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LOS SISTEMAS
DE INFORMACIÓN
EN LA EMPRESA ACTUAL
Aspectos estratégicos y alternativas tácticas
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ii La empresa virtual
000 - VALOR - Los sistemas de información en 2la empresa actual.pmd 24/11/2005, 13:14
La empresa virtual iii
LOS SISTEMAS
DE INFORMACIÓN
Microsoft Excel
EN LA EMPRESA
®
ACTUAL
2002
Aspectos estratégicos y alternativas tácticas
sin problemas
Sandra Sieber
Josep Valor
Valentín Porta
000 - VALOR - Los sistemas de información en 3la empresa actual.pmd 24/11/2005, 13:14
iv La empresa virtual
La información contenida en este libro procede de una obra original entregada por el autor.
No obstante, McGraw-Hill/Interamericana de España no garantiza la exactitud o perfección
de la información publicada. Tampoco asume ningún tipo de garantía sobre los contenidos
y las opiniones vertidas en dichos textos.
Este trabajo se publica con el reconocimiento expreso de que se está proporcionando una
información, pero no tratando de prestar ningún tipo de servicio profesional o técnico.
Los procedimientos y la información que se presentan en este libro tienen sólo la intención
de servir como guía general.
McGraw-Hill / Interamericana
de España S. A. U.
DERECHOS RESERVADOS © 2006, respecto a la primera edición en español, por
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Depósito legal:
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La empresa virtual v
Contenido
Capítulo 6. Sistemas para la gestión de las relaciones con los clientes .... 95
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vi La empresa virtual
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La empresa virtual vii
Prólogo
R. Andreu
vii
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viii La empresa virtual
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Introducción 1
1
Introducción
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2 Los sistemas de información en la empresa actual
des de los ordenadores, que un teléfono móvil GSM como el que llevan hoy la
mayoría de adolescentes procesa más información por segundo que podía proce-
sar la NASA en julio de 1969, cuando mandó a sus astronautas a la luna.
Hasta el final de la década de los setenta la repercusión de la informática en
la estrategia de la empresa fue mínima: simplemente ayudaba a reducir los cos-
tes de proceso de información en funciones de soporte. Aunque en términos
relativos la tecnología era mucho más cara que ahora, en aquellos días era fácil
justificar las inversiones y demostrar su rentabilidad. Para llevar a cabo un aná-
lisis coste/beneficio relativamente adecuado, bastaba con valorar las compras de
tecnología, añadirle el mantenimiento y el coste del personal informático aso-
ciado, y compararlo con el ahorro conseguido en tiempo y en mano de obra
administrativa.
Era lógico, pues, que la alta dirección de la empresa tratara desde una cierta
distancia las decisiones en informática y las inversiones relacionadas.
Cuando la tecnología empezó a usarse para resolver otros problemas más com-
plejos planteados por las empresas, tales como los relacionados con sistemas de
producción y de almacenaje, o con la gestión de clientes y proveedores, se desa-
rrollaron unos sistemas de información y de control de gestión que pronto se con-
virtieron en el sistema nervioso de la empresa. Con este tipo de sistemas de infor-
mación, justificar las inversiones con simples análisis coste/beneficio empezó a
hacerse complicado. ¿Cómo medir, por ejemplo, el beneficio de disponer de infor-
mación instantánea sobre el estado de los inventarios en los almacenes de una
empresa de gran consumo? ¿O cómo saber qué cantidad adicional habría que pa-
gar por información actualizada al segundo, en lugar de tenerla en diferido una
hora (o incluso 24) más tarde? La justificación de inversiones es pues una de las
tareas más complejas que debe afrontar la dirección de la empresa.
Y la decisión sobre inversiones en TIC es de la alta dirección de la empresa
debido a su enorme impacto en la manera de funcionar y competir de la empresa
del siglo XXI. Esta relevancia se ha documentado en suficientes foros como para
que no sea necesario enfatizarlo más aquí. Baste con especular qué les pasaría a
las empresas de hoy si la tecnología dejara de funcionar. No sólo escasearía la
información de gestión, sino que ni siquiera podría sacarse dinero de un cajero,
hacer reservas o viajar en un avión. Es muy probable, incluso, que el restaurante
de la esquina no pudiera servir comidas, y que si lo hiciera, no pudiera aceptar
tarjetas de débito. Si las TIC son tan importantes para cualquier empresa, ¿pue-
den sus máximos responsables estar ausentes en las decisiones que al respecto
toman sus ejecutivos, tal como hacían en los años setenta?
Las decisiones sobre tecnología de una empresa presentan un factor de com-
plejidad adicional que viene dado por la interacción entre los sistemas de infor-
mación y los demás sistemas de la organización: sistemas de control, de com-
pensación e incentivos, de planificación y, por supuesto, los relacionados con la
propia estructura organizativa de la empresa. Las modificaciones en los siste-
mas de información deben respetar el equilibrio del resto de sistemas, si lo que
se espera es que unos y otros funcionen de la forma adecuada. Por lo general,
esto significa que los sistemas de información nunca deben concebirse de forma
aislada y que es esencial plantear la implantación de las TIC desde un enfoque
global, que contemple desde cómo hay que controlar y compensar a los emplea-
dos hasta cómo planificar y organizar el proceso de adopción. Cambiando los
flujos y repositorios de información se cambia una de las dimensiones más im-
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Introducción 3
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4 Los sistemas de información en la empresa actual
nes entre empresas, representadas por los sistemas Business to Business o B2B, y
la gestión de las relaciones con los clientes (CRM).
La subcontratación (outsourcing) de la gestión de las TIC se analiza en el
Capítulo 7, con un repaso de las ventajas y los inconvenientes de la provisión
por la propia empresa respecto a la subcontratación a terceros, ya sea parcial o
completa. Este mismo capítulo explora también la subcontratación de procesos
de negocio enteros, conocida como BPO o Business Process Outsourcing.
El Capítulo 8 estudia las decisiones de inversión en tecnología de la informa-
ción. Las estrategias de TIC tienen efectos de largo alcance en todas las dimensio-
nes de la empresa y, aún así, muchas veces se toman considerando aspectos pura-
mente económicos, de corto plazo, y sin la aquiescencia de la alta dirección. Se
exploran las razones por las que esto ocurre en la práctica y se proponen una serie
de medidas pensadas para evitar los errores más comunes. Además, se hace refe-
rencia a los sistemas de código abierto en general y al sistema Linux en particular.
Los Capítulos 9, 10 y 11 están dedicados a la gestión y control de la función
de TI en la empresa. El Capítulo 9 trata la medición de los costes incurridos,
tanto los directamente relacionados con en el departamento TIC como los que
puedan quedar «ocultos» en otras áreas funcionales. La gestión, propiamente
dicha, de proyectos de desarrollo TIC y otros aspectos más específicos a la fun-
ción de este departamento son analizados en el Capítulo 10. Cierra este bloque
el Capítulo 11, que pretende ofrecer una visión global del departamento de TI
poniendo especial énfasis en la gestión de sus recursos humanos y en los perfiles
profesionales y carreras de los técnicos del departamento.
El libro concluye con un epílogo y un glosario de términos relacionados con
las TIC.
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Introducción 5
AGRADECIMIENTOS
Una obra como ésta no es únicamente fruto del esfuerzo de sus autores. Los estu-
diantes y directivos de los programas máster y de perfeccionamiento directivo del
IESE que han seguido los cursos de Sistemas de Información impartidos por San-
dra Sieber y Josep Valor y los clientes de CRM Concord (hoy integrado en Mercer
Management Consulting) que de forma anónima o explícita han contribuido ex-
poniendo sus problemas y dejándose estudiar como casos-ejemplo, han sido fun-
damentales a lo largo de todo el proceso. Una mención muy especial merece nues-
tro colega del IESE Rafael Andreu, con el que hemos pasado muchas horas
debatiendo temas de Sistemas de Información, y cuya visión nos ha acompañado
al escribir esta obra. Asimismo agradecemos la ayuda que nos han brindado en la
preparación del material y en parte de la redacción Eduardo Soler, Susanna Arasa
y Tomás Crespo, del IESE; Marta Comín, Gemma Golobardes, Marisol Pérez y
Gemma Tonijuan, del e-business Center PwC&IESE; y Patricia Martín y Enrique
Vigneron, de CRM Concord. Ha sido de vital importancia la ayuda de Isabel Gar-
cía en todos los temas logísticos y administrativos. Nuestros inmediatos superio-
res, Jordi Canals, Director General del IESE, y José Miguel Argüelles, Director
General de CRM Concord, nos han proporcionado el tiempo y los recursos nece-
sarios para llevar a cabo este trabajo. Finalmente, esta obra no hubiera sido posible
sin el apoyo de nuestros cónyuges Jaume Català, Montse Soler y Adela Martín,
que han aguantado pacientemente nuestras ausencias –presenciales y mentales–
mientras nos dedicábamos a este empeño.
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6 Los sistemas de información en la empresa actual
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Conceptos básicos de sistemas y tecnologías de la información 7
2
Conceptos básicos
de sistemas y tecnologías
de la información
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8 Los sistemas de información en la empresa actual
1
Esta sección se basa en sus definiciones y conceptos básicos en el trabajo de Andreu R., Ricart
J. E. y Valor J. en Estrategia y Sistemas de Información; McGraw-Hill (1996).
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Conceptos básicos de sistemas y tecnologías de la información 9
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10 Los sistemas de información en la empresa actual
COMPONENTES DE LA TECNOLOGÍA:
HARDWARE, SOFTWARE Y TECNOLOGÍAS DE REDES
Un SI típico se apoya en tres componentes: el hardware, constituido por todas
aquellas partes que se pueden tocar físicamente, el software (los programas), y
las tecnologías de redes, necesarias para conectar diferentes máquinas.
Existen diferentes tipos de arquitecturas de sistemas, dependiendo de las nece-
sidades de las empresas y del momento histórico en el que se introdujeron las
tecnologías de información. Así, en los años setenta IBM popularizó la arquitectu-
ra mainframe, cuya filosofía básica consiste en disponer de un gran ordenador
central (mainframe) que sirve a cientos o miles de usuarios conectados a él vía una
pantalla tonta (dumb terminal) que se utiliza para entrar o cambiar datos y acceder
a información en el mainframe. Un mainframe típico tiene hoy en día el tamaño de
un coche utilitario pequeño, aunque en los setenta uno de potencia equivalente
podía llegar a ocupar varias habitaciones y necesitaba de una instalación de enfria-
1960 2000
Tipos de hardware
Del apartado anterior se deduce que se debe distinguir entre diferentes catego-
rías de hardware. Ya hemos hablado de las diferencias entre ordenadores cliente
–típicamente PC o portátiles–, y de los de uso compartido –mainframe, midran-
ge o servidores–. Además, está el denominado hardware de periféricos, que eng-
loba impresoras, plotters o escáneres. Finalmente existe otra familia de hard-
ware, necesaria para la infraestructura de redes, formada por hubs o routers
(encaminadores) que se dedican exclusivamente a interconectar diferentes má-
quinas entre sí. La sección siguiente, dedicada a los sistemas de comunicación,
explica con algo más de detalle el funcionamiento de este tipo de hardware espe-
cializado.
Desde la aparición de los primeros ordenadores, hace ya más de cincuenta años,
el ritmo de innovación en el campo del hardware ha sido espectacular. El ejemplo
más conocido de innovación tecnológica es el de los microprocesadores de Intel.
En 1965 George Moore, uno de los fundadores de la empresa, publicó un artículo
en el que afirmaba que cada dos años podría fabricar circuitos integrados del doble
de potencia sin aumentar el coste2. Esta sentencia, denominada Ley de Moore, se
ha cumplido hasta nuestros días, tal como muestra la Figu-
ra 2.2. De hecho, ha sido parte importante del auge de los sistemas de informa-
ción en la segunda parte del siglo XX.
Sirva como ilustración la siguiente analogía: suponiendo que la aviación co-
mercial hubiera avanzado al mismo ritmo que los microchips, tendríamos que
un vuelo Nueva York-Madrid que en 1978 costaba unos 900$ y tardaba 9 horas
hoy costaría sólo 1 centimo y duraría 0,25 segundos.
Las innovaciones en el campo del procesamiento de datos han ido acompa-
ñadas de otras tantas innovaciones en el campo del almacenamiento y de la
comunicación. Así, si en los años cincuenta una empresa podía tener capacidad
para almacenar 10Kb3 de datos (véase Figura 2.3) comparando el disco de 10Kb
con el de 181Gb), en 1997 ordenadores típicos de sobremesa llegaban a 1Gb, y
en 2005 cualquier persona puede tener fácilmente más de 100Gb para el almace-
namiento de datos. En el campo de los servidores la evolución ha sido parecida,
y en 2004 la empresa Sun Microsystems, líder del mercado, ofrecía capacidades
de hasta 147.5Tb con su sistema StorEdge 9980.
En el campo de las comunicaciones, el cable telefónico habitual (un par de
hilos de cobre) soportaba velocidades hasta 56.6 kb/s4, capacidad que se vio
incrementada por sucesivas innovaciones en los protocolos de comunicación hasta
llegar a los 128kb/s del RDSI o a los 9Mb/s del ADSL. Además, el desarrollo de
otros tipos de redes de comunicación como el cable coaxial y la fibra óptica ha
permitido llegar a anchos de banda aún superiores, tal como se muestra en el
cuadro de la Figura 2.4.
2
La frase exacta de Moore fue expresada en términos de doblar el número de transistores por
unidad de superficie, que de hecho equivale a doblar la potencia.
3
Véase el glosario al final de esta obra para las definiciones exactas de las capacidades de medi-
da de almacenaje. Kb (kilo byte, 1032 bytes), Mb (mega byte, 1032 Kb), Gb (giga byte, 1032 Mb) y
Tb (tera byte, 1032 Gb).
4
kb/s son kilo-bits por segundo, o 1.024 unidades básicas de información (0 o 1) por segundo.
Véase el glosario al final de la obra para una definición más exacta.
Intel
Itanium II
Intel
Itanium
1.000.000.000
Intel
Pentium IV
Intel
100.000.000 Pentium III
Intel
Pentium II
Intel
Nº de transistores
10.000.000 Pentium
Intel
486TM
Intel
1.000.000 386TM
286
100.000 8086
8080
8008
10.000
4004
1.000
1971 1972 1974 1978 1982 1985 1989 1993 1997 1999 2000 2002 2003
2G 0,5G
Ancho de banda
Tipo de medio de comunicación
(velocidad de transmisión)
Infrarrojos 1 a 4 Mbps
Tipos de software
Redes y telecomunicaciones
El tercer elemento necesario para cualquier sistema de información son las re-
des de comunicación y las telecomunicaciones que hacen posible el intercambio
de datos entre diferentes ordenadores, su almacenamiento en unidades centrales,
la comunicación instantánea entre trabajadores que están a miles de kilómetros
de distancia o el trabajo conjunto de varios usuarios en un único archivo.
Las tecnologías de redes constituyen un elemento esencial en casi cualquier
empresa, aunque a menudo las utilizamos sin ser conscientes de ello. El ejemplo
de red más conocido es la Internet pública, que une a millones de ordenadores
dispersos en todo el mundo y permite que amigos, empleados, clientes o provee-
dores intercambien datos de toda índole. Sin embargo, a nivel empresarial redes
más pequeñas son fundamentales para el buen funcionamiento del día a día. Mu-
chos grandes almacenes, por ejemplo, cuentan con ordenadores especializados
que registran las transacciones en cada punto de venta y remiten la información
recogida a la central para que sea utilizada en la gestión de las existencias.
Las redes pueden clasificarse en dos grandes grupos. Las denominadas LAN
(Local Area Network o red de área local, RAL) conectan equipos que están rela-
tivamente cerca unos de otros, normalmente dentro de un mismo edificio. Las
Internet
Backbone
T3
Línea
Servidor
dedicada
T1
ISP
Router
Línea telefónica con módem
RDSI (Red Digital Servicios Integrados)
ADSL (Asymmetric Digital Subscriber Line)
LAN
5
Para más información se puede consultar su página web en http://www.isoc.org/.
6
Los cuatro números de una dirección IP se denominan también octetos. Esto se debe a que,
cuando están expresados en lenguaje binario cada uno de ellos tiene ocho posiciones, con lo que el
número mayor en cada posición es 2 a la potencia de 8, es decir, 256 (0-255).
7
Combinando los cuatro octetos se obtienen 4 veces 256 o 4.294.967.296 valores únicos. De
hecho, algunas direcciones son de uso restringido, como el 0.0.0.0 para la red por defecto. De todos
modos, en 2004 se estaba agotando el número de IP disponibles, por lo que se estaba introduciendo
el IPv6, con más de un trillón de combinaciones posibles.
Obviamente, para que Internet funcione de esta manera es esencial que exis-
ta un cierto nivel de redundancia, de tal modo que cuando un servidor DNS no
esté conectado o presente cualquier problema, existan otros que puedan llevar a
cabo su trabajo. También es deseable que las respuestas sean rápidas, porque así
cada vez que un servidor DNS resuelve un requerimiento puede guardar la direc-
ción IP que recibe (caching). De esta manera, la próxima vez podrá resolver una
petición más rápidamente y evitando la creación de tráfico innecesario. A pesar
de ser completamente invisibles a un navegador común, los servidores DNS ges-
tionan billones de peticiones cada día y son una pieza esencial para el buen
funcionamiento de Internet.
Los DNS son sólo una parte de los servidores que integran Internet. De he-
cho, todas las máquinas conectadas funcionan como servidores o como clientes.
Todos los servidores proveen servicios a otras máquinas, llamadas clientes, que
se conectan a ellos para obtener sus servicios. Existen diferentes clases de servi-
dores, como por ejemplo servidores web, de ficheros, o de correo electrónico.
El cliente, pues, se conecta a un determinado servicio y accede a él utilizan-
do un protocolo particular específico de ese servicio, que describe cómo se van
a entender el servidor y el cliente. Por ejemplo, todos los servidores de correo
electrónico utilizan el protocolo SMTP (Simple Mail Transfer Protocol), mien-
tras que los servidores web utilizan el protocolo HTTP (Hypertext Transfer Pro-
tocol). Por ello, cuando uno se conecta a una página web utilizando un navega-
dor, indica primero el tipo de protocolo a utilizar, después el dominio y finalmente
la página concreta a servir (como por ejemplo, http://www.iese.edu/faculty, para
acceder al servidor de páginas web del IESE, pidiendo la página referente al
profesorado). La Figura 2.7 muestra, a modo de ejemplo, los protocolos más
comunes para los diferentes servicios de Internet.
Según las convenciones generalmente aceptadas de funcionamiento, la direc-
ción completa se denomina URL (Uniform Resource Locator) y es todo lo que se
necesita saber para acceder a un determinado servicio en la Red, ya que especifica
tanto el tipo de protocolo a utilizar como la dirección IP o el nombre del dominio
al que se quiere acceder.
Sirvan como ejemplo las siguientes direcciones:
ftp://nombredominio/fichero.exe
http://nombredominio/index.htm
Son los sistemas utilizados prácticamente en todas las organizaciones para la rea-
lización de tareas y el procesamiento de información a través de documentos de
texto, hojas de cálculo, presentaciones, etc. No sólo podemos encontrarlos en
empresas, sino también en un elevado número de hogares –especialmente en aque-
llos en los que viven jóvenes que los utilizan como herramienta de soporte para sus
estudios. Estos sistemas resultan muy eficaces a la hora de realizar cálculos, escri-
tos o documentos que deben guardarse para hacer uso de ellos más adelante.
Su rápida evolución y su cada vez más accesible precio han convertido a
estos sistemas en una herramienta universal y común en todas las empresas.
Algunos programas que incluyen los OIS, son:
z Hojas de cálculo.
z Sistemas de procesamiento de texto e imágenes.
z Programas para la realización de presentaciones.
z Bases de datos personales.
z Sistemas para tomar notas.
En los últimos años, los avances en las TIC han permitido a un buen número de
empresas la posibilidad de realizar tareas conjuntas entre personas ubicadas en
lugares completamente diferentes y muy distantes entre sí. Ello ha sido posible gra-
cias al desarrollo de toda una serie de aplicaciones que están modificando sustan-
cialmente la forma de trabajar de las personas. Desde el envío de información a
través de un e-mail hasta las conversaciones en grupo a través de «chats» o videocon-
ferencias, estos nuevos canales han revolucionado el mundo de la comunicación
empresarial en todos los sentidos.
Es, todavía, uno de los servicios que ofrece Internet más usados tanto a nivel de
empresa como individualmente. Hace posible la comunicación entre personas
ubicadas en diferentes lugares y con diferentes sistemas de información8. Ade-
más del propio contenido del mensaje pueden añadirse al cuerpo del mensaje
muchos otros datos adjuntos, como documentos, imágenes o música.
Mensajería instantánea
8
Los protocolos estándar en los que se basan los clientes de correo electrónico que encontramos
en los PC para acceder a los servidores en los que se almacenan los mensajes y en los que el usuario
tiene una cuenta abierta son el Post Office Protocol (POP) y el Internet Message Access Protocol
(IMAP). En la actualidad, muchos servidores de correo poseen un programa de interfaz, denominado
Web Mail, que permite a los clientes acceder a su correo mediante un simple navegador, sin progra-
mas de correo dedicados.
Teleconferencia
Sistemas transaccionales
Este tipo de sistemas, de carácter básico y operativo, son los que conocemos como
sistemas de procesamiento de transacciones (Transaction Processing Systems,
TPS). Se trata de sistemas informáticos que ejecutan y memorizan aquellas tran-
sacciones diarias y rutinarias pero esenciales para el correcto funcionamiento de la
empresa. A diferencia de otros sistemas que trataremos más adelante, los TPS son
utilizados por responsables de niveles más operacionales que estratégicos o direc-
tivos.
Podríamos calificar estos sistemas como la columna vertebral de los demás
sistemas de información de las empresas, puesto que proporcionan cantidades
importantes de información necesaria para otros sistemas más complejos. Su
objetivo principal es proporcionar la información que necesita cualquier empre-
sa para funcionar correctamente e incluso aquella más esencial para sistemas de
carácter más táctico o que ayuda al establecimiento de nuevas ventajas competi-
tivas. Este tipo de sistemas son los más expuestos a los procesos de reingeniería
necesarios para su constante adaptación a los cambios del entorno, aunque tam-
bién son los que más beneficios tangibles cosechan.
La evolución de los ordenadores en los años sesenta hizo que sus capacidades y
características mejoraran al tiempo que su precio, paradójicamente, disminuía. Esto
favoreció el desarrollo de sistemas mucho más complejos, capaces de dar soporte a
los directivos a la hora de tomar decisiones repetitivas en las diferentes áreas funcio-
nales de la empresa. Los sistemas de información gerenciales (Management In-
formation Systems, MIS), en efecto, apoyan las funciones de planificación, control
y la toma de decisiones gracias a la realización de informes periódicos y rutinarios
como, por ejemplo, comparativas entre ingresos y gastos reales en relación al presu-
puesto inicial o a lo largo de períodos consecutivos. En términos generales, podemos
decir que un MIS resume y presenta las operaciones básicas de una empresa gracias
a los datos aportados por los sistemas de procesamiento de transacciones (TPS).
De hecho, estos sistemas surgieron como respuesta a las deficiencias de los ante-
riores TPS, que sólo realizaban tareas de procesamiento de transacciones y aportaban
poca información para la gestión de las diferentes áreas funcionales de la empresa.
Las funciones principales de un MIS son las de recopilar y resumir los datos
aportados por los TPS, para controlar y dirigir la organización y también para
que los empleados dispongan de un feedback acerca de aspectos fácilmente me-
dibles de su trabajo. Estos sistemas son de especial utilidad para aquellos direc-
tivos de nivel medio que desean información semanal, mensual o anual acerca
de cuestiones que ya conocen con antelación.
En muchas ocasiones, estos sistemas también son utilizados como herramienta
de planificación y control. Por encima de todo, no obstante, se presentan como
buenos sistemas de medida del rendimiento de una organización. El hecho de que
todo el mundo conozca cómo se mide este rendimiento puede ayudar a una mejor
toma de decisiones y a un incremento de la motivación por parte de los empleados,
quienes tenderán a hacer lo posible para mejorar en aquello que les corresponde.
Son muchas las decisiones que se toman día a día en todas las empresas. Tal y
como su nombre indica, estos sistemas han sido expresamente diseñados para
Aunque son muchos los directivos que los utilizan, son los responsables de de-
partamento los usuarios habituales de sistemas DSS. Por su naturaleza, la infor-
mación que aportan está dispuesta para facilitar el proceso de toma de decisio-
nes frente a problemas concretos, pero no para obtener una valoración global del
funcionamiento de la empresa.
En cambio, los sistemas de información para ejecutivos (Executive Infor-
mation Systems, EIS) o sistemas de soporte a ejecutivos (Executive Support
Systems) ofrecen apoyo directo y específico a directivos o ejecutivos, gracias al
procesamiento de gran variedad de información, tanto interna como externa,
convenientemente resumida y especialmente presentada. Con un sistema EIS es
posible analizar el rendimiento de la empresa con datos reales, determinar su
situación en el sector y compararla con la de la competencia o fijar direcciones
estratégicas para el futuro. Este sistema, con un formato sencillo y útil, está
especialmente pensado para ser utilizado por directivos con poca disponibilidad
de tiempo o experiencia con ordenadores. Además, permite a los ejecutivos en-
contrar la información o los aspectos estratégicos que más les interesan y explo-
rar sus raíces para encontrar resultados todavía más precisos. Una respuesta gené-
rica a la pregunta sobre qué datos deben contener los EIS, sería: «todo lo que
pueda resultar interesante para los ejecutivos».
Antes de la llegada de los sistemas EIS, era común encontrarse con ejecuti-
vos analizando cientos y cientos de informes cada mes (o incluso semana), habi-
tualmente con el mismo esquema y formato. Poco a poco, los analistas encontra-
ron herramientas para resumir esa gran cantidad de datos de forma que los ejecutivos
pudieran seleccionar la información más relevante y ampliar la que más les intere-
sase. Actualmente los EIS incluyen todo tipo de herramientas de análisis, así como
infinidad de modelos de representación de datos online que permiten a los ejecuti-
vos y a sus subordinados visualizar idénticos datos simultáneamente.
Este tipo de sistemas jerarquizan la información, mediante sumarios o resú-
menes muy esquemáticos, para ofrecer un mayor desglose a medida que el usua-
rio requiere ampliar la información. Esta técnica, denominada de perforación o
drill down, evita el problema de tratar con gran multitud de datos que, a menu-
do, «distraen» o dificultan la atención sobre los que realmente interesa conocer.
Los EIS utilizan herramientas de análisis y modelización de datos que pro-
porcionan los resultados en formatos conocidos como, por ejemplo, hojas de
cálculo, lo que hace facilitar su uso por parte de los directivos que tienen que
manejarlos.
3
Compitiendo
con los sistemas
de información1
1
Este capítulo resume de forma sucinta los conceptos y metodología de la obra Estrategia y
Sistemas de Información de Andreu R., Ricart J. E. y Valor J., McGraw-Hill, (1996). El lector intere-
sado en profundizar más en la planificación de sistemas de información puede referirse a ella.
31
Estrategia/
Necesidades corporativas
Estrategia/
Necesidades de cada
unidad de negocio
Plan de TI/SI
TI/SI
Estrategia/
Necesidades
corporativas
TI/SI
Estrategia/
Necesidades de las
unidades de negocio
2
Esta sección describe de forma somera el procedimiento. Remitimos al lector interesado en
una descripción más detallada al libro Estrategia y Sistemas de Información de R. Andreu, J. E.
Ricart y J. Valor (1996).
rrollar durante el primer año del plan deben contener de forma detallada toda la
información necesaria para poder evaluarlos en términos de los recursos necesa-
rios para su desarrollo, mientras que para los proyectos posteriores una aproxi-
mación suele ser suficiente. Además de un calendario detallado, es necesario
establecer los mecanismos adecuados de evaluación y garantizar la existencia de
los procedimientos de control necesarios para llevar a cabo un correcto segui-
miento del plan.
Un buen plan de sistemas no es necesariamente muy tecnológico. Al contra-
rio, debe desarrollarse primordialmente desde una perspectiva de negocio, inte-
grando las necesidades de información emanadas del cruce de las directrices
estratégicas de la empresa con las funciones y procesos de negocio de las distin-
tas unidades organizativas. La dimensión tecnológica se desarrolla una vez se
dispone de las necesidades de información y proceso de la empresa. Por consi-
guiente, la responsabilidad del desarrollo del plan recae fundamentalmente en la
dirección de la empresa, con la participación de la dirección del departamento
de sistemas. Como detallaremos más adelante, ello tiene una serie de implica-
ciones sobre la estructura de responsabilidad de los proyectos de sistemas, ya
que requerirá la implicación y co-responsabilidad de los diferentes directores
funcionales.
Finalmente, el procedimiento de alineamiento del plan de tecnología con la
estrategia de negocio precisa de la participación activa de toda una serie de
agentes de la empresa.
Un plan de sistemas que abarque toda la empresa y siente las bases de las inver-
siones de tecnología en los próximos años ha de involucrar en cierto grado a los
máximos responsables de la organización. La filosofía de la metodología que
aquí se esboza es que toda la organización debe sentir como propio el plan de
sistemas que acabe llevándose a la práctica. Ello implica que el peso del trabajo
de análisis lo lleve personal propio, no necesariamente del departamento de sis-
temas, sino de las áreas funcionales asignadas de forma temporal, pero explícita,
a la elaboración del Plan de Sistemas
El procedimiento propuesto organiza al personal implicado en el proyecto en
tres grupos de trabajo: (1) el comité de tecnologías y sistemas de información;
(2) el equipo de trabajo; y (3) el grupo base. Estos se interrelacionan tal como
está descrito en la Figura 3.3.
El Comité de tecnología y sistemas de información es el órgano con res-
ponsabilidad última sobre el sistema de información diseñado. Debe supervisar
las etapas de la planificación; proporcionar los criterios estratégicos, de fija-
ción de prioridades y asignación de recursos; aprobar el plan de tecnología y
sistemas de información desarrollado; y asegurar el compromiso de la organi-
zación con el plan. Está formado por el máximo responsable de la empresa, los
directores de las distintas áreas funcionales y el director de SI. En muchas orga-
nizaciones coincide con el comité ejecutivo o de dirección de la empresa, con
la adición del responsable de sistemas de información en caso de no formar
parte del mismo.
Comité de
tecnologías y
sistemas de Director
información general
Otros Subdirector a
subdirectores cargo de SI
Director
de SI/TI Grupo base
(con
consultores
externos)
Equipo Director
de trabajo operativo
Personal de departamentos
usuarios asignado Personal de SI asignado
al proyecto al proyecto
Estrategia de negocio
Aprobado por el
comité TIC
Acciones estratégicas a b
Plan de
tecnologías y de
sistemas
Funciones y procesos
de negocio
Necesidades c
de información Plan de hardware Proyectos a
y software básico desarrollar
Ciclo de feedback
Esta metodología, si bien es esencial para que los sistemas no frenen las inten-
ciones competitivas de la empresa, presenta una limitación fundamental: no inte-
gra en el diseño de la estrategia las posibilidades que las TIC ofrecen. Por ello, en
general, las metodologías pasivas resultan insuficientes para las empresas que usan
información para competir. Este inconveniente se puede solventar aplicando una
metodología activa de planificación.
Desde una perspectiva histórica, los precursores de la planificación son los pro-
cedimientos de control financiero presupuestario, en boga en los años cincuenta.
Estos procedimientos utilizaban un horizonte corto con el fin de controlar la
tesorería, y su punto de vista era fundamentalmente interno y de control. Su
análogo en las decisiones de TIC (una incipiente informática por aquel enton-
ces) es la utilización de la tecnología en procesos transaccionales sencillos y
repetitivos. Ambas situaciones se caracterizan por su énfasis en el corto plazo,
limitándose a actividades definidas y estructuradas. En aquellos momentos no se
podía hablar de desencaje entre estrategia e informática, dado que el soporte de
esa última a la primera era mínimo.
En los años sesenta se desarrolla el concepto de planificación a largo plazo,
incorporando la perspectiva externa. Se trata de un proceso todavía pobre en
3
Véase M. Peteraf (1993), «The Cornerstones of Competitive Advantage: A Resource-Based
View», Strategic Management Journal, 14: 179-191, o P. Ghemawat (1991), Commitment: The
Dynamic of Strategy, New York: The Free Press.
4
En adelante, utilizaremos la denominación departamento TIC para referirnos al departamento
con responsabilidad sobre las TIC entendido como un recurso estratégico.
ra. Para empezar, una red de cajeros constituye un nuevo canal de distribución
para ciertos productos, que puede incluso utilizarse para distribuir otros pro-
ductos o servicios (por ejemplo, algunas entidades financieras están distribu-
yendo seguros, reservas de viajes y entradas a espectáculos). Puede verse tam-
bién como una manera de lograr que el cliente trabaje para nosotros, ya que
teclea las transacciones él mismo en vez de hacerlo un empleado de la entidad
financiera. En esta situación, el cliente acepta como mejora de servicio una ac-
tividad que reduce sustancialmente los costes del proveedor.
El ejemplo actual de paso de ventaja competitiva a necesidad estratégica son
las sugerencias personalizadas de Amazon.com. Esta gran tienda online fue la
primera empresa de venta por Internet que usó el historial de compras de sus
clientes para encontrar patrones de comportamiento. Así, cuando un cliente se
identifica, se compara su patrón de compra con el de otras personas que hayan
comprado libros similares, se buscan las diferencias, y se le presenta al navegan-
te una lista de sugerencias bajo el epígrafe «Otros clientes que han comprado lo
mismo que usted también ha comprado…» o «Pensamos que pueden ser de su
interés…»
Esta ventaja diferencial de Amazon.com se ha convertido en un estándar de la
venta por Internet. Evidentemente, las empresas con mayor número de clientes
podrán afinar mucho más con sus sugerencias que el resto. Desde un punto de
vista conceptual, esta acción de comunicarse con el cliente de forma personali-
zada es usar información sobre el cliente para construir un mensaje único,
posibilidad facilitada en gran manera por Internet, pero que está al alcance de
las empresas que se comunican sistemáticamente con sus clientes.
Después de la liberalización del sector de líneas aéreas en Estados Unidos,
varias empresas que no disponían de sistemas de reservas pasaron por enormes
dificultades. Un caso muy conocido es el de Frontier Airlines, que durante los
años de mercado regulado decidió no desarrollar su propio sistema de reservas.
En 1978, se vio obligado a subcontratar, los servicios de reservas a un competi-
dor, una iniciativa que acabó con la desaparición de Frontier. Para Frontier la
desventaja derivada de no disponer de sistema de reservas propio fue, pues, de-
cisiva. Por el contrario, las aerolíneas United Arlines desarrollaron un sistema
de reservas que le permitió controlar el canal de distribución de sus productos
e imponerlo a sus clientes, los agentes de viajes. Este control absoluto del canal
de distribución llevó a United a dominar a sus competidores, que se vieron obli-
gados a subcontratar el canal a su competidor. Frontier se sintió tan agredida que
interpuso un recurso en el Congreso de Estados Unidos, aunque, visto el resulta-
do final, de poco le sirvió.
Una vez dominado el canal de distribución a través de los SI, es posible
utilizar el canal para otros propósitos. United lo utilizó para enviar mensajes a
sus clientes, como también podía haber distribuido otros productos o servicios,
como seguros de viaje.
Federal Express es un ejemplo de compañía que, acoplando actividades de la
cadena de valor y basándose en su sistema transaccional, obtiene tales venta-
jas competitivas que incluso establece nuevas prácticas en el sector. A finales de
los años ochenta, Federal construyó un sistema global de seguimiento que le
permitía saber en cada momento la posición de sus envíos. Cada paquete estaba
identificado inequívocamente con un código de barras: cuando éste cambiaba de
manos, la lectura de la etiqueta comunicaba su situación a un único ordenador
central. Cada camión –de hecho, cada empleado de recogida y entrega– estaba
comunicado vía radio con el ordenador central, de manera que un envío que
pasaba a manos de Federal quedaba instantáneamente registrado y se le asigna-
ba una ruta hasta su destino. El operario conocía cualquier modificación de la
ruta gracias al escáner del código de barras, y de este modo podía redirigir el
paquete adecuadamente. Este sistema fue extraordinariamente novedoso en su
momento, y proporcionó a Federal Express una enorme ventaja competitiva al
redefinir el estándar operativo del sector. Hoy en día, todas las empresas de
transporte urgente de carácter global han invertido enormes sumas para disponer
de sistemas comparables, pero Federal Express, con su fiabilidad inigualable,
consiguió una posición de liderazgo que todavía hoy conserva.
Las relaciones entre los sistemas de información y la estructura organizati-
va las ejemplifica la compañía Mrs. Fields Cookies. En 1977, la señora Debbie
Fields tenía una única tienda de galletas localizada a las afueras de San Fran-
cisco. En 1992, ella y su marido habían pasado a ser los propietarios y dirigir
una cadena de 400 tiendas, pero además lo habían conseguido manteniendo
una estructura de solamente 130 personas. Con este mismo personal controla-
ban también 380 tiendas adicionales en régimen de franquicia. Para ello, Mrs.
Fields Cookies construyó un sistema de comunicación/información por el que
el ordenador central de la empresa –en realidad un potente miniordenador–
contacta varias veces al día con un ordenador personal localizado en cada una
de sus tiendas. El ordenador personal controla la actividad de la tienda, inclu-
yendo las ventas horarias y la producción. El ordenador sugiere al director de
la tienda cuántas galletas de cada clase debe hornear y le advierte si está lejos
del objetivo de ventas. Debbie había establecido para su primera tienda objeti-
vos de venta horarios que, en su opinión, debían adoptar el resto de tiendas:
era la única manera de que las galletas estuviesen siempre recién hechas y
calientes. Existe además un sistema de correo electrónico y de correo de voz
que permite a todos los empleados comunicarse directamente con Debbie, quien
se compromete a responder personalmente los mensajes en menos de 48 horas.
¿Qué están haciendo los Fields?: funcionar con una estructura organizativa
esencialmente plana, sin jerarquía. Han acercado extraordinariamente los
niveles de gestión y la operativa de la tienda, dándose cuenta de que cuando la
estructura se usa solamente para transmitir y elaborar información es innece-
saria.
Categorías de ITSGA
Estas acciones no son las únicas ni las más importantes para todas las situa-
ciones. Sin embargo, resultan útiles para apoyar el proceso de generación de
ideas estratégicas basadas en las TIC. A pesar de que, en general, las ITSGA
presentadas lo han sido como acciones positivas (esto es, como fuentes de ven-
tajas), pueden también jugar un papel más defensivo. En ese caso, se trata de
acciones necesarias para contrarrestar movimientos de los competidores, para
adaptarse a nuevas estructuras emergentes en el sector, etc. Las ITSGA de este
tipo pueden dar lugar a acciones estratégicas basadas en las TIC tan importantes
como las deducidas de ITSGA más positivas.
5
Una descripción más detallada de esta metodología se puede encontrar R. Andreu, J. E. Ricart
y J. Valor (1996), Estrategia y Sistemas de Información, McGraw-Hill, libro del que se han extraído
algunos elementos fundamentales de esta sección.
Acciones genéricas
Análisis detallado de la
de tecnologías de la
cadena de valor
información
Acciones estratégicas de
unidades de negocio y
funcionales
6
Porter, M. (1980), Competitive Strategy: Techniques for Analyzing Industries
and Competitors, New York: The Free Press.
Se trata aquí de identificar, desde una perspectiva de las TIC, los puntos
fuertes y débiles de la unidad de negocio objeto de estudio, tanto en el
momento actual como el futuro. El análisis debe hacerse en relación a los
competidores, reales o potenciales, más importantes. El resultado debe ser
un resumen de puntos fuertes sobre los que la empresa pueda capitalizar y
resaltar claras deficiencias a subsanar a corto plazo. Para identificar carac-
terísticas relevantes de las TIC a introducir en este análisis, a menudo resul-
ta conveniente realizar un repaso del entorno tecnológico con objeto de no
olvidar determinados factores que podrían convertirse en puntos fuertes o
débiles con la llegada al mercado de nuevos desarrollos tecnológicos.
7
Ives B., y G. Learmonth (1984), The Information System as a Competitive Weapon,
Communications of the ACM, 27(12), p. 1193 - 1201.
4
Sistemas para la gestión
integrada de los recursos
de la empresa
Algo parecido podría ocurrir con los diferentes departamentos, áreas fun-
cionales o unidades de negocio de cualquier empresa y con los flujos de infor-
mación que maneja. Sin ir más lejos, cada vez que llega el pedido de un cliente
se generan una gran cantidad de datos que, de no ser porque se ha pensado
previamente en ello, se almacenarían en sistemas diferentes e independientes
los unos de los otros. Eso, en el mejor de los casos, significa una duplicidad
absurda y costosa, y en el peor, un caos como el que vivió el constructor de
aviones.
Sin embargo, es frecuente que un mismo pedido se introduzca repetidas veces
en distintos sistemas de la empresa: una en el de producción y otra en el de admi-
nistración, por ejemplo. Aparte del coste extra de repetir el trabajo dos veces, esto
puede provocar retrasos, información inconsistente y pérdidas de tiempo inten-
tando descubrir el origen de los errores, cuya probabilidad también se multiplica
por dos al duplicar el proceso. Por otro lado, resulta en general difícil determinar
la posición global de un cliente, porque el estado de sus pedidos está en un siste-
ma, su situación de crédito en otro, etc. En definitiva, no hay forma de consultar
desde un departamento la información del sistema informático de otro para con-
trastarla.
Las necesidades de transferir información entre unidades funcionales son
enormes. En el área de Producción, por ejemplo, los planes de fabricación sue-
len estar basados en las ventas del producto, datos que proceden del departa-
mento de ventas. El departamento de compras, por su parte, debe adquirir la
materia prima necesaria en función de los planes de producción, del transporte,
de los plazos de entrega y de los niveles existentes de stock. Con la información
adecuada sobre los niveles de producción, la materia prima se puede pedir en el
momento en el que se necesita y pueden reducirse los niveles de inventario, con
el consiguiente ahorro.
De forma similar, el departamento de Contabilidad y Finanzas se encarga
de registrar todas las transacciones que tienen lugar en la empresa, desde los
pedidos de los clientes hasta los flujos de caja cuando se abona la materia prima
adquirida. Además, tiene la responsabilidad de elaborar los informes correspon-
dientes a todas las transacciones efectuadas de cara a determinar la posición
financiera de la empresa, por lo que necesitan datos de todos sus departamentos.
Finalmente, tiene que proporcionar los datos necesarios para un control eficaz
de los diferentes departamentos y poder evaluar la correcta gestión de los mis-
mos. De hecho, esta necesidad de control de la contabilidad –tanto del punto de
vista de gestión como legal– ocupan el centro de la mayoría de los sistemas de
información desarrollados en los años setenta. Eran sistemas «centrados en la
información financiera», en los que la realidad de la empresa se analizaba a
través de los movimientos contables. En estos sistemas, algunos de los cuales
todavía funcionan hoy en día, no era posible conocer las incidencias de la em-
presa hasta que se reflejaban en un movimiento contable.
La necesidad de la interoperabilidad de diferentes sistemas se pone tam-
bién de manifiesto en el departamento de Recursos Humanos, que al contra-
tar personal para la empresa, debe determinar, en primer lugar, las necesidades
de personal y, de acuerdo con éstas, los perfiles de los candidatos necesarios,
la tareas que han de desarrollar en la empresa y el sueldo que la empresa está
dispuesto a ofrecerles. Todos estos datos han de proceder de las diferentes
áreas funcionales de la empresa.
Pedido Envío
El origen de los sistemas integrados puede situarse alrededor de los años sesen-
ta, gracias a la introducción en el mercado de los primeros ordenadores centrali-
zados –denominados mainframes– y el software empleado por grandes compa-
ñías manufactureras para planificar la producción de forma automatizada. El
objetivo de esos sistemas era ayudar a determinar los materiales necesarios para
cumplir la programación establecida. Se trataba de sistemas denominados MRP
(Material Requirements Planning, es decir, Planificador de Necesidades de Ma-
teriales). Estos sistemas usaban datos como el calendario de entregas, la situa-
ción del inventario y los tiempos necesarios para proveerse de materiales. A
partir de ellos desarrollaban calendarios de producción para una planta. Aunque
ya existía una vaga idea de lo que era un sistema integrado, esto no era posible
debido, principalmente, a limitaciones tecnológicas.
Durante los años ochenta apareció el concepto de MRPII que, a pesar de
tener las mismas iniciales que MRP, representaba un concepto diferente. Incluía
la gestión de la planta, así como actividades relacionadas con la distribución de
Análisis
de datos
Finanzas
Servicio
Manufactura
DATOS
CLIENTES PROVEEDORES
Ventas
Inventario
y almacén
Recursos
humanos
los productos fabricados. MRPII surgió como consecuencia de una mayor compe-
titividad y cambios en la demanda de los usuarios.
Antes de que aparecieran los sistemas MRPII, coordinar las diferentes partes
de una compañía ya era un objetivo claro, pero apenas había integración entre
sistemas. La mayoría de los mismos se habían desarrollado en diferentes mo-
mentos y para desempeñar funciones específicas de un departamento determina-
do; además habían sido programados en distintos lenguajes y los datos disponi-
bles en un sistema no eran fácilmente accesibles desde otro.
Aunque la llegada de los sistemas MRPII supuso una mejora con respecto a
los sistemas tradicionales, los canales de distribución global; la presencia de
plantas en diversos países; y acuerdos integrados sobre fuentes de aprovisiona-
miento, aumentaron la presión para conseguir una mayor integración entre siste-
mas. El objetivo era obtener una mejor información operativa que permitiese a
las empresas sacar mayor provecho de sus recursos.
Por otra parte, los PC fueron ganando popularidad. La posibilidad de mane-
jar datos localmente para análisis personalizados sin tener que pedir a Informá-
tica que desarrollara un programa representaba un gran avance, magnificado
cuando los desarrollos en las telecomunicaciones permitieron compartir datos a
través de redes locales. Esto ofrecía la posibilidad de no tener que entrar los
datos manualmente en el PC y poderlos «descargar» de un ordenador central
(ahora llamado servidor) al propio PC (ahora llamado cliente del servidor) para
poder así trabajar con dichos datos. Así surgió la arquitectura denominada clien-
te-servidor, base de las aplicaciones de gestión integrada de los recursos de la
ERP extendido
hace que la idea sea a simple vista absurda. Algo parecido ocurre con los siste-
mas de empresa que no aportan ventaja diferencial; quizá el mercado no ofrezca
el paquete de contabilidad o de gestión de nóminas ideal para cada caso, pero
dada su poca capacidad de aportar ventaja competitiva, el uso de un sistema sub-
óptimo pero a una fracción del coste es seguramente la mejor solución. Eviden-
temente, como todo en sistemas, es imposible encontrar verdades absolutas. Por
ejemplo, sería imaginable una situación en la que debido a singularidades extre-
madamente inhabituales en una determinada empresa, ésta se encuentre sujeta a
tantas excepciones contables que no sea rentable introducir todas las modifica-
ciones que haría falta a un paquete estándar y sea mejor programar su propia
contabilidad. La tabla de la Figura 4.4 presenta las ventajas e inconvenientes
generalmente aducidos a la hora de comparar el desarrollo propio con la instala-
ción de un paquete del mercado. Evidentemente, cada empresa deberá juzgar la
dimensión estratégica que para ella tienen las actividades soportadas por los sis-
temas que esté decidiendo adquirir y las particularidades del sistema integrado
que se esté considerando.
En relación a los paquetes integrados ERP se puede decir que alrededor de
30.000 empresas de todo el mundo tienen implantado este tipo de sistemas. Su
Las expectativas empresariales acerca de los beneficios que aportarán los sistemas
integrados y los ERP en particular suelen ser elevadas. La idea de integrar todos
los sistemas informáticos hace que las empresas esperen una mejora en la cantidad
y la calidad de información disponible y, en general, una mejora en los procesos
de negocio con repercusión positiva en la cuenta de resultados.
De la experiencia de los autores y de la literatura sobre el sector, de entre los
beneficios reportados por la instalación de sistemas de información integrados,
sean desarrollos propios o paquetes ERP destacan:
Integrar los sistemas de los diferentes departamentos en uno único permite obte-
ner una visión global del funcionamiento de la empresa. Ello posibilita el desa-
rrollo de sistemas de costes que van a proporcionar una visión coherente de la
actividad de cada área funcional y su impacto en los costes totales y en la renta-
bilidad de la compañía.
Reducción de inventarios
muy considerablemente en función del tamaño del proyecto final y del proveedor
escogido, tal como se detalla en la Figura 4.5, que muestra las conclusiones de un
estudio llevado a cabo en EEUU en 19991.
Un proyecto ERP típico incorpora cinco categorías de costes claramente de-
finidos: software, hardware (infraestructura), equipo de implantación, forma-
ción, y consultoría. A titulo de ejemplo la Figura 4.6 presenta el porcentaje de
coste en cada categoría en empresas manufactureras americanas2.
Además de estos costes, evidentes y fáciles de calcular, existen otros costes,
los denominados «ocultos» que en numerosas ocasiones suelen pasar desaperci-
bidos pero que en ningún caso se pueden desestimar. Algunos ejemplos son:
1
«ERP Implementation Study Reveals Costs, Benefits», APICS - The Performance Advantage,
Octubre 1999.
2
V. A. Mabert, A. Soni y M. A. Venkataramanan (2000), «Enterprise Resource Planning Survey
of U.S. Manufacturing Firms» Production and Inventory Management Journal, pp.52-58.
Software 30,2%
Consulting 24,1%
Hardware 17,8%
Formación 10,9%
Otros 3,3%
LA DECISIÓN DE IMPLANTACIÓN
DE UN ERP EN LA EMPRESA
Dada la complejidad de los paquetes de ERP, su instalación requiere grandes
inversiones en tiempo, dinero y experiencia. Implantar un sistema de estas ca-
racterísticas supone a menudo cambiar la organización, la cultura y, en ocasio-
nes, también podría llegar a tener un impacto sobre las posibles estrategias que
la empresa pueda seguir en el futuro. Empuja a la organización hacia la adapta-
ción de procesos genéricos aún cuando procesos más personalizados pueden ser
fuente de ventajas competitivas.
La implantación de SI desarrollados a medida permite a las empresas definir
previamente cómo desean que sea el negocio y, bajo esas condiciones, escoger o
diseñar el software que mejor se adapte a sus procesos. En contraste, implantar
un software de ERP puede suponer la modificación de los procesos de la empre-
sa para adaptarse (en parte) al nuevo sistema.
Por tanto, antes de tomar la decisión de implantar o no un ERP, el decisor
debe formularse la siguiente pregunta: ¿coinciden los requisitos funcionales de
la propia empresa con los del sistema?
Un ejemplo: Una empresa que fabrica unas determinadas máquinas-herra-
mienta acaba de diseñar una estrategia alrededor de su habilidad para ofrecer un
gran servicio a sus clientes, sirviendo de forma inmediata las piezas de recambio
necesarias para el mantenimiento. Es capaz de hacerlo un 25% más rápido que
sus competidores, lo que le ha reportado un mayor número de clientes y más
fieles, dispuestos a pagar un poco más por sus productos. Si la implantación de
un ERP supone un proceso más racional pero menos flexible, su fuente de ven-
taja competitiva puede desvanecerse. Es posible que la compañía consiga inte-
grar toda la información y mejorar sus procesos, pero si pierde su capacidad de
servir más rápido a sus clientes, la implantación del ERP habrá destruido su prin-
cipal ventaja competitiva.
Por este motivo es necesario, antes de implantar un sistema de estas caracte-
rísticas, tener claros el funcionamiento actual de la empresa y la estrategia del
negocio, y comprobar que la implantación del nuevo sistema supondrá una me-
jora de los procesos y no que, por el contrario, impedirá realizar funciones vita-
les para competir.
Hay que tener en cuenta, además, que prácticamente toda la organización e
incluso su cultura se podrán ver afectadas por el nuevo sistema. Una correcta
implantación empieza por mentalizar a todo el personal y permitir su participa-
ción durante todo el proceso. Es importante que puedan adaptarse al nuevo soft-
ware desde el primer día, puesto que son ellos quienes estarán en contacto direc-
to con el sistema. Por ello, una adecuada gestión del proyecto (que se describe
con mayor detalle en el Capítulo 10) es prerequisito imprescindible para una
implantación con éxito.
Una vez decidido que se va a implantar un ERP, hay que analizar cuál es el
paquete de ERP más adecuado, y si se precisa de ayuda de consultores externos
para la implantación del mismo.
Para determinar el paquete más adecuado, hay que analizar en qué medida las
diferentes ofertas cubren las necesidades de la empresa, teniendo en cuenta su
calidad técnica, el coste económico, y posibles costes de cambio que implique la
adopción del paquete, tal como se analiza en profundidad en el Capítulo 8. Este
análisis se puede llevar a cabo desde el departamento TIC, aunque muchas veces
se confía a un consultor externo que tenga un conocimiento suficiente del mercado
y experiencia en diferentes tipos de implantación. El Anexo 1 describe somera-
mente la situación del mercado de proveedores de sistemas de ERP.
Una vez determinada cuál va a ser la solución tecnológica a implantar, es im-
portante determinar cuál es el grado de adaptación que la empresa está dispuesta a
asumir. Aunque los diferentes paquetes de software que existen en el mercado son
relativamente flexibles, siempre es necesario un cierto grado de adaptación. En
general, las adaptaciones mutuas –del ERP a la empresa estableciendo parámetros
e incluso elaborando software específico que realice funciones no previstas en el
ERP, y de la empresa a los procesos que especifica el software– se deciden con la
ayuda de un consultor externo con experiencia en el paquete a comprar, el sector
en que opera la compañía y, si es posible, en la propia empresa.
La elección de la empresa consultora que va a apoyar en todo el proceso es,
si cabe, más importante que la del propio ERP, ya que será la que contribuya a
diseñar las modificaciones y ayude en los momentos críticos de la implantación.
Muchas veces, la empresa cliente ya se ha apoyado en un determinado provee-
dor de servicios para la fase de diagnóstico, y este proveedor está bien posicio-
nado para la realización del trabajo posterior. No obstante, una práctica habitual
y que acostumbra a reportar buenos beneficios es solicitar propuestas de dos o
tres consultoras con experiencia en la implantación de ERP en el sector en cues-
tión. Aunque ello requiere dedicación por parte de personas con responsabilidad
en la empresa, el mero hecho de exponer los propios problemas a los proveedo-
3
Grupo Penteo (2002), Aplicaciones Corporativas: Situación en España y tendencias futuras.
Es necesaria una guía para implantar de forma correcta un ERP basada en la estra-
tegia, en el personal y en el proceso, y que se siga desde la identificación de las
necesidades para implantarlo hasta las mejoras en la post-implantación. La mayor
parte de los errores observados se podrían haber evitado con el uso de una buena
metodología. Además, es esencial percibir el proyecto de implantación de un ERP
como un proyecto de empresa y no como un proyecto exclusivo del departa-
mento TIC. Para ello debe recibir el apoyo necesario de toda la organización, que
debe ser consciente de la magnitud del proyecto y de su repercusión en todos los
ámbitos de la actividad empresarial.
4
Slater, Derek (1999), «An ERP package for You… and You… and You … and Even You», CIO
Magazine, February 15, 1999.
z SAP. Esta empresa alemana con sede en Walldorf, líder en soluciones ERP
cuenta en 2004 con 79.800 instalaciones que prestan servicio a 12 millones
de usuarios de 23.400 empresas en 120 países de todo el mundo. Se ha
convertido en la tercera empresa de software del mundo. SAP tiene más de
28.900 trabajadores en más de 50 países, con un volumen de facturación de
7.400 millones de euros en 2002. El paquete básico cuenta con módulos
adaptados a multitud de sectores y además dispone de extensiones que pro-
porcionan sistemas de información para ejecutivos (EIS) y de relaciones
5
Los Capítulos 8 y 9 se dedican en profundidad al análisis de inversiones en SI y a su medición
y control, respectivamente.
PeopleSoft 9% Movex 7%
J. D. Edwards 5% Baan 5%
Otros 11%
Logística y operaciones
En las aplicaciones de este módulo está contenido el motor del sistema logístico
de SAP R/3, que proporciona herramientas para analizar y gestionar el estado de
la logística de la compañía y realizar previsiones en la cadena de suministro.
Dentro de este módulo funcional están incluidos los siguientes submódulos:
Co S D FI n
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Ma MM fin
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R m an ria s
Hu les
Recursos Humanos
Incluye todos los procesos de negocio necesarios para controlar y gestionar las
necesidades de recursos humanos de la empresa (gestión de candidatos a puestos
de trabajo, elaboración de nóminas, desarrollo de personal, etc.). Los datos es-
tán disponibles de forma inmediata para cualquier otra aplicación relacionada,
simplificando, por ejemplo, la contabilidad de las nóminas. Está formado por
los módulos: PM (Personnel Management, Gestión de personal), para adminis-
tración del personal de la empresa; OM (Organizational Management, Gestión
de la organización), empleado para el control de la estructura de la empresa; PA
(Payroll Accounting, Gestión de nóminas); TM (Time Management, Gestión del
tiempo), provee de recursos para el seguimiento y análisis de los tiempos de los
empleados; PD (Personnel Development, Desarrollo personal), asiste en la pla-
nificación, monitorización y análisis de seminarios, cursos de formación, reser-
vas de alojamientos, etc.
Gestión financiera
5
Sistemas de información
para la gestión de la cadena
de suministro
Los sistemas de gestión integrados del capítulo anterior se enfocan casi por de-
finición a las actividades internas de la organización. Pero una gestión óptima de
la empresa pasa también por una adecuada coordinación con sus partners en los
negocios, especialmente con sus proveedores y clientes. Los sistemas de infor-
mación diseñados específicamente para sobrepasar los límites de la propia orga-
nización, enlazándose con los sistemas de los clientes y proveedores, son los
denominados sistemas de gestión de la cadena de suministro, Supply Chain
Management Systems (SCM) en inglés.
La Figura 5.1 presenta una cadena de suministro muy simple de dos niveles.
Podríamos decir que se trata de una cadena tradicional. El flujo de materiales
circula de izquierda a derecha (o aguas abajo) y el monetario en sentido contra-
rio (aguas arriba), mientras que el de información lo hace en ambos sentidos.
Proveedores Distribuidores
Vendedores
Fabricantes
Mercados
Intercambios
proveedores Mercados
logísticos
Clientes
Fabricantes Fabricantes
bajo encargo virtuales
Proveedores
logísticos
posible el efecto latigazo con información exacta acerca de la realidad más allá
de su cliente inmediato, es decir, con una gestión completa de la cadena de sumi-
nistro.
z Mejora del servicio al cliente: recibe los productos que desea en el mo-
mento en que los necesita y, potencialmente, a un mejor precio.
z Reducción de las ventas perdidas.
Interconexión de empresas
Internet (banda ancha)
B2B, Marketplaces
Comunidades y clusters de
empresas y usuarios
XML+EAI
Empresa aislada
Enfocada a sí misma
Programas a medida
Sin conexión
Integración con
cualquiera
SCM
Integración con
nuestros
“partners”
Integración en
toda la empresa
Integración entre
departamentos
Aplicaciones
independientes
1
Fuente: Centro Internacional de Investigación Logística del IESE (CIIL) - «Estudio de la Ges-
tión de la Cadena de Suministro en España», 2002.
Una de las empresas que ha obtenido ventajas evidentes con su sistema SCM
es Dell, que gracias a él ha conseguido romper la espiral de comoditización a la
que tradicionalmente ha estado sometido el sector de los PC, tal como muestra
el Cuadro 5.1.
Estos beneficios potenciales son los que impulsan a los ejecutivos a tomar la
decisión de implantar sistemas SCM. En un estudio del Centro Internacional de
Investigación Logística del IESE (CIIL) de 2003, se preguntó a una serie de
empresarios españoles con sistemas SCM implantados qué les había empujado a
ponerlos en marcha. La Figura 5.6 presenta los resultados en un gráfico de dos
dimensiones, finalidad e importancia, en el que se constata que los dos principa-
les motivos por los que se implanta SCM son la necesidad de mejorar el servicio
al cliente y el conseguir que los tiempos de respuesta sean cada vez menores.
Mejoras servicio
al cliente
Tiempos
de respuesta
Mejoras
Importancia
Reducción de eficiencia
de stocks
Mejoras en la
planificación
Reducción
de costes
Incremento
Baja
Estandarización
de ventas
Finalidad
Ahorro de Incremento de la
costes competitividad
Con el fin de poder conseguir los diferentes potenciales beneficios de una buena
gestión de la cadena de suministro, desde el punto de vista formal suele ser útil
Planificación de la producción
Aguas arriba, un sistema SCM permite automatizar las relaciones con los provee-
dores en los términos de negocio establecidos. El sistema permite comunicar los
pedidos, verificar las cantidades o la situación de las mercancías, el enlace con
transportistas o las comprobaciones de crédito, entre otras cosas. Esta interrela-
ción de los sistemas de información de diferentes empresas es la que ha convertido
a Wal-Mart y Procter&Gamble en referentes de la gestión eficiente de la cadena de
suministro.
Producción
Distribución o logística
Aunque esta función suele estar integrada en los sistemas CRM (discutidos en el
siguiente capítulo), el SCM gestiona la devolución de aquellos pedidos que han
sido entregados defectuosos o en exceso y, por tanto, también proporciona cierto
tipo de soporte al cliente.
Las soluciones de SCM en el mercado tienen diversos nombres que pueden con-
fundir sobre su verdadera funcionalidad. Suelen dividirse según sus funcionali-
dades concretas, y entre las aplicaciones más populares se encuentran: (a) apli-
caciones de ejecución (execution applications) y (b) las aplicaciones de
planificación (planning applications). Las aplicaciones de ejecución, de la mis-
ma familia que los tradicionales sistemas ERP, incluyen los sistemas de gestión de
almacenes WMS (Warehouse Management Systems), los sistemas de producción
MES (Manufacturing Execution Systems) y los sistemas de transporte TMS (Trans-
port Management Systems). Por otro lado las aplicaciones de planificación son
capaces, por ejemplo, de realizar predicciones para determinar dónde se deberán
almacenar los productos que se vayan a producir en los próximos meses.
Las aplicaciones SCM están basadas en módulos que, tal y como ocurría con
ERP, pueden implantarse de forma total o bien por partes, pero siempre en fun-
ción de las necesidades de la empresa. No obstante, y dado que estos sistemas
requieren información puntual y rápida acerca de cualquier área funcional, la
integración con los sistemas ERP se hace imprescindible. La experiencia de-
muestra que aquellas empresas que adquieren módulos de SCM al mismo pro-
veedor de sus aplicaciones ERP suelen tener menos problemas de integración a
la hora de implantarlos.
Puesto que estos sistemas son, en general, de nuevo diseño, la mayoría de
proveedores de SCM basan sus aplicaciones en una arquitectura cliente-servidor
con aplicaciones de cliente basadas en tecnología Web que permiten ser opera-
das con estaciones de trabajo muy simples.
Desde el punto de vista de la oferta, los sistemas SCM se pueden clasificar en
tres grupos: los derivados de las extensiones de los ERP, como SAP, Oracle y JD
Edwards; las soluciones específicas, lideradas por Manugistics y que incluyen a
sistemas como i2, Logility, TXT y Movex; y los sistemas que solucionan proble-
mas concretos como Toolsgroup, muy potente en previsión de la demanda.
6
Sistemas para la gestión
de las relaciones
con los clientes
Cualquier cliente aprecia la gran diferencia entre el trato que recibe del camare-
ro de la cafetería a la que acude a desayunar a diario y el que recibe del personal
del área de descanso de una autopista en verano. Muy probablemente en el pri-
mero le saludan por su nombre, le sirven con diligencia y saben de antemano
cómo le gusta el café. Es posible, incluso, que le aparten la pasta que le gusta si
está a punto de acabarse antes de que llegue o que pueda pedir sin problemas un
bocadillo personalizado a su gusto. En el área de descanso de la autopista, en
cambio, los empleados no nos conocen, nos tratan a todos igual (de mal, normal-
mente) y muy rara vez darán un paso más allá de lo que estén estrictamente
obligados para servirnos mejor.
Entonces, si todo cliente aprecia esta notable diferencia, ¿por qué algunas
empresas insisten en tratar a todos los clientes, incluso a los que compran desde
hace años, como si estuvieran en una cafetería de autopista?; ¿qué podría com-
portar hacerlo de otra manera?; ¿se pueden desarrollar procedimientos organiza-
tivos, con el soporte de sistemas de información avanzados, que permitan tratar
a los clientes de la forma más individualizada posible?
Las empresas deben esforzarse en trabajar para el cliente en todos los ámbi-
tos de la organización. Si la empresa centra todos sus procesos en el cliente
puede llegar a tener a toda una organización sensible a sus necesidades, sean los
departamentos que tradicionalmente están en contacto con él –como ventas, mar-
keting y servicio post-venta–, o los departamentos que normalmente viven aleja-
dos de la realidad comercial, como pueden ser administración y finanzas o com-
pras. La empresa debe personalizar cualquier tipo de interacción con el cliente
y ofrecerle aquellos productos que satisfagan sus necesidades de la mejor forma
posible. Servirle desde cualquier lugar, en cualquier momento y mediante el uso
de todos los canales de comunicación disponibles. Los procesos de negocio de-
ben ser diseñados también pensando en el cliente, ya que toda la actividad de la
empresa acaba teniendo un impacto en la calidad del producto o servicio entre-
gado y, por tanto, en la apreciación del cliente.
Durante los años noventa, la globalización de los mercados llevó a las empresas
occidentales a replantear de forma radical sus estructuras de costes para afrontar la
presión competitiva de economías emergentes. Fue entonces cuando se populariza-
ron los términos «reingeniería de procesos» y «reducción radical de costes», activi-
dades que, aun siendo esenciales para la supervivencia de la empresa en ese momen-
to, tuvieron como efecto secundario un enfoque «hacia adentro» de la organización
que en muchos casos descuidaba las relaciones con los clientes.
Poner al cliente en el centro de las decisiones de la empresa implica ser
capaz de detectar a los más rentables y a los que hacen perder dinero en cada
transacción, de medir la efectividad de las campañas de marketing y las promo-
ciones, de calcular el coste de los diferentes canales de distribución o de prede-
cir cuando un cliente está a punto de perderse. Realizar estas tareas con efectivi-
dad solo es posible si se dispone de una información –en el tiempo y la forma
adecuados– que a veces ya existe pero que no siempre es de fácil acceso.
Recoger la información, almacenarla, elaborarla, y ponerla a disposición de
quienes la necesiten para gestionar la relación con los clientes de forma adecua-
da y diferencial son los objetivos principales de los sistemas de gestión de la
relación con los clientes, quizá mejor conocido por su acrónimo anglosajón:
CRM (Customer Relationship Management).
En resumen, el CRM consiste fundamentalmente en poner al cliente en el
centro de la estrategia de negocio. Ello suele implicar una reorientación estraté-
gica de la compañía, que muchas veces va acompañada de un rediseño de sus
procesos de negocio, a su vez apoyado en el sistema de información (SI). Por
ello, si bien es perfectamente concebible el CRM sin tecnologías de información
y comunicación (TIC), en la actualidad el SI suele jugar un papel destacado para
su implantación en una empresa. Ofrece las herramientas necesarias para la re-
cogida de información, el análisis del comportamiento de los clientes, la detec-
ción de nuevas necesidades, etc. Ayuda a dar un mayor y mejor servicio desde
cualquier lugar de la empresa, debido a que un CRM formal bien implantado
proporciona a todos los decisores información relevante de los clientes de la em-
presa.
De hecho, todo el potencial del CRM queda más claro si se analizan cada
una de las tres palabras que componen su definición:
Automatización de marketing
Son aplicaciones diseñadas para prestar servicio técnico a los clientes en aque-
llos casos en que tengan dificultades con el funcionamiento del producto que
han adquirido.
Suele incluir:
CRM específico
Igual que en el caso de ERP, esta es la alternativa escogida por aquellas empresas,
con procesos muy particulares, que requieren un mayor grado de adaptación de las
aplicaciones de CRM a sus necesidades. Esta situación se da, por ejemplo, cuando
una empresa decide combinar el sistema de call center de un proveedor con una
aplicación de gestión de contactos y apoyo a los vendedores de campo de otro
proveedor. Suelen ser soluciones más difíciles de implantar que las de CRM úni-
co, puesto que requieren un gran conocimiento del funcionamiento de cada módulo
y necesitan de una mayor participación de los técnicos especialistas internos.
Tiene como principales desventajas la dificultad de integración de diferentes
tecnologías y la necesidad de coordinar varios proveedores, cada uno con su
propia agenda y motivaciones, lo que llevado a un extremo puede derivar en una
situación de dilución de responsabilidades ante posibles problemas.
Diseño propio
En cualquier caso, y sea cual sea la solución de CRM adoptada, podemos citar tres
requisitos mínimos que cualquier alternativa de implantación debería contemplar:
Un sistema de CRM requiere el uso de una gran cantidad de datos sobre clientes,
productos y mercados. Especialmente en este tipo de aplicaciones es esencial esta-
blecer prioridades en el almacenamiento y procesamiento de los datos para asegu-
rar la coherencia tanto en sus magnitudes como en el tiempo. Si la empresa no está
acostumbrada a almacenar de manera sistemática datos de su actividad comercial,
es muy posible que los primeros datos que se recojan contengan errores.
Ausencia de un plan
De la misma manera que no se puede construir un edificio sin unos planos previos,
es imposible implantar CRM en una empresa sin tener un plan claro sobre los
objetivos que se pretende conseguir, los departamentos y el personal implicados
en el proyecto o las fases en las que se dividirá su progresiva implantación.
1
Newell, Frederick: «Why CRM Doesn't Work», Kogan-Page, 2003.
más ha escrito sobre CRM, sostiene que los fracasos de los CRM son debidos a que
las empresas acaban olvidando la razón última de estos sistemas: servir mejor al
cliente. Cuando nos empeñamos en servir al cliente como nosotros creemos que
quiere ser servido en lugar de escucharle constantemente, estamos a un paso del
fracaso más rotundo. Un CRM que dé la sensación de que se sabe lo que el cliente
quiere sin siquiera haberle preguntado puede ser la puerta del caos comercial.
En cualquier caso, y tal y como se apuntaba al principio, las razones del
fracaso en la implantación de estos sistemas no suelen venir del lado de la tecno-
logía. Las principales causas de un proyecto fallido pueden resumirse en una: la
carencia de una visión global de lo que se pretende conseguir con una aplicación
de estas características. Tanto los objetivos que se persiguen como los medios
que se pondrán para alcanzarlos deben ser conocidos por los principales respon-
sables de departamento de la empresa, quienes, además, tienen la misión de
transmitir esta información a sus subordinados para acercarles a la nueva solu-
ción y facilitarles la adaptación al cambio.
Según una encuesta realizada por Gartner Group a finales de 2002 más del 50% de
los costes de implantación de CRM responden a los servicios necesarios para im-
plantarlo, desde consultores externos hasta personal de la propia empresa (espe-
cialmente del departamento TIC). El 50% restante se divide, principalmente, entre
software (35%) y hardware (15%). Entre los módulos a implantar, el más costoso
en términos monetarios es el de automatización de la fuerza de ventas, mientras
que el de gestión de los recursos de marketing suele ser el más económico.
La Figura 6.1 muestra los resultados obtenidos tras una encuesta en un total de
200 empresas de todo el mundo sobre cuatro categorías siguientes: coste total del
proyecto, del hardware, del software y de los servicios. Conviene tener en cuenta,
no obstante, que los datos que se presentan no cubren necesariamente todas las
posibles aplicaciones de CRM existentes.
Aunque software, hardware y servicio son los tres costes más importantes de
un proyecto de implantación de CRM, no debemos olvidar los «costes escondi-
dos», difíciles de anticipar en muchas ocasiones. Los más significativos corres-
ponden a:
Como ocurre con casi todos los sistemas de información de alta complejidad,
muchos proyectos de CRM pueden fracasar por no haber fijado unos objetivos
claros de antemano. Existen muchas soluciones de CRM diferentes en función
de los objetivos que se pretendan alcanzar: reducir el coste de retener clientes,
reducir los tiempos de respuesta, mejorar las previsiones, etc. Se debe seleccio-
nar la mejor solución de CRM de acuerdo con unas prioridades fijadas. Además,
conviene especificar de manera explícita qué es exactamente lo que se pretende
conseguir. Por ejemplo, reducir los tiempos de servicio en un 10% o aumentar el
número de visitas a clientes por cada comercial en un 20%.
La «estrategia de empresa» de un sistema CRM no puede desligarse de las
estrategias comerciales y de marketing convencionales, que se construyen alre-
dedor de cuatro dimensiones clásicas: producto, precio, canal y publicidad. Sin
embargo, y si la empresa pretende sacar el máximo provecho a la implantación
de un CRM, ha de tener claro que estas cuatro dimensiones han cambiado también
en los últimos años. Pongamos el precio como ejemplo. Hoy día, hay que contem-
plar la posibilidad de individualizar los precios para cada cliente: no basta con
fijar una política de precios más o menos compleja que discrimine diferentes seg-
mentos de clientes, hay que pensar en llegar al precio óptimo para cada cliente.
Pero, si se opta por este camino, ¿cómo implantar el precio personalizado que
maximice el ingreso? Si se vende un producto distinto a cada cliente, por ejemplo
un proyecto de ingeniería, establecer un precio individualizado resulta relativa-
mente fácil. Pero si se comercializan distintos productos al mismo tiempo, la cosa
puede ser algo más complicada. Para estos casos, una solución puede ser la utiliza-
ción de una tarjeta que identifique a los clientes y premie a los más fieles con
descuentos personalizados. Más o menos del mismo modo en que algunos super-
mercados premian las compras con sistemas de puntos y descuentos diferentes
para cada cliente.
Los directivos y altos cargos de la empresa son quienes deben prestar el máximo
apoyo al proyecto de CRM, dado el elevado grado de interconexión que existe
entre estos sistemas.
Esto incluye, por supuesto, al director general o máximo responsable de la
empresa.
Al igual que con los sistemas ERP, los usuarios son los más afectados por la
implantación de un nuevo software de CRM y por el cambio en las prácticas de
trabajo que eso supone.
Al fin y al cabo, son ellos quienes van a enfrentarse día a día con el nuevo
formato y quienes, muy probablemente, deberán cambiar su manera de enfocar
la relación con el cliente para adaptarse a la nueva situación. El nuevo programa
ha de ser, en consecuencia, intuitivo y relativamente fácil de manejar para los
usuarios. En este sentido, es muy importante tener en cuenta que ellos son los
únicos que pueden afirmar si un programa es o no intuitivo y fácil de manejar,
por lo que hay que darles un cierto grado de decisión durante el proceso de
implantación.
Metodología de implantación
No olvidar la post-implantación
Pero no todo son ventajas para las empresas que operan en el canal Internet.
Por ejemplo, es el cliente quien decide cuándo y cómo comunicarse con la em-
presa, por lo que debe ser la empresa quien planifique (a través de CRM) cómo
atraer al cliente y llamar su atención. Además, en estos nuevos canales es más
facil para el cliente acudir a la competencia: basta un solo «clic» para acceder a
otras empresas y comparar (o comprar) el producto que desea.
Un canal de comunicación natural entre la empresa y sus clientes es el teléfono
móvil. Actualmente son ya muchas las compañías que utilizan los mensajes de
texto (SMS) para vender sus productos, ofrecer rebajas y promociones o, simple-
mente, dar un servicio más al cliente. Como los avisos de algunas consultas médi-
cas, que se comunican con el paciente a través de un mensaje «corto» para recor-
darle el día en que deberá acudir a su siguiente visita. Otro ejemplo es el de los
bancos que ofrecen la posibilidad de consultar el estado de las cuentas a través de
un simple mensaje o ser notificados cada vez que ocurre una transacción con su
tarjeta de crédito a fin de poder detectar un fraude de forma inmediata.
La popularización de tecnologías móviles más potentes que la de los SMS,
como GPRS y la UMTS, va a permitir que pronto las empresas estén en contac-
to con sus clientes de forma casi permanente, gracias a un medio con muchas
posibilidades, capaz de ofrecer servicios a cualquier hora y lugar.
presa, así como de la confianza que se tenga en los proveedores, tanto en el del
software propiamente dicho como en el implantador (prestigio, conocimiento,
etcétera). Los comentarios del Capítulo 4 sobre la elección de sistemas ERP son
de total aplicabilidad en este caso también. La Figura 6.3 muestra algunas de las
funcionalidades más comunes de los paquetes disponibles en el mercado.
Actualmente, son más de 200 los proveedores de aplicaciones CRM. Operan
en un mercado muy fragmentado, liderado por Siebel Systems –con más de un
23% de los ingresos mundiales derivados de CRM en el año 2003–, a quien
sigue Oracle con un 5,5 (véase Figura 6.4).
La evolución de los sistemas CRM ha estado marcada por dos fenómenos: en
primer lugar, el aumento de la funcionalidad de las aplicaciones exclusivas de
CRM y, en segundo, la necesidad de relacionar dichas aplicaciones con otros
sistemas integrados dentro de la empresa.
Los primeros proveedores del mercado de CRM se caracterizaban por estar
especializados en una de las posibles áreas de implantación de estas aplicacio-
nes, como marketing, ventas o servicio al cliente. Esto obligaba a las empresas
que deseaban implantarlo a adquirir aplicaciones de distintos proveedores, con
el consiguiente coste de integración, particularmente en tiempo. Esto obligó a
los principales vendedores a incrementar la funcionalidad de sus aplicaciones
para abarcar poco a poco todas las áreas relacionadas con los clientes.
Por otra parte, la necesidad de integrar aplicaciones de front-office (CRM) y
back-office (ERP) ha provocado que muchos proveedores de ERP y SCM, como
PeopleSoft o SAP, se «lancen» al mercado de CRM adquiriendo a pequeños pro-
Figura 6.3. Módulos típicos de los sistemas CRM.
Oracle
5,5
Otros
59
Siebel
23,4
7
La externalización
de los servicios de TIC
y el Business Process
Outsourcing (BPO)
1
Ertel, Danny. Turning negotiation into a corporate capability, Harvard Business Review,
1999.
2
En este texto se usarán indistintamente los vocablos externalización y outsourcing.
115
3
CIO: Chief Information Officer.
Aunque la idea inicial tras estas definiciones ha sido constante desde el inicio
del outsourcing, los fuertes cambios que experimentan continuamente los merca-
dos han variado los motivos que impulsan a las empresas a externalizar. Hoy en
día, es la elevada complejidad de los procesos que tienen lugar en las empresas lo
que hace necesaria la ayuda de otras compañías especializadas.
Basados, pues, en el incremento de la complejidad y los retos de la empresa,
se puede pensar en cuatro motivos que pueden llevar a las empresas a externali-
zar parcial o totalmente algunos de sus procesos internos:
Aunque las que se acaban de citar son las razones más representativas que
pueden llevar a una empresa a externalizar un servicio, también se deben tener
en cuenta otras capacidades de los proveedores que pueden ser beneficiosas para
la empresa. Entre éstas, cabe destacar la mayor capacidad que normalmente
éstos tienen para negociar las licencias de software, una respuesta mucho más
agresiva a los cambios del mercado, costes de personal menores gracias al tras-
lado de la producción a otros países y, en general, su enfoque en la calidad del
servicio prestado ya que su éxito depende exclusivamente de la satisfacción de
sus clientes y su recomendación a otros.
De acuerdo con lo anterior el outsourcing, al liberar recursos, es una posible
fuente de ventaja competitiva para las empresas.
Al estudiar el outsourcing cabe distinguir entre diversos niveles en función
del grado de subcontratación. Los niveles típicos de análisis, de mayor grado de
externalización a menor, son el «ousourcing total», el «selectivo», y el «out-
tasking».
Se habla de outsourcing total cuando todo el departamento de sistemas de
información pasa a manos de un proveedor externo. El proveedor decide qué
hardware instalar en el centro de datos, qué procedimientos de desarrollo de
4
WAN: Wide Area Network. Véase Capítulo 2 y el glosario al final de esta obra para una defini-
ción más completa de estos términos.
5
LAN: Local Area Network. Véase Capítulo 2 y el glosario al final de esta obra para una defini-
ción más completa de estos términos.
Ventajas Inconvenientes
Permite variabilizar
Mayor impacto sobre
completamente los recursos
usuarios –adecuación a
Outsourcing Compartición de recursos
estándares
de aplicaciones técnicos para instalación y
Menor nivel de autonomía
“off- house” mantenimiento
para cambios
Evolución “garantizada” por el
Accesible por competidores
proveedor
6
Véase: «The Information Systems Outsourcing Bandwagon», Lacity, MC y Hirschheim, R.
Sloan Management Review, Otoño 1993.
Beneficios
Estratégicos:
z Mejorar la posición competitiva mediante un rápido acceso a la van-
guardia tecnológica.
z Mejorar la calidad del servicio a sus clientes.
z Incorporar visión y experiencias de otros sectores de actividad a tra-
vés de las capacidades adquiridas por el proveedor.
Financieros:
z Reducir las necesidades de capital inmovilizado.
z Incrementar el control del flujo de caja y de los costes.
z Reducir los costes propiamente dichos por economías de escala y
poder compartir equipos, instalaciones y personal.
z Liberar espacio en las propias instalaciones.
Técnicos:
z Conseguir flexibilidad tecnológica tanto en software como en hardware.
z Mejorar la capacidad tecnológica disponible para la empresa.
z Acceder a un repositorio de conocimiento para obtener la solución
más adecuada en cada momento.
Gestión:
z Concentrarse en las partes del negocio cruciales para competir.
z Delegar en un proveedor partes engorrosas de la planificación, desa-
rrollo y gestión de grandes sistemas.
Recursos Humanos:
z Conseguir la participación de especialistas para resolver problemas
concretos de un pool del proveedor.
z Enriquecer las oportunidades de carrera del personal propio.
Calidad:
z Definir con claridad los niveles de servicio.
z Aumentar la responsabilidad sobre los sistemas, su explotación y
mantenimiento.
z Trabajar con un departamento certificado por su calidad.
Flexibilidad:
z Responder con rapidez a las necesidades del negocio.
z Gestionar los picos y valles de demanda con efectividad.
Riesgos
Estratégicos:
z El proveedor usa las capacidades y habilidades desarrolladas durante
la relación con la empresa para ayudar a un rival a competir mejor
contra la primera empresa.
z El proveedor quiebra y deja de prestar el servicio de manera súbita.
z Perdida del "conocimiento interno" sobre las funciones o servicios
externalizados, dificultando la marcha atrás si fuera necesaria.
Financieros:
z Utilizando los costes asociados a romper el contrato, el proveedor in-
crementa desproporcionadamente las tarifas al añadir más servicios
al contrato inicial.
Calidad:
z El proveedor no alcanza los niveles de calidad acordados, sea de ma-
nera deliberada o no7.
z Los niveles de calidad acordados se manifiestan insuficientes para el
negocio.
7
Algunos autores, por ejemplo Clemons (en Clemons EK «The Build/Buy Battle» CIO
Magazine, 1 diciembre 2000), argumentan que los proveedores tienen tendencia a reducir la
calidad de los servicios manteniendo la facturación; ello se acostumbra a hacer reduciendo
el nivel de las personas dedicadas a los proyectos.
Técnicos:
z Tasas elevadas de rotación del personal del proveedor pueden provo-
car problemas para el mantenimiento o desarrollo de los servicios
prestados y niveles de cualificación por debajo de los esperados.
Gestión:
z La falta de homogeneidad en la gestión del proveedor por múltiples
gestores internos puede erosionar la capacidad de gestión del mismo,
con impactos directos en la calidad de los servicios prestados y en
los costes.
LA GESTIÓN DE LA EXTERNALIZACIÓN
Desde el momento en que una empresa empieza a contemplar la posibilidad de
externalizar sus TIC, sea de forma total o parcial, hasta que el nuevo formato
funciona adecuadamente, se deben seguir una serie de pasos que, aun no siendo
estrictamente secuenciales, ayudan a que el proceso de cambio llegue a buen
puerto. Estos pasos, que se describen en los siguientes párrafos, son:
El estudio y la construcción del actual modelo que se plantea en la primera fase del
proceso debe identificar y definir las funciones de la organización, analizando los
costes de los actuales sistemas y todo aquello relacionado con este coste, así como
definir los componentes tecnológicos de que dispone la empresa. El principal ob-
jetivo de esta fase es separar los hechos y los datos de las percepciones, así como
desarrollar con suficiente detalle un esquema general del funcionamiento de la
organización, su situación financiera y el uso y la importancia de los sistemas de
información que tiene a su disposición. En esta fase, también se debe desarrollar
un marco para medir el rendimiento de estos sistemas.
Para llevar a cabo esta etapa, es necesario establecer una metodología de
búsqueda de información y su posterior análisis a través de entrevistas con la
dirección general, componentes del departamento de TIC y un buen número de
usuarios de los sistemas que la empresa utiliza actualmente. Se debe además
definir explícitamente la organización de TIC (su equipo, responsabilidades fun-
cionales, servicios que realizan, servicios que tienen contratados y datos históri-
cos que puedan resultar de utilidad), así como sus costes de estructura, desde la
inversión en sistemas hasta el mantenimiento o soporte.
En cualquier caso, todos estos datos permitirán construir un modelo para
poder seguir de cerca el funcionamiento actual del departamento TIC y poder
controlar fácilmente lo que se podría denominar la «productividad» de este de-
partamento. Además, se debe ser capaz de evaluar todos estos datos a través de
parámetros específicos de rendimiento. No se olvide que lo que no se puede
medir, difícilmente se podrá controlar (la experiencia demuestra que el 90% de
operaciones relacionadas con las TIC no utilizan medidas de productividad).
Hay pues que definir un marco en el que poder medir la calidad, productividad,
productos y procesos del departamento TIC. La evaluación de todos estos pará-
metros es uno de los aspectos más costosos del proceso.
Hay dos motivos por los que el desarrollo de las medidas de productividad es
crítico para el estudio de un futuro proceso de outsourcing: (1) Si al final se
decide externalizar algunos de los servicios, las medidas que se han tomado
deben servir para aceptar o no los niveles de rendimiento y eficacia que vaya a
proporcionar el proveedor, y (2) implementando las medidas tomadas, se pue-
den identificar aquellos productos o procesos que pueden tener algún defecto en
el futuro y, una vez detectados, corregirlos para ganar en productividad.
Algunas estadísticas muestran que un elevado porcentaje de los costes aso-
ciados a la explotación y mantenimiento de los sistemas de información son
prácticamente innecesarios. Muchas organizaciones no tienen acceso a informa-
ción tan básica como el coste agregado de reparar defectos de software, la fre-
cuencia o tipo de errores en el procesamiento de datos, o las causas de numero-
sos otros defectos. Puesto que la productividad es un derivado directo del coste,
el correcto establecimiento de medidas de rendimiento y eficiencia pueden ayu-
dar a los departamentos TIC a gestionar y manejar las mejoras de calidad y
producción de sus operaciones, aún antes, o incluso sin, llegar al outsourcing.
Externalización Mantener
Alto
condicionada “en casa”
Nivel de riesgo
asociado
Externalización
Bajo Externalizar
condicionada
Tipo de proceso
De acuerdo con esta clasificación, se deben determinar las bases en las que
deberá fundamentarse la relación con los proveedores, fijando no sólo los nive-
les de servicio (de los que se habla en la sección siguiente), sino también la
periodicidad de reuniones de seguimiento, informes a entregar, y eventuales po-
sibilidades de renegociación del acuerdo.
z «El 95% de las facturas se enviarán en menos de 24 horas tras recibir los
ficheros».
z «Todas las llamadas al Help Desk se responderán en menos de 90 segun-
dos».
z «La página Web estará disponible el 99,99% del tiempo».
Parámetros Descripción
Criticidades asociadas • Valoración de la repercusión que podría tener un incumplimiento en el
a cada proceso del servicio proceso del conjunto del servicio
• Valor a partir del cual se considera que se deteriora el servicio.
Objetivo
Habitualmente, se aplican penalizaciones al sobrepasarlo
Herramienta de medición • Soporte para la medición de los resultados del SLA
Herramienta de registro • Soporte para recogida de los resultados del SLA
• Requerimientos mínimos en cuanto a la calidad en la prestación
Nivel mínimo de servicio
del servicio.
• Aspectos a considerar para la contabilización de los resultados
Criterios de medición
de los SLA
• Especificación de si se define o no penalización asociada a los
Penalización
incumplimientos producidos en el servicio
Identificación de proveedores
z Su capacidad tecnológica.
z Historial probado de calidad de los servicios prestados, sea en la propia
organización o en otras referencias.
z Grado de innovación que puede aportar.
z Medida de los riesgos inherentes a la externalización asociados al pro-
veedor, como posibilidad de dificultades financieras, pérdida de informa-
ción, de lealtad, etc.
Como norma general, pero sin restringirnos a ellos, se debe dar prioridad en
el análisis de los proveedores, a aquellos que actualmente están prestando sus
servicios a la empresa, ya que los costes de coordinación serán siempre mucho
más bajos con una empresa «conocida» que con un proveedor de nuevo cuño.
Es aconsejable en este punto el uso de fuentes externas para la identificación
de posibles proveedores. En cualquier caso, deben seleccionarse un mínimo de
dos o tres ofertantes para poder comparar diferentes puntos de vista y realizar la
asignación definitiva del proyecto o servicio con garantías de éxito.
Preselección de la solución
Es en esta fase donde la empresa recibe las ofertas del servicio o proyecto como
respuesta a la propuesta de solución formulada en la fase anterior. En primer
lugar, una vez recibidas, se deberá analizar el cumplimiento de ciertos requisitos
para su posible selección. Entre otros, se pueden destacar requisitos de tipo es-
tratégico, económico, técnico y/o organizativo.
El objetivo de esta fase es la realización de un análisis exhaustivo compara-
tivo de las soluciones ofertadas por los diferentes proveedores. En función de las
conclusiones que se extraigan de dicho análisis, y como consecuencia del apren-
dizaje que muchas veces ocurre con el mero estudio de las ofertas, son posibles
tres alternativas:
Negociación
Fase 5. La transición
z A priori, el proveedor no tiene por qué ser más eficiente que el propio de-
partamento TIC de la empresa.
z Si una compañía decide externalizar, el contrato es el único mecanismo
que asegura que las expectativas se están llevando a cabo.
Infocaja
¿BPO como
Empuje una nueva Empuje
del vendedor manera de del negocio
funcionar?
Sin embargo, parece que existen algunos procesos que en general son más fácil-
mente externalizables a terceros. Algunos de los procesos que actualmente ex-
ternalizan algunas empresas pertenecen a las áreas de:
forma sustancial estos costes, haciendo cada vez más atractiva la posibilidad de
subcontratación.
La responsabilidad de la Dirección pasa por analizar explícita y formalmente
las posibilidades de externalización tal como se ha propuesto en este capítulo.
Después del análisis es posible que por las razones que se estime oportuno no se
lleve a cabo ningún outsourcing, pero ello debe ser consecuencia de un proceso
de análisis y reflexión, no por no haber estudiado dicha posibilidad.
100
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De la misma forma que una buena gestión de las relaciones con los proveedores
puede resultar muy favorable para una organización, una mala gestión puede ser
la causa de pérdidas económicas considerables que pueden llevar a romper el
contrato establecido con el proveedor.
Algunas de las causas de una mala relación con el proveedor son:
de crear indicadores como los que se han descrito a lo largo de este capítulo para
gestionar eficientemente estas relaciones.
Una vez determinados los criterios, se debe valorar el servicio bajo cada uno de
ellos y, de ahí, obtener la categoría (alta, media o baja). La Figura 7.8 muestra
una matriz de referencia donde se establecen las diferentes categorías de intensi-
Criterios
Posibilidad de gestión Sin posibilidad de gestión Con poca posibilidad Con amplia posibilidad
de gestión de gestión
Experiencia y estabilidad Experiencia >5 años/ Experiencia >3 años / Experiencia <3 años /
del servicio incidencias en el último incidencias en el último año incidencias en el último
año <10 de 10 a 60 año >60
Importancia económica Bajo importe económico Importe económico medio Elevado importe
(<100.000 €)) (entre 100.000 y 300.000€ ) económico (>300.000€)
Concentración
Experiencia y Satisfacción
Posibilidad Importancia del
estabilidad del Criticidad Servicios
de gestión económica proveedor
servicio prestados
del servicio
Posibilidad
de gestión
Impacto de la intensidad
Criticidad
del seguimiento
Reduce
Incrementa Concentración
del proveedor
Categorías de intensidad de seguimiento del servicio
Alta
Satisfacción
Media servicios
prestados
Baja
Se puede distinguir asimismo entre tres niveles de gestión del seguimiento (mos-
trados en la Figura 7.9), cada uno de los cuales se llevará a cabo a través de
diferentes reuniones e informes: seguimiento operativo, seguimiento del servi-
cio y seguimiento del proveedor. En función de éstos y de su intensidad, se
identifica la frecuencia: diaria, semanal, mensual o anual (o nula si no se consi-
dera relevante).
Alta Frecuencia
Semanal Diario Mensual Mensual Bimestral Bimestral
Media Frecuencia
- Diario Bimestral Mensual Anual Anual
Con este tipo de análisis se obtiene el estándar de seguimiento para cada servicio
en función de su categorización. No obstante, en función de las características
propias de cada servicio/proveedor y la experiencia previa del responsable del
servicio, podrá particularizarse la sistemática de seguimiento, ajustándose en lo
posible al estándar de su categoría.
Ni que decir tiene que una vez definido el seguimiento de cada servicio, debe
institucionalizarse y estar al alcance de los diversos servicios involucrados en la
gestión de proveedores en los tres niveles de gestión (seguimiento operativo,
seguimiento del servicio y seguimiento del proveedor), poniendo a su disposi-
ción los recursos necesarios para poder desarrollarlo.
8
La toma de decisiones
de inversión en tecnologías
de la información
y comunicaciones
1
Un análisis más detallado de los conceptos que se detallan en este capítulo pueden encontrarse en
«Criterios de adopción de las TIC», Sieber, S. y Valor, J. Cuadernos del ebCenter, PwC-IESE, 2005.
149
factores que van más allá del aspecto económico. En este sentido, es importante
evitar las simplificaciones propias de la evaluación de proyectos que, en apa-
riencia, presentan costes de adquisición de tecnología extraordinariamente ba-
jos. Tal como se verá más adelante, esta es la línea de argumentación seguida
por muchos defensores del denominado software de código abierto. Éstos de-
fienden que una solución con coste de licencia cero es más aconsejable que una
solución basada en software propietario, ignorando muchos otros costes ocultos.
Así, las decisiones de inversión deben tener en cuenta factores relacionados
con la estructura organizativa o los servicios adicionales que deberán contratar-
se para su utilización. Asimismo, cuando el éxito en la implantación requiere
una activa implicación de otras áreas de la empresa, habrá que asegurar su dis-
ponibilidad, así como el beneplácito y apoyo activo por parte de la alta direc-
ción. Si se plantea un proceso de sustitución, deberán considerarse los costes de
cambio de la TIC existente, y tener en cuenta además los posibles cambios en la
interoperabilidad del nuevo sistema con otros pre-existentes, sean propios o de
otras organizaciones con los que se relacione.
Por ello, en este capítulo se propone una forma de llevar a cabo un análisis
detallado que consiste en el estudio conjunto de tres criterios: (1) la calidad del
sistema, (2) los aspectos económicos, y (3) los posibles costes de cambio o de
efecto lock-in que puedan existir.
Estos tres criterios permiten analizar los diferentes aspectos que pueden in-
fluir en la toma de decisión. La calidad del sistema recoge las vertientes técnicas
relevantes. Por ejemplo, en la compra de una cámara de video digital se evalua-
rían primero características como sus prestaciones en término de óptica, resolu-
ción, vida de la batería, salida de datos, memoria o la marca del proveedor. En
segundo lugar, la evaluación de los aspectos económicos tiene en cuenta la rela-
ción calidad-precio incluyendo, además del precio de la cámara, eventuales ga-
rantías o necesidades de mantenimiento, coste de películas y otros fungibles, la
facilidad de uso y la necesidad de aprendizaje inicial. Pero estos dos criterios no
tienen en cuenta el contexto o las particularidades de cada industria. Así, obvia-
rían otros puntos que pueden ser de gran importancia como, siguiendo el ejem-
plo anterior, la compatibilidad de la cámara con el reproductor de vídeo o el
televisor. Este es un aspecto que normalmente se olvida, si bien tiene una impli-
cación económica, y por tanto debe ser incluido en el análisis coste-beneficio.
El análisis del coste de cambio es muy importante, por ejemplo, en las migracio-
nes de software.
Este concepto debe interpretarse de forma amplia, por lo que se propone evaluar
la calidad de un sistema en cinco dimensiones cualitativas: fiabilidad, rendi-
miento, escalabilidad del sistema, seguridad e imagen de marca.
Fiabilidad
Rendimiento
Escalabilidad
Seguridad
Marca
Criterios económicos
Una forma útil de pensar en los costes de una inversión en tecnologías de la infor-
mación es considerar el coste total de propiedad de la implantación de una solución
tecnológica. Este término, cuyas siglas inglesas son TCO (Total Cost of Owners-
hip), se ha convertido en una herramienta popular desde que fue introducido por
Gartner Group a finales de los ochenta para evaluar las decisiones relativas a los PC.
La firma introdujo una sofisticada metodología para evaluar los costes de TIC a
partir de la estimación del coste total de adquirir y mantener un ordenador personal.
Conceptualmente, la idea de estimar el coste total de propiedad es simple:
establecer los criterios necesarios para valorar y comparar distintas alternativas
tecnológicas. Para ello, hay que determinar de forma clara (a) los costes asocia-
dos a una determinada inversión, incluyendo licencias, mantenimiento y repara-
ciones estimadas, etc., (b) el tiempo en el cual la inversión va a ser amortizada,
como por ejemplo entre 24 y 60 meses en el caso de los PC y (c) las medidas de
normalización para que las comparaciones se puedan realizar sobre bases iguales.
Los párrafos siguientes introducen los conceptos de coste más relevantes que
deben formar parte de un análisis de TCO. Es importante recalcar que algunos
de estos costes son directos del departamento de sistemas, y por tanto normal-
mente están incluidos en el presupuesto normal del departamento. Otros, en
cambio, suelen estar ocultos, o diluidos en la organización, pero son igualmente
necesarios para una evaluación económica completa.
Estos costes son:
2. Costes de capital
Bajo este concepto se incluyen todos los desembolsos en servicios externos ne-
cesarios para el diseño, desarrollo, prueba, documentación, gestión de la confi-
guración y el mantenimiento de todas las aplicaciones desarrolladas interna-
mente (in-house). Debe incluir tanto el apoyo al diseño de sistemas como la
ayuda a la toma de decisiones en forma de consultoría y la mano de obra de
menor nivel.
4. Costes de mantenimiento
5. Costes de soporte
6. Gastos de explotación
Son aquellos costes en los que se incurren repetidamente una vez está en marcha
el sistema y que en general las diferentes unidades de negocio, otros departa-
mentos o la estructura de la empresa absorben, por lo que desaparecen del presu-
puesto del departamento de sistemas. Existen formas de imputación indirecta
que pueden paliar esta situación, como se verá en el siguiente capítulo. Para
cuantificar los gastos recurrentes, es útil considerar las siguientes partidas:
puesto, auditoria, administración del inventario, etc. También incluye los gastos
necesarios para la solución de problemas concretos en el hardware, el software o
en la red que requieren de servicio técnico especializado. Otras tareas cuyo cos-
te se engloba dentro de este concepto suelen ser la planificación y el balanceo de
la carga de datos en la red, de los servidores y las aplicaciones, el desarrollo de
software y el mantenimiento del sistema operativo, así como la configuración de
todos los sistemas, la administración de las copias de seguridad (backup), la
evaluación de las compras de nuevo equipamiento, la política de seguridad, la
administración de bases de datos, y la planificación de la capacidad de almace-
namiento de la organización.
2
Véase por ejemplo: Shapiro, C., Varian, H. R., Information Rules, Harvard Business School
Press, 1999.
saber que, detrás de los estándares, rigen una serie de reglas económicas de
consecuencias muy diferentes3.
Por ejemplo, el protocolo TCP/IP es un estándar público y abierto. Es públi-
co porque su propiedad intelectual se ha donado a la comunidad internacional
para su libre utilización, y a su vez es abierto porque el acceso a su código
fuente (el lenguaje básico utilizado para escribir el programa informático) está a
disposición del público en general. Es decir, cualquiera puede acceder libremen-
te al código fuente, así como modificarlo y construir nuevos programas utilizan-
do este código4.
En cambio, el estándar .doc es privado y con código cerrado. Es propiedad
de Microsoft, que distribuye versiones ejecutables del software, es decir, un có-
digo que pueden entender las máquinas pero que es ininteligible para el ser
humano excepto por complejas operaciones de reingeniería inversa. Estas ver-
siones de código no se pueden estudiar ni alterar, lo que implica que los ficheros
en formato .doc sólo se pueden obtener utilizando una determinada aplicación y
sólo se pueden abrir desde aplicaciones autorizadas por Microsoft.
Para las empresas, la utilización de estándares públicos o privados suele te-
ner, en primer lugar, un impacto económico en términos de pago de licencias,
como se ha descrito en el análisis de impacto económico. Pero tienen también
una segunda clase de implicaciones económicas, en términos de costes de cam-
bio y de compatibilidad con otras tecnologías que van mucho más allá de lo que
puede parecer a primera vista.
3
El Anexo 2 que sigue a este capítulo explica de forma más precisa cómo se adoptan los estándares
y su influencia en el mercado del software.
4
De hecho, un programador que utiliza código abierto se compromete a hacer público el resulta-
do de su trabajo. Esta práctica viene regida por el denominado copyleft.
5
Información adicinal sobre los criterios de adopción del software libre pueden encontrarse en
Miralles, F., Sieber, S. y Valor, J. «CIO Herds and User Gangs in the Adoption of Open Source Soft-
ware», IESE Working Paper 595, Junio 2005, y en «Linux y la Revolución del Software de Código
Abierto», Miralles, F. y Armelini, G., Cuadernos del ebCenter, PwC-IESE, 2005.
Emilia Romagna
Fuente IDC CYBERSOURCE Robert Frances
Group
100.000
Arquitectura 25 usuarios 100 usuarios 250 usuarios
hits diarios
Período de tiempo 3 años 5 años 3 años 3 años
Costes Directos
Sistema operativo 0 € 8.644 € $0 $24.499 $80 $56.121 $400 $7.980
Software 9.433 € 62.295 € $10.288 $18.800 $80 $282.974 $400 $7.980
Hardware 59.000 € 59.000 € $11.362 $16.827 $284.037 $284.037 $38.015 $39.042
Coste de operaciones 130.610 € 160.410 € $242.556 $168.380 $482.500 $451.000 $36.010 $143.640
Coste de administración N/C N/C $2.389 $258 N/C N/C N/C N/C
Costes Indirectos
Downtime 2.572 € 31.803 € $67.954 $82.383 N/C N/C N/C N/C
Coste de usuario 36.312 € 51.662 € $21.658 $13.816 N/C N/C N/C N/C
SO como % del total 0,00% 2,37% 0,00% 8,15% 0,01% 5,51% 0,54% 4,19%
Problemas de agencia
Comportamiento de manada
Hace unos años se decía que «nadie era despedido por comprar una determinada
marca de hardware», se entiende que fuera esta marca la que convenía a la em-
presa o no. Hoy se podría aplicar la misma frase a un determinado sistema ope-
rativo de ordenadores personales. Este tipo de comportamiento, que hace que los
directores de sistemas parezcan una manada de antílopes todos corriendo hacía
el mismo lado sin saber si hay un león detrás o no, tiene también una explicación
lógica. Tal como se ha visto en este mismo capítulo, las decisiones de inversión
en TIC no son obvias y hay multitud de factores de los que no se conoce con
certeza su efecto; son decisiones no exentas de riesgo tomadas con información
imperfecta. En estas circunstancias, «hacer lo que hacen los demás» tiene mu-
chas ventajas psicológicas. Si todo el grupo de referencia del decisor ha elegido
una determinada plataforma, la evidencia para ir contra corriente ha de ser apa-
bullante. Para ser el primero en elegir un sistema que nadie del entorno utiliza,
no basta con que un estudio lo señale como mejor al predominante; de hecho,
puede que no haya ninguna posibilidad de que se elija algo que no sea lo que
tiene todo el grupo de referencia.
Estos dos fenómenos, el de agencia y el de manada, ayudan más si cabe al
efecto de red ya de por si elevado en las plataformas tecnológicas, abundando en
el fenómeno conocido como «el ganador se queda con todo».
6
Extraída de la web de la Fundación del Software Libre http://www.fsf.org/philosophy/
free-sw.es.html.
este sistema operativo como una simple afición, sin imaginar el futuro alcance
de su proyecto.
Estos inicios estuvieron inspirados en MINIX, un pequeño sistema que per-
tenecía a la familia de sistemas Unix. Las primeras discusiones sobre Linux
aparecieron en el grupo de noticias7 comp.os.minix, donde se discutía sobre el
desarrollo de un nuevo sistema Unix «universal» que se pudiera ejecutar sobre
cualquier tipo de hardware.
El sistema se desarrolló bajo el concepto de modularidad, por el cual el ker-
nel o núcleo del sistema operativo cumple únicamente las funciones mínimas,
permitiendo agregar de forma muy estructurada módulos que cumplen funcio-
nes determinadas en el sistema operativo. Hoy en día, el kernel de Linux sigue
controlado por un grupo de trabajo liderado por el propio Linus Torvalds, y ha
experimentado sucesivas mejoras desde la creación de la primera versión. La
página www.linux.org proporciona toda la información actualizada sobre Linux,
y permite descargar las últimas versiones del kernel.
Al éxito de Linux han contribuido tanto el diseño estructurado y modular del
núcleo como la propia existencia de Internet, que ha permitido que miles de
programadores de todo el mundo hayan experimentado con el sistema y le pue-
dan añadir funcionalidad de forma continuada.
7
Los «grupos de noticias» o newsgroups son lugares de Internet en los que se reúnen personas
interesadas en diversos temas para discutir sus intereses comunes. Los newsgroups son muy anterio-
res a la aparición de la Web tal y como la conocemos hoy, ya que usan una tecnología basada única-
mente en simples caracteres, sin componente gráfico alguno.
Características de Linux:
8
http://www.top500.org.
9
Se entiende por industrias de la economía de la información aquellas que tienen como princi-
pal objeto de negocio el intercambio de información, como empresas dedicadas al comercio electró-
nico, al negocio de la transferencia de datos a través de móviles, toda clase de software, etc.
10
Tipping debe traducirse en su acepción de inflexión de tendencia. La idea es que hasta el
momento no estaba claro qué producto se iba a hacer con el mercado y de repente uno se empieza a
«quedar con todo».
embargo, el sistema VHS fue adoptado por los videoclubes, lo que generó la red,
y con ello el efecto red que terminó por imponer el estándar.
¿Qué es lo que hace que un mercado se decante o no por un estándar? Según
Shapiro y Varian11 (1999), la posibilidad de que un mercado se incline por un
solo estándar depende de dos fuerzas fundamentales: economías de escala y la
variedad en la demanda. La Figura 8.4 resume la posición de estos autores.
Cuando la variedad exigida por el consumidor es baja y las economías de
escala importantes, estamos ante la situación más probable de que el mercado se
decante por un solo estándar: un ejemplo es la industria del software, donde lo
que más valora el usuario es la uniformidad y estandarización de las aplicacio-
nes para evitar incompatibilidades, por lo que es lógico que un sistema operativo
domine el mercado. DOS, y su evolución Windows, se impusieron gracias a la
masa crítica creada por IBM. Cuando las economías de escala son grandes pero
la demanda muy variada, es más difícil que un estándar se imponga sobre otras
tecnologías. Por ejemplo, los Pocket PC y las Palm Pilot, que aparentemente
cubren la misma necesidad, conviven en el mismo mercado como dos tecnolo-
gías distintas entre sí, y es probable que sigan así a no ser que se desarrolle una
necesidad de interoperabilidad entre equipos, forzando entonces el tipping hacía
uno de ellos.
En ausencia de economías de escala es poco probable que el mercado se
decante por un ganador absoluto, ya que al no tener ventaja de costes el mayor,
existe la posibilidad de que jugadores menores presenten alternativas adecuadas
en precio y funcionalidad.
El ciclo hacia la dominancia completa del mercado de la Figura 8.3 se com-
pleta con un mecanismo de retención del cliente. Cuando resulta difícil para el
consumidor cambiar de estándar y los efectos de red son difíciles y caros de
crear para los competidores, los mercados quedan prisioneros de un determina-
do estándar. Aunque a los consumidores les guste usar un estándar diferente
puede serles imposible cambiar, porque a nadie le conviene dar «el primer paso»
de cambiar a otro patrón.
Una vez establecido un estándar de facto, los nuevos usuarios de la tecnolo-
gía optarán por el mismo, ya que por los efectos de red antes comentados, es más
útil para el nuevo usuario utilizar la tecnología impuesta que probar una nueva.
11
Shapiro C. y Varian H., Information Rules, Harvard Business School Press, 1999.
Por ello se concluye que, si bien los estándares por «adopción» se construyen a
través de efectos de red, estos mismos efectos hacen que el estándar se mantenga
como tal.
9
Medición y control de costes
1
Valor de 2002 reportado así por Gartner Group en su «IT Spending and Staffing Survey Results
Report». Strategic Analysis Report, October 2003, R-21-2290.
173
Para poder responder adecuadamente las preguntas formuladas para cada uno
de los ámbitos, es necesario conocer en profundidad los costes en los que incurre
el departamento TIC, los servicios que ofrece, quiénes son los usuarios y de-
mandantes de estos servicios y cómo se puede valorar globalmente el servicio
prestado, así como tener una valoración adicional en términos de su impacto en
el posicionamiento competitivo de la empresa.
Sin embargo, son muchas las compañías que ni tan siquiera hacen algún
cargo de los costes de las TIC a otras áreas. En esta situación, las áreas «cliente»
no asumen los costes derivados del uso de las tecnologías de la información y
este departamento acomete todos sus proyectos de acuerdo con un presupuesto
acordado. Uno podría pensar que este modo de funcionamiento tiene la ventaja
de que siempre que se mantengan dentro del presupuesto, se pueden llevar a
cabo proyectos estratégicos para la empresa, que presumiblemente darán resul-
tados a largo plazo, sin necesidad de justificar resultados a corto término. Sin
embargo, la experiencia demuestra no cargar los costes al resto de las áreas suele
llevar a un incremento importante de aquéllos sin una mejora paralela de la
calidad percibida por el resto de los departamentos, o sin un objetivo de empresa
obvio. Paradójicamente, aunque no se les repercutan los costes, en estas circuns-
tancias los departamentos suelen tener la sensación de servicio caro y que por
tanto deben exigir un servicio de mayor calidad, actitud por otra parte compren-
sible ya que el coste de sus demandas no afecta a sus cuentas de resultados. En
general, pues, considerar los costes TIC como de estructura provoca que el coste
de las TIC se incremente fuertemente.
En contraste, en otras empresas los costes del departamento TIC se cargan
«por decreto» a otras unidades de la empresa. Sin haber llevado a cabo un análi-
sis en profundidad, la asignación de costes resultante suele ser incompleta y
normalmente «injusta» en el sentido de que no se asignan los costes en función
Un segundo punto muy común que se tiene que aclarar se refiere a la distinta
naturaleza de los costes, y por consiguiente del tratamiento que se les va a dar.
Dado que el interés de la medición y control de costes se centra en proveer los
2
En el caso de entidades financieras y siguiendo los principios dictados por el Banco de España,
las inversiones se activarán en el momento de la recepción de la factura.
Una vez los costes asociados al departamento TIC han sido identificados y se
han establecido los criterios de medición más adecuados para cada período, es
necesario estructurar la información de manera que sea útil para la gestión del
departamento y para el control de los costes.
Es evidente que la información que se genere tendrá diferentes destinatarios:
la dirección de la empresa, la dirección del departamento TIC y los usuarios/
clientes del departamento. Cada uno de los destinatarios de la información bus-
cará en ella las claves para la gestión de los elementos de los que es responsable.
Por ello es necesario que la información sea entendible y adecuada a las necesi-
dades de gestión de los distintos usuarios.
Para estructurar correctamente la información de costes, ésta debe clasifi-
carse y asignarse. Por clasificación del coste se entiende la estructuración de la
información de partida, es decir la información suministrada por la contabilidad
financiera, en bloques o epígrafes. De esta forma, permite analizar la estructura
de los mismos, realizar comparativas entre años y conocer su utilidad (o aplica-
ción). Es necesario, por tanto, disponer de la información económica con un
nivel de detalle adecuado, para lo cual a veces será necesario remitirse a infor-
mación contenida en las facturas y bajar a niveles de desagregación superiores a
los que imponen las normas de la contabilidad financiera. Los presupuestos y la
revisión de éstos, así como los documentos auxiliares de soporte a los mismos,
suelen ser útiles fuentes de información.
Tipos de clasificaciones
Esta clasificación permite conocer los costes asociados a cada proyecto y facili-
ta una mejor gestión de los mismos por parte de los responsables del departa-
mento TIC, identificando desviaciones o niveles de ejecución del presupuesto.
También permite evaluar a los responsables de los proyectos.
Costes de personal
Gastos internos
Costes de infraestructura interna
Coste de outsourcing
Gastos de servicios Coste de servicios
externos Compra de consumibles
Cuotas y tasas
Amortización de software
Amortización
Amortización de hardware
La información de los costes por área interna de TIC que gestiona el presupuesto
permite evaluar a los responsables de cada área, permitiendo a la dirección exigir
responsabilidades en función de los costes incurridos, de la evolución de los mis-
mos y del nivel de ejecución del presupuesto en los distintos momentos del año.
Impresión
Gestión operacional
Explotación
Explotación
Soporte de sistemas
Software
Gestión evolutiva Aplicaciones
Mantenimiento
licencias
Mantenimiento equipos
Hardware
Soporte a negocio
Gestión estratégica y
Gestión estratégica y
operativa
operativa
Trasmisión de voz y
datos Nuevos desarrollos
Host
• Producción
• Contingencia
Sistema central Sistemas medios
• UNIX
• AIX
• NT
PC
• Portátiles
• Fijos
Microinformática Impresoras
• Financieras
• Láser
• Color
Voz
Datos
Comunicaciones • Backbone
• Líneas
• Frame Relay
• Líneas ADSL
Orientado a aplicaciones de negocio
• Productos
• Logística
Desarrollo
Orientado a sistemas
• Seguridad
• Arquitectura
Innovación Tecnológica
Productos / Canales
Áreas Internas
Mantenimiento y Explotación
Arquitectura e Ingeniería
La Figura 9.6 muestra de forma detallada una posible clasificación de este tipo.
Para la correcta clasificación, es crítico definir correctamente los criterios de re-
parto de los elementos de coste inicialmente indicados hacia las diferentes activi-
dades establecidas en el mapa productivo. Para definirlos habrá que preguntarse
en función de qué elementos una actividad consume más o menos recursos, para
así definir correctamente una serie de criterios de reparto.
De este modo, la clasificación por actividades (una explicación más deta-
llada del por qué de este modelo de costes se encuentra en el Cuadro 9.1, en el
que se describe el sistema de costes basado en actividades o «ABC costing»)
permite identificar de forma estructurada las presiones o solicitudes de otras
áreas internas de la empresa (Input) sobre el departamento TIC y el impacto en
su mapa productivo, así como a quién van dirigidos sus esfuerzos del área
(Output). En este sentido, constituye el punto de partida para cualquier discu-
sión sobre la conveniencia o no de los costes de TIC, ya que indica no sólo
cómo y por qué se producen, sino también a quién van dirigidos, tal y como se
ilustra en la Figura 9.7.
Estudio de soluciones
z Diseño de soluciones
z Evaluación de las soluciones
z Priorización y definición de la solución
Pruebas e implantación
z Pruebas de clientes
z Implantación
z Formación
z Puesta en producción
z Soporte al arranque
Mantenimiento de hardware
z Preventivo
z Correctivo
z Evolutivo
Comunicaciones
z Compra, instalación y baja
z Mantenimiento de la conectividad
Técnica de sistemas
z Gestión de sistemas operativos/Herramientas
de base
z Instalación y distribución de software
z Gestión y planificación de capacidades
de máquinas
z Gestión y planificación del tráfico de datos
z Gestión de la seguridad en los sistemas
o Back up
o Altas y bajas de usuarios
o Control de la accesibilidad de los sistemas
o Protección de los sistemas
z Buscar utilities (infraestructura técnica)
Explotación
z Supervisión de la operativa
z Seguimiento del rendimiento de las máquinas
z Gestión del almacenamiento de datos
3
Las diferencias en el tratamiento de los costes indirectos en cada uno de los modelos
consisten, a grosso modo, en que en los modelos basados en centros de coste, los costes
indirectos son repartidos en base a un criterio predefinido o de manera proporcional a los
costes de cada centro, mientras que en los modelos basados en órdenes de producción/pro-
yectos los costes indirectos no suelen ser repartidos, aunque ocasionalmente se incrementa
en un porcentaje el coste de cada orden para que asuma la parte de costes de estructura o
indirectos. Finalmente, en los modelos basados en actividades se intenta «convertir en direc-
tos» estos costes a través de las actividades definidas, usando el consumo de unas activida-
des como indicador del consumo de otras.
Coste
de
recursos
¿Cómo se Trabaja?
Reducir costes
Coste de
Generadores Coste Indicadores
Aumentar
de coste/Drivers de de
rendimiento y
actividades rendimiento
productividad
Coste de los
objetos de coste
Conocer costes
Aumentar rentabilidad
Figura 9.7. El coste de las actividades como figura central del análisis
de costes.
(Fuente: Elaboración propia.)
Para llevar a cabo esta asignación es necesario contar en primer lugar con una
lista bien definida de los servicios, resultado del proceso de clasificación, como
por ejemplo, en caso de seguirse una clasificación por actividades, la lista de acti-
vidades del departamento TIC. Para la asignación, hace falta definir (1) la lista de
posibles causantes de los costes y (2) las métricas de reparto adecuadas que permi-
tan asignar a cada «beneficiario» su parte de coste. Ello es necesario ya que rara
vez el 100% de un coste se asigna a un único departamento beneficiario.
análisis de costes «objetos de coste», ya que son los responsables últimos de los
mismos. En una entidad financiera, por ejemplo, se podrían definir tres tipos de
objetos de coste, tal como se detalla en la Figura 9.8:
Una vez definidos los objetos de coste, se les debe asignar la parte proporcional
del coste del departamento mediante las métricas y criterios de reparto preesta-
blecidos, denominados drivers en la nomenclatura habitual. La Figura 9.9 pre-
senta unos ejemplos de drivers. La información sobre cuáles deben ser los dri-
vers y su magnitud proviene normalmente de multitud de fuentes. Buena parte
de la información se registra en los inventarios del inmovilizado, otra es sumi-
nistrada directamente por los proveedores, y una última parte registrada por he-
rramientas de contabilidad interna de los propios sistemas, por ejemplo el núme-
ro de Mips (actividad de la CPU) consumidos, número de transacciones procesadas,
etc.
Con la asignación del coste de las actividades a los objetos de coste termina
el proceso de construcción del modelo de costes para la medición y control de
las actividades del departamento TIC. A modo de resumen, la Figura 9.10 esque-
matiza los principales pasos que se han seguido.
En el mercado existen una serie de herramientas que soportan los modelos de
costes basados en actividades4. Hasta la fecha estas herramientas son aplicaciones
Externos Internos
Retail No aplica
Autoservicio
Canales
Internet
…
Figura 9.8. Ejemplo de objetos de coste por tipos en una entidad financiera.
(Fuente: Elaboración propia.)
Otros gastos
Recursos
Recursos
Recursos Gastos Amortización Personal
internos
Asignaci—n
Asignación
Asignaci—n dede
de Métricas /
recursos
recursos
recursos Criterios de reparto
Centros
Centros de
Centrosde coste
decoste
coste Entornos
Definición de procesos
Mapa
Mapa productivo
Mapaproductivo
productivo y actividades
Asignaci—n
Asignación
Asignaci—n dede
de Métricas /
actividades
actividades
actividades Criterios de reparto
Objetos
Objetos de
Objetosde coste
decoste
coste Productos y servicios Clientes Canales
independientes que tienen predefinidas interfaces con los principales ERP del
mercado, y permiten la carga de datos a partir de ficheros externos. Estas herra-
mientas suelen tener incorporadas funcionalidades de diseño para la representa-
ción gráfica de las actividades y procesos, y en general incorporan la posibilidad
de realizar simulaciones y planificación de necesidades de infraestructura en fun-
ción de los volúmenes de actividad estimados.
4
Como ejemplos de estas herramientas, cabe destacar en el momento de escribir esta obra,
Prodacapo ABC/M, Oros® ABC/M, Aris Toolset, ABC Toolbox y ProcessGuide.
10
Gestión de proyectos
de tecnologías
de la información
y comunicaciones
Operación y
Inicio Desarrollo Implantación
mantenimiento
Todo proyecto TIC debe tener un patrocinador y son diversos los motivos que
pueden llevar a un individuo dentro de la organización a plantear la posibilidad
de patrocinarlo. En ocasiones, puede tratarse de un usuario quien detecte la ne-
cesidad de un nuevo sistema y se lo comunique al departamento TIC o bien es el
propio departamento TIC quien descubre la oportunidad de usar sistemas de
información y decide comunicar los beneficios a los usuarios. También son mu-
chos los casos en los que un proyecto se ha iniciado como consecuencia de un
problema en los sistemas actuales que puede ser grave en un futuro y que no
puede tratarse como una simple mejora si no que debe plantearse y desarrollarse
como un sistema nuevo. No obstante en la mayoría de las situaciones suele ser
un director o máximo responsable fuera del departamento TIC quien detecta el
problema o una oportunidad relacionada con el área en la que trabaja y pide la
colaboración del departamento TIC para analizar si puede o no llevarse a cabo
un proyecto.
Es al inicio del proyecto cuando se especifica el alcance de la necesidad de
modificar o mejorar un sistema actual, de desarrollar uno nuevo o incluso de
adquirir una solución estándar de mercado (ERP, SCM, etc.). Es necesario des-
cribir cuáles son las pautas bajo las cuales deberá funcionar el nuevo sistema,
qué tipos de información requerirá, los resultados esperados y quiénes se encar-
garán de la toma de decisiones para llevar a cabo el proyecto. Adicionalmente,
se deberán identificar y evaluar, aunque sea de forma somera, los posibles cam-
bios organizativos y de procesos de gestión internos asociados al nuevo proyecto
y planificar su adaptación de forma consistente con la ejecución y desarrollo del
mismo. La participación de distintos grupos de usuarios (técnicos, de negocio,
Los siguientes párrafos repasan cada una de ellos, el «ciclo de vida» con algo
más de detalle debido a ser tradicionalmente el más usado, aunque está siendo
sustituido paulatinamente por el prototipaje.
a. Análisis de sistemas
Dentro de esta fase existen a su vez dos etapas muy significativas. Por una parte, el
análisis de sistemas propiamente dicho, es decir, el análisis de la situación a
informatizar y, por otra, los estudios de viabilidad para determinar las posibili-
dades de éxito de la futura solución.
El análisis de sistemas pretende dar una visión global del funcionamiento de
la parte de la empresa objeto del estudio y de la situación del sistema dentro de
la organización, teniendo en cuenta tanto los actuales sistemas de información
como las personas que se pueden ver afectadas por el cambio al nuevo sistema.
Se deben identificar claramente los procesos de negocio y los flujos de informa-
ción que tienen lugar en dichos procesos.
Hoy en día, existen diferentes métodos para llevar a cabo el análisis de siste-
mas, incluso software destinado exclusivamente a este propósito. En cualquier
caso, tanto la propia observación como la revisión de documentos y las entrevis-
tas personales son de absoluta necesidad para el análisis de sistemas.
Por otra parte, para determinar si la solución adoptada será más o menos
exitosa, es necesaria la realización de estudios de viabilidad de proyectos, in-
cluyendo factores técnicos, económicos, organizacionales e incluso éticos y le-
gales. Dichos estudios deberán, además, actualizarse a medida que el proyecto
pasa por las sucesivas etapas del ciclo.
b. Diseño
c. Programación
Esta es, posiblemente, la fase más técnica del ciclo y en la que más interviene el
personal del departamento TIC (o menos interviene el resto). Programar consis-
te en crear el código necesario para llevar a cabo la recopilación de datos, cálcu-
los y generación de informes e incluye la prueba del programa por separado para
determinar si funciona correctamente.
Son muchos los avances que se han llevado a cabo en los últimos años en los
lenguajes de programación necesarios para codificar y escribir las funciones
necesarias de esta etapa. La denominada programación estructurada o los len-
guajes de cuarta generación hacen de la programación una tarea mucho más
rápida y fiable que en los inicios de la informática, habiendo reducido los costes
de programación sustancialmente.
d. Instalación
Una vez los programas están disponibles y probados, hay que ponerlos a disposi-
ción de los usuarios para su entrada en explotación. Una parte importante de la
puesta en marcha tecnológica de un sistema cuando sustituye a uno antiguo es la
conversión de los datos al nuevo sistema. Esta etapa dependerá de las caracterís-
ticas de ambos sistemas. En un extremo, nos encontramos con la arriesgada
aunque económica solución de fijar una fecha para «apagar» el antiguo sistema,
transportar/convertir los datos y «encender» el nuevo. Otras soluciones menos
críticas podrían ser:
Pasar al ciclo de
Abandonar
vida tradicional
Completar el
Revisar prototipo sistema a partir
del prototipo
1
Los lenguajes de cuarta generación permiten un desarrollo muy rápido de programas que efec-
túan operaciones complejas pero son relativamente ineficientes para desarrollar sistemas que deban
entrar en explotación. Los lenguajes menos evolucionados permiten un control mayor de los recur-
sos del ordenador y en general producen sistemas que consumen menos recursos pero son más labo-
riosos de programar.
Desarrollo conjunto
2
Se entiende por «usabilidad» el conjunto de reglas destinadas a garantizar la facilidad de apren-
dizaje y fácil uso de las aplicaciones y sistemas por los usuarios finales (formatos de campos, secuen-
cias de entrada de datos o de información requerida, protección contra errores,...).
Una vez puesta en marcha una nueva solución es necesario garantizar tanto su
permanente adecuación a las necesidades del negocio y del mercado (manteni-
miento evolutivo) como la disponibilidad y calidad del sistema, resolviendo las
incidencias detectadas (mantenimiento correctivo) y asegurando que se siguen
cumpliendo los objetivos para los que fue diseñado.
Su importancia estriba en que los costes asociados a la operación y mante-
nimiento de los sistemas consumen una parte significativa de los presupuestos
disponibles de las áreas de TIC. El diseño de políticas rigurosas de control de
calidad de los sistemas desde el inicio permitirá gestionar la operación de los
sistemas de forma eficiente.
Pruebas 1 grupo
• Dificultad conceptual de los cambios
de negocio que introduce o genera
Val ergonómica 1 grupo
Media, C
Requerimientos de usabilidad
Tres son las dimensiones que influyen de forma inherente en el riesgo: (1)
tamaño del proyecto, (2) experiencia con la tecnología y (3) estructura de los
procesos a informatizar. La Figura 10.4 lo representa de forma gráfica.
Tecnología
Alta
Baja
Estructura
Pequeño Muy
Poco
estructurada estructurada
Grande
Tamaño
No corren el mismo riesgo aquellos proyectos en los que las tareas están estructu-
radas desde el inicio y no permiten excesivos cambios que aquellos que sí permi-
ten modificaciones durante la realización.
La tabla de la Figura 10.5 presenta los tres principales conceptos de riesgo de
forma resumida.
Riesgo medio
(muy susceptible
Proyecto Grande Riesgo bajo
a una mala dirección
del proyecto)
Baja Tecnología
Riesgo bajo
(muy susceptible
Proyecto Pequeño Riesgo muy bajo
a una mala dirección
del proyecto)
Riesgo
Proyecto Grande Riesgo medio
muy elevado
Alta Tecnología
Riesgo
Proyecto Pequeño Riesgo elevado
medio-bajo
diferentes perfiles y deben complementar los tres riesgos básicos con la lista si-
guiente:
sólo para el control del gasto y del tiempo, si no que hacer explícito el avance
ayuda enormemente a mantener elevada la moral de equipo y de los usuarios que
esperan el sistema.
La evaluación de la viabilidad de los proyectos debe incluir un análisis deta-
llado de los factores de riesgo, y proveer de los recursos necesarios para contro-
larlos. Todas las etapas deben ser llevadas a cabo por equipos mixtos técnicos-
usuarios, ser de poca duración, tener unos entregables concretos, y su progreso
sujeto a evaluación por personas no directamente involucradas en el proyecto.
Un seguimiento, no necesariamente minucioso pero sí constante, del progreso
de los proyectos por parte de la alta dirección es esencial para transmitir al
responsable del proyecto y a su equipo la importancia para la empresa de su
trabajo.
11
Gobierno del departamento
de tecnologías
de la información
y comunicaciones
1
En este capítulo, al igual que en el resto de la obra, se usan de manera indistinta los términos
«departamento de Sistemas de Información» y «departamento TIC» para referirnos a la unidad
organizativa con responsabilidad sobre las tecnologías de la información y los sistemas de informa-
ción.
209
Innovación
A medida que el área de TIC conoce, analiza y eventualmente adopta las tecno-
logías de la información y la comunicación para generar ventajas competitivas,
2
Siguiendo la nomenclatura inglesa normalmente aceptada, al responsable del departamento
TIC se le denomina también CIO (Chief Information Officer).
3
Carr, N., «IT doesn’t matter», Harvard Business Review, 2003
INGRESOS
INGRESOS
Ingresos INNOVACION
INNOVACION
Innovación
Aportación
de valor
COSTES
COSTES
Costes SERVICIO
SERVICIO
Servicio
Servicio
Coste
Generación de ingresos
del personal. Después se aborda cómo gestionar las relaciones del departamento
de sistemas con el resto de la empresa, incluyendo el concepto de clientes inter-
nos y las relaciones con los mismos. El capítulo concluye con unas reflexiones
sobre el perfil del responsable del departamento.
Comité de TIC
Comité de innovación
Responsabilidades Definición
Director TIC
Planificación y
control
Arquitectura Proyectos
Sistemas I. especiales
Dirección TIC
Dirección general
Área Informática
Diseño y
Explotación
desarrollo
La posibilidad de asignar los costes del departamento de sistemas a las áreas fun-
cionales que reciben los servicios, permite generar una dinámica de relación con
las mismas basada en la percepción del valor aportado y el coste incurrido. Estos
aspectos han sido tratados con amplitud en el Capítulo 9. Como filosofía de ges-
tión, conviene conocer la repercusión de las decisiones y de los requerimientos de
servicio que la unidad de TIC presta a las unidades de negocio. Es siempre buena
práctica que las unidades funcionales sean conscientes de los costes que sus deci-
siones implican.
Organización y
sistemas
Área planificación e
Innovación Tec.
Gerencia de
sistemas
Área de
Área de Área de Área de Área de Área de Área de Área de
relación
desarrollo arquitectura información producción operaciones organización canales
unidades
Dadas las dimensiones de la entidad y del papel relevante que las TIC
juegan en el desarrollo de la estrategia de negocio de Caja Madrid y de
generación de ventajas competitivas, es especialmente relevante desta-
car el cometido y alcance del área de relación con unidades. Sus funcio-
nes están dirigidas a apoyar a las áreas de negocio en la detección de
necesidades orientadas a potenciar el desarrollo del negocio y la mejora
de la eficiencia interna; la definición de los requisitos y especificaciones
asociados a las mismas; gestionar su cartera de peticiones y apoyar su
priorización de acuerdo con la disponibilidad de recursos; supervisar y
asegurar la calidad de la implantación de las nuevas soluciones; y realizar
labores de consultoría tecnológica para las unidades. Por otra parte, debe
asumir la responsabilidad de integración tecnológica y operativa de terce-
ros en los sistemas del grupo.
de valores objetivo deben formar parte, a su vez, del modelo de relación con los
clientes internos. En el Capítulo 7 se discutió en detalle el concepto de acuerdos
de nivel de servicio en el contexto de la subcontratación de proveedores de servi-
cio. Un departamento de sistemas interno debiera demostrar el mismo, o incluso
mayor, nivel de compromiso con la calidad del servicio prestado que un provee-
dor externo.
Cuadros de mando
I II III IV V VI
Financiera
Son los indicadores primarios del modelo y reflejan el impacto económico deri-
vado de las siguientes perspectivas a través de las relaciones causa-efecto defini-
das entre los distintos parámetros del modelo. Algunos indicadores relevantes en
este ámbito podrían ser: costes de TIC sobre ventas, seguimiento presupuestario,
Creación de valor
Eje
mp
lo I
lus
cer Op t rat
Cre ti m ivo
iza
r
Incremento Disminución Más ventas Incremento Reducción Dimensión financiera
ventas PMR por persona margen coste distribución
Estrategia productividad
Estrategia crecimiento
Más
Incremento Dimensión cliente
reconocimiento
cuota mercado
del producto
Tiempo de
puesta en Eficiencia en Eficiencia en Dimensión procesos
mercado proceso venta proceso logístico
Incremento
patentes Incremento
Investigación Motivación Mecanización
en I+D co-promoción visitadores de tareas Aprendizaje y crecimiento
IL
2,4 U ST
Gastos generales/Otros
2,3
RA
TI
Personal interno de TIC
32,1 VO
23,3
12,2
Redes y telecomunicaciones
23,3
14,8
Proveedores de servicios externos
11,6
19,1
Software
4,7
19,4
Hardware
34,9
0 10 20 30 40
Porcentaje
Clientes
Organización interna
Las unidades de medida deben enfocarse hacia la evaluación sobre cómo la or-
ganización TIC (estructura, perfiles profesionales, capacidades, etc.) es capaz
de afrontar con éxito los retos de futuro, tanto los puramente tecnológicos como
los de negocio. Las capacidades clave a analizar estarán relacionadas con la
capacidad de gestionar las relaciones con clientes y la de proveer servicios (de-
sarrollo de soluciones, gestión de la tecnología, soporte a usuarios, etc.). Ejem-
plos de los parámetros a seguir son: capacidad de gestión de clientes y grado de
satisfacción, capacidad de seguimiento de los parámetros de nivel de servicio
pactados, entendimiento de las necesidades de los negocios y establecimiento de
100
84,73 85,68
80
71,64
65,39 67,39
59,33
Porcentaje
60
40
20
0
Calificación general Navegación y diseño At. Cliente
Compañía Mejor
Procesos internos
Por otro lado, tal como se discute y analiza en detalle en el Capítulo 7 sobre
outsourcing y BPO, algunas grandes empresas están empezando a aprovechar
las oportunidades que los mercados laborales con mano de obra cualificada que
terceros países ofrecen, acrecentando las inquietudes de los profesionales de
TIC locales. La realidad hasta la fecha es que, si bien el offshore sourcing (ex-
ternalización a países con mano de obra más económica) es una oportunidad de
la que se habla a menudo, y está tomando cuerpo en cuanto a la subcontratación
por grandes empresas del desarrollo de sistemas completos, pocas organizacio-
nes tienen un número significativo de empleados de TIC situados en terceros
países.
Finalmente, las capacidades de las personas externas se deben evaluar con un
rigor equivalente al del personal interno, ya que su impacto en la calidad de los
servicios prestados por la unidad de TIC es equivalente. En caso de error, nadie
se va preguntar si la responsabilidad es de personal propio o externo. Aunque la
relación con un externo se pueda reducir a una serie de SLA (véase Capítulo 7),
en muchas ocasiones la empresa tiene interés en que la empresa proveedora
tenga disponibles, por si son necesarias, una serie de capacidades, por lo que se
deben poner los medios necesarios para asegurarse que el contratista tiene tal
disponibilidad.
Entre las habilidades reconocidas para ser un buen CIO se pueden nombrar:
Epílogo
A MODO DE CONCLUSIÓN
Gestionar adecuadamente las tecnologías de la información en la empresa es
una tarea compleja que requiere habilidades e instrumentos apropiados. Esta
obra ha analizado de manera sistemática los conceptos necesarios para que los
responsables de la organización puedan afrontar el reto con mejores garantías de
éxito. Como se ha ido viendo, el conocimiento tecnológico que la alta dirección
debe tener es mínimo, aunque ello no implica que pueda hacer «dejación de
funciones» y delegar completamente las decisiones relacionadas con las TIC en
el responsable técnico o, peor aún, en un directivo «no técnico» (habitualmente
el responsable de las áreas de administración y control). Hay decisiones que por
sus implicaciones en las capacidades competitivas de la empresa se convierten
en trascendentales, y por tanto caen plenamente en el ámbito de responsabilidad
de la alta dirección.
Si bien las herramientas tecnológicas se van convirtiendo paulatinamente en
elementos genéricos (es difícil diferenciarse competitivamente mediante un or-
denador personal o una red de comunicaciones) las prácticas empresariales que
se pueden desarrollar sobre los mismos no son en ningún caso genéricas, y es en
su desarrollo donde los responsables empresariales deben enfocar sus esfuerzos.
Desafortunadamente, las oportunidades de dotarse de estas prácticas diferencia-
les vienen condicionadas en gran medida por decisiones tomadas de antemano
referentes a la infraestructura y a los sistemas «de base», tipo ERP y CRM. Es
por ello que gestionar de forma adecuada las posibilidades de diferenciación
asociadas a la aplicación de las TIC es también responsabilidad de los niveles
más elevados de la organización.
Sin descuidar las dimensiones más estratégicas, esta obra ha dedicado varios
capítulos a la gestión del recurso TIC. Las decisiones de inversión, aproximacio-
nes al cálculo de valor aportado, las ventajas e inconvenientes de los sistemas
integrados ERP, SCM y CRM, las decisiones de subcontratación, y los instru-
229
mentos de control del departamento TIC han ocupado la mayor parte de este
texto.
A lo largo del libro se han presentado una serie de mensajes recurrentes que
se reproducen aquí a modo de conclusión.
1. Las TIC están en constante evolución; sus costes por «unidad de produc-
ción» decrecen de forma excepcional, pero el uso que se hace en las em-
presas es cada vez mayor, con lo que los presupuestos destinados a las
TIC crecen, y es esencial disponer de mecanismos de gobierno que ade-
más de ayudar a controlar los costes hagan explícito el impacto de las
TIC en los parámetros de negocio. Los Capítulos 3, 8, 10 y 11 exploran
diferentes aspectos de esta problemática.
2. Las decisiones de inversión en TIC han de ser consistentes con los objeti-
vos de negocio, y los sistemas que se implanten no solamente han de
apoyar explícitamente la estrategia de la compañía, si no que han de con-
tribuir en lo posible al desarrollo de ventajas competitivas diferenciales.
Los Capítulos 3 y 8 han estudiado los diferentes aspectos de estas necesi-
dades y han apuntado tanto a procedimientos de «alineamiento» de las
TIC con estrategias empresariales predefinidas como de integración de la
planificación estratégica con la de sistemas, usando las posibilidades que
éstas pueden ofrecer.
3. Muchas de las soluciones que se implantan en las empresas pasan por la
adopción de paquetes (sistemas pre-definidos) que se convierten en plata-
formas sobre las que se desarrollan los sistemas de información. De es-
tos, los ERP, SCM y CRM constituyen las familias más populares, y sus
particularidades, ventajas e inconvenientes, incluyendo los de los desa-
rrollos propios frente a los paquetes integrados son objeto de estudio en
los Capítulos 4, 5, y 6.
4. El Siglo XXI se está caracterizando por una fragmentación continua de
los negocios, con empresas cada vez más enfocadas en unas pocas activi-
dades que dan servicio a muchas otras. Las TIC no son ajenas a este
fenómeno y muchas empresas han decidido subcontratar a terceras partes
cada vez mayores operaciones TIC. El outsourcing tiene múltiples venta-
jas y también inconvenientes. El Capítulo 7 ha estudiado este fenómeno,
presentando un marco conceptual para ayudar a detectar actividades
subcontratables y ayudar a la gestión del proceso, tanto de actividades
típicas de TIC como otras relacionadas.
5. Los costes «completos» de las TIC son muy difíciles de medir debido a
los múltiples componentes del coste de los sistemas, que abarcan desde
los puramente contables de inversión y gasto, a los debidos a la falta de
flexibilidad y dependencia de un proveedor concreto del que la empresa
no se puede salir con facilidad. Los beneficios de estas inversiones no son
tampoco obviamente medibles, con lo que en muchas empresas se ha
optado por un procedimiento de evaluación y seguimiento de desempeño
simplificado. El Capítulo 9 ha repasado con bastante detalle el estableci-
miento de un «cuadro de mando» de las TIC encaminado a solventar
estas deficiencias.
6. Muchas empresas se plantean dónde ubicar en la organización el departa-
mento TIC. La respuesta a esta pregunta depende del tamaño de la misma
SOFTWARE
.NET Microsoft .NET es un conjunto de tecnologías de software desarrolladas
por Microsoft que incorpora aplicaciones, herramientas y servicios en una mis-
ma entidad. Punto Net fue concebido como una forma de hacer que el software
de Microsoft esté disponible y permita la interacción entre todo tipo de disposi-
tivo, incluyendo ordenadores, teléfonos celulares y organizadores portátiles. Para
el desarrollo y ejecución de aplicaciones en este nuevo entorno tecnológico Mi-
crosoft proporciona el conjunto de herramientas conocido como .NET Framework
SDK, e incluye el desarrollo de software de programación como Microsoft C#,
Visual Basic.NET, Managed C++ y JScript.NET, todos ellos diseñados específi-
camente para crear aplicaciones que funcionen en Punto Net.
EDIFACT para Europa. Dentro del concepto EDI cada agrupación sectorial ha
desarrollado los estándares de codificación que permiten solucionar las especifi-
cidades de cada uno. El propósito inicial de EDI es la reducción de costes en
base a la eliminación de errores y la agilización de los procesos en base a la
comunicación electrónica de sistema a sistema con la mínima intervención hu-
mana. Existen empresas certificadoras dedicadas a corroborar que un determi-
nado documento se envió de una empresa a otra.
MP3 Es una sigla formada por MPEG Layer 3 y es un formato para la graba-
ción digital de música y sonidos con una calidad cercana a la de un Compact
Disc. Un MP3 es un archivo codificado y comprimido para su distribución elec-
trónica. En el proceso de compresión se eliminan sonidos (que ocupan espacio)
no perceptibles por el oído humano, con lo cual se reduce el tamaño del archivo
sin perder calidad aparente. Se estima que un archivo de sonido sin compresión,
como por ejemplo un formato WAV de Windows, un minuto de música puede
ocupar 50 megabytes. Esa misma melodía en un formato MP3 no ocupa más de
4 megabytes. MP3 es el formato preferido por los internautas para el intercam-
bio de música en los sistemas P2P.
HARDWARE
CPU Acrónimo de Central Processing Unit. Es el microprocesador o circuito
integrado que interpreta y ejecuta las instrucciones que los programas le envían.
Es por definición el cerebro del ordenador. En ocasiones el término se hace
extensivo además del microprocesador a la memoria e incluso a la consola para
distinguirlo de los dispositivos periféricos.
múltiples idiomas y subtítulos. Para poder verse con los televisores analógicos
es necesario un «traductor» de señal digital a analógica.
COMUNICACIONES
802.11 802.11 es una familia de especificaciones (con el apósito b o g) desarro-
lladas por el Instituto de Ingenieros Electrónicos y Eléctricos (IEEE) de EE.UU.
para las redes locales basadas en tecnologías inalámbricas, donde el medio de
transmisión es la radiofrecuencia. Para el caso particular del 802.11b, la veloci-
dad de transmisión de la red inalámbrica es de 11mbps y para la potencia de
emisión habitual utiliza una frecuencia no regulada, por lo que no se requiere
ningún tipo de permiso para su instalación.
das y administradas por los ISP más grandes del mundo. Los proveedores de inter-
net más pequeños se conectan a estas líneas a través de puntos de acceso a la red
denominados NAP (del inglés Network Access Points).
permite transmitir datos a una velocidad de 9,6kbps lo que permite enviar y recibir
email a través del móvil y navegar por páginas con poco «peso»
PAQUETE Cantidad mínima de datos que se transmite en una red o entre dispo-
sitivos. Tiene una estructura y longitud distinta según el protocolo al que perte-
nezca. Unidad de datos que se envía a través de una red. En Internet la información
transmitida entre dos puntos es dividida en paquetes que pueden recorrer caminos
distintos y que son reagrupados al ser recibidos en su destino.
WAN Acrónimo de Wide Area Network. Se identifica con una red de ordena-
dores que se extiende en un ámbito geográfico relativamente grande. Normal-
mente una WAN consiste en la unión de más de dos LAN, y estas LAN se conec-
tan a través de redes públicas.
WiFi/WIRELESS LAN La Wireless LAN es una red local que utiliza como
medio de transmisión la radiofrecuencia. Esta tecnología ofrece conectividad
comparable a la del cable dentro del radio de acción de las estaciones de trans-
misión. El protocolo de comunicación se denomina 802.11 y utiliza una banda