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iscurso Inauguración Edificio y Dependencias

DISCURSO INAUGURACIÓN EDIFICIO Y DEPENDENCIAS


Señor Decano Luis Núñez Vergara
22 de mayo de 2013.

La historia de las instituciones se construye a partir de los sueños de sus miembros.


Por ello, el motivo que nos congrega hoy, es la celebración de un sueño hecho
realidad, de un hito en la historia de la Facultad de Ciencias Químicas y
Farmacéuticas.
Dado que toda celebración es un acto social, de una alegría compartida, esta
celebración se transforma también en un momento de reencuentro, no solo con
nuestra historia, sino con nuestros amigos. Por ello, quiero hacerles llegar a cada uno
de Ustedes mi profundo agradecimiento por acompañarnos en esta jornada tan
significativa en la historia de la facultad.

La historia de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de


Chile ha sido construida a partir del impulso vital entregado por diferentes
generaciones de académicos, funcionarios y tantas generaciones de estudiantes que
han abrazado nuestros muros con tal fuerza que la han transformado en parte de su
vida.
Nuestra facultad es heredera del amor por la química de nuestros pueblos originarios
y de españoles. Ese germen por la búsqueda del conocimiento químico de nuestras
plantas nativas para sanar enfermedades, es el que alimentará la creación del curso
de Farmacia en el Instituto Nacional y, más tarde, la creación de la Facultad como
parte de nuestra Universidad de Chile.
Tal vez, ese amor por la química heredado de nuestros mapuches y españoles es lo
que ha modelado parte de nuestro ethos, que define la forma tozuda, aventurera y
valiente con la que enfrentamos la vida y, en particular la vida universitaria.
Muchos de Ustedes recordarán los grandes esfuerzos que era necesario realizar para
cumplir las actividades académicas llevando a cabo un aventurero periplo por casi
medio Santiago. Desde Vicuña Mackenna a Olivos, desde Olivos a la Plaza Ercilla en
el Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y
finalmente antes que terminara el día alcanzar a llegar a una clase en la Facultad de
Medicina. A, por si ello no fuera suficiente, nuestra biblioteca estaba en una casona en
calle Arturo Buhrle con Ramón Carnicer. De hecho hubo un año en que las
actividades docentes debimos realizarlas en el edificio del Museo de Bellas Artes.
Si vivir la academia con alegría bajo tales circunstancias no fuera suficiente desafío,
nuestra Facultad debió, y digo debió, porque espero no vuelva a repetirse,
sobreponerse en su historia a tres incendios los años 1919, 1983 y el más voraz de
todos que tuvo lugar el 2 de Julio de 1992 que destruyó gran parte de nuestro Edificio,
con daños avaluados aproximadamente en 23 millones de dólares. Sin embargo, a
pesar de estas circunstancias siempre nuestra comunidad se ha levantado con
renovada fuerza para seguir construyendo un nuevo día en nuestra historia.
Quien mejor que nosotros para entender que esta destrucción era solo un evento de
transformación de la materia que nos daba la oportunidad para transformarla en
energía de cambio, de renovación para construir un futuro mejor.

De este modo, todas estas vicisitudes fueron alimentando con un incontenible impulso
vital el sueño de estar reunidos en un solo campus. Un sueño, que se transformaba
en una espera que anhelaba la llegada de ese momento mágico que a veces se
transformaba más bien en una experiencia mítica por los tantos tropiezos que surgían
en nuestro camino.

Por ello, este momento también nos revela que el destino no es simple casualidad, ya
que, este proyecto es el resultado natural de muchos acontecimientos encadenados
por la historia, donde a los hechos naturales, se le suman la actuación decisiva y
mancomunada de tantas personas que hicieron suyo este sueño. Como no recordar
una reunión, en la cual, luego de analizar las dificultades que enfrentaba la ejecución
de este proyecto, el Rector Pérez nos responde con decidido liderazgo que él también
se hace parte de este sueño. Así, nuestro Rector estuvo junto a nosotros en cada una
de las etapas de este proyecto.

Muchas veces he dicho que a las instituciones las hacen las personas y, este
proyecto, viene a confirmar que su levantamiento obedece también a una concepción
que valora la riqueza de su gente, porque son ellas, en definitiva, quienes le dan valor
y vida a cada nuevo muro de este campus.
De hecho, este sueño comenzó a plasmarse a partir de un proyecto académico que
fue consolidándose en el tiempo. Proyecto, que nace de la visión institucional de
posicionar a esta Facultad como un centro universitario de excelencia cuyo quehacer
académico la proyecte como referencia en la docencia de pre y posgrado. Donde sus
talentos científicos la posicionen como líder en la creación de conocimiento, de
manera tal, que sus investigaciones estén orientadas al desarrollo del país.
Lleno de orgullo, por mis académicos, funcionarios y estudiantes puedo afirmarles que
gran parte de esta visión se ha hecho realidad, a través, del cumplimiento de una
misión inspirada por el afán de hacer las cosas bien, que se materializa en un
pregrado de gran prestigio, destacado por egresados y empleadores; por un posgrado
que entrega a la comunidad científica nuevos y mejores líderes para el cultivo de las
ciencias y, una actividad de investigación cada vez más vigorosa en productividad y
originalidad en el ámbito químico, que como facultad nos destaca en el ámbito
nacional y nos abre puertas en la comunidad científica internacional.

Ciertamente, el presente es efímero y circunstancial, sin embargo, días como el de


hoy, uno quisiera que se prolongara en el tiempo, para poder disfrutarlo en toda su
real extensión. No obstante ello, si existe una forma de hacerlo presente en el tiempo
como un constante reencuentro. Eso lo podemos lograr, transformando este momento
en una permanente invitación a construir un nuevo futuro. Un futuro donde este nuevo
campus, con sus nuevas edificaciones, sea la fuente que haga brillar todas las
virtudes y talentos de cada miembro de esta comunidad, amalgamada por fuertes
lazos de amistad y fraternidad.

De esta manera estamos abriendo las puertas de una nueva etapa en la historia de
esta facultad. Una etapa que la enfrentaremos alimentando una prolífica actividad
creativa e innovadora. Asumiremos el desafío de transformarnos en una comunidad
dinámica, que en lugar de adaptarse a los cambios y exigencias de la modernidad,
sea capaz de proponer nuevas ideas y de impulsar cambios para liderar el futuro, una
comunidad que inspire a través de su enseñanza, una comunidad universitaria que
sea un libro abierto del cual todos puedan aprender, creando fuertes lazos con
nuestra sociedad, en especial con nuestros vecinos de la Comuna de Independencia,
creando un espacio de campus abierto a toda la comunidad, para llevar así a cabo, la
misión de ser parte de una Universidad Pública comprometida por el bien común que
busca un bienestar basado en aquellas ricas virtudes que enriquecen y fortalecen
nuestra república.

No puedo negarles que al contemplar este nuevo campus y vivir esta ceremonia junto
a todos Ustedes me sobrecoge.
Quisiera, en este momento tan especial agradecer a todos los que hicieron realidad
este sueño. De manera especial, quisiera mencionar a los académicos Señor Patricio
Navarrete y Señor José Romero, quienes agregaron muchas horas adicionales a su
carga académica normal al desarrollo y ejecución de este proyecto. También quiero
agradecer de manera especial al Vicedecano Señor Arturo Squella con cuyo apoyo
hemos podido enfrentar de manera exitosa los logros de esta administración.

En este momento me embarga un profundo sentimiento de agradecimiento por


nuestros académicos, personal de colaboración y estudiantes quienes durante la
construcción de esta obra soportaron grandes limitaciones. Ustedes, ciertamente, se
merecen esto y mucho más.

Quisiera agradecer a Dios por haberme puesto en esta circunstancia tan especial, en
la cual, asumo con orgulloso honor el representar a toda una comunidad, a los que
han formado parte de esta facultad y que son parte de su historia y a los que
actualmente le dan vida a esta facultad, en el momento del corte de cinta que
inaugurará esta nueva infraestructura. El corte de cinta representará no solo la
cristalización de un sueño, sino que simbolizará un momento de unión de los anhelos
de nuestro pasado con la riqueza de nuestro presente y las esperanzas por un futuro
mejor, fieles a nuestro compromiso de cumplir con renovada calidad la misión que nos
demanda nuestra Universidad y nuestro país".

Muchas Gracias

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