¿Cuál es el papel de la escuela y del maestro frente casos como el de Brad?
La educación en nuestro país cada día se enfrenta a nuevos retos, de los cuales uno de los más significativos es la inclusión. Este tema ha generado distintas discusiones y discordias entre los actores involucrados en el ámbito educativo. El problema en resumidas palabras es si las personas con algún tipo de discapacidad deben recibir una educación especial, de acuerdo a sus necesidades, o si es posible que se involucren en la cotidianidad de las escuelas para personas “normales”. Estas y otras frases son un ejemplo de lo que se puede escuchar día a día en las escuelas, en los hogares y comunidades en general. En primer lugar, la inclusión no se reduce a una cuestión meramente escolar, es un asunto social que día tras día se hace más importante y necesario. El hecho de tener instaurada una “normalidad” nos refiere directamente a una “anormalidad”, a una diferencia que desafortunadamente aún no somos capaces de comprender totalmente. En la película “Al frente de la clase”, podemos observar con claridad este fenómeno. La discriminación de la que es víctima el protagonista durante su vida nos remite a una primera conclusión: es necesario que desde la familia y la escuela se empiece a generar una mentalidad inclusiva que permita transformar los paradigmas actuales frente a las personas con discapacidad, o mejor, con capacidades distintas. Por otra parte, también resalta el papel de las pocas personas que creyeron en Brad, viéndolo como un ser capaz, como cualquier otro, lo cual influyó directamente en la consecución de sus sueños y su realización personal. En mi opinión, la escuela debe apropiarse de este papel facilitador en el proceso de las personas con necesidades educativas específicas, logrando generar ambientes realmente incluyentes desde aspectos como la infraestructura, la preparación de los maestros y la tolerancia que deben desarrollar cada uno de los miembros de la comunidad educativa. En cuanto al papel del maestro, a través de un enfoque humanista, debe ser capaz de reconocer a cada ser en su individualidad, sin prejuicios. Según: Fernández Neri (1995), la formación del maestro implica la preparación académica, y una formación humana que le permita tener interrelaciones saludables y generar un ambiente de verdadero diálogo, intercambio, aceptación y ayuda mutua. ¿Qué experiencia de aprendizaje recuerda en la que tuvo dificultades? Desde mi infancia siempre he tenido dificultad con los deportes, desarrollé algunas de las habilidades motoras básicas y distintos movimientos o ejercicios llamados “pre-deportivos” los cuales son necesarios para le ejecución de deportes específicos, sin embargo nunca llegué a dominar estas técnicas, por lo cual nunca participé en ninguna de las actividades deportivas que se realizaban en la escuela. Recuerdo que esto me producía cierta frustración, por el hecho de sentir que no era capaz de ejecutar bien un deporte así lo quisiera. Además de esto le tomé cierto miedo e inseguridad a cualquier actividad física ya que siempre me cansaba muy rápido, llevando mi cuerpo a un estado sedentario. Con el paso del tiempo comprendí que cada ser humano es único y aprende de distintas formas y desarrollando ciertas habilidades más que otras. Desde pequeña he ejecutado el violín y he estudiado música, lo cual me permitió analizar que quizá tenía mayormente desarrollada la inteligencia musical que la kinestésica. No obstante, esto no ha sido un impedimento para que hoy en día quiera desarrollar habilidades corporales y realizar actividad física como algo importante para mi bienestar personal