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INSTRUMENTOS ADECUADOS

Podemos pensar en como un guitarrista para cada canción elige una guitarra en
específico. Cuándo las elige piensa en la forma de su caja, en sus micrófonos, su
madera para elegir de entre todas las guitarras eléctricas no la mejor del mundo, sino
la más adecuada para el momento. En caso de elegir una guitarra acústica piensa en
sus tipos de cuerdas, su tamaño, su madera, su sonido... ¿Hay guitarras con sonido feo?
Hay un guitarrista famoso que, para una canción, eligió su guitarra mas vieja con un
sonido totalmente imperfecto con trasteos irregulares y madera barata para una
canción en específico. Teniendo muchas guitarras y la posibilidad económica para
comprar la que quisiese eligió esa vieja guitarra. Porque no eligió la mejor que tenía,
sino la adecuada para el momento.

Podemos pensar en esos productores musicales exploradores que no paran


hasta encontrar el sonido que tienen en sus cabezas. Productores que aveces recurren
a flautas baratas o xilofones de juguetes por ser quienes contienen ese sonido que
tienen en sus cabezas, el sonido que consideran adecuado. Productores que no tiran ni
venden sus micrófonos mas viejos porque saben que los pueden volver a usar cuando
sea el momento adecuado.

Y acá estamos nosotros, voces de distintos registros y colores. Con mayor o


menor control de afinación. Con más o menos técnicas de respiración que otros. Con
ideas de armonización distintas. Músicos con estilos distintos para tocar. Que tienen
criterios diferentes para improvisar. Que tienen estilos diferentes para hacerlo. ¿Hay
alguien que sea el mejor? ¿Hay alguien que tenga que lucirse siempre? No, no funciona
así ni en la música litúrgica ni, como vimos, en la música del mundo. Siempre, a la hora
de la interpretación, se eligen no solo los instrumentos adecuados, sino también los
arreglos adecuados, los coros adecuados, la fuerza o dinámica adecuada, las
repeticiones adecuadas, etc. Pero... ¿Cómo saber qué es lo adecuado?

Por eso te pedimos Señor que Tú elijas todo eso, sé nuestro productor musical.
Indícanos, inspíranos en las dinámicos, en los arreglos, los coros, los fraseos, las notas,
las repeticiones y en todo lo que sea necesario para que tu voz viaje a travéz de todo
ello. Nosotros seremos sólo instrumentos, como las guitarras de trasteos irregulares y
maderas beratas nombradas anteriormente. Éstos somos los intrumentos a Tú
disposición, úsanos como quieras, haremos Tú voluntad. Afínanos en la tonalidad que
toques y toca la canción que quieras. Que tu Espíritu sople dentro nuestro y sonemos,
tal como funciona un instrumento de viento. Y mantenos siempre la humildad
teniendo en cuenta que éstos talentos no son propiamente nuestros sino que son un
regalo Tuyo pensado para éste mismísimo momento.

Amén.

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