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Hay muchas razones para hacer una tesis en ciencias empresariales: sociales, culturales,
académicas, profesionales y personales.
En la siguiente tabla menciono las más importantes; sin embargo, este subtítulo se centra solo
en las razones profesionales.
Ser Bachiller significa poseer conocimiento para ejercer un arte o profesión, pues ha sido
entrenado durante cinco años para ello. En las universidades peruanas el grado de Bachiller es
automático y se recibe cuando se acaba la carrera. Pero el título profesional requiere de
algunas vías. En general hay tres formas de obtener el título:
Haz una tesis para demostrar que eres valiente y ambicioso. Dado que investigar produce
mucho temor e inseguridad, la mayoría de estudiantes elige el curso de actualización. Prefieren
pagar cuatro veces más el costo para titularse, pues consideran que es más seguro y rápido
que realizar una tesis. Sin embargo, los hechos desmienten esta idea, ya que aparte del curso
de actualización, el graduado debe elaborar y sustentar un plan, y –al final- se enfrenta a los
mismos problemas de la tesis: el mismo jurado, los mismos requisitos, las mismas exigencias,
los mismos plazos… Como consecuencia, cientos inician el curso de actualización, pero,
nuevamente, muy pocos obtienen el título profesional con esa modalidad.
No tiene sentido que huyas de la tesis, pagando hasta cuatro veces más para evitarla y, al final,
tampoco puedas titularte. Hacer una tesis es la mejor forma de demostrar que estás listo
profesionalmente. Recuerda que ser profesional universitario titulado te genera ingresos casi
tres veces más que solo ser egresado. Definitivamente, tener miedo a la tesis y no enfrentarla,
cuesta muy caro: te hace gastar cuatro veces más y te hace perder hasta el 60% de tus
ingresos potenciales. Me pregunto ¿qué empresa querría contratar a alguien así?
Haz una tesis para demostrar que eres empleable. Hoy en día los empleadores están
prefiriendo a profesionales titulados con tesis. Ello es así porque quien investiga posee
conocimiento especializado y profundo sobre un campo específico dentro de su profesión.
Haz una tesis para demostrar que eres especialista y competente. Si investigar significa
volverse especialista, se espera que tu investigación sea una prueba de ello. Es decir, tu
investigación debe ser rigurosa y poseer conocimientos profundos sobre un tema específico.
Por eso, si desarrollas y sustentas una tesis, tendrás la oportunidad de demostrar que has
integrado los conocimientos adquiridos en una forma coherente y que has realizado un aporte
original a tu profesión. Además, demostrarás que has desarrollado habilidades y capacidades
académicas de alto nivel. Así, el mundo laboral te mirará con mejores ojos, porque demostrarás
que:
Haz una tesis para garantizar tus tesis de postgrado. Según el Censo Universitario de la
Asamblea Nacional de Rectores (2010), solo 4 de cada 10 estudiantes de postgrado han hecho
tesis de pregrado, y solo 5 de cada 10 están realizando sus tesis de postgrado. Léase, quien
hace tesis en pregrado, también la hace en postgrado. Pero quien no la hecho en pregrado,
tampoco la hará en postgrado, pues el temor continuará y se volverá más intenso. Será una
inversión de tiempo y dinero improductivo, pues lo que vale es el Grado Académico, no las
constancias de egresado. Dadas las exigencias del mundo laboral actual, inevitablemente,
tendrás que estudiar un postgrado tarde o temprano. Es mejor que hagas tu tesis de
licenciatura ahora, para que luego no tengas dificultades; pues una tesis de postgrado es más
rigurosa, exige mayor dominio, no solo a nivel profesional, sino a nivel temático y metodológico.
Como ves, hacer y sustentar una tesis de investigación, certifica que has desarrollado éstas y
muchas otras competencias, haciéndote más empleable. Definitivamente, es una experiencia
para sentirte orgulloso de por vida, sin considerar además, que te prepara para desarrollar una
tesis de maestría o doctorado en un futuro próximo.
Segundo paso: Formular una solución/ respuesta tentativa al problema que sea plausible
y fundamentada. El tesista, producto de su aprendizaje y estudio continuo, formula la mejor
solución o respuesta tentativa (llamada hipótesis) para su problema de estudio. La hipótesis es
la mejor solución o respuesta preliminar, lógica, plausible, pero aún no comprobada o
verificada. La hipótesis no es cualquier respuesta tentativa al problema, es la mejor respuesta
posible.
Tercer paso: Utilizar un diseño metodológico para probar la solución planteada. Las
hipótesis no son suficientes para desarrollar las ciencias empresariales, se requiere probarlas,
verificarlas, contrastarlas, demostrarlas o confirmarlas. Para eso se utiliza cualquiera de los
muchos diseños científicos que existen para contrastar hipótesis. No es suficiente con proponer
una solución o respuesta, es necesario probarla, demostrar que funciona, que en verdad
resuelve el problema o que podría resolverlo.
Cuarto Paso: Discutir los resultados encontrados. El investigador no solo reporta lo que
encuentra, también lo discute, lo analiza, lo interpreta y lo critica. Los resultados de la
investigación confirmarán o rechazarán la hipótesis inicialmente formulada. No es suficiente
con confirmarla o rechazarla, es necesario discutirla, compararla con otros estudios, intentar
explicar por qué se han obtenido tales resultados, analizar sus limitaciones, su alcance y
veracidad.
Si sigues estos pasos generales, que no son complicados, podrás afirmar que tu tesis es una
investigación científica, y podrás llamarte administrador “científico” o administrador “basado en
evidencias”.
Hacer una tesis científica y sustentarla ante un jurado es una prueba de fuego, por eso se
espera que cumpla cuatro requisitos científicos: a) coherencia, b) consistencia, c) originalidad y
d) objetividad. Cada uno de ellos tiene una razón de ser. Observa con atención:
Es vital que entiendas la importancia de cada capítulo, pues una tesis sería incompleta o
deficiente si alguno de estos capítulos faltara. Por eso debes tener cuidado de no caer en
algunos de los pecados capitales de la tesis. Y justamente, el estilo APA te ayudarán a prevenir
estos pecados. Veamos, brevemente, cada uno de ellos.
Es un estilo de redacción científica creada por la Asociación Psicológica Americana (APA) hace
varias décadas, y sirve para facilitar la comunicación científica entre investigadores, evitando
ambigüedades, sesgos y confusiones. Dado que la mayoría de revistas científicas en ciencias
empresariales, exigen el uso de este estilo, lo usaremos también en la asignatura.
El primer pecado capital, la gula, es el deseo excesivo, irracional e innecesario por algo que te
lleva abusar de él y que trae efectos negativos. En el caso de la tesis, la gula es muy frecuente
en las primeras etapas de la investigación.
Al plantear los objetivos de tu tesis es probable que caigas en la tentación de la gula. Cuando
no se tiene mucha experiencia investigando, es usual que se quiera investigar todo, como una
persona golosa, querrás saber todo. Eso es imposible al hacer una tesis, porque hay tanta
información que simplemente no sabrás cuándo acabar. Cada nuevo conocimiento hará más
compleja la tesis, más amplia y más difícil de controlar. Al final, como tus objetivos son tan
amplios, no sabrás cómo hacer tu metodología, generando una incoherencia entre todas las
partes de la tesis y condenándote a iniciar una aventura que nunca terminará.
Al plantear tus objetivos es probable que también caigas en la tentación de la ira. No es fácil
delimitar el problema y los objetivos de la tesis. Toma su tiempo y requiere mucha paciencia y
tolerancia a la frustración. Es común que muchos tesistas caigan en el pecado de la ira y
quieran abandonar la tesis porque sencillamente no le encuentran sentido, no identifican el
problema de investigación o no saben cómo enfocar la tesis. Aprende a usar el método del
embudo y no caerás en este pecado.
Por otro lado, la irá también es muy frecuente en el trabajo de campo, donde, si no hay
persistencia y paciencia, no lograrás mucho. En efecto, si no planificas bien tu tiempo, sentirás
ira porque los sujetos de tu muestra no querrán apoyarte, no querrán participar en el estudio, te
sentirás estancado en el trabajo de campo, no sabrás cómo aterrizar el tema y cuándo
terminarlo. Recuerda que con las tesis hay que ser modesto, humilde y muy paciente; lo
correcto es centrarnos en unos pocos objetivos bien definidos y puntuales. Si los objetivos son
claros, la metodología es casi automática, cae por su propio peso; y el trabajo de campo es
mucho más manejable.
El tercer pecado capital, la envidia, es el deseo de querer apoderarse de lo ajeno, pero sin
esforzarse por obtenerlo. En la tesis, la envidia se relaciona con el plagio de información. El
tesista se apodera de la información de otros autores (que le parecen buenos) y no las citas,
haciéndolos pasar como si fueran suyos. Ten cuidado, este mal perverso puede destruir tu
tesis por completo, ya que se convierte en un simple copiar y pegar y limita tu capacidad para
analizar y sintetizar tu propia información. Los profesores no queremos un profesional
envidioso, por eso sancionamos drásticamente el plagio, ten cuidado con este pecado. Sin
embargo, muchas veces se plagia porque no se sabe citar; justamente el estilo APA te enseña
a citar con corrección, dependiendo de si es una cita textual, referencial o cita de cita.
El cuarto pecado capital, la soberbia, es la creencia irracional de que todo lo que se hace, dice
o piensa es superior a la de los demás. Es otro pecado capital muy frecuente en la
fundamentación teórica. Ocurre cuando has revisado muy poca bibliografía porque consideras
que eres una de las pocas personas que está estudiando el tema y, que aparte de ti, no existe
información sobre el mismo. Es importante que seas humilde y siempre cites las fuentes de
donde proviene tu información. Recuerda que la búsqueda minuciosa es la regla, ya que casi
siempre hay información sobre todos los temas que se investigan..
La soberbia también está presente cuando dejas de validar la calidad de tus instrumentos ya
que consideras que pedir opinión de expertos es innecesario, pues crees que tú conoces el
tema mejor que nadie y que tienes mucha experiencia laboral en el mismo. También ocurre
cuando rechazas las observaciones y opiniones de colegas y asesores de tu tesis, porque tú
eres el experto. Si bien la tesis es tuya, y tú decides cuándo agregar o quitar algo de ella, no
está de más tener la mente abierta a cualquier sugerencia o consejo. Con la tesis, hay que ser
humilde.
La avaricia es otro pecado poderoso, que consiste en el deseo excesivo de acumular riqueza a
cualquier precio, pero sin el mayor esfuerzo y sin el menor deseo de compartir. La avaricia está
ligada a la tacañería y egoísmo. En una tesis eres tacaño si quieres grandes resultados y
méritos, pero solo con análisis débiles, usando muestras muy pequeñas, sin invertir en
instrumentos buenos y sin triangular o cruzar la información desde diversas fuentes. Nadie va a
premiar tu poco esfuerzo; una tesis requiere inspiración, pero en esencia, es 100%
transpiración. Si no inviertes tiempo, inteligencia y esfuerzo en tu tesis, no obtendrás tu título
profesional.
Por otro lado, no seas egoísta y codicioso con tu información. Si ves que la información que
tienes puede servir a otro compañero o colega –asi te haya costado mucho obtenerla- debes
compartirla, pues ese justamente es el objetivo de la ciencia: la generación y difusión del
conocimiento. Si apoyas a los demás, cuando llegue el momento, te apoyarán también.
Finalmente, uno de los pecados capitales madre de los otros pecados es la pereza. Este
pecado es uno de los más difíciles de controlar pues siempre se tiene una excusa. Está
presente en casi todas las etapas de la investigación y es muy engañosa.
En las primeras etapas de la tesis, la pereza se manifiesta cuando escoges temas de tesis muy
fáciles, operativos y de poco impacto, o cuando eliges un tema de tesis solo porque tienes
acceso a los datos (la empresa donde trabajas), sin importar otros criterios como la relevancia
o el real interés. En la fundamentación teórica, la pereza se manifiesta cuando solo buscas
información en internet y encima la buscas mal, no visitas otras bibliotecas y no rastreas las
fuentes. La pereza es especialista disfrazándose de plagio, haciéndote copiar y pegar
información, en lugar de redactar con tu propio estilo.
Finalmente, dejar a última hora la realización de tus avances de tesis, es una muestra típica de
la pereza (procrastinación). No seas perezoso, hacer una tesis exige mucho trabajo, planifica tu
tiempo y dedícale muchas horas. Recuerda que no es solo un curso el que llevas, estás
adelantando tu tesis, tu titulación viene en camino. Es una inversión, no un gasto.