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INTRODUCCIÓN

La humanidad está dividida en dos grandes bloques. En uno, se sitúan los que tienen recursos
económicos, alimentos suficientes y un sistema sanitario desarrollado que permite cubrir sus
necesidades perfectamente; al otro pertenecen todos aquellos seres humanos que carecen de lo más
mínimo para vivir, no cuentan con un sistema sanitario o éste es precario, no tienen alimentos
suficientes en cantidad y la calidad del agua es muy mala. Estas dos situaciones pueden producir
malnutrición. Unas veces por exceso, como es el caso del bloque desarrollado, en el que la
abundancia hace que se coma en exceso alimentos procesados industrialmente, refinados y ricos en
grasas saturadas, y donde la obesidad y enfermedades coronarias hacen estragos. Otras veces por
defecto, generalmente en los países subdesarrollados y dependientes de la ayuda exterior, donde el
hambre es el que hace estragos causando la muerte y la desnutrición en millones de personas cada
año, ya que la morbilidad aumenta con la precariedad de estos seres humanos. Cualquiera de las dos
situaciones, o ambas combinadas, dan como resultado una ingesta inadecuada de nutrientes. Las
consecuencias pueden ser dramáticas.1

Conduce a lesiones bioquímicas en el organismo. Las personas deben ser consciente de ello y
aprender a equilibrar su alimentación evitando la malnutrición.1

Según la FAO (1999:4,11), unos 790 millones de personas padecían malnutrición en los países en
desarrollo en 1995-97, a los que se añaden otros 34 millones en los desarrollados, sobre todo en los
países en transición del Centro y Este de Europa. Según unicef (1998:16-17), un total de 226
millones de niños menores de cinco años (el 40% de este grupo) sufren desnutrición, lo que les
acarrea un retraso entre moderado y grave en su crecimiento. De ellos, algunos viven en los países
ricos, por ejemplo 13 millones en EE.UU. (UNICEF, 1998:16-17).3

Tanto la incidencia actual del problema como su evolución reciente y las perspectivas futuras varían
ampliamente de unos continentes a otros: Es en Asia donde habitan más personas malnutridas pero
en el que se han registrado mayores avances en las últimas tres décadas, mientras que en África los
malnutridos representan un mayor porcentaje de la población, habiendo tenido una evolución
reciente negativa y siendo la única región para la que se espera un empeoramiento en los próximos
años (respecto a la magnitud y causas del problema, ver hambre).3

La malnutrición afecta a todos los grupos de edad, pero algunos son particularmente vulnerables,
sobre todo los niños (en especial entre los 6 meses y cinco años, después del destete), las mujeres
embarazadas y las que amamantan. A éstos se añaden los ancianos y los discapacitados físicos.3
En nuestro país lejos de que haya una malnutrición se presenta que casi medio millón de
infantes sufren de desnutrición crónica en Perú. Muchos de esos infantes viven en condiciones de
pobreza. Según BBC Español, cada año en Perú 20.000 mueren antes de cumplir el primero
año. Para romper el ciclo de desnutrición educación por las personas de áreas rurales andina donde
los índices de pobreza extrema es muy importante. Este es porque hay muchos factores
que causan los problemas con alimentación como el acceso limitado a los alimentos, inadecuados
patrones de consumo, las inapropiadas prácticas de nutrición y cuidado infantil, y el bajo nivel
educativo entre las familias son las principales causas de la desnutrición crónica en el Perú. A causa
de tantos factores incontrolables la financiación no es la única solución.2

La desnutrición crónica es “invisible” porque los efectos perceptibles a la vista son sutiles. La
manifestación inmediata es corta talla para la edad y no permite vislumbrar los daños ni sus futuras
implicaciones para los niños. Aún Perú tiene suficientes alimentos para su población, la falta
de acceso a estos en los áreas rurales, como los Andes, es un problema principal.2

Pero en este caso queremos hacer un hincapié a los problemas relacionados con la obesidad, lo que
ha conducido por el exceso de alimentos de muy mala calidad y cantidad que nos brindan las
grandes industrias las cuales consumidas diariamente más el sedentarismo asocia a un conjunto de
problemas patológicos de las personas quienes la consumen.

Este trabajo basado en una dieta saludable sirva de guía para todos aquellos que están interesados
en mejorar las prácticas alimentarias y nutricionales de las familias que viven en los países en
desarrollo, También es para usted, si es un miembro de un grupo comunitario.4

Si no tiene conocimientos básicos sobre alimentación y nutrición y le resultan poco claras algunas
partes técnicas de esta dieta, le sugerimos que consulte a profesionales locales, que podrán ayudarle
cuando lo necesite. El propósito de esta dieta es: aportar la información necesaria para preparar
comidas nutritivas e inocuas, que proporcionen una alimentación adecuada a los integrantes de la
familia más aún cuando se tiene a un integrante que padece alguna patología como obesidad motivo
por el cual se ha elaborado el trabajo; incentivar a las personas a adoptar hábitos alimentarios
saludables.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Medwave. Efecto de la malnutrición Temprana Como Factor de Riesgo de Obesidad y Diabetes


Tipo 2. (4 ° EDICION) .CHICAGO.2015

2. "Alimentación, Desnutrición y Lucha contra el Hambre - ONU Perú." Sistema de Naciones


Unidas En El Perú - Naciones Unidas Perú. Web. 05 de febrero de 2012.
http://www.onu.org.pe/Publico/infocus/alimentacion.aspx.

3. ACC / SCN (2000), Cuarto Informe sobre la Situación Mundial de la Nutrición, Comité
Administrativo de las Naciones Unidas de Coordinación, Subcomité de Nutrición, Ginebra.

4.Dasgupta, P. y D. Ray (1990), "La adaptación a desnutrición: la evidencia biológica y sus


implicaciones", en Drèze, J. y A. Sen (eds.), La economía política de hambre, vol. I, Derecho y
bienestar, Clarendon Press, Oxford, 191-246.

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