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Familia y primeros años

Trujillo nació en la ciudad de San Cristóbal el 24 de octubre de 1891. Hijo de José Trujillo
Valdez, pequeño comerciante hijo del sargento grancanario José Trujillo Monagas, que llegó a
Santo Domingo como integrante de las tropas españolas de refuerzo durante la Anexión, y de
Altagracia Julia Molina Chevalier, más tarde conocida como Mamá Julia, hija de Pedro Molina
Peña, campesino dominicano, y de la maestra Luisa Erciná Chevalier, cuyos padres aunque
oriundos de Haití eran predominantemente de origen francés: su padre, Justin Alexis Víctor
Turenne Carrié Blaise, era blanco, y su madre, Eleonore Juliette 'Diyetta' Chevallier Moreau,
mulata. No obstante, Trujillo siempre renegó de la ascendencia haitiana de su madre.

Fue el tercero de once hijos. Sus hermanos fueron Virgilio, Flérida Marina, Rosa María Julieta,
José "Petán" Arismendy, Amable "Pipi" Romero, Luisa Nieves, Julio Aníbal, Pedro Vetilio, Ofelia
Japonesa y Héctor "Negro" Bienvenido Trujillo Molina. Trujillo tuvo asimismo hermanos por
parte de padre. Todos sus hermanos varones con excepción de Amable Romeo fueron
generales y coroneles del Ejército Dominicano. Bajo su dictadura, Héctor Bienvenido llegó a ser
nombrado generalísimo en 1959.

La infancia de Trujillo pasó relativamente sin incidentes aunque su educación básica fue
irregular y bastante limitada. En 1897, a sus 6 años fue inscrito en la escuela de Juan Hilario
Meriño. Un año más tarde se trasladó a la escuela de Broughton, donde fue discípulo de
Eugenio María de Hostos y permaneció allí durante tres o cuatro años.

En 1907 a los 16 años de edad, Trujillo obtuvo un empleo como telegrafista, actividad que
ejerció durante 3 años. Después, se dedicó junto a su hermano "Petán" al cuatrerismo, a la
falsificación de cheques y el robo postal. Por estos delitos fue declarado culpable y
encarcelado algunos meses.

En 1916, nuevamente se dedicó a actividades criminales y lideró a la banda de asaltantes


llamada «la 42», temida por su violencia. Más tarde trabajó durante dos años en la industria
azucarera como guarda campestre.

Formación militar

En 1916, tras la intervención estadounidense, el ejército de ocupación pronto creó una


«Guardia Nacional». En 1918 y viendo en ello una oportunidad, Trujillo se integró en la recién
fundada institución militar y pronto fue promovido a segundo teniente. El 11 de enero de
1919, fue ascendido nuevamente y prestó juramento, convirtiéndose en el teniente número
quince de los dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional.

En 1920, ya con el grado de teniente, fue sometido a un juicio militar por violación y extorsión
a Isabel Guzmán, una menor de 16 años, pero fue exonerado de culpa. En 1921 ingresó en la
Academia Militar fundada por el ejército de ocupación en Haina y el 22 de diciembre de ese
mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la Guarnición de San Pedro de Macorís.

En 1922 fue trasladado al Cibao y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís, fue
ascendido a capitán sin pasar por el grado de primer teniente, algo irregular en el escalafón
militar, pero explicable debido a los servicios prestados por Trujillo al ocupante
estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia Nacional, la
cual más tarde pasó a ser Policía Nacional Dominicana, de la que ocupó muy poco tiempo
después el mando de la 10. Compañía.

En 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó como
estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. En esta época, a pesar de su
formación militar, comenzaron a manifestarse sus inclinaciones políticas. En su vertiginosa
carrera en la milicia, llegó al grado de mayor y cuando las tropas de EE. UU. abandonaron el
país en 1924, dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo se integró en la Brigada Nacional,
institución creada para reemplazar la Guardia Nacional y ascendió al grado de general.

Golpe de Estado a Vásquez y ascenso al poder

Con el triunfo de Horacio Vásquez en las elecciones que siguieron a la desocupación de las
tropas estadounidenses en 1924, Trujillo permaneció al frente de la Policía Nacional. El 6 de
diciembre de ese mismo año, el Presidente Vásquez lo nombró teniente coronel y jefe del
Estado Mayor.

En 1930, estalló en Santiago una insurrección contra el presidente Horacio Vásquez y los
rebeldes marcharon hacia Santo Domingo. Trujillo recibió la orden de someter la rebelión,
pero cuando los amotinados llegaron a la capital el 26 de febrero, no encontraron resistencia
alguna. Enterado el presidente Vásquez de que uno de los ideólogos de la insurrección era el
propio Trujillo decidió renunciar como una salida negociada a la crisis a fin de evitar
derramamiento de sangre. Vásquez fue enviado al exilio y el líder rebelde Rafael Estrella fue
proclamado presidente interino.
Trujillo se convirtió en el candidato en las elecciones presidenciales de 1930 llevando a Estrella
Ureña como vicepresidente. La candidatura opositora, representada por Federico Velásquez
Hernández y Ángel Morales a la presidencia y vicepresidencia respectivamente, se retiró
quedando la de Trujillo-Ureña como única opción.

La campaña electoral se realizó bajo un clima de terror provocado por Trujillo y su banda
paramilitar La 42, dirigida por el mayor del ejército Miguel Ángel Paulin. Hasta los miembros de
la Junta Central Electoral se vieron forzados a renunciar el 7 de mayo, siendo sustituidos por
personas que respondían a la voluntad de Trujillo. El binomio Trujillo-Ureña ganó las
elecciones el 16 de mayo, oficialmente con el 45 % de los votos. Más tarde se supo que sólo el
25 % de los votantes acudieron a las urnas, lo que hizo pensar que fueron elecciones
fraudulentas. El 24 de mayo de 1930 fueron proclamados oficialmente Trujillo y Ureña,
presidente y vicepresidente del país, respectivamente. El 16 de agosto a la edad de 38 años,
Trujillo asumió la presidencia de la República.

Primer mandato 1930-1938

El 3 de septiembre de 1930, a tres semanas de que Trujillo asumiera el poder, el destructivo


huracán San Zenón golpeó Santo Domingo y dejó más de 3000 muertos. Con el dinero
aportado por la Cruz Roja Americana, se reconstruyó la ciudad. En junio de ese mismo año, la
oposición se organizó para derrocar a Trujillo, pero todo fue en vano y los promotores
terminaron en el exilio. Entre los exiliados se encontraban Martín de Moya, Horacio Vásquez,
Ángel Morales, Federico Velásquez, Alfredo Ricart, Cucho Álvarez Pina, Ángel María Soler, José
Dolores Alfonseca, Luis F. Mejía, Leovigildo Cuello y Ramón de Lara.

En marzo de 1931 el general Desiderio Arias renunció al gabinete de Trujillo, quien al quedar
sin oposición alguna, fortaleció su dictadura. En octubre Trujillo promulgó la ley de
emergencias, mediante la cual el estado dominicano suspendió el pago por concepto de
amortización de la deuda externa con los Estados Unidos. También redujo el gasto público con
despidos masivos y reducción de sueldos. Además, disminuyó las importaciones y equilibró la
balanza comercial.

El Partido Dominicano fue la maquinaria ideológica de soporte del régimen. Formado


oficialmente el 16 de agosto de 1931, fue el único partido permitido durante el régimen, salvo
contadas y coyunturales excepciones. Mario Fermín Cabral fue el principal auspiciador del
Partido, que tenía por símbolo una palma. El carné de miembro del partido se convirtió en
documento obligado para todos los dominicanos mayores de edad y necesario para la mayoría
de las actividades cotidianas, como buscar empleo o salir del país. Ante el riesgo de posibles
invasiones por parte de los exiliados políticos, Trujillo realizó un recorrido junto a su Estado
Mayor por las diferentes provincias del país acompañado de militares del ejército nacional el
31 de diciembre de ese mismo año.

El 26 de mayo de 1933 fue nombrado «generalísimo de los Ejércitos Nacionales» por el


Congreso Nacional.

En febrero de 1934 se celebró una convención para elegir a Trujillo nuevamente candidato a
presidente por el partido dominicano. El 16 de mayo de ese año y sin ninguna oposición
política se celebraron las elecciones nacionales con Trujillo como único candidato. El 16 de
agosto asumió el poder por segunda ocasión consecutiva, esta vez llevando a Jacinto
Bienvenido Peynado como vicepresidente.

Gabinete de gobierno

Secretario

Secretaría

Rafael Vidal Torres Secretaría de la Presidencia

Elías Brache (hijo) Justicia, Institución Pública y Bellas Artes

Roberto Despradel Secretaría de Finanzas

Antonio Jorge Secretaría de Marina y Guerra

Jacinto Bienvenido Peynado Secretaría de Interior y Policía

Rafael César Tolentino Secretaría de Agricultura y Comercio

José Manuel Jimenes Secretaría de Fomentos y Obras Públicas

Teodulo Pina Chevalier Secretaría de Trabajo y Comunicaciones


Genocidio de 1937: Matanza de haitianos

Masacre del Perejil

Trujillo siempre mostró preocupación por la inmigración haitiana a la República Dominicana y


sobre la base de esto, desarrolló una política xenófoba en el país. Dicha política iba dirigida,
por supuesto, a los habitantes del país vecino aunque también afectó a dominicanos de piel
significativamente oscura. En octubre de 1933 viajó a Haití para reunirse con Sténio Vincent,
presidente del vecino país en ese entonces. Trujillo le propuso a Vincent revisar el acuerdo
anterior de 1929 con relación a los límites de la frontera dominico-haitiana. Vincent aceptó y
en marzo de 1936 ambos presidentes firmaron un nuevo acuerdo que estableció nuevos
límites en la frontera.

Desde el 28 de septiembre al 8 de octubre de 1937, Trujillo decidió el genocidio de miles de


haitianos que vivían en la zona de la frontera dominicana con Haití en un evento conocido
como la Masacre del Perejil o El Corte, donde tropas del ejército dominicano mataron, según
estimados, entre 15 y 20 000 personas. Este hecho intentó ser justificado con el pretexto de
eliminar infiltraciones conspirativas y como una represalia por la idea de que el gobierno
haitiano cooperaba con un plan de exiliados dominicanos que buscaban derrocarlo desde la
vecina nación.

Segundo mandato 1942-1952

En febrero de 1942 Trujillo fue nuevamente postulado a las elecciones de ese año por el
Partido Dominicano y por el recién creado «Partido Trujillista». El 16 de mayo fueron
celebradas las elecciones donde votaron casi 600.000 ciudadanos, saliendo electo Trujillo
nueva vez como presidente.

En 1944, al cumplirse los 100 años de la fundación de la nación dominicana, Trujillo celebró un
evento llamado «Las fiestas del centenario».

El 4 de agosto de 1946 un fuerte terremoto azotó la región noreste del país.

A finales de 1945 se agudizó el descontento en los ingenios azucareros debido a la inflación


que hubo en la época agravada por los salarios que devengaban los obreros de baja
cualificación. Contra aquellos que osaron quedarse en sus casas a manera de protesta, Trujillo
ordenó al ejército la realización de redadas alegando el delito de vagancia. Los capturados
fueron encarcelados y obligados a trabajar. Estas redadas abarcaron también a los que no
poseían los documentos reglamentarios exigidos por el régimen, conocidos popularmente
como «los 3 golpes».

En enero de 1946, la Federación Local del Trabajo, un grupo de manifestantes obreros fundado
por el líder sindical Mauricio Báez hizo una huelga que duró más de una semana. Aunque la
dictadura terminó cediendo a las peticiones de los demandantes, posteriormente algunos de
sus dirigentes y participantes fueron perseguidos y asesinados, mientras que otros se vieron
obligados a tomar el camino del exilio. Tiempo después Trujillo desintegró todos los sindicatos
del país, obligándolos a pertenecer a una federación afín a él. En 1950 Mauricio Báez fue
secuestrado en Cuba donde estaba exiliado y nunca más se supo su paradero.

En mayo de 1947 se celebraron nuevas elecciones, matizadas esta vez con fuertes críticas
internacionales sobre el carácter dictatorial del gobierno, lo que obligó a Trujillo a montar una
ficción democrática. En dichas elecciones participaron tres partidos políticos, el Partido
Nacional Laborista, el Partido Nacional democrático y el Partido Dominicano, quienes llevaban
de candidatos a Rafael A. Espaillat, Francisco Prats Ramírez y Rafael Leónidas Trujillo,
respectivamente. Trujillo terminó ganando el certamen con el 90 % de los votos.

En octubre de 1952 Trujillo creó el Instituto Trujilloniano con Manuel A. Peña Batlle como su
presidente. La institución tenía como misión la difusión de la obra de gobierno de Trujillo.

Política económica

Bajo los gobiernos de Trujillo se verificó un cierto bienestar económico. Su política económica
se fundamentó en la eliminación del endeudamiento externo, la promoción de importaciones
y el fomento a la producción nacional.

El 15 de agosto de 1938 se inauguró el Puerto de Santo Domingo, lo que impulsó de manera


significativa las actividades comerciales con el exterior.

El 24 de septiembre de 1940 se firmó el Tratado Trujillo-Hull, acuerdo mediante el cual se


derogó la convención dominico-americana firmada en 1924 y se restableció el control absoluto
de las aduanas por parte de las autoridades dominicanas.
En 1941 Trujillo compró la sucursal del National City Bank of New York en Santo Domingo y el
24 de octubre de ese mismo año fundó el Banco de Reservas. En 1947, fundó el Banco Central
de la República Dominicana y el 10 de enero de ese mismo año quedó establecido el peso
dominicano como moneda oficial , terminando de esa manera el uso del dólar estadounidense
como moneda de curso legal en el país. El 19 de julio de ese año Trujillo saldó la deuda externa
del país ascendente a 9 271 855 dólares americanos.

Desde 1945 hasta 1950 el régimen de Trujillo propició un proceso de industrialización en el


país, sobre todo en el ámbito agropecuario. En 1955, la inversión industrial se cuadruplicó en
comparación con años anteriores.

Política migratoria

En 1938, en la Conferencia de Evian fue el único país dispuesto a aceptar una cantidad
significativa de judíos franceses, con un convenio realizado entre Trujillo y empresarios semitas
de la ciudad de Nueva York, donde acordaron el pago de alrededor de un millón de dólares. En
1940 llegaron a República Dominicana 750 judíos mediante un acuerdo firmado por Trujillo,
que instituía la donación de 110 km² para los refugiados, que luego se asentaron en Sosua. No
obstante las intenciones del régimen dominicano, el número total de refugiados judíos no
superó el millar.

En 1939 terminada la guerra civil española, se permitió la entrada al país de los exiliados del
bando republicano. En 1952, Trujillo volvió a España para reunirse con su homólogo el
generalísimo Francisco Franco. Este viaje buscó, entre otros asuntos, propiciar la inmigración
de españoles a República Dominicana, actitud que atribuyen algunos historiadores al afán del
dictador de «blanquear la raza».

También fomentó la inmigración de agricultores japoneses a la zona de Constanza y Jarabacoa,


después de la Segunda Guerra Mundial.

Política medioambiental

El régimen de Trujillo amplió considerablemente el Vedado del Yaque, una reserva natural
alrededor del río Yaque del Sur. En 1934 creó el primer parque nacional del país y estableció
una agencia de guardia para proteger el sistema de parques. Así mismo, prohibió la tala de
árboles de pino sin permiso. No obstante, detrás de esas actitudes "ecologistas" se dejó
entrever la intención monopolista de beneficiar sus empresas privadas.

En la década de 1950 el régimen de Trujillo encargó un estudio sobre el potencial


hidroeléctrico vía la creación de represas. La comisión llegó a la conclusión de que sólo las vías
navegables de bosques podrían soportar las presas hidroeléctricas, por lo que Trujillo prohibió
la tala en las potenciales cuencas fluviales.

Después de su ajusticiamiento en 1961, la tala indiscriminada se reanudó en la República


Dominicana. Los invasores quemaron los bosques para la agricultura y las empresas madereras
talaron grandes superficies boscosas, hechos que terminaron reduciendo la potencial
generación de energía hidroeléctrica en la República Dominicana. En 1967, el entonces
presidente Joaquín Balaguer lanzó ataques militares contra la tala ilegal.

Relaciones con la Iglesia

Desde su segundo año de gobierno, Trujillo procuró obtener el respaldo de la iglesia católica y
decretó varias medidas en favor de ésta. Entre estas medidas estuvo el otorgamiento de
subsidios por parte del gobierno. La iglesia correspondió estos favores y esto le mereció la
Orden Hierosolimitana del Santo Sepulcro otorgada por el Arzobispo de Santo Domingo
monseñor Adolfo Nouel en agosto de 1931.

Los inconvenientes de Trujillo con la Iglesia católica comenzaron en 1932, con el


nombramiento del padre Rafael Castellanos Martínez en sustitución de monseñor Nouel, quien
no se sometió a sus dictámenes. Trujillo, consideró la actitud del padre como un acto de
rebeldía y retiró el subsidio a la Iglesia, a la vez que pidió a la Santa Sede la remoción de
Castellanos y el retorno de Nouel, quien a su retorno fue nombrado de manera vitalicia.

El 15 de junio de 1954 Trujillo viajó a la Ciudad del Vaticano para firmar un concordato con la
Iglesia católica, encabezada en esos momentos por el papa Pío XII, quien le otorgó al dictador
la Gran Cruz de la Orden Piana. Este encuentro le garantizó a la Iglesia católica tener privilegios
por encima de otras iglesias.

El 31 de enero de 1960 todas las iglesias de República Dominicana se pusieron de acuerdo y


mediante una carta pastoral mostraron su desacuerdo con el régimen. Trujillo respondió
atacando mediáticamente a la Iglesia católica y promoviendo protestas contra sus obispos.
Presidentes títeres 1938-1942, 1952-1961

Debido a los problemas internacionales ocurridos en su período de gobierno 1934-1938,


Trujillo decidió no presentarse a las elecciones y postuló como candidato a la presidencia a
Jacinto Bienvenido Peynado. En las elecciones celebradas el 16 de mayo de 1938, Peynado
llevó a Manuel de Jesús Troncoso de la Concha como vicepresidente y ganó con la totalidad de
los votos emitidos. El 16 de agosto de ese mismo año Bienvenido Peynado tomó posesión
como presidente del país, aunque falleció en 1940 durante su mandato y la presidencia fue
asumida por el vicepresidente Troncoso.

El 16 de agosto de 1952 se juramentó quien sería su tercer presidente, su hermano Héctor


Bienvenido. Mientras, Trujillo, quien ostentaba el cargo de embajador dominicano ante la OEA,
realizó varios viajes por América y Europa.

En 1957 se celebraron las elecciones presidenciales para el periodo 1957-1962 con Héctor
Bienvenido Trujillo y Joaquín Balaguer como candidatos a la presidencia y vicepresidencia,
respectivamente. Ante la gran presión internacional y en afán de aparentar cierta democracia,
Trujillo hizo renunciar a su hermano Héctor Bienvenido en 1960. El 3 de agosto de ese mismo
año tomó posesión Joaquín Balaguer en sustitución de Héctor Bienvenido. Este sería el último
presidente del dictador.

Estos recursos fueron utilizados por Trujillo para engañar a los demás países y así mantener su
dictadura con una falsa imagen de democracia a la vista de la comunidad internacional. Trujillo
nunca dejó de gobernar efectivamente la República desde que asumió el poder en 1930.

Servicio de Inteligencia Militar (SIM)

A finales de los años 1950, durante el régimen de Trujillo se creó una especie de polícia secreta
denominada Servicio de Inteligencia Militar (SIM) la cual tuvo como finalidad la represión
política. La organización contó con varios agentes secretos y funcionarios de la dictadura con
Johnny Abbes como jefe. Abbes se encargó en muchos casos de llevar a cabo las órdenes de
represión y tortura de Trujillo, aunque muchos aseguran que a veces Abbes actuó por cuenta
propia.

El SIM atemorizó a la población en general mediante la tortura y contó con varios lugares para
llevarlas a cabo, como la Cárcel del 9 y la Cárcel de la 40.
Trujillo y el mundo

Después del genocidio de haitianos de 1937, Trujillo comenzó a tener problemas


internacionales, en especial con los Estados Unidos, no obstante ser un bastión del
anticomunismo en el Caribe. Hamilton Fish, miembro de la Cámara de Representantes de los
Estados Unidos, pidió a su gobierno la ruptura de relaciones con la República Dominicana si no
se resolvía el conflicto con Haití. El 31 de enero de 1938, Trujillo firmó un acuerdo con el
gobierno haitiano mediante el cual se comprometía a una indemnización de 750 000 dólares
por la matanza, de los cuales solo pago 550 000 dólares.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Trujillo se colocó del lado de los aliados y declaró la
guerra a Alemania Italia y Japón el 11 de diciembre de 1941. Si bien la República Dominicana
no tuvo participación militar directa, este hecho determinó que el país se convirtiera en uno de
los miembros fundadores de las Naciones Unidas.

Trujillo alentó las relaciones diplomáticas y económicas con los EE. UU., pero mantuvo
relaciones tensas con parte de América Latina, especialmente con Costa Rica y Venezuela.
Mantuvo relaciones amistosas con Franco en España, Perón de Argentina, y Somoza de
Nicaragua.

En 1941, Élie Lescot, que había recibido el apoyo financiero de Trujillo, sucedió a Sténio
Vincent como presidente de Haití. Trujillo esperaba que Lescot fuera un títere, pero Lescot se
volvió en su contra. Trujillo, sin éxito, intentó asesinarlo en 1944, y el gobierno haitiano se hizo
eco del hecho con la finalidad de desacreditar al régimen dominicano.

Hacia el final de su gobierno, su relación con los Estados Unidos volvió a deteriorarse. El 12 de
marzo de 1956 por órdenes de la dictadura fue secuestrado el exiliado español Jesús de
Galíndez, profesor de Columbia University y quien en ese entonces residía en Nueva York,
representante del gobierno vasco en el exilio. Galíndez había escrito una tesis doctoral sobre la
dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y este, al enterarse, lo mandó secuestrar, haciéndolo
desaparecer más tarde. Este hecho hizo que los Estados Unidos rompieran las relaciones
definitivamente con la dictadura.

El 22 de diciembre de 1958, en la frontera dominico-haitiana entre Jimaní y Malpasse, Trujillo y


François Duvalier firmaron un acuerdo de mutua protección. El acuerdo estableció, entre otras
cosas, que ninguno de los dos gobiernos permitiría en sus respectivos territorios actividades
subversivas en contra de alguno de ellos, ni que los exiliados políticos realizaran propaganda
sistemática incitando al empleo de la violencia en contra de sus respectivos Estados.

Ese mismo año, cuando Trujillo se dio cuenta de que Fidel Castro estaba ganando terreno,
empezó a apoyar a Fulgencio Batista proveyéndole de dinero, aviones, equipamiento y
hombres. Trujillo, convencido de que Batista vencería a Castro, se sorprendió mucho cuando
este se presentó como un fugitivo, después de ser derrocado. Trujillo mantuvo a Batista hasta
agosto de 1959 como un «prisionero virtual» y luego del pago de una cantidad estimada entre
tres y cuatro millones de dólares, Batista pudo viajar a Portugal, país que le había concedido
un visado.

Castro amenazó con derrocar a Trujillo, y este respondió aumentando el presupuesto para la
defensa nacional. También, se organizó una legión extranjera para defender a Haití, ante la
posibilidad de que Castro invadiera primero la parte oeste de la isla para derrocar el régimen
de François Duvalier.

Incidente con Rómulo Betancourt

A partir de 1959, Trujillo comenzó a interferir cada vez más en los asuntos internos de otros
países vecinos. Trujillo expresó un gran desprecio por el presidente de Venezuela Rómulo
Betancourt, quien era un abierto oponente del dictador que había estado asociado con los
conspiradores dominicanos.

Trujillo desarrolló un odio obsesivo y personal hacia Betancourt y apoyó numerosos planes de
los exiliados venezolanos para derrocarlo. Debido a esto, el gobierno venezolano llevó el caso
en contra de Trujillo a la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta situación enfureció a
Trujillo, quien ordenó a sus agentes extranjeros colocar una bomba en el coche de Betancourt.
El intento de asesinato, llevado a cabo el 24 de junio de 1960, hirió pero no mató al presidente
venezolano cuando se dirigía a un desfile militar en el paseo Los Próceres de Caracas.

El atentado contra Betancourt puso a la opinión mundial contra Trujillo. Indignados los
miembros de la OEA, aprobaron por unanimidad romper relaciones diplomáticas con el
gobierno de Trujillo e imponer sanciones económicas a la República Dominicana. La relación
con el dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos y las relaciones
diplomáticas fueron rotas de manera irreconciliable después del incidente de Betancourt.
Intentos de derrocamiento

Expedición de Cayo Confites y Movimiento Revolucionario 14 de junio.

Los exiliados dominicanos celebraron un congreso en la Universidad de La Habana y


conformaron el llamado «Frente Unido de la Liberación Dominicana» con Ángel Morales como
presidente. Su principal móvil fue gestionar ayuda militar ante los gobiernos democráticos de
América Latina y el Caribe para utilizarla contra la dictadura de Trujillo. Entre los miembros
figuraba el cuentista y político dominicano Juan Bosch, quien asumió las gestiones
internacionales y viajó a varios países para reunirse con sus respectivos presidentes.

El 21 de septiembre de 1947 el grupo de dominicanos en el exilio, junto a un batallón


voluntario de militares armados procedentes de Cuba y otros países de América Latina,
partieron hacia Santo Domingo en un movimiento militar llamado Expedición de Cayo Confites.
La expedición fracasó; los expedicionarios fueron obligados a desembarcar, para luego ser
apresados y llevados al recinto militar de Columbia, ubicado en La Habana.

El 19 de junio de 1949 se realizó un segundo intento fallido para derrocar al régimen trujillista,
terminando los expedicionarios apresados o carbonizados en un contraataque del ejército
dominicano.

El 14 de junio de 1959, varios hombres armados comandados por Enrique Jiménez Moya
aterrizaron en Constanza con la finalidad de derrocar a Trujillo. Días más tarde, el 20 de junio,
desembarcaron en Maimón unos 144 hombres dirigidos por José Horacio Rodríguez en la
provincia de Puerto Plata, quienes llegaron en una lancha llamada «Carmen Elsa». Luego de
varios días de combate en contra del régimen, los expedicionarios fueron derrotados y
trasladados a la Base Aérea de San Isidro, donde fueron torturados. Algunos sobrevivieron,
pero luego la mayoría fue fusilada.

Ese mismo año se formó en el país un grupo político de izquierda llamado Movimiento 14 de
junio, compuesto por jóvenes que procuraban un cambio hacia la democratización del país. El
movimiento contó con Manolo Tavárez Justo y su esposa Minerva Mirabal como líderes. El
régimen de Trujillo se ensañó contra la mayoría de los miembros del grupo y el SIM se encargó
de perseguir, encarcelar y torturar a sus miembros.

Cuando John F. Kennedy tomó posesión como presidente de los Estados Unidos el 20 de enero
de 1961, ya los planes de la CIA para derrocar a Trujillo estaban en marcha. A pesar de eso, el
presidente Kennedy envió al diplomático Robert D. Murphy para que se entrevistara con
Trujillo y lo persuadiera de que se retirase del poder. Murphy llegó a Santo Domingo el 15 de
abril de 1961, siendo el cuarto y último emisario del gobierno estadounidense que trató de
convencer a Trujillo para que se retirara del poder, planteamiento que fue ignorado por el
dictador.

Para el complot del 30 de mayo, el gobierno de los Estados Unidos ofreció su apoyo en armas y
logística a quienes buscaban poner fin a la dictadura pero no mantuvo su apoyo luego del
magnicidio del tirano. Si bien el plan puso fin a la vida de Trujillo, también supuso la muerte de
casi todos los involucrados, al quedar aislados sin apoyo internacional.

Declive de la dictadura

El dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos, situación que se
haciendo cada vez más tensa a raíz del atentado contra Rómulo Betancourt.

El viernes 25 de noviembre de 1960, el brutal asesinato de las tres Hermanas Mirabal —Patria,
Minerva y María Teresa— opositoras a la dictadura, aumentó aún más el descontento hacia
esta.

Emboscada y asesinato

El martes 30 de mayo de 1961, a las 9:45 de la noche, en el kilómetro 9 de la carretera de


Santo Domingo a San Cristóbal, el auto en el que viajaba Trujillo fue ametrallado en una
emboscada urdida por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza, Amado
García Guerrero, Manuel «Tunti» Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto Pastoriza, Luis
Amiama Tió, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar Tejeda. El vehículo recibió
más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales siete impactaron el cuerpo del
dictador causándole la muerte. Su chófer, Zacarías de la Cruz, recibió varios impactos, pero no
perdió la vida, aunque fue dado por muerto por los ajusticiadores.

Las armas proporcionadas por la CIA habían sido ocultadas por el estadounidense Simon
Thomas Stocker «Wimpy», como también se le conocía, propietario del único supermercado
del país y residente en la República desde 1942, fue contactado por la CIA bajo el nombre en
clave de «Héctor». Stocker rehusó la remuneración de la CIA por sus esfuerzos, aduciendo su
convicción moral. Las armas fueron ocultadas por más de dos meses, a riesgo personal y de su
familia, dentro de un armario pequeño en su estudio, en su residencia privada, hoy ya
demolida y que estuvo ubicada en un solar en el lado sur de la avenida Independencia,
próximo a la avenida Máximo Gómez.

Algunos afirmaron que dichas armas nunca llegaron a las manos de los organizadores del
ajusticiamiento, debido a la supuesta falta de una autorización explícita de la CIA para su
entrega. Esta opinión fue contradicha por testimonios de viva voz, comunicados por Stocker a
familiares y personas de confianza, afirmando que las armas fueron entregadas por él a un
dominicano, después de haberlas ocultado en su propiedad, según su relato. No obstante, esa
versión fue negada por el único sobreviviente del ajusticiamiento, el general Imbert Barrera.

Algunos analistas mencionan que el interés de Estados Unidos en acabar con Trujillo se debió a
que la represión de su gobierno podría desembocar en una revolución filocomunista en
República Dominicana, similar a la Revolución cubana, que fue una consecuencia del rechazo
del pueblo cubano al dictador Fulgencio Batista.

La familia de Trujillo trató de huir con el cuerpo del dictador en su yate «Angelita», pero no fue
posible. Su funeral, realizado el 2 de junio del mismo año, fue el de todo un estadista y una
larga procesión lo acompañó desde el Palacio Nacional hasta la localidad de San Cristóbal,
donde fue enterrado. Miles de personas de todos los estratos sociales desfilaron ante el
féretro con los restos de Trujillo. El entonces presidente Joaquín Balaguer dio el discurso
laudatorio, diciendo, entre otras cosas:

... El momento es pues propicio para que juremos sobre estas reliquias amadas que
defenderemos su memoria y que seremos fieles a sus consignas manteniendo la unidad.
Querido jefe, hasta luego. Tus hijos espirituales, veteranos de las campañas que libraste
durante más de 30 años, miraremos hacia tu sepulcro como un símbolo enhiesto y no
omitiremos medios para impedir que se extinga la llama que tú encendiste en los altares de la
República y en el alma de todos los dominicanos.

Después de esto, ante la presión popular, la familia Trujillo salió del país y Ramfis Trujillo tuvo
que sacar el cuerpo de su padre. Trujillo fue enterrado en París, en el Cementerio del Père-
Lachaise, a petición de sus familiares.

En 2009 se generó una controversia en la República Dominicana. En ocasión del 48º


aniversario de su muerte, se planteó el traslado de los restos de Trujillo a la República
Dominicana, para ser enterrados junto a los héroes nacionales. Esta idea generó un fuerte
rechazo popular.

Actualmente los restos de Trujillo se encuentran en un cementerio de la pequeña comunidad


de El Pardo, a 25 minutos de Madrid en España.

Represalias

Horas después de la muerte de Trujillo, su hijo Ramfis, quien se encontraba en París, alquiló un
avión y regresó a Santo Domingo en las primeras horas del miércoles 31 de mayo, poniéndose
de inmediato al frente de la situación y convirtiéndose en el hombre fuerte del país, no
obstante el hecho de que Joaquín Balaguer seguía formalmente al frente de la presidencia.

El Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y todos los servicios de seguridad del Estado realizaron
amplias redadas en todos los sectores de la ciudad, buscando a los victimarios. El 2 de junio de
1961, agentes del SIM irrumpieron en la casa del teniente Amado García Guerrero donde fue
asesinado de varios disparos de ametralladora. El 4 de junio de ese mismo año fueron
asesinados otros dos implicados, Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza. El 10 de junio fue
apresado y torturado el general José René Román Fernández («Pupo») quien fungía como
secretario de las Fuerzas Armadas de la dictadura, al conocerse de su vinculación al complot. El
18 de noviembre fueron capturados Roberto Rafael Pastoriza Neret, Pedro Livio Cedeño
Herrera, Luis Salvador Estrella Sadhalá, Modesto Díaz Quezada, Huáscar Antonio Tejeda
Pimentel y Luis Manuel «Tunti» Cáceres Michel. Todos fueron llevados a la «Hacienda María»
en San Cristóbal, donde fueron fusilados por órdenes de Ramfis Trujillo.

El 19 de Noviembre, se produjo el levantamiento militar conocido como "La Rebelión de los


Pilotos". Esto, junto a las presiones internacionales, obligó a Ramfis y su familia a abandonar el
país.

Transición posdictadura

Después de varios intentos de los familiares de Trujillo por mantener el poder y del golpe de
Estado que derrocó al presidente Joaquín Balaguer, protagonizado por el comandante de la
fuerza aérea, general Pedro Rodríguez Echavarría, un consejo de Estado puso en marcha una
apertura política que culminó con la celebración de elecciones libres el 20 de diciembre de
1962. Estas elecciones fueron las primeras con características de pluralidad democrática y
donde los partidos políticos pasaron a representar un papel significativo.

Los comicios dieron la victoria a Juan Bosch, candidato presidencial por el Partido
Revolucionario Dominicano con el 59,5 % de los votos escrutados.

Legado

Trujillo reorganizó el Estado y la economía a la vez que realizó una vasta labor de construcción
de grandes obras de infraestructura en la República Dominicana. Su dictadura terminó con la
inestabilidad política fruto del caudillismo arrastrado desde el siglo XIX, lo cual se reflejó en
una cierta prosperidad y modernidad para los dominicanos, aunque gran parte de la riqueza
generada en el país durante ese período terminó en las manos del dictador y sus familiares.
Este desarrollo económico relativo se verificó aparejado con la restricción de los derechos y
libertades civiles que fueron prácticamente inexistentes durante todo su régimen.

Fue conocido popularmente como "El Jefe" o "El Benefactor", pero también con apodos menos
"elegantes" como "Chapita", por su fascinación por las medallas. Los niños dominicanos lo
emulaban construyendo medallas de juguete con tapas de botella. También fue conocido
como "El Chivo".

En septiembre de 2010 fue enviado un proyecto de ley a la cámara de diputados de la


República por el diputado Leivin Guerrero del Partido Revolucionario Dominicano, el cual
propuso la creación de un museo en San Cristóbal relacionado con la Era de Trujillo. Varios
historiadores dominicanos se opusieron a la propuesta. Este proyecto generó un profundo
rechazo y fue descartado.

El 29 de mayo de 2011 se inauguró el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, donde se


presenta una muestra de elementos de la "Era de Trujillo" y los esfuerzos del pueblo
dominicano para erradicarla.

Vida personal

Trujillo con su segunda esposa Bienvenida Ricardo en 1934


El 13 de agosto de 1913 a la edad de 21 años, Trujillo se casó con Aminta Ledesma Lachapelle,
una joven de buena reputación, hija de un campesino proveniente de San Cristóbal. Tuvieron
dos hijas: Julia Genoveva, que nació y murió en 1914, y Flor de Oro Trujillo Ledesma, nacida en
1915 y que más tarde se casó con Porfirio Rubirosa. El matrimonio terminó en divorcio en
1925.

El 30 de marzo de 1927, se casó con Bienvenida Ricardo Martínez, una joven de Montecristi,
hija de Buenaventura Ricardo Heureaux (primo de Ulises Heureaux Lebert y tío de Joaquín
Balaguer Ricardo). Un año más tarde conoció a María de los Ángeles Martínez Alba, conocida
como «la Españolita» y tuvo un romance extramarital con ella. De esta relación nació Rafael
Leonidas (Ramfis), el 5 de junio de 1929. Según una publicación de Jesús de Galíndez, Ramfis
no era hijo de Trujillo, sino de un cubano llamado Rafael Dominici con quien María Martínez
estaba casada en el momento que este nació. La publicación nunca se desmintió quedando
todo como un misterio.

Se divorció de Bienvenida Ricardo en 1935, alegando que esta no podía darle hijos. Más tarde,
en 1936, procreó con Bienvenida a Odette. Tuvo dos hijos más con María Martínez; Angelita
Trujillo nacida en París el 10 de junio de 1939, y Rhadamés Leonidas Trujillo, nacido el 1 de
diciembre de 1942. Ramfis y Rhadamés fueron nombres tomados de personajes de la ópera
Aida de Giuseppe Verdi.

En 1937, Trujillo conoció a Lina Lovatón Pittaluga, una joven de la clase alta con quien mantuvo
una relación extramarital y con la que procreó dos hijos: Yolanda, nacida en 1939, y Rafael,
nacido el 20 de junio de 1943.

A pesar de no ser aficionado al béisbol, Trujillo utilizó el deporte que era la pasión de los
dominicanos como herramienta de seducción para sus fines reeleccionistas. Trujillo invitó a
muchos beisbolistas negros de los EE. UU., donde no podían jugar con libertad por la
discriminación de la época. Leroy Robert "Satchel" Paige, un jugador de la liga del negro, viajó
al Caribe y América Latina, donde los equipos estaban integrados. Lanzó para un equipo
organizado por Trujillo, quien estaba tratando de ganar popularidad, por lo que creó el Equipo
Ciudad Trujillo. Le llegó a pagar a Paige hasta 30 000 dólares para que ganara el campeonato
dominicano. Paige huyó de la República Dominicana con sus compañeros de equipo tras el
cobro, por temor a represalias por parte de los enemigos de Trujillo.

Trujillo fue una persona dinámica y saludable. Médicamente, gozó de buena salud en general,
pero sufrió de crónicas infecciones urinarias y, más tarde, problemas de próstata. En 1934, el
doctor Georges Marion fue llamado desde París para realizarle tres procedimientos urológicos
a Trujillo.

Con el tiempo Trujillo adquirió numerosos bienes. Su lugar favorito era «La casa de Caoba»,
cerca de San Cristóbal, y una casa en la playa de Najayo. Otros lugares de su propiedad que
rara vez frecuentó, fueron Santiago, Constanza, La Cumbre, San José de las Matas, y muchos
más. Además, tenía un penthouse en el hotel Embajador, en Santo Domingo.

Aunque Trujillo era nominalmente católico frente al público, su real devoción fueron las
supersticiones.

Patrimonios adquiridos

Trujillo en abril de 1946

Trujillo utilizó el método de adquirir propiedades, fincas y otros negocios lucrativos a precios
bajísimos fruto de la presión política. Esto fue fuente de preocupación para los sectores de la
clase alta e inversionistas, que se aterrorizaban cuando Trujillo se interesaba en alguno de sus
bienes. De estas y otras maneras Trujillo se adueñó de todo y mientras veía a la República
Dominicana básicamente como un feudo privado, suyo y de su familia.

Trujillo y su familia amasaron una enorme riqueza. Adquirió propiedades incluyendo tierras
ganaderas a gran escala y se vinculó a la producción de carne y leche, operaciones que pronto
evolucionaron hacia el monopolio. Otras industrias de su propiedad fueron: azúcar, sal, tabaco,
madera y lotería. Ya para 1937, el ingreso anual de Trujillo rondaba el millón y medio de
dólares y en 1940 ya se había adueñado de la mayoría de las empresas dominicanas, creando
un monopolio en el país. Para 1960 era dueño del 60% de la industria azucarera dominicana.

Llegó a acumular una fortuna personal estimada en unos 800 millones de dólares, lo cual lo
colocó entre los 6 hombres más ricos del mundo. En el momento de su muerte, en el país
había más de 111 empresas de su propiedad.

De distintas maneras, logró concentrar a lo largo de su vida una gran parte de la economía
dominicana en sus manos. Como ejemplo tenemos:

Sal. En 1931 se adueñó de la producción y venta de sal. Esto le reportaba unos 400 000 pesos
netos anuales.
Carne, las que le proporcionaban ingresos anuales de unos 500 000 pesos.

Arroz. Prohibió la importación de arroz y sólo permitió el consumo del arroz criollo que
distribuía una de sus empresas personales.

Central Lechera.

Compañía Anónima Tabacalera.

Fábrica Dominicana de Calzados.

Pinturas Dominicanas (PIDOCA).

Ingenios Esperanza, Porvenir, Ozama, Amistad, Monte Llano, Barahona, Consuelo, Quisqueya,
Boca Chica, Las Pajas, Santa Fe, Catarey y Río Haina.

Seguros San Rafael.

Licorera La Altagracia.

Sociedad Industrial Dominicana.

Refinadora de Aceite de Algodón.

Molinos Dominicanos.

Fábrica Dominicana de Cemento.

Fábrica de Sacos y Cordelería.

Fábrica de Vidrio.

Industria Nacional del Papel.

Atlas Comercial Co.

Caribbean Motors.

Compañía Dominicana de Aviación.

Ferretería Read.

Periódico La Nación.

Industria Caobera.

Aserradero Santelises.

Naviera Dominicana.

Industrias Nigua.
. Radio Caribe (desaparecida) . Periódico El Caribe . Radio HIN Tv (Rahintel)

Culto a la personalidad

Una de las piedras angulares del régimen de Trujillo lo constituyó el culto a su persona. En
1936, a sugerencia de Mario Fermín Cabral, el Congreso aprobó por abrumadora mayoría
cambiar el nombre de la capital Santo Domingo a Ciudad Trujillo. La provincia de San Cristóbal
fue renombrada como "Provincia Trujillo", y el pico más alto del país, el pico La Pelona Grande
(hoy Pico Duarte), fue renombrado "Pico Trujillo" en su honor.

Las estatuas de "El Jefe" fueron producidas en masa y erigidas en toda la geografía del país, y
los puentes y edificios públicos también fueron nombrados en su honor. Los periódicos del país
escribían elogios para Trujillo, como parte de la portada, y en las matrículas vehiculares se
incluyó el lema "¡Viva Trujillo!". En la capital del país se erigió un letrero de neón con el lema
"Dios y Trujillo".[cita requerida]

Con el tiempo, incluso las iglesias fueron conminadas a publicitar el lema "Dios en el cielo,
Trujillo en la tierra". Conforme pasó el tiempo, el orden de la frase se invirtió a "Trujillo en la
Tierra, Dios en el Cielo".

Trujillo llegó a ser recomendado para el Premio Nobel de la Paz por sus admiradores, pero el
comité rechazó la sugerencia. Cuando Trujillo recibía (o llamaba) a un visitante, sus cuatro
guardaespaldas disparaban hacia arriba. Obligó a los intelectuales a escribir libros para
después atribuirse su autoría. Además, se adjudicó varios títulos honoríficos, tales como:
Doctor, Licenciado, Padre de la Patria Nueva, Benefactor de la Patria, Protector de la Iglesia y
muchos más. Para entrar en la universidad había que rendirle pleitesía y para graduarse en la
misma fue requisito indispensable hacer confesión pública de fe trujillista.[cita requerida]

Feria de la Paz

El 20 de diciembre de 1955 fue inaugurado un evento para celebrar los 25 años de la obra de
gobierno de Trujillo denominado la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, donde
fue coronada una de sus hijas como Angelita I, con un vestido que costó alrededor de 80 mil
dólares. Además los organizadores de la feria proclamaron a la esposa de Trujillo, en esos
momentos María Martínez Alba, como "escritora y filósofa", a pesar de que era semi-
analfabeta.
La feria le costó al Estado más de 30 millones de dólares, casi un tercio del presupuesto
nacional de aquel tiempo. Ese gasto desproporcionado provocó una crisis económica de la que
el régimen no se recuperó jamás.

El desfile del millón

El 24 de octubre de 1960 y para celebrar el cumpleaños de Trujillo, sus colaboradores


organizaron un evento llamado «El desfile del millón», en el que desfilaron cientos de personas
de todos los sectores sociales. El principal objetivo del evento era reafirmar la popularidad de
Trujillo y pedir su postulación para las elecciones de 1962, proyecto que quedó truncado por el
magnicidio del dictador.

Condecoraciones

DominicanasCollar de la Orden al Mérito Juan Pablo Duarte

Collar de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón

Collar de la Orden de Trujillo

Collar del valor

Gran collar de la paz

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