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246 HISTORIA DEL PENSAMIENTO SOCIAL

12. Otto von Gierke, Dass deutsche Genossenschaftsrecht, vol. IV (1881), trad. deE.Bar-
ker, Natural Law ami lheTheory ofSociety; Boston, 1957, pp, 118·119,142·144.
13. L.Kreiger, The Poíitícs 01 Discretion: Pufendoiftmd the Acceptance 01Natural Law,
Universidad deChlcegc, 1965. ..'"
14. F. Bacon, Novum Organum. «Primer libro deafonsmos sobre lalnterpretaclén dela
. naturaleza y el reinado del hombre», aforismos xXXVm·::'XDI. .
15. Huntington Caims, Legal Philosophy Irom Plato te; Hegel, Baltlmore, 1949, p. 295.
16. ¡bid., pp. 297·299. . . • . .
17. La edición clásica esladeLaHaya, 1883·1884: Benedícti deSpincza, Opera quotqUOt
repena sum. Para elpresente escrltohe utilizado las traducciones ,de laBi~lio~ue delaPléy.ade.
París, 1962. Para la Buco. laed. y trad. deVidal Peña: B.deEspinosa, Étrea demostrada segun el
orden geométrico, Madrid, Editora Nacional, 1984. . . ., CAPíTuLo VII
18. Entre las introducciones alaobra splnczísta, véase J. Moreau, Spuwza etle spuwvsnu:'
París, PUF, 1986; R.Scrutcn, Spinaza, Universidad deOxford, 1?86, y M.B.Váujoez García, Spi- LA REVOLUCIÓN INGLESA
noza (con selección detextos), Barcelona, Península, 1986.Tamblén G. Albiac, Lasllltlgoga vaCÚl:
un estudio de las fuentes nuuranas delespinosisnw, Madrid, Hiperién, 1987.
19. Roland CaiUois, «IntroduetioI1», enB.deSpinoza, Oeuvres completes, París, Pléyade,
1962, p. XVI. .•
20. Citado por André Gresscn, Spino1P, París, 1959, p. 25- 1. Introducción
21. Caillois, op. cit., p. XXVIII. ,.. . .
22. Spinoza, Etica, V parte: «Del poder del entendimiento o dela libertad humana»,
esp. el Prefacio. . Entra las muchas turbulencias y convulsiones delsiglo XVD, hay qne incluir
23. lbid.,preposiciones XXV y XLTI. . .. . varias rebeliones importantes contra los poderes del absolutismo monárquico y
24. Spincza, Tractatus theologico polüicus, cap. XVI: «De los pnncipios dela.comum~
política». Hay traducción parcial castellana, por Enrique Tierno Galván: Trotado teológIco polttrco-, sus aliados. El levantamiento delosPaíses Bajos o el deCataluña, ambos contra
Madrid, 1966 (selecciones). la corona española, son ejemplos deello. Thmbién lo es la Revoluci6n puritana
25. Spinoza. traetettus theologico politicus, cap. IV, 6. enInglaterra, descollante enel terreno de las ideas políticas por sus fértiles con-
26. J. Dunner, Baruch Spinoza and Westem Democracy, Nueva York, 1955, p.99.
27. R. Scruton, op. ca.; pp. 72-106.
secuencias.
Durante el tardfo Renacimiento inglés, el país sufrió transformaciones sus-
tanciales quegeneraron enfrentamientos considerables entra sectores diversos de
'- lasociedad, asfcomo concepciones encontradas de la autoridad política. Ello re-
sulló a la postra enunaguerracivil. Ésta, a suvez, dio lugar a la primera de las
grandes revoluciones polfticas delmundo moderno, la Revolución puritana o in-
glesa. Junto a la americana y la francesa, la inglesa es unade las tres revolucio-
nes burguesas clave. Durante el predominio delaburguesfa y laexpansión delca-
pitalismo se han producido otras, pero estas tres son lasemblemáticas dentro del
ámbilo liberal. Junto a ellas hay otras, como la cientffica, la representada porel
protestantismo y, posteriormente, lassocialistas, cuyo alcance no hasido menor.
Dehecho, todas ellas forman parte deunavasta y compleja corriente histórica de
transformaciones socioestroctorales, técnicas y culturales, qne esla dela moder-
nización y cnyo perfil irá haciéndose evidente a lo largo de las páginas que
siguen.
La época renacentista inglesa fueturbulenta, Secaracterizó porla aparición
defuertes grupos comerciantes y manufactureros, porel afianzamiento delpode-
rfo marítimo y porla propagación del protestantismo, tanto en sn forma nacio-
nalista, estatal y eclesiástica (a partir de Enriqoe VITI) como en so forma puri-
tana, entroncada con seclores menos ligados alpoder establecido y más ,yena aún
al catolicismo. El aspecto extemo más espectacular de las mudanzas de aquella
época -yen particular de lallamada Edad Isabelina- esel de las proezas ma-
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rítimas desus hombres, piratas enalta mar, cortesanos en Londres. Laderrota de


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ban a la burguesía y a la nobleza inferior, representados por loselementos más
los restos de la Armada Invencible que intentarou invadir la islapodrá tener me- avanzados del Parlamento, Éste defendía la doctrina de la supremacía de la ley
nor valor bélico delatribuido porla concepción etnocéntrica inglesa del pasado, sobre la de cualquier persona o institución. A ello, pomposamente, replicaba Ja-
pero su efecto psicológico sobre la imaginación de los súbditos de Isabel I fue coba I que «es impío y sacrílego osar juzgar los actos de Dios y, porello, teme-
muy grande: Inglatenra descubrió el nacionalismo y cobró confianza en su capa- rario e imprudente que un súbdito critique las medidas tomadas por el rey».
cidad de iniciar empresas que, hasta entonces, parecían reservadas a la intrepidez Su política religiosa fue tan infeliz como sus medidas fiscales. En cuestio-
de los españoles. Al mismo tiempo, en la sociedad inglesa se iban produciendo nes internas, trataba a la Iglesia anglicana con mano despótica; durante su rei-
cambios económicos muy señalados. Uno deellos yafueindicado al citar lasde- nado, existía unacorriente dereforma que quería purificarla, entendiendo porpu-
nuncias de Tomás Moro contra los señores que panperizaban a los campesinos rificación un alejamiento de todo el ceremonial que recordara el católico, pero
parapoder criar ovejas y explotar la lana. El otro consistió en los inicios de la además quería reestructnrar su sistema jerárquico al estilo del presbiteriano im-
primera Revolución Industrial del mundo, originada porel uso del carbón.' An- puesto en Ginebra porCalvino. Los pertenecientes a esta tendencia se llamaron
dando el tiempo, Inglatenra estaba destinada a convertirse en la primera sociedad «puritanos». Pero los puritanos fueron losque primero rechazaron la polftica de
industrial, viniendo a ser la cuna dé uno de loseventos más cruciales de la his- Jacobo 1, asícomo la corrupción desucorte; entre sus simpatizantes secontaban
toria de la humanidad. Noobstante, cuanto sigue en este capítulo ocurrió inme- muchos miembros de la cámara baja del Parlamento. En cuestiones de política
diatamente antes de su eclosión, cuando el país, sin saberlo, se dirigía hacia los exterior, Jacobo I intentó hacer deárbitro entre protestantes y católicos, conmuy
albores deesenuevo mundo, quees y~' en gran medida, el nuestro. mala fortuna; para ello quiso casar a suhijo con la infanta María, hermana de Fe-
lipe IV de España. El protestantismo sufría a la sazón algunos reveses serios, y
los ingleses temieron mucho estos intentos de acercamiento a la mayor potencia
2. Las polémicas del absolutismo en Inglaterra católica, su peor enemigo y competidor en ultramar. Jacobo I subestimó la fe y
lasconvicciones religiosas de los ingleses.
El absolutismo inglés alcanzó expresiones doctrinales nomenos agudas que Paradójicamente, la doctrina deJacobo I sevioreforzada porla desirFran-
lascontinentales, pcro conla diferencia dequehalló una enconada resistencia en cisBacon (1561-1626), unabsolutista sui generis. Bacon, inspirado en laEraisa-
los sectores de tendencia democrática. Las disputas del absolutismo inglés son belina, estaba enfavor deun monarca poderoso, pero respetuoso de losotros po-
asíunpreludio algran conflicto dela guenra civil y delarevolución subsiguiente. deres, capaz de dejar un gran margen de acción a la burguesía y a la
La teoría del derecho divino de losreyes erala quenormalmeIite acompañaba a emprendedora nobleza inferior. Bacon pensaba en.la Inglatenra de losTudor y no
laspretensiones absolutistas. EnInglaterra, éstafue elaborada porel rey mismo, en la de losEstuardo, pero el hecho es que, en el momento histórico en quese
Jacobo I (1566-1625), quien, en 1598, publicó su Verdadera Ley de las Monar- ejercía su influjo, el sabio figuró como un enemigo de la dispersión de los pode-
qulas Libres. Jacobo era hijo de María Estnardo, reina de Escocia, y llevó a In, res, cosa que no es exacta. Frente a Bacon, pero sobre todo frente a las preten-
glatenra la clásica idea de que el estado es propiedad de la dinastía familiar go- siones de.Jacobo, se levanta Edward Cake, juezsupremo del reino (1552-1634).
bernante. Mas lo que era válido para el conjunto de clanes escoceses era Cake es uno de los constitucionalistas más importantes anteriores a la Revolu-
inaceptable enInglaterra. Jacobo revistió sus convicciones conlitdoctrina del po- ción americana. Como quiera que el Parlamento nofuera convocado con regula-
derdivino de losreyes en su forma externa, que él expresaba conla fórmula la- ridad, los tribunales ingleses cobraron mucha importancia como único refugio
tinaa Deo rex, a rege lex, o sea, el rey viene de Dios, la ley, del rey. Poresoel para expresar los deseos de lossúbditOs. Cake insistió en la doctrina democrática
rey tiene que ser libre de toda limitación parlamentaria, eclesiástica o de cual- de la supremacía de la ley y afirmé que la ley dimanaba de lasdecisiones de los
quier otraíndole. Este soberano pedante, débil y vanidoso fue aún más allá de lo tribunales, con lo cual ponía la soberanía en manos de los jueces y subordinaba
queibaa ir el.Rey Sol, nacido el año en qne él murió. Como hemos visto en el la misma autoridad delrey al derecho común inglés, el common /aw. El common
capítulo precedente, Luis XIV no se caracterizó precisamente porsu'parquedad law está formado porla jurisprudencia tradicional de los rribunales ingleses, el
en la alabanza desí mismo, pero enesto nunca llegó ni a emular a Jacobo de In- acervo de saber jurídico creado porla práctica y, según Cake, la fuente de toda
glaterra, según quien Dios mismo llama dioses a losreyes.' Según él, los reyes la constitución política del país. Todo estágobernado porel precedente y la tra-
son absolutamente necesarios para la estúpida masa del pueblo. Los demás po- dición, a lo que se añade la razón decisoria del juez. Pero el fallo judicial -que
deres actúan estrictamente en nombre real, con consentimiento y venia del rey. se confunde con la ley- es supremo y toda la constitución depende deél. Asíel
Las veleidades doctrinales de Jacobo I hubieran importado poco a supueblo siel tribunal dictaminará si unaley promulgada por el Parlamento es o no justa; lo
rey no lo hubiera abrumado con impuestos iudirectos, queprecisamente afecta- mismo puede decirse delrey. La revisión judicial de la constitucionalidad de le-
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yes y decisiones es uoa idea que eracomen entre los abogados de la época de rarquía suprema. Había púNianos de muchas clases: los episcopales, los presbi-
Coke, endefensa contra el absolutismo. Esta noci6n hasido heredada por la pos- terianos, los congregacionalistas o independientes y los separatistas. Aparte dela
teridad, y nos610 porla coustituci6n delos Estados Unidos. Como enel caso de disoluci6n monástica, la Iglesia anglicana había dejado intacta la estructura so-
quienes se opondrían al absolutismo de Richelieu en Francia, Coke era en el cioecon6mica de Inglaterra; enuna época enque toda iglesia seconsideraba ex-
fondo un ultraeonservador, y quería defender viejas tradiciones constitucionales plícitamente parte del orden polftico y económico, todo movimiento que quisiera
contra la arbitrariedad y el despotismo reales; al ignal que ellos, formul6 una cambiarlo debía tenerla en·cuenta directamente. Porotra parte, cualquier movi-
doctrina avanzada para justificar unorden de cosas enplena crisis. miento contra laIglesia o la religi6n eraimpensable; la religi6n cristiana secon-
sideraba aún como unaparte inamovible, definitiva, del universo mental de
creencias; es más, las luchas a las que selanzaron con denuedo cat6licos y pro-
3. La reforma en Inglaterra testantes partían del convencimiento deque la situaci6n deescisi6n eratemporal
y que, a la postre, la Cristiandad volvería a estar unida. Los puritanos no salían
La Revoluci6n inglesa es tambiéu conocida bajo el nombre de Revoluci6n deeste marco doctrinal. Aportaban ideas socioecon6micasy políticas con vestí-
puritana. Ello sedebe alcredo religioso del grupo revolucionario que, a lapostre, menta religiosa y,aún más, ideas sociales sentidas con verdadera y profunda re-
le imprimi6 carácter. Aunque los motivos iniciales de larevuelta fueron fiscales, ligiosidad, que abogan porloque eUos creían eratan s6lo una reforma de insti- .
administrativos, legales y, sobre todo, constítecíonales, los religiosos figuran entre tuciones corrompidas, pero que noquería daraltraste con ellas, Sin embargo, las
eUos con igual importancia. No es posible separar unas dimensiones de otras en reformas que proponían iban a tener resultados mucho más de raíz que loses-
aqueUa época. Ya hemos visto hasta qué punto la doctrina protestante calvinista, pectaculares del establecimiento de una Iglesia nacional por Eurique VlII y su
como ejemplo mejor, entralíaba una visi6n nueva del comportamiento econ6mico consolidaci6n posterior isabelina. Enprimer lugar, los puritanos eran herederos
de lasgentes. Enel siglo XVII, cuando ocurre la Revoluci6n inglesa puritana, no del calvinismo; tanto en lo que respecta a la fe en la predestinaci6n como a la
existían doctrinas religiosas que no implicaran a su vez una doctrina política. En nueva moral del trabajo. A causa de esto último, el puritanismo fue convirtién-
el continente, nisiqniera la pazdel Tratado deWestfalia consigui6 establecer una dose en ladoctrina de laclase media burguesa deIuglaterra, asícomo de la no-
divisi6n entre la confesionalidad del pueblo y ladel estado. Lamarcada tendencia bleza inferior que luchaba contra los intereses creados de la alta jerarquía ecle-
posterior a separar lafereligiosa delapolítica era impensable para las mentes del siásticay de los grandes señores terratenientes.' Alcuestionar la autoridad de la
siglo que presenci61a guerra deTreinta Años y laRevoluci6n puritana. Poreso es jerarquía eclesiástica a causa desudefensa del valor del individuo cristiano ais-
necesario aludir a los principales grupos religiosos que existían-en la Inglaterra lado y desurelaci6n personal con Dios, los puritanos atacaban indirectamente la
prerrevolucionaria, los cuales sirvieron enel momento del conflicto como escudo jefatura real de la Iglesia nacional, es decir, representaban una forma de antimo-
y justificaci6n ideol6gica a cada facci6n combatiente. narquismo. Deello sepercat6 Richard Hooker (1554·1600) quien, en 1593, pu-
El sector cat6lico seencontraba a la defensiva, ligado en política exterior a blicó sus Leyes de la Politeya Eclesiástica, un último intento dejustificar entér-
la política española, solidarizado con las revneltas irlandesas, eraacusado de se- minos medievales launidad nacional deIglesia y estado. Para ello seapoyaba en
rias intentonas antigubemamentales --como la de volar el Parlamento- y con- la idea qne toda antoridad procedía del consentimiento de lacomunidad y noen
tralaautoridad legítima. Entiempos deTomás Moro, los cat6licos argumentaban el derecho divino, con locual también eravisto con desconfianza por aqueUos a
sobre una base firme y nacional, pero, yaenel siglo xvn, suúnica esperanza es- quienes apoyaba. Los puritanos, afirmaba Hooker, traicionaban la causa nacional
taba en un cambio político hecho desde arriba, con apoyo intemacional. El pri- al noquerer reconocer el orden eclesiástico, que erael connatural a la sociedad
mer producto de la reforma inglesa había sido la Iglesia anglicana, fundada pnr cristiana inglesa, y con ella se confundía. Eldelito del puritanismo sería querer
Enrique VlII. Tras la escisi6n con Roma, pronto seplanteó la cuesti6n de refor- crear unasociedad distinta dentro de layaexistente, romper launidad deunaIn-
mar interiormente el orden eclesiástico del reino. Tal reforma, qne entrañ6 la di- glaterra cristiana.' Con eUo Hooker expresaba la desazón característica de cuan-
soluci6n de monasterios y conventos con todas sus vastas tierras, tuvo efectos tos teóricos sociales, encualquier país europeo, empezaban a enfrentarse con las
econ6micos cruciales para eldesarrollo del capitalismo, amén delos políticosen consecuencias del naciente pluralismo ideológico y cultural. Su influjo sobre
lo que se refiere al afianzamiento del poder del gobierno. . grandes fundadores posteriores del Iiberalismo.rcomo John Locke, no es sor-
Durante el reinado de Isabel (1533-1603) aparecieron los puritanos. El pu- prendente, pues el problema de la heterogeneidad dentro de la unidad es crucial
ritanismo intentaba convertir la Iglesia anglicana -cat6lica excepto encuanto al para esadoctrina.
titular de sujefatura- enuna iglesia realmente protestante, es decir, que refor- Lafacci6n puritana de los independientes o congregacionalistas era extre-
mara la doctrina religiosa, el ritual y las actitudes de sus fieles, y no s610 laje- mista en cuanto a suconcepción de la autonomía sociorreligiosa de los creyen-
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tes. Consideraban losindependientes que la jerarquía eclesiástica carecía de au- cialel deque la aristocraci'¡~1Í1glesa estuviera dispuesta a participar en negocios
toridad para organizar o impedir la formación de grupos decristianos unidos para e inversiones con mucha mayor presteza que la continental). Respecto a la Igle-
practicar su religión. Los creyentes podían asícrear sus comunidades sin venia sia,ya acabamos de vercuán fragmentada estaba. La fragmentación noprovoca
de la autoridad, como en los tiempos remotos del cristianismo primitivo. Una trastornos cuando cada secta carece depretensiones sobre el conjunto social, pero
consecuencia nodesdeñable es que, en sumente, la Iglesia'seidentificaba conel éste noeraen absoluto el caso deInglaterra. Dentro del estamento burgués, la si-
cuerpo decreyentes. Naturalmente, estas creencias y supráctica eran aún más re- tuación no era menos lensa; frente a los grandes ricos, existía el grupo de los
volucionariasy no podían existir sinque se produjéran cambios sustanciales en pauperizados por la indostria, y junto a ambos un sistema medieval de gremios
la estructura pollticorreligíosa del país, El rasgo más importante deestadoctrina enemigos del libre tráfico de mercancías y favorecedores de la regulación de la
es que implicaba un sistema general de tolerancia. Los congregacionalistas no competencia en beneficio propio. Enfin, enel campo existía nnagran parte de la
deseaban sufrir la autoridad de la jerarquía, pero tampoco la negaban paraquie- población en condiciones de servidumbre no mucho mejores que lasmedievales
nes quisieran acogerse a ella, A pesar de sufrir persecución porsus ideas tole- y,en muchos casos, agravadas porel vaUado (ene/osure) de terrenos que erigían
rantes, los congregacionalistas las mantuvieron contra viento y marea. La tole- losamos para la cría de ganado. Las expropiaciones se multiplicaban y los cam-
rancia moderna, política, religiosa y de opinión está en deuda conmovimientos pesinos abandonaban en masa sus moradas para merodear por un país preñado ya
como éste, fruto de laforzosa coexistencia de varios grupos religiosos de distinta de amenazas e inseguridad. En muchos casos, loscampesinos rompían los valla-
confesionalidad. Aquí se hace explícita y triunfa abiertamente la tolerancia for- dosy ocupaban violentamente la enclosure. Estas revueltas y su sofocación san-
zada porel agotamiento bélico que se trasluce enel Tratado deWestfalia, y que, grientafueron preludio delconflicto final.
porende, no esunatolerancia genuina, sino uncompromiso a desgana entre po- Carlos I quiso imponer suautoridad pormétodos semejantes a los de supa-
tencias confesionalmente hostiles. dre: disolvió el Parlamento cuando éste rehusó los impuestos quepedía perento-
Aunque, durante ciertas fases de la Revolución inglesa, la tolerancia. pare- riamente. Pero tuvo que volverlo a reunir cuando el pueblo se abstuvo de pagar
ciera estar ausente en ambos bandos, el vencedor puritano la incorporaba como las contribuciones reales. El Parlamento de 1628 confeccionó una Petición de
parte inherente a sus actitudes adqniridas como grupo minoritario. Junto a eUa Derecho que establecía lo siguiente:
existía también otra predisposición no menos importante: la de una moral favo-
rable y fomentadora de la investigación cientffica. Laética delpuritanismo cana- 1) La nación nopuede serobligada a soportar pagos forzados e impuestos
lizó los intereses de muchas personas de la época para que se ejercitaran en el que no hayan sido votados porel Parlamento.
cultivo de la ciencia. El puritanismo Uamaba con fuerza al estudio pragruático, 2) Nadie puede serdetenido ni privado de sus bienes salvo en virtnd de
sistemático y racional de la naturaleza, paramayor gloria de Dios y de su crea- unadecisión judicial, conforme con las leyes del país,
ción, asícomo para dominar nnmundo qne consideraba moralmente corrompido. 3) Cesarán las detenciones de los ciudadanos que se efectúan en nombre
Nosorprende pues que, a mediados del siglo xvn, los puritanos constituyeran el. de la ley marcial.
64porciento de la célebre institución cientffica, la Royal Society, a pesar deser 4) Los militares no podrán alojarse en lascasas de lospaisanos.
unapequeña minoría dentro de toda la sociedad inglesa.'
Carlos I tenía que aprobarla si es que quería que se votara su propuesta de
impuestos. En consecuencia, la aprobó pensando violar más tarde la palabra
4. La guerra civil'. dada. Como así lo hiciera, el Parlamento declaró «enemigo capital delestado a
todo aquel que sugiriera la exacción de tributos sinautorización del Parlamento
Cuando Carlos I (1600-1649) subió al trono en 1625, seencontró con la he- o que contribuyera a eUo directa o indirectamente» y proclamó que todo aquel
rencia de los conflictos que el absolutismo desupadre había desencadenado. La que absolviera a esta o estas personas sería considerado «traidor a laslibertades
actitud despótica de Jacobo I no había hecho sino reforzar las profundas' desi- de Inglaterra y enemigo del país». Mediante la Petición de Derecho y esta de-
gualdades e injusticias qoe dividían a la sociedad inglesa. En ellala nobleza es- claración, se ibaperfilando un pensamiento político-constitucional vigoroso y un
tabaseparada en dos cuerpos diferentes: por un lado, el de los grandes señores sistema degarantías constitucionales, vigentes hoy en muchas democracias par-
feudales y, porotro, la gentry aburguesada; junto a ellos, surgía una burguesía lamentarias. Elrey disolvió denuevo elParlamento, sedirigió a laCámara de los
que aspiraba a lacategoría gentilicia, enriquecida porlapiratería, el tráfico dees- Lores para hallar apoyo y comenzó a gobernar porcuenta propia como monarca
clavos, el comercio y la primera industria, que chocaba contra el inmovilismo absoluto. Pudo hacerlo durante once años. Fue ayudado porThomas Wentworth,
aristocrático (un inmovilismo menor que eldeotros países, pues esun hecho cm- hecho lord Strafford, uurealista político de gran frialdad. Los impuestos se mul-
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tiplicaron, y unode ellos, el llamado de la shipnwlll'}' en 1636, quepagaban las inglesa es la menos planeJl'lI.Í(Lo mismo puede decirse de la Revolución Indus-
ciudades litorales, provocó unacrisis. John Hampden, diputado deldisuelto Par- trial en el mismo país.) Enellasesuceden los eventos sinque exista un proyecto
lamento, rehusó pagar los 35 chelines y 6 peniques quele correspondían, y su . revolucionario auténtico. As! surgió ungrupo deconciliadores quesobrestimaban
abogado afinnó ante lostribunales queel rey nopodía pedir dinero sinconsenti- lasintenciones constructivas delpartido monárquico. Éstos seapuntaban unavic-
miento parlamentario. Aunque Hampden fue multado, su fama y la del caso se toria tras otra. Mas, cuando la situación comenzaba a serdesesperada, los dipu-
extendieron por todo el reino, por ser un símbolo de las libertades ausentes. tados más enérgicos consignieron fonnar unejército parlamentario radical y dis-
Mientras tanto, la situación religiosa ibaempeorando. El primado de Ingla- ciplinado. En él comenzó a descollar Oliver Cromwell (1599-1658), hombre
terra, arzobispo de Canterbury, era William Laud (1573-1645), hombre de in- piadoso, quehabía estudiado en Cambridge pero prefería la vida rural. Cromwell
fluencia sólo comparable a Strafford y de moralidad más quedudosa. El arzo- comprendió que sin un ejército convencido, dispuesto a combatir con entrega a
bispo intentó recuperar los inmensos bienes raíces perdidos por la Iglesia, al la causa popular, noera posible vencer. Se hizo reclutador, volvió a su condado,
tiempo quereformaba la liturgia anglicana y laacercaba a lacatólica detalmodo . Huntingdonshire, y se trajo unos sesenta hombres, a los que armó y diomontura,
que la sospecha de papismo se bizo presente en segnida. El papa le ofreció la formando con ellos el primer escuadrón del futuro regimiento de los «costados
púrpura cardenalicia al verlo bien queiban para él lascosas en Inglaterra, cosa de hierro» (ironsides). A fines delaño1642 tenía los catorce escuadrones nece-
que rebusó Laud con sabia prudencia, Todo empeoro al suprimir William Laud sarios, y nombró oficiales entre susfamiliares y amigos, engeneral deorigen hu-
la libertad religiosa con castigos, violencia y tormentos, Pero lasvíctimas delte- milde. El ejército de Cromwell era una milicia ideológica, no exenta de fana-
rror arzobispal reforzaron los sentimientos profundamente piadosos de los pro- tismoy no dispuesta al compromiso, sino a llevar las reivindicaciones de los
testantes populares. Los templos se vaciaban y el pueblo practicaba la religión oprimidos hasta el final. La aparición de la ideade un ejército revolucionario
por sucuenta. Este descontento religioso, combinado con el económico y de de- ideológico es importante; antes delaRevolución puritana noexisten ejemplos tan
rechos constitucionales, hizo que el rey convocara al Parlamento. Allí surgió completos, pueslas revueltas decampesinos, o hasta unarebelión como la de Es-
John Pym (1584-643), un abogado de provincias que se reveló como un gran partaco en Roma, carecían de una doctrina revolucionaria propiamente dicha. A
hombre de estado y como guía certero de las fuerzas demócratas. Ante la infle- medida que avanzaba la gnerra, y ya tomaba aspectos más favorables para las
xibilidad de esteParlamento, llamado el Parlamento Corto, Carlos 1 lo disolvió fuerzas parlamentarias, lossoldados formaron 10 quepodrfaruos lIarnar «comités
al mes de haberse reunido. Pero el monarca y susconsejeros se dieron cuenta de de losdiputados soldados», 270 años antes quehicieran 10 propio los delejército
queera imposible gobernar sin la Cámara Baja o de los Comunes; ante esto, re- revolucionario ruso.t Encada escuadrón de caballería lossoldados y suboficiales
currieron a la estratagema de organizar unas elecciones y comprar o coaccionar nombraban dosdiputados, los cuales, a su vez, se reunían para elegir a doshom-
a los votantes. Gracias a ello, el nuevo parlamento, llamado el Parlamento Largo, .bres querepresentaban a todo el regimiento, y quefueron bautizados con el nom-
teníauna mayoría constitucionalista de sólo 57 por ciento frente a un 43 por brede agitators. Gracias a ellos, se autodefinió solemnemente el ejército inglés
ciento de monárquicos, que era exigna frente a la habilidad maniobrera de la. como «unión de hombres libres delpueblo deInglaterra quese han reunido con
fuerte minoría. Los parlamentarios contaban conPyrn, quien desplegó unahabi- la firme intención de defender las libertades y los derechos fundamentales del
lidad tan grande como su celoparlamentario. John Pym consignió la disolución pueblo».
de la Cámara Estrellada (unajurisdicción adJitraria) y la prisión del arzobispo Con el ejército inspirado y gniado porCromwell, el Parlamento dejó de al-
Laud, entre otras medidas. Pym, entonces, en 1641 sugirió la idea de presentar al canzar compromisos con el rey (yacantivo) y con los diputadosleales a él. La
rey un informe general sobre los abusos cometidos, al quedebían segnir serias tenacidad delejército eramantenida también porJohn Lilbume, oficial de Crom-
reformas, Éstaera la Grand renwnstrance, quefue votada cori unamayoría jus- well, qnesospechaba de los mismos generales delejército y deCromwell mismo,
tísima y, después de varias vicisitudes, comenzó a circular, impresa, para cono- por sus tratos constantes y personales con Carlos l. Lilbume formé en tomo de
cimiento delpueblo. Carlos 1contestó con altivez y acosó a Pyni de altatraición, sn persona un grupo cnasi comunista llamado de los levellers, cuyas ideas mere-
juntoa otros miembros de losComunes, y se trasladó a Oxford, donde convocó cerán atención en segnida. Fueron éstos quienes propusieron la abolición de la
un «Parlamento auténtico» con los lores y los comunes que le eran fieles, al . monarquía. Hasta entonces su inexistencia era considerada como una posibilidad
tiempo quese hizo conun ejército mercenario, dirigido porsu sobrino el prín- teórica solamente en los tratados de teoría política, salvo en el caso de algnna
cipeRuperto, un ser bestial en todos los sentidos. A su ejército seunieron toda cindad-estado como la de Venecia. Los level/ers o niveladores plantean la cues-
suerte de soldados de fortuna. tión en términos prácticos porprimera vez. La respuesta de la jefatura delejér-
Los parlamentarios o constimcíonalistas comenzaron la campaña despreve- citofue queesesería nn peligroso paso en 10 desconocido y qneviolaba los prin-
nidamente. Suele decirse que, de todas lasrevoluciones políticas occidentales, la cipios de Un contrato de derecho natural entre el pueblo y el soberano. En la
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misma asamblea marcial en que esto ocurría, se pidió también el sufragio uni- mitivo, hace denuevo ~-:1~ci6n. Mesianismo aparte, los nuevos diputados hi-
versal, considerando el valor idéntico de todos los hombres de Inglaterra. Esta cieron una considerable labor de racionalización y simplificación legal: confec-
posición extremista y la más compromisaria deCromwell seenfrentaron, pero la cionaron sanas codificaciones, crearon elmatrimonio civil, eliminaron privilegios
habilidad de este último supo sofocar a los descontentos. eclesiásticos que estaban enmanos delos ricos; todo ello enmenos decuatro me-
Mientras tanto, el rey pndo maquinar una nueva insurrección de grandes ses. Cromwell, menos extremista, consiguió disolver este Parlamento, pues veía
proporciones enEscocia y eneloeste. Cromwell dirigió una campaña victoriosa, que ibadirectamente a la abolición de las diferencias económicas de fortuna. A
y perdió toda paciencia con el intrigante, que gozaba deunacautividad más que cansa deello, Oliver Cromwell seerigió enjefesupremo delpaís. Fue nombrado
relativa. Primero realizó una purga enel Parlamento, eliminando a loselementos protector de la república, con gran alivio porparte dela gran burguesía y alegría
monárquicos y luego acusó formalmente a Carlos Estuardo ante los diputados de los jefes militares. El pueblo, cansado de guerras, estaba complacido. Laex-
que quedaban. Resultado: Carlos 1fue juzgado y ejecutado, la monarquía abolida cepción eraladelospiadosos y radicales «hombres delaquinta monarquía», que
y laCámara de los. Lores suprimida. Elpoder supremo pertenecía al Parlamento deseaban seguir legislando.
y elejecutivo a unConsejo deEstado. Ello provocó una reacción enEscocia, que Pero Cromwell no podía gobernar. inconstitucionalmente sobre un pueblo
era refractaria a la república, y losescoceses coronaron rey a Carlos JI, primo- que había aprendido en dura y larga lucha a gobernarse a sí mismo; El nuevo
génito deldecapitado. Cromwelllos derrotó enWorcester, locual hizo queeljo.. Parlamento presenció la formación de tres partidos, uno cromwelliaao, otro re-
ven rey tuviera quehuir al continente. Con ello acaba la fase bélica de la Revo- publicano y otro «presbiteriano» (enrealidad, monárquico). A pesar deello, ha-
lución inglesa y comienza ladel gobierno delos revolucionarios. bilidosamente, Cromwell fue neutralizando o eliminando políticamente a losdi-
putados quenole apoyaban. Con ello, esta vez se ganó la enemistad. de la gran
burguesía, al tiempo qne losmonárquicos -subvencionados porel gobierno es-
5. El puritanismo en el poder pañol y porelftancés-> se iban recuperando, y agitaban las provincias. Crom-
well y sus hombres dividieron entonces Inglaterra en doce distritos militares y
El Parlamento Largo nollevó a cabo todas las reformas internas que eran administrativos, para la represión delossubversivos. Los gobernadores actuaron
necesarias para un gobierno estable. Cromwell esperó pacientemente su hora y con eficacia y, gracias a ello, se convocaron elecciones parlamentarias. La ma-
cooperó directamente en sudisolución en 1653, más deunaño antes de que ex- yoría de los elegidos eracromwelliana, pero Cromwell, con unamaniobra, no
piara su período legal dejurisdicción. Aldisolverse (o serforzada a ello) la cá- permitió quela minoría entrara en la sala de reuniones. Rápidamente se orga-
mara legislativa, Cromwell nombró una asamblea de «hombres píos» con fun- nizó una oposición de levellers o niveladores y monárquicos, y comenzaron a
ciones interinas. Estos hombres que sereunieron en Whitehall pertenecían a la tramar vanas conspiraciones. Cromwell murió en 1658 con poderes casi monár-
gentry, a la pequeña burguesía londinense y a otros sectores de la clase media. quicos y nombró protector a su hijo Richard, que tenía contactos con los que
Estaasamblea de hecho se constituyó en un nuevo Parlamento, con todos IQS querían la restauración. Cromwelllo sabía y él mismo pensaba ya en esaposi-
usos del anterior. En el fondo, se trataba de un conjnuto de hombres pertene- bilidad seriamente.
cientes a las numerosas sectas religiosas, con unafe absolnta en la próxima ve- El gobierno más estable de la Revolución puritana se había convertido en
nida de la «quinta monarquía», es decir, de Jesncristo, que coronaria las otras unanueva tiranía. Quizás esto influyera en la vuelta de la actitud favorable de
cuatro, representadas porBabilonia, Persia, Grecia y Roma. Los Fifth Monarchy los ingleses hacia la restauración monárquica. Sinembargo, a pesar de los ava-
Men, comn a sí mismns se llamaban, no carecfan portanto de creencias mesiá- tares subsiguientes quetuvo que sufrir, se había consolidado el legalismo, el
nicas y quiliásticas, forjados durante sus años de persecución y lucha. Entre los parlamentarismo, la libertad religiosa (admitida en 1689) y se había creado un
teólogos medievales, era común la creencia -basada en las profecías de Da- ejércitopopular. Una limitación notable de la Revolución inglesa fue sufalta de
niel- deque la historia estaba dividida enlos cuatro períodos antedichos. Elúl- . internacionalismo; aunque sus consecuencias fueron muy considerables en In-
timo había dedurar hasta el Día del Juicio. Si tenemos encuenta la popularidad glaterra y en América del Norte, hasta la Revolución francesa no eucontramos
de estas nociones durante la Revolución inglesa, comprenderemos hasta qué un movimiento cuya dinámica interna incluya la dimensión internacional. Fi-
punto estaban muchos de sus protagonistas anclados también enun universo de nalmente, al estimar las limitaciones a la libertad política impuestas porel do-
aspiraciones y creencias premodemas. minio de Cromwell, hay que tener en cuenta que gran parte de quienes le se-
Muchas de las reformas que emprendieron los «hombres píos», iban enca- guían aspiraban a la libertad religiosa, no a la política, y que sólo dos grupos
minadas a la instauración del que ellos creían serel reiuo deCristo en la Tierra. minoritarios, losniveladores y los monárquicos presbiterianos, deseaban esta úl-
La idea de la Ciudad de Dios, que hemos visto emerger con el cristianismo pri- tima con vehemencia.
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6. El comunismo durante la Revolución inglesa bre, arrastrado po;'~malas inclinaciones; se ha vuelto devorador delos bienes
desu prójimo. Ha sido asr destruida laprimitiva comunidad deiguales y hasido
sustituida por una sociedad compuesta por poseedores ydesposeldos. La mayo-
Ciertas fuerzas revolucionarias, las mismas que foimaron los comités desol-
dadeloshombres, privada demedios de subsistencia, ha sido forzada a conver-
dados enel ejército, noquisieron contentarse con la refonna religiosa y las mo- tirse en esclava dequienes le habían robado su derra. IO
dificaciones econ6micas que se iban sucediendo, puesto que no transformaban
radicalmente el orden imperante de la propiedad. Pertenecfan a dos grupos, El
p~mero, ya mencionado, erael de los leveilers o niveladores, dirigido porJohn En los otros textos de los dieeer., las referencias a la tierra son también
Lilburne (aprox. 1614-1657). Y el segundo era el de los dieeers ocavadores.s constantes. Engeneral, puede verse que su mayor reproche vacontra losposee-
Junto a los «hombres de la quinta monarquía», constitufan el alamás radical del dores detierras, pero este reproche esgeneralizado para explicar lacondici6n hu-
movimiento revolucionario; tanto fueasí, que consiguieron enajenarse del poder mana en el sentido de queexisten exploradores y explorados, y para exigir que
revolucionario y marginarse durante todo el perfodoen que ésteduró, de 1640 a hay queacabar con tal diferencia. Muchas otras sectas -y toda la filosofía so-
1660. Sus logras fueron reducidos y efflneros, pero enla historia de lasideas so- cialmedieval- reconocía hecho tan notorio, pero ledaba unainterpretación di-
ciales son el primer movimiento comunista enEuropa. ferente. La naturaleza perversa del hombre, que nace yaen pecado, imposibilita
Los niveladores noeran propiamente comunistas, aunque eran acusados de la propiedad comunitaria y la igualdad de fortunas. Esto noeraaceptado porlos
tal.es porsusenemigos: Insistían enla igualdad detodos loshombres a nivel po- dieeers. Segón ellos, es la desigual distrihnción de la riqueza, sobre todo de la
IítIC? y de re~resentacl6n, asícomo en el religioso; eneste ültímo provenían de agraria, la que causa lainjusticia que sufren los hombres y nosus predisposicio-
los l?depen~lentes y, ~r lo tanto, luchaban contra el sistema jerárquico de la nes supuestamente malignas, Estas ideas fueron expresadas con mayor precisi6n
Iglesia anghcana. Manifestaron sus teorías en unsinnúmero de panfletos polfti- porGerard Wmstanley.
cos, que entrenaron al pueblo en la discusi6n pública de losasuntos nacionales. Wmstanley dirigi6 unescrito, enfonna de libro, a Cromwell (publicado en
A pesar de susideas religiosas, los niveladores empleaban argumentos raciona- 1652), con el nombre de La Ley delaLibertad, que eslaexpresi6n más acabada
les donde lascitas bfblicas eran escasas o brillaban porsu ausencia. En materia que alcanzó la teoría comunista durante la Revoluci6n inglesa. Segón Winstan-
política, su laicismo eraevidente. Lilhnme insistía enque el gobierno existía tan ley, la naturaleza humana inclina al hombre hacia lacomunidad, hacia el pr6jimo,
s610 por consentimiento popular. Para él y sus seguidores, el derecho político su familia y su patria, pero también le inclina hacia sf mismo egoísticamente,
fundamental erael de haber nacido. Esta doctrina erademasiado revolucionaría Esta última tendencia, cuya expresi6n es la codicia y la ambición, es. la pasión
para. los puritanos que estaban en el poder, pites.éstos respetablln muchas leyes queha creado losesrados basados en la opresión, en la explotaci6n de los más
sancionadas porla costumbre, mientras que los niveladores querían daral traste débiles por los más fuertes. Esta opresi6n tiene muchas formas. El «engañoso
conellas e imponer uniguálitarismo político y legal tan radical que hnbiera im- arte de vender y comprar», que es el de losmercaderes hnrgueses pero también
plicado a su vez unarevoluci6n econ6mica. Porotra parte, existía en sudoctrina el del rey, es unade ellas. En un pafs no amenazado porla posible conquista,
u?a marcada tendencia hacia laabstraeci6n y lageneralidad, y unafalta desolu- como eraInglaterra, lo quequeda porsuprimir esel derecho a comprar y a ven-
Clones concretas que complementaran sus aserciones sobre elderecho natural. Su der. El tráfico de mercancías -o de tierras convertidas en tales- enriquece a
programa no parecía ni plausible ni pragmático a muchas gentes que, no obs- unos pocos y deja a losdemás en la pobreza. Porlo tanto, noseconcibe que la
tante, apoyaban el movimiento político revolucionario. . riqueza pueda adquirirse honestamente. Siempre hay que robar algo a otro para
Los niveladores más radicales se llamaban a sí mismos dieeers, y fueron el poder acumularla.
único grapo que concibi6 la revoluci6n en términos de Iiberaci6n econémíca de De acuerdo con estas ideas, Winstanley propone la propiedad común de la
lasclases pobres.' Como losniveladores engeneral, los dieeers utilizaban losra- tierra y exige el trabajo de todos loshombres capaces. Los productos serán re-
zonamientos y las apelaciones alderecho natural envez decitar losacostumbra- partidos de acuerdo con sus necesidades. La organizaci6n polltica deberá ser
dos textos sagrados, pero suobjetivo principal eramostrar lainjusticia delas de- corno la propuesta por los niveladores: sufragio universal masculino, pero los
sigualdades econ6micas. Uno de sus panfletos famosos, La luz que brilla en cargos durarán solamente unaño, para evitar lacorrupci6n. Además, Winstanley
Buckinehamshire, afirmaba: propone un sistema racionalista de educaci6n y hace mucho énfasis en la ense-
ñanza de la técnica, frente a la teología, por la que no siente las más mínimas
(...] todos loshombres, al detentar el mismo privilegio de venir almundo, deben simpatías. Cree que la doctrina eclesiástica es unaforma de escapismo porme-
poseer en igual medida elprivilegio de gozar desus bienes. Lo cual quiere decir diodelcnal el hombre pierde conciencia desfmismo ydesusituaci6n deserex-
que nadie tiene el derecho de apoderarse dela tierra del prójimo. Pero el hom- plotado, en especial de sus derechos innatos. Esto no hace de Winstanley un
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.;'/
hombre irreligioso, al contrario, toda suobra esta preñada de puritanismo, ensu ción, que cuando cesó, di;'~o a la aparición de las primeras obras realmente
aspecto más profundo y menos dogmatíco.n En medio de la revolución, Wins- fundacionales de la doctrina liberal en el terreno político; Unas décadas más
tanley creía ver señales de que Dios se había despertado «pam sacar de su bajo tarde surgían las queredondeaban ladoctrina enel económico.
estado a su pueblo, el de los más humildes, los más miserables seres humanos, Harrington nosólo percibi6la importancia delosfactores económicos enel
aqueUos que son tratados corno polvo de la tierra, que se aplasta al andar. Por desarroUo de la Revolución que presencié, sino que su obra -tanto la utopía
eUos y para ellos será en primer lugar revelada la Nueva Ley de la Justicia». Océana corno su Arte de legislar-,- presentan un esquema de cansacióu social
Estas ideas quedarían olvidadas por mucho tiempo, hasta eucontrar un pri- basado en la economía, Según él,a cada sistema económico corresponde unaes.
mereco en la Revolución francesa y sertornadas mucho más en serio enépocas tructura política. Esunanoción que habría degozar delarga carrera en el futuro.
posteriores a eUa. Las mismas doctrinas republicanas de los puritanos habían de La existencia deuna relación causal entre economía ypoljtíca tenía algnnos pre-
sufrir, en general, un retroceso momentáneo con la restauración monárquica. No cedentes. Aristóteles, porejemplo, atribuía cierta preponderancia a loselemeutos
obstante, en 1688, con la Uamada Gloriosa Revolución (que bien poco tenía de económicos de una ciudad; así, sedaba cuenta de que la estabilidad deun régi-
ello), seconsolidó uncompromiso importante entre quienes habían acabado con men democrático declases medias dependía delbienestar económico deesas cla-
el absolutismo monárquico años antes y las fuerzas más conservadoras. Las re- ses. Pero Harrington fueel primero enestablecer una correlación clara entre sis-
formas de 1688, aunque liberales y parlamentaristas, nofueron muy democráti- tema político y sistema económico. Tajantemente, Harrington afirma que la
cas,"pero crearon el marco institucional dentro del cual la politeya británica se forma degobierno corresponde fielmente a la forma enque la propiedad estare-
. movi6 durante los tres siglos siguientes, partida. Pero su idea fija es la propiedad de la tierra, nola de los bienes indus-
triales y,porello, toda suconstrucción teórica" supone unarepública agraria, en
la que comerciantes y manufactureros tienen unaimportancia marginal. Aunque
7. Los escritores republicanos y la consolidación de la Revolución inglesa' esto nocoincidiera con la yapujante realidad delaburguesía inglesa, el hecho es
quelas ideas deHarrington plantean unainterpretación económica de la política
Con la subida al trono de Carlos II de Inglaterra, en 1660, se produjo una y eUo según unsistema decausación objetiva. Enlaformulación deeste último,
restauración que daba al traste con los logros revolucionarios. Sin embargo, el sudeuda con Hobbes es muy evidente.
nuevo despotismo no pudo durar, y en 1688 y 1689 se produjo una segunda, y Porotraparte, Harrington cree que todo gobiemo bien equilibrado, con un
pacífica, revolución, que consistió enel establecimiento deuncompromiso, me- sistema de propiedad rural bien repartida, tiene que tender a la forma republi-
diante el cnallnglaterra y Escocia se unían bajo una misma monarquía parla- cana. La equal commonwealth (república equilibrada) es duradera, pues en ella
mentaria. Seevitaba con eUo tanto el extremismo del gobierno puritano corno el . losrebeldes carecen de poder -{) sea, deriqueza suficiente- y los carentes de
delreal despótico. La Cámara delos Comunes adquiría redoblada fuerza y, siaún riqueza son adictos al régimen porpropio interés. Este fenómeno se prodnce,
no representaba a todo el pueblo sino sólo a los gmpos más ricos, la posibilidad • pues, según el antedicho axioma, deqne el eqnilibrio del poder dentru delestado
deir ampliando surepresentatividad estaba abierta. La libertad política individual depende y varía según el eqnilibrio de la propiedad. Ahora bien, corno nn go-
quedaba asegnrada alabolirse lacensura, en 1695, y al mejorar laadministración bierno deesetipo nopuede reconocer nnjefesupremo, heredero del territorio na-
de la jnsticia. Corno se mostró, habíase desechado la idea deque todos los süb- cional, Harrington cree que la república gobernada por leyes soberanas es la
ditos deunpaís tenían que pertenecer a un mismo credo religioso, con lo cual la única solución para la estabilidad y lajusticia, aunque, para él, se tratara ·de una
religión dejó de seryauua cuestión central enlas luchas políticas. Como contra- república cuyos cargos debían serelegidos sólo porla clase de los propietarios
partida, las reformas enesta susegnnda fase prolongaron el conservadurismo de mrales. Aunqne éldeseaba ver ampliada esaclase, suesquema nodeja deserun
los poderosos -alta burguesía y aristocracia- que, más. tarde, lograrían atrin- plan de república aristotélica. No obstante, los principios que la inspiraban se
cherarse en loslogros deunarevolución que, en definitiva, había sido hecha en acercan más al futuro ideal liberal que a los que inspiraban la dictadura parla-
pleno siglo XVll,13 cuando no había madurado aón la que iba a ser la ideología mentaria y pnritana de Oliver Cromwell.
principal de la. política futura, ladoctrina liberal. Milton, porsuparte, nodescolló porsuconstitucionalismo, sino porsu én-
Sin embargo, ladoctrina liberal comenzó a gestarse yadurante los años del fasis en unafaceta importante de toda concepción liberal del estado: la libertad
dominio puritano republicano, y halló suprimera expresión enalgnnos escritores deexpresión. En 1644 publicó la Aeropagitica, un panñeto que esuno delos do-
de aqueUa época, tales corno James Harrington (1611-1677) -autor yamencio- cumentos clásicos en defensa de la libertad tanto personalmente como por los
nado entre losutopistas- y John Milton (1608-1674), el poeta del Paraíso Per- medios escritos de divulgación. Su idea fundamental es la de que el error no
dido. Después se produjo un período de forzado silencio, durante la Restaura- puede trinnfar sobre la vetdad y que, porlo tanto, si permitimos la libre circula-
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ción y diálogo de las ideas, el error irádesapareciendo. Milton desea la libertad S. Robert K. Merton, fO?:ial 1heory andSocial Structure, Glencoe (IlJinois), 19571,
pp. 574, 575, 585.
de opinión -fl0 sólo porrazones propias, las que corresponden a!deseo natural 6. Para los datos históricos que siguen, cf Gérard Walter,l..a révolution anglilise. 1641·
dedecir loque se píenss--, sino también porsuconfianza en losfrutos ventajo, 1660, Paris, 1963, passim. .
sosde la pública y pacífica discusión delos asuntos que atañen a todos, ala ma- 7. Ibid., p.75.
.yoría o a unaminoría. 8. Para estos movimientos, cf Joseph Frank, 1he Levellers, Londres, 1955, passim.
9. Su movimiento fue analizado por el socialista Eduard Bemstein, SoValismils und De-
Milton, que erauno delos secretarios é, la repóblica deCromwell, escribió mokratie in dergrossen Englisehen ReVoluiion, 1895, que no he podido consultar.
también un panfleto sobre Elmandato de rey !S Y magistrados, quefue adoptado 10. Cilado por G;Walter,op. cit., pp. 93·94.
porel Parlamento en 1649 y enelcual expone una teoría del contrato.social, se- 1L rile Works ofGerard WinstanIey, editadas por George Sabine, en lta<:a (Nueva York),
1941, ef.la Introducci6n.
gün lacual «el cargo derey» fue establecido «por Acuerdo del Pueblo, quien eli- 12 G. M Trcvelyan, A Shortened History of England, Hannondswortb, Penguin, 1942,
gióa un hombre para su protección y su propio bien, y para su mejor gobierno; p.275.
según lasleyes pordicho pueblo consentidas»." La teoría del contrato socia! po- 13. G. M. Trcvelyan, The English Revolution, 1688·1689, Universidad de Orford, 1938,
seía unalarga historia. Desde la misma idea de nomos, o ley humana, que signi- pp. 1·10.
14. Harrington, Oceana, passim.
ficaba también convención, hasta el republicanismo deMillon, son mültíples los 15. l. W. Gough, 'I1le Social Comraa. Universidad de Oxford, 1957 (l.' ed, 1936), p.99.
escritos quela aluden de algún modu. La idea de pactum aparece en san Agus-
tín y reaparece en el final de la Edad Media, Ysobre todo después, con la obra
de losmonarcómanos; en las Vindiciae, la idea de un coutrato original entre el
pueblo y el rey es fundamental. Vitoria, Molina y Suárez lodesarrollan también.
Hobbes lomoderniza y lo lleva al terreno de lapolítica práctica: «Los contratos,
sinlaespada, son palabras hueras» Cuando Mílton y los parlamentarios ingleses
la aceptau corno elemento no teórico sino ótil para legislar y gobernar, se puede
decir que comienza la eradel predominio de este concepto clave de la ideología
liberal.
Asumodo, Milton es también unescritor detendencias aristocráticas, corno
Harrington. Si éste deseaba el predominio de su numerosa aristocracia terrate- .
niente, Miltoo, platónico en muchas cosas, deseaba el de una aristocracia de los
espíritus más refinados e inteligentes, con probada superioridad moral. Para es-
tablecer esa«aristocracia delespfritu», John Millon no sefiaba demasiado dela
masa electoral, pero tampoco explicaba cómo podía resolverse el problema dela.
elección de los mejores. Enel fondo, sus ideas parecen serunatrasposición al
campo político de la creencia calvinista deque muy pocos son loselegidos. Sea
corno fuere, ni estos dos escritores republicanos ni otros de su época desarrolla-
ron unateoría real dela soberanía popular. Ésasería laobra de los autores dela
segnnda parte de la revolución, y también la de toda la larga y fructífera tradí-
ción liberal subsigniente, nosólo auglosajona, sino también contiuental.

Notas
1. Como mostr61ohn U1ric Nef, 1heRise o/1he British Coallmhutry, Londres, 1932.
2. lames l. Political Works: Trew I.aw 01Free Monarchies. Cambridge (Mass.), 1918,
p.307.
3. R. H. Tawney, Religion and the Rise ofCnpitalism. trad cast deJaime Menéndez: La
religión enelorigen delcapitalismo. Buenos Aires. 1959. pp. 205-290.
4. W. Allen, Political TJwught in the Sixteenrh Century. Londres, 1941 (La ed., 1928),
U parte, cap. 2.

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