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Por qué se produce?

El tendón rotuliano, que es el encargado de extender la rodilla y de saltar.


Cuando realizamos alguna de estas actividades deportivas, el tendón se
estira y encoge como una goma.

 Hay muchas causas que provocan dicha tendinopatía. Lo más


frecuente es que sea el resultado de prolongadas y repetidas
sobrecargas mecánicas. Los cambios que se producen en el espesor
del tendón son debidas, al comienzo del proceso, a microrroturas
que provocan el deterioro del colágeno y conllevando a la
producción de la fibrosis (tejido de cicatrización). El colágeno es un
elemento fundamental del tendón y es responsable de la mayoría de
las propiedades de los tendones como es la capacidad de adaptación
al esfuerzo y la elasticidad. Si se produce la fibrosis, el tendón deja
de ser una "goma elástica" para convertirse en una "cuerda", con la
consiguiente peor adaptación al esfuerzo que en su estado natural.
La lesión se suele producir con más frecuencia en la unión del
tendón con el polo inferior de la rótula, aunque la parte
fundamental del tendón quede intacta. Esto se denomina entesis del
polo inferior de la rótula y supone el 90% de la patología que asienta
sobre el tendón rotuliano. No hay que olvidar la tendinitis que afecta
a los jugadores jóvenes que es la que asienta en la unión del tendón
anterior de la rodilla con la tibia, lo que fue descrito hace años como
el síndrome de Osgood-Schlatter, y en ocasiones se aprecia un
"bulto" en la parte inferior de la rodilla, correspondiente a la unión
del tendón-hueso que se hace muy prominente y dolorosa sobre
todo en períodos de crecimiento, pasando a ser asintomática
cuando el crecimiento cesa tras la adolescencia. Suelen ir asociadas
a la frecuencia e intensidad de ejercicio y ocurren en el 50% de los
niños que practican deporte. Además cuando se produce un pico de
crecimiento entre los 6 y 14 años, los tendones y músculos no se
adaptan de la misma manera, provocando una tensión importante
en la unión tendón-hueso. Las más frecuentes son la enfermedad de
Osgood-Schlatter o inflamación del tendón rotuliano en la rodilla,
enfermedad de Sever que es el dolor en el talón de los corredores o
futbolistas, y de Iselin, que es la inflamación de la base del quinto
dedo del pie. Esa zona en crecimiento suele ser más blanda y por
tanto más sensible a las tracciones de tendones tan importantes
como el rotuliano o el Aquiles. Si debido al ejercicio, se producen
continuas tensiones en la inserción del tendón, es como si esa unión
tendón-hueso se despegara del hueso, dando lugar a un dolor que
en ocasiones es muy limitante y la aparición de un "bulto" justo
debajo de la rodilla, signo típico del Osgood Schlatter.

Las causas por las que se producen estas lesiones van estrechamente
relacionadas con las características del entrenamiento, la frecuencia,
duración, intensidad, el tipo e idiosincrasia de la competición y a superficie
de juego, entre otros se consideran los factores extrínsecos o que no
dependen del jugador. Pero hay otras particularidades que dependen del
propio jugador y su morfología como, por ejemplo, las alteraciones del eje
del aparato extensor como cuando las rodillas se encuentran en posición de
X o genu valgo, o cuando la forma de las piernas tiene aspecto de
"paréntesis" o genu varo. Rótulas grandes o rótulas demasiado altas hacen
que los tendones de la rodilla estén demasiado alargados y sufran latigazos
y movimientos rotatorios forzados cuando se realiza el salto o los giros.

En los últimos años la frecuencia de este tipo de lesiones se ha disparado


debido al incremento de frecuencia e intensidad de los entrenamientos y un
ritmo de competición más exigente y extenuante. Las roturas del tendón
rotuliano no son tan infrecuentes durante la práctica del fútbol y el
mecanismo para que esto suceda es el mecanismo de la impulsión cuando el
jugador va a saltar; en este caso, el tendón se rompe limpiamente. Pero
cuando hay una caída o un traumatismo sobre la rodilla, se produce un
arrancamiento del tendón con la pastilla ósea correspondiente.

Prevención

Se puede prevenir la aparición de la tendinitis de rodilla. Es importante la


realización de ejercicios excéntricos con goma elástica para que el tendón
se acostumbre de una manera más progresiva y fisiológica a las tracciones.
Puede ser interesante el uso de una cincha infrapatelar. Es como un
brazalete que se sitúa alrededor de la rodilla para que las cargas se trasmitan
justo hasta dicha cincha y la zona inflamada no reciba impactos.

Tratamiento

En el caso de la lesión Osgood Schlatter, recomendamos sobre todo


paciencia a los padres y a los niños. El primer paso es el cese de las
actividades que han provocado la lesión. Sin embargo, esto no implica
hacer otros deportes que no sobrecarguen el tendón. Recomendamos la
elíptica como máquina o ejercicio de poco impacto y no queremos perder la
forma física, la piscina pero siendo muy cuidadoso con los ejercicios, por
ejemplo, evitando la braza. Lo normal es que la sintomatología ceda pero
que pueda reactivarse al retomar los entrenos con intensidad. Es importante
saber que la clínica desaparece cuando el crecimiento óseo esté más
desarrollado y cercano al cierre. En el caso de los adultos, puede haber
detrás una tendinitis rotuliana en toda regla.

El frío local y los antiinflamatorios, ya sean locales u orales, están


indicados durante al menos 7 días. Es importante continuar con tratamiento
rehabilitador. Este debe ir orientado, básicamente, a reducir la inflamación
y el dolor. Se pueden utilizar diferentes tratamientos como EPI, TECAR,
onda corta… Además, el fisioterapeuta nos indicará una rutina de ejercicios
excéntricos destinada a readaptar el tendón rotuliano a los nuevos
esfuerzos, a preparar el tejido para que responda sin sobrecargas.

En el caso que con este tipo de tratamiento, la situación no mejore y, en


cuanto comenzamos la actividad física se produce una recaída, estaría
indicada la realización de infiltraciones con plasma rico en factores de
crecimiento. Esta terapia biológica muy de moda, consiste en la extracción
de sangre al paciente, centrifugarla separando las células sanguíneas que
reparan, las plaquetas, del resto de células como las que transportan
oxígeno, activarlas mediante la aplicación de cloruro cálcico, e infiltrarlas
en los alrededores del tendón. De esta manera se consigue activar la
reparación completa del tendón por tejido de cicatrización de calidad. Esto
debe ser repetido en un par de ocasiones durante dos o tres semanas. Se
suele conseguir una remisión completa de la sintomatología y el deportista
debe ir progresando, poco a poco, en su disciplina deportiva.

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