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La Agencia de Prensa Análisis Urbano presentó el 9 de julio de 2018 el artículo titulado: ¿Quién o quiénes ordenaron desestabilizar la seguridad de Medellín? En este planteábamos que una poderosa banda de la ciudad -las autoridades la llaman Odín-, al perder muchos territorios, entre ellos Betania, estaría en el plan de retomar militarmente los territorios perdidos y que cayeron en manos de otras bandas.
Invitábamos a la institucionalidad, en cabeza de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, del general Gómez Heredia, comandante de la Meval, y de Raúl Humberto González Flechas, director Seccional de Fiscalías de Medellín, a que dijeran públicamente quién o quiénes ordenaron desestabilizar la seguridad de Medellín.
La respuesta no se hizo esperar. El alcalde planteó quiénes serían los responsables. Señaló específicamente a alias Douglas, alias Pesebre y alias Tom. Pidió públicamente a las autoridades correspondientes trasladar a varios de estos cabecillas, quienes desde los centros carcelarios estarían ordenando la retoma militar de la comuna 13 y desestabilizando igualmente otras zonas de la ciudad.
Y así ocurrió: alias Juancito, alias Pesebre, alias Lindolfo, alias Jhony Caca, alias Draculín y alias Cuero, entre otros, fueron a parar a otros centros de reclusión.
Apenas un momento después, la Agencia de Prensa Análisis Urbano recibió vía correo electrónico una comunicación directa, una carta, de Juan Carlos Mesa Vallejo, conocido como Carlos Chata o Tom. La carta también fue enviada a diferentes medios y en especial a Iván Duque Márquez, presidente electo de los colombianos; a Néstor Humberto Martínez, fiscal General de la Nación; a Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín; a Guillermo Durán, personero de Medellín; y a Luis Pérez, gobernador de Antioquia.
En la carta, titulada: “No estoy delinquiendo desde la cárcel, sigo buscando el acogimiento a la justicia colombiana”; Tom argumenta que varias veces ha expresado su voluntad de paz, incluso antes de su captura, cuando era uno de los miembros activos de la Dirección Colegiada de los Grupos Armados Organizados que actúan en el Valle de Aburrá y sus alrededores.
En otras palabras, se entendería que hizo una oferta de sometimiento o acogimiento desde una de las líneas de la Oficina del Valle de Aburrá, la denominada línea 80 o mayoritaria. Aquella misiva fue enviada al presidente Juan Manuel Santos y salió publicada en la revista Semana.
En la carta, alias Tom relata que el 24 de enero de 2018, ya estando detenido en la cárcel de La Picota, reiteró la intención de entrar a un proceso de acogimiento, al igual que la Dirección Colegiada de los Grupos Armados Organizados.
El 3 de abril de 2018 volvió a reiterar la petición, además ofreció la entrega de armas. Escribe que: “El proceso de paz con la insurgencia es fundamental, igual lo es el sometimiento o acogimiento de las AGC u otros grupos, también debe ser importante que se haga conmigo ya capturado y con los otros que siguen activos. ¿Para qué negarle el camino de la paz a quienes están por fuera de la legalidad?”.
Titlu original
“No estoy delinquiendo desde la cárcel”. Alias Tom se pronunció desde la Picota
La Agencia de Prensa Análisis Urbano presentó el 9 de julio de 2018 el artículo titulado: ¿Quién o quiénes ordenaron desestabilizar la seguridad de Medellín? En este planteábamos que una poderosa banda de la ciudad -las autoridades la llaman Odín-, al perder muchos territorios, entre ellos Betania, estaría en el plan de retomar militarmente los territorios perdidos y que cayeron en manos de otras bandas.
Invitábamos a la institucionalidad, en cabeza de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, del general Gómez Heredia, comandante de la Meval, y de Raúl Humberto González Flechas, director Seccional de Fiscalías de Medellín, a que dijeran públicamente quién o quiénes ordenaron desestabilizar la seguridad de Medellín.
La respuesta no se hizo esperar. El alcalde planteó quiénes serían los responsables. Señaló específicamente a alias Douglas, alias Pesebre y alias Tom. Pidió públicamente a las autoridades correspondientes trasladar a varios de estos cabecillas, quienes desde los centros carcelarios estarían ordenando la retoma militar de la comuna 13 y desestabilizando igualmente otras zonas de la ciudad.
Y así ocurrió: alias Juancito, alias Pesebre, alias Lindolfo, alias Jhony Caca, alias Draculín y alias Cuero, entre otros, fueron a parar a otros centros de reclusión.
Apenas un momento después, la Agencia de Prensa Análisis Urbano recibió vía correo electrónico una comunicación directa, una carta, de Juan Carlos Mesa Vallejo, conocido como Carlos Chata o Tom. La carta también fue enviada a diferentes medios y en especial a Iván Duque Márquez, presidente electo de los colombianos; a Néstor Humberto Martínez, fiscal General de la Nación; a Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín; a Guillermo Durán, personero de Medellín; y a Luis Pérez, gobernador de Antioquia.
En la carta, titulada: “No estoy delinquiendo desde la cárcel, sigo buscando el acogimiento a la justicia colombiana”; Tom argumenta que varias veces ha expresado su voluntad de paz, incluso antes de su captura, cuando era uno de los miembros activos de la Dirección Colegiada de los Grupos Armados Organizados que actúan en el Valle de Aburrá y sus alrededores.
En otras palabras, se entendería que hizo una oferta de sometimiento o acogimiento desde una de las líneas de la Oficina del Valle de Aburrá, la denominada línea 80 o mayoritaria. Aquella misiva fue enviada al presidente Juan Manuel Santos y salió publicada en la revista Semana.
En la carta, alias Tom relata que el 24 de enero de 2018, ya estando detenido en la cárcel de La Picota, reiteró la intención de entrar a un proceso de acogimiento, al igual que la Dirección Colegiada de los Grupos Armados Organizados.
El 3 de abril de 2018 volvió a reiterar la petición, además ofreció la entrega de armas. Escribe que: “El proceso de paz con la insurgencia es fundamental, igual lo es el sometimiento o acogimiento de las AGC u otros grupos, también debe ser importante que se haga conmigo ya capturado y con los otros que siguen activos. ¿Para qué negarle el camino de la paz a quienes están por fuera de la legalidad?”.
La Agencia de Prensa Análisis Urbano presentó el 9 de julio de 2018 el artículo titulado: ¿Quién o quiénes ordenaron desestabilizar la seguridad de Medellín? En este planteábamos que una poderosa banda de la ciudad -las autoridades la llaman Odín-, al perder muchos territorios, entre ellos Betania, estaría en el plan de retomar militarmente los territorios perdidos y que cayeron en manos de otras bandas.
Invitábamos a la institucionalidad, en cabeza de Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, del general Gómez Heredia, comandante de la Meval, y de Raúl Humberto González Flechas, director Seccional de Fiscalías de Medellín, a que dijeran públicamente quién o quiénes ordenaron desestabilizar la seguridad de Medellín.
La respuesta no se hizo esperar. El alcalde planteó quiénes serían los responsables. Señaló específicamente a alias Douglas, alias Pesebre y alias Tom. Pidió públicamente a las autoridades correspondientes trasladar a varios de estos cabecillas, quienes desde los centros carcelarios estarían ordenando la retoma militar de la comuna 13 y desestabilizando igualmente otras zonas de la ciudad.
Y así ocurrió: alias Juancito, alias Pesebre, alias Lindolfo, alias Jhony Caca, alias Draculín y alias Cuero, entre otros, fueron a parar a otros centros de reclusión.
Apenas un momento después, la Agencia de Prensa Análisis Urbano recibió vía correo electrónico una comunicación directa, una carta, de Juan Carlos Mesa Vallejo, conocido como Carlos Chata o Tom. La carta también fue enviada a diferentes medios y en especial a Iván Duque Márquez, presidente electo de los colombianos; a Néstor Humberto Martínez, fiscal General de la Nación; a Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín; a Guillermo Durán, personero de Medellín; y a Luis Pérez, gobernador de Antioquia.
En la carta, titulada: “No estoy delinquiendo desde la cárcel, sigo buscando el acogimiento a la justicia colombiana”; Tom argumenta que varias veces ha expresado su voluntad de paz, incluso antes de su captura, cuando era uno de los miembros activos de la Dirección Colegiada de los Grupos Armados Organizados que actúan en el Valle de Aburrá y sus alrededores.
En otras palabras, se entendería que hizo una oferta de sometimiento o acogimiento desde una de las líneas de la Oficina del Valle de Aburrá, la denominada línea 80 o mayoritaria. Aquella misiva fue enviada al presidente Juan Manuel Santos y salió publicada en la revista Semana.
En la carta, alias Tom relata que el 24 de enero de 2018, ya estando detenido en la cárcel de La Picota, reiteró la intención de entrar a un proceso de acogimiento, al igual que la Dirección Colegiada de los Grupos Armados Organizados.
El 3 de abril de 2018 volvió a reiterar la petición, además ofreció la entrega de armas. Escribe que: “El proceso de paz con la insurgencia es fundamental, igual lo es el sometimiento o acogimiento de las AGC u otros grupos, también debe ser importante que se haga conmigo ya capturado y con los otros que siguen activos. ¿Para qué negarle el camino de la paz a quienes están por fuera de la legalidad?”.