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VIRGEN DE
GUADALUPE
Rosario a la Virgen de Guadalupe
EL SANTO ROSARIO
3. Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre Verdadero, Creador Padre y Redentor mío, por ser
Vos quien sois, Bondad infinita y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón haberos ofendido. También me pesa porque podéis castigarme con las penas del
infierno. Ayudado de vuestra divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta. Amén.
4. Ofrecimiento:
Acuérdate, ¡Oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya
sido desamparado de ti. Animado por esta confianza, a ti acudo, oh Madre, Virgen de
Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante tu
presencia soberana. Oh Madre de Dios, no deseches mis súplicas, antes bien, escúchalas
y acógelas benignamente. Amén
Primer Misterio
La Virgen de Guadalupe trae un mensaje de paz a su pueblo:
“Sabe y ten entendido, tú, el más pequeño de mis hijos, que soy yo la siempre Virgen Santa María,
Madre del verdadero Dios por quien se vive; del Creador, en quien está todo; y es Señor del cielo
y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo para en él mostrar y dar todo mi
amor, compasión, auxilio y defensa, pues yo soy su piadosa Madre”.
[Pedir a la Virgen María por todos aquellos que no la conocen y no la valoran como su Madre]
Segundo Misterio
Juan Diego comparte a la Virgen su humildad y su; pequeñez a los ojos de los hombres:
“Te ruego encarecidamente, Señora y niña mía, que alguno de los principales, conocido,
respetado y estimado, le encargues que lleve tu mensaje para que le crean, porque yo soy un
hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda.”
[Pedir a la Virgen que nos ayude a darnos cuenta del valor de la humildad y la sencillez de
corazón]
Tercer Misterio
María de Guadalupe escogió a Juan Diego por su sencillez y no por su sabiduría:
“Oye hijo mío, el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros a
quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad, pero es de todo punto
preciso que tú mismo solicites y ayudes y con tu mediación, que se haga mi voluntad”.
[Pedir a la Virgen que nos ayude a saber transmitir la palabra de Cristo a los demás]
“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige; no se turbe
tu corazón; no temas a esa enfermedad ni alguna otra angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu
Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo?
¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa, no te aflija la enfermedad de tu tío,
que no morirá ahora de ella. Está seguro de que ya sanó”.
[Pedir a la Virgen que, como Juan Diego, sepamos acompañar en la enfermedad, la angustia y el
dolor a los que están cerca de nosotros]
Quinto Misterio
María nos deja su imagen para recordarnos su ternura, su amor y su constante protección:
Juan Diego trajo a la Señora del Cielo las diferentes rosas que fue a cortar; las que, así como las
vio, cogió con sus manos y otra vez se las echó en el regazo diciendo: “Hijo mío, el más pequeño,
esta diversidad de rosas es la prueba y señal que llevarás al obispo, le dirás en mi nombre que
vea en ella mi voluntad y que él tiene que cumplirla. Tú eres mi embajador, muy digno de
confianza.”
[Pedir a la Virgen que, como Ella, sepamos escuchar y ayudar a nuestros hermanos]
Ahora te pedimos, por su intercesión amorosa, te dignes defender a nuestra Patria de todos sus
enemigos y conducir a la iglesia peregrina de México por el camino de la santidad, Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Guia: Dios te salve María Santísima, océano de gracias, manantial de misericordia, soberana
emperatriz del cielo y de la tierra. Dios te salve María Santísima, templo, trono y sagrario de la
Santísima Trinidad. Virgen concebida sin la culpa del pecado original.
Todos: Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te
salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este
valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos
misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh
clemente, OH piadosa, ¡OH dulce siempre Virgen María!
Guía: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar y gozar las
promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo, Amen.
Guía:
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros
santa maría, ruega por nosotros
Rosario a la Virgen de Guadalupe
Guía: Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las
promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo, Amen.
Guía: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te
dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, OH Virgen
gloriosa y bendita. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Todos: Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas y gracias de Nuestro Señor
Jesucristo. Amén.”
Santísima madre de Guadalupe, en este día yo…. Me consagro a Ti como verdadero hijo (a), te
consagro mi vida, mi salud, mi hogar, mis hermanos mi familia, mis trabajos, mis proyectos, mis
bienes espirituales y materiales.
Que sea una ofrenda viva y agradable para bendecirte en todo momento, que te imite con
humildad, que diga sí al plan de Salvación, que me comprometa a difundir tu devoción y a hacer
que muchos conozcan tu poder de madre intercesora, para que acercándose a Ti puedan
experimentar tu amor maternal y tu protección.
Te consagro lo que pienso, lo que digo y lo que hago, mi mente con sus pensamientos, mi corazón
con sus sentimientos, mi boca con sus palabras; te consagro, mi pasado, mi presente y mi futuro,
recíbeme buena madre y preséntame ante tu muy amado Hijo Jesucristo para que junto con el
Padre y el Espíritu Santo te bendiga y te alabe por toda la Eternidad. Amen
CANTOS
INVITAMOS A TODOS LOS PRESENTES A CANTAR LAS ALABANZAS A LA VIRGEN DE GUADALUPE
“OH Dios, cuyo unigénito Hijo, con su vida, muerte y resurrección, nos alcanzó el premio de la vida
eterna: concédenos, a los que recordamos estos misterios del Santo Rosario, imitar lo que
contienen y alcanzar lo que prometen. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.”
“Por estos misterios santos de que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡oh María!, de la Fe santa,
el aumento, la exaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto. Que el gentil conozca a Dios.
Que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Que los enfermos tengan la salud. Que en el
purgatorio logren las ánimas refrigerio. Y que este santo sacrificio tenga efecto tan completo en
toda la cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en el cielo.
Amén.”
Viva Jesús, viva María, viva la Gracia, muera el pecado. Viva Jesús Sacramentado. En el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amen.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón,
mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.