DISCURSO SOBRE EL ALCOHOL Y LAS DROGAS EN LOS JOVENES

Muy buenos días, profesora, compañeros, soy el alumno Jhonatan Varaona Ruiz del primer semestre
de la escuela en Economía Agraria y estoy aquí para hablarles sobre un tema que cada vez es más
común en las familias “El alcoholismo y la drogadicción “para comenzar quisiera recordarles la frase
del escritor Carlos Cuauhtémoc Sánchez que en su obra En Pie De Guerra dice: “Consumir drogas es
como darle alojamiento a un asesino en nuestra casa. Aunque duerma, sabes que en la noche puede
despertar…” seguido quisiera recordar, que no voy a mencionar que tipo de drogas existen, cuales
son las más costosas, cuales son más consumidas en mayor o menor cantidad. Solo quiero señalar
el grave problema que implica en nuestra sociedad y más aún cuando está afectando a los futuros
constructores de nuestro país: Los jóvenes y adolescentes.

Hoy en día el alcoholismo y la drogadicción en los jóvenes es un problema que está afectando
fácilmente a nuestro entorno social, cultural y familiar, el objetivo principal que me planteo al venir
y hablarles de esto, es lograr concientizar a ustedes jóvenes convencerlos que es un problema donde
estamos involucrados todos, o ¿ustedes no conocen a un amigo, familiar o conocido que esté
pasando por esta situación?, cuando uno habla del alcohol o las drogas es inevitable no relacionarlo
con la juventud, y acaso ¿Estamos equivocados en cometer esta acción? La respuesta es un rotundo
no, los jóvenes en la actualidad estamos considerados como el principal consumidor producto,
además de que daña nuestra salud, también suele convertir a los afectados en personas alejadas de
los demás, además una persona después de consumir alcohol o drogas pierde todo concepto de
moralidad y hace cosas que no debe hacer, cometen locuras y ni si quiera se dan cuenta del daño
que hacen a las demás personas porque pueden herir a alguien ya sea física o psicológicamente y
todo eso pasa sin darse cuenta.

Cuando llegamos a la adolescencia sufrimos muchos cambios y experimentamos nuevos trayectos

de la vida por lo que si se nos presenta un problema es fácil tomar la salida equivocada, es por ello
que los padres deben ayudar a sus hijos, más que nada comprenderlos y tratar de llevar una mejor
comunicación para que sean ellos quien los lleven por la salida correcta, y con respecto a las
influencias sociales, no falta el amigo que te diga, - Ándale métele un hit que no pasa nada, ¿vamos
por unas copitas?- pero recuerden que un NO puede ser esa salida correcta y bueno en este mundo
que se encuentra en crisis, donde cada vez más familias se encuentras divididas, donde la ley del
gusto y disgusto se ha vuelto una norma de la vida, muchos jóvenes ante la experiencia de sin
sentido, de frustración, en vez de enfrentar y responder al porqué de los que su interior percibe,
optan por “hacerse los locos” buscando mil maneras para huir de esa realidad que “incomoda”, y
claro nosotros como amigos, el problema es que contribuimos con el silencio, cuando lo que debemos
encontrar es la manera de ayudar y hablar si hay un problema, la salida más fácil ante los problemas
que enfrentamos los jóvenes siempre va a estar ahí como una tentación. Hoy para las personas que
se dedican a vender droga y alcohol no existen límites materiales ni morales para detenerse. Por eso
resulta urgente crear conciencia en los niños y los jóvenes del grave peligro en que pueden
encontrarse, ya sea por su ignorancia sobre el tema, por desorientación familiar o por cualquiera de
las causas antes mencionadas, para ello indiscutiblemente debemos trabajar todos en busca del
bien, yo les pido que recapacitemos y reflexionemos que estamos en una situación muy lamentable
si es verdad, pero también darnos cuenta que todavía estamos a tiempo de solucionarlo tal vez no
del todo pero cualquier acto voluntario hace la diferencia, y compañeros deben recordar que todo
tipo de uso ya sea poco o mucho se debe considerar como peligroso, puesto que no se puede predecir
quienes desarrollaran problemas serios. La clave es saber rechazarlos desde el inicio, pero el “decir
no” no es suficiente, esto es todo de mi parte y me despido con la frase de Miguel de Cervantes
Saavedra: “La senda de la virtud es muy estrecha y el camino del vicio, ancho y espacioso.” Gracias.

Jhonatan Varaona Ruiz 2018-109026