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Convención sobre los derechos del niño

De acuerdo a la Ley 23.849 se entiende por niño a todo aquel ser humano menor de 18
años.
En la antigua Roma los lazos afectivos eran más importante que los sanguíneos, motivos
por los cuales un hijo podía no ser querido como tal por su padre, y ser mandado a
matar (es decir que ser padre, era una elección). Ya en los siglos II y III d.C. por
influencia del cristianismo, los vínculos sanguíneos tuvieron su importancia, motivo por
el cual los niños comenzaron a estar al cuidado y protección de sus padres y no del
Estado: esto da lugar a que comiencen a ser incluidos en las labores de sus padres,
siendo obligados a adquirir responsabilidades desde muy pequeños, y que por tal
motivo, pierdan su valor y especificidad propia de la niñez. Fue en el fin del siglo XVIII
cuando por influencia del Humanismo, se introdujera la idea de la institucionalización
de la educación para formar a los infantes: se los apartaba de la promiscuidad de los
adultos, y se los formaba para su futura independencia en la sociedad. Es hacia la última
mitad del siglo XX donde en EEUU comienzan a incorporarse leyes de protección y
regulación de la infancia.
Hay que tener en cuenta la visión que el psicoanálisis introduce, al considerar al niño
como un sujeto infantil poseedor de envidia, odio, y además con sexualidad. La infancia
entonces, dejará de hacer referencia a un momento cronológico, para referirse a un lugar
de encuentro de la sexualidad adulta con el sujeto niño.
Protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes
Los aspectos mas importantes que se tuvieron en cuenta para la creación del preámbulo
de la Ley 23.849 fueron: el derecho de los infantes a cuidados especiales, en especial de
parte de la familia, de modo que puedan asumir plenamente sus responsabilidades
dentro de la comunidad; el ambiente de felicidad, amor y comprensión necesarios para
que exista una educación que los prepare para poder vivir en independencia dentro de la
sociedad; la protección legal que deben recibir antes, y después del nacimiento, en
especial en aquellos casos donde se hable de adopción y casas de guarda; el
reconocimiento de la consideración que necesitan aquellos niños que se encuentran en
difíciles condiciones; la necesidad de cooperación entre naciones, con el fin de mejorar
la calidad de vida de los niños en todo el mundo, en especial de aquellos en países en
desarrollo.
Baquero “Educabilidad”
Educabilidad refiere a las posibilidades de ser educado, la plasticidad, las posibilidades
de aprender de otras especies. Hace referencia al rasgo inacabado de la naturaleza
humana, su incompletud. El método de aprendizaje debe atrapar a la inmensa y variada
mayoría de los sujetos, en lo posible con un efecto positivo. Es el maestro el encargado
de generar las condiciones de educabilidad en los sujetos.
Las explicaciones que se dan respecto al fracaso en los aprendizajes, aluden a que los
sujetos portan condiciones “deficitarias”. Se trata de la necesidad de una atención
específica a aquellos alumnos con problemas de fracaso escolar masivo (bajos
rendimientos). Debería advertirse que en realidad, quien fracasa es la escuela por no
haber podido generar en los alumnos los aprendizajes esperados.
Respecto a las causas del fracaso escolar masivo, nos encontramos con tres posturas:
Centradas en el alumno: ubican las razones en cuestiones ligadas a la maduración o al
desarrollo psicológico o intelectual. Plantean que son los alumnos los que no se
encuentran en condiciones de aprender.
Centradas en condiciones sociales y familiares del alumno: hacen foco en las difíciles
condiciones de vida de los niños y jóvenes.
Centradas en la relación alumno-escuela: giran en torno a la interacción de las
características de los alumnos y de las prácticas escolares. Advierten que no pueden
plantearse razones del fracaso sin tener en cuenta al espacio escolar.
Las prácticas educativas modernas no ignoran en absoluto las diferencias de los sujetos,
sino que las significan como déficits, retrasos o desvíos, dado que el criterio de
desarrollo de curso único, es percibido como el curso normal del desarrollo. Nada indica
que exista algo como el desarrollo natural (aquel que tiene marcado su rumbo de
antemano).
Escolarización, constitución de la infancia moderna (Baquero)
Se habla de tres aspectos. El primero es la relación entre procesos de escolarización y la
constitución de la infancia moderna. La investigación histórica mostró que las formas
modernas de percibir la niñez no eran naturales sino productos históricos. Se les
atribuyen a los niños rasgos que no son de su naturaleza. De este modo se los fija a los
dispositivos económicos y educativos familiares. Pero se requiere de un dispositivo que
fije a aquellos niños en situación de calle o no alcanzados por el reclutamiento laboral.
La escolarización masiva, entonces, viene a fijarlos en un dispositivo específico que los
posiciona como alumnos.
Con respecto al segundo aspecto, podemos hablar por un lado de las características de
los procesos de escolarización, y por el otro de dos sesgos que logran que el formato
escolar moderno se imponga:
 Simultaneidad: la áulica que es la organización de las clases en las que un
docente enseña simultáneamente a un grupo de adultos; y la sistémica que es
aquella homogeneidad en el tratamiento de los aprendizajes a nivel del sistema
educativo
 Gradualidad: refiere a la idea de organización de grupos de aprendizaje por
niveles graduales y homogéneos de dominio de conocimientos, y también refiere
a las condiciones dadas para la promoción (una serie de conocimientos
determinados en cada área para “pasar de grado”). Se critica esta metodología,
porque en aquellos que no promocionen ciertas áreas, deberán repetir el año.
Esto muestra que la expectativa suele estar colocada en el mero paso del tiempo,
es decir, en que el alumno “madure”, ya que nada varía en el formato escolar
ofrecido.
Y el tercer y último aspecto habla de cierta reflexión sobre la adecuación/inadecuación
del formato escolar para la promoción de aprendizajes. Se habla de que la definición de
educabilidad de los sujetos es un problema francamente político. Y hablamos de “lo
político” en un sentido que alude al conjunto de acciones sobre acciones posibles.
Demanda de salud mental (Galende)
Los hombres siempre se han enfrentado al sufrimiento. Es un dolor psíquico, que al
igual que el dolor corporal, es siempre el resultado entre aquello que lo causa y las
capacidades propias de cada uno. Durante siglos, a través de las religiones, mitos,
leyendas, etc., se dieron respuestas a la búsqueda de razones por las cuales la existencia
humana se ve vulnerable.
Luego vino la medicina de lo mental, la psiquiatría, encargada de disciplinar este
desorden existencial. Esto pudo ser posible desde el momento en que los hombres
reconocen las dolencias como “enfermedades”. El éxito fue parcial y sólo transitorio, y
se debió al logro de poder diferenciar y poner nombres médicos a casi todas las
dolencias del alma. Con todo este giro, el que sufre no recurre solo a sus familiares o
amigos. Ahora depende del médico. La demanda no se ve alterada por aquellos que se
resisten a la idea de estar “enfermos” (aquellos a los que se adjudica la no conciencia de
enfermedad). Luego surge el psicoanálisis, que viene a cumplir con la demanda de
entender las razones del sufrimiento que no puede explicarse a sí mismo. La diferencia
entre psiquiatría y psicoanálisis radica entonces, en que la psiquiatría se basa en criterios
médicos, ignorando el contexto de la vida en el cual se desarrollan y evolucionan,
mientras que el psicoanálisis se preocupa en escuchar a los sujetos y ayudarlo a
encontrar en sí mismo y en su historia vivencial las razones de su sufrimiento.
Se van a producir nuevas demandas en la actualidad, y la característica esencial de ellas
será que anudan en un mismo plano el sufrimiento mental y el sufrimiento social. No se
logra discernir cuánto proviene de la historia del individuo y cuánto de su situación
social. Son sufrimientos que generan crisis narcisistas por pérdida de identidad de difícil
resolución y que se deben a la pérdida del material simbólico de su identidad social,
dando lugar a un proceso de desubjetivación. Los recursos terapéuticos no removerán
las causas, sino que atenuarán los síntomas, mejorando las capacidades de los
individuos para afrontar la adversidad.
Estas nuevas demandas se presentan en diversas formas: por violencia (síntomas que
demandan en servicios de salud mental y en otros del Estado), consumo (con la
inminente necesidad de tratamiento y rehabilitación con un carácter más social y
preventivo), trastornos de alimentación como bulimia y anorexia y patologías del estrés
(demandan atención masiva. No llegan siempre a la atención en salud mental, y sus
bordes son algo difusos).
Espectacularizacion del Yo (Sibilia)
Todo es más éxtimo que íntimo. Antes se recurrían a procedimientos que servían para
comprenderse a uno mismo (como los diarios íntimos), y ahora parece que se apunta a
la conquista de la visibilidad: nuevas fuerzas incitan a hacer del propio yo, un show,
haciendo que la visibilidad nos conceda una calidad de célebres. La idea de intimidad
cambia: la esfera parece convertirse en una especie de escenario donde cada uno debe
montar el espectáculo de su propia personalidad. Las recetas más eficaces para el éxito
en esta espectacularización del yo provienen de la televisión, consumo de publicidad,
etc. Pierden nitidez también las fronteras que dividían los dos tipos de espacio donde
transcurría la existencia: la esfera pública y el ámbito privado. Antes el sujeto cultivaba
sus secretos íntimos para construir su yo en torno de un eje situado dentro de sí mismo.
La verdad sobre lo que cada uno es abandona la médula interior para exhibirse en la
superficie visible de los cuerpos: si la sociedad del espectáculo solo es lo que se ve, es
necesario aparecer para que las miradas ajenas confirmen la propia existencia.
Consumo (Juan Vasen)
El consumo produce una vivencia de satisfacción, generalmente banal y ligada al valor
fálico, y sus brillos, y al narcicismo.
Las marcas, promueven la segmentación y diferencia, aun cuando parecen promover la
integración al universo del consumo. El lazo social generado, destituye los lazos
transferenciales que la subjetividad moderna instituía por vía familiar y del estado. No
siempre que se compre, hay consumo. Una cosa es el placer que el objeto produce en el
lazo con él, y otra es el goce que supone el consumo de una marca, que ya no da valor al
objeto como sucedía antes, sino que es valor en ella misma. La relación de consumo con
las marcas no es entonces objetal. Es una relación con los símbolos.
Quien media entre la infancia y el consumo es la publicidad. Intentan generar un estado
de insatisfacción perpetua más que seducirnos a través de imágenes.
El niño y la escuela (Elichiry)
Lo que pasa en el inicio de la escolaridad primaria es decisivo para todo el resto de la
historia escolar del niño. Es allí en las aulas de primer año de primaria donde el niño va
a recibir la primera etiqueta que tendrá consecuencias en el resto de su escolaridad. Es
habitual considerar que es “trastorno de aprendizaje” todo aquello que se aparta de la
norma esperada. Pero esta, es una norma cultural, y lo que es normal en un grupo social,
no necesariamente es normal en otro.
Respecto de la enseñanza y aprendizaje de la lengua escrita, se le da mucha importancia
a la postura clásica. Es la que considera este aprendizaje como una técnica de
transcripción de unidades sonoras (fonemas) en unidades gráficas (letras). Esto equivale
a reducir al sujeto a una serie de canales sensoriales y motrices entre los cuales hay
vínculos asociativos, y no sólo se empobrece al sujeto del aprendizaje, sino que se lo
menosprecia. También se empobrece y deforma el lenguaje, al reducirlo a una serie de
sonidos.
Frente a desviaciones respecto a respuestas esperadas, los profesionales recurran a
métodos analíticos que busquen la causa en el plano de lo intrapsíquico, ya que se debe
reconsiderar al proceso mismo de aprendizaje y del objeto del cual se trata ese
aprendizaje.
Ficha de catedra: Sexualidad e ingreso en la latencia
Freud comenta que la sexualidad existe desde la infancia pero las mociones sexuales de
los humanos deben acumularse para ser liberadas en la pubertad. La energía sexual es
desviada de su uso y aplicada a otros finales, mediante esa desviación de las fuerzas
pulsionales sexuales de sus metas y su orientación hacia metas nuevas y culturalmente
reconocidas y aceptadas, es lo que denominamos sublimación. Se produce durante la
latencia, período en el cual se edifican los poderes anímicos que más tarde se
presentarán como inhibiciones en el camino de la pulsión sexual. Por ello aparecen
sentimientos de vergüenza, asco, moral y verdad.
Erikson dice que la latencia es la “entrada a la vida”. Plantea que no hay un futuro útil
dentro del seno familiar, por lo que comienza a cumplir roles que ofrece la sociedad.
Hay una expansión, desde la relación triangular de la etapa fálica, a las relaciones
múltiples con pares, docentes, y el entorno. Comienza a construirse y fortalecerse la
noción de amistad: los amigos del mismo sexo se convierten en la fuente del
acercamiento libidinoso.
Aprende a ganar reconocimiento en lo que hace y cómo lo hace. Surgen sentimientos de
competencia, necesarios de ser canalizados. Además, se incorporan con mayor firmeza
la restricción de ciertos impulsos, y normas, por lo que se habla de sentido del deber.
Ficha de cátedra: juego
El juego se caracteriza por buscar satisfacer inquietudes de los participantes. Representa
una actividad lo suficientemente interesante como para ser un motor de desarrollo
saludable: hay un placer por la solución de barreras. Es un medio de expresión que
favorece la adquisición de instrumentos para el conocimiento y la socialización. A
medida que se juega, se regulan y compensan emociones que surgieron durante la
actividad.
Las estrategias que el sujeto va desplegando durante “el jugar” revelan la organización
estructural de este pensamiento.
El sistema cognitivo durante el periodo operatorio concreto permite organizar los
diversos datos de una situación y coordinarlos entre sí. Se continúa con la curiosidad
por el conocimiento, por lo que la actitud investigadora se afianza cada vez más. Es
importante la competencia, ya que es necesario aprender una nueva forma de
competencia que admita e incluya el triunfo de más de uno con iguales valores. Se habla
además de paridad: se trata a los semejantes, tal como nos gustaría que nos traten.
Para Piaget, los sentimientos forman un sistema de valores que se organizan y cuya
forma de equilibrio es la voluntad, entendiéndola como una regulación de la energía que
se vuelve reversible. Se inicia la necesidad de acuerdos mutuos: al principio regulados
por adultos, luego con mayor autonomía.
Estructuracion y subjetivación del niño en escolaridad primaria (Urribarri)
La latencia no constituye un periodo, sino más bien un trabajo psíquico, en el sentido
del esfuerzo para la organización, diferenciación, complejizacion y ampliación del
aparato psíquico y también en cuanto a tramitar la pulsión en un nuevo ordenamiento
dinámico estructural.
Latencia temprana ( se caracteriza por la fragilidad del equilibrio intersistemico, con
la consecuente emergencia de angustia frente a lo impulsivo. El Yo emprende una lucha
ligada a controlar lo pulsional y a limitar la descarga mediante la represión u otros
mecanismos de defensa con los que se defiende de los aspectos inconcientes del Ello a
los cuales considera peligrosos.
Mecanismos como la formación reactiva, el aislamiento y la desafectivizacion,
orientados al servicio de la sublimación, favorecen el desarrollo y la ampliación yoica,
al igual que la simbolización y el autoestima.
La disolución edifica, con la formación del Super Yo, sumen al latente en el trabajo
psíquico de tratar de lograr el equilibrio entre lo prohibido y lo permitido, placentero y
displacentero, conciente de sus dificultades y sufrimientos y en estado de alerta casi
continuo.
La amnesia infantil que se instala a partir del desenlace edípico produce en el niño
desconcierto, extrañamiento con el mismo, puesto que el inconciente deja para el Yo
conciente la sensación de vacío de contenidos y nexos. La perdida de una parte de si, del
propio pasado, lo cual puede afectar la conducta del niño y sus relaciones.
Se produce una ambivalencia frente a los mandatos del Super Yo, entre acatar las
órdenes y la rebeldía.
Para no sofocarse en lo defensivo, deberá lograr abrir vías sublimatorias que posibiliten
redirigir lo pulsional y favorecer la descarga a través de otras metas aceptables. El poder
posponer, evitando la descarga inmediata, se transforma en una meta anhelada.
El control de la motricidad será el punto de partida para poder acceder mediante la
concentración y la atención, al aprendizaje por vía sublimatoria (esto torna al niño más
reflexivo).
Latencia tardía ( comienza a los 8 años aproximadamente y se caracterizada por la
autonomía, equilibrio de la conducta, menor temor al desborde y sentimiento de
angustia. Se amplia el distanciamiento del circulo familiar y adquiere mayor
importancia el grupo de pares. Se incrementa el fantasear y el Yo se vuelve menos
conflictivo, con mayores recursos para canalizar la descarga y evitar la angustia.
Se va aprendiendo a diferenciar entre lo público y lo privado, tanto en los sentimientos
como en los actos.
-Expresión grafica: va adquiriendo complejidad, riqueza y organización a medida que
avanza el procesamiento psíquico de la latencia. Hay un apego a lo real tan marcado en
el latente que lo mueve a graficar o construir más objetivamente.
- Actividad motriz y juego: intento por dominar, conocer y ejercitas el cuerpo y espacio
físico, así también como el interés por el mundo ampliado desde lo familiar, las
semejanzas y diferencias con otros y su adaptación a diferentes circunstancias.
- Desarrollo intelectual y pensamiento: la actividad del pensamiento en sus orígenes se
vincula con la pulsión de saber, que promueve el investigar y luego intenta explicar lo
observado y fantaseado. En los inicios de la latencia, se experimenta esa prima de placer
en la actividad intelectual a través de la descarga mediatizada y la ligazón de energía
representacional.
- Lenguaje: el lenguaje del latente pone de manifiesto la primacía del proceso
secundario. El relato se complejiza y enriquece: hay presencia de recursos enfáticos,
metafóricos, etc.
De limites a limitados
Los periodos de estabilidad, son aquellos en donde los sujetos saben sin demasiado duda
lo que está bien o está mal, son reconocidos y aceptados por la mayoría y por lo tanto se
transmiten sin dificultad.
Aquella frontera cuya función es recortar lo prohibido de lo permitido, resulta tan
amplia, difusa o lábil que deja de percibirse como tal.
Entendemos los límites como una operación necesaria y fundante del ser humano cuya
función es proveernos de un marco lógico para convivencia. Vivimos dentro de ciertos
límites establecidos que dan a la vida algún orden aprendible y aprehensible. El límite
tiene dos caras, una es la prohibición y la otra la posibilidad. Siempre que decimos no es
para que alguna otra cosa pueda acontecer.
El sentido de la escuela es permitir que cada chico encuentre sus modos de encauzar, de
manera socialmente aceptable y fructífera para sí mismo, ese potencial en bruto con el
que llega.
Cuando un chico aprende a hablar o a escribir también está aprendiendo a respetar
limites, la adquisición del lenguaje ya implica la aceptación de un código reglas y la
renuncia de que todo vale por igual.
Cuando en al escuela se generan condiciones para que un chico aprenda a razonar,
también se trasmiten limites.
RELACIÓN PADRES – HIJOS ADOLESCENTES (Burin)
La familia de la modernidad se separa del resto de la comunidad con muros que
protegen la vida privada, se aleja de los parientes lejanos y deja de lado el linaje. Los
lazos con la comunidad se fueron debilitando y se reforzaron los que unían entre sí a los
miembros de la familia. La revolución sentimental se relaciona con la Revolución
Industrial: el cambio de mentalidad provoco un cambio en los valores sociales y las
formas de vinculación mediante la regulación afectiva y el estrechamiento de los lazos
familiares, también se redefinieron los roles. El amor maternal y del ideal maternal
como regulador y sostén de estos cambios familiares y del rol paterno como figura
distante en el hogar. Se mantiene el modelo patriarcal, flexibilizados por el imperativo
de los afectos y por nuevas distribuciones en la relación de poder.
Comienzan a cambiar los deseos de autorrealización personal, el egoísmo y el
individualismo por sobre la solidaridad colectiva en las últimas década. La familia
abandona a sus miembros, se rompe la imagen de familia anclada. El corte más
definitivo en los lazos que unían a la generación joven con la vieja, con cierta
indiferencia de los adolescentes hacia la identidad familiar y sus objetivos y una
discontinuidad en la trasmisión de valores. La nueva inestabilidad de los vínculos en la
pareja conyugal (divorcios). La demolición de la idea de familia como refugio para las
problemáticas de la vida cotidiana. La pérdida del sentido de autoridad paterna y la
puesta en crisis del amor maternal llevaron a los hijos adolescentes a expresa un
desinterés masivo por los valores de sus padres y de sí mismos continuadores del linaje
familiar. Esta discontinuidad de valores e intereses es la brecha generacional. La
subcultura adolescente trata de mantener se independiente de los valores adultos no es
opositora sino separada. Los padres comienzan a perder su rol de educadores y figuras
de identificación y esta tarea pasa a otras instituciones y a los pares de los hijos. Los
padres se vuelven más amigos de sus hijos. La adolescencia ya no se considera una
etapa del ciclo vital sino un modo de ser.
Aberastury dice que los varones y mujeres pasan por tres duelos: el duelo por el cuerpo
infantil el duelo por la identidad infantil el duelo por los padres de la infancia. La
mayoría de los adolescentes tratan de afrontar estos duelos buscando entres sus pares
alivio a su ansiedad o bien refugiándose en sus fantasías y en su mundo interno o
también construyendo ideales sociales y luchas para conseguirlos.
Antony describe estereotipos de adolescencia. El adolescente considerado como: objeto
peligroso y en peligro, sujeto y como objeto sexual, objeto de envidia, objeto perdido,
individuo inadaptado
LO INTERSUBJETIVO (Urribarri)
El trabajo de latencia entorno a la castración motoriza el primer movimiento exogámico.
Este proceso de desplazamiento e inserción en el ambiente social implica la gradual
separación de los padres. Hay una modificación incipiente de la imagen de los padres,
especialmente un relativo cuestionamiento y abandono de la creencia en la
omnipotencia de ellos y nuevos procesos identificatorios, proceso que es solo posible en
tanto pueda parcialmente devenir los objetos primarios y también redirigir lo pulsional
para ampliar su universo relacional y realizar nuevos investimentos.
Este proceso en tanto implica un desplazamiento de la autoridad desde los padres hacia
maestros e instituciones, puede aparejar dificultades por la duplicidad de figuras de
autoridad, en especial si difieren los códigos y expectativas, como podemos observar en
la clínica.
Nuevas identificaciones se producen en este periodo, con figuras que se han presentado
desde lo social, que general vínculos intersubjetivos investidos objetal y
narcisisticamente por el niño y a los que aspira emular. Dichas figuras de identificación
tienen a ser homologadas por su rol. Estas nuevas identificaciones se van incluyendo en
el tramado identificatorio. En las actividades compartidas con el grupo de pares se
desarrollan identificaciones que posibilitan el logro de un sentimiento de pertenencia
expresado en la realización de rituales que tienen un sentido identificante e
identificatorio para distinguirse del resto. La ausencia de esto se expresa en el
retraimiento, aislamiento y soledad con pérdida de la autoestima y sentimientos de
inferioridad.
La resolución edipica se concretiza en la capacidad de poder transferir el cuidado,
custodia, guía y lugar de intercambios, a la escuela y a los maestros, así como a otras
instituciones sociales indicadores del camino exogámico.
En constelaciones parentales relativamente armónicas, la elección de la escuela recae en
aquella que no presenta contraposiciones evidentes con las pautas y valores familiares,
ni con la experiencia previa del jardín. Los padres pueden recibir con alegría “hijo que
se fue”, compartir y apoyar sus logros, sostenido sus temores y angustias, apuntalando
su déficit y afirmando sus habilidades, apoyándose en el placer que obtienen de ver su
desempeño y progreso. Esto implica una renuncia parental a la exclusividad de su lugar
con el hijo y al contacto corporal como fuente de placer para ambos.
La imagen del hijo que los pares les devuelven a los padres los confrontan con la
imagen que de él se forjaron, con lo que suponen y esperan de su hijo, requiriendo una
reelaboración no fácil de lograr. Cuando el investimento narcicístico del hijo es intenso
y difícil de resignar los padres se enfrentan conflictivamente con la escuela y /o
maestro, en torno a las respuestas del niño, a través de vivencias de desgarramiento y
robo del hijo. Esta pugna paranoide revela la imposibilidad de aceptar otra imagen del
niño que la propia, no reconociendo sus características o limitaciones o déficit en el
desempeño emocional.
Para el latente la sociabilidad es una circunstancia que se le impone. Los otros
significativos estarían en una posición mediadora respecto de las relaciones de objeto
narcisistas y las relaciones de objeto anaclíticas. Esto se destaca debido al incremento
como recurso a la inhibición de la meta pulsional, modificando el tipo de relación con el
objeto. Cuatro tipos de relaciones de los niños en latencia con los otros.
Con los adultos predomina un distanciamiento, este movimiento es de claro carácter
defensivo favorece la ampliación de recursos yoicos en el contacto y actividades
compartidas con otros, así como en los procesos interiorizados como los de pensamiento
e identificación. Favorece así un despliegue intrapsíquico enriqueciendo al Yo,
facilitando una mayor diferenciación de Yo- otros, u una discriminación mandatos-
exigencias y deseos por la ora, como se crea un espacio para la diferenciación estructura
en el aparato y se prefigura la intimidad y el secreto.
La escuela es el ámbito privilegiado mediante el cual la sociedad promueve la renuncia
a la satisfacción pulsional directa y la derivación a otras actividades. Funciona
reforzando las prohibiciones, como aliada del Súper Yo, es cuidadora y sostén,
sustitutiva de la función parental. Posibilita el desplazamiento hacia nuevos espacios por
la adquisición de recursos, técnicas y el intercambio social.
Con los pares se trata de resaltar la amistad, pero también las enemistades y rivalidades
donde los compontes agresivos y narcicístico están más activos. Así los grupos
combinan las positividades del intercambio afectivo, la pertenencia y la cooperatividad
con la hostilidad, la competencia el chivo emisario y la exclusión. Dado el acallamiento
de lo erótico y agresivo, se hace posible el intercambio con objetos de manera menos
conflictiva. Los vínculos que se originan ofrecen al Yo encontrar el reconocimiento
buscado en aquellos semejantes. El niño aprende a realizar con los otros, sean juegos
grupales, tareas escolares u objetos, utilizando los elementos y/o recursos que el medio
ofrece. En la actividad grupal se desarrolla su primer sentido de división del trabajo de
las diferencias de capacidades y modalidades de ejecución y de los liderazgos.
El sentimiento de fraternidad ha sido en general planteado como un encubrimiento o
formación reactiva frente a los aspectos hostiles de la relación, así como su derivación
en el ámbito social. En principio opera la represión también sobre los aspectos eróticos
del complejo fraterno, luego se conforma la relación como meta inhibida. Tienden a
privilegiarse la cooperación y la lealtad como derivados desexualizados y
desagresivizados. El hermano tiene un papel importante en lo normativo y en los valores
e ideales, al ser alguien que dice cómo desempeñarse en el medio, que es más cercano,
figurable y factible que el presentado por los padres. Así contribuye, por propia
gravitación y no como sustituto paterno, a la formación del Súper Yo y mas
marcadamente del ideal del Yo.
MÓDULO 4
PUBERTAD (Kligman)
Pubertad hace referencia a los cambios corporales tanto por el crecimiento, maduración
como por el desarrollo de nuevas posibilidades. Desde el punto de vista fisiológico las
señales de madurez sexual se ven en la primer menarca en el caso de las mujeres y en
los varones por las poluciones nocturnas y la espermaquia. Finaliza con la adquisición
de la capacidad para la reproducción. Se duplica la masa corporal, se adquiere el pico de
la fertilidad. Fase de rápido crecimiento y desarrollo mediado por los esteroides
sexuales. Las mujeres suelen desarrollarse dos o tres años antes que los varones. La
pubertad se reconoce generalmente como el inicio de la adolescencia. Estos cambios
biológicos necesitan ser asimilados por una nueva imagen corporal con la capacidad
reproductora y una energía sexual que emerge en su identidad y aprende a convivir con
sus reacciones y las de los demás frente a los cuerpos en crecimiento.
1. Lo puberal refuerza lo pulsional que ya tenía existencia en lo infantil
2. La tarea es reorganizadora para reelaborar los recuerdos infantiles como si
fueran leyendas.
3. Hay una intensa labor en separarse de los padres. El varón en separar de su
madre los deseos libidinales para trasladaros a otros objetos reales y la mujer igual pero
con el padre.
El aparato psíquico utiliza mecanismos ya conocidos de la infancia, especialmente la
identificación, y la idealización del yo, con el fin de desexualizar las representaciones
incestuosas y llegar a la elección de objeto potencialmente adecuado.
El trabajo de los padres es el de dejarse transformar en objetos inadecuados, en
seductores abandonados.
Peter Bloss, distingue a la pubertad como los cambios físicos, y a la adolescencia como
el proceso psicológico que se desata cuando estos cambios físicos ocurren.
La ruptura con la vida infantil trae angustia y temor. Los chicos y chicas se
individualizan y se separan de las figuras parentales, cuestionan valores, reglas y leyes
morales.
El amigo adquiere especial importancia y significado, se lo idealiza y se lo admira pasa
a ser algo así como su yo ideal pues se proyecta en el amigo quien representa algo que
él desea tener.
ADOLESCENCIA (Kligman)
La adolescencia es un proceso dinámico que trascurre en el camino de la niñez a la edad
adulta, caracterizada por rápidos y múltiples cambios de los aspectos físicos,
psicológicos, sociales y espirituales. El adolescente adquiere un cuerpo nuevo en un
lapso de tiempo corto, por lo cual en un principio le cuesta adaptarse e identificarse con
él. Las funciones se tornan más complejas y se logra la capacidad de reproducción.
Se desarrolla el pensamiento abstracto, con el que adquiere la posibilidad de proyectarse
hacia el futuro. Esto le permite una mayor previsión, control interno, consciencia del
ambiente que lo rodea, capacidad de empatía e idealismo.
Aumenta la intensidad de las relaciones con pares y adultos fuera de la familia.
Paulatinamente desarrolla habilidades que favorecen su independencia.
Aumento de la vulnerabilidad, es un ser en crisis, en el sentido de cambio, acomodación
a una situación nueva, duelos por la infancia, duelos por los padres idealizados, pasaje
de la etapa de juego a la del trabajo, de lo familiar a lo extrafamiliar, adquisición de
nuevas funciones y habilidades. La crisis es el producto de un cambio brusco en el que
todas las medidas que anteriormente servían de sostén y adaptación, pasan a ser
cuestionadas.
Cuestionan el orden preestablecido, circunstancia a la cual los padres no suelen estar
preparados, necesitan de límites porque estos son esenciales para el desarrollo de la
independencia. Si no encuentra contención dentro del hogar o dentro de su entorno,
podría desarrollar una conducta antisocial a fin de encontrar autoridad que ponga límite
a su conducta.
En esta época de la vida tiene lugar el empuje de crecimiento puberal y el desarrollo de
las características sexuales así como la adquisición de nuevas habilidades sociales,
cognitivas y emocionales. Autoestima, autonomía, valores e identidad se van afirmando
en este proceso.
Este segundo tiempo resignifica al primero retroactivamente e inaugura también nuevos
interrogantes. Con la reedición del conflicto edípico, surgen también contenidos
diferentes del complejo que marcan nuevos rumbos de la función simbólica para
establecer el ordenamiento de las relaciones filiales.
Durante esta etapa resulta difícil combinar intereses personales y restricciones sociales,
esto da lugar a la manifestación de transgresión. Esta concepción de la autoridad de las
leyes y sus funciones, así como la responsabilidad y las sancionen promueven el pasaje
del juicio heterónomo al juicio autónomo. La moralidad está asociada a la exigencia y el
respeto por la ley. Las reglas y su aplicabilidad son efecto de la acción generalizadora de
la inteligencia.
Continuara la construcción simbólica del ideal y lo constituirá como sujeto llevándolo a
reconocer quién soy qué tengo etc. que se verá representado también en un quehacer
vinculándolo al mundo ocupacional. El ideal del yo será el patrón de medida para
autoevaluarse y el representante del colectivo cultural al que aspira.
Erikson explica el concepto de identidad y la define como una sensación subjetiva de
mismidad y continuidad, es una afirmación porque implica decir esto soy realmente yo.
Supone un sentirse activo, ser sí mismo, sostenido la tensión entre lo que le es propio
dándole unidad personal y aquello que trata de modelar la cultura. Dos niveles, el de la
identidad personal y el de la identidad cultual. Estos propician su integración para
constituir una unidad que se logra culminar exitosamente el desarrollo del sujeto. Lo
social opera como referente para su posición como sujeto en relación a los otros no
responde solo a su satisfacción personal, sino a cumplir su función como alguien que se
interrelaciona generacionalmente con los antecesores y las generaciones futuras.
MÓDULO 5 y 6
SOCIALIZACIÓN – BARRIOS CERRADOS Y COUNTRIES
Si en el pasado, pese a la heterogeneidad ocupacional, se reconocía cierta
homogeneidad cultural, en la actualidad lo que se constata es una creciente
fragmentación. La escuela y el barrio constituyan espacios donde era posible la
“mezcla” de diversos sectores sociales, es decir, espacios de integración entre diversos
grupos donde lo que primaba era una dinámica más igualitaria y los modelos de
sociabilización implicaban una integración basada en la diferencia. En la actualidad, la
dinámica parece ser inversa y lo que encuentra es una distancia cada vez mayor entre
los diversos grupos sociales y la constitución creciente de círculos sociales homogéneos.
La vida en countries y barrios cerrados lleva consigo consecuencias a largo plazo. Al
criarse en este ámbito se dan ciertas ventajas como son la seguridad, la confianza, y a
posibilidad de que los hijos puedan criarse en un ámbito que les brinda libertad, pero al
considerar los riesgos nos hallamos con que este modelo de sociabilización esté
caracterizado por la “autonomía hacia adentro” y la “dependencia hacia afuera”.
La autonomía protegida o “hacia adentro” se refiere a los altos márgenes de libertad que
disponen los niños al poder circular fura de la mirada de los padres dentro del perímetro
del predio. Esta autonomía provoca efectos no previstos como son los trastornos en la
conducta, accidentes y actos de vandalismo dentro de las urbanizaciones.
Hacia fuera, el modelo presenta una fuerte dependencia de los niños y adolescentes
respeto al control paterno. Por un lado, la falta de familiaridad con la ciudad y los
espacios abiertos produce un exceso de confianza y despreocupación a la hora de
transitar por fuera de la urbanización. Por otro lado, se produce un fuerte rechazo a este
tipo de espacio y se busca evitar el contacto con el exterior, el cual, en contraste con el
adentro, se percibe como caótico y agresivo. Esta dependencia se va acentuando, en el
caso de los adolescentes (edad en la cual deben conquistar mayor autoría), debido a que
se ven sometidos al control familiar como consecuencia de fuertes sentimientos de
inseguridad. Este temor da por resultado la consolidación de círculos sociales
homogéneos, ya que tanto los lugares de esparcimiento como las instituciones
educativas por los cuales pueden transitar sin miedo se convierten en una extensión de
la urbanización privada.
Hay dos alternativas de escolarización que eligen este tipo de comunidades una es las
familias que envían a sus hijos a colegios que están instalados por fuera de los country,
el motivo principal de esta elección está vinculado a privilegiar la pertenecía una
comunidad religiosa, uno de los efectos de esta preferencia es la ampliación de círculos
sociales, al menos en términos residenciales. La particularidad de que la institución
educativa elegida ni pertenezca al entorno del country habla del intento de mantener a
sus hijos dentro de la comunidad de origen. La principal razón para esta elección de la
educación extramuros es la necesidad de una formación religiosa. El hecho de mantener
la pertenecía a una comunidad obliga a buscar colegios por fuera del entorno del
country. Una de las consecuencias de este tipo de apuestas es que los niños, a diferencia
de otros residentes de countries, adquiere un sentimiento de mayor familiaridad con la
ciudad.
SOCIALIZACIÓN – SITUACIÓN DE CALLE
La experiencia de la calle es entendida como un contexto dinámico, estructurado de las
comunidades de práctica en que se configura la situación de calle.
Contexto y andamiaje tienen una integración complementaria, ya que no se puede
explicar la noción de andamiaje sin abordarla desde el análisis de los contextos. El
contexto constituye la estructura contenedora del andamiaje y, simultáneamente, el
andamiaje expresa en si un espacio contextual para el aprendizaje. El concepto de
contexto designa un espacio configurante de prácticas sociales. El contexto se entiende
no en sentido estático y externo o modelador de la actividad, sino como una actividad
situada, dinámica e intrínseca a las prácticas.
La categoría de andamiaje pone de manifiesto una estructura de sostenimiento de las
prácticas de aprendizaje que permite que el aprendiz se involucre en actividades y a
través que están por encima de sus capacidades y competencias individuales, pero en las
que podrá desempeñarse gracias al pasaporte o andamiaje del maestro o sujeto más
experto.
La dinámica del proceso de aprendizaje andamiado se produce en el marco de una
trayectoria que se orienta hacia la autonomía, en un progresivo proceso de
desandamiaje, el desandamiaje se configura entonces a partir de la conquista de
autonomía de parte del aprendiz y su paulatino alejamiento del maestro. El proceso que
se denomina trayectoria, implica una salida a la calle que ha comportado un riguroso
aprendizaje de parte de los niños y niñas. Un aprendizaje intergeneracional, en el cual
han sido conducidos por mayores, familiares directos y allegados, y también por
menores, experimentados en la situación de calle. Un aprendizaje de currícula abierta,
ya sea expresada u oculta, que ha estado en su mayor parte desvinculado de la escuela y
cuya organización ha sido ajena a esta y temporalmente paralela en su desarrollo.
La salida a la calle y la situación de calle emergen como un cuidadoso y pautado
andamiaje de aprendizajes sociales, no escolares.
En la trayectoria de los chicos en situación de calle se suceden tres momentos distintos,
durante los cuales se produce el movimiento desde el espacio del hogar familiar hasta el
espacio de la comunidad de práctica de chicos en situación de calle. Ellas son:
Autonomía: la trayectoria de calle se inicia a temprana edad en situaciones que los
niños acompañan a las mujeres de la familia. El adultocentrismo típico de los procesos
de andamiaje se presenta aquí al acompañar a un familiar. Esta fase se corresponde con
un primer nivel de andamiaje, en el cual los aprendizajes pasan por la familiarización de
los niños con la rutina de la situación de la calle.
Periferialidad: la trayectoria se sucede con el retorno a la calle de los niños, ya no en
compañía de un familiar mayor, si no en compañía de hermanos o parientes. Se inicia
aquí un aprendizaje de las prácticas sociales diferenciando por género; los varones
aprenden a ganarse la vida, mientras que las niñas aprenden a sostener el trabajo de los
varones. Esta fase corresponde a un segundo nivel de andamiaje, en el cual se inicia un
adiestramiento en prácticas de situación de calle. Hay aprendizaje por participación
periférica en calidad de recién llegados. . Esta participación periférica designa un modo
de aprender desde la cercanía del grupo, pero no desde la pertenecía.
Estigmatización: la trayectoria culminaría en un tercer nivel. Luego de los sucesivos
aprendizajes andamiados de los chicos en situación de calle, se produce una
incorporación efectiva a la comunidad de práctica. Los andamiajes se trasladan a la
comunidad de prácticas propiamente dichas. El andamiaje se desplaza de la guía y
contención de los adultos a la de los compañeros de la comunidad, siempre as
experimentados que los aprendices recién llegados. Es en este nivel donde se reduce la
simetría y la heteronimia (dependencia) entre maestros y aprendiz. Se pone de
manifiesto una fuerte estigmatización social de estos.
ADOLESCENCIA: INICIACIÓN
Con el término “iniciación” nos referimos a las ceremonias y configuraciones sociales
que acompañaban momentos de pasaje de particular trascendencia en la vida del
adolescente. Ceremonias y ritos religiosos en los cuales el adolescente se vuelve
protagonista en un quehacer participativo que connota un signo de habilitación por parte
de la comunidad, una ceremoniosa investidura que oficializa un pasaje que constriñe al
adolescente a la participación reglada de la vida en sociedad.
Tal participación no deja de ser una formula vacía de contenidos verdaderamente
significativos para el adolescente. Por un lado, porque se encuentra en un estado interior
poco compatible para hacer frente a las supuestas ofertas que la sociedad le tiende, y por
otro, porque el cuerpo social mismo le retacea la posibilidad de una genuina
participación en la toma de decisiones.
La forma en que el acto se manifieste en la adolescencia nos permite entrever el grado
de eficacia de las ceremonias de iniciación que la cultura ofrece.
Iniciación y acto están estrechamente vinculados en la etapa adolescente. El acto señala
la una discontinuidad en una serie continua de sucesos, y allí se produce una
segregación o una violentacion que irrumpe la secuencia de la tradición y posibilita la
emergencia de su cambio estructural.
ADOLESCENCIA: EMOCIONALIDAD
El incremento de las pulsiones eróticas y agresivas propias de la adolescencia se
encuentra con padres que no los contienen que no pueden con ellos que se involucran
excesivamente, que los confirman en esta posición de iguales o rivales, y ni logran
establecer límites protectores, lo que los obliga a duplicar su propia retirada e
incrementar sus propios mecanismos de defensa.
La distancia y la desconexión emocional, caracterizadas como huida, indiferencia pura,
neutralización de las relaciones, falta de comunicación, aparece como mecanismo de
defensa.
El problema es que la distancia, la desconexión emocional o perdida del contacto
afectivo y comunicativo con los padres, los desconecta también de sí mismos y por
ende, del mundo exterior. La falta de límites protectores y la cercanía del vínculo
terminan por instalar estos mecanismos de defensa, que debían ser transitorios, como
permanentes, dejando a los adolescentes en ese estado de desconexión, apatía, desgano,
etc.
La distancia y la desconexión emocional producen un estado de empobrecimiento del
psiquismo, desde donde se cae fácilmente en estados depresivos como consecuencia de
la mayor distancia o vivencia de pérdida de las figuras parentales, y donde tampoco
existe una posibilidad satisfactoria de investir libidinalmente a los objetos del mundo
externo.
ADOLESCENCIA: FALTA DE INTERÉS EN APRENDIZAJE
La simetría que se produce en el enfrenamiento de los padres con los adolescentes y la
identificación inconsciente con la propia simetría de los padres colocan a los hijos, sin
que ellos puedan percibirlo, en un lugar de saber y de autosuficiencia. Esta posición de
saber no es conciente, es un posicionamiento interno adquirido por mimetización con el
lugar del adulto que produce graves consecuencias de desubicación en general y ante el
mundo del aprendizaje. Estudiar se convierte en la mayoría de los casos, más en una
obligación o necesidad impuesta por las dificultades del miedo que una verdadera
motivación, a partir de esto los intereses vocacionales que aparezcan van a ser frágiles e
inconscientes.
Al estar en el lugar de saber, les cuesta mucho aprender, jerarquizarse, diferenciar, en el
estudio y en la vida cotidiana. La hiperexigencia con que se ubican frente a la situación
de aprendizaje provoca fuertes bloqueos emocionales y rápida desmoralización frente a
los obstáculos.
ADOLESCENCIA: DUELOS
El comienzo de la adolescencia produce un cambio en las defensas, que da paso a la
elaboración psíquica de los duelos y permite realizar al yo esfuerzos de ligadura de la
libido con nuevas representaciones. El duelo por el cuerpo infantil culmina en esta fase
con el logro de una nueva imagen de sí, con la cual el adolescente se identifica. Esta
elaboración posibilita diversos procesos tanto de tipo identificatorio como de
investidura objetal. Se incluye el logro de la identificación con una nueva imagen de si
correlativa de la nueva representación corporal, la ilusión de nuevos grupos con una
mayor complejidad organizativa, ligados a diversos tipos de líder que obedecen al logro
de una representación grupo intrapsiquica diferente de la fase anterior. En el ideal del
yo, las nuevas identificaciones permiten la formación de nuevos ideales de tipo
totalizante, aun defensivos, debido al desamparo psíquico que produce la caída de la
omnipotencia paterna. Una vez realizado una cierta elaboración psíquica de los duelos,
referida a la desinvestidura de las representaciones parentales, lo que da lugar a nuevas
representaciones Yo, y al hallazgo de objeto exogámico.
Aberastury nos dice que el adolescente se ve inmerso en tres duelos: 1) duelo por el
cuerpo infantil, 2) duelo por los padres infantiles 3) el duelo por la identidad.
Cuando el sujeto entiende que el objeto no existe más, dice Freud, se resiste a
abandonarlo, aunque aparezca un sustituto. El sujeto se presenta renuente a los duelos,
debido al dolor que despierta y el desamparo psíquico al que el sujeto queda sometido.
Esta renuencia conduce al yo a defenderse de esta realidad psíquica traumática. Se
centra en dos temáticas: muerte del padre y la castración materna, y lo hace a través de
defensas especificas: la desmentida y/o desestimación de la perdida. Si la defensa se
ejecuta a través de la desmentida tanto de la muerte del padre como de la castración
materna, se mantendrá la idealización de los mismos o de lo que ellos otorgaron, como
bienes materiales, o un apellido. La muerte de los padres implica no una pérdida real,
sino la caída de un juicio, entendido como una decepción a un ideal.
OBJETO HETEROSEXUAL
Las leyes de asociación entre representaciones, están vinculadas con la constitución del
objeto en la adolescencia temprana, en la que el aparato psíquico se esfuerza por la
constitución de la representación-cosa, correspondiente a la nueva diferencia sexual: el
pasaje de la dualidad fálico-castrado a la nueva diferencia sexual, basada en el
reconocimiento de los sexos, como pene –vagina, masculino-femenino.
Durante la adolescencia media, el aparato psíquico cuenta ya con un pre consiente mas
complejizado, donde la representación palabra posee nuevas combinatorias que se
representante de la cosa.
Es en la adolescencia media que con la palabra va creando un objeto virtual. Otro
elemento correspondiente a la producción del hallazgo de objeto se inscribe como una
transformación de las investiduras homosexuales de la masa. Esta transformación se
introduce como un mediador interpersonal entre el yo y los otros. Otro elemento
proviene de lo “heredado” del complejo de Edipo, del complejo de castración, del
complejo fraterno y del narcisismo y forma una parte de la producción del hallazgo de
objeto adolescente. El último elemento deviene de la sensorialidad erógena, derivada de
las fuentes somáticas en el contacto con la figura materna, la voluptuosidad se presenta
como un rasgo valorado en la elección de objeto. Es factible que durante esta fase el
hallazgo de objeto se realice en forma dividida.
ADOLESCENTES DEL SIGLO XXI
En pocas décadas la adolescencia paso de ser una moratoria a convertirse en un crédito
a pagar por los padres. El hecho de que la adolescencia se prolongue cada vez más, hace
que los padres tengan que mantener a sus hijos durante décadas sin esperar ningún
retorno, incluso sin esperar ser cuidados en la vejez, ya que esto ha dejado ser un
imperativo social.
La publicidad ubica a los adolescentes en un lugar de modelo social. Esto les produce
un lugar de omnipotencia, que en muchos casos parece impermeable.
Mientras la autoridad paterna se va desgastando, la materna no alcanza para
compensarla, los jóvenes ocupan un lugar vacantes avalados por la cultura que los
idealiza. Se les delega una autoridad, basada en la idea de que por el hecho de ser
jóvenes, sabían lo que debían hacer, ya que no habían sido contaminados por la edad.
Los adultos tienen a proyectar sobre ellos sus miedos antes cualquier cambio cuando los
caracteriza como peligrosos, violentos, caóticos, sucios. Los adultos-adolescentes
proyectan envidian y deseos de mimetización bajo la forma de idealización. Los adultos
inseguros alternan temiéndolos o amparándose en ellos.
Las opiniones de los adolescentes acerca de los adultos varían según quienes sean los
adultos en cuestión y quienes los adolescentes. La cultura adolescente rechaza a los
adultos tradicionales tildándolos, de autoritarios. El rechazo es fuerte y puede ir desde la
rebeldía directa hasta el rechazo.
Quiroga “La emergencia de la genitalidad y sus transformaciones en el aparato
psíquico”
Alrededor de los 8 o 9 años el surgimiento de la pulsión genital se manifiesta primero
en forma de tensión sin posibilidad de descarga, descarga que se encuentra luego hacia
la pubertad cuando aparecen los caracteres sexuales primarios, menarca y polución.
La aparición de la tensión en la época de la pubertad se genera en procesos orgánicos
todavía no visibles como comienzo del funcionamiento de las glándulas sexuales. La
tensión se corresponde con un goce no adviniente, todavía no hay posibilidad de
descarga orgástica.
El aparato psíquico aun no tiene posibilidades de tramitar el incremento pulsional. Los
procesos orgánicos prepuberales colocan al aparato en situación traumática.
En un segundo momento lógico la transformación de la pulsión en el Yo significara el
encuentro de este Yo con un objeto con el cual gozar. En el primer momento del
surgimiento de la pulsión genital, el aparato psíquico carece de representaciones
adecuadas para investir al Yo o al objeto.
La pulsión puede procesarse en sus formas más primitivas como a) descarga de órgano
directa, sin representante psíquico, a través de procesos de descarga somática endógena
B) como desarrollos de afecto que a su vez pueden ser de descarga cuantitativos, como
la angustia difusa. C) como procesos de investiduras de representaciones
Durante el primer periodo, como consecuencia del empuje pulsional, puede ser que
luego de la tensión sobrevenga un período de intensa masturbación fálica, o por el
contrario un abandono de la misma por inhibición. Este ultimo llevara a un proceso de
construcción de fantasías correspondientes a la fase genital, las que más tarde harán
posible el hallazgo de objeto intrapsiquico.
Cuando aparecen los caracteres sexuales, alrededor de los 11 años, la masturbación
concreta tendrá posibilidad de descarga, primero como un mero proceso de descarga,
debido al aumento de tensión y sin fantaseas, pero más tarde éstas llegaran a ser muy
importantes, casi necesarias para el logro del placer.
Es necesario analizar la articulación entre pulsión genital y las de autoconcervacion y la
articulación entre la primera y las pulsiones parciales. Con respecto al primer caso, se
pueden analiza los efectos de la problemática en la adolescencia temprana, el comienzo
de la vida sexual puede traer como consecuencia la posibilidad de embarazo,
promiscuidad, contracción de enfermedades. El embarazo promueve la investidura
narcisista, el deseo de ser amada y evita la angustia del vacío por medio de la fantasía de
complitud, pero desconstituye as pulsiones de autoconservación y las de la especie por
el riesgo del aborto, sida, o muerte. Con respecto al segundo, la organización plena solo
se alcanza en la pubertad en una cuarta fase genital y así queda establecido un estado en
que 1) se conservan muchas investiduras libidinales tempranas 2) Otras son acogidas
dentro de la función sexual como unos actos preparatorios de apoyo cuya satisfacción
da por resultado l llamado “placer previo” 3) otras aspiraciones son excluidas de la
organización y son por completo sofocadas, o bien experimentan una aplicación diversa
dentro del Yo. Es decir que se articulan como placer preliminar y es una meta posible a
partir de la estructura de la adolescencia tardía pero no para esta fase.
El superyó amara al Yo en la medida que este haya dominado sus pulsiones parciales.
Este trabajo psíquico se irá realizando a lo largo de todo el paje por la adolescencia.
En 1, se produce en el aparato psíquico un mecanismo que es de capital importancia
para la adolescencia y es la escisión del Yo
Este yo placer rebelde, identificado con la pulsión, puede producir en el contexto
conductas antisociales como la necesidad de satisfacción del Yo, sin espera y sin
cuidado o conductas autodestructivas.
Este primer estado ilusorio de integración entre pulsiones es característico de esta etapa.
Esta imposibilidad se refleja en varias manifestaciones en el contexto, por ejemplo la
acción antisocial del adolescente, o adicciones.
Las pulsiones sexuales parciales, también tienden a satisfacerse autónomamente. Estas
manifestaciones muestran que la pulsión genital no ha encontrado aun su objeto
exogámico.
Otra opción que explica Freud es la transacciones de la pulsión parcial es lo que llama
“exclusión” o represión de la pulsión parcia.
La crisis es un síntoma característico de la pubertad femenina. Este desarrollo de afecto
constituye 19 sustituciones del dolor psíquico por la pérdida de un placer parcial
especialmente oral y anal 2) un displacer ligado a la estética que deriva en juicios,
frases, actitudes, o vestimentas vinculados con el mal gusto o con un sentimiento
agudizado de lo feo. El dolor psíquico por el crecimiento y la diferenciación sexual
En la joven, se observa un esfuerzo por elaborar psíquicamente esos cambios corporales
a través de “velos”. Son encantos que le permiten reelaborar la crisis del asco. Un
cuerpo de identificaciones es una posibilidad de defensa frente al trauma del cuerpo
fragmentado. La identificación con un “falo idealizado” se manifiesta a través de los
encantos de una visión estética o de logros motrices.
Sentimientos de displacer ante la fragmentación sufre, entonces, una transformación
psíquica, apoyada en algunos caracteres sexuales secundarios como los pechos, caderas,
o musculatura armónica. Este sentimiento de convicción le permite a la joven cambiar la
visión de horrible por sus encantos para seducir a otros.
Los varones también sienten aversión y miedo frente al cuerpo de las mujeres y al
propio. Los encantos femeninos disminuyen el temor y favorecen la constitución del
objeto de deseo. Los cambios orgánicos también constituyen la base de posteriores
pensamientos psíquicos. La pulsión genital aparece entre los ocho, nueve años como
tensión sin descarga, puede haber una descarga endógena directa, en cuyo caso se
producen espasmos de órgano.
Otro tipo de descarga en los varones se da a través de los desarrollos de afecto de asco o
furia. Los de asco se observan en el desagrado ante sus productos seminales, pero
también el asco se manifiesta proyectando en el placer por humillar o asustar a las
jóvenes. Las crisis de fario derivadas de la pulsión anal son más frecuentes en los
varones. La deambulacion sin rumbo, las fugas, los aceleramientos son manifestaciones
de esta etapa, son descargas afectivas motrices que provienen de transformaciones de la
pulsión anal primaria y fálica. Ahora ellos se identifican con su semen en la sensación
de ser arrojados.
En algunos púberes las manifestaciones de esta erogeneidad a causa de los “diques” se
manifiestan como rasgos de carácter, en forma de formaciones reactivas. Aparecen
como virtudes en el Yo y constituyen una manera de ser amados por el Superyó o por el
contexto parental. Estos púberes parecen no sufrir la crisis puberal, el orden la limpieza
son características principales. Mientras que lo esperable es que la conducta del púber
demuestre rasgos de descontrol anal, (terquedad suciedad etc.) ellos se dedican a la
colección de objetos, jugar con la PC.
El surgimiento de la pulsión genital coloca a la pulsión fálica como parcial.
Algunos púberes usan los caracteres sexuales para incrementar sus encantos a través de
la potencia muscular. En cambio tora manera es pasivo-femenina buscan construir un
cuadro estético y ser admirados por su belleza. Esta actitud puede conducir a una
exagerada investidura narcisista del cuerpo, e imposibilitar la salida hacia el hallazgo de
objeto.
Desde el punto de vista del Yo de funciones, se ven las defensas, el juicio y las formas
de pensamiento. Yo de identificaciones, se ve como desde los enlaces afectivos con el
objetos estas identificaciones se construyen en pates del Yo y del Súper Yo. Desde el
punto de vista de las representaciones veremos las formaciones sustitutivas
preconscientes y las fantasías. Todos estos tipos de yo están acompañados por el
desarrollo de afectos como por el sentimiento de aniquilación del yo, la angustia de
castración y el sentimiento de culpa
En la pubertad, pensamiento de las operaciones concretas. Corresponde a una lógica
más abstracta, permite construir representaciones de mayor complejidad con respecto a
la clasificación y a la seriación. El primero es un juicio sobre la castración materna, la
madre comienza a ser categorizada como un mas entre las mujeres. En este nuevo
momento el pensamiento es obtenido por la deducción, que surge como consecuencia
dado que la madre es alguien que desea sexualmente al padre, no solo la coloca como
alguien faltante son como deseante.
La representación padre omnipotente de la lógica anterior se ha dejado de investir, y ello
produce un sentimiento de culpa por haberlo abandonado. El superyó del niño se
identifica con el Súper yo y no con su imagen idealizada. La identificación con la
imagen idealizada del padre se convierte en decepción y reaparece como un deseo
hostil. Su consecuencia es el pensamiento mítico que genera identificaciones con ideales
ajenos al contexto familiar.
Existen también otros tipos de pensamientos. El totémico, el mítico, el religioso, el de
las cosmovisiones y el científico.
En la latencia temprana aparece el pensamiento totémico, en la prepubertad el mítico, en
la pubertad el religioso y en la adolescencia el de las cosmovisiones. Estas son formas
de pensamiento mágico-animista que sostienen la omnipotencia del Yo
El pensamiento deductivo incluye la aceptación del juicio acerca de la castración y la
muerte del padre. Este estado psíquico deja la Yo de realidad, desamparado. Por eso se
dan las diferentes formas de pensamiento mencionadas, para crear nuevos ídolos
sostenedores de un yo vulnerable. Pero esta operación psíquica tiene un costo, da al Yo
d placer purificado que sostiene ídolos y el yo real definitivo que comprenden nuevas
realidades.
Yo placer purificado permite la identificación con estructuras con un ideal que se
constituye como su doble. Si establece un vínculo de ser la idealización parental y la
hostilidad proyectada que se puede volver contra el Yo e forma de monstruos que acosa.
El adolescente temprano genera representaciones de animales y personajes míticos y
también una mezcla d ambos, hombre-héroes y animales. Algunas series condensa este
tipo de formaciones.
El pensamiento totémico y el mítico se articula de modo particular de expresión de
deseos que por medio de la proyección de lo pulsional en el yo placer generan un
vinculo particular con el contexto. Surge en la fase fálica, y supone la generación de dos
espacios psíquicos uno cotidiano y otro sagrado, prohibido siniestro.
El mítico implica una separación entre animal- maquina y el hombre, pero este ulimo
posee características de héroe. Supone dos tiempos el de la gesta heroica y el de lo
cotidiano.
Las fantasías so tipo de formaciones sustitutivas preconscientes, son ramificaciones del
inconsciente que han adquirido un alto grado de organización formal. Gracias a las leyes
del pensamiento preconsciente.
En la medida que el preconsciente funciona como sistema de transformación del
inconsciente la fantasía se articula con un modo de producción de pensamiento, el
proceso secundario, cuya representación es la palabra
En esta etapa son formas de procesar el surgimiento de la tensión genital y los juicios
traumáticos acerca de la castración materna y la muerte del padre.
Esta representación se halla en la línea del hallazgo de objeto. Su desenlace
intrapsiquico es una fantasía de representación “prostituta”
Una posibilidad del aparato psíquico de efectuar nuevas ligaduras preconscientes es la
fantasía. Permite cancelar el paréntesis que había impuesto la represión a la
investigación sexual infantil. Las fantasías constituyen un saber ligado a la sexualidad
que había sido desalojado de la consciencia por obra de la represión. Estos nuevos
enlaces preconscientes, las fantasías, y el nuevo empuje pulsional marcan el pasaje de la
latencia a la prepubertad.
La representación prostituta aparece en ambos sexos pues la corriente sensual se dirigía
hacia la madre que antes fue objeto de deseo.
En el varón el conflicto mantiene escindido, por un lado la madre tierna las niñas
buenas, asexuadas, y por otro al prostituta la chica fácil investida por la corriente
sensual.
Para las niñas ocurre una escisión y una doble identificación. Si la corriente psíquica
que predomina es la represión, aparece la identificación con la madre tierna, pero si
predomina la corriente desmentida, se identifica con la prostituta. Esta última es
aquellos niños que se separa del grupo de pares y se acerca a los varones. La niña tímida
inhibida que está identificada con una madre asexuada, omnipotente, n deseante genera
una representación fantasmática acerca del hombre, como sátiro. Se trata de una
representación fantasmática que la niña proyecta en el mundo externo y de la cual debe
defenderse. En las niñas estas fantasías aparecen como el temor a ser cortadas
quemadas, violadas. Ellas temen ser arrojadas por su madre en brazos de un violador.
En los varones esta fantasía masoquista también se vuelve eficiente en l adolescencia
temprana. Se manifiestan conductas fóbicas y en el temor a ser devorado, violado por la
madre bruja fálica o por el padre omnipotente.
La fantasía heroica se estructura a partir de la prepubertad. Tiene como protagonista a
un héroe/heroína. Es una transformación que se construye partir del juicio de la muerte
del padre
Ante la desilusión el yo genera una defensa, a través de la creación de una fantasía, la
del héroe, que deriva en otras transformaciones. Una de ellas es salvar al padre de la
muerte. El Yo ocupa su lugar y así impide la decepción. Otra consiste en desmentir su
origen.
Tanto la fantasía de la prostituta como la del héroe se construyen por el acceso a una
nueva lógica de pensamiento.
Escolarizacion, condiciones de educabilidad hoy y patogilizacion de la infancia
Más que focalizar la atención en encontrar las formas mas rápidas de hacer desaparecer
las dificultades que se manifiestan en los alumnos deberíamos preguntarnos acerca de
las razones de los motivos por los cuales cada vez hay más niños en las aulas con
problemas de atención. Muchas de las conductas que hoy se describen como deficitarias
en el ámbito escolar tengan que ver más buen con nuevos estilos cognitivos
conductuales de los niños y jóvenes de hoy, con nuevas maneras de contactarse con el
mundo y conocerlo. Por qué suponer que todos los. ¿Niños desatentos e hiperactivos
padecen apriori un déficit de carácter genético o neurológico? A esta tendencia se la
llamo patogilizacion. Y viene asociada con la medicalización que tendría que ver con
tratar innecesariamente con medicamentos a los sujetos que no padecen trastornos o
enfermedades que si lo requieren. Habría que preguntarnos si no estamos medicando a
niños por una enfermedad que como sociedad le estamos generando. Se observa en
escuelas a los docentes intercambiando información con un vocabulario plegado de
términos propios de médicos psiquiatras, que del ámbito escolar. Hay que preguntarse
que nos está pasando que no podemos acercarnos a los niños que no sea el del
etiquetamiento. Es cierto que ponerle nombre al sufrimiento resulta tranquilizante.
Cierto es también que nos da cierta esperanza de poder ejercer algún control sobre lo
que nos angustia pero por esta vía la escuela queda afuera, el docente se distancia de la
problemática esperando que un profesional de otro ámbito llegue a las soluciones
pertinentes. Pero se trata de situaciones complejas que requieren del abordaje, el
acompañamiento y el compromiso de todos los adultos significativos entre ellos los
docentes. Ante tanta impotencia familiar los docentes pueden y tienen mucho por y para
hacer atendiendo a lo vincular a los afectos sin descuidar los aspectos estrictamente
académicos. No se pretende recargar a los docentes con tareas de tipo asistencialistas de
carácter terapéutico. Tampoco negar la existencia de trastornos en algunos casos hasta
severos que requieran atención médica y psicológica. Si se pretende circunscribir y
diferenciar e problema de la necesidad de una atención clínica y educativa especifica de
la tendencia a etiquetar de manera generalizada a niños a partir de diagnósticos rápidos
realizados en base a manuales estadísticos de Trastornos Mentales de origen americano.
También convocar a los docentes a recuperar sus saberes acerca de la infancia
reconsiderando la importancia que tienen en el desarrollo infanto juvenil y la confianza
de la palabra y el afecto que no solo permiten enseñar sino que tienen poderes
educativos
La patologizacion y medicalizacion de la infancia. Dueñas.
Nadie niega que las patologías existentes y que deben ser tratadas correctamente. La
modalidad de diagnósticos rápidos, parece priorizar la importancia de identificar al
conjunto de indicadores desadaptativos, para ubicar rápidamente al sujeto que las
manifiesta dentro de una categoría clasificatoria, en lugar de entender la naturaleza de
las mismas.
No se nace sujeto, sino que el sujeto se hace. A los 6 años la personalidad esta aun en
pleno proceso de construcción, no solo el psiquismo sino también a nivel biológico.
En su devenir como sujeto deberá transcurrir primero por un complejo proceso histórico
en el que interactuaran una serie de factores de carácter biológico, ambientales y
psicológicos.
El entorno socio cultural, las particulares condiciones de cada familia y de cada escuela
a la que concurra, como la modalidad que adopte el tipo de vinculo que cada niño
establezca con sus figuras parentales, docentes, son algunos de los factores que
intervienen en este proceso, además de los de carácter orgánico.
Es necesario recordar que un diagnostico realizado durante la infancia no puede
reducirse a un simple etiquetamiento, mas aun, si ponemos en consideración los efectos
que esa etiqueta puede ejercer sobre cada niño.
Las teorías cognitivas han impactado en el ámbito de la saludad y la educación de la
mano del DSM IV, que han dado lugar al fenómeno que denominamos “patologizacion
de la infancia” de la misma manera que el incremento desmedido y alarmante de la
población infanto juvenil de tratamientos a base de psicofármacos que caracteriza el
fenómeno asociado de la medicalizacion, acompñado de programas de adiestramiento
de la conducta.

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