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La mecánica clásica está formada por áreas de estudio que van desde la mecánica del
sólido rígido y otros sistemas mecánicos con un número finito de grados de libertad, a
sistemas como la mecánica de medios continuos (sistemas con infinitos grados de
libertad). Existen dos formulaciones diferentes, que difieren en el grado de formalización
para los sistemas con un número finito de grados de libertad:
funciones se obtienen por integración, una vez conocida la naturaleza física del
problema y las condiciones iniciales.
Existen otras áreas de la mecánica que cubren diversos campos aunque no tienen
carácter global. No forman un núcleo fuerte para considerarse como disciplina:
Mecánica estadística[editar]
Artículo principal: Mecánica estadística
La mecánica estadística trata de sistemas con muchas partículas y que por tanto tienen
un número elevado de grados de libertad, al punto que no resulta posible escribir todas las
ecuaciones de movimiento involucradas y, en su defecto, trata de resolver aspectos
parciales del sistema por métodos estadísticos que dan información útil del
comportamiento global del sistema sin especificar qué sucede con cada partícula del
sistema. Los resultados obtenidos coinciden con los resultados de la termodinámica. Usa
tanto formulaciones de la mecánica hamiltoniana como formulaciones de la teoría de
probabilidad. Existen estudios de mecánica estadística basados tanto en la mecánica
clásica como en la mecánica cuántica.
Mecánica relativista[editar]
Artículo principal: Teoría de la relatividad
Sin embargo, a pesar de todas estas diferencias, la mecánica relativista es mucho más
similar a la mecánica clásica desde un punto de vista formal, que por ejemplo la mecánica
cuántica. La mecánica relativista sigue siendo una teoría estrictamente determinista.
Mecánica cuántica[editar]
Artículo principal: Mecánica cuántica
La mecánica cuántica trata con sistemas mecánicos de pequeña escala o con energía muy
pequeña (y ocasionalmente sistemas macroscópicos que exhiben cuantización de
alguna magnitud física). En esos casos los supuestos de la mecánica clásica no son
adecuados. En particular el principio de determinación por el cual el estado futuro del
sistema depende por completo del estado actual no parece ser válido, por lo que los
sistemas pueden evolucionar en ciertos momentos de manera no determinista
(ver postulado IV y colapso de la función de onda), ya que las ecuaciones para la función
de onda de la mecánica cuántica no permiten predecir el estado del sistema después de
una medida concreta, asunto conocido como problema de la medida. Sin embargo, el
determinismo también está presente porque entre dos medidas filtrantes el sistema
evoluciona de manera determinista de acuerdo con la ecuación de Schrödinger.
La evolución no determinista y las medidas sobre un sistema, están regidas por un
enfoque probabilístico. En mecánica cuántica este enfoque probabilístico, lleva por ejemplo
en el enfoque más común renunciar al concepto de trayectoria de una partícula. Peor aún
el concepto la interpretación de Copenhague renuncia por completo a la idea de que las
partículas ocupen un lugar concreto y determinado en el espacio-tiempo. La estructura
interna de algunos sistemas físicos de interés como los átomos o las moléculas sólo
pueden ser explicados mediante un tratamiento cuántico, ya que la mecánica clásica hace
predicciones sobre dichos sistemas que contradicen la evidencia física. En ese sentido la
mecánica cuántica se considera una teoría más exacta o más fundamental que la
mecánica clásica que actualmente sólo se considera una simplificación conveniente de la
mecánica cuántica para cuerpos macroscópicos.
También existe una mecánica estadística cuántica que incorpora restricciones cuánticas
en el tratamiento de los agregados de partículas.