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EL ENCUENTRO DE JESÚS RESUCITADO CON SU MADRE

En la mañana de este día de gloria, Domingo de Resurrección, en muchas de nuestras


ciudades y pueblos se ha escenificado el encuentro entre Jesús Resucitado y su
Madre, María Santísima. Como es bien sabido, esta aparición del Resucitado no es
narrada por los Evangelios, y sin embargo, la tradición cristiana la ha evocado muchas
veces, tanto en el arte como en los escritos de pastores, místicos y poetas.

APARICIÓN A TOMAS
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó
Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
—Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás:
—Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no
seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomás:
— ¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
— ¿Por qué me has visto has creído? Felices los que crean sin haber visto.

APARECE EN EL TIBERIADES
Después de esto, se apareció Jesús a los discípulos junto al mar de Tiberíades, y se
apareció así: 2 Estaban juntos Simón Pedro y Tomás, llamado Dídimo; Natanael, el de
Cana de Galilea, y los hijos del Zebedeo, y otros discípulos. 3 Díjoles Simón Pedro:
Voy a pescar. Los otros le dijeron: Vamos también nosotros contigo. Salieron y
entraron en la barca, y en aquella noche no pescaron nada. 4 Llegada la mañana, se
hallaba Jesús en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús. 5
Díjoles Jesús: Muchachos, ¿no tenéis a la mano nada que comer? Le respondieron:
No. 6 EL les dijo: Echad la red a la derecha de la barca y hallaréis. La echaron, pues, y
ya no podían arrastrar la red por la muchedumbre de los peces. 7 Dijo entonces a
Pedro aquel discípulo a quien amaba Jesús: Es el Señor. Así que oyó Simón Pedro
que era el Señor, se puso el sobrevestido, pues estaba desnudo, y se arrojó al mar. 8
Los otros discípulos vinieron en la barca, pues no estaban lejos de tierra sino como
unos doscientos codos, tirando de la red con los peces. 9 Así que bajaron a tierra,
vieron unos brasas encendidos y un pez puesto sobre ellas, y pan. 10 Díjoles Jesús:
Traed de los peces que habéis pescado ahora. 11 Subió Simón Pedro y arrastró la red
a tierra, liena de ciento cincuenta y tres peces grandes y, con ser tantos, no se rompió
la red. 12 Jesús les dijo: Venid y comed. Ninguno de los discípulos se atrevió a
preguntarle: ¿Tú quién eres? sabiendo que era el Señor. 13 Se acercó Jesús, tomó el
pan y se lo dio, e igualmente el pez. 14 Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció
a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

JESÚS SE APARECE A SUS 10 DISCÍPULOS


19 Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a
puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús y, poniéndose en medio de ellos, los
saludó.
―¡La paz sea con ustedes!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Al ver al Señor, los discípulos se
alegraron.
¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los
envío a ustedes.
Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo:
―Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen sus pecados, les serán
perdonados; a quienes no se los perdonen, no les serán perdonados.

APARICIÓN A SANTIAGO
Fue a Santiago el menor quién dirigirá luego la iglesia de Jerusalén.
No se sabe bien dónde fue y exactamente cuándo, pero se la ubica antes de la
aparición final.
Y es relatada en Primera de Corintios 15: 7.

ULTIMA APARICIÓN

Los discípulos se reunieron en un monte de Galilea como les había mandado Jesús.
Allí el Señor les dio los últimos consejos, encomendándoles un mandato importante: la
obligación de extender por toda la tierra la Buena Noticia que Cristo había traído a la
tierra. Sus palabras fueron: «Me ha sido dado todo el poder en el cielo y en la tierra. Id,
pues, enseñad a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, enseñándoles a observar cuanto yo os he mandado. Yo estaré con
vosotros hasta la consumación de los siglos» (Mt. 28, 16-20) Después «alzó sus
manos y los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo»
(Lc. 24, 50-51), hasta que «una nube lo cubrió a sus ojos» (Hch. 1, 9) San Marcos
añade: «Y se sentó a la derecha de Dios Padre» (Mc. 16, 19) Con estas palabras
indica el cumplimiento de las profecías y la glorificación de Jesús.

DE CAMINO A EMAÚS, LUCAS 24:13-35


Dos discípulos caminando a una aldea llamada Emaús en el mismo día en que Jesús
resucitó de los muertos.
En el camino Jesús se encontró con ellos.
Ellos hablaban sobre Jesús muriendo en la cruz y resucitando tres días después

JESÚS SE APARECE A MARÍA MAGDALENA


Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se
apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. Ella
fue y avisó a los que habían andado con Jesús, que estaban tristes y llorando. Éstos,
al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.

JESÚS SE APARECE A LAS MUJERES


Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez,
y corrieron a llevar la noticia a los discípulos. En eso, Jesús se presentó ante ellas y
las saludó. Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies, y él les dijo:
—No tengan miedo. Vayan a decir a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y que allá
me verán.

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