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$Un joven vende su riñón a cambio de un 'p(one ) un 'pad*

+CNN M,-ico 2"#2

Estas son las noticias 0ue escuchó(amos en estos tiempos. Es incre1!le como
sobrevaloramos cosas tan pe0ue&as como un teléfono celular ) las preferimos sobre
cosas tan importantes ) vitales como lo son nuestra salud nuestros ami3os nuestra
familia e incluso (asta la vida.

Mal Uso De Los Celulares

La comunicación es un proceso vital para el desarrollo individual y de la sociedad.


Actualmente se han multiplicado en gran número las posibilidades de comunicación a
distancia, y uno de los medios más populares y con más difusión en el mundo es el
teléfono celular.

La red de telefonía móvil o celular consiste en un sistema telefónico, que mediante la


combinación de una red de estaciones transmisoras-receptoras de radio (estaciones
base) y una serie de centrales telefónicas de conmutación, se posibilita la
comunicación entre terminales telefónicos portátiles (teléfonos móviles) o entre
terminales portátiles y teléfonos de la red fija tradicional. El teléfono móvil o celular,
es un dispositivo de comunicación electrónico con las mismas capacidades básicas de
un teléfono de línea telefónica convencional. Además de ser portátil, es inalámbrico al
no requerir cables conductores para su conexión a la red telefónica.

Las razones por las que hablamos sobre este tema son porque ya se ha vuelto
indispensable el tener un celular y la mayoría de las personas tienen uno, pero el que
lo tengan y puedan usarlo no quiere decir que lo sepan usar en todo momento como
por ejemplo al manejar o en clase.
De acuerdo con el informe "Midiendo la Sociedad de la Información", divulgado hace
poco por la UIT-Unión Internacional de Telecomunicaciones, seis de cada diez
personas en el mundo utilizan teléfono móvil celular. Esto significa que el 60% de las
personas que habitan el planeta poseen un aparato telefónico móvil. Si se tiene en
cuenta que la población ronda por los seis mil millones de personas, se infiere que en
el mundo, en un instante, hay 3.600 millones de celulares. De acuerdo con recientes
cifras de la Comisión Nacional de Regulación de Telecomunicaciones (CRT), en
Colombia hay más de 32 millones de celulares, para una población de 46 millones de
habitantes, lo que representa casi el 70%. Como quien dice, estamos por encima de la
media mundial.

Medio siglo atrás, era impensable que, a través de una pequeña pantalla en la palma
de la mano, podria ser capaz de transmitir en vivo una llamada.

En esta era de la globalización el uso de estos aparatos está vez más extendido y con
ello, no ha falta las posturas que señalan las consecuencias de abusar con el tiempo
que pasamos con los móviles

Un aparato multiuso

Hace cincuenta años, para leer el periódico, habia que comprar el diario impreso. Si
queriamos escuchar una canción, teníamos que tener una radio, o si queriamos
trabajar en la redacción de algun documento, teniamos que poseer una máquina de
escribir.

Es decir, el rango de actividades, ya sea de ocio, aprendizaje, o de trabajo, siempre


exigia una multiplicidad de objetos y de situaciones a las cuales habia que adaptarse.

Hoy día, todo eso fue puede ser consensado a través de un solo aparato que se ha
convertido, practicamente, en el símbolo de estas nueva era globalizada

La polémica. ¿Prohibir o no el uso de los teléfonos en las escuelas?

Se trata de una medida que es constantemente debatida en el ámbito estudiantil.


Está claro que los celulares, pueden llegar a ser un verdadero factor de distracción
para el desarrollo de las clases, sin embargo, tampoco se ha demostrado en forma
fehaciente que su no uso pueda ayudar a mejorar la atención del alumno.

¿Ante tal situación, qué medidas se pueden tomar?

En un estudio realizado por la London School of Economics, y publicado en CNN, se


realizado una investigación, aquellas escuelas que han adoptado la prohibición en el
uso de celulares, han demostrado que sus alumnos tienen mejores rendimientos a nivel
académico.

Los investigadores Richard Murphy y Louis-Philippe Beland,


afirmaron “descubrimos que el impacto de prohibir los teléfonos a estos estudiantes
equivale a una hora adicional de clases por semana, o a aumentar el año escolar en
cinco días. Los resultados indican que los peores estudiantes son más propensos a
distraerse con los teléfonos móviles, mientras que los más brillantes son capaces de
enfocarse en las clases independientemente de las políticas de uso de teléfonos”,

Sin embargo, la posición es mixta. En otros estudios, se han reportado experiencias


positivas en el uso de los telefonos como una herramienta de aprendizaje.

Ana María Sánchez, una docente de Argentina, explica que "Los chicos tienen otras
formas de socializarse, utilizan los celulares para comunicarse o jugar. ¿Por qué no
aprovechar entonces esta herramienta para que descubran que pueden hacer otras
cosas con ella? Por ejemplo, entrevistas, fotografías, edición de videos educativos,
afiches, diseño gráfico, animación, filmar el proceso de aprendizaje en un laboratorio
durante la clase de Biología, etcétera. Son muchas las aplicaciones que pueden utilizar
con la orientación de un docente, y los chicos desconocen ese potencial"
La esclavitud del celular

+El uso excesivo de celulares se ha convertido en la pesadilla de adultos, niños y adolescentes. Más del 60%
de la población tiene un celular, en los jóvenes de entre 12 y 24 años sube a más del 90 %.
La esclavitud de la comunicación continua ocasiona un importante gasto mensual para millones de familias.

Actualmente, el creciente mercado de los teléfonos celulares está siendo dirigido a los niños y adolescentes,
con el pretexto de facilitar la comunicación entre la familia.
Los niños y adolescentes exigen que el celular reúna ciertas características, por ejemplo: que permita enviar
mensajes multimedia, leer archivos mp3, que tenga cámara y sea ultra pequeño, a fin de sentir que pueden
competir con el resto de sus amigos.

La adicción
Los adictos al celular sienten la necesidad de estar siempre ubicables. Además, lo usan para evitar los
tiempos muertos del transporte diario, trabajar desde todo lugar y hasta para hacerse notar. Muchas personas
consideran a su teléfono móvil «como un ser humano», porque es un objeto que simboliza "contacto, amistad
y atención".
El estudio de Digital Lab, que pretende investigar sobre los hábitos en el uso de los celulares, advirtió que esta
adicción afecta más a las mujeres que a los hombres. El 82,5% de las mujeres sufre de algún síntoma de esta
adicción mientras que sólo el 69,8% de los hombres. También se ha asociado con ausencia de buen juicio
social y pobre control de impulsos.

Los síntomas más comunes son:


· Sensación de susto o alarma si se te olvida en el hogar o en el carro.
· Sensación de que algo malo va a ocurrir porque no lo tienes.
· Escucharlo sonar aun estando dormido o teniéndolo apagado.
· Tendencia a sustraerlo de tu bolso o bolsillo para ver si es tuyo el que suena, cuando estás en grupo.
· Utilizarlo como “método de aislamiento social”, por temor a las multitudes, hablando con el sólo propósito
inconsciente de evadir la comunicación real con otras personas.
· Realizar llamadas y enviar mensajes sin una razón específica.

Los adictos a los celulares hablan en voz demasiado alta y constantemente deben demostrarse que están
vivos a través de conversaciones sin sentido e innecesarias, muchos sufren de depresiones severas.
Mientras que otras personas simulan que hablan aun con el teléfono apagado, para sentirse importantes.
Son los adictos al móvil, una dependencia que incluso lleva a algunos de los pacientes a robar para poderse
costear las llamadas.
La dependencia del móvil crea un auténtico caos entre los adictos.
Como no saben vivir sin el celular, compran varios y tienen los últimos modelos.

Remedios y soluciones:
El móvil no es nocivo si se utiliza racionalmente.
Primero debemos reencontrar el ritmo de vida propio y aprender a valorar la soledad y el silencio. Segundo,
hay que saber decir no y filtrar las conversaciones.
Los padres de familia no deben fomentar su uso, comenzando por dar el buen ejemplo, ya que son ellos los
que deben propiciar un uso crítico que ayude al joven a entender que debe relacionarse más allá de los
aparatos tecnológicos y a impedir que éstos condicionen sus necesidades.
Los que buscan ayuda serán siempre "una minoría fuera de lo común", pero son los primeros en resistirse a la
esclavitud digital.

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