Iglesia

1. Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos. Mt. 18, 20
2. Pues nosotros somos templo del Dios vivo; así lo dijo él: habitaré entre ellos y caminaré
con ellos; seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 2 Cor 6,16
3. Un solo cuerpo y un solo espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que
habéis sido convocados. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio
de todos y está en todos. Ef 4, 4-6
4. El Señor dijo a Caín: ¿Dónde está Abel, tu hermano? Respondió Caín: No sé; ¿soy yo el
guardián de mi hermano? Gen 4,9
5. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Jn 20, 21
6. Cristo es la cabeza de la Iglesia. Col 1, 18
7. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que
yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos. Mt 28, 19
8. Cualquier cosa que hagáis sea sin protestas ni discusiones, así seréis irreprochables y
sencillos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una generación perversa y depravada, entre
la cual brilláis como lumbreras del mundo. Flp 2, 14-15
9. Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: Para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y
yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has
enviado. Jn, 1. 21
10. Y todo lo puso bajo sus pies y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su
cuerpo, plenitud del que llena todo en todos. Ef 1, 22
11. No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar
plenitud. Mt 5, 17
12. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del
infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los Cielos; lo que ates en la tierra
quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.
Mt 16, 18-19
13. Instituyó Doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar. Mc 3, 14
14. Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y
quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado. Lc 10, 16
15. Jesús se lo quedó mirando, lo amó y le dijo: “Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes,
dáselo a los pobres y luego ven y sígueme”. Mc 10, 21
16. Si un miembro sufre, todos sufren con él; si un miembro es honrado, todos se alegran con
él. 1 Cor 12, 26