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Carlos Jair Muñoz Rodriguez

Biología de Especies Acuáticas Introducidas


Escrito monográfico
17 de noviembre de 2016
Posgrado en Ciencias Biológicas
Universidad Nacional Autónoma de México

Biología de la Invasión de la ‘caña común’ o ‘carrizo gigante’


Arundo donax L

El movimiento masivo de organismos en el mundo contemporáneo tiene como principal fuente de


dispersión las actividades humanas, que intencional o accidentalmente han introducido especies a
regiones geográficas que se encuentran fuera del área de distribución y de las capacidades de
dispersión ‘natural’ (Moyle & Light, 1996; Alfaro & Koleff, 2014). Aunque esta tendencia de traslados
de organismos facilitado por el Homo sapiens se puede rastrear desde el origen de las primeras
civilizaciones (Grayson, 2001; Álvarez-Romero, Medellín, Oliveras de Ita, Gómez de Silva, & Sánchez,
2008), hoy en día con el incesante incremento del volumen, composición y dirección del comercio
se ha elevado el número, frecuencia y alcance de las introducciones (McNeely, 2001; Ricciardi, 2007;
Perrings, Mooney , & Williamson, 2010; Alfaro & Koleff, 2014).

La introducción de especies foráneas no es un proceso perjudicial de forma predeterminada, el quid


del asunto recae en la incertidumbre que se genera sobre la integridad y continuidad del ecosistema
receptor cuando intenta incorporarse una nueva especie o conjunto de éstas. La incorporación
puede tener resultados negativos que suelen ser permanentes y a menudo irreversibles —entre
estos la extinción de especies y la degradación del hábitat—, neutrales cuando la integración se da
sin mayor efecto en la comunidad o simplemente el proceso es abortado al no existir condiciones
idóneas, así como efectos positivos de forma transitoria —facilitación de las especies nativas—
(Moyle & Light, 1996; Rodriguez, 2006; Alfaro & Koleff, 2014; Dong, Yu, & He, 2015). Sin embargo,
las consecuencias negativas tienen tal magnitud que se ha argumentado que el traslado de
organismos a nuevas regiones por influencia humana, es una de las principales amenazas que se
ciernen sobre la biodiversidad en todo el mundo (Clavero & Garcia-Berthou, 2005; Jeschke &
Strayer, 2005; Comite Asesor Nacional sobre Especies Invasoras, 2010). Aunque los efectos de la
gran mayoría de especies invasoras permanecen sin exploración (Ruiz, Fonofoff, Hines, & Grosholz,
1999), se ha encontrado que las especies invasoras generan cambios en los diferentes niveles de
organización biológica desde el nivel genético al ecosistémico (Parker, y otros, 1999; Vila, y otros,
2011).

En este contexto es primordial abordar el estudio de algunas especies introducidas que minan de
manera importante la riqueza acuática natural de México, tal es el caso de Arundo donax L (Poacea),
planta exótica invasora conocida como carrizo gigante, caña común, carricillo o caña gigante,
catalogada como una de las 100 especies invasoras más dañinas por la IUCN (Lowe, Bowne,
Boudjelas, & De Poorter; IUCN, 2013). Este documento tiene como objetivo ofrecer una
caracterización de la planta en diferentes niveles: i) características sobresalientes de la planta y su
relación con el ‘comportamiento’ invasor ii) uso, distribución y los cambios genéticos asociados, iii)
expansión en Norte América, iv) algunos datos sobre el impacto, v) manejo y vi) legislación.
Características de Arundo donax

El carrizo gigante es una gramínea acuática semejante al bambú, que se encuentra enraizada al
sustrato, es decir las raíces son subterráneas. Parte de la estructura vegetativa está sumergida y sus
órganos fotosintéticos y reproductivos están por encima de la
superficie del agua (Bonilla-barbosa & Santamaría Araúz,
2014); además, está conformada por hojas alternadas,
perennes, largas y lanceoladas con un vistoso verde glauco, y
por tallos segmentados y huecos, con nudos cada 20 a 30 cm
fuertemente lignificados, que le confieren estabilidad y
resistencia mecánica a la planta (Ver Figura 1). Las ramas se
dividen en principales y secundarias. Las primeras suelen tener
un diámetro mayor a los 2 cm, mientras que las segundas uno
menor a 1 cm.

Los órganos reproductivos se ubican distalmente en las ramas


principales, conformados por una panícula con espiguillas
(inflorescencia en la que las ramas son a su vez racimos finos
en forma de pluma) con una o dos flores pequeñas. Bajo la
superficie se encuentran las raíces constituidas por un rizoma
carnoso (semejante a un bulbo) que le permiten a la planta
almacenar carbohidratos y crecer horizontalmente, este se
entierra de 15 a 50 cm en el suelo (Deltoro Torró, Jiménez Ruiz,
& Vilán Fragueiro, 2012).

Figura 1. Ilustración de una caña de Arundo donax.


Tomada de Otto Wilhelm Thomé Flora von
Las hojas y tallos de la planta contienen una serie de
Deutschland, Österreich und der Schweiz. 1885
compuestos químicos que le confieren una defensa química y
física importante frente al consumo de herbívoros —mamíferos y especialmente insectos—, entre
estos compuestos encontramos terpenos y esteroles, glucósidos cardiacos, ácido hidrómico y un
alto contenido acumulado de sílice que es obtenido por células silíceas asociadas a los conductos
vasculares en la epidermis (Giessow, y otros, 2011; Deltoro Torró, Jiménez Ruiz, & Vilán Fragueiro,
2012; Pilu, Bucci, Cerino Badone, & Landoni, 2012)

Por otra parte, Arundo donax ocupa principalmente zonas riparias y costeras en ambientes secos o
de baja precipitación, prefiriendo en su rango invasor localidades con perturbación antropogénica,
incluyendo sistemas agrícolas y de pastoreo. Principalmente está asociada a humedales y riberas de
sistemas loticos por lo que se considera generalmente hidrófila; sin embargo, una vez establecida
es tolerante a la sequía y capaz de crecer en esas condiciones. Igualmente, puede estar presente en
diversos tipos de suelos y soporta fuertes condiciones de salinidad, incluso se encuentra en las
riberas de estuarios y playas (Giessow, y otros, 2011). Por tanto A. donax puede establecerse en una
gran diversidad de sistemas acuáticos sin verse afectado su crecimiento. Su alta productividad le
permite crecer silvestremente una vez establecidos los rizomas un promedio de 6.25 cm al día
durante los primeros 40 días y bajo condiciones óptimas –cultivo- de 4 a 10 cm, por lo que un
espécimen joven puede alcanzar rápidamente la envergadura de una caña madura, que es
considerada una de las plantas herbáceas más grandes del mundo ya que cada caña o ramet puede
crecer generalmente de 6 a 10 metros (Rieger & Kreager, 1989; Giessow, y otros, 2011).
Aunque esta planta tiene un potencial de reproducción sexual bastante alto, las semillas que
produce en zonas invadidas no son fértiles, lo que se explica por el alto nivel de poliploidía que
irregulariza el proceso de división meiótica (Balogh, Herr, Czakó, & Márton, 2012). Entonces, el
crecimiento, expansión y dispersión del cañaveral es asegurado continuamente por dos procesos: i)
la formación de un denso crecimiento vegetativo horizontal de los rizomas, conocido como el
soporte clonal1, que permite generar una densa red de rizomas con sus tallos individuales y
constituye una estrategia clave en el dominio de las cuencas al no permitir el ingreso de otras plantas
a los lugares colonizados por A. donax y ser una fuente de recolonización (Giessow, y otros, 2011);
ii) enraizamiento de fragmentos de tallos y rizomas que al entrar en contacto con el suelo al
romperse o ser extraídos —en inundaciones, movimiento de maquinaria, fauna, corte intencional,
etc.—, se comportan como rizomas autónomos, de los cuales se generan yemas que germinan
independientemente de su tamaño y bajo una gran cantidad de condiciones ambientales (Deltoro
Torró, Jiménez Ruiz, & Vilán Fragueiro, 2012), de esta manera cuatro rizomas originales pueden
producir 1300 nuevos brotes (Martínes Jímenez, 2012). Estas características constituyen una
estrategia clave en la dispersión a corta y media distancia.

Uso, distribución y consecuencias genéticas

La dispersión intencional de Arundo donax está asociada con la introducción humana, debido al
aprovechamiento de sus partes para múltiples propósitos: las hojas y tallos en la construcción de
casas y techos, fabricación de instrumentos de viento como flautas y oboes, así como en la
conservación de suelos de riberas de ríos, enrejados, cercas, cestas, cañas de pescar, estacas para
plantas, cortavientos, refugios solares, bandejas, bastones; mientras que la inflorescencia es usada
como escoba y en la medicina tradicional es empleado como diurético y para el tratamiento de la
hidropesía (Deltoro Torró, Jiménez Ruiz, & Vilán Fragueiro, 2012; Pilu, Bucci, Cerino Badone, &
Landoni, 2012).

Por otra parte, la distribución endémica del carrizo gigante fue motivo de debate durante un extenso
periodo, tanto es así que se consideraba originario y emblemático en muchas de las regiones en las
que fue transportado e introducido desde hace varios milenios, como en el mediterráneo (Hardion,
Verlaque, Saltonstall, Leriche, & Vila, 2014). Sin embargo, con el uso de herramientas moleculares
se ha situado su origen de distribución en Asia, desde el sur de China, Nepal, Norte de la India hasta
el Oriente de Pakistan (Ver Figura 3). Hardion y colegas (2014) desentrañaron el origen e historia de
dispersión de la caña común a través del uso de ADN cloroplástico de 57 muestras de A. donax
conservadas en herbarios procedentes de Europa y Asia, empleando marcadores moleculares como
micro—satélites, mini—satélites y mutaciones puntuales (sustitución). Fueron encontrados 9
haplotipos diferentes, ubicados principalmente en Asia, mientras que en Europa solo se presenta
un haplotipo extendido continentalmente (Ver Figura 2). Este patrón concuerda con un marcado y
drástico efecto cuello de botella debido a un único evento fundador y la deriva genética asociada.

1 El crecimiento del soporte clonal al parecer está limitado por la disponibilidad de agua, nutrientes y temperatura en
términos de presencia de sombra (Ambrose & Rundel, 2007). Estas características favorecen el establecimiento de la
especie en cuencas altamente perturbadas, con aporte de nutrientes natural o artificialmente –inundaciones o zonas
agrícolas.
Figura 2. Distribución geográfica de haplotipos hallados desde ADN cloroplástico. Anillos de color representan diferentes haplotipos; los círculos internos
de color gris el morfotipo Himalayo original y los blancos el morfotipo invasor. Tomado de Hardion (2014)

La región con una mayor cantidad de haplotipos se encuentra al oriente del Himalaya (motivo por
el cual se argumenta que esta es la región endémica). Morfológicamente, estos haplotipos son
pequeños y débiles, muy diferentes al haplotipo distribuido desde el Valle del Rio Indo hacia el
occidente (Ver Figura 2), este último corresponde al carrizo gigante sensu stricto, es decir, con
características fenotípicas robustas como fue descrito por Linneo. Tres procesos no excluyentes
podrían explicar la existencia de un fenotipo robusto y su amplia distribución, i) selección artificial
para cultivo en donde fueron favorecidos rasgos robustos que fueran apetecidos por los
cultivadores, ii) el gigantismo consecuencia del alto nivel de poliploidia (Hardion, Verlaque,
Saltonstall, Leriche, & Vila, 2014), iii) una vez seleccionada la variedad de interés fue transportada e
introducida ampliamente, y dado que esta variedad es infértil, el genotipo solo puede cambiar por
reproducción vegetativa. Es decir, es muy posible que Arundo donax hubiese sido domesticado en
el Valle del Rio Indo y dispersado hacia Europa por grupos de migrantes o comerciantes para luego
‘escapar’ de los cultivos a través del desplazamiento de fragmentos de tallos y rizomas por medio
de ríos y otros sistemas loticos, colonizando nuevas y extensas zonas.

Ahora bien, hoy día Arundo donax está presente virtualmente en todos los continentes,
encontrándose establecido y disperso en un buen número de países tropicales y templados (Ver
Figura 3). Además, han sido documentadas múltiples introducciones intencionales. En el caso de
Estados Unidos y México, se reseña que los colonizadores Españoles en 1700 transportaron desde
el Mediterráneo plantas como elemento ornamental hacia la cuenca del Rio Bravo (Bell, 1997). En
México, el primer registro de esta planta se halla en los escritos del jesuita Miguel del Barco que
describe su presencia en la península de Baja California entre 1738 y 1768 (Garcillan & Rebman,
2016). Hacia 1820 esta planta estaba ampliamente distribuida por diversas cuencas del rio Los
Ángeles, en donde había sido introducida nuevamente para controlar la erosión (Bell, 1997). En la
década de 1940 fueron importadas a Texas variedades de cultivo desde Irán y Afganistán, para luego
volver a ser introducidas después de la II guerra mundial desde Francia a California así como de
México a Arizona, Nueva York y dentro del mismo país (Ahmad, Pui-Sze, Spencer, & Jasieniuk, 2008).
Figura 3. Actual distribución de Arundo donax. Los puntos de color rojo representan puntos de presencia reportados en GBIF, en verde los países nativos de
esta planta y en amarillo se representan los países en donde al menos existe una presencia de la planta. Construcción propia. Nótese que esta especie está
presente en islas lejanas de los continentes, como Hawái e Islas canarias; además México tiene una de las mayores densidades de puntos a nivel mundial.

Al estudiar este historial de introducciones en Norte América desde la ecología molecular, Ahmad y
otros (2008) encontraron que las poblaciones en Estados Unidos de la caña común evidencian el
mismo patrón de las poblaciones europeas, uniformidad genética. Esta conclusión surgió a partir
del análisis de Polimorfismos de secuencia amplificados (SRAP) y elementos transponibles nucleares
de 185 ramets o cañas individuales de Arundo donax procedentes de cultivos y de poblaciones
invasivas. Igualmente, al comparar este haplotipo único de Estados Unidos con el haplotipo presente
en Europa, no fueron encontradas diferencias con ninguna población. Esto indica de nuevo un
“fuerte cuello de botella que ha ocurrido durante la dispersión y cultivo alrededor del mundo,
concatenada con la obligada reproducción asexual en los rangos donde ha sido introducido”
(Ahmad, Pui-Sze, Spencer, & Jasieniuk, 2008). Y sugiere que a nivel mundial, se cultiva, vende e
invade una única variedad genética transportada desde el Mediterráneo europeo que fue
seleccionada en el Valle del Rio Indo.

En el caso mexicano, aunque no se ha revisado sistemáticamente la historia de introducción, se


puede esperar que se hayan presentado múltiples eventos de cultivo y movimientos secundarios
dentro del país usando el fenotipo invasor, con lo que podemos esperar un único haplotipo con
ligeras diferencias genéticas entre poblaciones. De la figura 3 podemos advertir que la presencia de
la caña común en México es ubicua, extendiéndose desde la península de Yucatán hasta la frontera
con Estados Unidos, sin embargo a partir del modelado de nicho ecológico de la planta se espera
que la invasión e impacto sea más fuerte en los humedales y cuencas del norte del país, ya que estas
zonas presentan las mejores condiciones abióticas para el establecimiento de la especie (Martínez-
Meyer, comunicación personal)

Modelo de expansión

Para poder generar una hipótesis plausible sobre el patrón de expansión de Arundo donax, se
retomaran los siguientes datos a manera de axiomas:

1. Arundo donax no genera semillas fértiles en zonas invadidas.


2. La especie en zonas invadidas se reproduce vegetativamente.
3. El desplazamiento de los fragmentos de rizoma y tallo depende del flujo de los ríos.
4. Está planta se ha dispersado ampliamente por la influencia humana.

Los datos de ocurrencia de la planta en México y Estados Unidos (Ver Figura 4) indican que:

1. A nivel continental existen estructuras agrupadas de puntos (clústeres), cerca de lugares


que fueron los primeros sitios de introducción (Ver Figura 4, rectángulos naranjas).
2. Se evidencian presencias aisladas en Canadá, en el centro—oriente de los Estados Unidos y
la península de Yucatán (Ver Figura 4, flechas naranjas).
3. Al ‘apilar’ los datos de presencia e hidrografía en dos sectores invadidos, es posible detectar
zonas en donde hay evidencia de desplazamiento a través del cauce de los ríos (Ver Figura
4, flechas rojas)
4. Al seguirse algunas rutas de desplazamiento por las corrientes de los ríos se encuentran
agrupaciones (Ver Figura 4, flechas amarillas).

Figura 4. Presencia de Arundo donax en Estados Unidos y México a diferentes escalas; a., se denotan agrupaciones, algunas ha sido señaladas con los
recuadros naranjas, además existen presencias muy alejadas señaladas con flechas; b, c y d., muestran patrones de movimiento a través del cauce de ríos
en donde ha habido movimiento corriente abajo (flechas rojas), con flechas amarillas se señalan agrupaciones; e., muestra esquemáticamente el patrón
observado en las presencias reportadas de Arundo donax en GBIF. Creación propia.
La Figura 4e resume el patrón evidenciado a través del análisis de las presencias de Arundo donax.
El modelo puede expresarse oralmente de la siguiente manera: inicia con el transporte e
introducción en múltiples sitios de una población de A. donax por humanos a través del cultivo o
uso ornamental, las cuales pueden estar separadas por grandes distancias; si estas poblaciones
primarias se encuentran cerca de un sistema acuático, después de un disturbio la planta se
propagara vegetativamente en zonas con un ambiente idóneo a través de fragmentos siguiendo el
curso de los ríos, desplazándose y formando nuevas poblaciones al azar a corta y mediana distancia
de la población primaria , en donde sus rangos pueden llegar a solaparse. Por ende, se puede esperar
que un buen modelo que permita explorar la expansión de A. donax en Norte América mezcle los
modelos de expansión por ondas y por difusión estratificada, este último dado principalmente por
el uso, transporte e introducción por humanos.

Impacto de Arundo donax

En términos generales A. donax se considera exótica invasora porque se encuentra fuera de su rango
de distribución natural y su densa biomasa amenaza los sistemas acuáticos epicontinentales
(Bonilla-barbosa & Santamaría Araúz, 2014), generado a lo menos cinco impactos importantes en el
ecosistema receptor:

1. Desplazamiento de la flora nativa. El crecimiento clonal, lateral y denso por medio de


rizomas de Arundo donax, así como sus largas y profundas raíces le permiten competir
exitosamente con las especies nativas por recursos como agua, nutrientes y espacio.
Mientras que “su parte aérea puede formar una densa cubierta que impide la germinación
y el crecimiento de las especies nativas” (Deltoro Torró, Jiménez Ruiz, & Vilán Fragueiro,
2012).
2. Desecación de los cuerpos de agua, debido a una tasa elevada de transpiración a través de
las hojas. Un metro cuadrado de plantas en crecimiento explota alrededor de 2000 litros de
agua anualmente (Iverson, 1994), y cada caña o ramet puede utilizar 8,8 ± 0,9 𝑚𝑚
diariamente, siendo esta cantidad de líquido usado una de las más altas en la escala de uso
de agua por plantas (Watts & Moore, 2010). Dado que la especie habita zonas de baja
precipitación en donde la disponibilidad de agua para especies nativas y consumo humano
es muy baja (Martínez Jímenez, 2014), su invasión es catalogada como un serio problema.
3. Arundo donax ha modificado la forma de los ríos. Dada la propagación vegetativa y
dispersión pasiva a través de los sistemas lóticos, existe una mayor cobertura de la planta
en zonas bajas y planicies inundables (Mayor cantidad de fragmentos aumentando la
probabilidad de colonización). En estos puntos, la forma de los ríos suele ser trenzada (Estas
corrientes presentan canales múltiples y tienen una gran capacidad de transporte y
sedimentación) y a veces, meándrico. Estos canales históricamente inestables, han sido
transformados en canales estrechos y rectilíneos por la cobertura de Arundo donax. Este
fenómeno conlleva al aumento de la velocidad en la corriente y de la columna de agua, con
un consecuente aumento en el potencial de transporte de desechos generando riesgo en la
infraestructura vial y la aparición de una gran cantidad de biomasa en las playas. Los costos
ascienden a más de 2 millones de dólares anuales en tres regiones invadidas (Giessow, y
otros, 2011).
4. Alteración de los regímenes naturales de fuego y promoción de fuegos de alta intensidad.
Según Coffman, Ambrose y Rundel (2012), históricamente los hábitats riparios que ocupa
actualmente Arundo donax han actuado como barreras a la propagación del fuego debido
a su topografía de baja altitud y la ausencia relativa de materiales inflamables. Sin embargo,
al establecerse la caña común se genera una densa cobertura inflamable que en las
estaciones secas crea un potencial y propagación de incendio muy alto, a consecuencia de
la gran cantidad de residuos de hojas que se forman dentro del cañaveral y la alta
inflamabilidad de la planta. Por ello los cañaverales suelen incendiarse con mayor
frecuencia, propiciando la eliminación de la flora nativa y aumento en la cobertura de
carrizo, el cual tiene una fenología adaptada al fuego. Es decir, posterior a cada incendio, la
caña crece mejor y más rápidamente lo que lleva a mayor homogenización y potencial de
incendio, formándose un ciclo en donde cada vez Arundo donax es más dominante.
5. La extensa, alta y densa cobertura de Arundo donax en la frontera México-EUA en las
inmediaciones del Rio Bravo, dificulta las actividades de seguridad fronteriza, siendo usado
como corredor de migrantes, narcotraficantes y traficantes de armas (Golsby, y otros, 2016)

En cuanto a las interacciones de facilitación, Arundo donax se ha consolidado en la frontera entre


Estados Unidos y México como el último hábitat idóneo para la reproducción y supervivencia de la
garrapata del ganado Ripicephalus microplus (Acarix) que tiene una distribución endémica
aparentemente global (Iowa State University, 2007). Este artrópodo es de importancia económica,
ya que causa serios daños a la industria del ganado, es un parasito externo que por sí mismo puede
reducir significativamente la ganancia de peso del ganado y la producción de leche (Iowa State
University, 2007). Además es un vector clave de la babeiosis bovina causada por protozoos del
genero Babesia que se caracteriza por una extensa lisis de los glóbulos rojos que conduce a anemia,
ictericia (Coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por trastornos hepáticos) y
muerte (Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, 2012).

La interacción ocurre de la siguiente manera según Racelis y colegas (2012). Las áreas de manejo y
erradicación de la garrapata se superponen con densas coberturas de A. donax y en estas áreas
frecuentemente se producen rebrotes de babeiosis. Con estos datos y la hipótesis de que el carrizo
favorecía a las garrapatas, los autores compararon la supervivencia de la garrapata en diferentes
hábitats: pastizales abiertos, bosques de denso dosel y cañaverales de caña común. Encontrando
que las condiciones abióticas y bióticas de estos conglomerados eran idóneas para el artrópodo, ya
que este ambiente por una parte reducía la temperatura considerablemente, permitiendo la puesta
de un número mayor de huevos por parte de la hembra y un aumentó en la cantidad de huevos
eclosionados exitosamente. Por otra parte, estas garrapatas no se encontraban expuestas a
competición o depredación dentro de los cañaverales, lo que aumentaba considerablemente su
potencial reproductivo. Permitiendo la existencia de una población fuente y por tanto, foco de
dispersión.

Manejo

Tres actividades de control y erradicación se llevan a cabo para combatir el establecimiento y


dispersión de Arundo donax en México y Estados Unidos:

 Control químico

El glifosato es el herbicida que se ha usado frecuentemente sobre Arundo donax el cual es aplicado
continuamente entre 3 y 5 años. Otro es el imazapir usado a lo largo de diques y canales. Sin
embargo, el control químico es poco deseable en grandes extensiones de terreno y con una alta
frecuencia, ya que estos pueden acarrear problemas sobre la flora nativa. El segundo herbicida tiene
actividad residual en suelo por lo que puede tener efectos adversos en la restauración (Deltoro
Torró, Jiménez Ruiz, & Vilán Fragueiro, 2012).

 Control mecánico

La planta puede ser eliminada manualmente en etapas tempranas de establecimiento,


especialmente en donde plantas y animales susceptibles a otros métodos estén mezcladas en la
cobertura del Arundo. Se ejecuta en plantas con una altura menor a 2 metros ya que es posible
extraerlas manualmente, ya que entre más alta la planta sus rizomas son más profundos y de difícil
extracción. Asimismo, esta actividad es más fácil cuando los suelos no están compactados o
naturalmente sueltos (DiTomaso, 2013).

Se suele usar maquinaria para cortar o segar plantas y por tanto reducir las infestaciones de carrizo.
A pesar de ello, la naturaleza fibrosa de la planta dificulta la actividad, y debido a su baja o nula
selectividad, la técnica puede dañar a otras plantas deseables o abrir espacio para la colonización
de otras especies invasoras o malezas nativas. Su uso además está limitado a zonas donde la
pendiente es menor a 30°, después de ese límite maniobrar maquinaria es peligroso, así como zonas
donde no exista una acumulación excesiva de humedad en el suelo y con pocos obstáculos en el
suelo como rocas, postes o troncos (DiTomaso, 2013).

Ibarra, Chávez y Frausto (2015) desarrollan una guía de control mecánico para las Áreas Naturales
Protegidas de México (ANP) con auspicio de la CONANP y hoy en uso en la ANP Cuatrociénagas. El
protocolo incluye uso de fuego para remover la estructura vegetativa de la planta en donde se
advierte que es necesario incluir mano de obra calificada y expertos en manejo de fuego, para que
no se expanda en la flora nativa o se vuelva incontrolable. Otra forma de remover el tallo es
haciendo cortes con tijera. Seguido a la remoción del tallo se deben extraer los rizomas de forma
manual y se cortan los rizomas para ser trasladados, en algunas zonas se traslada o planta flora
nativa, evitando la repoblación del sitio de erradicación. En lugares adaptados para la deshidratación
de tallos y rizomas, este se lleva a cabo a la intemperie durante tres o cuatro meses. Luego es
incinerada toda esta biomasa, con lo cual se elimina la posibilidad de dispersión. Posterior a estos
procesos es necesario monitorear los sitios, extraer los posibles rebrotes y evaluar los sitios.

Las mayores dificultades de este método por un lado es la extracción de los rizomas del suelo,
debido a que están profundamente enraizados en el substrato y se debería garantizar la total
remoción, cualquier fragmento tiene la posibilidad de regenerar un complejo clonal y la planta
rebrotara. Por otro, existe una alta probabilidad de dispersión accidental al remover tallos o rizomas,
necesitando un plan detallado de disposición de residuos y limpieza de los sistemas loticos corriente
abajo para eliminar los fragmentos que pudieron ‘caer’ al agua.

 Control biológico

En la cuenca del Rio Grande o Bravo en la frontera entre México y Estados Unidos, desde el año
2009 se han liberado 1.2 millones de individuos de Tetramesa romana (Hymenoptera:
Eurytomidae), masticadora de agallas (Cámara con apariencia de tumor, en el cual las ninfas o larvas
viven y se alimentan desde dentro) criados por el IMTA y USDA fueron liberadas en el 2009 en
diferentes zonas del Rio Bravo. Esta especie es originaria de España y es especialista en el género
Arundo. Las hembras son partenogenicas (Reproducción asexual en donde el crecimiento y
desarrollo ocurre sin fertilización), y depositan sus huevos en las hojas y brotes secundarios de la
planta, afectando el crecimiento y desarrollo de la caña. Haciendo uso de datos de abundancia y
crecimiento en la cuenca del rio, cinco años después del inicio de las liberaciones masivas de esta
avispa Golsby y colegas (2016) midieron el impacto de T. romana sobre la caña, encontrando que
esta especie puede reducir en 45% el crecimiento de los tallos centrales y secundarios,
hospedándose en 47% de las cañas individuales censadas. Según los autores la especie logro
establecerse y dispersarse por toda la cuenca del Rio Bravo, brotando consigo múltiples beneficios
ambientales, económicos y políticos.

En términos generales, el control biológico es el método con mayor probabilidad de trascender a un


control a largo plazo. Dada la baja variabilidad de la especie en Norte América, difícilmente
aparecerán variantes resistentes a los organismos controladores, asimismo su extrema
especialización en el género Arundo y su hábito alimentario formaría una barrera al uso de especies
nativas por parte de esta especie.

Legislación

La legislación entorno a la prevención, control, erradicación y manejo del Carrizo Gigante (A. donax)
es lamentablemente insuficiente. Entre la encontrada se puede referenciar la Ley General de
Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, igualmente, la Ley General de Vida Silvestre, en
donde se encuentran regulaciones incipientes frente a la introducción de especies exóticas
invasoras; de estas deberían desprenderse acuerdos de menor jerarquía que implementaran
normativas a una escala local. Sin embargo, la única normativa en la que se incluye específicamente
a la Caña Común es el acuerdo preliminar de listado de especies invasoras en México.

Por otra parte, en el 2015 con el fin de trabajar en la erradicación de especies exóticas invasoras
como el pez joya, tilapia, carpa, langostino y carrizo gigante, la CONANP creo el Protocolo de control
y erradicación del Carrizo Gigante (Arundo donax), en el marco de la Estrategia de Cambio Climático
desde las Áreas Protegidas (ECCAP), la cual pretende ampliar las acciones de conservación y
restauración de los paisajes naturales; desde allí se vienen impulsando Programas de Adaptación al
Cambio Climático (PACC) en las regiones más vulnerables del país. Este protocolo se implementó en
el área de Protección de Flora y Fauna Cuatrocienagas, sin embargo su éxito es limitado debido a
que la planta repobló las áreas de erradicación. Por último, cabe mencionar que estas iniciativas se
desprenden de la Ley General de Cambio Climático creada en el 2012, que rige las acciones de
mitigación y adaptación al cambio climático; y de esta ley se deriva La Estrategia Nacional de Cambio
Climático (ENACC), la cual establece las prioridades nacionales y líneas de acción prioritarias para su
atención.

Conclusiones

El Carrizo Gigante se establece en una gran diversidad de sistemas acuáticos con perturbación
antropogénica, y una vez establecido es tolerante a diferentes condiciones climáticas y ambientales,
sin que se vea afectado su crecimiento y desarrollo. Además posee un eficiente sistema de
reproducción y dispersión que se basa en una propagación vegetativa, mediante el crecimiento
horizontal de sus rizomas y el movimiento de fragmentos de tallos y raíces a través de sistemas
loticos. Por tanto, debido a su estrategia de crecimiento clonal, uso eficiente de recursos, alta tasa
de crecimiento y defensas tanto físicas como químicas en tallos y hojas, Arundo donax es una de las
malezas riparias más exitosas en el planeta.
Por otra parte, su dispersión intencional está asociada a la introducción humana, debido al
aprovechamiento que le ha dado el humano, mientras que la distribución endémica se halla en la
Cordillera del Himalaya en Asía. A. donax fue seleccionada y trasladada desde las poblaciones de
Pakistán en la Antigua Mesopotamia hacia Europa, para después ser introducida a América múltiples
veces desde la conquista española. A nivel genético este desplazamiento ha generado un fuerte
cuello de botella en donde hay un único haplotipo que a nivel mundial se cultiva, vende e invade
una única variedad.

En cuanto al modelo de expansión, una hipótesis plausible parte de la introducción humana para
cultivo y uso ornamental, fundando poblaciones primarias a grandes distancias, desde allí mediante
los sistemas acuáticos se desplazan fragmentos de la planta que enraízan al azar a corta y mediana
distancia. Llevando al establecimiento de poblaciones secundarias en zonas idóneas. Por tanto un
buen modelo mezclaría expansión por ondas y difusión estratificada.

Los impactos abarcan desde el desplazamiento de la flora y fauna nativa, disecación de los cuerpos
de agua, modificación de la forma de los ríos, alteración de los regímenes naturales de fuego, afecta
la seguridad fronteriza entre México y Estados Unidos, así como, interacciones de facilitación con
vectores de enfermedades. El costo de la invasión de la Caña Común no ha sido evaluado en México,
pero dados los impactos a nivel mundial, probablemente sea muy alto.

Respecto al control son usados tres métodos: químico, mecánico y biológico. Los primeros dos
tienen grandes dificultades, debido a que el método químico usa herbicidas de amplio alcance en
donde la flora nativa puede salir perjudicada, mientras que el mecánico plantea dificultades al ser
necesaria la extracción de los rizomas y un cuidadoso plan que evite la dispersión de tallos. Por
tanto, se puede afirmar que el control biológico es el método con mayor probabilidad de trascender
a largo plazo.

Por último, cabe resaltar que en México la legislación para la prevención, control, erradicación y
manejo de A. donax es muy incipiente, hasta el momento sólo se ha incluido dentro de la lista de
especies exóticas invasoras, aunque se reconoce en la comunidad académica como la planta
invasora de humedales y riveras más agresiva y ampliamente distribuida del mundo.

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