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La Búsqueda de Dios en ayuno y Oración

OBJETIVOS
 Que el estudiante entienda la diferencia entre lo que es y lo que no es ayuno.
 Que el estudiante aprenda los diferentes tipos, métodos y formas de ayunar.
 Que el estudiante aprenda cómo someter su cuerpo a ayuno y oración en
sacrificio y búsqueda de Dios.
 Que el estudiante entienda los beneficios y recompensas que Dios promete como
resultados del ayuno, para así poder someterse a la voluntad de Dios, hasta
convertirlo en un estilo de vida.

A través de la Escritura —tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento—, el


pueblo de Dios ha buscado Su presencia en ayuno y oración. Hoy en día muchos en la
iglesia se han vuelto pasivos con respecto al ayuno y la oración, y esto les impide ver el
poder de Dios manifestado. Pero Él está despertándonos para que aprendamos a ayunar
como un estilo de vida.

“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno. Joel 2:12”

La palabra "convertíos" significa volver al punto de partida. Hoy recibiremos la


revelación de la importancia de ayunar y orar para que la usemos como arma poderosa
contra el enemigo (vea Efesios 6:12).

¿Qué es el ayuno?
El ayuno es abstenerse voluntariamente de consumir alimentos, con el propósito de
buscar la presencia de Dios y la comunión con Él.

¿Qué no es el ayuno?
El ayuno no es dejar de comer para perder peso; tampoco es dejar de comer para
intentar manipular a Dios según nuestra propia voluntad ni para buscar satisfacer
nuestros deseos; no es para ser vistos por la gente. Además, si dejamos de comer pero
no pasamos tiempo orando y buscando de Dios, tampoco estamos ayunando. Ayunar sin
orar es sólo pasar hambre.

¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste
por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y
oprimís a todos vuestros trabajadores. Isaías 58:3

¿Cuándo debemos ayunar?


Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y ¡ova tu rostro, para no mostrar a ¡os hombres
que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público. Mateo 6:17-18

Debemos ayunar regularmente.


El ayuno debe ser un estilo de vida. Note que Jesús dijo "cuando ayunéis", no dijo "si
ayunan". No es necesario esperar que Dios nos hable directamente mandándonos a
ayunar; a veces Él nos guiará a hacerlo, pero nosotros podemos tomar la iniciativa en
cualquier momento.
Podemos ayunar de forma parcial o total, por ejemplo, durante uno o dos días a la
semana. También podemos ayunar por períodos de tres días, siete, quince o veintiún
días. Hasta se pueden eliminar ciertos alimentos de nuestra dieta regular por un período
de tiempo, como ayuno. Esta es una decisión personal.

¿Quiénes deben ayunar?


Toda persona debe ayunar, para buscar la guía de Dios en su espíritu. “Tocad trompeta
en Sión, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión,
juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el
novio, y de su tálamo la novia.” Joel 2:15-17

¿Cuáles son los diferentes tipos de ayuno que podemos practicar?


- Ayuno parcial:
Este tipo de ayuno consiste en abstenernos de una comida al día o de aquellos alimentos
que más nos gustan. Este tipo de ayuno es como el que hizo Daniel. (Daniel 1:11-12)

- Ayuno total:
Es la abstinencia completa de alimentos por un tiempo determinado. Se puede hacer
tomando solo agua o absteniéndose por completo de todo, hasta del agua. Este último se
recomienda sólo si el Espíritu Santo le guía a hacerlo, y no por más de tres días, porque
la abstinencia prolongada de agua puede generar problemas serios de salud.

¿Qué se debe hacer y qué no se debe hacer cuando ayuna?

- No se debe ayunar con el propósito incorrecto.


“He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente;
no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto”. Isaías 58:4

- No se debe ayunar para ser visto por los hombres.


“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus
rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su
recompensa.” Mateo 6:16

- Durante el tiempo de ayuno, se debe orar, estudiar la Escritura, reflexionar sobre


su vida y apartarse con el Señor a solas.

- Debemos partir el pan con el hambriento y ayudar al pobre.


“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las
cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No
es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que
cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?” Isaías 58: 6-7
Una aplicación práctica sería que durante el tiempo de ayuno, se pudiera dar una
ofrenda especial a alguien que esté necesitado.

- Se debe remover todo obstáculo que impida esa búsqueda y ese tiempo con Dios
en ayuno, como el teléfono, vida social, etc. Evite oír problemas que le
distraigan de su objetivo.
- Prepare su cuerpo antes y después del ayuno.
Cuando se acerque el tiempo de ayuno, procure comer menos. Después del ayuno no
ingiera alimentos que le puedan caer pesados al estómago. Comience a comer frutas,
sopas en crema; algo que el cuerpo pueda digerir fácilmente.

- No corte su ayuno por los síntomas o dolores físicos que surjan.


Al eliminarse toxinas y grasas del cuerpo o dejar el café, el cuerpo pudiera reaccionar
con dolores de cabeza o de huesos, mal aliento, mal humor, etc. Estos síntomas son
señal de que el cuerpo se está limpiando. ¡Siga su ayuno aunque tenga molestias! Pídale
ayuda al Espíritu Santo. Estos malestares no deben durar más de dos o tres días.

- No debemos tener miedo a morir por no comer.


Los científicos enseñan que el cuerpo humano promedio tiene suficientes reservas de
energía para sobrevivir cuarenta días, sólo con agua. No se asuste ni tenga temor, y
someta su cuerpo, presentándolo en sacrificio vivo a Dios.

- Sí tiene algún problema de salud, si está embarazada o está tomando


medicamentos, por favor consulte con su médico antes de comenzar el ayuno,
para saber cuál sería el mejor tipo de ayuno para usted.

¿Qué es el cuerpo?
El cuerpo es la habitación de nuestro espíritu y nuestra alma (emociones, voluntad,
deseos) y también es la morada del Espíritu Santo. El cuerpo siempre quiere seguir los
deseos de la carne, el viejo hombre y las pasiones, por eso no quiere ayunar, y siempre
quiere más comida, sexo, sueño, se vuelve adicto a las pasiones y cae fácilmente en
vicios y malos hábitos.

¿Cómo someto mi cuerpo para ayunar y buscar a Dios?


“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
Romanos 12:1

Presentando su cuerpo en sacrificio y en oración, con la gracia de Dios. El apóstol Pablo


aprendió a someterlo y a presentarlo "en sacrificio vivo, santo y agradable" delante de
Dios, rindiéndolo, consagrándolo y dedicándolo.

No es cuestión de hacerlo como un rito o una costumbre religiosa, sino dando nuestra
vida completa en servicio, y adorando en espíritu, mente, corazón y cuerpo. "Es vuestro
culto racional", quiere decir que lo que Dios nos pide es razonable, no es algo que no
podamos cumplir. Dios está llamando a su pueblo a ayunar y orar para buscar Su rostro.

¿Cuáles son los beneficios espirituales y recompensas del ayuno?


“Y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6.4

El ayuno también tiene beneficios físicos, emocionales y espirituales: el cuerpo se


limpia de las toxinas que dañan sus sistemas, la persona se siente mejor, mejora su
actitud, y su carne y emociones se sujetan al espíritu, dándole mayor estabilidad. Y se
pierde peso, el cuerpo se recupera de los efectos nocivos de la obesidad.
Los siguientes son otros beneficios:

1- El ayuno rompe el espíritu de demora.


En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel...; y la palabra era
verdadera, y el conflicto grande... En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio
de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí
con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas. Daniel 10:1-3

Daniel hizo un ayuno parcial de veintiún días, por un gran conflicto que no podía
resolver en sus propias fuerzas (vea Daniel 9:11-12).
Si está pasando por situaciones, conflictos o problemas que se salen de sus manos, es
tiempo de buscar el rostro de Dios en ayuno y oración.

¿Quién era el príncipe de Persia?


Haga guerra contra todo espíritu de demora que retrasa la salvación de su familia, su
milagro de sanidad, sus negocios, su ministerio, etc. Use su poder y autoridad. El
Espíritu Santo es su guía y su ayudador.

¿Cuál fue el resultado y la recompensa del ayuno de Daniel?


Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y
a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso
durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. Daniel 10:12-13

Al humillarse y buscar el rostro de Dios todo se desató, y Daniel obtuvo la victoria.


Gracias a su ayuno, el ángel que vino en su ayuda pudo traer la bendición como
respuesta a su oración, rompiendo y venciendo el obstáculo demoníaco.

2- El ayuno remueve toda montaña que se levanta en el camino.


La montaña representa los obstáculos que encontramos en el camino hacia nuestro
destino en Cristo. A veces son puestos por el enemigo y otras veces son causados por
nuestras malas decisiones. Estas detienen nuestro avance por lo que debemos
removerlas, derribarlas o sobrepasarlas. Cuando alguien quiere hacer la voluntad de
Dios o extender su Reino se levantan para impedirlo procurando detener el avance del
Reino y de los hijos de Dios.

“Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo,
y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino
regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.” Lucas 10.19-20
La palabra "nombre" aquí significa "reputación", ganar cierta fama, ser conocido. Las
montañas se levantan en contra de los hijos de Dios que están extendiendo el Reino,
echando fuera demonios, sanando, predicando el evangelio, pues han ganado reputación
en los cielos y hasta los demonios saben quienes son (Hechos 19:15-16).

¿Cómo vencemos y removemos esa montaña?


Por medio de la fe, con ayuno y oración, y hablándole a la montaña. La montaña es un
principado demoniaco más fuerte, que no puede ser derribado con una "oracioncita" a la
ligera. Hay ciertos tipos de demonios que no salen sino con ayuno y oración.
Vea lo que le sucedió a los discípulos de Jesús:
“Cuando llegaron al gentío, vino a el un hombre que se arrodilló delante de él,
diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo;
porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus
discípulos, pero no le han podido sanar.” Mateo 17:14-16

¿Qué sucedió? Los discípulos tenían experiencia sanando y liberando personas, pero
esta vez se les presentó un principado mayor. El enemigo los identificó como peligrosos
y les asignó una montaña o un principado demoníaco para detenerlos.

¿Le ha pasado a usted que cuando todo va bien —usted está sanando a los enfermos y
liberando a los cautivos—, de repente todo se detiene? Cualquier ministerio, negocio, o
hijo de Dios, que empieza a ganar batallas, que tiene unción y expande el Reino de
Dios, se convierte en una amenaza para el diablo. Satanás comienza a levantar montañas
contra su familia, su salud, la iglesia y las finanzas.

Estos son principados en las regiones y ciudades, para que la gente no se sane, no
prospere, no se libere... Bloquean el avance del Reino e intentan detener las
bendiciones. Si esto le sucede, no se detenga ni retroceda, porque esto es lo que el
diablo quiere.

Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde
aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué
nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto
os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de
aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible Pero este género no sale sino con oración
y ayuno. Mateo 17:18-21.

Jesús echó fuera a ese demonio de inmediato porque la oración y el ayuno eran su estilo
de vida. Así que declare ayuno y oración, no dude en su corazón y ¡ordénele a esa
montaña de pobreza, de adicción, de enfermedad, de divorcio, de depresión, que se
mueva ahora mismo de su vida!

Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera
que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino
creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Marcos 11:22, 23

3- El ayuno rompe las ataduras demoníacas


No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las
cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? Isaías
58:6. El ayuno rompe ataduras, ligaduras, cargas, opresión, y puede liberar a la gente de
ataduras mentales, miedo, depresión, ataduras sexuales, ataduras a vicios, incredulidad,
idolatría, etc.

4- El ayuno prepara la atmósfera para que el Espíritu nos guíe y nos hable.
“Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé
y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron.” Hechos 13:2-3
El ayuno nos prepara cuando necesitamos buscar de Dios, para que Él nos guíe a tomar
decisiones importantes. Si usted necesita la dirección de Dios en una decisión difícil o
importante, métase en ayuno y oración; esto lo hará más sensible a la voz de Dios, y
podrá oír con mayor claridad y certeza lo que Él le diga. También le ayudará a recibir
más fácilmente revelación de la Palabra de Dios, y le dará mayor sensibilidad y
compasión para discernir y ministrar las necesidades de otros.

5- El ayuno desata poder para vencer las tentaciones.


“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.
Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre. Se le
acercó el tentador y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en
pan. Él respondió y dijo: Escrito está: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios.” Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, lo
puso sobre el pináculo del Templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, pues
escrito está: “A sus ángeles mandará acerca de ti”, y “En sus manos te sostendrán,
para que no tropieces con tu pie en piedra.” Jesús le dijo: Escrito está también: “No
tentarás al Señor tu Dios.” Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró
todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado
me adoras. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu
Dios adorarás y sólo a él servirás.” Mateo 4:1-10

Cuando pasamos por un desierto, el enemigo ataca nuestra identidad como hijos,
pasamos por desánimo y somos tentados a actuar de forma independiente, a ser infieles,
a pecar, a abandonarlo todo. Si usted está pasando un desierto, declare ayuno y el
Espíritu Santo le dará la fuerza y perseverancia para vencer el desánimo y la tentación.

El ayuno desata poder para ir a la guerra.


“Y fueron algunos a darle aviso a Josafat, diciendo: «Contra ti viene una gran multitud
del otro lado del mar y de Siria; ya están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Josafat
tuvo miedo y humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo
Judá. “ 2 Crónicas 20:2-3

En respuesta al ayuno y la oración del rey Josafat y de todo Judá, Dios escuchó e
intervino a su favor: “Oíd, todo Judá, y vosotros moradores de Jerusalén, y tu, rey
Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentáis delante de la multitud tan
grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.” 2 Crónicas 20:15

Si el enemigo ataca un área de su vida, su hogar o su negocio, no se ponga a razonar la


situación; humíllese y busque el rostro de Dios en ayuno y oración, entonces la guerra
será de É!, e intervendrá personalmente.

¡Permita que Dios pelee por usted! Dígale a la montaña que se quite, en el nombre de
Jesús, y ¡ese principado tendrá que dar paso a sus bendiciones!

6- El ayuno es importante para ordenar liderazgo en la iglesia.


“Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído”. Hechos 14:23
¿Cuál es el resultado del ayuno?
Cuando usted ayuna con el motivo correcto, y se humilla ante la presencia de Dios para
que su mente y su corazón estén cada vez más cerca de Él, Dios le recompensará
(Mateo 6:6).

No permita que el enemigo le gane la batalla, desafíelo en ayuno y oración, ¡y reciba su


victoria y sus beneficios!

ACTIVACIÓN:
1. El maestro guiará a los estudiantes a tomar la decisión de ayunar y buscar el
rostro de Dios como un estilo de vida. Los estudiantes repetirán: "A partir de
hoy, yo decido ayunar por el motivo correcto: buscar el rostro de Dios. Tomo la
decisión de ayunar regularmente como un estilo de vida".

2. El maestro guiará a los estudiantes a hacer el compromiso de presentar su cuerpo


como sacrificio vivo ante Dios, por medio del ayuno y la oración. Los
estudiantes repetirán: "Yo tomo la decisión de presentar mi cuerpo delante de
Dios como sacrificio vivo, por medio del ayuno y la oración".

3. El maestro hará una oración de activación sobre los estudiantes, pidiendo la


gracia y el favor de Dios sobre ellos, para permanecer firmes en su camino y
para orar y ayunar continua y efectivamente.

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