La respiración es el fundamento de toda técnica de canto, es vital para la emisión de la voz, ya

que el aire al salir de nuestro aparato respiratorio, es el que hace vibrar nuestras cuerdas
vocales, produciendo el sonido.

Si quisiera hacer una analogía diría, que el aire es como el combustible de la voz, y que si no
sabemos cargarlo y economizarlo (dosificarlo) adecuadamente, inevitablemente nuestra voz se
apagaría.

El mecanismo de la Respiración se lleva a cabo en 2 fases básicas:

1-La Inspiración o Inhalación. Cuando tomamos aire por nuestra nariz o boca. Existen 3
maneras de hacerlo. La manera en que lo hagamos determinara la cantidad de aire que
tomemos y luego la capacidad de controlar el flujo de aire saliente.

Estas son:

 Respiración alta o clavicular.

 Respiración media (intercostal) o Pectoral.

 Respiración baja (abdominal) o Costo-diafragmática, esta es la optima para el canto.

2-La espiración o exhalación. Que es cuando sacamos o dejamos salir el aire, y en el canto
esto debe ser de manera controlada, y tiene que ver con la encomia del aire, que no es más que
utilizarlo eficazmente, con el objetivo de que todo el aire se convierta en sonido.

Una buena respiración no solo nos provee de aire para la emisión de la voz, si no también nos
provee de oxigeno y elimina el CO2 de nuestro organismo, que produce beneficios que abonan al
desarrollo de una buena técnica de canto, como lo es, el de relajar nuestros músculos (Tensión
muscular, Estrés) que ayudan a producir un mejor sonido, y el de aportar oxigeno a nuestra
sangre y órganos, incluyendo nuestro cerebro, por lo que nuestra mente se vuelve más clara y
despejada, para una mayor concentración.

CIVISMO

Comportamiento de la persona que cumple con sus deberes de ciudadano, respeta las
leyes y contribuye así al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los
demás miembros de la comunidad.

la autogestión (que significa administración autónoma), también llamada (en el contexto de

un proceso de ejecución autónomo) proceso ejecutivo, es el uso de cualquier método,
habilidad y estrategia a través de las cuales los partícipes de una actividad pueden guiar el
logro de sus objetivos con autonomía en el manejo de los recursos. Se realiza por medio del
establecimiento de metas, planificación, programación, seguimiento de tareas, autoevaluación,
autointervención y autodesarrollo.
La autogestión pretende el empoderamiento de los individuos para que cumplan objetivos por
sí mismos, como por ejemplo dentro de los departamentos de una empresa (ver: esquema
matricial). Incluye varios aspectos de la organización, como la preparación personal para
asumir competencias1 y el liderazgo y los equipos o grupos de trabajo.2