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ANTONIO JIMÉNEZ ORTIZ

¿CÓMO ANUNCIAR LA EXPERIENCIA CRISTIANA


A LA JUVENTUD ACTUAL?
La problemática que plantea a la educación y la pastoral la juventud
actual es muy distinta y mucho más compleja que la de tiempos pasa-
dos. El artículo que presentamos —condensado— a continuación se
ocupa de dicha problemática. A. Jiménez Ortiz ha publicado otros
dos artículos previos en los que ha abordado los aspectos psicológicos
y sociológicos del tema (La comunicación de la fe y el perfil huma-
no de los jóvenes de los noventa, Proyección 43 (1996) 134-152;
Los interrogantes que plantea la religiosidad juvenil, Proyección
43 (1996) 186-202). De ellos resumiremos lo que es de mayor inte-
rés para el tema que nos ocupa. Aunque el artículo parte del análisis
de la situación en España, lo que en él se dice es, con sus más y sus
menos, aplicable a otros contextos.

¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a los jóvenes de hoy?, Pro-


yección 44 (1997) 49-66.

Las estructuras sociales tradi- cumplir voluntariosamente las


cionales —familia y escuela— normas establecidas. Hoy ese
que garantizaban en España la modelo de comunicación de la fe
transmisión de la fe, no desempe- ya no funciona. Porque no tiene
ñan hoy la función que antaño en cuenta la realidad compleja de
ejercieron en la socialización reli- la fe como experiencia vital del
giosa de las nuevas generaciones. encuentro con Jesús de Nazaret,
La socialización cultural y la reli- el Señor.
giosa no coinciden hoy e incluso ¿Puede esta experiencia de
llegan a entrar en conflicto. La so- encuentro transmitirse? ¿No ha-
ciedad española ya no se siente bría que hablar más bien de me-
concernida por la tarea de anun- diación de la experiencia cristia-
ciar los contenidos de la fe y mo- na? Al conocimiento personal de
ral cristiana. los contenidos de la fe habría que
Esta situación nos ha obligado añadir la preparación del sujeto
a reconocer que la transmisión para acoger consciente y libre-
de la fe no constituye una simple mente la presencia de Dios en su
información o un adoctrinamien- vida. La mediación de la experien-
to. Durante siglos la fe se ha tras- cia cristiana resulta así un proce-
mitido como un mero proceso so mucho más complejo que la
de «enseñanza de doctrina». mera transmisión de unos conte-
Todo consistía en asimilar teóri- nidos.
camente la doctrina expuesta y La fe consiste en entregarse

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confiadamente al Tú de Dios. Es El elemento doctrinal de la fe
un encuentro personal que com- fue surgiendo en un proceso ne-
promete todo nuestro ser y en el cesario por la confrontación de la
que aceptamos la palabra que experiencia cristiana con otras
Dios nos dirige. Por esto la fe tie- tendencias culturales y religiosas.
ne también un contenido. En la La doctrina es consecuencia de la
experiencia cristiana el acto per- relación entre el contenido de la
sonal de fe y la aceptación vital de fe y la inteligencia del creyente.
su contenido están mutuamente Pero no debe suplantar otros
imbricados. lenguajes de la fe, como el de la
En la historia de Abrahán narración y la alabanza.
aprendemos qué significa creer: La aceptación de una doctrina
entregarse incondicionalmente a ha de hacerse desde la experien-
Dios, ponerse en sus manos. Pese cia vital de la fe, como entrega a
a que los cálculos humanos están Dios Padre, revelado en Jesucris-
en contra, Abrahán obedece fiel- to por mediación de la Iglesia. Ella
mente: la palabra de Dios tiene debe mantener la revelación cris-
para él más fuerza que todo lo tiana en su integridad. Pero no la
demás. Creer significa, pues, fun- trasmite como una fórmula muer-
darse en Dios y entregarse a su ta, sino como una palabra viva que
misterio. ilumina cada momento histórico.Y
¿Dónde radica lo decisivo de por esto ha de tender un puente
la experiencia cristiana? En la fe entre la revelación y cada genera-
en la persona de Jesucristo como ción cristiana. No basta, pues, con
fundamento de la propia existen- repetir las palabras de siempre.
cia. La expresión «seguimiento de Es preciso traducirlas, hacerlas
Jesús» manifiesta el sentido últi- inteligibles al ser humano concre-
mo de la fe cristiana. Ese segui- to de cada tiempo. El anuncio de
miento no es una mera actitud la fe es una tarea insoslayable de
existencial ni un simple compro- la Iglesia, que brota de su mismo
miso de vida. Es seguimiento de ser como sacramento universal
Alguien. La fe como contenido es de salvación. Por tanto, el proce-
esencialmente la historia de Jesús so de comunicación de la fe remi-
como punto culminante de la his- te siempre a la comunidad ecle-
toria de la salvación, interpretada sial como condición ineludible de
y transmitida por la Iglesia a lo su posibilidad.
largo de los siglos.

I. PERFIL HUMANO DE LA ACTUAL GENERACIÓN DE


JÓVENES
El anuncio de la fe no se reali- Dios en la historia, el mensaje
za en el vacío. Se vive la propia evangélico debe ser presentado
opción religiosa en un contexto de forma que sea comprendido
sociocultural concreto. Por esto, por los/las jóvenes de hoy. Para
con fidelidad a la revelación de ello resulta imprescindible cono-
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cer sus valores, sus inquietudes, y elevando al nivel de categorías
sus demandas. ¿Cuál es el perfil interpretativas de la realidad so-
humano de los/las jóvenes en la cial la desconfianza ante la razón
España de los noventa? y los grandes relatos, la fragmen-
Hay que partir de una eviden- tación, el relativismo y el desen-
cia que no siempre se tiene en canto frente a las utopías malo-
cuenta: no existe un mundo de gradas. La actual generación de
los jóvenes.A éstos no se les pue- jóvenes está marcada también
de entender si no es en el seno por los valores postmodernos.
de la sociedad en que viven. La En este contexto de una so-
juventud actual condensa y refleja ciedad compleja y problemática,
los problemas y conflictos de una en la que prevalecen los valores
sociedad compleja. Esta compleji- de la postmodernidad ¿cuáles
dad es sentida por los adultos son los trazos que configuran el
como una amenaza que se cierne perfil de la actual generación de
sobre sus convicciones. Y es que jóvenes?
la realidad se ha hecho incon- 1. Valoración de lo personal y lo
mensurable. Se busca ansiosa- concreto. Los/las jóvenes de hoy
mente una fórmula de unificación son sorprendentemente realistas.
que haga más soportable el enor- En su vertiente positiva, este rea-
me peso de la complejidad. Pero lismo les conduce hacia una valo-
lo real se resiste.Y siembra la vida ración significativa de lo personal
cotidiana de tensiones e interro- y concreto frente a lo institucio-
gantes. nal y abstracto. Como contrapar-
Es en el seno de esa sociedad tida, gran parte de los jóvenes
compleja donde están creciendo han renunciado a la utopía de
los jóvenes, enfrentándose a una transformar el mundo y son par-
de las consecuencias que más tidarios de un reformismo sensa-
condicionan la comunicación de to y posibilista. Por esto presen-
la fe: la relativización de los siste- tan escasa atención a los progra-
mas de significado, elaborados mas políticos que aboguen por
colectivamente y trasmitidos en soluciones revolucionarias para
los procesos de socialización. los problemas sociales. Canalizan
Esta relativización implica la crisis las energías reivindicativas pro-
generalizada de las instituciones pias de la edad hacia objetivos
que han sostenido durante déca- personales y del pequeño grupo.
das la socialización de los indivi- En la medida en que se identi-
duos. Se cuestionan los conteni- fican más con valores humanísti-
dos que hay que trasmitir, los mé- cos, como «paz» o «ecología»,
todos utilizados, las metas pro- que con valores políticos, como
puestas tradicionalmente. «patria» o «partido», los movi-
El pensamiento postmoderno mientos sociales tienen acepta-
ha intentado elaborar intelectual- ción entre los jóvenes. Los pro-
mente esta situación, centrándo- blemas sociales que más les pre-
se en la crítica de la modernidad ocupan son los que más directa-
ilustrada y de sus sueños fallidos, mente les afectan, como el paro y

¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a la juventud actual? 49


la droga. En el ámbito del asocia- bia, los/las jóvenes están abiertos
cionismo predominan las asocia- a lo original y distinto. Son sensi-
ciones deportivas, lúdicas y/o cul- bles a la legitimidad y riqueza de
turales sobre las de carácter rei- las diversas culturas. No se es-
vindicativo o de influjo social. candalizan ante las diferentes es-
La valoración de lo personal calas de valores y aceptan con
se descubre en la actitud de los/ naturalidad las discrepancias. Se
las jóvenes frente a las institucio- ven a sí mismos más libres y más
nes: las instituciones que les inspi- tolerantes que otras generacio-
ran más confianza son las que es- nes anteriores.
tán basadas en las relaciones in- El grado de tolerancia social
terpersonales. Las instituciones hacia colectivos marginales es
clásicas —parlamento, sindicatos, marcadamente alto entre la ju-
prensa, Iglesia, etc.— gozan de un ventud, reacia a aceptar los pre-
nivel medio de aceptación entre juicios tradicionales sobre deter-
ellos. Con la particularidad de minados grupos. Pero en España
que el grado de aceptación au- podrán despertarse entre los/las
menta a medida que se les hace jóvenes sentimientos racistas, si
patente su dimensión democrática su acceso al mundo del trabajo
y su cercanía a la vida cotidiana. sigue siendo difícil y aumenta el
Así, pese a lo que después di- flujo de inmigrantes.
remos, la familia es hoy una de las 3. Alto aprecio de la amistad. La
instituciones más ampliamente amistad es muy cotizada entre
aceptadas, como un lugar de en- los/las jóvenes. Pasar ratos de
cuentro con personas de las que ocio con los amigos y/o amigas es
uno se puede fiar. Diríase que en- la actividad más frecuente entre
tre padres e hijos se ha hecho ellos y ellas. Frente a problemas
una especie de pacto mutuo de de relativa importancia el/la joven
convivencia. La otra «institución» acude a los amigos y/o amigas. El
basada en las relaciones interper- hecho de tener una red de ami-
sonales, en la que los/las jóvenes gos y/o amigas bastante amplia
depositan su confianza, es el influye favorablemente en su es-
«grupo de amigos». Estas dos tabilidad emocional e integración
«instituciones», que los sociólo- social.
gos incluyen entre los «grupos Los amigos son equiparados
primarios», son los lugares donde prácticamente a la familia y confi-
los/las jóvenes encuentran los guran con ella el marco primario
marcos de referencia que dan sig- de referencia en su vida cotidiana.
nificado a sus conductas en la Aun en el supuesto de esa equi-
vida cotidiana. paración, como «grupos prima-
2. Aceptación del pluralismo y rios» que son, existe hoy una
actitud tolerante. Los/las jóvenes gran diferencia entre la familia y
de los noventa aceptan sincera- el «grupo de amigos». En los años
mente el pluralismo ideológico y sesenta la vida estaba más volca-
social. Sin olvidar algunos brotes da en la familia, que emergía
aislados de intolerancia y xenofo- como el referente de la identidad

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de procedencia y el marco donde siado interés entre los/las jóve-
se trazaban los proyectos perso- nes. Hay otras cosas —trabajo, fa-
nales más importantes. Pero, a fi- milia— más importantes compa-
nales de los años setenta, tras los rativamente. El dinero tiene un
cambios acelerados de la transi- carácter instrumental y funcional.
ción cultural y política, los anti- Así, se constata la tendencia a re-
guos mensajes de la familia pier- ducir las aspiraciones económi-
den credibilidad. En el proceso de cas, para poder disponer de tiem-
socialización de adolescentes y po libre del que poder disfrutar.
jóvenes la familia cede su prota- Para el/la joven el tiempo cro-
gonismo a favor del «grupo de nológico se ha fracturado total-
amigos»: los/las jóvenes se socia- mente: el tiempo de estudio o
lizan entre sí. El papel de los ami- trabajo, sujeto a normas y rutina-
gos y/o amigas y la ritualización rio, frente al tiempo de la fiesta,
de la imitación se convierten en que es vivido como un tiempo li-
las claves de la nueva socializa- bre de toda coacción y norma. Y
ción juvenil. esa fiesta tiene lugar fuera del
Respecto a la relación perso- hogar, con el grupo de amigos. La
nal en sí misma se constatan dos familia desaparece en ese tiempo.
tendencias aparentemente diver- Con el agravante de que justa-
gentes: por un lado, se buscan re- mente de la fiesta y de la diver-
laciones que no generen com- sión es de lo que más discuten
promisos serios y, por otro, hay padres e hijos. Los/las jóvenes se
un deseo profundo de fidelidad, sienten a gusto en casa. Pero es
que es valorada como el factor con sus amigos y/o amigas con
más importante para el éxito de los que verdaderamente disfru-
una relación de pareja. tan.
4. Sentido lúdico y festivo. En la 5. Disposición a la solidaridad.
sociedad actual el ocio es consi- En los últimos años se ha detec-
derado como un tiempo central y tado un aumento sensible en la
no sólo posterior al tiempo de disposición a la solidaridad, que
trabajo. Ha adquirido el carácter se concreta en el compromiso,
de un derecho cívico que lo cons- numéricamente minoritario (so-
tituye como el núcleo fundamen- bre un 12%), pero significativo,
tal de una cultura de la felicidad y con los nuevos movimientos so-
del placer. ciales. Éstos gozan de un amplio
Los/las jóvenes de los noventa favor entre el público joven. Pero
han asimilado perfectamente va- este entusiasmo puede tener los
lores que sostienen la actual rele- pies de barro: en estos nuevos
vancia del ocio, como el gozo de movimientos sociales uno no tie-
vivir, el sentido del humor y la ne por qué afiliarse y puede de-
exaltación de la fiesta. «La cultura jarlos cuando quiera. En ellos no
joven podría ser básicamente hay militancias estrictas ni obliga-
descrita como cultura del ocio y ciones regulares. No todos esos
del tiempo libre» (M. Navarro). movimientos provocan el mismo
El dinero no provoca dema- entusiasmo. En general, tienen

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una mayor aceptación los que re- acogen a jóvenes sin una identi-
presentan una llamada a la solida- dad lograda, dándoles un apoyo
ridad. colectivo que llene el vacío psico-
En su actitud ambigua de sim- lógico.
patía, pero de escaso compromi- Esta falta de identidad acaso
so, acaso intuyan los/las jóvenes explique la obsesión por la ima-
que la viabilidad de su futuro y la gen: una fachada atractiva camufla
calidad de su vida dependen de la debilidad de la estructura. Chi-
los grandes objetivos de los nue- cas y chicos invierten cantidades
vos movimientos sociales: la su- muy notables en ropa y calzado.
pervivencia en un mundo habita- Las prioridades en la adquisición
ble y la reconstrucción de los vín- de bienes tienen una explicación
culos sociales sobre fundamentos lógica. La ropa, de la que depen-
de igualdad, libertad y solidaridad. dería la aceptación por parte de
No resulta difícil imaginar que la sus compañeros, y la moto, que
mayoría de los/las jóvenes conec- posibilita la movilidad, son objeti-
ten con las metas de estos movi- vamente más importantes que el
mientos. Lo que realísticamente libro, el teatro o el cine, porque
no se puede esperar es un com- satisfacen la necesidad social más
promiso masivo con ellos. El he- importante de todas: la perte-
cho de que, estadísticamente ha- nencia al grupo.
blando, la proporción de jóvenes Los/las jóvenes padecen una
que participan sea escaso es una aguda fragmentación interna, sin
evidencia. Pero hay que añadir una columna vertebral que sos-
que siempre ha sido así. tenga a la persona. La desestruc-
6. Falta de identidad e inseguri- turación interna genera inseguri-
dad personal. En las sociedades dad personal y, con frecuencia,
occidentales el individuo se sien- una baja autoestima. La clave está
te perdido en el anonimato. La en encontrar un nido afectivo
desarticulación de las escalas tra- que sirva de cobijo a una perso-
dicionales de valores, el desarrai- nalidad altamente fragmentada.
go cultural y afectivo por el dis- Lo decisivo es la atmósfera de
tanciamiento de las comunidades acogida y el calor humano. El con-
—familia, tradición cultural, Igle- tenido de la comunicación es to-
sias, etc.—, que ofrecían una refe- talmente secundario.
rencia inmediata a los individuos, 7. Desinterés por la política. Al
impiden un adecuado proceso de ideal ilustrado de autonomía le
identificación. sucede hoy la virtud psicologista
El déficit de identidad perso- de la autosuficiencia, más acorde
nal es enormemente grave en el con la fragmentación del orden
mundo juvenil. De ahí que se bus- social y con la concepción de la
que una «identidad prestada» en libertad como experiencia propia
grupos de tiempo libre o de ca- de un universo moral en el que
rácter religioso, en tribus urba- todo vale porque todo da lo mis-
nas, en grupos violentos de ideo- mo. Nuestros jóvenes han ido
logías extremistas, en sectas, que creciendo sin la referencia y el

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apoyo de horizontes globales éti- vivir aquí y ahora.
cos e ideológicos que les orien- El futuro es vivenciado por
ten en su búsqueda de sentido y los/las jóvenes como una auténti-
de compromiso. ca amenaza. En su lenguaje coti-
Ya no hablan de revolución. Se diano se pueden rastrear la per-
consideran mayoritariamente plejidad y la inseguridad que les
como reformistas y su realismo provoca el futuro: «no sé», «ya
les lleva a acomodarse a lo que veremos», «depende». Por eso
hay y a procurarse un hueco so- aceptan, sin más, su actual situa-
cial y económico. Frente a lo pú- ción de dependencia económica y
blico y colectivo reaccionan con social, generalmente de forma pasi-
una actitud individualista, pragmá- va, como respuesta instintiva a los
tica y desapasionada. Se identifi- desafíos de un futuro incierto.
can con la idea de libertad y la La dolorosa discrepancia en-
prefieren a la de igualdad social. tre el deseo de independencia y
No cuestionan la democracia, los límites reales de la misma aca-
que les satisface como modelo so sea una de las razones más
de convivencia. Rechazan las for- poderosas por las que esta gene-
mas violentas de reivindicación ración de jóvenes ha instituido su
política y valoran significativa- radicación casi exclusiva en el
mente la idea de orden. presente. En esta nueva tempora-
El interés por la política ha lidad el deseo de vivir al día ha
descendido de forma espectacu- suplantado la planificación del
lar en los últimos años. Los temas proyecto a largo plazo. Asumir un
políticos no forman parte de las proyecto supondría salirse del ni-
conversaciones habituales de los/ cho juvenil y, fuera de ese espacio
las jóvenes. Su actitud hacia las de jóvenes y de ese tiempo des-
formas institucionalizadas de po- comprometido, sólo cabría espe-
lítica es poco favorable. Pero con- rar la pérdida del atractivo, la lla-
viene subrayar que este desinte- ve mágica que abre su mundo de
rés no es privativo de la juventud, relaciones, donde los amigos y/o
sino que afecta a amplios secto- amigas ofrecen una de las pocas
res de la ciudadanía. seguridades con las que cuentan
8. Ansia de vivir el momento pre- en su vida.
sente. La sociedad contemporá- 9. Actitud relativista y sentido de
nea no ha logrado articular mar- provisionalidad. Sólo a la luz de los
cos de referencia en los que se valores dominantes en la socie-
sitúe el individuo. En ella se vive dad de los adultos pueden ser in-
con el presupuesto inconsciente terpretados los/las jóvenes en
de que no existe un sentido his- sus actitudes y prioridades. Por
tórico último. Por esto sólo que- tanto, si el relativismo es una ca-
da vivir en el presente, evitando racterística de la sociedad, ellos y
así el peso del pasado y la angus- ellas deben aprender a moverse
tia que provoca el futuro. En los/ en él con soltura. Esto provoca la
las jóvenes de los noventa ha ca- formación de identidades girato-
lado este mensaje: lo decisivo es rias que les permitan descubrir

¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a la juventud actual? 53


dónde están los demás y por fruición y el placer. La gratifica-
dónde pueden ir ellos. ción inmediata, que reduce el ho-
En una sociedad sin criterios rizonte valorativo a lo que ahora
absolutos, los/las jóvenes interio- se está gozando o viviendo, sería
rizan con facilidad la necesidad la única actitud sana.
del contrato temporal en todo: no En un porcentaje significativo
sólo en la economía, sino también (50%), los/las jóvenes de los no-
en la amistad y en el amor («Hoy venta se consideran a sí mismos
te querré toda la vida»), en los como consumistas. Viven atrapa-
compromisos profesionales, polí- dos en esta tendencia presente
ticos o sociales. Así, el/la joven no en toda la sociedad y marcados
se aferra a nada, no tiene certezas por sus consecuencias. Si los pa-
absolutas. Sus opiniones y sus op- dres piensan que sus hijos deben
ciones son susceptibles de cam- tener lo que ellos no pudieron
bios rápidos. Su pretensión es po- disfrutar en su juventud, esos
derse resituar cuantas veces sea adolescentes y jóvenes percibi-
necesario en un escenario social rán el consumismo como algo
siempre cambiante, en el que pre- ajeno al trabajo y al esfuerzo. No
domina lo provisional sobre lo es- se trata de una recompensa por
table. La pauta a seguir es el por lo que hacen. Es un derecho que
aquí y el por ahora, como línea de se ha de ejercer gastando todo lo
actuación más realista y eficaz. posible. Este afán consumista
Esto genera en los/las jóvenes puede operar como elemento
de hoy un acusado pragmatismo, compensatorio de sentimientos
orientado hacia lo útil en cada de inferioridad, de soledad o de
instante, que les lleva incluso a la fracaso.
construcción de sus propios uni- Habiendo crecido con el hábi-
versos éticos, dotados de una to de la gratificación inmediata,
gran labilidad y de escasa consis- los/las jóvenes han de digerir
tencia. Todo esto conduce a for- grandes dosis de frustración y de
mar personalidades sin convic- ansiedad. Han vivido muy prote-
ciones sólidas, sin certezas asimila- gidos en la infancia y en la adoles-
das vitalmente, que no se sienten cencia y sienten cómo la incerti-
capaces de opciones definitivas dumbre ante el futuro se cierne
que comprometan para siempre. sobre su horizonte existencial.
10. Inclinación al hedonismo y Adolecen de poca capacidad para
vulnerabilidad psicológica. Si en la soportar el sufrimiento y la re-
sociedad prima la ética de la di- nuncia. Su escasa consistencia psi-
versión sobre la del esfuerzo, la cológica los hace enormemente
búsqueda del propio interés so- vulnerables.
bre la responsabilidad pública, la La búsqueda de la gratifica-
crítica sobre la reflexión, la exal- ción inmediata condiciona la soli-
tación del tiempo libre frente al dez de todo compromiso: sólo se
compromiso laboral, entonces no mantiene si resulta agradable
es de extrañar que los/las jóve- para el sujeto, porque se vive en
nes orienten sus energías hacia la la creencia de que un compromi-

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so importante en la vida debe ser quien rezan, sobre todo de forma
en todo momento gratificante. individual en momentos especial-
No resulta comprensible una op- mente significativos para ellos/
ción que deba mantenerse con el ellas, mientras desciende paulati-
esfuerzo ascético. namente la práctica religiosa ins-
Para la actual generación de titucionalizada. No se puede ha-
jóvenes, la noche se ha converti- blar de irreligiosidad de los jóve-
do en su símbolo por excelencia: nes, pero sí de graves deficiencias
es el tiempo «sin tiempo», sin re- en la coherencia interna de sus
loj y sin horario, es el espacio de contenidos doctrinales y en su
la libertad sin disciplina y sin exi- vinculación eclesial.
gencias externas, es el lugar de la En la configuración de su ex-
ambigüedad y de la seducción, de periencia religiosa un gran núme-
las emociones y de la fragilidad, ro de nuestros jóvenes —ellos y
del placer y de la vulnerabilidad. ellas— prescinden o están al mar-
En resumen, podemos decir gen de las iniciativas educativas
que nuestros jóvenes —ellos y de la Iglesia. Ésta ha visto dismi-
ellas— se ven sometidos al riesgo nuir aceleradamente su papel
de la formación de identidades como instancia orientadora. En la
fragmentadas, vulnerables, aco- vida cotidiana los/las jóvenes bus-
modaticias y consumistas. Pero can respuestas a sus demandas
también hay que reconocer que existenciales de sentido y seguri-
están hoy más capacitados para dad y tienen la impresión de que
las relaciones personales y más li- la Iglesia no responde a sus nece-
berados de prejuicios sexistas. sidades más acuciantes. Corre-
Son más tolerantes y más espon- mos el riesgo de que la genera-
táneos, están mejor informados y ción actual de jóvenes, que asume
tienen un mayor nivel de educa- mayoritariamente el valor religio-
ción, son más realistas y pragmá- so y que, por historia y sensibili-
ticos y poseen una actitud más dad, se siente vinculada a la fe
equilibrada frente a las diversas cristiana, viva en gran parte al
polarizaciones que suelen apare- margen del influjo y de la vida co-
cer en la vida personal y social. munitaria de la Iglesia, con el peli-
En el aspecto religioso, la gran gro de desembocar en una reli-
mayoría de los/las jóvenes son giosidad difusa, descomprometi-
sensibles a lo trascendente, creen da, y, en algunos casos, de tintes
en el Dios de la fe cristiana, a irracionales.

II. EL ANUNCIO DE LA FE A LOS/LAS JÓVENES DE HOY

Si el objetivo del anuncio de la bastaría con enseñar el catecis-


fe fuera sólo la trasmisión de las mo. Pero, si la meta es posibilitar
verdades que hay que creer, las el acceso consciente y libre a la
normas que hay que seguir y los experiencia cristiana, entonces la
sacramentos que hay que recibir, clave del anuncio evangélico radi-
¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a la juventud actual? 55
ca en el encuentro con el Dios fidelidad. Quiere ser escuchado,
viviente revelado en Jesucristo. pero no parece estar disponible
Si aceptamos que la experien- para escuchar. Siente un anhelo
cia cristiana es una experiencia profundo de sentido y, sin embar-
de vida en el espíritu, la comuni- go, parece relativizar todas las
cación de la fe debe orientarse a ofertas. Ha sido mimado en su in-
facilitar ese encuentro. Natural- fancia y hoy se ve huérfano, sin
mente no pueden faltar la re- ideologías que lo arropen, sin pa-
flexión y la trasmisión de conte- sado y sin futuro, sin padres.
nidos. Pero esto ha de hacerse Ante el vacío de socialización
siempre a partir del encuentro, que el/la joven padece ¿no pode-
en el que se hace viable la asimila- mos ofrecerle una mano amiga,
ción de la fe como el valor cen- una compañía constante? Ésta es
tral de la persona. la propuesta. Pero ¿sabrán los
adultos de ideas claras y princi-
El acompañamiento pios firmes, de personalidades
personal consistentes e identidades fuer-
tes acoger al joven de la fragmen-
¿Quieren realmente los/las jó- tación interior, de la vulnerabili-
venes ser acompañados por un dad y de la falta de identidad?
adulto creyente? ¿Pueden los ¿Podrán asumir actitudes de
adultos acompañar desde la fe a acompañantes y corazón de
los/las adolescentes y jóvenes de compañeros? Este es el desafío.
hoy? Las respuestas a estas pre- Podríamos describir el acom-
guntas no resultan fáciles. Sin em- pañamiento personal como un
bargo, en el ambiente juvenil se camino en el que el/la joven, se-
constata un clima más propicio gún su ritmo y con el apoyo in-
para el acompañamiento perso- condicional del acompañante, va
nal que hace unos años. La situa- alcanzando las etapas de su ma-
ción actual está provocando en durez humana, de la personaliza-
los/las jóvenes una búsqueda ción de la fe, del compromiso y
constante de apoyos emociona- de la opción vocacional. El fin del
les que den consistencia a sus acompañamiento es la gestación
personalidades fragmentarias. de una persona que se sienta po-
Ansían respuestas, buscan guías, seída y guiada por el Espíritu de
gente con experiencia, que abran Jesús, mediante la asimilación de
caminos y brinden seguridad. los criterios evangélicos.
El/la joven de hoy valora mu- El acompañamiento ha de lle-
cho la amistad, pero sus relacio- varse a cabo en un marco comu-
nes son superficiales y poco com- nitario. No puede realizarse sin el
prometidas. Desea comunicarse, apoyo del grupo de fe y sin la re-
pero es a menudo indiferente a ferencia a la comunidad a la que
los contenidos de la comunica- pertenece el agente de pastoral
ción. Aspira a sentirse acogido in- que actúa como acompañante.
condicionalmente, y al mismo Para el/la joven el grupo resulta
tiempo no se ve capaz de ofrecer indispensable. El grupo de fe es

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necesario además, porque evita el conocimiento real de la condi-
subjetivismo de la experiencia re- ción juvenil y una gran sensibili-
ligiosa y consolida la pertenen- dad que abra al misterio del ser
cia eclesial. Acompañamiento humano, a sus sufrimientos y es-
personal y grupo de fe están mu- peranzas.
tuamente imbricados. Ambos También resulta indispensable
contribuyen al objetivo de perso- una actitud de comprensión, que
nalizar y madurar la experiencia implica cercanía afectiva, capaci-
cristiana del joven. dad de discernimiento y empatía.
1. El acompañante como testigo Hoy más que nunca la comunica-
de la fe e instrumento del Espíritu. Si ción de la fe necesita una auténti-
la fe cristiana no es simplemente ca actitud de diálogo, sin el que no
una lista de verdades ni un código es posible crear el espacio ade-
de leyes, si es una experiencia de cuado para el encuentro libre
vida y un don de Dios hay que con la fe. Los/las jóvenes no acep-
concluir que el auténtico prota- tan ni el autoritarismo ni la impo-
gonista de la comunicación de la sición. Pero se abren a la persona
fe es el Espíritu Santo. Su presen- que posee autoridad moral. El
cia misteriosa se hará convicción testimonio de vida del que anun-
personal en el proceso de madu- cia la fe ha de estar acompañado
ración de la fe cristiana. «¿No ar- por una competencia en los te-
día nuestro corazón mientras mas de la fe y una sintonía de len-
nos hablaba por el camino y nos guaje con los/las jóvenes.
explicaba las Escrituras?» (Lc ¿Cómo ha de comunicarse la
24,32). Ese fuego que arde en el fe en el proceso de acompaña-
corazón ya antes de la explica- miento? Como centro de la vida,
ción consciente de la experiencia como fuente de todo amor y de
cristiana es el Espíritu. Por tanto, toda esperanza. Esto obliga al
todo el que quiera comunicar la acompañante a preguntarse qué
fe ha de sentirse instrumento libre lugar ocupa la fe en su vida. El
y dócil de la acción del Espíritu. anuncio de la fe lleva, pues, a una
El compromiso de anunciar la actitud de conversión. No se puede
fe ha de contar con un conjunto trasmitir la fe como se trasmite
de actitudes que hoy resultan im- un dato. Pese a sus propias dificul-
prescindibles.Ante todo, el acom- tades e incoherencias, el acompa-
pañante ha de tener conciencia de ñante ha de partir de una convic-
misión: por su bautismo ha de ción vital que ilumina su existen-
sentirse llamado a trasmitir la fe. cia. Es un confesor de la fe, testigo
Y, si los destinatarios del mensaje de la presencia del Espíritu de Je-
evangélico son jóvenes, hoy más sús en la historia. Para acompañar
que nunca esa conciencia de mi- a un joven en la aventura de la fe,
sión entraña una actitud de bús- además de una considerable ma-
queda: hay que salir al encuentro durez humana, hay que tener una
del joven, caminar con él para co- profunda vida de oración y hay que
nocer sus inquietudes y proble- ser capaz de entablar una relación
mas. Para esto es necesario un interpersonal.

¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a la juventud actual? 57


Carl Rogers señala tres acti- En su fragilidad y vulnerabili-
tudes básicas del orientador o dad, el/la joven ha de vivir en el
psicoterapeuta que son aplicables ámbito del anuncio de la fe la ex-
a nuestro caso: la congruencia, la periencia de aceptación y acogida
aceptación incondicional y la em- que sintieron Mateo (Mt 9,9-12)
patía. El adulto que acompaña al y Zaqueo (Lc 19,1-10), de parte
joven en su camino de fe debe ser de Jesús. Si queremos favorecer
una persona coherente, auténti- su apertura a la fe, debemos sus-
ca, trasparente, es decir, alguien citar en él/ella el contexto expe-
que esté de acuerdo consigo mis- rencial humano que haga posible
mo, que sea capaz de captar los la escucha del mensaje evangéli-
sentimientos y vivencias que le co.Y a este contexto experiencial
están afectando en la relación, pertenece la asunción de su bio-
que no esté en desacuerdo entre grafía, de su persona concreta y
lo que está viviendo a nivel pro- limitada, que busca un sentido a
fundo y lo que está diciendo. La su vida y una respuesta a sus de-
comprensión empática le ayudará mandas.
a discernir los sentimientos que La acogida incondicional re-
experimenta el joven y a captar sulta ineludible para hacer posi-
su mundo experencial. Y, si se ble ese espacio interior de liber-
quiere hacer viable el acceso al tad y responsabilidad, de inquie-
encuentro con el joven inseguro tud y búsqueda en el que el/la jo-
y vulnerable de nuestros días, el ven pueda abrir su corazón a la
acompañante ha de adoptar una presencia del misterio de Dios.
actitud de acogida incondicional. Sólo así es posible hacer surgir la
2. Aceptación incondicional. Los/ actitud de escucha y la disposi-
las jóvenes son muy sensibles al ción a un compromiso responsa-
reconocimiento personal.Valoran ble. Pero esto no significa quedar
sobre todo a la persona frente a apresados en un subjetivismo que
los principios e instituciones. No mutile la realidad ni olvidar la im-
es, pues, extraño que exijan para prescindible dimensión comuni-
sí respeto, ser escuchados y aco- taria y social de la fe. La Palabra,
gidos. que expresa la experiencia cristia-
Cualquier iniciativa pastoral na en el encuentro personal, nos
debe partir de la aceptación in- descubre que siempre somos deu-
condicional del joven. Si quere- dores de un entorno de sentido
mos crear el clima de confianza compartido y de una comunidad
imprescindible para el acompaña- eclesial, que es, en definitiva, el ver-
miento personal importa que el dadero sujeto de la fe.
acompañante conozca su histo- 3. La relación interpersonal y el
ria, sus inquietudes, sus expectati- modelo de diálogo. El acompaña-
vas. Esto supone el conocimiento miento personal sólo se puede
de las corrientes culturales y so- entender como una relación in-
ciales que están configurando el terpersonal en la que el/la joven,
perfil de la actual generación de sintiéndose acogido incondicio-
jóvenes. nalmente, se abre con libertad y

58 Antonio Jiménez Ortiz


responsabilidad a la experiencia tas nos parecen aplicables, tal
del amor de Dios en su historia. como él las propone. Ni la con-
El aspecto psicológico de la rela- gruencia total ni la acogida total-
ción es importante, pero no lo mente incondicional son posi-
esencial.Acompañante y acompa- bles.
ñado han de ser conscientes de Por otro lado, las terapias de
que se trata de un encuentro en acción han demostrado las defi-
la fe, en el que el auténtico prota- ciencias de las terapias del insight
gonista es el Espíritu. (intuición), que creen cumplida su
El acompañamiento no es una misión cuando la persona ha in-
mera relación de amistad. Se dan tuido en profundidad su proble-
en él actitudes y compromisos ma y no ven la necesidad de ela-
propios de esa relación. Pero le borar programas de acción para
falta algo esencial: la igualdad, la la modificación de la conducta.
reciprocidad en la afectividad y Con su modelo terapéutico,
en la comunicación. Además el Robert R. Carkhuff pretende ten-
acompañamiento tiene, por natu- der un puente entre las terapias
raleza, un punto y final. En cambio, del insight (Rogers) y las de ac-
la amistad tiende a perpetuarse. ción (conductismo), que sólo se
El acompañamiento tampoco preocupan de cómo se modifica
puede identificarse con una tera- una conducta disfuncional, dejan-
pia psicológica. Por esto la apor- do de lado el porqué. Carkhuff
tación de la «terapia centrada en propone un modelo ecléctico en
el cliente» de Carl Rogers ha sido el que se intenta establecer una
ciertamente estimulante en el relación de ayuda que haga cons-
ámbito del acompañamiento, ciente a la persona de los «défi-
pero tiene sus límites de los que cits» de su conducta, pero en el
hay que ser conscientes. que se utilizan medios de las tera-
La aplicación del pensamiento pias de acción para definir las
de Carl Rogers al campo de la metas a alcanzar y los programas
pastoral ha planteado interrogan- sistemáticos para conseguirlas.
tes de calado sobre su concepto El método de diálogo de Car-
inmanentista de los valores, so- khuff parece muy apropiado para
bre el círculo cerrado en el que se desarrollar la relación personal
mueve la autorrealización, sobre su típica del acompañamiento per-
concepción optimista de la natura- sonal. Sus cuatro puntos clave
leza humana y sobre la ausencia de son: 1) Acoger: prestar atención a
un plan concreto de acción. la persona. 2) Responder: estimu-
Preguntado en cierta ocasión lar el proceso de autoconciencia
sobre la viabilidad de su propues- de la persona con intervenciones
ta terapéutica para la pastoral, re- adecuadas. 3) Personalizar: poner
conoció Rogers que su método a la persona frente a sus propias
terapéutico no resultaría prácti- responsabilidades respecto a la
co para la pastoral, pero que las situación objeto del diálogo. 4)
actitudes del terapeuta sí debe- Iniciar: definir la meta, programar
rían aplicarse. Pero ni siquiera és- y verificar un plan de trabajo, con

¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a la juventud actual? 59


el apoyo del acompañante. do de su mensaje.
La relación personal es im- 4. Acompañar desde la vida. Hay
prescindible en el acompaña- que acompañar desde la vida dia-
miento en la fe. Utilizar uno u ria. Es mérito de la postmoderni-
otro modelo de diálogo es cues- dad el haber redescubierto el
tión de experiencia. Lo decisivo sentido y el valor de la cotidiani-
para el agente de pastoral será dad. Es en ella donde se juega el
tener las actitudes humanas im- destino del hombre.
prescindibles para esa relación, Por tanto, el acompañamiento
evaluarse a sí mismo y evaluar la no debe enfocarse como un
situación del acompañado no compartimiento estanco, sino
sólo desde parámetros técnicos, como una relación interpersonal
sino sobre todo desde su com- que se desarrolla en la existencia
promiso de fe. concreta de cada día. Es ahí don-
Una última palabra sobre algo de el agente de pastoral debe ini-
fundamental para la relación per- ciar al joven en el discernimiento
sonal, que a menudo se da por espiritual: discernir la presencia
descontado y que, sin embargo, de Dios en su vida, discernir sus
no resulta nada fácil: saber escu- propias motivaciones y deseos, a
char. Escuchar implica hacerse fin de que su persona y su histo-
cercano y vulnerable a la persona ria se desarrollen a la luz del de-
que nos habla y a los problemas signio amoroso de Dios. Para
que le preocupan. Escuchar no es esto importa lograr que surja en
simplemente oír ni meramente lo más hondo del corazón del jo-
entender las palabras. No es sólo ven el hambre de aquella oración
cuestión de buena voluntad. Se personal que crea la atmósfera
trata de una destreza compleja adecuada, la disponibilidad nece-
que exige dedicación y entrena- saria, para seguir las mociones del
miento para ser dominada. Espíritu.
La escucha entraña sintonizar Los/las jóvenes de hoy partici-
con el núcleo más personal e ínti- pan con gusto en las celebracio-
mo de la persona que se comuni- nes comunitarias, si están confi-
ca. Además de las palabras, hay guradas con símbolos y elemen-
que saber escuchar los mensajes tos psicológicos y estéticos que
ocultos que se esconden detrás favorezcan la emoción religiosa y
del lenguaje. Sólo así se puede la sensación de sentirse acogidos
captar el mundo emocional del y apoyados.
comunicante, sus referencias y No hay que despreciar esa
especialmente las demandas últi- sensibilidad juvenil, que brota de
mas que el sujeto plantea al una exigencia humana. Pero con-
acompañante. Podríamos definir viene tener presente su gran am-
la escucha como la técnica de bigüedad. De ahí la necesidad de
acoger a la persona que nos habla conducir al joven, de forma pro-
y descodificar adecuadamente su gresiva, a la experiencia de la ora-
lenguaje verbal y no verbal a fin ción personal que, desde la fe,
de comprender todo el conteni- sabe enfrentarse al misterio de

60 Antonio Jiménez Ortiz


Dios, amor infinito, que nos sale ha dado en llamar «cristianismo a
al paso en su inevitable oscuridad, la carta». Es evidente que la Igle-
en su doloroso silencio. Sin ora- sia experimenta graves dificulta-
ción personal, la oración comuni- des a la hora de trasmitir los con-
taria y las celebraciones litúrgicas tenidos de la fe.
tendrán una apoyatura muy frágil Sin entrar en los problemas
en la estructura humana y religio- que esta situación plantea a la ca-
sa del joven. tequesis o en el papel que podría
El discernimiento ha de con- jugar la clase de religión correc-
ducir al joven a un proceso de tamente entendida, importa ha-
maduración vocacional. Pero este cer algunas precisiones funda-
proceso se malogrará sin la base mentales.
de un compromiso. Opción voca- 1. En todo planteamiento pas-
cional, oración y compromiso es- toral debería quedar claro el
tán mutuamente condicionados. principio que el Vaticano II deno-
La oración es el momento mina jerarquía de verdades (Unita-
culminante de la fe. Pero debe ser tis Redintegratio, nº 11). No debe-
una oración enraizada en la vida mos presentar las verdades
concreta, verificada por la deci- como perlas de un collar que
sión de humanizar la realidad me- pueden ser engarzadas a capri-
diante compromisos serios. Y el cho. La Revelación tiene un cen-
medio para recorrer ese camino tro en el que convergen las res-
es el proyecto personal de vida que tantes verdades de la fe. Dicho
el/la joven ha de proponerse con principio es hermenéutico: no
plena libertad, consciente de su trata de seleccionar verdades,
propia realidad y de la presencia sino de interpretarlas en relación
de Dios en su historia. Por su par- con el centro trinitario y cristo-
te, el acompañante le ofrecerá su lógico de la fe. La conciencia de
persona, su experiencia creyente, esta jerarquía de verdades nos
su cercanía, para poder ir cre- debe llevar a mantener la fe en su
ciendo, según la voluntad de Dios, integridad, con un sentido pro-
discernida en la vida de cada día. fundo de la importancia de los di-
versos contenidos en relación
La trasmisión de los conteni- con la salvación del hombre.
dos de la fe Así es posible plantear una
táctica pastoral que, teniendo
Como indican las encuestas, presente la integridad de la fe,
entre los/las jóvenes de los no- sabe exponerla de acuerdo con la
venta se da una gran ignorancia situación histórica concreta.A los
religiosa. Además son frecuentes jóvenes —ellos y ellas— debe-
las incoherencias en los conteni- mos facilitarles el acceso al nú-
dos de la fe. Se descubre una ten- cleo experiencial de la fe: a la ex-
dencia al sincretismo que hace periencia única de la salvación
compatible, por ej., la pertenencia que se ha manifestado de forma
a la Iglesia con la aceptación plena definitiva e insuperable en Jesu-
de la reencarnación. Es lo que se cristo. Juntamente hay que des-

¿Cómo anunciar la experiencia cristiana a la juventud actual? 61


pertar su sensibilidad a la infinita Pero habría que ayudarles a abrir-
misericordia de Dios, que es me- se a la realidad plural y universal
diada en la historia por la Iglesia, de la Iglesia. Sólo si, en el encuen-
la comunidad de los que creen en tro concreto con sus miembros
Jesucristo. más representativos, la Iglesia se
2. Sin la Iglesia no es posible la muestra creíble, podrá ser reco-
fe cristiana. Pero ¿cómo hacerla nocida y aceptada por los/las jó-
plausible a los/las jóvenes de hoy? venes de hoy.
Habría que ayudarles a no identi- 3. La trasmisión de los conte-
ficar la Iglesia con la jerarquía y a nidos de la fe necesita de un len-
descubrir que ésta tiene una mi- guaje apropiado. Un mensaje no
sión ineludible al servicio de la fe. comprendido produce indiferen-
El/la joven necesita la expe- cia. Las palabras teológicas de
riencia directa de las realidades «siempre» pueden constituir un
que le conciernen. Por esto el en- obstáculo insalvable para el anun-
cuentro personal y el diálogo sin- cio de la fe.
cero con laicos comprometidos, Por tanto, fieles a la tarea de
con sacerdotes y obispos, sería traducir los contenidos de la fe
un medio muy eficaz en el acerca- en este momento de la historia,
miento de los/las jóvenes a la con sentido de creatividad y al
Iglesia. En una atmósfera de sos- mismo tiempo de fidelidad a la
pecha frente a la institución, sólo Revelación, debemos ir elaboran-
la relación sincera y abierta con do conceptos, lenguajes, relatos,
las personas puede disipar prejui- parábolas y símbolos que traduz-
cios y brindar posibilidades de can y comuniquen la experiencia
comprensión. cristiana de forma inteligible. Hay
Por otra parte, el grupo juve- que vincular los contenidos de fe
nil de fe se puede convertir en con la experiencia humana actual,
símbolo significativo de la reali- con las preguntas de los/las jóve-
dad social. Pues los/las jóvenes vi- nes, con sus inquietudes y con sus
ven con intensidad su vida de demandas de sentido.
grupo como punto de referencia.
Condensó: JORDI CASTILLERO

Jesús fue, sobre todo, un creador de esperanza. Alguien que conta-


giaba la esperanza que él mismo vivía desde su confianza total en el
Padre. La evangelización necesita siempre testigos de esperanza. Cre-
yentes que siguen sembrando esperanza a pesar de todo. Si perdemos
la esperanza lo habremos perdido todo. Una pastoral vacía de esperan-
za es una pastoral incapaz de evangelizar.

J.A. PAGOLA, Acción pastoral para una nueva evangelización, Santan-


der, 1991, pág. 62.

62 Antonio Jiménez Ortiz

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