MUTACIÓN

DE LA MENTE
por VIMALA THAKAR

"Los graduados que salen de las universidades saben

mucho acerca del mundo.....tienen la posibilidad de
saberlo todo, excepto el mecanismo de sus propias
mentes."

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dimensión, donde el conciente y el subconsciente estarán
silenciosos, la mutación no podrá efectuarse. Ese silencio es tal
vez la cuarta dimensión de conciencia, que se encuentra más allá
del consciente, subconsciente y del inconsciente. No tenemos
ningún plan de lo que va a pasar en esa dimensión de
conciencia. No es algo de lo cual tengamos un precedente
histórico. Lo tenemos en los individuos. Pero ha sido tratado
como algo excepcional. Esta no identificación con los impulsos
de la totalidad del subconsciente y el inconsciente resulta en
silencio, que es algo muy positivo, muy creativo. Libera la
dimensión hasta ahora no empleada e inexplorada de la
consciencia humana. Activa algo que el hombre no ha empleado
hasta ahora.

La dimensión del silencio, o la dimensión del amor, no ha

sido empleada como una fuerza motivante en las relaciones
socio-económicas o políticas; ha sido utilizada por individuos en
sus vidas, pero no ha sido considerada como una fuerza que
pueda revolucionar las sociedades y sus relaciones. Y me parece
que esta personalidad esquizofrénica del ser humano actual que
está luchando y degenerándose en las relaciones políticas y está
fantásticamente avanzando en ciencia y tecnología, tiene que ser
resuelto, y un nuevo y total ser humano tiene que venir a
manifestarse.

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objetivamente; nos identificamos con ellos y decimos: "¡Estoy
enojado, estoy celoso, tengo sospechas, tu eres malo!"
Esta identificación con las reacciones es el verdadero
culpable. Así, en vez de luchar contra las reacciones, en vez de
manejarlas o disciplinarlas, si las exponemos ante nuestra
atención, a nuestra sensibilidad, a nuestra vigilancia, si las
vemos objetivamente, entonces experimentaremos un gran
disfrute. Entonces vemos los desafíos externos y a las reacciones
subjetivas y si somos lo suficientemente sensibles, sabemos por
qué se manifiestan esas reacciones. No respondemos de acuerdo
a los dictados de las reacciones, sino de acuerdo a la necesidad
del desafío que se nos presenta. Inmediatamente hemos elevado
nuestra conciencia a una plano distinto. No está en el plano de
desafío y respuesta, ni en el plano de la mecanística acción de
mente y cerebro, sino la conciencia se eleva totalmente hacia
otro nivel. Y desde ahí respondemos. Entonces no es uno
despedazado entre los desafíos objetivos y las reacciones
subjetivas. Como un ser humano total, uno está en un plano
diferente de conciencia.
Este es el plano del amor, el plano de la compasión. Es el
amor lo que nos permite tener una perspectiva total, la que nos
permite ver completamente a todo en relación a la totalidad de la
vida. Esta no-identificación con nuestras reacciones hace posible
la mutación. Produce un cambio inmediato en el nivel de
conciencia. Esta mutación de la mente es una revolución
psicológica que cada uno de nosotros debe experimentar.
Entonces todas las identificaciones de pertenecer a distintas
religiones, naciones, e ideologías se convertirán en cosas
secundarias, y el propósito principal de cada ser humano será el
propósito de pertenecer a la vida universal. Entonces uno ya no
va a diseminar vibraciones de desharmonía, amargura,
enemistad y violencia, sino que uno va a radiar amor, amistad y
cooperatividad. No estoy hablando de ninguna cosa que sea
misteriosa o trascendental. La liberación o emancipación es una
cosa muy sencilla, si uno la quiere. Está ahí sólo para que la
veamos y la hagamos nuestra. Está ahí sólo para que la
recibamos. Y a menos que los seres humanos se desprendan de
esos viejos patrones de responder y crezcan hacia una nueva
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MUTACIÓN DE LA MENTE
POR: VIMALA THAKAR
Desde 1968, Vimala Thakar ha viajado ampliamente en los
Estados Unidos y Canadá, ofreciendo conferencias sobre temas
tales como "Fronteras de la Mente," "El Misterio del Silencio," y
"Auto-Descubrimiento." También ha pronunciado conferencias
en Europa, Sur América y el Lejano Oriente, además de su
nativa India. Tiene una cantidad de libros a su crédito: más de
veinte en Inglés, y otros adicionales en varias lenguas de India.
Muchos de sus libros han sido traducidos a los idiomas Danés,
Francés, Alemán, Español y Árabe.
Cuestionador : ¿Debemos entonces considerar la meditación
como una especie de disciplina, a la cual se arriba por
concentración?
Vímala: ¿Qué es una disciplina? ¿Por qué se vuelve necesaria
una disciplina? La concentración es una especie de disciplina
mental. Escojo un punto en el que enfoco toda mi energía.
Retiro mi energía del resto de la vida, del resto del mundo, y la
enfoco sobre un punto escogido, una idea elegida, en una
imagen escogida, un principio escogido, un valor elegido, o en
lo que quiera. Ahora, concentrarse a través de una retirada
parcial, un enfoque parcial de la energía, es una acción que
surge de un conflicto. Si no hubiese conflicto, si la mente no
estuviera distraída, si toda la energía pudiera mantenerse
enfocada naturalmente, fácilmente, y totalmente, entonces la
concentración no sería necesaria. Concentración implica
distracción, ¿no es así? Y cuando decimos que practicamos
concentración como una disciplina, ¿qué estamos haciendo? La
mente no quiere, o no se enfoca en ese punto. La mente trata de
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escaparse. Tomo la mente y la regreso empleando cierto
esfuerzo y la mantengo fija. Eso es lo que se quiere decir con la
palabra disciplina. La disciplina se vuelve necesaria cuando
existe un conflicto. La disciplina se vuelve necesaria cuando
existe una contradicción.
Por favor, no me estoy refiriendo a la necesidad de
disciplina en la educación, en las escuelas. Vamos a tener que
ayudar a los niños a que disciplinen sus cuerpos, para hacerlos
comprender la cantidad de sueño que necesitan, qué clase de
alimentos deben ingerir. Tendremos que ayudarles a ver esto
hasta que crezcan. No que nosotros ya hayamos crecido, pero
esto es aparte. Entonces, no me estoy refiriendo a esa parte de la
disciplina. Ésta será necesaria en lo mínimo y con el
consentimiento de los niños. Pero de otra manera en la vida de
las personas ya crecidas, de los adultos, la disciplina se convierte
en un forzamiento de algo sobre la mente, una imposición sobre
ella. Ya sea que la sociedad quiere imponérsela, o yo he
decidido imponermela a mí mismo.
Siento la necesidad de imponerme algo solamente cuando
no comprendo por qué mi mente quiere escapárseme. En vez de
tratar de disciplinar la mente, trayéndola de regreso
forzadamente y tratando de enfocarla sobre un punto, ¿por qué
mejor no ser más cariñoso con la mente y tratar de averiguar qué
es lo que quiere, por qué lo quiere, y dónde están las raíces de
sus apetitos conflictivos? ¿Lo sabe usted? La concentración y la
disciplina han sido medios antiguos de miles y miles de seres.
Yo no estoy cuestionando la integridad de los buscadores que
nacieron a través de esos siglos; no estoy tratando de criticarlos.
Pero por ser una persona religiosa, me gusta cuestionar la
validez de todo y descubrir el significado de todo por mí misma.
Esa es la esencia de la religión, no aceptar nada a menos que
entiendas el significado inherente, personalmente en tu vida. Si
aceptas sin comprender, estás generando una imposición sobre
tu mente. Y entonces no eres ni justo con la mente ni con el
verdadero significado.
La esencia de la religiosidad, que es humildad, yace en
descubrir el significado de la vida, descubrir el significado de
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gran filosofía Hindú, de los Vedas, los Upanishads, el Bhagavad
Guita, y que más no. Viniendo de esa tierra, permitáseme
aclarar, que todos estos esfuerzos por controlar el subcociente
han sido inútiles. Si uno visita India ahora, uno se da cuenta de
cómo pelean los Indios entre ellos mismos, los Hidúes contra los
Sikhs, los Hindúes y los Musulmanes en India y en Pakistán. No
es cuestion de una guerra justa o injusta. Los seres humanos han
degenerado al extremo de quemar vivos a otros a seres humanos.
Eso estaba sucediendo en Vietnam. Hablamos de Cristianidad,
de Hinduismo, de Islam, de Budhismo, pero me parece que el
hombre en general, personas comunes y corrientes como usted y
yo, que trabajan en oficinas, viven en familias, no han cambiado
en la calidad de su ser. La calidad, la textura de nuestras mentes
no ha cambiado. Todavía somos víctimas del subconsciente. Y
liberarse de la esclavitud del subconsciente es lo que mutación
de la mente es.
No somos esclavos de fuerzas externas, somos esclavos de
nuestras propias fuerzas internas. El contenido de la esclavitud y
las ataduras es nuestra relación al subconsciente. Me preguntaba
yo si es inevitable que el hombre permanezca siendo esclavo de
su subconsciente; si el hombre vive en constante miedo del
subconsciente; si el hombre está condenado a vivir como una
víctima de todas las identificaciones a las que su mente ha sido
adiestrada. O si es posible salirse de los patrones de
identificación y arrojarse hacia una nueva dimensión de vida. Es
un hecho simple que las reacciones lo molestan mientras usted
se identifica con ellas. Estoy enojado y permito que el enojo
dicte mis respuestas, que determine la naturaleza de mi
respuesta. En vez de dejar que la ira, los celos o la envidia
determinen la naturaleza de mis acciones, si exponemos la
reacción a nuestra conciencia, ¿qué sucede? La reacción, que en
la obscuridad de la inatención era tan fuerte, pierde su veneno y
su fuerza cuando es expuesta a la luz de la atención. Es un hecho
sencillo que al momento que uno hace conciencia y mira su
enojo por una fracción de segundo, éste pierde su poder sobre
uno. Puede que todavía esté alli presente, no va a ser destruido,
pero no ya no nos hará su esclavo ni distorcionará y torcerá
nuestras respuestas. Pero cuando surgen la ira o la envidia,
cuando los celos y la suspicacia se manifiestan, no los vemos
desagrados, sus preferencias y prejuicios; a su ira, celos y
envidia! Le da tremenda importancia a las reacciones subjetivas,
sin cuestionar la validez que contienen. Y las tensiones y
conflictos entre los miembros de una familia, o los miembros de
una comunidad, o los miembros de comunidades diferentes,
resultan de esta identificación con las reacciones subjetivas.
Comprender que estas reacciones subjetivas están almacenadas
en el subconsciente, que son la raíz del conflicto y la tensión, es
urgentemente necesario.
El hombre, el animal inteligente, se ha ocupado en
encontrar diferentes técnicas, métodos y disciplinas para
manejar al subconsciente. Ha descubierto medios para resolver
la tensión entre la mente consciente e inconsciente -para
controlar, regular, suprimir y para disciplinar los impulsos de
estas reacciones. Antes que nada, cada disciplina en la vida
humana tiene la intención de controlar el impulso del
subconsciente. Es una realidad autoevidente que las raíces de
cada acción, cada pensamiento y cada emoción se encuentran en
el subconsciente. Creemos que actuamos en el nivel conciente,
pero ninguna acción sucede completamente a nivel consciente.
Tiene una muy profunda e íntima relación con el contenido del
subconsciente. Y ese subconsciente regula, dirige, y controla la
naturaleza de la acción consciente. Es así que el hombre de
cultura, civilización, religión, y de experiencias trascendentales
ha venido tratando de manejar el subconsciente, para luchar
contra los impulsos de las reacciones subjetivas ya sea con el fin
de conquistarlos al crear una nueva fuerza paralela a nivel
consciente, o al suprimirlos y negarlos; para hundirlos como sea
posible hacia lo más profundo de su ser. El hombre ha intentado
eso. La disciplina religiosa o espiritual no fuera necesaria si no
hubieran conflictos, tensiones, y contradicciones entre la mente
consciente y la subconsciente.
Ni esta técnica de disciplinar el subconciente, o de crear
una fuerza paralela para contrarrestar los impulsos del
subconsciente nos ha ayudado mucho. Yo fuí criada en el
Oriente. Los Occidentales llaman a India, ya no tanto ahora,
pero hasta hace pocos años, "Una gran tierra de religión y
espiritualidad"; una tierra de santos, yoguis y sannyasines; de la
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cada momento, de aprender el significado de la vida por
nosotros mismos. Y por lo tanto yo digo: ¿Por qué debe ser
necesaria la disciplina si somos cariñosos con nuestra mente?
Tal vez si somos amigables con la mente, si observamos la
mente, si entendemos la mente, si la dejamos que vague, la
dejamos que vaya por donde quiera, permitiéndole que se le
acabe su impulso vagando, sin regañarla, sin lisonjearla, sin
condenarla, tal vez termine su impulso y llegue al simple,
inocente silencio. Yo prefiero comprender la mente, en vez de
disciplinar la mente. Esa comprensión pudiera crear su propia
disciplina, eso es diferente. La comprensión de la mente
despierta una nueva cualidad de atención, una atención toda
incluyente, en la cual estoy consciente del estimulus en el
mundo objetivo; estoy conciente de la sensación que llega al
cerebro; estoy consciente de que las células cerebrales están
siendo tocadas y estimuladas, tratando de interpretar y traducir
la sensación de acuerdo a su condicionamiento; estoy consciente
de la naturaleza de mis reacciones, de cómo estoy respondiendo
a eso.
Esta conciencia de los llamados movimientos externos e
internos de la vida es meditación. La conciencia simultánea del
movimiento total es meditación. Si estoy consciente de la
naturaleza de mis reacciones, y del movimiento de mis
reacciones, esa conciencia naturalmente va a resultar en libertad
de la reacción. No puedo detener la reacción porque las
reacciones han estado enraizadas en el subconsciente, en el
inconsciente. No puedo prevenirlas, no puedo renunciar a ellas,
no puedo contenerlas. Pero si estoy simultaneamente consciente
del desafío objetivo, de las reacciones subjetivas y de las causas
de estas reacciones, entonces esto resulta en libertad. Entonces
el impulso de la reacción no me arrasta con él, sino que yo estaré
por delante de la reacción. No seré víctima de mis reacciones,
sino las veré como veo el desafío objetivo. Eso para mí es
meditación, la toda incluyente atención mientras se mueve uno
en la vida. La meditación no involucra para nada ninguna
actividad mental. No hemos nunca experimentado con ella, y
por eso pensamos que va a ser muy difícil. Pero no lo es.
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Cuestionador: Si en la conciencia total la persona percibe el
objeto, su reacción a él, y la raiz de su reacción, debe estar
consciente de las capas más profundas del inconsciente en un
instante. ¿Cómo es eso posible, si de antemano no se ha
establecido una buena relación entre el consciente y el
inconsciente, y no es esto un proceso que requiere tiempo?
Vímala: Hemos dicho que somos extraños a nuestra mente.
Ahora, el descubrimiento de la verdad está relacionado a la
totalidad de la vida. Naturalmente aquel que está interesado en
tal descubrimiento va a tratar de adquirir conocimiento acerca de
la mente, del consciente y del inconsciente. Así es que va a tener
que aprender algo acerca de la mente, eso es verdad. Pero yo
estoy diciendo que conozca la mente", no que "adquiera
conocimiento acerca de la mente". Puedo leer una docena de
libros acerca del mecanismo de la mente, pero si no he
observado mi propia mente en acción, entonces no he aprendido
nada. El aprendizaje es posible cuando uno observa la mente en
acción. La persona que no ha trabajado sobre sí misma, que no
se ha molestado en observar el movimiento de su propia mente,
no puede tener esperanzas de arribar a la trasformación. La
ignorancia primitiva no le va a ayudar.
Esto es lo que la educación tiene que hacer. Tenemos que
crear una nueva orientación en las escuelas de todo el mundo.
Conforme enseñamos la ciencia de Física y Química, tendremos
que enseñar la ciencia de la mente, desnudándola de todas sus
asociaciones innesesarias y superfluas. Los graduados que están
saliendo de las universidades conocen mucho acerca del mundo,
acerca del globo, aceca del océano y cómo vivir en él bajo el
agua. Saben acerca de las estrellas; no solamente las estrellas
sino hasta acerca del espacio. Tienen la posibilidad de saberlo
todo, excepto el mecanismo de sus propias mentes. Debido a que
éste se ha asociado con la religión, y la religión ha sido
considerada como algo a lo que uno se mete cuando está
decepcionado de la vida, o cuando se llega a la vejez, cuando se
tiene un pié en la sepultura. Es por eso que no conocen sus
propias mentes.
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mente y cerebro. La esencia de humanidad no está en la
racionalidad. Antes solíamos decir: el hombre es un animal
racional, el hombre es un animal social. El tiempo ha venido a
revisar esa definición y a decir: el hombre es mucho más que
mente y cerebro. Es vitalmente necesario llegar a darnos cuenta
de la naturaleza mecanística del cerebro y de la mente. Y para la
que habla esa es la esencia de la religión. A menos que nos
demos cuenta que la mente está a nuestra disposición para ser
empleada dentro de sus limitaciones, de acuerdo a las
necesidades del desafío; a menos que nos demos cuenta de eso,
seremos seres humanos solamente por la forma, pero no seremos
seres humanos maduros.
Siento curiosidad por saber cuántos de nosotros nos damos
cuenta de esta mecanística naturaleza de la actividad mental. La
comprensión de este simple hecho va a liberar a los seres
humanos de muchas complicaciones innecesarias, muchas
miserias y sinsabores en la vida que no tienen razón de ser. Hoy
funcionamos desde la mañana hasta la noche a través de la
mente. Estamos relacionados a la vida externa, a las sensaciones,
a las ideas, a los seres humanos, o a la naturaleza. Estamos
relacionados a todo ello por medio de nuestra mente. Recibimos
las sensaciones y se las pasamos al cerebro. El cerebro las
traduce de acuerdo a la educación, a la cultura, a la educación
religiosa, etc.
Así es que tenemos patrones preestablecidos para
reaccionar a los estímulos externos, patrones de pensamiento y
patrones de sentimiento. Darse cuenta que todo pensamiento y
emoción son reflejos condicionados; darse cuenta de eso,
aunque en diferentes partes del mundo existan distintas
asociaciones de pensamientos, ideas y emociones,-que las así
llamadas reacciones subjetivas son en realidad patrones y juegos
a los que el cerebro ha sido entrenado, es urgentemente
necesario.
Esta comprensión va a poner en movimiento una nueva
revolución en el ser humano. Vivimos por nuestras emociones y
pensamientos. Vivimos a través de nuestras reacciones. ¡Qué
tremenda importancia le adjudica el hombre a sus agrados y sus
 Pero en cierto sentido existe una diferencia entre una
persona que está tratando de descubrir la Verdad mientras vive
en Europa, y una persona que está tratando de hacerlo en el
Oriente. Cuando esa investigación ilumina un corazón en el
Oriente, el recuerdo almacenado en el subconciente de un
Oriental puede ayudarle a comprender el mecanismo de la mente
tal vez más pronto que pudiera sucederle a una persona en el
Occidente. Me estoy refiriendo a los experimentos que los
Indios han efctuado a través de la ciencia de la yoga, la
psicología de la yoga. Ellos han penetrado profundamente en
este mecanismo. No sólo los mecanismos de la mente, sino
todos los matices del subconsciente y el inconsciente. Y llegaron
a esto por medio de experimentar consigo mismos.
Cuando una persona nace en el Oriente se vuelve alerta y
sensible a esta investigación por la Verdad si es dedicado, si es
sincero, si no está tratando de pedir prestadas conclusiones y
teorías, sino que está haciendo intentos por inquirir dentro de las
profundidades de su ser, entonces los residuos de la experiencia
de su raza pudiera ayudarle a comprender la mente rápidamente.
Y en el Occidente ustedes tienen que batallar más para
comprender los matices...
La Mente Como Una Máquina
Ahora, el tema de esta noche es la mutación de la mente.
Siento que todo este avance de la ciencia y la tecnología, la
biología y la psicología, debería habernos aclarado muy bien que
la mente es una máquina que uno utiliza; que el cerebro humano
es una máquina muy compleja y muy rica que ha evolucionado
por medio de esfuerzos humanos sistemáticos, durante siglos
incontables. El refinamiento del cerebro, el cultivo de la
memoria, el agudizamiento de la mente, poniendo en manifiesto
las ocultas y latentes capacidades de la mente, todo esto hemos
hecho. Y lo que tenemos ahora, lo que llamamos la mente, lo
que llamamos el cerebro, es un organismo muy bello, delicado,
rico y complejo a nuestra disposición. Pero nosotros somos
mucho más que eso. Yo siento que el comienzo de la religión
consiste en darse cuenta que es hombre es mucho más que
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Se vuelven víctimas de sus ciegos apetitos e impulsos, los
cuales los empujan desde adentro a través del subconsciente. Por
lo tanto, debe haber una reorientación de la totalidad del sistema
educativo, de la educación como un medio que ayude a los niños
a comprender sus mentes mucho mejor. No hemos tenido la
ocasión, la oportunidad, de aprender estas cosas. Así es que
ahora tenemos que lidiar con ellas. Pero si es que ha de existir
un nuevo mundo, una nueva sociedad, tenemos que reorganizar
la educación, no tratando con las masas, los líderes políticos y
los otros líderes, sino tratando de encontrar la posibilidad de un
sistema educativo completamente nuevo. He aquí el desafío.
La pregunta era: "¿No requiere esto tiempo?" Sí requiere
tiempo educar a un niño. Ahora necesitamos el tiempo porque
no hemos sido educados de esa manera. Pero si el niño es
educado en comprender la mente, no le va ser difícil entonces
comprender en un instante cómo estar consciente
simultaneamente del movimiento externo y del movimiento
interno, y estar libre de reacción. Si el niño se da cuenta,
conforme crece, del impulso del subconciente y el inconsciente,
estará mucho mejor equipado de lo que estamos ahora para
liberarse del impulso de las reacciones. No ser víctimas de
nuestras reacciones y del impulso de nuestras reacciones,
requiere de tremenda energía. Necesita sensibilidad y energía.
Por lo tanto, cuando usted me pregunta, "¿No necesita tiempo
antes que nada?" Sí lo necesita. Ese tiempo es parte de la
educación por medio de la escuela, por medio del colegio.
En la India antigua, el sistema educativo incluía la ciencia
de la mente como una de sus materias. Cuando aquellos
hermitaños tenían las escuelas, y el estado no tenía nada que ver
con ellas, cuando la educación estaba completamente libre del
control del estado, cuando no había estandarización y
reglamentación, entonces la enseñaban. No estoy diciendo que
debemos regresar a ese sistema. Pero siento que si un nuevo
hombre con ecuanimidad en su razón y paz en su corazón ha de
emerger, tendremos que pensar muy seriamente sobre el sistema
educativo completo.
Cuestionador: Cuando el entrenamiento de la mente está
siendo minimizado lo más posible, sólo lo necesario para
conducir nuestra vida en la sociedad, ¿cuál puede ser el lugar
para educar a los niños? ¿Cuál puede ser la implicación para la
educación de los niños, y qué de la educación por padres cuyas
mentes no han sido transformadas?
Vímala: Ese es el problema con nosotros. Nuestras vidas están
fundamentadas en tradiciones antiguas. Naturalmente que no
podemos ayudar a nuestros hijos a estar libres de esas
tradiciones. Entonces, el desafío de la mutación psicológica es
tanto para los padres como para los maestros y es un reto
calcinante. Si los padres y los profesores encuentran difícil pasar
por el proceso de mutación psicológica, ¿qué pueden ellos
hacer? ¿Cuál va a ser su relación hacia sus hijos y su educación?
¿Nos sentimos contentos cuando nosotros, los educadores, nos
damos cuenta de nuestra propia incapacidad de pasar por una
transformación? Cuando nos damos cuenta que hemos
fracasado, que no somos libres, que nuestras mentes no están
liberadas, ¿no va a producir en nosotros un tremendo
sentimiento de humildad darnos cuenta de eso?
La cualidad de la verdadera humildad es algo no conocido
para nosostros. Conocemos la susodicha humildad llamada
virtud, que es practicada en oposición a un defecto. Lo único
que conocemos es esa humildad que se cultiva en oposición a la
vanidad. Pero como la vanidad es un atributo o una cualidad de
la mente, esa humildad una vez más se vuelve una cualidad o
atributo de la mente. No nos estamos refiriendo a esa humildad.
Estamos diciendo que la comprensión de nuestras propias
limitaciones, comprendiendo que estamos atados, va a
transformar nuestra relación con nuestros hijos. Seremos
suficientemente humildes para decirle a nuestros hijos que no
sabemos. ¿Quién tiene el valor de decirle a su hijo que no sabe
lo que es la máxima Verdad? ¿Qué es la última Realidad? ¿Qué
es la esencia de la Vida? ¿Qué es la esencia de la libertad? Esa
humildad nos ha de prevenir de imponer normas rígidas y duros
estándars en las mentes de nuestros hijos.
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Nosotros criamos a nuestros hijos como Hindús, o como
Indios, o como Cristianos, o como Musulmanes, o como
Daneses, o como Comunistas, o como Socialistas, o como lo que
sea. Esa lealtad a la unidad territorial, lealtad hacia una unidad
ideológica, a una unidad religiosa, eso es lo que tenemos. Si nos
damos cuenta que esto no está sirviendo para efectuar la
transformación, entonces vamos a tener que ayudar a nuestro
hijo a ver que él es un ser humano, perteneciente a la humanidad
entera. Así no crecerá dentro de una lealtad rígida y exclusivista.
No tendrá que pasar por el proceso de romper con estas
lealtades, sino que va a crecer libre, como un ser humano.
Nosotros podemos ayudar a los niños a decondicionar su
conciencia total.
Cuestionador: ¿No será más difícil para nosotros en Europa o
en el Occidente llegar a la mutación de la mente?
Vímala: Yo no sé si la persona que está formulando la pregunta
ha estado en el Oriente actual. Los libros acerca del Oriente
crean una imagen de la mente Oriental y la vida Oriental, pero
esa imagen no tiene relación con las realidades de la vida
existentes en la actualidad. El sistema educativo de los últimos
ciento cincuenta años en India ha desarraigado las mentes de la
gente. No son ni Orientales ni Occidentales. Están copiando las
instituciones políticas, económicas y sociales Occidentales. Pero
sin la conciencia de madurez cívica, sin la conciencia política y
económica, el imitar esas instituciones y organizaciones no les
está ayudando mucho. Han sido desarraigados. Así es que la
juventud en India hoy dia, en las universidades y las
preparatorias, no es radicalmente distinta a la juventud de los
paises Occidentales. Existe una diferencia. En Asia y Africa son
pobres. Sufren hambre. La urgencia por seguridad material es
rampante hoy en día en el Oriente. Así que cuando pensamos
que la investigación por la Verdad es algo que concierne a la
mente Oriental, estamos hablando de cosas que no tienen
relación con las realidades de la vida actual.