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ingredientes activos que hay en esa planta, alimento o sustancia
natural porque esos sí pueden patentarse lo que ocurre es que
normalmente la eficacia del alimento o planta se debe a la sinergia de
todos sus componentes. Con lo que hoy asistimos impotentes al
hecho de que los grandes laboratorios prefieren patentar uno solo de
los principios activos de esa planta o alimento aunque sean
conscientes de que su eficacia es mucho menor que la del producto
natural entero. No pretenden, en suma, buscar y dar a conocer lo que
funciona sino sólo lo que funciona... y es patentable. Aunque sea de
mucho menor utilidad terapéutica.
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alimentos con la única diferencia de que el utilizado era de calidad
estándar para la investigación. Disuelto en una solución y colocado en
un cultivo de células cancerosas de ovario indujo la muerte de todas
las líneas celulares en las que fue probado. Y lo más importante: se
comprobó que induce la muerte de las células cancerosas tanto
mediante apoptosis -o suicidio celular- como por autofagia -se
consumen o atacan a sí mismas destruyendo el material
citoplasmático-. Además suprime las reacciones antiinflamatorias
vinculadas a su desarrollo.
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tamaño, momento en que fueron sacrificados para su estudio. Pues
bien, quince días después de que las células hubieran sido inyectadas
aparecieron 13 tumores entre los ratones del grupo de control y sólo
4 en el grupo al que se dio gingerol. Además los ratones que
consumieron gingerol registraron un menor tamaño medio en sus
tumores. A partir del día 49 todos los ratones del grupo de control
habían sido sacrificados debido a que el tumor había alcanzado el
tamaño previsto. Por contraste, 12 de los 20 ratones que
consumieron gingerol todavía estaban vivos ese día y el tamaño
medio de sus tumores era aproximadamente la mitad del tamaño
máximo aceptable.
Los estudios sobre el jengibre no son, por supuesto, los únicos que
corroboran las propiedades curativas de los alimentos. No hace
muchos meses, por ejemplo, la capsaicina -el ingrediente que
provoca el sabor picante del chile, una variedad del pimiento rojo
común- demostraba en el laboratorio tener capacidades
antitumorales en cáncer de páncreas. El estudio, realizado en la
Universidad de Pittsburg, demostró que la capsaicina provoca el
suicidio de las células de cáncer pancreáticas, que mueran por
apoptosis. El estudio fue presentado el año pasado ante la Asociación
Americana para la Investigación de Cáncer.
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Los ratones que recibieron capsaicina aumentaron los niveles de
proteínas asociadas con la apoptosis y sus tumores fueron
significativamente más pequeños que los del grupo control. El estudio
reveló que la capsaicina alteraba la función mitocondrial lo que
propiciaba la descarga de diversas proteínas apoptóticas sin afectar
en ningún caso a las células pancreáticas sanas.
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31 días los ratones tratados con PEITC presentaron tumores casi dos
veces más pequeño que los del grupo de control. Resultados que se
verían confirmados cuando en enero de este mismo año
investigadores de la Universidad de Rutgers (Nueva Jersey, EEUU)
hallaron que una combinación de cúrcuma -un ingrediente del curry-
y de fenetil isotiocianato era eficaz en cáncer de próstata. "El
resultado -aseveraría Ah-Ng Tony Kong, profesor de Farmacia- es
que el PEITC y la cúrcuma, solos o combinados, demuestran
cualidades de prevención del cáncer significativas en ratones de
laboratorio y la combinación de ambos podría ser eficaz para tratar
cánceres de próstata establecidos".
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pulmón en personas con una determinada estructura genética,
concretamente aquellas que tienen inactivos dos genes, el GSTM1 y
el GSTT1, encargados de proteger al organismo de ciertas toxinas.
El estudio sirvió para probar que las personas con niveles elevados de
isotiocianatos en la orina tenían un menor riesgo de padecer cáncer
de pulmón. Además se constató que la ingesta de brócoli disminuye
el riesgo de cáncer de colon en las personas que carecen del gen
GSTM1.
Los científicos estudiaron a 2.141 pacientes de cáncer de pulmón y a
2.168 personas sanas de Polonia, Eslovaquia, República Checa,
Rumania, Rusia y Hungría donde las verduras crucíferas son
habituales en la dieta. Una primera conclusión fue que los efectos
protectores frente al cáncer de pulmón eran directamente
proporcionales a la cantidad y frecuencia del consumo de hortalizas.
También se supo que los participantes con mayor ingesta de brócoli y
coles de Bruselas fueron los que tuvieron menor riesgo para el
desarrollo del cáncer de pulmón, a diferencia de los participantes que
consumieron otro tipo de hortalizas. De igual modo, el estudio
confirma la hipótesis de la importancia de la constitución genética de
cada cual. Así, se pudo comprobar que el efecto protector de las
hortalizas es superior en las personas que tienen niveles bajos de
GST en sangre porque corresponden a la ausencia de expresión de
los genes GSTM1 y GSTT1. Su conclusión fue que el consumo de
estos productos tiene un efecto protector contra esa dolencia en un
33% de las personas con el gen GSTM1 inactivo. En el caso del gen
GSTT1 el efecto protector en los pacientes que lo tenían inactivo era
de un 37% mientras que en personas con ambos genes desactivados
la protección alcanzaba el 72%.
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de tipo occidental parece modular el riesgo familiar de desarrollar
cáncer colorrectal presentando una interacción significativa con el
substrato genético"
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cumplir perfectamente ese papel. ¿Cuántos millones, sin embargo, se
han invertido en propiciar ensayos clínicos en esa dirección? Sin
comentarios.
Nuestro consejo es claro: lo primero que debería hacer todo enfermo
de cáncer es cambiar su dieta e ingerir las diversas sustancias
naturales cuyas propiedades anticancerígenas son conocidas.
Antonio F. Muro