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2.2. ¿Qué función desempeña la religión?

A lo largo de la historia de la filosofía se han dado variadas respuestas al origen

del fenómeno religioso, la gran mayoría de estas respuestas están más o menos

ligadas a algún sistema de pensamiento filosófico, bien sea el marxismo, bien

sea el hegelianismo. Veamos entonces estas respuestas.

2.2.1. Explicación de los fenómenos naturales.

Según esta teoría, la religión se originó al tratar de hallar respuesta a los

fenómenos naturales que amenazaban al ser humano en los albores de la

humanidad. Es decir que la religión surgió en tiempos en que la ciencia esta poco

o nada desarrollada, por lo tanto el ser humano se vio obligado a recurrir a

elementos mágicos y agentes demoniacos para explicar la mayoría de estos

fenómenos, esto dio origen a la formación de conceptos religiosos y por ende a

la religión misma.

Desde este punto de vista, la religión llega a su total caducidad con la llegada de

la ciencia. Este es el punto de vista sostenido por Augusto Comte (1798-1857) y

el positivismo. Comte popularizo esta idea al distinguir distintos estadios en el

desarrollo de la humanidad y oponer mutuamente al estadio primitivo o religioso

con el positivo o científico. Esta idea, de que la religión quedo relegada con el

mayor desarrollo de la ciencia, es la que más arraigo tiene en el imaginario

popular.

2.2.2. Obligación moral.

Hay quienes ven en la religión un fundamento a la acción moral del ser humano.

Desde este punto de vista debemos obrar moralmente porque es un mandato

divino. La religión llega a ser entonces una justificación vertical de la moral:


debemos obrar bien a raíz de una serie de recompensas y castigos de origen

divino.

Según Grondin,

El fenómeno religioso se explica aquí a partir del sentimiento moral, al que se lo


considera más originario y auténtico que aquél. No se dice esto siempre para
desacreditar la religión: pensadores como Rousseau y Kant dirán que los
mandamientos morales puede ser vistos como mandamientos divinos, pero que
su origen es puramente moral. El sello divino les confiere una dimensión de
esperanza, que sería algo así como una plusvalía, sobreañadida a la moral.
(2010, p. 42).

2.2.3. Justificación del orden social establecido.

Una tercera teoría ve en la religión un intento de justificar el orden social y político

establecido. Es decir, la religión tiene como función principal justificar el papel y

la función de los gobernantes (reyes, condes, obispos, ministros, alguna casta

particular, etc.). Esta manera de entender la funcionalidad de la religión es, ante

todo, una crítica a la misma. Esta teoría la encontramos principalmente en

Nietzsche, Spinoza y principalmente en Marx, quien entiende la religión como

una ideología cuya meta es la de alienar al ser humano. Según Marx, la crítica a

la religión como alienación es la crítica a la realidad social alienante que produce

la religión. En palabras de Marquinez:

Para Marx no cabe duda de que la religión no responde a necesidades humanas


reales, sino a un sistema en que las más elementales necesidades materiales
quedan insatisfechas en aquellos que producen la riqueza. Es el sistema carente
de corazón el que necesita ideológicamente de la religión, no el hombre en sí
mismo. La religión es reflejo y evasión de un mundo carente de racionalidad, el
síntoma de una enfermedad social: la pobreza fruto de la explotación. Por lo
mismo, la lucha contra la religión es la lucha contra ese mundo que produce la
religión. (1986, p.53).
Si la religión no es más que una justificación del orden social y político existente,

la misma acabaría una vez que logremos derrocar dicho orden y establecer uno,

donde las necesidades básicas humanas sean satisfechas sin la mediación de

fuerzas sobrenaturales.

2.2.4. La angustia frente a la muerte.

Por ultimo diremos que hay quienes ven en la religión una respuesta a la angustia

que genera la muerte y por consecuencia a la finitud humana y la nada que

supone el cesar de existir. Uno de los que más argumentaron a favor de esta

funcionalidad del fenómeno religioso para quien “la religión, en el fondo, es una

solución ilusoria al complejo de impotencia, debilidad e indefensión que

experimenta el hombre” (Marquinez, 1986, p. 59).

La esperanza en “una vida después de la muerte” le daría al ser humano

indefenso, la seguridad de que aun en la muerte su existencia se prolongara en

un estado idílico donde “no habrá llanto, ni tristeza, ni dolor”.

Sin embargo esta teoría falla al no reconocer la variedad en la que se presenta

el fenómeno religioso. Grondin considera que no todas las formas de religión se

ajustan a una esperanza después de la muerte debido a que

Ciertas formas de budismo exaltan preferentemente la desaparición de la


individualidad en la serenidad del nirvana, y las formas más antiguas de
judaísmo, así como de otras religiones, no parecen conocer la idea de otra vida
después de la muerte. (2010, p. 44)
Estas son, entre otras, algunas de las teorías que explican el origen de la religión

y la función que la misma desempeña. Por lo que ahora se hace necesario definir

en si qué es la religión y cuáles son sus características principales.

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