Sunteți pe pagina 1din 4

LA ¿DEMOCRACIA? EN LA ACTUALIDAD.

De este modo, comúnmente el término democracia hace alusión a una cierta soberanía
popular, que otorga a sus ciudadanos la capacidad para decidir normas de convivencia social,
mediante la libre elección de sus gobernantes. Así, la acción de la democracia implica
participación. Pero esta debe ser una participación informada, y justo este es el problema del
asunto, pues el pueblo es como un animal esclavo de sus pasiones e intereses pasajeros,
fácilmente impresionable a vanalidades y halagos. Como decia Platon: "Confiarle el poder
es aceptar la tiranía de un ser incapaz de la menor reflexión y rigor".
Al analizar campañas políticas desbordadas en descalificaciones, a menudo, entre
quienes compiten por un poder público, observamos de quienes aspiran a la dirección de esa
democracia, discursos masificadores, homogéneos, dirigidos a sociedades pasivas, que
demandan ilusiones, fantasías, que son extraordinariamente influenciables y crédulas como
diría Le Bon. El pueblo, caracterizado por esa masificación, tiende a los excesos y para
convencerlo o persuadirlo, es improductivo elaborar argumentos lógicos. Por el contrario, es
necesario "repetir una y otra vez las mismas cosas". De esta manera, cuando el pueblo elige
a sus gobernantes, lo hace creyendo que los ha elegido de acuerdo a ciertas capacidades y
competencias que les ha observado y que, según esto, cree que les corresponde sólo a los
políticos tomar decisiones. Es por ello que, en este tenor, cobra cada vez mayor vigencia
aquella frase atribuida a Maquiavelo y que versa acerca de que “...el pueblo tiene el gobierno
que se merece”, por ser un pueblo inculto, poco crítico, que a menudo funda sus argumentos
políticos en discursos que ha visto en la televisión, o mejor aún, como dijera Heidegger,
arengas apoyadas en habladurías fundadas en el "se dice". Un pueblo integrado por personas
que repiten las ideas que escuchan de otros, para terminar diciendo "lo que se dice”. Al
respecto Joseph Goebbels arguye que “...una mentira repetida mil veces se convierte en la
verdad”, una verdad incuestionable, por la supremacía otorgada a falacias de autoridad que
nos muestran discursos sin contenido. La democracia podemos verla entonces como, un
ejercicio de poder que "consiste en ‘conducir conductas’ y ordenar el posible desenlace"
según una óptica que no refiere directamente a la democracia sino a las prácticas de poder.
Los ricos y poderosos, deben su riqueza a la cobardía de los pobres, dice Platón, y
considero también, a la ignorancia del pueblo. En la antigüedad los filósofos griegos,
establecieron la distinción entre doxa y episteme. La doxa es el pensamiento fundamentado
básicamente en opiniones. En general, para los griegos este pensamiento coincidía con el
saber vulgar. La episteme, en cambio, era una forma de conocimiento vinculada al saber
científico y filosófico. Aún hoy, el ámbito de lo epistémico puede circunscribirse a los
dominios del saber científico. Lo doxístico, tiene como lugar de circulación privilegiado la
opinión común. La opinión es ligera, apresurada, poco comprometida, es un parecer o punto
de vista provocado por los sentidos. La opinión se basa en paradigmas convencionales
establecidos en un tiempo y espacio determinados y a través de ella las cosas y los
pensamientos permanecen sin movimiento; no se voltea la mirada hacia la posibilidad de ver
las cosas de manera diferente. Es por esto que "no debería escucharse a los que acostumbran
a decir que la voz del pueblo es la voz de Dios, pues el desenfreno del vulgo está siempre
cercano a la locura". Así es, la voz del pueblo, de un pueblo desinformado y manipulado, es
una voz caótica, lejana de la verdad.
El "mal de la democracia" no está en el triunfo de la cantidad sino más bien en el triunfo
de la mala calidad... La escasa educación de la masa abre un abismo entre las mayorías
efectivas y las representativas y hace que la democracia amenace con llegar a ser una tiranía
para todos en favor de unos cuantos. Diez millones de ignorancias no hacen un saber. Citemos
a John Stuart Mill, quien distingue a los ciudadanos en activos y pasivos y especifica que los
gobernantes prefieren a los segundos porque es más fácil tener controlados súbditos dóciles
e indiferentes.
Ahora bien, si la democracia, es, merced al previo análisis, una forma de gobierno que
parece haber fracasado en nuestras sociedades actuales, entonces ¿es que debemos regresar
a antiguas prácticas como la timocracia, la oligarquía o la tiranía? Categóricamente no, pues,
a pesar de todas las fallas de este régimen, como bien reconocía Platón, es la mejor entre las
formas de gobierno.
Pero no todo está perdido, es decir, la solución ante esta panorámica aparentemente
desoladora, está en la educación. Hasta que comprendamos que la herramienta fundamental
para que una democracia funcione, es el cultivo de la mente, tanto de quienes decidimos por
nuestros gobernantes, como de aquellos quienes gobiernan, cumpliendo en esto último, la
aspiración manifiesta en La República de Platón, quien aspiraba a una polis gobernada por
filósofos, un gobierno de los sabios. Para que la democracia se convierta realmente en el arte
de gobernar a los hombres con su consentimiento, un consentimiento pensado, razonado,
analizado y crítico. Dejemos de vernos como una sociedad reprimida y marginada por un
aparato ideológico aplastante. Todos somos parte de la sociedad y como tal “somos
responsables por acción u omisión” de lo que ahí suceda diría Foucault. La democracia sólo
funcionará cuando dejemos de ser víctimas y seamos partícipes responsables de nuestras
elecciones.
A diario en los medios de comunciación masivos que conocemos y, en realidad, en
muchos entornos del dia a dia, la palabra democracia siempre esta presente. Ya sea, si se
tocan temas económicos, sociales y políticos, o situaciones cotidianas como organizar un
grupo, participar en ellos y elegir representantes. Es justamente en este último punto en el
que se centra el término en cuestión.
Para abordar el tema de la democracia en la sociedad actual, partiremos desde la
concepción etimológica de la palabra, Luego analizaremos el poder que tiene la democracia
sobre la gente comun y la forma en que es aprovechada por los políticos ortodoxos, hasta
llegar, paulatinamente, a un análisis sobre si deberíamos cambiar nuestra forma de
organizarnos. Desde luego, no es la intención de este ensayo cubrir todo el espectro en el
tema de la democracia y su actualidad, no obstante, se intentará resolver algunos de los
cuestionamientos que han surgido como parte de la principal hipótesis de este escrito, que es,
aquella que versa sobre la posibilidad de llamar a una sociedad actual como realmente
democrática.
Podemos observar que el análisis sobre la democracia no es nuevo, esto ha permitido
llegar a concepciones distintas, que atribuyen al tema una diversidad de definiciones, que por
la variedad de sus argumentos, le tornan ambiguo y poco claro. Para iniciar,
etimológicamente el término proviene de las raíces griegas demos y krátos que denotan el
poder del pueblo. Al respecto, la Real Academia Española menciona que la democracia es
“Una doctrina política a favor de la intervención del pueblo en su gobierno o el predominio
del pueblo en el gobierno político del estado”.
Bibliografia:
Heidegger, Martin, El ser y el tiempo, tr. José Gaos, Fondo de Cultura Económica,
México, 2007, p.p. 11- 358.
L. Dreyfus, Hubert, “Sobre el ordenamiento de las cosas. El Ser y el Poder en Heidegger
y en Foucault”, en Michel Foucault, filósofo, tr. Alberto Luis Bixio, Gedisa editorial,
Barcelona, 1999, p. 89.
Bobbio, Norberto, Teoría general de la política, Turín, Einaudi, 1999, p. 375.
Electrónicas, "Democracia" en http://lema.rae.es/drae/, 25 de septiembre de 2012.
http://www.elexterior.es/en-grecia-no-fall-la-economa-fall-la-democracia/, 25 de
septiembre de 2012.
Freud, Sigmund, Obras Completas, Psicología de las masas y análisis del yo,, en «Freud
total» 1.0 (versión electrónica)
"Vox Dei" en http://es.wikipedia.org/wiki/Vok-Dei, 25 de septiembre de 2012.
Michel, Adrián, "Los criterios de selección" en
http://bibliotec.itam.mx/estudio/letras31/notas3/sec_5.html, 25 de septiembre de 2012.

S-ar putea să vă placă și