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karla berrens
sobre cartografías sonora urbanas
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sonidos que producen un orden urbano y por de muchas disciplinas académicas. Una
ende influyen sobre la producción de lugar característica clave del concepto de paisaje
(Atkinson, 2007; Feld, 1994 y 2005). La sonoro es que parece acomodarse mejor que
importancia de esta investigación es que el el nivel de ruido a los muchos factores que
sentido aural es situado como el elemento influyen la experiencia humana en el
articulador del marco investigativo: no es un ambiente al aire libre” (Davies y otros, 2009b:
fragmento de dato colateral o adyacente, sino 9).
un elemento clave. El foco lo constituye el
sonido y las dinámicas de la producción de El paisaje sonoro y el paisaje están unidos el
lugar a través del sonido. Como afirma uno al otro, indivisibles, y la herramienta (la
Gershon (2013), “dado que los seres única que tenemos) para relacionarlos con el
humanos dan sentido a su mundo a través del espacio es nuestro cuerpo. Pero, ¿de qué
sensorium (e.g. Howes, 2003 y 2006; Stoller, maneras el sonido puede influenciar nuestra
1997), tanto en sus construcciones de producción del lugar?
significado como en sus modos de ser,
escuchar una investigación interpretativa es 4. Sonidos del lugar y el cuerpo
una experiencia fundamentalmente diferente
de leerla. No necesariamente mejor, pero Parte importante del sonido, en un
ciertamente diferente. El sonido resuena en ambiente urbano, es hecho por el hombre;
maneras en que el texto no puede hacerlo pero no sólo el sonido es producido por de
(Gershon, 2013a). Prestar atención al sonido esta manera, sino además hay una fuerte
requiere una manera diferente de ser respecto influencia humana en la propagación y
de leer un texto. Como cualquier que ha reverberación de este sonido (Barry y Salter,
intentado reproducir horas de audio o que ha 2007). Nuestras formas arquitectónicas,
escuchado una canción sabe, el escuchar se plazas, diseños y materiales contribuyen a una
desenvuelve temporalmente de un modo que influencia manufacturada respecto de cómo
la lectura no lo hace –abrirse paso a través de viaja el sonido. Para tal efecto, el modo en
sonidos no es lo mismo que hacerlo a través que los espacios son habitados influye
de un texto”. también en cómo suenan los cuerpos,
nuestros pasos, voces y vestuario. El ritmo de
Además, el paisaje es la palabra-matriz que nuestras vidas, nuestros tiempos y opciones
contiene todos los paisajes sensoriales. Se son factores que contribuyen a los sonidos y
trata de lo que los sentidos relacionan con la ritmos de un espacios y del paisaje sonoro
percepción de lugar (en tanto concepción de (Bull y Back, 2003). Por lo tanto, el espacio,
espacio) (Agnew, 2011). Vemos el paisaje el sonido, los cuerpos y el lugar están
pero también oímos, olemos, saboreamos y entrelazados con el tiempo. Esto, a su vez, ha
nos orientamos en él. Desde esta perspectiva, llevado al surgimiento de lo que algunos han
el paisaje puede ser pensado como una zona llamado “violencia acústica” (Labelle, 2010),
de experiencia, por contraposición a aquel que corresponde a los volúmenes excesivos
discurso limitante donde el paisaje es lo que que los cuerpos se infligen a sí mismos en el
se ve, el paisaje olfativo lo que se huele, el espacio. Pero, ¿estos sonidos no son parte de
sonoro lo que se escucha… (Ingold, 2007). las marcas acústicas que Shaffer (1994) estaba
tan interesado en preservar? ¿Afectan a los
Desde el paisaje, retornamos al paisaje cuerpos, o son los cuerpos quienes también
sonoro, entendido como la composición los afectan? La ciudad contemporánea es,
aural de un área: “El concepto de paisaje como ya lo ha afirmado Simmel (1908) a
sonoro es amplio, y considera el ambiente de propósito de los tiempos modernos,
sonido completo de una locación así como la ensordecedora. Pero nosotros la hacemos y
respuesta humana a éste. Así, atrae el interés nosotros la vivimos.
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Sin embargo, “el ruido no es sólo una sensibilidades de los cuerpos, aquello a lo que
molestia ambiental. Más bien, entrega de el cuerpo responde en cada sentido, desde las
modo destacado una experiencia clave para el orientaciones sexuales a las olfatorias,
establecimiento de una comunidad acústica en gustativas o aurales. De ahí la importancia de
elaboración” (Labelle, 2010: 82). No somos un cuerpo sensible que se encuentra
capaces de cerrar nuestros oídos como despierto y en contacto con los sentidos. La
podemos cerrar los ojos. El sondo atraviesa y fenomenología no sólo permite al
perfora el espacio, y cuando estamos en él, investigador explorar la relación entre el
nunca se detiene y se encuentra en constante cuerpo y el espacio, sino que permite que
cambio. El sonido y el lugar están así emerja el proceso de estar-en-el-mundo
relacionados en esta cualidad de evolución ad (Merleau-Ponty, 1992). La fenomenología
eternum. Mientras nos movemos a través del cultural y la queer (Ahmed, 2008b) son
sonido, nuestros cuerpos establecen un dinámicas de cuestionamiento y análisis de las
diálogo con el paisaje sonoro. Nos hace relaciones que el cuerpo (el sujeto) establece
querer caminar por una parte de la calle o por con el espacio. Así, a través de examen de
otra, influye sobre nuestra comprensión y estas relaciones pueden emerger algunos
relación con un espacio, y por tanto sobre procesos de producción del lugar. Como han
nuestra producción del lugar. Por ejemplo, si indicado Csordas y Ahmed, todos
hay ruidos de construcción fuertes a un lado establecemos una dinámica con el espacio
de la calle, ese lugar se puede volver que está condicionada por nuestra cultura y
desagradable, y podemos querer cambiarnos self social. En otras palabras, nuestro estar-en-
al otro lado. Por lo tanto, nuestros senderos el-mundo depende de nuestra percepción
de navegación están entrelazados con el sensorial y respuesta emocional.
paisaje sonoro de la ciudad, lo que a su vez
significa que las relaciones que establecemos “En el movimiento del sonido, la
en el espacio urbano se encuentran producción de un intercambio es
condicionadas por su paisaje sonoro, y por representada; un lugar es generado por la
ende, con nuestra producción del lugar. temporalidad del auditorio. ‘Este es nuestro
Además, estos senderos de navegación momento’ se vuelve inmediatamente ‘este es
ejercen una influencia en la producción del nuestro lugar’” (Labelle, 2010: xvii). En
paisaje sonoro. (Sin mencionar que nuestro realidad, el cuerpo establece un diálogo
background social y cultural tiene tanto que ver silencioso con el paisaje sonoro. Este no sólo
con el tipo de sonido que producimos como nos “advierte” de lo que está más adelante o
con el tipo de sonidos que nos atrae o de lo que viene, como las sirenas policiales o
repele.) un grupo de niños que podemos oír antes
que lo veamos, para actuar de manera acorde,
Csordas (1999) examina el concepto de pero también cambia mientras lo
fenomenología cultural en profundidad. El atravesamos, lo hacemos al tiempo que lo
“no sólo reconoce, sino que además pone un consumimos. La reacción que tenemos ante
énfasis particular en las orientaciones él es también culturalmente determinada
experienciales y epistemológicas del sujeto, (Back, 2006). Lo que intento enfatizar aquí es
sin perder de vista la historia personal y que, cuando se trata del paisaje urbano
cultural que enmarca la percepción sensorial. sonoro, lo hacemos al mismo tiempo que lo
En otras palabras, la manera en que el sujeto usamos o consumimos.
percibe, interpreta y genera así significado se
realiza a través de un proceso que es sensible Volvamos por un momento a la viñeta del
al contexto” (Droumeva y Andrisani, 2011: comienzo de este artículo. En ella, he
4). Ahmed (2008b) explora también la noción descrito una caminata sónica por el East End
de las orientaciones: para ella se trata de las de Londres. Digamos, por ejemplo, que una
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mujer bengalí residente en el área hiciera este actitud es una respuesta a un bombardeo de
relato: ¿recogería la misma información estímulos. Pero si realmente pudiéramos
sónica? ¿O escucharía un recuento reparar en nuestros cuerpos sensibles y
completamente diferente? Si tuviéramos corporeizar nuestras orientaciones y nuestro
puntos en común, ¿podrían ser interpretados estar-en-el-mundo en el espacio urbano,
de la misma manera? Mi relato aural es una pronto encontraríamos que la actitud que
expresión de los procesos que han tenemos no es de imitación, sino que es de
intervenido en la producción de aquel lugar. hecho de compositores. Somos
Es también una narración de cómo dialogo compositores, músicos del paisaje sonoro.
con el paisaje urbano sonoro y cómo lo Por otra parte, el sonido nos involucra, nos
produzco mientras avanzo. El hecho de que guste o no -a no ser que cubramos nuestros
advirtiera, por ejemplo, los materiales de los oídos con algún dispositivo como un estéreo
zapatos se debe en parte a que son diferentes personal, en cuyo caso aparece un conjunto
de los míos, suenan diferente y son reflejo de enteramente nuevo de parámetros. Bull
otra práctica cultural. De hecho, nuestra (2007) ha realizado un comprehensivo
manera de estar-en-el-mundo es a la vez estudio sobre el iPod para ilustrar esto.
producto y portadora de prácticas culturales.
El paisaje sonoro nos involucra. Nosotros
5. La escucha como methexis componemos este paisaje. Lo que hemos
compuesto nos involucra, no sólo como
Nancy (2007) tiene una interesante engendradores de esta composición sino
propuesta sobre lo que realmente implica también como usuarios. Y a su vez, este
escuchar, que puede iluminar algunas de las involucramiento con el paisaje urbano sonoro
prácticas culturales mencionadas con es -y se traduce en- un involucramiento con
anterioridad. Para él, el sonido es methexis el espacio urbano.
(participación), y la visión es mimesis
(imitación). “Así, la centralidad de una Entonces, recapitulemos. Agnew (2011)
subjetividad aural es representada a través de define el lugar como una concepción del
la participación interpersonal, intercambio y espacio. De hecho, el lugar es constituido a
comunión con el contexto cultural través de las dinámicas con las que nos
circundante” (Droumeva y Andrisani, 2011: involucramos en un espacio relacional
3). Por lo tanto, podemos argumentar que en (Massey, 1999). Por lo tanto, si nos
el acto de escuchar ya hay un elemento de vinculamos con procesos de composición y
participación en la configuración de lo que producción con el espacio urbano sonoro
estamos escuchando; en este caso, el paisaje que, a su vez, da forma a la manera en la que
urbano sonoro. entendemos y vivimos el espacio urbano,
podemos argumentar que el paisaje urbano
A la luz de que se ha mencionado, somos sonoro juega un papel importante en la
usuarios y compositores de este paisaje producción del lugar. Además, podemos
sonoro. La producción del paisaje sonoro y argumentar que tanto el paisaje sonoro como
su utilización son procesos que involucran el el lugar están unidos el uno al otro. De
cuerpo, la arquitectura, el espacio urbano y la hecho, podemos querer ir más allá y,
naturaleza. El paisaje sonoro informa nuestra basándonos en las evaluaciones previas de
experiencia de la ciudad. Sin embargo, este trabajo, argumentar que no sólo el
vivimos en una sociedad óculo-céntrica, paisaje urbano sonoro cumple un papel en la
prefiriendo por tanto la imitación a la producción del espacio, sino que además
participación, toda vez que la imitación informa e influye en la manera en que
remite a la actitud blasé descrita por Simmel y navegamos y representamos el espacio.
explicada al comienzo de este artículo. Una
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