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UNIDAD 1

Etimología: La palabra Derecho deriva de la voz latina "directa", que significa "lo que está conforme a la regla, a la ley, a la norma", "lo
que no se desvía ni a un lado ni otro." O en otras palabras su significación primaria es “recto” o “rectitud

CONSTITUCION
Es la ley fundamental de un estado tanto desde la perspectiva política como de la jurídica. Una constitución debe reconocer los derechos
naturales del hombre, asegurar ciertas formas de protección hacia ellos y una razonable limitación y distribución del poder. También según
varios autores es el derecho positivo, del contrato social, asumiendo para sí la Teoría Contractualista de Juan Jacobo Rousseau, con la
finalidad de crear un ente denominado Estado, que vigile y supervise la conducta de los individuos para la obtención de la seguridad
jurídica, el orden público y la paz social. También puede definirse como la “ley fundamental, esté escrita o no, de un Estado, la cual fija
los límites y define las relaciones entre los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Ciudadano y Electoral).Le garantiza al
pueblo ciertos derechos. Es la cristalización jurídica de un acto constituyente. Es un concepto político, dada su fundamentación en una
decisión del poder constituyente y es un concepto jurídico, pues posee una configuración jurídica.

CONCEPTO, EVOLUCION Y FUENTES

El Derecho Constitucional es una disciplina científica, como parte integrante de la Ciencia Política, que tiene por objeto el estudio y la
sistematización de un ordenamiento jurídico de las relaciones de poder, que se expresan en el ámbito de una organización política global.
El análisis se efectúa con un criterio dinámico y realista. En él se conjugan, tantos los aspectos reguladores de la conductas humanas que
emanan de las normas jurídicas positivas fundamentales, que condicionan la validez del ordenamiento jurídico, los aspectos provenientes
de la realidad social, aunque no estén incorporadas a un texto normativo llamo Constitución. El Derecho Constitucional no es una ciencia,
son una disciplina autónoma que es parte orgánica de la ciencia política.
En parte, su objeto consiste en el estudio, descripción, análisis y sistematización de los fenómenos del poder sujetos a una regulación
normativa suprema que gravita decisivamente sobre el funcionamiento de un sistema político.
El análisis del Derecho Constitucional supera el contenido asignado Constitución.
El Derecho Constitucional, tuvo como punto de partida, la difusión experimentada por el movimiento constitucionalista durante la
segunda mitad del siglo XVIII.
Si bien la cuna del movimiento constitucionalista y de la primera constitución moderna no la hallamos en Francia, es indudable que el
movimiento revolucionario francés de fines del siglo XVIII, que dio origen a varios textos constitucionales, fue el factor desencadenante
de los importantes estudios de Derecho Constitucional que se efectuaron en ese país y en otras sociedades políticas europeas.
Así, fue en 1791 cuando la asamblea constituyente dispuso que en las facultades de derecho se debiera enseñar la Constitución francesa.
Una situación similar se produjo en España con la sanción de la Constitución de Cádiz de 1812, tuvo relevante gravitación sobre el
movimiento constitucionalista hispano americano.
En sus orígenes, la enseñanza del Derecho Constitucional en España respondió exclusivamente al propósito de fomentar la instrucción
política
Si bien los orígenes del Derecho Constitucional aparecen estrechamente ligados con la sanción de los primeros textos constitucionales
modernos, el contenido de la disciplina no estuvo determinado por la aplicación excluyente o dominante de un enfoque jurídico
positivista con el propiciado por algunos autores alemanes del siglo XIX.

. FUENTES DEL DERECHO CONSTITUCIONAL


Se denominan Fuentes del Derecho Constitucional a los diversos modos, formas o factores que determinan los contenidos de esa
disciplina.
Las fuentes del Derecho Constitucional abarcan, los procedimientos que permiten la manifestación o exteriorización, como los factores
sociales, políticos, económicos e históricos.
Las primeras, son las fuentes formales del Derecho Constitucional. Las segundas son las fuentes naturales.
Las fuentes del Derecho Constitucional, tanto en su aspecto formal como material, se dividen en fuentes directas o indirectas. En las
primeras, se advierte una relación inmediata con los contenidos de la disciplina. En las segundas, la relación se concreta por su conexión
con las fuentes directas.
Son fuentes directas o inmediatas, la Constitución, las leyes institucionales y la costumbre. Son fuentes indirectas o mediatas, la
jurisprudencia, la doctrina y el derecho comparado.

LA CONSTITUCIÓN
La Constitución, como documento jurídico en el cual son expuestos de manera orgánica los principios fundamentales del ordenamiento
normativo de una organización política global, es la más importante de las fuentes del Derecho Constitucional.
Es un documento jurídico, pero también un instrumento de gobierno para concretar los grandes fines que determinan la concreción de
cierta unidad nacional y el destino para el desarrollo de la comunidad.
Las normas constitucionales, deben ser desarrolladas por la legislación reglamentaria, con el propósito de prever las soluciones y
satisfacer las necesidades esencialmente variables de la sociedad.

LAS LEYES INSTITUCIONALES


La materia constitucional no está contenida solamente en la constitución, sino también en aquellas leyes reglamentarias que desarrollan
aspectos sustantivos de la organización constitucional genérica y por imposición del propio texto constitucional.
La legislación electoral, las disposiciones referentes a la acefalía (desorden), y muchas más, reglamentan principios y declaraciones
contenidas en el texto constitucional.
Estas disposiciones legales son fuentes directas del Derecho Constitucional, siempre que sean concordantes con el texto constitucional y
no se aparten de la constitución, limitándose a desarrollar o reglamentar los principios contenidos en ella.
En esta categoría genérica cabe incorporar a los tratados y convenciones internacionales, siempre que revistan esa cualidad institucional.
La formulación de las leyes es un proceso complejo, en la medida que requiere la participación de dos organismos gubernamentales,
también lo es la formulación de los tratados internacionales. Su existencia está condicionada a una previa concentración por el Poder
Ejecutivo, a su aprobación por ley del Congreso y a su ratificación internacional por el órgano ejecutivo.

LA COSTUMBRE
La costumbre consiste en una conducta generalizada, constante y uniforme que adoptan los miembros de una sociedad con el
convencimiento de que ella responde a una necesidad u obligación que es jurídicamente exigible.
No debe tratarse de un comportamiento reservado a determinados grupos sociales, sino aceptado por la totalidad de los individuos.
Son constantes cuando se reitera interrumpidamente en el tiempo con igual contenido, efectos y motivaciones.
La uniformidad de las conductas significa que sus contenidos deben ser iguales o similares en todos los casos.
Esto debe responder al imperativo de satisfacer una necesidad que se traduzca en la imposición de la conducta con el carácter de una
obligación jurídica.
La costumbre está integrada por dos elementos esenciales, uno interno y otro externo. El material o externo está constituido por la
reiteración generalizada en el tiempo de una conducta uniforme. El subjetivo o interno consiste en la convicción colectiva sobre la
necesidad del comportamiento como medio idóneo para satisfacer los derechos.

CLASIFICACION DE LAS COSTUMBRES


Teniendo en cuenta sus efectos, las costumbres se dividen en: costumbres interpretativas o secundum legen, costumbres supletorias o
praeter legem y costumbres modificatorias o contra legem.
La costumbre constitucional secundum legem tiene como fundamento una disposición constitucional en la cual procura aclarar o
complementar. Siempre presupone la existencia de una norma constitucional oscura o dudosa, cuya interpretación se verifica por obra del
comportamiento de los individuos.
La costumbre supletoria o praeter legem es aquella cuyo contenido subsana el silencio o la omisión de la constitución, creando nuevas
normas constitucionales o proyectando las existentes, que son aplicables al caso carente de previsión en la ley fundamental.
En materia constitucional la costumbre praeter legem es improbable cuando la formulación de las normas constitucionales está precedida
por una correcta aplicación de las reglas técnicas para la elaboración de las constituciones. En tales casos, los eventuales silencios u
omisiones de la constitución se subsanan con la interpretación constitucional o con la costumbre secundum legem.
La costumbre contra legem es aquella que modifica o deroga una disposición constitucional. Resulta inaceptable en el ámbito de un
sistema constitucional de carácter rígido.
Si bien la costumbre constituye una fuente importante del derecho, su ámbito de gravitación se reduce sensiblemente en materia
constitucional.
La presencia de una constitución rígida, como la mayoría de las constituciones modernas, que reserva el ejercicio de la función
constituyente a un órgano representativo, descalifica a la costumbre contra legem y también a la praeter legem cuando su contenido no se
compadece con el espíritu de la constitución.

JURISPRUDENCIA
La jurisprudencia está representada por las decisiones uniformes y constantes emanadas de los tribunales y, en particular, de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, sobre materias de naturaleza constitucional.
La jurisprudencia no crea normas constitucionales, sino que otorga uniformidad y estabilidad a la interpretación constitucional.

DOCTRINA
La doctrina está compuesta por las opiniones formuladas por los juristas (abogados) desde la cátedra universitaria, el libro y cualquier
medio técnico de comunicación social, con el objeto de determinar el significado de las normas jurídicas existentes y de proyectar nuevas
disposiciones legales destinadas a regular las relaciones sociales. En materia constitucional, su ámbito se extiende tanto a la
interpretación constitucional como a la construcción teórica de nuevas instituciones.
La importancia de la doctrina se basa, en la jerarquía intelectual de los autores, que enriquece los conocimientos jurídicos de quienes
adoptan decisiones políticas o judiciales.
Los legisladores y jueces refuerzan la solidez de los argumentos que expresan en las normas legales y sentencias con la opinión
doctrinaria.
DERECHO COMPARADO
El derecho comparado consiste en la descripción y análisis de los argumentos jurídicos fundamentales de los países extranjeros y de las
organizaciones supranacionales, con el propósito de determinar sus bondades y defectos y de establecer las concordancias o divergencias
que presenten en su análisis comparativo con el derecho local.
La importancia del derecho comparado está condicionado a que la comparación no se limite al texto de la norma sino al real
funcionamiento de las instituciones.
Se añade la necesidad de conocer la realidad social y política de los países cuyos ordenamientos se comparan, ya que las bondades que
presenta un texto jurídico se deterioran en la práctica por no responder a las características y necesidades de la sociedad a la cual se
aplican.
El desconocimiento de esas realidades puede resultar incompatible con la forma de ser de la sociedad adoptante.

FINALIDAD DEL DERECHO CONSTITUCIONAL


La finalidad del Derecho Constitucional consiste en insertar en el plano institucional la idea política dominante en una sociedad, mediante
la instrumentación de los mecanismos y factores que se consideren apropiados para forjar las bases de un sistema político.
A la luz de la idea política dominante, los sistemas políticos pueden ser calificados en personalistas o humanistas y transpersonalistas o
transhumanistas.
En el sistema político personalista, la meta reside en alcanzar y preservar la plena vigencia de la libertad y dignidad del hombre. Todas
las técnicas o instrumentos legales y políticos que se establecen en ese sistema tendrán como único objetivo hacer posible el logro de
aquella finalidad.
En un sistema personalista, la libertad y la dignidad del hombre son objeto e instrumento del régimen. Objeto, porque la constitución y
organización de sistemas hace efectivas la libertad y dignidad del hombre. Instrumento, porque si vigencia permite la subsistencia del
sistema.
Cuanto más plena y amplia sea esa libertad, mayor será el grado de intensidad que presentara un sistema personalista.
En los sistemas transpersonalistas, la libertad y dignidad del hombre dejan de ser metas inmediatas, quedando subordinadas a valores que
son considerados superiores. En esta escala la grandeza del Estado, la comunidad nacional o cualquier otra institución, se encuentran por
encima de la consideración que puedan merecer la dignidad y la libertad del hombre como objetivos supremos de toda acción social.
A pesar de las finalidades diferentes, el Derecho Constitucional se encuentra presente en ambos.
En un sistema humanista, el Derecho Constitucional apuntara a la estructuración de la idea política dominante, procurando reflejarla en el
texto constitucional y en el orden político.
En ambos casos, nos hallaremos en presencia de un Derecho Constitucional.
La libertad política se traduce en la potestad de elegir a los gobernantes y de ser elegidos como tales.
La libertad económica conduce a posibilitar la manifestación de la creatividad humana en los procesos de producción y comercialización
de bienes y servicios.
En un sistema transpersonalista, el Derecho Constitucional no será el derecho de la libertad sino del autoritarismo. Poder manifestarse
parcialmente expresiones de la libertad política o de la libertad económica, pero la convivencia social estará signada por la intolerancia, el
resentimiento y el odio.
Analizando el contenido de la norma Constitucional, advertimos que el mismo está integrado por un elemento sustancial y por diversos
elementos formales. El elemento sustancial apunta a la reproducción jurídica de la idea política dominante en la sociedad, y los elementos
formales están compuestos por técnicas constitucionales con cuya aplicación se aspira a institucionalizar a la idea dominante de una
sociedad.
Las técnicas o formas del Derecho Constitucional varían en consideración a las características de los pueblos. Pero la valoración que se
realice de ellas deberá adecuarse a la regla de la eficacia para concretar la esencia del Derecho Constitucional.

LA NORMA SOCIAL Y LA NORMA JURIDICA

Norma social es una regla que se debe seguir o a la que se deben ajustar las conductas, tareas y actividades del ser humano. La
palabra moral proviene del latín moralis, equivalente al griego éfhos. Sin embargo, la traducción latina adquiere un matiz distinto de la
griega y pierde parte del significado inicial. Moral quiere decir carácter o costumbre, en cuanto algo que ha sido adquirido, y ya no tiene el
sentido de estructura originaria.
El sistema de normas, reglas o deberes que regula las acciones de los individuos entre sí es lo que llamamos moral. Ésta, entonces, exige
el cumplimiento de aquellas normas, que se vuelven deberes morales adquiridos.
La sociedad es el origen de la moral. "Cada sociedad dicta las reglas que los individuos deben acatar para vivir en ella y son la defensa de
la estructura social, que se vería quebrantada por el comportamiento desordenado de sus miembros cuando obedece únicamente a los
intereses particulares". Las reglas morales representan necesidades sociales y colectivas, por lo que también son el origen del derecho, el
cual aplicará la coacción (obligación) y la sanción, con el fin de que se cumplan las leyes
La sociedad que tenemos hoy en día no es muy diferente, en lo que se refiere a normas sociales, a aquellas del periodo romántico (siglo
XIX). El sistema de normas sociales relativas a los diferentes sistemas sociales y a la norma jurídica es una regla u ordenación
del comportamiento humano dictado por la autoridad competente del caso, con un criterio de valor y cuyo incumplimiento trae aparejado
una sanción. Generalmente, impone deberes y confiere derechos.
Se diferencia de otras normas de conducta en su carácter heterónomo (impuesto por otro), bilateral (frente al sujeto obligado a cumplir la
norma, existe otro facultado para exigir su cumplimiento), coercible (exigible por medio de sanciones tangibles) y externo (importa el
cumplimiento de la norma, no el estar convencido de la misma).
Por último, cabe mencionar también que los iusnaturalistas añadirán a la definición anterior "con miras al bien común."
Para algunos, las normas jurídicas se diferencian de las reglas del derecho, porque las primeras tienen intención prescriptiva, mientras que
las reglas tienen carácter descriptivo. Inclusive de esta manera podrían estar presentes en un mismo texto.
Además, el término está muy relacionado con el de derecho. A éste último concepto pueden atribuírsele diferentes sentidos, siendo uno
de los más recurrentes el de ordenamiento o sistema de normas jurídicas.

CLASIFICACIÓN DEL DERECHO


DERECHO NATURAL
Conjunto de normas que los hombres deducen de su propia conciencia y que representan la justicia en un lugar y época determinada.
DERECHO POSITIVO
Conjunto de normas imperativo atributivas que regula la conducta del hombre en sociedad.
DERECHO OBJETIVO
Norma o conjunto de normas.
DERECHO SUBJETIVO
Es una facultad de la persona de hacer o no hacer. Cumple una función del objetivo.
DERECHO PÚBLICO
Normas aplicables a personas privadas y entes públicos. Ejemplo el derecho procesal (civil o penal).
DERECHO INTERNACIONAL
Se refiere al espacio de validez de las normas.
LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS GARANTIAS EN PARTICULAR
1.- Los Derechos Humanos
El Estado de Derecho - Democrático
De los Derechos Individuales
La primera generación de Derechos fue reconocida a mediados del siglo XVIII. Bien en la Constitución Americana de 1787, bien en la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en Francia de 1789, se dio entrada y reconocimiento a los Derechos
individuales que debían ser respetados por el Estado en el ejercicio de su poder.
Este es el periodo de entrada al Estado moderno, cuya característica principal fue la sujeción del poder político al poder del Derecho
como límite del poder y garantía a la libertad.
Las Constituciones de los países civilizados del mundo fueron paulatinamente influidas por estas disposiciones, también las venezolanas.
En efecto desde la primera Constitución venezolana, en 1811, se consagraron las máximas establecidas en aquellos textos normativos, el
francés y el Norte Americano, destacándose los Derechos Individuales como barrera infranqueable del poder del Estado frente a los
ciudadanos.
No es el caso estudiar en este trabajo el grado de asimilación de aquellos principios en la praxis del poder estatal venezolano desde
la independencia hasta nuestros días, pero lo que si ha de quedar claro es que no siempre tales preceptos y el espíritu liberal que tenían
fueron respetados por las autoridades del Estado venezolano. Por el contrario las guerras y los largos periodos de dictaduras militares en
nuestro país dejaron una estela de violaciones constantes a las libertades ciudadanas que se establecieron en las distintas Constituciones
que han existido en nuestra patria. Aun hoy tales libertades se hayan amenazadas, y aunque desde el año de 1961 contamos con un
régimen de libertades ciudadanas dentro de un Estado democrático, nuestra historia respecto a los Derecho Humanos ha sido de tragedias
constantes.
En nuestra Constitución vigente desde 1999 se recogen los Derechos individuales reconocidos por el constituyente venezolano. Así
tenemos el Derecho a la Vida (Art. 43 CBV), a la Libertad (Art. 44 CBV), a la Integridad personal (Art. 46 CBV), a la Inviolabilidad del
Hogar doméstico (Art. 47 CBV) , a la Inviolabilidad de las Comunicaciones Privadas (Art. 48 CBV), a la Asociación (Art. 52 CBV), a
Reunión (Art. 53 CBV), al Libre Tránsito (Art. 50 CBV), al Nombre (Art. 56 CBV), a la Identidad (Art. 56 CBV), a la Libertad de
Expresión (Art. 57 CBV), a la Información (Art. 58 CBV), al Honor, a la Privacidad y a la Intimidad Personal (Art.60 CBV), entre los
más destacados.
Algunos de estos Derechos Individuales han sido reconocidos por todas nuestras constituciones, aun cuando en algunas de ellas se han
limitado casi hasta su supresión en la práctica. Igualmente estos Derechos están acompañados, a nuestro juicio, por un conjunto de
Garantías, que tienen como finalidad materializar tales preceptos en la realidad social y jurídica, garantías que serán abordadas más
adelante cuando tratemos este aspecto. Lo que si es conveniente aclarar es que estas garantías a las cuales me refiero, se han establecido
como Derechos, a mi juicio, porque en la práctica de la actividad legislativa, jurisprudencial y en síntesis del aparato institucional del
Estado vigente desde 1961 hasta 1999 no se reconocían tales garantías como medios para materializar dichos Derechos individuales, por
lo que el constituyente del 99 prefirió reconocerlos como Derechos y así evitar que fueran soslayados aspectos esenciales para garantizar
el goce de tales Derechos individuales.
Como se puede observar los valores que se tutelan en este conjunto de Derechos Individuales antes expuestos, y que se hayan prescritos
en el Capítulo III de la carta magna bajo la denominación de "De Los Derechos Civiles", constituyen los Derechos Humanos
Fundamental Capitues del ciudadano considerado como individuo y forman parte del catálogo de Derechos Fundamentales de corte
clásico como anteriormente se dijo.
Es importante también destacar que nuestra constitución vigente, al igual que la de 1961, reconoce el carácter constitucional de otros
Derechos Individuales que siendo inherentes a la persona humana no se hallen previstos en la Constitución Bolivariana ni en
los tratados internacionales suscritos por la Republica (Art. 22 CBV). Así por ejemplo el caminar, el mirar o el respirar, podríamos decir
que son Derechos inherentes a la persona humana y por lo tanto derechos individuales que gozan de jerarquía y protección constitucional.
En consecuencia no estaríamos obligados, como ciudadanos, a correr, a dejar de respirar o a no mirar para donde quisiéramos, ni siquiera
por un lapso de tiempo muy breve, porque una autoridad del Estado nos lo ordene, so pena para el funcionario de estar violando un
Derecho individual-humano reconocido por nuestra constitución política.
De los Derechos Políticos
Paralelamente a estos Derechos individuales se han desarrollado, en segundo orden de importancia, los Derechos políticos de los
ciudadanos. Si bien es cierto que el Derecho a asociación y a reunión, anteriormente nombrados tienen una relación muy cercana con
estos derechos políticos que analizamos, aquellos tienen un ámbito de desarrollo mucho más amplio que estos últimos, pues los primeros
se refieren también a cuestiones privadas, comerciales o lúdicas, entre otros fines asociativos y de reunión. También el resto de Derechos
individuales antes referidos tienen una clara conexión con estos, por ejemplo el de la libertad de expresión, no obstante lo mismo que se
dijo para el derecho a reunión y de asociación es aplicable a los demás derechos individuales. Los derechos políticos se hayan
establecidos en nuestra carta magna en el Capítulo IV (del Título III de la CBV) denominado de "De los Derechos Políticos Y
del Referendo Popular", particularmente en la "Sección Primera: De los Derechos Políticos".
Así en este Capítulo IV (del Título III de la CBV) tenemos que el Estado reconoce y tutela El Derecho a la Participación Política y a
la gestión en los asuntos públicos (Art. 62 CBV), el Derecho al Sufragio activo y adicionalmente el Derecho de los extranjeros en las
elecciones políticas locales (Art. 63 CBV), el Derecho al Sufragio Pasivo (Art. 67 CBV), el Derecho al desempeño de los cargos públicos
(Art. 65 CBV), el Derecho de los ciudadanos a que sus representantes públicos les rindan cuenta de su gestión en los asuntos públicos a
ellos confiados (Art. 66), el Derechos a la asociación con fines políticos y el derecho a la postulación y a la propaganda política y
electoral (Art. 67 CBV), el Derecho a manifestar pacíficamente(Art. 68 CBV), el Derecho a asilo político y a refugio (Art. 69 CBV).
Por otra parte la "Sección Segunda: del Referendo Popular" contiene una innovación en nuestro sistema de libertades políticas,
sumándole al clásico reconocimiento de los Derechos Políticos de los ciudadanos, unos mecanismos novedosos en Venezuela de
participación política, profundizándose así en la democracia participativa hacia la cual propugnaba desde hace tiempo la sociedad civil
venezolana. Estos Derechos nuevos de carácter político constituyen una profundización de la democracia venezolana y viene a completar
la orientación novedosa que el constituyente le imprimió a los tradicionales Derechos Políticos antes esbozados.
Así tenemos entre los Derechos a la participación popular del pueblo a los Referendos consultivos nacionales y provinciales en materias
de especial interés nacional, estadal, municipal y parroquial (Art.71 CBV), los Referendos revocatorios de todos los cargos y
magistraturas de elección popular (Art. 72 CBV), los Referendos aprobatorios de Leyes y Tratados Internacionales (Art. 73 CBV) y los
Referendos abrogatorios de Leyes y Decretos-Ley (Art. 74 CBV).
Tales Referendos constituyen una profundización de la democracia participativa y una apertura del poder público hacia los ciudadanos a
quienes ahora se les atribuye la facultad de emitir su opinión en asuntos de especial interés político.

El Estado Social - Democrático


La segunda generación de Derechos Humanos lo constituyen los Derechos sociales en sentido amplio, entre los cuales se encuentran,
actualmente en nuestra carta magna, los culturales, económicos, de las familias, los Educativos, los laborales y los de los pueblos
indígenas.
El Estado de Derecho moderno, iniciado como dijimos hacia la segunda mitad del siglo XVIII, reconoció los Derechos individuales
fundamentales del ciudadano, entre los cuales se encuentran también los Derechos políticos como una segunda categoría importante pero
no tan fundamental como los Derechos individuales. Sin embargo el proceso democratizador signado por la participación política del
pueblo, inicialmente limitada a la democracia representativa y circunscrita, en sus inicios, a ciertas y determinadas personas que eran las
que en la realidad podían ejercer tales derechos políticos, no tardó en dar a luz distintos Derechos y Garantías que pretendían una
profundización de dicho Estado de Derecho. De ello es hoy día reflejo nuestro texto constitucional en lo relativo los derechos
individuales y políticos que antes se expusieron.
Pero fue con la revolución industrial cuando, producto de los cambios sociales originados por tal transformación operada por el
maquinismo de la modernidad, aquel Estado gendarme (vigilante), protector de la libertad individual y de la propiedad como expresión de
aquella, se vio en la necesidad de intervenir activamente en la vida social para regular las relaciones que el capitalismo había impuesto no
pocas veces contra grandes capas de la población empobrecidas. Es así como nace el Estado Social como antítesis del Estado de Derecho.
Si el Estado de Derecho estaba construido para respetar al máximo la libertad ciudadana (en especial la libertad económica) y para no
intervenir sino para salvaguardar tal libertad, el Estado Social se fundamentaba en la intervención activa en los distintos ámbitos de la
vida ciudadana para regular la vida social, Estado-individuo, Estado-empresa, Estado-trabajadores, etc., limitándose así de una manera
más sensible la libertad del ciudadano, en casos extremos este es el periodo – que media entre las dos guerras mundiales- donde se
producen los sistemas políticos totalitarios, pues su orientación es la intervención intensa en la autonomía de la persona y en la libertad en
general de la sociedad.
No obstante lo expuesto, el carácter Democrático que fue desarrollándose, producto de la naturaleza de la legitimidad con que nació el
Estado moderno (la soberanía reside en el pueblo y no ya en el monarca), introdujo una moderación en el Estado Social. Al reconocerse
así al sistema democrático como el mejor para el desarrollo de la sociedad y del ciudadano, le fue añadido al Estado Social de Derecho el
elemento Democrático. Este último elemento constituye la síntesis de la evolución del Estado moderno en la actualidad.
Así las cosas a la Tesis: Estado de Derecho y a su antítesis: Estado Social le sucedió una síntesis: Estado Democrático, cuya influencia
busca conjugar los elementos antitéticos (incompatibles) de cada una de aquellas configuraciones estatales y reunirlos en una síntesis
fructífera en aras del Estado del bienestar de los ciudadanos.
Matizados y democratizados hoy día los Derechos Sociales la carta magna venezolana da cuenta de tal síntesis.

De los Derechos de las Familias


Entre los Derechos estrictamente Sociales, Capítulo V Título III de la CBV, tenemos en nuestra Constitución los Derechos de las
Familias. En tales Derechos de las familias se protege a la familia como asociación natural de la sociedad y como espacio fundamental
para el desarrollo de las personas y en especial a los niños y adolescentes en cuanto a su Derecho a tener una familia (Art. 75 CBV), a la
maternidad y a la paternidad (Art. 76 CBV), al matrimonio heterosexual (Art. 77 CBV), a los niños y adolescentes con especial
consideración como sujetos de Derechos (Art. 78 CBV), a los jóvenes en su proceso de desarrollo (Art. 79 CBV), a los ancianos de forma
particular (Art. 80 CBV) y a los discapacitados con especial atención (Art. 81 CBV).

De los Derechos Sociales strictu sensu


Igualmente se tutelan los Derechos Sociales tradicionales, aunque remozados por el carácter democrático de nuestra constitución. En este
sentido en el Capítulo V Título III de la CBV, tenemos los Derechos tutelados tales como el de la Vivienda (Art. 82 CBV), la Salud (Art.
83 CBV), la Seguridad Social (Art. 86 CBV) y el Trabajo (Art. 87 CBV).

De los Derechos Económicos


Muy vinculados con los Derechos antes mencionados, en especial con los Derechos Sociales tradicionales, la Constitución Bolivariana
establece un conjunto de Derechos Económicos, orientados hacia la persona humana, es decir, a salvaguardar tales Derechos en función
del ciudadano.
Así en el Capítulo VII del Título III de la CBV tenemos que la Constitución reconoce y protege los Derechos a la Libertad económica de
los ciudadanos (Art. 112 CBV), a la propiedad (Art. 115 CBV), al acceso de bienes y servicios de calidad (Art. 117 CBV) y a fundar y
promover asociaciones y cooperativas para la consecución de fines económicos, en especial de los trabajadores aunque se establece tal
disposición jurídica en beneficio de la comunidad en general (Art. 118 CBV).

De los Derechos Culturales


El Estado Social-Democrático también reconoce los Derechos Culturales y Educativos, como parte de la segunda generación de Derechos
Humanos que estamos mencionando. De esta manera la Constitución Nacional protege los Derechos Culturales en el Capítulo VI del
Título III tales como la Libertad Cultural: invención, producción y divulgación de obras creativas, científica, tecnológica y humanística,
así como tutela los Derechos de autor y la propiedad intelectual (Art. 98 CBV), el fomento a la cultura y el patrimonio cultural (Art. 99
CBV), y las culturas populares (Art. 100 CBV).

De los Derechos a la Educación y otros correlacionados


En este mismo Capitulo y Titulo de la Constitución Nacional el Estado reconoce y tutela el Derecho a la Educación (Art. 102 y 103
CBV), la autonomía Universitaria (Art. 109 CBV), la Ciencia y la Tecnología (Art. 110 CBV) y el Deporte (Art. 111).
De los Derechos de los Pueblos Indígenas
Una de las innovaciones que merece especial mención es el Capítulo VIII del Título III de la Constitución y que se refiere a los Derechos
de los Pueblos Indígenas. Especial consideración porque este conjunto de derechos suponen un reconocimiento a un grupo humano
heterogéneo de etnias que son de gran significación para Venezuela, que por razones históricas ya que simbolizan la lucha contra el
conquistador Español, siempre había sido marginado por el constituyente venezolano. En este Capítulo se establece un conjunto de
Derechos especialmente reconocidos para los pueblos indígenas, lo que viene a configurar un régimen jurídico especialísimo para este
sector de la población, que aunque es muy reducido en número y poco representativo la cultura dominante en nuestro país, es un grupo
humano de significativa importancia histórica para Venezuela.
En este Capítulo se establece el reconocimiento de la existencia de los pueblos indígenas en Venezuela ( Art. 119 CBV), se protege la
identidad y cultura indígena (Art. 121 CBV), se reconoce la medicina tradicional indígena (Art. 122 CBV), se reconocen las practicas
económicas de la sociedad indígena ( Art. 123 CBV), Se tutela la propiedad intelectual y colectiva de los pueblos indígenas (Art. 124
CBV), Se protege el Derecho a la participación política en Venezuela de los pueblos indígenas (Art. 125 CBV) y se reconocen los
pueblos indígenas como parte del pueblo Venezolano e integrantes del territorio de la Nación (Art. 126 CBV).

Del Estado Democrático y Social de Derecho en el ámbito Internacional


La tercera generación de Derechos Humanos está constituida por un conjunto de bienes jurídicos reconocidos por nuestra Constitución y
que se inscriben en la tendencia del mundo globalizado en su protección y defensa.
El Estado moderno aun cuando se ha perfeccionado se ha visto superado por los fenómenos sociales internacionales que resultan
imposibles de ser controlados y sometidos al Derecho (dentro de la concepción democrática del poder). La post-modernidad ha
configurado una serie de ámbitos donde se desarrolla la vida ciudadana que traspasan los límites territoriales y de soberanía donde ejerce
o puede ejercer su poder el Estado.
De allí que el Estado moderno, y particularmente el Venezolano, haya dispuesto en su texto normativo un conjunto de Derechos y
garantías que tienen la función de proteger Derechos y Bienes jurídicos nuevos o que sin serlos no habían sido reconocidos, así como
otros que empiezan a perfilarse, como producto del desarrollo científico y tecnológico de esta época, pero que no es posible protegerlos
sino mediante una apertura de la carta magna que haga permeable el sistema de protección del Estado venezolano a los cambios y nuevos
valores que hoy en día resultan indispensables para la existencia, desarrollo y conservación de la sociedad internacional, dentro de la cual
se encuentra la venezolana.

De este tipo de Derechos son los Derechos Humanos. En efecto todos los Derechos que hasta ahora hemos ido refiriendo son Derechos
Humanos, sin embargo estos en nuestro tiempo tienen un extraordinario desarrollo, que tiene como objetivo salvaguardar al ser humano
de todo tipo de arbitrariedades y abusos. Tales Derechos Humanos se han ido desarrollando de forma progresiva, como una tendencia de
la sociedad internacional en la actualidad, y que desde las distintas instancias del poder se pretende sean disfrutados y protegidos para
toda la humanidad. Sería imposible enumerarlos siquiera y menos aún que cada texto constitucional los recogiera expresamente todos,
pues aun cuando lo pudiéramos hacer el nacimiento de nuevos Derechos y bienes jurídicos de los seres humanos, como consecuencia de
los acelerados cambios que vive la sociedad internacional en los actuales momentos, dejaría sin tutela a los que cada texto constitucional
democrático (que siempre tiene vocación de permanencia y por lo tanto no es susceptible de ser reformado con frecuencia y de manera
fácil) no determina expresamente. Por ello la Constitución venezolana establece como un novedoso sistema de protección de los
Derechos Humanos, tanto de los ya existentes como de los que no se hallen expresamente reconocidos en la constitución, el Derecho al
goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos (Art. 19 CBV) y una cláusula abierta sobre los
derechos humanos no establecidos expresamente en la carta magna pero que sí reconoce el Estado aun cuando tampoco se hallen
enunciados en los tratados internacionales suscritos por Venezuela (Art. 22 CBV). Al hilo de lo que venimos diciendo también el Estado
venezolano reconoce los Derechos Humanos establecidos en los tratados internacionales, asignándoles jerarquía constitucional, y
comprometiéndose a darle prevalencia sobre el orden jurídico interno en la medida que contengan normas sobre el goce y ejercicio de
tales derechos humanos más favorables a las establecidas en la Constitución y en las leyes nacionales (Art. 23 CBV). En realidad este es
el sistema o régimen jurídico general de protección de los Derechos Humanos que establece la Constitución Bolivariana, pero los hemos
incluido aquí porque es obvio que tal régimen de garantías se refiere a la clase de bienes jurídicos y Derechos que estamos aludiendo.

En el orden de ideas que estamos tratando tenemos que el constituyente estima de máxima consideración los Derechos humanos en
general, pero muy especialmente prescribe criminalizar las acciones destinadas a lesionar o poner en peligro los Derechos Humanos
particularmente los referidos a los delitos de lesa humanidad, crímenes de guerra y las violaciones graves a los derechos humanos.
Adminiculando (ayudando) estas disposiciones jurídicas con el Articulo 23 de la Constitución Bolivariana, donde se establece el rango
constitucional de los tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la república, tenemos que para esta clase de delitos
opera el Estatuto de la Corte Penal Internacional, suscrito y ratificado por Venezuela, en donde además de los hechos punibles mandados
a castigar por el constituyente venezolano antes enunciados, se sanciona también el delito de Genocidio. Tal Estatuto establece el régimen
jurídico penal internacional, tanto de carácter sustantivo como procesal, los principios, derechos y garantías típicas de esta instancia
jurídica y el Tribunal Penal Internacional como el órgano jurisdiccional competente para juzgar estos delitos. De esta manera la
constitución nacional da entrada a la protección de la supervivencia de la especie humana, de los grupos religiosos, étnicos, culturales y
políticos que, como bienes jurídico-penales internacionales pueden ser vulnerados a través de estos Delitos.

Otro grupo de Derechos y bienes jurídicos tutelados por el constituyente y que forman parte del grupo de derechos humanos de la tercera
generación que estamos analizando son los del Medio Ambiente. Este bien jurídico (el medio ambiente) está tutelado no solo para estas
generaciones sino para las generaciones futuras igualmente (Preámbulo de la CBV). Así todos los elementos integrantes del medio
ambiente (aire, diversidad biológica, genética, ecosistemas, etc.) son protegidos con la finalidad de preservar un ambiente sano en
beneficio de las condiciones de vida que se deben asegurar a estas y a las futuras generaciones (Art. 127 CBV).

Una última mención, sin que con ello se signifique se han agotado todos los Derechos Humanos de la tercera generación que como se
dijo resultan inabarcables y exceden de los límites de esta investigación pero que la Constitución venezolana protege, debemos hacer del
Genoma Humano como Patrimonio Común de la Humanidad.

En efecto la Constitución Nacional al referirse al medio ambiente, como bien jurídico de especial consideración por el constituyente,
prescribió (estableció) que el genoma de los seres vivos no podrá ser patentado y que la Ley que se refiera a los principios Bioéticos
regulará a la materia (Art. 127 CBV). En lo que se refiere al Genoma Humano esto es de suma importancia porque tal disposición
reconoce la significación que tiene dicho genoma para la humanidad al excluirlo de los bienes jurídicos de carácter privado y por ende
sujeto a comercialización. Así las cosas el Genoma Humano es un bien jurídico de carácter público de alta significación en el ámbito
internacional. La Declaración Universal del Genoma Humano y los Derechos Humanos de la UNESCO (1997) así lo establece. De ello
podemos inferir que si el Genoma Humano es el Patrimonio de la Humanidad tal y como lo refiere el Artículo 1 de tal Declaración, y
el concepto de Patrimonio Común de la Humanidad no es ajeno al saber del constituyente (Preámbulo de la CBV al referirse a los
Derechos ambientales), tenemos que el Genoma Humano es de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico un bien jurídico reconocido y
de enorme valor para el constituyente venezolano. Esto implica una regulación jurídica especial, tal y como lo demanda la constitución,
pero, en lo que aquí interesa, he querido traer a colación estas disposiciones jurídicas constitucionales e internacionales para poner de
manifiesto el alcance que la constitución tiene cuando se trata de Derechos Humanos no expresamente reconocidos por la carta magna y
que forman parte de esta tercera generación de Derechos.

2.- De Las Garantías Constitucionales


De las Garantías de los Derechos Individuales
Decíamos al referirnos a los Derechos Individuales, en el título de este trabajo anterior a este, que hay un conjunto de Derechos que no
destacáramos en aquel lugar porque nos parecían más Garantías Constitucionales que Derechos en sí mismos.
Explicábamos que, a nuestro juicio, tales Garantías se habían convertido en Derechos por la necesidad del constituyente del 99 de
asegurar su cumplimiento dado el desconocimiento contumaz (insistente) de que habían sido objeto antes de la nueva Constitución
Bolivariana vigente en la actualidad. A continuación voy a hacer mención a tales Garantías, aunque en realidad la constitución las
reconoce como Derechos, pero igualmente voy a referirme a las garantías de cada uno de los derechos que enunciara se tutelan a los
individuos (Derechos individuales). Para tales efectos seguiré el orden de los artículos establecidos en la constitución y que se refieren a
los Derechos Civiles (Capitulo III).
Estas Garantías son a nuestro juicio son:

Del Derecho a la Vida (Art. 43 CBV) la prohibición de la pena de muerte, la obligación del Estado en asegurar dicho Derecho para las
personas recluidas en las cárceles o instituciones del Estado tales como hospitales psiquiátricos, instituto de protección del menor,
cuarteles o cualquiera otra forma de restricción a la libertad personal impuesta por el mismo Estado.

Del Derecho a la Libertad Personal (Art. 44 CBV) tiene muchas facetas, de hecho es el segundo Derecho en orden de importancia (si
atendemos al orden en que fueron dispuestos los Derechos Civiles expresamente reconocidos en la carta magna), pero en lo que ha puesto
atención el constituyente es a los abusos que contra la libertad personal ha cometido el Estado en Venezuela, de allí que la mayor parte de
las garantías que pretenden resguardar este derecho estén orientadas hacia el ámbito jurídico-penal, entre las garantías penales tenemos: el
principio pro libertatis y las formalidades establecidas para el arresto y la detención previstos en el ordinal 1 del Art. 44 de la CBV; La
gratuidad de la obtención de la libertad por caución exigida por la Ley (Ord. 1 Art. 44 CBV); El Derecho a Comunicarse y a la
Información, así como a ser registrado, con todas las formalidades prescritas, para todas aquellas personas que hayan sido detenidas por
la autoridad del Estado (Ord. 2 Art. 44 CBV); La notificación Consular, además de las anteriormente mencionadas, para aquellos
ciudadanos extranjeros detenidos en territorio venezolano (Ord. 2 Art. 44 CBV); El principio de personalidad de las penas, de pena
humanitaria y de un límite máximo de 30 años, para aquellas personas condenadas por la comisión de algún delito tipificado en
Venezuela (Ord. 3 Art. 44 CBV); Deber de identificarse por parte de la autoridad del Estado ante el ciudadano que ejerza una medida
privativa de la libertad (Ord. 4 Art. 44 CBV); Obligación del Estado de no retener a ninguna persona que haya cumplido el tiempo de la
condena penal establecida en la sentencia judicial (Ord. 5 Art. 44 CBV); Prohibición para las autoridades del Estado de desaparecer
forzadamente a las personas so pena de ser sancionados penalmente (Art. 45 CBV); el legislador venezolano ha puesto el acento en
aquellas normas garantisticas adjetivas tanto de carácter administrativo como judicial (Art.49 CBV), así tenemos las normas del debido
proceso: del Derecho a la Defensa (Art. 49 Ord. 1 CBV), de la Presunción de inocencia (Art. 49 Ord. 2 CBV), del Derecho a
ser Oído (Art. 49 Ord. 3 CBV), del derecho al Juez natural (Art. 49 Ord.4), Del Derecho a no confesar contra sí mismo o contra sus
familiares (Art.49 Ord. 5), siendo desarrollados tales garantías en el Código Orgánico Procesal Penal (fuente originaria de estas
disposiciones procesales). Otras garantías sustantivas revisten gran importancia en el Derecho que estamos tratando, así el Principio
de Legalidad penal (Art. 49 Ord. 6 CBV), el principio de Non bis in idem (Art. 49 Ord. 7 CBV), el principio de reserva legal (Art. 156
Ord. 32 CBV).
Todas estas garantías diseminadas a lo largo del texto constitucional de una manera difusa se refieren a garantías procesales y sustantivas
de carácter jurídico penal y tienen la finalidad de limitar el ejercicio del Ius Puniendi del Estado a favor del Derecho a Libertad personal
de los ciudadanos.
Pero como decíamos la Libertad personal es un ámbito de la vida ciudadana muy amplio, por ello pudiera resultar inabarcable citar todas
las normas constitucionales que se refieren al Derecho a la libertad de los ciudadanos, de hecho la Libertad es un derivado de la dignidad
de la persona humana (principio angular de todo sistema democrático), que después del derecho a la vida en orden de importancia, es el
principio que ilumina todo el ordenamiento jurídico. Por ello tenemos este principio siempre presente, sobre todo cuando el Derecho a
Libertad personal puede resultar fuertemente amenazado, y es en ese momento cuando la constitución prescribe la garantía respectiva,
por ejemplo la prohibición de la esclavitud, servidumbre y de trata de personas (Art. 54 CBV); La garantía de protección de la seguridad
ciudadana (Art. 55CBV); Garantía de la libertad de culto y religión (Art. 59 CBV).
Por otra parte del Derecho a la Integridad Personal (Art. 46 CBV) tenemos las garantías de la prohibición de torturas y tratos crueles
(Ord. 1 Art. 46 CBV); Respeto a la dignidad de la persona detenida (Ord. 2 Art. 46 CBV); Restricciones a experimentaciones o exámenes
médicos sin consentimiento de la persona (Ord. 3 Art. 46 CBV); Sanciones para los funcionarios públicos que torturen a personas (Ord. 4
Art. 46 CBV).

Del Derecho a la Inviolabilidad del Hogar doméstico (Art. 47 CBV), se establecen las excepciones para que pueda producirse una
intervención del Estado en el hogar de una persona, estas serían en caso de que se estuviese cometiendo un delito o por orden judicial
para ejecutar una sentencia o resolución judicial. Tales intervenciones serán siempre excepcionales y se ejecutaran respetando la dignidad
de la persona sometida a estas restricciones en su hogar.

Del Derecho a la Inviolabilidad de las Comunicaciones Privadas (Art. 48 CBV), se garantiza el secreto de aquello que no tenga que ver
con el proceso judicial que se adelanta, puesto que la única acepción para restringir este Derecho es por orden judicial.

Del Derecho a la Asociación (Art. 52 CBV), la garantía que el Estado deberá proveer lo conducente para el ejercicio de tal derecho,
estableciéndose la acepción de que tal asociación no podrá hacerse para fines ilícitos, por ejemplo para delinquir.

Del Derecho a Reunión (Art. 53 CBV), la garantía de que no se requerirá permiso previo por parte del Estado, salvo en los casos de
reuniones en lugares públicos donde tendrá que ser autorizado por el Estado. La restricción además de la expuesta se extiende a que tal
reunión no podrá hacerse para fines ilícitos y debe realizarse sin armas.

Del Derecho al Libre Tránsito (Art. 50 CBV), se establecen la garantía de traslado de domicilio y residencia, de ausentarse y volver del
país, de trasladar los bienes en el país o hacia el extranjero y traerlos; Y para los venezolanos se establece que pueden ingresar al país sin
previa autorización del Estado.

Del Derecho al Nombre propio (Art. 56 CBV), se establecen las garantías de tener y conocer los apellidos maternos y paternos y de saber
quiénes son dichos progenitores.

Del Derecho a la Identidad (Art. 56 CBV), la garantía de poder ser inscritos en el registro civil y de obtener documentos públicos que
registren su identidad biológica.

Del Derecho a la Libertad de Expresión (Art. 57 CBV), la garantía de desarrollarla sin censura y por cualquier medio sin restricciones
más allá de su propia responsabilidad personal y siempre que no promueva la violencia social.
Del Derecho a la Información (Art. 58 CBV), la garantía que sea libre y plural, oportuna, veraz e imparcial, sin censura, y con derecho a
réplica cuando la persona se vea afectada directamente por informaciones inexactas y agraviantes. Los niños y adolescentes tienen el
derecho a ser informados de manera tal que se contribuya a su formación integral.

Del Derecho al Honor, a la Privacidad y a la Intimidad (Art.60 CBV) la garantía de restringir el uso de la informática para el libre
ejercicio de este derecho.

De las Garantías de los Derechos Políticos


Las Garantías como medios para la realización de los Derechos políticos se encuentran establecidas en la propia Constitución. Algunas se
hayan prescritas en aquellas disposiciones normativas que reconocen Derechos políticos; otras se desarrollan en las leyes sobre la
materia, en tanto que el propio constituyente prescribió en el articulado constitucional referido disposiciones jurídicas de carácter
programático a ser desarrolladas y profundizadas en leyes sobre la materia.

Así tenemos que en cuanto a las garantías político-constitucionales, la del Derecho a la Participación Política (Art. 62 CBV) la garantía
de que esta deberá ejercerse libremente, es decir sin coacciones de ningún tipo; directamente, es decir, prescribiéndose el papel
protagónico del pueblo en la vida política nacional y en la gestión de los asuntos públicos (democracia participativa) o por medio de sus
representantes legítimamente escogidos (democracia representativa); así mismo el Estado se obliga a desarrollar los mecanismos
adecuados para canalizar la participación política directa de los ciudadanos en los asuntos políticos o públicos como garantía
programática a ser desarrollada por la Ley electoral o por otras que se refieran a la materia.

Del Derecho al Sufragio (Art. 63 CBV) se establecen las garantías de que esta deberá ser a través de votaciones, libres, universales,
directas y secretas, es decir sin coacciones ni amenazas de ninguna índole, estableciéndose la debida protección –secretas y universales-
en el ejercicio de tal Derecho; así mismo la garantía de personalización del sufragio, es decir, que el voto vale por sí solo; y la
representación proporcional de las minorías, es decir, el respeto a las minorías y la posibilidad de que estas desarrollen su potencial para
que puedan ser mayoría, además de la garantía de que aun siendo minoría el voto siempre cuenta y su opinión tendrá un lugar en los
órganos de representación popular o en los mecanismos en donde se pulse el parecer del ciudadano.

Del Derecho a elegir (Art. 64 CBV) se establece la garantía de que los ciudadanos puedan ejercerlo cuando hayan cumplido la edad
suficiente (18 años) para ser capaces de discernir en la elección que hagan de los asuntos puestos a su consideración, por lo que los
menores de edad electoral, los interdictados civilmente (por ejemplo las personas con trastornos mentales) o los inhabilitados
políticamente (por ejemplo los reos por determinados delitos), no podrán ejercer el Derecho a elegir por considerarse que no son capaces
políticamente para participar en los asuntos públicos puestos a consideración de los ciudadanos. Esto último es una garantía de seriedad
del proceso electoral en beneficio no del sistema político solamente sino para aquellos ciudadanos que creen en el sistema electoral como
institución. En el mismo artículo se prescribe el Derecho a elegir de los extranjeros que contribuyen y han contribuido con el desarrollo
del país en las elecciones a ciertos niveles del Estado y con determinadas limitaciones que suponen una garantía en el proceso de elección
de los destinos públicos de Venezuela.

Del Derecho al desempeño de cargos públicos (Art. 65 CBV) se prescribe la garantía para aquellos ciudadanos que con vocación de
servicio y honestidad en el manejo del ager publicus (de la cosa pública) se han dedicado a ejercer un cargo público puedan hacerlo con
el reconocimiento y la consideración de la sociedad venezolana. Así esta disposición jurídica viene a marcar una ruptura entre quienes
ven en la política una actividad mercantil de carácter fraudulento, cuestión históricamente entronizada como un vicio en la política
venezolana, lesionando el patrimonio público con su actuación como funcionarios públicos y aquellos ciudadanos que han actuado
honestamente. En este caso se prohíbe a los ciudadanos que hayan cometidos delitos contra el patrimonio público u otros que determine
la ley el ejercicio del derecho al sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y dependiendo de la gravedad del delito por más tiempo
inclusive, cuestión que lógicamente deberá ser desarrollado por ley especial.

Del Derecho de los ciudadanos a que se le rindan cuentas por parte de los representantes del Estado por ellos elegidos (Art. 66 CBV) se
derivan las garantías de los ciudadanos en saber, de forma transparente (es decir clara) y periódica (es decir con determinada frecuencia
no muy distante en el tiempo), que destino se le da al patrimonio público del cual son titulares.

Del Derecho a la asociación con fines políticos (Art. 67 CBV) se derivan las garantías democráticas de organización, funcionamiento
y dirección de las organizaciones políticas que funden, así como la garantía de participación directa de los miembros de tales
organizaciones en la escogencia de sus candidatos a cargos de elección popular. Con ello se busca corregir el autoritarismo reinante
durante muchos años en las organizaciones políticas. Por otra parte se prohíbe el financiamiento del Estado de tales organizaciones
políticas, como un mecanismo de protección a la igualdad de las organizaciones políticas en el desarrollo de sus actividades, intentándose
evitar así el ventajismo oficial que supone estar en el poder en un momento histórico determinado. En esta misma disposición jurídica se
establece la garantía para los ciudadanos de que la ventaja que electoralmente haya obtenido un grupo político determinado no sea
producto de actividades ilícitas (por ejemplo el narcotráfico) y que no haya ventajas en el tiempo y en el dinero que cada organización
utilice en las campañas electorales y políticas.

Del Derecho a manifestar pacíficamente (Art. 68 CBV) se derivan las garantías para los manifestantes y otros ciudadanos que las mismas
deberán hacerse sin armas, previendo posibles lesiones a bienes jurídicos y Derechos de los ciudadanos; pero igualmente se garantiza que
no se utilizaran armas de fuego ni sustancias toxicas que pongan en peligro la integridad física de los manifestantes cuando las fuerzas de
seguridad tengan que intervenir en el control del orden público.

Del Derecho a asilo y refugio (Art. 69 CBV) se derivan las garantías del deber de solidaridad para con aquellas personas que siendo
perseguidas por motivos políticos o humanitarios tengan necesidad de buscar cobijo en nuestro país. Dichas garantías son desarrolladas
por el Derecho internacional humanitario y a ellas se haya sujeto el país de acuerdo a los tratados y convenios internacionales suscritos y
ratificados por la Republica, normas de carácter constitucional de conformidad con el Art. 23 de la CBV. Finalmente se establece que los
venezolanos no son extraditables derivándose de ello la garantía de que los hechos punibles cometidos por los nacionales en territorio
extranjero o nacional pero que sean penados en el extranjero serán juzgados conforme a las leyes penales venezolanas, afirmándose así el
principio de territorialidad y personalidad de la ley penal venezolana.

Finalmente se establecen como garantías para el ejercicio del Derecho a la participación política, tanto en lo estrictamente político, así
como en los social y en lo económico los medios que podrán ser utilizados para ello, prescribiéndose como una garantía de carácter
programático, pues es la ley la que deberá desarrollar los mecanismos adecuados para hacer efectivos los medios en esta disposición
señalados (Art. 70 CBV).

De las Garantías de los Derechos de las Familias


En cuanto a las garantías para la protección de la familia (Art. 75 CBV), después de señalarse en la prescripción jurídica los principios
conforme a los cuales el Estado pretende se fundamenten las relaciones familiares, el Estado se obliga a garantizar protección al padre, a
la madre, o a quienes ejerzan la jefatura de la familia, lo que evidentemente constituye una norma programática cuyas garantías habrán de
desarrollarse en una ley que regule la materia. Otra garantía se refiere a la obligación que prescribe el Estado de que el desarrollo de los
niños y adolescentes deberá realizarse en el seno de la familia biológica. Si ello no es posible establece tal prescripción dicho desarrollo
corresponderá a una familia sustituta. Y finalmente se establece como una garantía a favor de los menores la adopción equiparándola a
efectos jurídicos a la filiación, adopción que siempre deberá redundar en beneficio de los menores.
En relación a la protección que el estado dispensa a la maternidad y a la paternidad (Art. 76 CBV) se prescribe que la misma se
dispensará independientemente del estado civil de los progenitores, afirmándose así el principio de igualdad jurídica frente al Estado. Se
garantiza que las parejas puedan decidir libremente el número de hijos que deseen tener, garantizándoles el derecho de disponer de
información y de los medios que le aseguren el disfrute de ese derecho. Igualmente el Estado reconoce el Derecho de la madre a ser
protegida durante el desarrollo de su embarazo, desde la concepción hasta el puerperio, asegurándole los servicios
de planificación familiar basados en los valores éticos y científicos. La garantía de la obligación alimentaría de los progenitores respecto
los hijos se establece en este precepto, pero no solo a favor de los hijos sino también de los padres cuando estos no se puedan valer por sí
mismos y los hijos puedan asistirlos.

En cuanto a la protección del Matrimonio heterosexual (Art. 77 CBV), se establecen las garantías del libre consentimiento de los
cónyuges y de la igualdad de derechos y deberes entre ambos. Igualmente se garantizan los derechos derivados del matrimonio civil para
aquellas parejas que no se han formalmente casado siempre que cumplan con los requisitos formales y sustantivos establecidos en la Ley
(Código Civil Venezolano).

Por su parte respecto a la protección de los niños y adolescentes (Art. 78 CBV) se establecen las garantías jurisdiccionales y sustantivas
previstas en la ley venezolana (Ley de protección del niño y del adolescente) y en la Convención sobre los Derechos del Niño así como
de los demás tratados internacionales relativos a la materia. El Estado considera de prioridad superior los derechos de los niños y
adolescentes y establece su protección integral, entre lo que se encuentra un instituto especializado en la materia. Ello es una norma
programática que se desarrolla en la Ley de protección al niño y el adolescente y en los demás instrumentos internacionales entre los que
se encuentra la Convención de los Derechos del niño.

Respecto a la protección de los jóvenes (Art. 79 CBV) el Estado establece la granita de crear los mecanismos tendientes a hacer
productivo el tránsito hacia la edad adulta, en particular su capacitación y el acceso al primer empleo.
En lo que se refiere a los Derechos de los ancianos (Art. 80 CBV) se garantiza un sistema de seguridad social que eleve y asegure la
calidad de vida de los ancianos, respetando siempre su dignidad y autonomía. Dicho sistema garantiza unas jubilaciones y pensiones no
menores al salario mínimo urbano y quien lo desee le garantizara el derecho al trabajo acorde a su preparación y manifiesto deseo de
laborar.

Los Derechos de los discapacitados (Art. 81 CBV) son garantizados equiparándoles las oportunidades de empleo de acuerdo a sus
capacidades y respetando su dignidad como seres humanos; estableciéndoles condiciones laborales favorables y promoviéndoles su
capacitación, formación y acceso al empleo acorde con sus capacidades.

De las Garantías de los Derechos Sociales strictu sensu


De las Garantías del Derecho a la Vivienda
El Derecho a la vivienda (Art. 82 CBV) se garantiza para todas las personas, debiendo ser una vivienda higiénica, cómoda, segura,
adecuada, con servicios básicos. El Estado se compromete a garantizar las facilidades para que las familias y en especial las de
escasos recursos económicos puedan tener acceso a una vivienda, ello a través de créditos públicos y otras políticas sociales.

De las Garantías del Derecho a la Salud


El Derecho a la salud (Art. 83 CBV) se concibe como parte del Derecho a la vida. La garantía de este derecho es que el Estado se
compromete a garantizar el acceso a los servicios de salud en virtud del bienestar colectivo y elevar la calidad de vida, asegurando
además el cumplimiento de las leyes venezolanas y tratados internacionales en la preservación de la salud de los ciudadanos. Para lograr
estas garantías el Estado garantiza la creación de un sistema de salud pública no privatizable, gratuito y solidario y de calidad. Así mismo
establece la participación de la comunidad en la gestión y control de tal sistema de salud pública (Art. 84 CBV). Igualmente el estado
garantiza el financiamiento público del sistema de salud pública, interviniendo además en la orientación de las universidades y centro de
investigación para la producción tanto de insumos como de investigaciones científicas tendientes a la prestación optima del servicio; tal
intervención del Estado es también para las instituciones privadas relativas a la salud (Art. 85 CBV). En este mismo orden de ideas se
establecen en la Constitución nacional la garantiza, por parte del Estado, crear un sistema de seguridad social como servicio público no
lucrativo que garantice la salud en todas sus facetas. Para el cumplimiento de estas garantías se desarrollará una normativa especial en ley
del Estado (Art. 86 CBV).

De las Garantías del Derecho al Trabajo


En cuanto al Derecho al Trabajo el estado establece un conjunto de garantías determinadas. Así concibe el trabajo una ocupación que le
garantice al ciudadano una existencia digna y decorosa (Art. 87 CBV); para ello el estado se compromete a crear empleo (Art. 87 CBV);
establece que la ley creara las garantías necesarias para el ejercicio de los Derechos laborales (Art. 87 CBV) – ley orgánica del trabajo-;
Establece la libertad del trabajo (Art. 87 CBV); garantiza la seguridad, higiene y ambiente adecuado de trabajo (Art. 87 CBV); garantiza
la igualdad y equidad en el trabajo (Art. 88 CBV); reconoce como trabajo remunerado la labor doméstica y garantiza la seguridad social
para las amas de casa (Art. 88 CBV); garantiza la intangibilidad y progresividad de los derechos laborales (Art. 89 Ord. 1 CBV); La
irrenunciabilidad de los derechos laborales (Art. 89 Ord. 2 CBV); En caso de oscuridad legal garantiza la interpretación más favorable al
trabajador (Art. 89 Ord, 3 CBV); Hace nula toda disposición del patrono contraria a la constitución respecto a los derechos laborales y
humanos en general (Art. 89 Ord. 4 CBV); Garantiza la igualdad y no discriminación por cualquier causa o condición (Art. 89 Ord. 5
CBV); Proscribe (prohíbe) el trabajo de los adolescentes en aquellas labores que pueda afectar su desarrollo integral y prohíbe todo tipo
de explotación de que pudiera ser objeto por razones laborales (Art. 89 Ord. 6 CBV); Establece la jornada de trabajo para garantizar una
jornada humana y no esclavizante (Art. 90 CBV); Garantiza el derecho al descanso (Art. 90 CBV); Establece el Derecho al salario (Art.
91 CBV); Establece el Derecho al salario mínimo vital (Art. 91 CBV); Garantiza las prestaciones sociales (Art. 92 CBV); Garantiza la
estabilidad laboral (Art. 93 CBV); Establece la responsabilidad de los patronos y contratistas respecto a los trabajadores (Art. 94 CBV);
Establece el derecho a la sindicalización (Art. 95 CBV); Garantiza la democracia sindical (Art. 95 CBV); Garantiza el derecho a
la negociación colectiva (Art. 96 CBV) y Establece el Derecho a Huelga (Art. 97 CBV). Garantías todas reguladas y desarrolladas por la
ley Orgánica del Trabajo.

De las Garantías de los Derechos Económicos


En cuanto a las Garantías para el cumplimiento de los Derechos económicos de los ciudadanos (Art. 112 y ss CBV), la Constitución
establece la garantía a la iniciativa privada y justa distribución de la riqueza (Art. 112 CBV); Limita los monopolios y el abuso de la
posición de dominio (Art. 113 CBV); Prescribe sanciones, a ser desarrolladas por ley especial, para quienes realice ilícitos económicos
(Art. 114 CBV); La propiedad garantizada como derecho tiene las garantías de goce, uso y disposición por parte de sus propietarios (Art.
115 CBV), y la expropiación de la misma solo se justifica por causa de utilidad pública o social, mediante justa indemnización y a través
de una sentencia judicial (Art. 115 CBV); Prohíbe las confiscaciones salvo en los casos de delitos contra el patrimonio público (Art. 116
CBV); respecto al Derecho a bienes y servicios de calidad (Art. 117 CBV) establece la garantía a la información sobre los productos, no
engañosa, los mecanismos para la defensa al consumidor (INDECU), normativas de control de calidad, el resarcimiento de los daños
ocasionados y las sanciones correspondientes a los responsables (Art. 117 CBV).

De las Garantías de los Derechos Culturales


Respecto a los Derechos Culturales la Constitución reconoce el Derecho a Libertad de Creación Cultural (Art.98 CBV), estableciendo
como garantía que es tal creación cultural: ..."la invención, producción y divulgación de la obra creativa, científica, tecnológica y
humanística,..."; igualmente tutela y reconoce los Derechos de autor, la propiedad intelectual sobre obras científicas, literarias y artísticas,
invenciones, innovaciones, denominaciones, patentes, marcas y lemas..." sin mas restricciones que las establecidas en la ley (Art. 98
CBV). En cuanto al fomento a la cultura y el patrimonio cultural, además de prescribir normas de carácter programático a ser
desarrolladas por leyes especiales, reconoce y garantiza "...la autonomía de la administración cultural publica..."; igualmente establece
como garantías de los bienes que constituyen el patrimonio cultural de la nación el que "...son inalienables, imprescriptibles e
inembargables" (Art. 99 CBV). En este mismo orden de ideas respecto a las cultura populares el Estado establece un régimen especial
de incentivos y estímulos de diverso orden con la finalidad de proteger este ámbito de la cultura venezolana (Art. 100 CBV). Al hilo de lo
que venimos destacando respecto a la información cultural el Estado garantiza "..la emisión, recepción y circulación de la información
cultural" (Art. 101 CBV) estableciendo obligaciones a los medios de comunicación de coadyuvar a la difusión de los valores de la
tradición popular a la obra de quienes se dediquen a desarrollar la cultura.

De las Garantías del Derecho a la Educación y a la Ciencia y Tecnología


Por otra parte en relación con el Derecho a la Educación (Art. 102 CBV) la Constitución prescribe una serie de garantías, a ser
desarrolladas por el Estado, que se resumen en: que es prioritaria para el Estado por su función social al servicio de la comunidad, es
democrática, gratuita y obligatoria, es un servicio público, y pone su acento en la educación ciudadana, en la valoración ética del trabajo
y en la participación activa de la misma en los procesos de transformación social inspirados en los valores del país, latinoamericanos y
universales (Art. 102 CBV). Así mismo el Derecho a la Educación integral es para el Estado una obligación, estableciendo un conjunto
de granitas para los ciudadanos que se pueden resumir: Tal educación integral debe ser de calidad, permanente, en igualdad de
condiciones y oportunidades, es obligatoria a todos los niveles desde el maternal hasta el diversificado. La educación impartida por el
Estado es gratuita hasta el pregrado universitario; las instituciones educativas del Estado beberán estar bien dotadas de manera que
garanticen la permanencia, acceso y culminación de los estudios; establece un régimen especial para quienes tengan alguna discapacidad,
estén privados de la libertad o carezcan de condiciones básicas para su acceso y permanencia en el sistema educativo (Art. 103 CBV). Así
mismo se establecen en la carta magna un conjunto de garantías referidas a la condición de los educadores (Art. 104 CBV), al régimen de
las profesiones y colegiación (Art. 105 CBV), al Derecho a educar y a las instituciones educativas privadas (Art. 106 CBV); establece la
obligatoriedad de la educación ambiental (Art. 107 CBV), prescribe las obligaciones de los medios de comunicación y la formación
ciudadana Art. 108 CBV), se establecen garantías para el ejercicio de la autonomía universitaria en el área académica, administrativa y
política, al igual que se establece la inviolabilidad del recinto universitario (Art. 109 CBV).
Con relación a la ciencia y la tecnología que el Estado reconoce el interés público de ella para el desarrollo del país (Art. 110 CBV), el
Estado se compromete a crear un sistema nacional que gestione y desarrolle esta área de la actividad ciudadana así como financiar con
fondos públicos el mismo; obliga al sector privado a aportar recursos para dicha actividad (Art. 110 CBV).

De las Garantías del Derecho al Deporte


Respecto a las Garantías en relación con el Derecho al Deporte (Art. 111 CBV) se establece que el Estado lo asume como una política
educativa y salud pública y garantiza los recursos para su desarrollo; establece su enseñanza obligatoria en todos los institutos de
educación pública y privada hasta el ciclo diversificado, esto por la importancia que le da el Estado en la formación de los niños y
adolescentes; igualmente garantiza la atención integral a los deportistas, sin discriminación alguna, así como el apoyo a los atletas de
alta competencia (Art. 111 CBV).

De las Garantías de los Derechos de los Pueblos Indígenas


Las Garantías que la constitución ofrece a los pueblos indígenas se pueden resumir en: que "el aprovechamiento de los recursos naturales
en los hábitats indígenas por parte del Estado se hará sin lesionar la integridad cultural, social y económica de los mismos" e igualmente
está obligado a consultarles cuando vaya a intervenir en sus hábitats; así mismo los beneficios que obtenga el Estado de tal
aprovechamiento está sujeto a regulación jurídica (Art. 120 CBV). Para el desarrollo de la cultura indígena en todas sus facetas el Estado
les reconoce el "Derecho a una educación propia y a un régimen educativo de carácter intercultural y bilingüe, atendiendo a sus
particularidades socioculturales, valores y tradiciones" (Art. 121 CBV). Particular garantía establece la constitución para el derecho a la
salud de los pueblos indígenas (Art. 122 CBV) al prescribir el respeto que ha de tener el Estado respecto a una salud integral que
considere sus prácticas y cultura, particularmente la medicina tradicional y las terapias complementarias con sujeción a los principios
bioéticos (Art. 122 CBV). Por otra parte respecto a las practicas económicas de los pueblos indígenas (Art. 123 CBV) se les garantiza el
reconocimiento de las mismas basadas en la reciprocidad, la solidaridad y el intercambio, insertando tales prácticas en
la economía nacional, siendo los mismos pueblos indígenas quienes deberán definir sus prioridades; les garantiza el Estado igualmente su
participación en programas de capacitación profesional y técnica, tanto en su acceso como en su gestión y desarrollo, obligándose el
Estado al financiamiento de estas actividades dentro del marco del desarrollo local sustentable; así como garantiza los Derechos
establecidos en la legislación laboral (Art. 123 CBV). También la carta magna reconoce la propiedad intelectual de los pueblos indígenas
(Art. 124 CBV) garantizándoles una propiedad colectiva a todos los recursos genéticos y asociados siempre que persigan beneficios
colectivos, así se prohíbe el patenta miento sobre estos recursos y los conocimientos ancestrales (Art. 124 CBV). Para garantizar la
participación política de los pueblos indígenas el Estado establece un régimen electoral especial, desarrollado en la ley electoral
venezolana, para el acceso de las comunidades indígenas a la Asamblea Nacional, reconociéndose así a esta pequeña parte de la
población venezolana su derecho a la participación y por ende su compromiso en el desarrollo de la vida pública del país (Art. 125 CBV).
Y finalmente al reconocerse al pueblo indígena como integrante de la Nación, del Estado y del pueblo venezolano, se le garantiza el goce
y disfrute de los Derechos establecidos en la constitución y en las leyes de la republica (Art. 126 CBV).

De las Garantías de Los Derechos Humanos en General y particularmente de los Derechos Humanos de la Tercera generación
El régimen de Garantías establecidos para los Derechos Humanos de la tercera generación, como aquí se les ha denominado, por una
parte se hayan establecidos en la propia constitución y por la otra en los tratados internacionales suscritos y ratificados por Venezuela.
Así respecto a las garantías expresamente establecidas en la constitución debemos acudir a las disposiciones generales establecidas en el
Capítulo I Título III de la carta magna. Allí encontramos la garantía de progresividad de los Derechos Humanos (Art. 19 CBV) aplicables
a todos los derechos humanos que hemos venido desarrollando pero que cobran especial importancia en esta tercera generación de
Derechos (Vid Supra....); igualmente se establece el principio de igualdad (Art. 21 CBV) y en ella las Garantías de igualdad ante la ley
(Art. 21 CBV), de prohibición de discriminaciones (Art. 21 Ord. 1 CBV), la garantía de igualdad real (Art. 21 Ord. 2 CBV), sobre los
tratos oficiales (Art. 21 Ord. 3 CBV), la proscripción de títulos (Art. 21 Ord. 4 CBV), la cláusula abierta de los derechos y garantías (Art.
22 CBV), la irretroactividad de la ley (Art. 24 CBV), la nulidad de los actos estatales violatorios de los Derechos garantizados por la
constitución (Art. 25 CBV), el Derecho de acceso a la justicia (Art. 26 CBV), el Derecho de amparo constitucional (Art. 27 CBV),
el procedimiento de amparo constitucional (Art. 27 CBV), la Acción de amparo de habeas hábeas (Art. 27 CBV), el derecho de amparo y
estados de acepción (Art. 27 CBV), el derecho y acción de amparo de habeas data (Art. 28 CBV), y el derecho de petición ante
organismos internacionales y la ejecución de las decisiones de los órganos internacionales (Art. 31 CBV).
Por su parte respecto a los tratados internacionales que establecen garantías para los Derechos humanos debemos decir que estos no solo
gozan de reconocimiento constitucional (Art. 21 CBV), sino que también, sus normas, tienen jerarquía constitucional y privan sobre el
ordenamiento jurídico interno de Venezuela (Art. 24 CBV). Pero igualmente hay que destacar que las garantías que se derivan de los
derechos inherentes a la persona humana, aunque no se hallen previstos en leyes nacionales o tratados internacionales deberán ser
desarrolladas y tiene carácter constitucional (Art. 22 CBV). Por lo tanto las Garantías que se derivan de los tratados y convenios
internacionales resultan de obligatoria consulta cuando se trate de Derechos Humanos, pues las garantías allí establecidas, que son
numerosas, tiene el carácter de ley en Venezuela.

Dicho esto debemos resaltar la importancia de los instrumentos jurídicos de carácter internacional, suscritos y ratificados por Venezuela,
porque en ellos también se establecen no solo derechos sino también garantías para hacer efectivos tanto los derechos en ellos
establecidos como aquellos que se hayan expresamente reconocidos en la constitución y leyes venezolanas, y aun pudiera consultárseles
respecto de aquellos derechos no reconocidos por ningún texto normativo pero inherentes a la persona humana. Ellos son la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (1948); la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre (1948); el Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (Gaceta oficial de la República de Venezuela 28-01-78) y Convención Americana sobre
los Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica (Gaceta oficial de la República de Venezuela 14-06-77); Estatuto de la Corte
Penal Internacional (1998); Convención Contra la Tortura y otros Tratos Crueles y Degradantes; entre los más significativos instrumentos
internacionales relativos a los Derechos Humanos.

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