Describir es importante, no solo en cualquier carrera
universitaria o estudios. Las descripciones son una parte importante de nuestro día a día, pues con ellas representamos la realidad con palabras. Por tanto, es una herramienta imprescindible para el individuo. No obstante, pueden surgir dudas a la hora de saber cómo hacer una buena descripción, por lo que en un cómo te ofrecemos algunos consejos.
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de una persona Instrucciones: Lo primero que debemos hacer antes de describir es observar. No importa qué es exactamente lo que queremos describir. Ya sea un paisaje, una obra de arte, un espectáculo o incluso un libro. Debemos poner todos nuestros sentidos, comprender y analizar con éstos lo que describiremos con palabras posteriormente. Durante la observación debemos seleccionar detalles que sean importantes. Seleccionar es elegir una o varios detalles entre un conjunto, por un determinado criterio o motivo. No todo lo que estamos viendo y analizando es importante. Hay que intentar destacar aquellos detalles que den información útil. Observación directa Ocurre cuando el investigador está en contacto con el objeto a investigar. Es el tipo de observación más segura, ya que el observador puede conocer y estudiar con sus propios ojos el fenómeno, sin que otros le cuenten de este. Aquí la investigación puede ser dirigida a lo que desee el observador. Observación indirecta A diferencia de la anterior, en esta el observador nunca entra en contacto con el fenómeno, más bien solo se enfoca en las observaciones realizadas por terceros, las cuales las relaciona y las compara para llegar a una determinada conclusión. Se recurre a una observación indirecta cuando se busca indagar sobre fenómenos ya pasados o que están a distancias muy significativas.
El tercer paso de toda buena descripción es ordenar los
datos que hemos obtenido mediante la observación y la selección. Ordenar es encaminar una cosa de acuerdo a un plan o fin determinado. Siempre que intentemos describir algo debemos basarnos en un orden, ya sea describiendo los elementos de un cuadro de arriba abajo o de izquierda a derecha, describir una situación desde lo general a lo particular o lo particular a lo general. El orden es imprescindible. Tras estos pasos es hora de ponerse a redactar. Una buena redacción es igual a una buena descripción. En este punto, debemos tener en cuenta factores como la exactitud y la expresividad. Debemos ser veraces a la hora de relatar lo que hemos observado. Dentro de una buena descripción encontraremos una serie de recursos lingüísticos. Es importante que tengamos un buen número de sustantivos, pero ante todo, lo más importante es que usemos un sinfín de adjetivos y verbos que puedan expresar a la perfección lo que hemos visto. Además, son muy utilizadas las figuras retóricas como las comparaciones o las metáforas, que nos ayudarán a conectar mejor con el lector y dejar nuestras ideas completamente claras. Cómo hacer una descripción de ti mismo
Miriam Martí Gamero
Fuente: josemira.com
Hacer una descripción de ti mismo puede ser esencial, más
de lo que imaginas, y es que en la mayoría de las entrevistas de trabajo suelen preguntarnos sobre nosotros. Por ello, en este artículo de un cómo te damos las claves más importantes para que sepas cómo hacer una descripción de ti mismo, y poder abordar los puntos fuertes de tu personalidad ensalzando lo bueno y minimizando lo malo.
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recomendación sobre ti mismo Instrucciones: Lo primero que debemos valorar es a quién estamos dando esta descripción sobre nosotros mismos. No es lo mismo hacer una entrevista de trabajo que dar información a un comité académico o a un nuevo amigo. Así pues, es necesario identificar la audiencia. Para hacer una descripción de ti mismo, también tienes que pensar en los datos que son relevantes y aquellos que no lo son. Por este motivo es importante informarnos muy bien de qué perfil de persona están buscando, ya sea para un puesto de trabajo o para una beca. Es más, incluso para caer bien a alguien, siempre es importante ver qué necesidades tiene y qué busca exactamente de ti. Podemos comenzar esta descripción dando nuestro nombre completo, lugar de nacimiento y edad, así como lugar de residencia actual. Para seguir con una descripción de ti mismo, tendrás que poner tus logros académicos, es decir, tu formación, tus cursos y tus habilidades. Si es pertinente, deberás añadir tus logros profesionales, a qué te has dedicado durante los últimos años, cuál ha sido tu experiencia laboral etc. En una buena descripción sobre ti mismo, no pueden faltar tus características personales. Es interesante aportar información sobre lo creativo que eres, lo enérgico, proactivo y lo buen compañero que te consideras. Normalmente, si se trata de una entrevista de trabajo, te pedirán que digas también algún defecto. No te escondas, haz de ese defecto una virtud. Por ejemplo, si te consideras maniático en el trabajo, puedes adornarlo con un “soy demasiado perfeccionista”. Finalmente, la concisión y brevedad en una descripción sobre ti mismo es esencial. Intenta seleccionar los datos más importantes, que no tenga una longitud mayor a las doscientas palabras.