis. Al día siguiente al acercarse al
comisario llamado Jorge Romero, éste dijo que lo llevaría al gerente del penal de Sicuani, pero al alejarse de
él vieron como éste lo botó a la basura como si fuera cualquier papel.
Según testigos, Felipe y “rosita”, fueron asesinados por “margarita”, ya que él hubiera sido obligado por “el
viejo”.
Ese mismo día sus cuerpos salieron del penal. Luego de esto Elías se da cuenta que “el viejo” debía morir,
por haber asesinado a tantos reclusos y haberlos discriminado racistamente. Por eso mismo es que él manda
a matar al “viejo” con sicarios del penal, los cuales ese mismo día, en la noche, cuando todos descansaban
pacíficamente, agarrarían un cuchillo y lo asesinarían fácilmente sin que algún recluso se diera cuenta lo que
hubiera pasado.
Al ver la señal de Elías, por la noche, los sicarios se escabulleron para llegar a la celda de “el viejo”, ya
estando cerca a la celda, éstos son detenidos repentinamente por tres policías de seguridad que rondaban
por ahí, y uno de ellos gritó: ¡ARMA AL SUELO!!. Este policía gritó tan fuerte que logró despertar al “viejo”,
quien estaba descansando. Al despertarse se da cuenta rápidamente que se trataba de un intento de
asesinato hacia él, pero él se dirige hacia la celda del “chino”, pensando que él fue quien mandó sicarios
contra él. Al llegar a la celda del “chino”, él toma un cuchillo y lo acuchilla en el estómago dejándolo totalmente
muerto.
Es en ese mismo instante, llega Elías e intenta atacar al “viejo” con otro cuchillo. Pero él le dice que es el
próximo blanco para su pandilla, pero es cuando repentinamente aparece el chalaco Luis Gonzales y
tomando un cuchillo apunta hacia su cuello. El “viejo” lo insulta con palabras racistas, pero de nada sirvió ya
que el chalaco se lanzó a toda costa a por él y con ayuda de Elías que agarró los enormes brazos del
temeroso “viejo”, el chalaco aprovechó el preciso momento para acuchillarlo en el cuello y terminar por
matarlo.
Desde ese momento es que el chalaco Luis Gonzales jamás llegó a ser llamado “negro” ni “zambo”, por los
demás reclusos, sino a ser llamado “héroe del Sicuani”.

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