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com Revista Dossier nº 34

Valdés

Las humanidades Estamos reunidos hoy en torno espacio de la literatura y el arte,


a una provocación. Adriana su rol político y el papel de lo
y la libre Valdés propone enfrentar la femenino en ese espacio.
circulación del pregunta por las Humanidades, Me faltaría tiempo para co-
conocimiento si acaso son inútiles o inermes. mentar el trabajo intelectual,
La verdad es que no es primera crítico y creativo de Adriana,
Presentación de vez que escuchamos la pregun- sus aportes y publicaciones.
Carolina Gainza ta, pero son pocas veces, quizás Sólo a manera de resumen
demasiado pocas, las que nos destacaré que su relación con
detenemos a pensar una posi- las artes y las humanidades
ble respuesta. La provocación ha sido desde la reflexión, la
en todo caso no es la pregunta investigación, la creación y la
en si, más bien es el título que traducción. Son numerosas las
nos plantea redefinir lo huma- instituciones que se han bene-
no como un posible camino. Es ficiado de su lucidez: la revista
un desafío, nos arroja al lado Taller de Letras, las Naciones
más profundo de la piscina del Unidas, la Cepal (su división
pensamiento. Pero ante esto no de documentos y publicacio-
creo que haya una sensación de nes), el Centro Cultural Palacio
vértigo, pues no hay nadie más de la Moneda y últimamente
calificado que Adriana Valdés la Academia Chilena de la
para guiarnos en este proceso. Lengua, donde además ha sido
Ella es una de las ensayistas y la primera mujer en ser elegida
críticas más destacadas de la vicedirectora de la institución.
escena cultural chilena respon- Como autora nos ha entrega-
sable de una mirada sobre el do obras de gran calado, entre
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ellas Composición de lugar: escri- juntamos a discutir. No los ajenas a la situación en que se
tos sobre cultura, Estudios sobre aburriré con el diagnóstico encuentran nuestras disciplinas.
la Felicidad, escrito junto al pormenorizado, ni con la lista Existe una institucionalidad
artista Alfredo Jaar y Memorias de penurias gremiales, pero si que nos impone una forma de
visuales - Arte contemporáneo en revelaré que no se trata de un construir y difundir saberes.
Chile, el cual reúne sus ensayos asunto que solo se manifiesta El filósofo e investigador José
sobre arte. El año 2008 publica en la academia. Muchos de los Santos señaló en 2012 que
Enrique Lihn: vistas parciales, problemas detectados respon- las instituciones han llevado a
por el cual recibió el Premio den al lugar marginal al que cabo una sistemática campaña
Altazor de ensayo literario en han sido relegadas las artes y que ha posicionado al paper
el año 2010. En el 2012 pú- las humanidades en la ense- como la forma deseable y acep-
blica otro libro de ensayo, De ñanza, en la investigación y en table de escritura académica.
ángeles y ninfas. Conjeturas sobre la sociedad en general. Además de eso, la producción
la imagen en Warburg y Benja- Creemos que muchos de los de artículos académicos se ha
min. Además, incursionó en problemas apuntan al descono- transformado en un indicador
la poesía, publicando Señoras cimiento y falta de presencia de eficiente de la productividad
del buen morir en el 2011. Y las humanidades en la concep- intelectual de las instituciones
por si aún nos quedaran dudas ción de una política desarrollo y los profesionales. Mientras
de su aporte intelectual, en el de los países. Se nos pregunta a más papers tenga publicados
año 2003 recibe el Premio de menudo ¿cuál es la utilidad de un académico/académica o
Traducción otorgado por la las humanidades? , establecien- institución universitaria — de
Universidad Católica de Chile. do de antemano a la utilidad preferencia indexadas en WoS
Seguramente se me han que- inmediata y medible como un y/o Scopus — mayor prestigio
dado varias cosas en el tintero. criterio de validez único, im- se obtiene y, en el caso de las
Sin embargo, en este rápido poniendo un lenguaje que exige universidades, esto aumenta
paseo por la trayectoria de para todo una métrica univer- su posición en los rankings.
Adriana, he querido enunciar sal, algo que sea cuantificable, En el caso de los académicos,
las evidencias de su versatilidad de lo contrario no se considera mientras más papers publiquen,
intelectual, de su aporte a la un aporte ni un beneficio. mayores son las posibilidades
crítica cultural y la escritura A partir de esto, y antes de de obtener becas, financia-
ensayística en Chile. que Adriana comparta con no- miento para investigaciones y
En el actual contexto, pre- sotros su reflexión, me gustaría ascenso en la escala académica.
guntarse por el rol de las plantear una inquietud respecto Así gran parte de la práctica
humanidades y la definición al rol que las humanidades intelectual en las universidades
de lo humano es un llamado cumplen en la producción y se vierte en estas publicaciones
de atención hacia la necesidad circulación del conocimiento, que son de acceso por suscrip-
de desempolvar las armas de especialmente porque la re- ción para los lectores y por
la crítica, quizás desarrollar volución digital ha afectado arbitraje para los autores. A fin
otras nuevas, y elaborar pro- profundamente el modo de de cuentas se trata de un capi-
puestas que permitan sacar a producción. tal de conocimientos amarrado
las humanidades del estado de Las humanidades son las a una institucionalidad que
estupefacción y marginalidad áreas que se han visto más restringe la amplia difusión de
en que se encuentran. Movi- afectadas con el modelo uni- los saberes.
lizados precisamente por esta versitario actual, el cual se ve Mi impresión es que la
inquietud es que en marzo de influenciado crecientemente drástica transformación en la
este año varios académicos por la racionalidad económica circulación del conocimiento
universitarios, investigadores y política. Acorde con este introducida por los avances
de diversas disciplinas que diagnóstico, las formas en que tecnológicos y la masificación
se agrupan en el área de las transmitimos el conocimien- de las redes digitales no ha sido
Artes y las Humanidades, nos to desde la academia no son aprovechada por la institución
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universitaria para transformar- nada inherentemente emanci-


se a sí misma. En un artículo patorio o radical. Es una nueva
titulado “Pirate Radical Philo- forma de regular la circulación
sophy”, escrito por Gary Hall de saberes en la era digital,
(2012) y publicado en la web pero no representa un cues-
del Journal Radical Philosophy, tionamiento de las formas de
el autor se refiere precisamente producción del conocimiento
a la posibilidad de un cambio asociadas a la autoría moderna.
en las prácticas y las relaciones Sin embargo, debemos recono-
sociales presentes en la labor cer las semillas de transgresión
académica. Su argumento con- que el modelo representa y
siste en que los académicos se enfocarnos en prácticas de
han enfocado mayoritariamen- apertura hacia otros modelos
te en sólo decir “no” a la idea de distribución basados en el
de universidad que opera como compartir y no en la limitación
un negocio, y demandan un del acceso al conocimiento.
retorno al tipo de universidad
financiada públicamente, la
cual tiene como misión educar
a la gente y no sólo producir
profesionales funcionales al
sistema.
¿Qué tenemos que decir
desde las humanidades, y des-
de Latinoamérica, teniendo
en consideración qué son las
áreas más afectadas por el mo-
delo económico neoliberal y,
en consecuencia, producimos
conocimientos en condiciones
precarias? El modelo de acceso
abierto, como creative com-
mons, propone una alternativa
que merece ser discutida. Este
permite publicar, difundir y
compartir conocimientos sin
ceder los derechos intelectuales
a las editoriales académicas.
Por otro lado, permite que más
personas puedan acceder al co-
nocimiento, ya que para que un
artículo sea de acceso abierto se
deben respetar ciertas garantías
mínimas, como la reproducción
y difusión. Sin embargo, tam-
bién se podría decir que si bien
esta forma de distribución del
conocimiento representa una
diferencia con el modelo tradi-
cional, no tiene necesariamente
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Conferencia

Redefinir lo de Nuccio Ordine, un «manifiesto» que ha re-


corrido el mundo desde su publicación hace dos
años, como si lo hubiéramos estado esperando.
humano: Estas referencias responden a que los principa-
les modelos del quehacer humanístico siguen
Las humanidades proviniendo, en nuestro continente, de esas dos
zonas cultural-geográficas, querámoslo o no.

en el siglo Se lee en estos libros que la educación en un


mundo orientado a la generación de «utilida-
des» va generando una lógica de exclusión de los
veintiuno saberes «inútiles». Necesariamente despreciará
la literatura y las artes, pues no parecen gene-
Adriana Valdés rar ganancias ni nacionales ni personales. En
palabras de Nuccio Ordine, semejante lógica
mata progresivamente «la memoria del pasado,
las disciplinas humanísticas, las lenguas clásicas,
la enseñanza, la libre investigación, la fantasía,
el arte, el pensamiento crítico y el horizonte
civil…»3 No solo eso. En ese contexto, ade-
más, las artes y la literatura serán percibidos
como peligrosos, por cuanto cultivan la capaci-
dad de imaginar y de empatizar con otros seres
1. Las humanidades, ¿hoy inútiles e humanos, y con ello hacen más difícil llevar
inermes? adelante programas económicos que no tomen
Hoy día, hay un diagnóstico ampliamente com- en cuenta la desigualdad. «Es más fácil –dice
partido acerca de la suerte de las humanidades en Nussbaum– tratar a las personas como objetos
el mundo no solo de las universidades, sino de la manipulables si nunca se ha aprendido otra ma-
vida pública y de la sociedad en general. Se hace nera de mirarlas».4
evidente un choque entre la idea tradicional de Al referirse a la realidad británica, Nussbaum
las humanidades y dos adversarios formidables: menciona algo que no es ajeno a la investigación
por una parte, el afán de lucro, de «rentabilidad», en nuestros países: en general, los estudiosos
y por otra, el esquema de evaluación del mérito de las artes y las humanidades están sujetos al
que proviene del modelo de las llamadas ciencias modelo de investigación que rige las ciencias
«duras». Desde ambas perspectivas se cuestiona llamadas «duras», con proyectos que procu-
la «utilidad» de las humanidades. ran obtener fondos de entidades generalmente
Esto se expresa en formas muy concretas y que públicas. Por consiguiente, los indicadores que
afectan directamente: desde la permanencia de evalúan su calidad se relacionan básicamen-
cátedras, departamentos, licenciaturas y otros en te con lo que se llama «impacto» y se mide de
la estructura de las universidades hasta el otor- manera prácticamente inmediata y cuantitativa.
gamiento de fondos públicos y privados para la Cabe recordar «la ridiculez que significa evaluar
investigación y el desarrollo. Y, sobre todo, en la calidad de un trabajo erudito en términos de
la proliferación de una literatura secundaria que “indicadores de impacto” o de “usuarios exter-
se escribe solo para cumplir con requerimientos nos”»5 tratándose de trabajos relacionados con
académico-profesionales y se lee por obligación humanidades y artes. Una idea equivocada del
en un ámbito de especialistas. Cualquiera de no- «rendimiento» y de los «resultados» de la inves-
sotros podría comenzar a contar innumerables tigación, además, lleva a las humanidades a «la
casos y ejemplos, en todos los países y en todos tiranía de los papers» y al exceso de una literatura
los continentes. secundaria, olvidando que en las humanidades y
Tomo como referencias dos libros importan- las artes la creación es ciertamente lo primero y
tes, el primero del ámbito estadounidense1 y el principal, y la investigación lo segundo.
más reciente del ámbito europeo2. Uno es de No se trata con esto de oponer las humanidades a
Martha Nussbaum, escrito en 2010, y el otro las ciencias de la naturaleza, lo que es una polémica
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inútil y en gran medida superada: se trata de oponer las humanidades, y su estudio en todos los ni-
las humanidades a un modelo burocrático fundado veles educacionales, sobre todo el superior, eran
en una noción muy estrecha y limitada de la ciencia. reconocidos como indispensables.
(De hecho, la capacidad de imaginar, la libre inves- El instrumento de formación, la enseñanza
tigación y el pensamiento crítico son, como es obvio, tradicional de las humanidades, radicaba funda-
comunes a las ciencias y a las artes.) mentalmente en los libros, que en el momento
Sin llegar a hablar de un «suicidio del alma», de la creación de la imprenta y del inicio de
como sí lo hace Nussbaum, cabe destacar la tesis la difusión de las obras impresas pudieron ex-
central de su libro: el vínculo que une las hu- tender la fascinación por el conocimiento y las
manidades y la democracia. Es difícil pensar en humanidades a una siempre creciente cantidad
democracia sin ciudadanos «capaces de pensar de personas. Algo de la fascinación de esa nueva
por sí mismos, criticar la tradición y comprender tecnología, la de los libros, y del acceso a ellos, se
el sentido de los sufrimientos y logros de otras refleja en esta cita bellísima, del año mismo de
personas». Es el futuro de las democracias mun- la muerte de Gutenberg, creador de la imprenta:
diales lo que está en juego, pues «si la tendencia Los libros contienen las palabras de los sabios,
se mantiene (…) se comenzarán a producir ge- los ejemplos de los antiguos, las costumbres, las
neraciones de máquinas utilitarias, en vez de leyes y la religión. Viven, discurren, hablan con
ciudadanos integrales».6 nosotros, nos enseñan, aleccionan y consuelan,
hacen que nos sean presentes, poniéndolas ante
2. ¿Por qué interesarse por las los ojos, cosas remotísimas de nuestra memo-
humanidades? ria. Tan grande es su dignidad, su majestad y en
Para la juventud de mi generación, apasionar- definitiva su santidad, que si no existieran los
se por las humanidades era intentar conocer la libros seríamos todos rudos e ignorantes, sin nin-
realidad: las «teorías filosóficas y psicológicas, gún recuerdo del pasado, sin ningún ejemplo. No
las doctrinas históricas y toda suerte de espe- tendríamos ningún conocimiento de las cosas
culaciones y descubrimientos» han cambiado, y humanas y divinas; la misma urna que acoge los
siguen cambiando, la vida de millones de per- cuerpos cancelaría también la memoria de los
sonas. No puede decirse que no han afectado la hombres.7
realidad.
Por otra parte, las obras literarias y artísticas 3. ¿Qué es lo «humano» en las humanida-
encapsulan las experiencias de personas que han des tradicionales?
vivido antes, y permiten a los jóvenes y a quienes Según un célebre artículo de Erwin Panofsky,
no han accedido a vivencias como esas ampliar escrito en 1940 –un momento en que las huma-
el campo de su reflexión y de su acción posi- nidades recién comenzaban a ser cuestionadas–,
ble. Las humanidades ofrecían amplios espacios podríamos considerar como «humano» aquello
a la imaginación creadora, modelos aparente- opuesto a lo animal: es decir, sería «humano»
mente inagotables, oficios y virtuosismos que todo aquello que nos sustrae a las imposiciones
se pueden recuperar y cultivar. Las llamadas por del ciclo vital, nacimiento, reproducción, muer-
Dilthey «ciencias del espíritu» ofrecían, para la te y olvido. Las humanidades, en este sentido,
reflexión personal y colectiva, horizontes más tendrían que ver con aquello que nos permite
amplios y más exigentes, un modo de refinar al exceder ese ciclo: la conciencia, el lenguaje, la
ser humano y de desarrollar sus potencialidades memoria, que pueden transmitir la experiencia
al máximo. individual y colectiva a las nuevas generaciones,
Ofrecían la posibilidad de pervivir en las le- y permiten así la civilización. Desde este punto
tras: estas permanecen más allá de las palabras, y de vista, humanidades y civilización van de la
pueden ofrecer una cierta ilusión de inmortali- mano. No sería «humano» quien carece de saber,
dad a las criaturas fugaces que somos. y quien carece de las habilidades de urbanidad
El hombre creador, libre, pensante, no fue que permiten convivir civilizadamente.8
concebible, desde hace siglos, sin el estudio de Desde el centro de cualquier cultura, se perciben
las humanidades. La ciudadanía plena implica como «bárbaros», o cualquier nombre equivalen-
participar en la «gran conversación» que le ofre- te, aquellos que no comparten los saberes y no
ce la cultura. Para habilitarlo a participar en ella, se responsabilizan de los usos «civilizados». Los
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saberes y los usos civilizados se comparten y se de Erasmo de Rotterdam) abarcaba también


aprenden a través de las humanidades: las perso- las ciencias naturales. Se hizo luego necesario,
nas «cultas», es decir, cultivadas, pueden exceder sin embargo, distinguir entre la esfera de la na-
la pura naturaleza, el reino de la necesidad, y turaleza y la esfera de la cultura, «y definir así la
dan frutos que permanecen y pueden compar- primera con relación a la última, o sea, conside-
tirse en lo que alguna vez se llamó una «gran rar la naturaleza como todo el mundo accesible a
conversación» basada, sobre todo, en lecturas y los sentidos» (Panofsky),9 dejando a las humani-
enseñanzas compartidas sobre filosofía, literatu- dades el campo de los testimonios o huellas que
ra, ciencias y artes, en la que cada generación, legan los seres humanos, los signos y las estruc-
aprendizaje mediante, es invitada a participar turas, las obras creadas por las personas.
y a la vez a modificar mediante nuevas contri- (Desde entonces, la especialización no ha
buciones. En épocas más pretenciosas, como el hecho sino dividir los campos hasta dejarlos
siglo xix, se llegó a hablar de «la república de transformados en pedazos de un mosaico que
las letras». no logra formar una figura reconocible.)
Tal vez sí podríamos mencionar, al pasar, que
«lo humano» así entendido, junto con provo- 4. Gutenberg, la imprenta y la definición
carnos reconocimiento y entusiasmo, se basa de lo humano
–como la democracia ateniense– en la exclusión El lenguaje estuvo siempre en la base de la trans-
de muchos y el acceso preferente a la cultura de misión de conocimientos y experiencias de una
personas libres (es decir, no esclavas), de sexo generación humana a otra, en la transmisión de
masculino (es decir, no mujeres) y, en el caso de habilidades y de técnicas de convivencia y civi-
la cultura europea, de raza blanca. Las humani- lización. A lo largo de la historia de la especie,
dades occidentales, entendidas desde esa noción sin embargo, el lenguaje no siempre llegó de una
de lo humano, no pueden sino tener una im- generación a otra de la misma manera.
pronta que ellas mismas, en los últimos treinta En tiempos más antiguos de la civilización oc-
años, se han preocupado de destacar y en mu- cidental, el lenguaje ritual, oral, y la transmisión
chos casos combatir. de conocimientos por vía oral, auditiva, y con re-
¡Sin embargo, y siguiendo la misma fuente, «lo curso visual no a las letras del alfabeto fonético
humano» puede definirse también como aquello sino a las imágenes, eran la forma tanto de «ca-
opuesto a lo divino, concebido como lo inmuta- tequizar» como de instruir. Esto suponía que el
ble, lo todopoderoso y eterno. Las humanidades, dominio del lenguaje y de sus códigos de escritu-
en este segundo sentido inseparable del primero, ra no estaba extendido de manera pareja en una
se vinculan a lo falible y a lo perecedero, a una sociedad, y que existía una casta de «letrados»
especie de debilidad constitutiva que hace de la cuyo saber especializado creaba «autoridad» y se
historia una de las «humanidades» indispensa- ponía por sobre el nivel de reflexión atribuido a
bles. Solo la historia –las historias, diría algún la gente común, en gran medida escasamente al-
contemporáneo– da la clave del valor relativo de fabetizada. La posición católica sobre la lectura
las formulaciones de las humanidades, al pen- de la Biblia, por ejemplo, reflejaba por entonces
sarlas en contexto y relación con sus épocas y esta estructura.
con sus lugares, es decir, con su tiempo y con su La invención de la imprenta trastocó en Oc-
espacio, que pueden ser extremadamente que- cidente no solo la autoridad de los letrados, sino
brados y discontinuos, o al menos así se perciben también la organización mental del pensamien-
desde que la llamada «cultura occidental» dejó to. Leer se transformó. Antes, una experiencia
de considerarse el centro del mundo. colectiva, compartida y guiada por otros y acom-
Hablamos del «hombre del Renacimiento» pañada de imágenes que a veces decían mucho
para referirnos, en la cultura occidental, a un más que las palabras y se fijaban mejor en la
momento histórico en que las llamadas ciencias mente. Con la imprenta, surge paulatinamente
de la naturaleza y las ciencias del hombre no una experiencia individual y libre, que se remite
conocían la tajante división que luego las llevó a un tiempo personal, no compartido con na-
incluso al antagonismo. Para ese ser humano, die, de lectura solitaria y silenciosa. No solo nos
ningún ámbito del conocimiento le era nece- encontramos ante una lectura personal de la Bi-
sariamente ajeno. Studia humaniora (expresión blia, como recomendaban la Reforma y Martín
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Lutero, sino ante una revolución en los hábitos solo ni principalmente en los libros, como en los
mentales y en la forma del pensamiento: hay un quinientos años anteriores. Se encuentran aho-
punto de vista, el del lector, que es individual; ra, sobre todo, en las imágenes y en los medios
hay una perspectiva, un punto de fuga, que está de comunicación, que trascienden acelerada-
relacionado con el ojo del lector del libro y del mente las fronteras y las lenguas nacionales.
espectador de la imagen. No es por azar que la Sin comprender esto nos estaríamos perdiendo
perspectiva en la pintura surge en esos tiempos. precisamente ese cambio fundamental que, por
Importante también es observar que la lec- ser tan acelerado en esta generación, no es so-
tura extiende el hábito visual de mover los ojos lamente cuantitativo sino sobre todo cualitativo.
de izquierda a derecha, en la cultura occidental Esto implica tratar de entender –desde nues-
predominante, y de pensar como se lee, es decir, tra formación libresca, que nos pone a la vez en
secuencialmente. Con la lectura de obras impre- ventaja y en desventaja– los modos nuevos de
sas surge también la importancia del autor y su conocer y aprender que, sin pedirnos nunca per-
propiedad sobre lo escrito; la referencia cruzada miso, se han instalado en nuestras sociedades y
de un escrito a otro, y también el hábito de pen- en nuestras formas de pensamiento. En el lapso
samiento que exige y pide una obra terminada, de una sola generación, la mía, se han producido
coherente consigo misma, cuya secuencia lleva a cambios de hábitos físicos y mentales que antes
un término que resuelve los temas que plantea al eran intergeneracionales, graduales y práctica-
comienzo y les da un cierre («closure»10). Todo mente imperceptibles.
esto influye en el concepto de lo que es «huma- Existe incompatibilidad creciente entre, por
no» según las humanidades tradicionales. una parte, las formas tradicionales de transmi-
Debemos subrayar una vez más que la «gran sión de conocimientos en las humanidades y, por
conversación» de las antiguas humanidades otra, las tecnologías que hoy generan este salto
se basó, a partir de Gutenberg, en la lectura cualitativo en el saber humano y en la capacidad
de libros. La imprenta trajo consigo una gran tanto de intelección como de acción de nues-
extensión de las posibilidades de saber y una tre- tra especie. (Estamos llamando «tecnologías» a
menda ampliación de las personas que podían todas las extensiones de las posibilidades huma-
acceder a ellas; prácticamente, en 1439, año de la nas, partiendo, por cierto, por el lenguaje.)
creación de la imprenta, se produjo una mutación Los niños y jóvenes se informan más en los
en las humanidades. medios de comunicación que en las escuelas; y
«El automóvil es una silla de ruedas». Este se informan de una manera muchísimo menos
artefacto de Nicanor Parra, si lo aplicamos a la reflexiva, por cuanto son objeto de un aluvión
imprenta, puede señalarnos que el dominio de permanente de imágenes, muchas de ellas de
una tecnología es también el abandono de otras contenido publicitario, que ejercen una poderosa
posibilidades: que la forma de pensamiento influencia afectiva, crean modificación de hábi-
favorecida por el hábito de la lectura de libros tos de vida y de percepción sensorial, y tienen
impresos puede inhibir el desarrollo de otras po- su propia lógica de desarrollo técnico, muchas
tencialidades de la mente humana que también veces totalmente al margen de la reflexión de las
se relacionan con el conocimiento. humanidades actuales. Si siguiéramos enseñan-
Tal vez en nuestra época se esté produciendo do las humanidades igual que antes, sin tomar
una nueva mutación de las humanidades, basada esto en cuenta, nuestros niños hoy podrían cre-
en la actualización de otras potencialidades de la cer, en aspectos fundamentales, siendo «rudos e
mente humana, diferentes a las que dieron ori- ignorantes, sin recuerdo del pasado, sin ningún
gen a la definición de lo humano sintetizada por ejemplo», y con una memoria tan caótica como
Panofsky. A esta arriesgada afirmación se dedica un disco duro cualquiera. O peor, a merced de
lo que sigue. un internet que, para alguien mal informado y
sin orientaciones, funcionaría como «el basurero
5. Redefinir lo humano, en «humanidades» de la humanidad».11
para estos tiempos La preeminencia de la palabra escrita, del
«La memoria, las palabras de los sabios, los argumento razonado, de la obra que llega a de-
ejemplos de los antiguos, las costumbres, las terminadas conclusiones, no está en primera
leyes y la religión» no se encuentran ahora ni línea hoy si se piensa en cómo se transmiten,
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en nuestras sociedades, las ideas y los conoci- Tal como hubo una fascinación por el poder
mientos; salvo, probablemente, en el caso de de los libros en las humanidades, hubo en el
currículos escolares, las más de las veces patéti- siglo xx atisbos de la fascinación por las imá-
camente inadecuados en nuestros países.12 genes que hoy domina nuestro mundo y cambia
El advenimiento de medios nuevos (para po- nuestros hábitos mentales. Hablaba Aby War-
nerlo fácil, pensemos en la radio, el teléfono, la burg de la imagen en términos de «un fulmíneo
fotografía, el cine, a comienzos del siglo pasado) retorno a una manera más primitiva de captar,
solía leerse desde los parámetros de conoci- de capturar».16 Y Walter Benjamin pensó en la
miento que correspondían a prácticas culturales imagen como un relámpago: su luz enceguece-
anteriores en el tiempo, como en el caso de la dora precede al ruido tardío del trueno, tal como
pintura para la fotografía. Me temo que ese es la revelación instantánea generada por la imagen
un peligro claro y presente: el de reducir lo des- es seguida solo posteriormente, a otra velocidad,
conocido a lo conocido, el de llegar –como decía por una explicación verbal, un texto.17 Quisiera
Marshall McLuhan– a las tecnologías del siglo presentar el pensamiento de las imágenes como parte
xxi con las ideas y las herramientas del xix. de un desquiciamiento de los hábitos propios de una
mentalidad fundada en la lectura lineal de palabras
6. Los precursores de la mutación en las impresas, y como uno de los elementos fundamen-
humanidades y la imposibilidad de su tales de las nuevas habilidades de las que han de
tiempo para asimilarlos (Aby Warburg y hacerse cargo las humanidades en el siglo xxi. Por-
Walter Benjamin) que el desplazamiento de unos hábitos y capacidades
Las primeras reflexiones profundas e innova- significa también la creación de otros hábitos y otras
doras sobre los cambios que los nuevos medios capacidades.
tecnológicos producían en la percepción humana La extensión del pensamiento basado en imá-
y en el acercamiento a las disciplinas humanís- genes deja de manifiesto la lentitud del discurso
ticas fueron acogidas inicialmente en el siglo xx lineal, su derrota expresada en la famosa frase
con una notable incomprensión, y consideradas triunfalista de la revista Life de los años cua-
ajenas a las disciplinas propiamente humanísti- renta y cincuenta: An image is worth a thousand
cas. Pienso en los dos autores que más conozco: words, una imagen vale por mil palabras, en un
Aby Warburg y Walter Benjamin, cuya obra dio momento apoteósico de la fotografía.18 La ins-
señales de la mutación que viene produciéndose tantaneidad de la impresión producida por las
en la relación entre las humanidades y la socie- imágenes se absorbe sin un proceso discursivo
dad en el siglo xxi.13 Sus escritos cayeron en un igualmente rápido, y apunta a una capacidad de
discreto olvido después de su muerte para surgir conocimiento humano «más primitiva», si se
con gran fuerza precisamente años después, en quiere, o en todo caso distinta.
nuestros tiempos, y ser considerados increíble- Esto es un tema decisivo para las nuevas
mente anticipatorios.14 Opto aquí por recurrir a humanidades. No en vano se ha dicho que los
estas voces más bien proféticas en vez de a can- nuevos analfabetos serán aquellos que no pue-
tidades de literatura secundaria sobre el tema, dan leer las imágenes y que no puedan pensarlas
que hoy se multiplica hasta la ininteligibilidad y tanto creativa como críticamente.19 Una adver-
se vuelve instantáneamente obsoleta al cambiar tencia que resuena hoy particularmente, en un
la tecnología de las comunicaciones. (Un hecho momento en que el exceso y la sobreabundancia
contemporáneo: el avance de la reflexión es su- de imágenes ofrecidas por la prensa, la televi-
perado una y otra vez por el ritmo vertiginoso sión e internet embotan nuestras capacidades
del avance de la tecnología.)15 hasta reducirlas, a veces, a una simple ilusión, y
Me habré de concentrar en un decantado de cuando existe el peligro cierto de convertirse en
las iluminaciones que en su momento resultaron consumidores de imágenes previamente selec-
más inasimilables, pues iban en contra del saber cionadas por otros.20 Cabe agregar aquí que el
humanístico tal cual se entendía durante el lapso valor testimonial que alguna vez se atribuyó a la
de sus vidas. fotografía o a la filmación ha caducado, debido a
dos tipos de manipulación: una, la que proviene
7. Conocimiento discursivo y conocimien- de nuevas posibilidades tecnológicas (el ejemplo
to fulminante obvio, photoshop) y otra del manejo interesado
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de las imágenes por parte de los medios de tienen que ver con una capacidad de mirar que
comunicación. A pesar de las manipulaciones, no es lineal, cronológica ni causal ni necesaria-
permanece como parte esencial de nuestra ex- mente continua; con una capacidad que percibe
periencia contemporánea un pensamiento de los más pequeños elementos y ve en ellos y entre
las imágenes y con las imágenes, que contradice ellos ciertas «vigilancias, ecos y afinidades» que
muchos hábitos académicos y disciplinarios y se muestran, más que decirse, a través del monta-
exige una forma de comprensión más cercana a je, la yuxtaposición de fragmentos. La proximidad
la de las artes y de la poesía. También en esto el de imágenes de diversas épocas y origen pone
trabajo de Warburg y el de Benjamin resultaron de relieve algo que reaparece y se resignifica en
ser proféticos respecto del siglo xxi. contextos diversos.
Estos métodos y estas prácticas tienen varios
8. El mosaico del conocimiento rasgos sorprendentemente vigentes para la épo-
Tanto Warburg como Benjamin fueron grandes ca actual. En primer lugar, suspenden la distinción
coleccionistas, y generaron cada uno fascinan- entre lo culto y lo popular: las imágenes que War-
tes archivos. Lo que trabaja Aby Warburg en burg y Benjamin reúnen incorporan también,
su archivo es la huella de la supervivencia de por ejemplo, imágenes publicitarias o de otros
la Antigüedad pagana, de su irrupción con- orígenes (hoy incorporarían videojuegos y man-
temporánea en múltiples contextos posteriores, gas). En segundo lugar, piden una lectura que
comenzando por el Renacimiento y hasta el mo- contraría el hábito de ir de izquierda a derecha, y
mento mismo de su escritura. Walter Benjamin, pide en cambio una constante reconsideración, un
por su parte, busca entre miles de pormenores, repaso que implica mirar las imágenes en sus más
mil detalles visuales, arquitectónicos, de deco- mínimos detalles, por cuanto las conexiones estable-
ración, de moda, mil citas sobre la ciudad, la cidas entre ellas no siempre son las más evidentes.
estructura subyacente en París, a la que denomi- Y, en tercer lugar, al estar sujetas las imágenes a
nó la capital del siglo xix. Capital, igualmente, un cambio de sus lugares relativos podían siem-
del capitalismo incipiente que se manifiesta en pre ir adquiriendo nuevos significados según su
las zonas más íntimas de la vida y del trabajo, en contigüidad o distancia con otras imágenes in-
la generalizada mercantilización no solo de los cluidas, por lo que el sentido final de la reflexión
objetos, sino de las experiencias humanas. podía quedar constantemente en suspenso: la visión
Cada uno de ellos se propone un trabajo ajeno de las imágenes no lleva a una versión definiti-
al del otro, diferente en su objeto y en sus im- va relacionada con un significado en particular,
plicaciones. Ambos comparten, sin embargo, la sino a la apertura permanente de nuevas posibi-
atención obsesiva y maravillada por los más mí- lidades de relato.
nimos detalles, por las infinitas particularidades Junto con escandalizar a los tradicionalistas
recogidas en el archivo. Hay más de lo eterno de entonces, estas prácticas remiten sorpren-
en el vuelo de un vestido, dirá Benjamin, que en dentemente a otras que en esa época no se podían
cualquier idea. Y el «buen dios» de Warburg se ni siquiera imaginar. (Una observación aguda las
encuentra, dice él, en los detalles. A ambos se les ubica entre el Talmud y el internet.) Los paneles
puede aplicar una frase de Goethe que Benjamin oscuros de Warburg, cubiertos de imágenes fija-
atesoraba: «Existe un empirismo delicado que se das mediante alfileres (para poder cambiarlas de
relaciona tan íntimamente con el objeto que se ubicación y así crear permanentemente nuevos
transforma en verdadera teoría».21 Se trata en relatos), son una prefiguración de lo que hoy cada
ambos de una forma de pensamiento que tiende uno de nosotros puede hacer en su computador
a disolver la oposición entre conocimiento abstracto personal. Los caminos que abren los fragmentos
y concreto,22 entre lo empírico y lo teórico, me- de texto en los archivos de Benjamin prefigu-
diante el trabajo con determinadas imágenes.23 ran en cierto modo los «hipervínculos» que se
Los métodos de ambos no son un dato erudito nos han hecho fáciles y habituales desde que la
solamente. Los he traído a colación (muy par- computación ha modificado nuestros hábitos y
cialmente) en relación con las humanidades del nuestras habilidades.
siglo xxi: para proponer que las habilidades que El conocimiento, en una era de mutación
necesitamos, en relación con una cultura invadida tecnológica, puede buscar metáforas nuevas.
como nunca por la rápida sucesión de las imágenes, Las tecnologías modifican constantemente sus
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maneras de extender las capacidades humanas… el impacto social que produce el medio que lo
o de inhibirlas. Si la imprenta inhibió esta otra transmite.25 Pensemos en un ejemplo contem-
forma «más primitiva» de conocer e instaló un poráneo y relacionado con las humanidades. Las
prolongado reino de un pensamiento lineal y «humanidades digitales», the digital humanities,
abstracto, las tecnologías de hoy ponen en juego son hoy un tema que hace furor en el hemisfe-
otras capacidades humanas de asociación y de rio norte y en la internet (los invito a examinar
inteligencia. La metáfora del mosaico (McLu- en los buscadores el debate al respecto). Lo que
han), de los fragmentos y de las yuxtaposiciones llamaríamos «el contenido» de las humanidades
que el arte y la literatura proponían desde co- no puede quedar incólume a su consideración
mienzos del siglo xx, comienza a ser útil en la desde un punto de vista agregado y cuantitativo
práctica diaria de quienes vivimos y trabajamos (big data), ni a su trabajo por la vía de programas
hoy en un ambiente determinado por tecnolo- computacionales. Surge así un tema enorme, que
gías nuevas. El genio de Apple consistió en hacer está hoy en plena discusión y que no podríamos
de la computadora no un «ordenador», como sino mencionar por el momento. Lo dejo para
dice nuestro diccionario, sino más bien un cam- la conversación posterior, pues Carolina Gainza
po de juego, donde los espacios y las imágenes puede decirnos sin duda más de esto que yo.
pueden entrar en relaciones renovadas. Había
que aprender de manera más intuitiva que «ló- 9. El mosaico global: la multipolaridad del
gica», y eso ha creado las brechas generacionales pensamiento y las nuevas subjetividades
en el uso de la tecnología. Los niños la apren- Con esto cierro un círculo pero se abre inmedia-
den más rápido porque están menos limitados o tamente otro, que nos faltaba para diferenciar las
condicionados por su educación anterior, y tie- humanidades tradicionales de las humanidades
nen mentes más «plásticas». en el siglo xxi. Me refiero al ámbito de la glo-
La contrapartida de esto puede ser la inhibi- balización y específicamente el de la migración.
ción de algunas capacidades de razonamiento Las tecnologías de las que estamos hablando
lineal que antes se daban por comunes para todas se vinculan fundamental e inextricablemente
las personas educadas. Es decir, todo aquello que con la migración, tanto de ideas como de per-
es un «medio» para «extender» nuestras capaci- sonas. «Los medios electrónicos traen consigo
dades tiene doble y triple filo. Repito a Nicanor cambios decisivos en el campo de los medios
Parra una vez más: «El automóvil es una silla de comunicación masiva y otros medios».26 Los
de ruedas». Lo que nos extiende también nos li- seres humanos, a los que las humanidades se re-
mita, y también nos modifica desde los hábitos fieren por definición, han visto modificarse sus
físicos evidentes hasta lo más sutil de nuestro subjetividades y sus formas de conducta, y la ca-
funcionamiento mental inconsciente. Sin ir más ducidad de las metáforas explicativas del siglo
lejos, pensemos en cómo nuestro uso extendido xx –como las de centro y periferia– han dejado
del PowerPoint ha modificado no solo la forma de manifiesto lo anticipatorio del verso aquel
de las conferencias, sino, más todavía, el cómo de William Butler Yeats: The centre cannot hold,
las vamos pensando. Un artista me dijo una vez: es decir, el centro ya no se sostiene. La noción
usa cualquier programa y no el PowerPoint. Y de centro, tal como se entendía antes, tampoco.
lo decía no porque el programa no sea útil ni Las «esferas públicas» son múltiples en el mun-
bueno; lo decía como medida de higiene mental, do y dentro de cada sociedad. Los imaginarios
para evitar la automatización inconsciente de también, y generan, por la vía de los medios de
mis propios hábitos de pensamiento, para evitar comunicación, grandes desplazamientos.
que el PowerPoint pensara por mí o fuera dán- La pulsión globalizante tiene dos caras con-
dole forma al desarrollo de mis ideas. trapuestas: por un lado, tiende a reducir las
The medium is the message se titula un capítulo diferencias, a «aplanar», a estandarizar, a aplicar
del libro Understanding Media (1964), de Mar- una lógica de lo mismo. Por otra, tiende a gene-
shall McLuhan, otro precursor que hoy vuelve rar vertiginosamente, mediante «una traducción
a publicarse y discutirse.24 El «contenido», así, cultural ultrarrápida», una serie de diferencias
entre comillas, no puede considerarse como una y resistencias creativas, muchas veces ladinas e
especie de «bala de información» que va de un irónicas.
lugar a otro por un espacio vacío: lleva consigo
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En un mundo que ya es universalmente per- alguna cosa, donde uno se hace mejor…»30 Creo
cibido como policéntrico y multicultural, se que esto expresa el deseo profundo y permanente
desdibujan los límites de las disciplinas humanísti- de cuantos amamos las humanidades. Pero vamos
cas tradicionales, se cuestionan permanentemente precisando… y traduciendo.
sus supuestos, caducan muy rápidamente muchos
saberes. El proceso de transmisión de los valores 1 Nussbaum, M., Not for profit: Why Democracy Needs the Humanities,
The Public Square Book Series, Princeton and Oxford, Princeton
de las humanidades se transforma entonces, se- University Press, 2012. Primera versión en 2010.
gún las palabras de un futurólogo: el aprendizaje 2 Ordine, N., La utilidad de lo inútil, Manifiesto, Barcelona, 2013,
del futuro será aprender a desaprender27 para volver Acantilado. Primera versión en italiano ese mismo año.
constantemente a aprender, pues aquellos que 3 Ordine, N., op. cit.
llamábamos «contenidos» de las ciencias y de las 4 Nussbaum, M., op. cit., p. 23.
humanidades cambian a una velocidad insólita 5 Palabras de Collini citadas por Nussbaum, p. 129.
en la historia de la humanidad. Los seres hu- 6 Ibid., p. 2.
manos aprenderán a la manera medieval: como 7 Carta del cardenal Bessarión al dux Cristóforo Moro, al hacer
donación de su biblioteca en 1468, el mismo año de la muerte de Gu-
aprendices de un oficio desplegado por otros más tenberg. (Citado en Ordine, N., op. cit., pp. 101-102).
que de los «contenidos» que esos otros puedan 8 Panofsky, E., «La historia del arte en cuanto disciplina humanística»,
entregarles. en El significado en las artes visuales, Madrid, Alianza Editorial S.A.
La actualidad, incluso política, demuestra que 1979 (versión original en 1940), pp. 17-39, passim.
la globalización, y los medios electrónicos que 9 Ibid.
la caracterizan, generan unas especies de «siste- 10 «Print eventually reduced the appeal of iconography in the ma-
nagement of knowledge, despite the fact that the early ages of print
mas frontales» de ver, pensar y sentir, «nuevas put iconographic illustrations into circulation as they had never been
subjetividades y sentimientos», «alzas y bajas de before. Iconographic figures are akin to the ‘heavy’ or type characters
la marea emocional. Estas gatillan transforma- of oral discourse and they are associated with rhetoric and with the
arts of memory that oral management of knowledge needs». Ong,
ciones en el pensamiento, en los actos y en el W. J., Orality and Literacy, The Technologizing of the World, New York,
comportamiento».28 Podríamos hablar mucho, Routledge, 1982 y 2002. Recuerda la obra sobre arte de la memoria
por ejemplo, del Twitter y otras redes sociales en de Frances Yates.
este sentido: y además en el sentido de generar 11 Palabras del poeta chileno Diego Maquieira.
muchas veces un tipo de pensamiento abreviado 12 Sobre currículos escolares, véase por ejemplo, Nussbaum, M. y
Chiuminatto, P., Diálogos para una nueva escuela en Chile, Santiago,
y aforístico, aparte del antipensamiento de las Ediciones UC, 2015.
consignas, que muy recientemente, en la elec- 13 «Change is rarely straightforward… Sometimes it’s as complex as
ción de Trump, nos ha mostrado su rostro más chaos theory and as slow as evolution. Even things that seem to hap-
sombrío y amenazador. pen suddenly arise from deep roots in the past or from long-dormant
seeds»” (Rebecca Solnit, https://www.brainpickings.org/2016/03/16).
14 Susan Buck-Morss, «enormemente anticipador», dice sobre el
10. Para las humanidades en el siglo xxi: trabajo de Aby Warburg, «coleccionista de imágenes». En «Estudios
¿esbozo de una utopía? ¿De la torre de visuales e imaginación global», Estudios visuales. La epistemología de
marfil a la torre de control? la visualidad en la era de la globalización, edición de José Luis Brea,
Madrid, Akal, 2005.
Hemos descrito hasta aquí lo que fueron las hu-
15 Además, muchas veces suena como una lucha de poder, influencia y
manidades hasta la primera mitad del siglo xx, fondos entre departamentos universitarios de otras realidades.
su actual valoración dentro de sociedades que se 16 Warburg, A., citado en Valdés, A., De ángeles y ninfas. Conjeturas
mueven fundamentalmente en torno a las utili- sobre la imagen en Warburg y Benjamin, Santiago, Orjikh, 2012, pp. 24
dades y al lucro, y la profunda modificación que y 62, nota 7.

los cambios tecnológicos de los últimos cien años 17 Benjamin, W., The Arcades Project, citado en De ángeles…, p. 62,
nota 3.
han producido tanto en las humanidades mis-
18 Otras frases decidoras en ese entorno: Life, the magazine for people
mas como en los seres humanos que las cultivan who can’t read, y Time, the magazine for people who can’t think.
y las estudian en el presente. Llega entonces el 19 Benjamin, W., «The illiteracy of the future will be ignorance not
momento de hacerse la pregunta más difícil: qué of reading or writing, but of photography». Citado en Valdés, A., De
se puede hacer. Y me vienen a la mente palabras ángeles…, p. 68, nota 1.

nobles de Ítalo Calvino: reconocer, en medio del 20 Valdés, A: Prólogo a Alfredo Jaar et al., La política de las imágenes,
Santiago de Chile, Metales Pesados, 2008, p. 8.
infierno, lo que no es infierno y hacerlo durar,
21 Benjamin, W., en A Short History of Photography, citado en De án-
y darle espacio.29 «Habría que multiplicar (…) geles…, p. 42.
todos los refugios donde se medita, donde se ins- 22 Didi-Huberman, G., L’image survivante. Histoire de l’art et temps
truye, donde uno se recoge, donde uno aprende de fantômes selon Aby Warburg, Paris, Les Éditions de Minuit, 2002,
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p. 487. De una carta de Aby Warburg a su hermano Max: «Gracias


a estas investigaciones, hoy puedo comprender, y demostrar, que el
pensamiento concreto y el pensamiento abstracto no se oponen tajan-
temente, sino que, por el contrario, determinan un círculo orgánico de la
capacidad intelectual humana».
23 También ambas obras, la de Warburg y la de Benjamin, tienden a
problematizar el tiempo cronológico, o, en palabras de Benjamin, el
tiempo que se siente pasar «como las cuentas de un rosario», «homo-
géneo y vacío». En el caso de Warburg, la atención a la supervivencia
de las imágenes va en detrimento de su inclusión en una secuencia
ordenada, en una continuidad histórica: va en contra de la voluntad de
periodización que, en la historia del arte (y también en la de la litera-
tura) ha llevado tradicionalmente a hablar de «fuentes» e «influencias».
El contacto entre dos o más imágenes se produce no por contigüidad
cronológica, sino por una semejanza intempestiva que se advierte entre
ellas, por una revelación del pathos warburgiano o de un relampagueo
producto de «una fuerza mesiánica débil», en el caso de Benjamin.
Es decir, metáforas de dos tradiciones muy distintas, pero referidas
a un fenómeno similar: el de la Iluminación, el de la intensidad de
la relación que se crea entre imágenes, el de la irrupción de tiempos
históricamente distintos mediante algo así como epifanías. Y una re-
novada relación entre el pasado y el presente. «Articular históricamente
lo pasado –escribe Benjamin– no significa conocerlo “tal y como ver-
daderamente ha sido”. Significa adueñarse de un recuerdo tal como
relumbra en el momento de un peligro». De manera que es el presente,
en el peligro o en la epifanía, el que convoca e ilumina aquellos aspectos
del pasado que logran volver a la vida a través de las imágenes.
24 McLuhan, M.: Understanding Media - The Extensions of Man, Ber-
keley, California, Gingko Press Inc., 2013 (publicado por primera vez
en 1964).
25 Gordon, T. W., «McLuhan’s Compass for the Voyage to a World of
Electric Words» , prefacio a McLuhan, M., The Gutenberg Galaxy, The
Making of Typographic Man, with new essays by W. Terence Gordon,
Elena Lamberti and Dominique Scheffle-Dunand, Toronto, Buffalo,
London, University of Toronto Press, 2011.
26 Appadurai, A., «Here and Now», introducción a Modernity at Lar-
ge: Cultural Dimensions of Globalization (1996), en Nicholas Mirzoeff
(Ed.) , The Visual Culture Reader, segunda edición revisada, Londres y
Nueva York, Routledge, 2002, pp. 173 ss.
27 Toffler, A. «The illiterate of the 21st. century will not be those
who cannot read and write, but those who cannot learn, unlearn and
relearn».
28 Maharaj, S., «Xenoepistemias: instrumental hechizo para son-
dear el arte visual como producción de conocimiento y los regímenes
retinianos», ensayo aparecido en el catálogo de Documenta 11, Plat-
form 5: Exhibition, Kassel, 2002. Traducción de Adriana Valdés, solo
para fines de uso en el seminario sobre «Metáforas mutantes» del
Doctorado en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte
(Universidad de Chile, segundo semestre de 2003).
29 Ítalo Calvino, citado por Ordine, N., op. cit., p. 24.
30 Víctor Hugo, citado por Ordine, N., op. cit. p. 85.

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