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RESUMEN
1. INTRODUCCIÓN
La clasificación geomecánica SMR (“Slope Mass Rating”) de Romana (1985, 1993, 1995),
es un método para determinar los factores de corrección adecuados para aplicar la
clasificación RMR de Bieniawski (1973, 1979, 1989, 1993) a taludes; proporciona una
división en clases de estabilidad y recomendaciones para métodos de soporte y/o
corrección. Bieniawsky ha incluido una versión resumida del método SMR en su último libro
sobre clasificaciones de rocas (Bieniawski, 1989).
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V Simposio Nacional sobre Taludes y Laderas Inestables – Madrid, 27 a 30 de noviembre de 2001 .
Cualquier clasificación debe considerar, en primer lugar, que la rotura de un talud rocoso
puede ocurrir según formas muy diferentes. En la mayoría de los casos la rotura de la masa
rocosa está gobernada por las discontinuidades y se produce según superficies formadas
por una o varias juntas. Todo sistema de clasificación debe tener en cuenta los siguientes
parámetros:
Con estas premisas, se estableció (Romana, 1985) la clasificación SMR, a través del estudio
de 31 taludes con diferentes características y grados de estabilidad (Romana, 2000).
2. EL ÍNDICE SMR
El índice SMR para la clasificación de taludes se obtiene del índice RMR básico sumando un
"factor de ajuste", que es función de la orientación de las juntas (y producto de tres
subfactores) y un "factor de excavación" que depende del método utilizado:
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El RMR (rango de 0 a 100) se calcula de acuerdo con los coeficientes de Bieniawski (1989),
como la suma de las valoraciones correspondientes a cinco parámetros (Tabla 1):
F1 depende del paralelismo entre el rumbo de las juntas y el de la cara del talud. Varía
entre 1,00 (cuando ambos rumbos son paralelos) y 0,15 (cuando el ángulo entre
ambos rumbos es mayor de 30º y la probabilidad de rotura es muy baja). Estos
valores, establecidos empíricamente, se ajustan aproximadamente a la expresión:
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F2 = tg 2 ( βj )
donde βj es el buzamiento de la junta. F2 vale 1,00 para las roturas por vuelco.
F3 refleja la relación entre los buzamientos de la junta y el talud. Se han mantenido los
valores propuestos por Bieniawski en 1976 / 79 que son siempre negativos. Para
roturas planas F3 expresa la probabilidad de que las juntas afloren en el talud. Se
supone que las condiciones son "normales" cuando el buzamiento medio de la
familia de juntas es igual al del talud, y por lo tanto aflorarán algunas pocas juntas.
Cuando el talud buza más que las juntas, casi todas afloran y las condiciones serán
“muy desfavorables" lo que supone un valor de F3 de - 60 (para βs - βj > 10º), o
"desfavorables" lo que supone un valor de F3 de - 50 (para 0 < βs - βj < 10). La
diferencia con el valor de F3 "normal" (que es - 25) es muy grande.
Para la rotura por vuelco no se supone que puedan existir condiciones desfavorables, o muy
desfavorables, ya que el vuelco rara vez produce roturas bruscas y en muchos casos los
taludes con vuelco de estratos se mantienen. Se ha utilizado la condición de Goodman-Bray
(1977) para evaluar la probabilidad de vuelco. Sin embargo se ha observado que muchos
vuelcos se producen para valores ligeramente distintos, lo que puede interpretarse como
que la resistencia al esfuerzo cortante se reduce unos 5º, sea por el hecho de que en
muchos taludes volcados las juntas están meteorizadas, o porque el ángulo de rozamiento
experimente una ligera reducción en el caso de roturas rotacionales (Goodman, 1976). La
citada condición de Goodman-Bray sólo es válida para el caso de roturas con pie volcador
(que son más frecuentes en la práctica), pero no para el caso de pie deslizante, donde la
superficie basal del macizo roto aflora en el talud con el aspecto de una junta deslizada.
ROTURA PLANA |α j - α s| = > 30º 30º - 20º 20º - 10º 10º - 5º < 5º
VUELCO |α j - α s-180º| =
VALORES 0.15 0.40 0.70 0.85 1.00
AJUSTE ANALÍTICO F1 = (1- sen |α j-α s|)2
+ 15 + 10 +8 0 -8
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• Los taludes naturales son más estables, a causa de los procesos previos de erosión
sufridos por el talud, y de los mecanismos internos de protección que muchos de ellos
poseen (vegetación, desecación superficial, drenaje torrencial, etc). F4 = + 15
• El precorte aumenta la estabilidad de los taludes en media clase. F4 = + 10.
• Las técnicas de voladura suave (recorte), bien ejecutadas, también aumentan la
estabilidad de los taludes. F4 = + 8.
• Las voladuras normales, con métodos razonables, no modifican la estabilidad. F4 = 0.
• Las defectuosas, muy frecuentes, pueden dañar seriamente a la estabilidad. F4 = - 8.
• La excavación mecánica de los taludes por ripado sólo es posible cuando el macizo
rocoso está muy fracturado o la roca blanda. Con frecuencia se combina con
prevoladuras poco cuidadas. Las caras del talud presentan dificultades de acabado. Por
ello el método ni mejora ni empeora la estabilidad. F4 = 0.
3. CLASES DE ESTABILIDAD
Los valores límites del SMR encontrados empíricamente para cada forma de rotura son los
que se presentan en la Tabla 3. Todos los taludes con valores del SMR inferiores a 20 se
caen rápidamente. No se han encontrado con valores inferiores a 10 lo que indica que no
son físicamente factibles. Según el valor del índice SMR se obtienen 5 clases de estabilidad,
definidas simplificadamente en la Tabla 4. En la práctica habitual de aplicación de la
clasificación SMR parece conveniente dividir cada una de las clases anteriores en dos
subclases (a y b) con una amplitud de 10 puntos.
GRANDES ROTURAS
ALGUNAS JUNTAS O
ROTURAS POR PLANOS CONTINUOS JUNTAS O GRANDES CUÑAS ALGUNOS BLOQUES NINGUNA
MUCHAS CUÑAS
O POR LA MASA
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Cuando un talud muestra inestabilidades éstas se pueden corregir con muchas medidas
diferentes (Tabla 5), conjuntamente o por separado.
REFUERZO Bulones
Anclajes
Gunita
HORMIGÓN Hormigón dental
Contrafuertes y/o vigas
DRENAJE Superficial
Profundo
SMR 0 10 15 20 30 40 45 50 55 60 65 70 75 80 90 100
REEXCAVACIÓN
REEXCAVACIÓN
MUROS DE CONTENCIÓN
DRENAJE SUPERFICIAL
DRENAJE
DRENAJE PROFUNDO
HORMIGÓN PROYECTADO
HORMIGÓN DENTAL
HORMIGÓN
CONTRAFUERTES y/o VIGAS
MUROS DE PIE
BULONES
REFUERZO
ANCLAJES
ZANJA DE PIE
PROTECCIÓN VALLAS (DE PIE O DE TALUD)
REDES y/o MALLAS (DE TALUD)
SANEO
SIN SOSTENIMIENTO
NINGUNO
El estudio de un talud rocoso potencialmente inestable es una labor compleja que requiere
un cuidadoso trabajo de campo, un análisis detallado y buen sentido ingenieril para valorar
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la importancia relativa de los diferentes factores de inestabilidad que pueden estar actuando.
Ningún sistema de clasificación puede sustituir todo este trabajo, pero puede ser de utilidad,
indicando los límites habituales de uso para cada tipo de medidas de corrección. La elección
entre dichas medidas está fuera del alcance de una clasificación geomecánica.
El uso de la clasificación SMR está extendido o ha sido utilizado en diversos paises (Brasil,
China, España, Francia, Grecia, India, Indonesia, Italia, Korea, Mexico, Taiwan, USA).
Muchos autores han publicado sus experiencias y conclusiones sobre la utilización del SMR:
Collado y Gili, (1988); Romana e Izquierdo, (1988); Anbalagán (1991); Tsimbaos y Telli,
(1991); Angelidis et al, (1992); Chacón et al, (1992); Sañuela y Corominas (1992); Ayala y
Aguirre, (1994); Budetta et al, (1994); Nonato y Gripp (1994); Padilla (1994); Hyun-Koo et al
(1995); Mehrotra et al (1995); Zuyu (1995); Eusebio et al, (1996); Sharma et al, (1996);
Calderón y González (1997); Jordá y Romana, (1997); Calcaterra et al, (1998); El - Shayeb y
Verdel, (1999), Ronzani et al, (1999); Romana et al, (2001)
En general, los conceptos de la clasificación SMR han sido utilizados en tres formas
diferentes: a) Como una manera de cuantificar el efecto de las juntas en la estabilidad de
taludes; b) Como un complemento a otros métodos; c) Como un método de trabajo. Entre
muchas de las conclusiones de los autores antes citados caben destacar: 1) que la
clasificación parece ligeramente pesimista, 2) que los valores más desfavorables del
coeficiente F3 propuestos por Bieniawski plantean algunas dificultades en la práctica, 3) que
las formas de rotura sugeridas parecen cumplirse en la práctica, 4) que el método de
excavación influye mucho (el factor F4 parece justificado), 5) que la clasificación de taludes
con bermas presenta dificultades y 6) que la clasificación no tiene en cuenta la altura de los
taludes .
Respecto al último punto, Zuyu (1995), del Instituto Chino de Recursos Hidráulicos y Energía
Hidroeléctrica, presentó una contribución sustancial afirmando que “en China se ha
presentado el texto final (para su aprobación) de una norma nacional para la clasificación de
macizos rocosos. Para taludes, se ha establecido que sólo el sistema RMR-SMR da
valoraciones completas”. El sistema, llamado CSMR (“Chinese Slope Mass Rating”) usa la
ecuación: CSMR = E x RMR + L x F1 x F2 x F3 + F4, donde E es un factor de altura de talud y
L es un factor de la condición de las discontinuidades, planteando así dos correcciones a la
clasificación SMR.
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La parte derecha de la Figura 1 muestra el valor del SMR calculado frente al valor medio de
la clase observada; una total correlación entre el valor observado y el calculado
correspondería a una banda diagonal (tengase en cuenta que se está representando un eje
continuo, SMR calculado, frente a uno discreto, el SMR estimado); las líneas punteadas
delimitan una banda de ± 5 puntos de error en el cálculo del SMR, encontrándose, dentro de
ella, 55 de los 57 casos; error relativamente fácil de cometer en un reconocimiento de
campo.
Se puede observar en la gráfica que existe una ligera tendencia a que los valores del SMR
observados sean mayores que los calculados; este hecho, en parte, se debe a la existencia
de taludes jóvenes que desarrollarán inestabilidades con el tiempo y la meteorización.
La Figura 2 muestra las medidas de sostenimiento instaladas frente a las recomendadas por
el SMR. Se aprecia una elevada coincidencia en los métodos de protección y refuerzo, pero
la gunita está presente en algunos casos no contemplados por el SMR; algunos taludes no
tienen ningún tipo de protección ni sostenimiento con valores en torno a 50, cifra inferior a
los valores de 70 (protección) y 65 (sin sostenimiento) propuestos por la clasificación.
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COMPORTAMIENTO
DE LOS TALUDES
SEGÚN
SMR
OBSERVADO
Vb
25 20 15 10 5 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
TOTALMENTE OBSERVADO
I ESTABLE PROPUESTO
80
CLASES DE ESTABILIDAD
II ESTABLE
60
SMR
III ESTABLE
40
IV INESTABLE
20
VALLAS
REDES
TOTALMENTE
V INESTABLE
0
SANEO
PROTECCIÓN REFUERZO GUNITA
NINGUNO
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COMPORTAMIENTO
DE LOS TALUDES
SEGÚN
SMR
OBSERVADO
Vb
25 20 15 10 5 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
6. CONCLUSIONES
Se puede concluir que la clasificación SMR proporciona una estimación muy fiable del
verdadero comportamiento del talud, aunque resulta ligeramente pesimista (entre 0 y 5
puntos, media clase) en la estimación del estado futuro del talud. Asimismo se ha
comprobado la práctica coincidencia, basándose en todas las experiencias anteriores, entre
los métodos de protección/sostenimiento sugeridos por el sistema y los aplicados en la
realidad.
AGRADECIMIENTOS
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