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DERECHO AGRARIO
(TEMARIO)

Conceptos varios.

Latifundio. Es una finca rústica de amplias dimensiones. Se trata de una explotación agraria de
gran extensión que, por lo general, no utiliza la totalidad de sus recursos de manera eficiente.

Ejido. Es la porción de tierra de uso público que no se labra y que permite establecer las eras o
reunir los ganados. El ejido puede ser propiedad de un municipio o de un Estado. Son
propiedades rurales de uso colectivo. Se creaba mediante la expropiación de tierras que
excedieran los límites de la pequeña propiedad, y eran dotados a un grupo de personas para la
explotación en común.

Agostadero/ Pastizal. Tierras con capacidad para producir forraje para el ganado y animales
silvestres.

Coeficiente de Agostadero. Relación área-unidad animal, adecuada para mantener una


explotación ganadera en forma económica y productiva permanente, sin deteriorar el recurso
natural; esto es, sea la superficie necesaria para mantener una unidad animal en explotación y
producción animal máxima y permanente en un área dada, compatible con la perpetuación de
los recursos naturales.

Consumo Animal. Cantidad de forraje en materia seca que cada animal debe consumir
diariamente o por año para mantenerse y producir de acuerdo a su capacidad genética y función
zootécnica.

UNIDAD 1
DEFINICIÓN DE DERECHO AGRARIO
Y OTROS CONCEPTOS AFINES

1.1 DIVERSAS DEFINICIONES DE DERECHO AGRARIO

Enciclopedia Jurídica Gerardo N. González Isaías Rivera Rodríguez


Mexicana Navarro
Es la parte del ordenamiento Es el conjunto de normas Es el conjunto de normas,
jurídico que regula las legales que regulan las leyes, reglamentos y
relaciones que surgen entre relaciones que surgen entre disposiciones en general,
los sujetos que intervienen en los sujetos dedicados a la doctrina y jurisprudencia, que
la actividad agraria. También actividad agropecuaria, se refieren a la propiedad
se ha dicho que el derecho derivadas esas relaciones rústica y a las explotaciones
agrario constituye el orden con motivo de la tenencia de de carácter agrícola.
jurídico que regula los la tierra con destino agrícola,
problemas de la tenencia de pecuario o forestal, así como
la tierra, así como las de su explotación racional del
diversas formas de propiedad medio ambiente, llevando
y la actividad agraria. como principal objetivo el
mejoramiento de la calidad de
vida de las familias
campesinas a través de una
mayor redituabilidad en la
producción del sector
primario, otorgando para ello
seguridad jurídica en la
tenencia de la tierra, a la vez
que permite el esfuerzo
asociado entre sujetos
agrarios con terceras
personas.
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Jesús G. Sotomayor Garza Rigel Bolaños Linares Martha Chávez Padrón


Es el conjunto de normas de Es aquel que regula las Es el conjunto de normas
contenido de normas de relaciones que surgen entre (teóricas y prácticas) que se
contenido jurídico que se los sujetos que intervienen en refieren a lo típicamente
refieren a la propiedad rústica la actividad agraria, también jurídico, enfocado hacia el
y a las explotaciones norma los problemas de la cultivo del campo, y al
agrícolas, ganaderas y tenencia de la tierra, así como sistema normativo que regula
forestales, así como a las las diversas formas de todo lo relativo a la
actividades conexas y propiedad y la actividad organización territorial rústica
auxiliares. agraria. y a las explotaciones que
determine como agrícolas,
ganaderas y forestales.

1.2 CONTENIDO DEL DERECHO AGRARIO MEXICANO

El contenido del Derecho Agrario lo forman sus normas jurídicas vigentes que regulan lo
relativo a la propiedad rústica incluyendo toda institución que se relacione con este concepto y a
su explotación, a colación de la cual y teniendo en cuenta la planificación agraria, debe incluirse
la agricultura, ganadería, silvicultura y actividades que permiten al campesino el
aprovechamiento de todos sus recursos, y aquellas que coadyuvan a que dichas actividades den
mejores resultados como son los referentes a los aprovechamientos hidráulicos, créditos y
sociedades agrícolas, educación rural y agrícola, colonización, vías de comunicación rurales,
seguros agrícolas, seguro social en el campo, higiene y salubridad rural, industrialización
agrícola, derecho laboral rural, contratos y concesiones rurales, etc., hasta la extensión agrícola
con todos los renglones que ésta implica.

1.3 CONCEPTOS AFINES

1.3.1 LO AGRARIO

 La palabra mencionada viene del latín agrarium, de ager, campo, en consecuencia designa
todo lo relativo al campo.
 En su acepción restringida agrario debe ser tomado como sinónimo de reparto de tierra.
 En su acepción amplia, quiere decir todo lo relativo a la tierra, tomando este vocablo como
sinónimo de suelo.
 En nuestro país, lo agrario se ha ido reduciendo, pues actualmente no abarca la pesca, la
caza, ni la minería. Parece que también se ha iniciado la segregación de la silvicultura,
desde las reformas constitucionales de 1947. Sucede que desde el punto de vista jurídico,
los reglamentos forestales no tienen una relación directa con el Derecho Agrario; aún
desde el punto de vista económico, la silvicultura presenta una relación mediata, pues la
reforestación, por ejemplo, sólo influye directamente en la agricultura.

1.3.2 LO AGRÍCOLA

 Es lo perteneciente o relativo a la agricultura o a quien la ejerce.


 Del latín ager, campo, y colere, cultivar. Tocante a la agricultura o al que la ejerce.

1.3.3 POLÍTICA AGRARIA

Es concebida como el conjunto de directrices y políticas conjuntas para el apoyo y la


regulación de la agricultura en un Estado. Generalmente, tiene como objetivos esenciales:

 Aumentar la productividad agrícola.


 Asegurar un nivel de vida digno para los agricultores.
 Estabilizar los mercados.
 Garantizar un excedente fijo de alimentos y hacer llegar los productos a los consumidores
a precios razonables.

El apoyo que un Estado presta a la agricultura se realiza a través de una serie de


mecanismos entre los que se incluyen determinadas medidas de intervención en el mercado y
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subsidios directos, que se deciden, con una periodicidad anual, el grado de ayuda a los precios,
basándose en propuestas emitidas por los mercados.

Se imponen aranceles a los productos importados de terceros países, para que no


puedan tener una ventaja comparativa respecto a los producidos en el Estado de origen. La
exportación se facilita pagando a los exportadores la diferencia existente con los precios de
mercado, para que puedan competir con garantías en los mercados internacionales.

1.3.4 REFORMA AGRARIA

La reforma agraria es un proyecto político a gran escala cuyo objetivo es un cambio


rápido y radical del régimen de propiedad y explotación de la tierra. Bajo esta denominación se
encuentran múltiples procesos que deben ser contextualizados en relación a tres cuestiones
clave: el alcance, las indemnizaciones y la organización.

La reforma puede afectar a todo un país o a parte del mismo, orientarse a grandes
parcelas y latifundios o incluir también medianas propiedades, o estar limitada a criterios de
rendimiento. Deberá producir, en todo caso, una transformación profunda de la estructura de
propiedad y explotación.

Las tierras pueden ser confiscadas (en las economías socialistas) o expropiadas con
indemnización. Si se indemniza, puede emplearse el valor fiscalmente declarado de la propiedad
(Italia, 1951) o condicionar el pago a la reinversión en la industria (Perú, 1969). La organización
de los beneficiarios, en cuanto al tamaño de las nuevas explotaciones y su capitalización, es la
clave final del éxito en términos de incremento de la renta familiar disponible.

1.3.5 PROBLEMA AGRARIO

El problema que aquí se plantea es aclarar cuál deba ser el alcance del derecho agrario,
si, por ejemplo, debe comprender a todo lo que tiene que ver con el fenómeno suelo, con el
fenómeno tierra, o si, por el contrario, nada más deba circunscribirse al mundo del campo objeto
de cultivo o explotaciones agropecuarias y forestales. Mendieta y Nuñez, sobre este punto,
señala que el contenido del derecho agrario en México viene dado por el alcance de las leyes,
reglamentos y demás disposiciones administrativas referentes a la propiedad rústica, a la
agricultura, ganadería, silvicultura, aprovechamientos de aguas, crédito rural, seguros agrícolas,
colonización y planificación agraria; por su parte Martha Chávez Padrón, partiendo de esta
descripción intenta pormenorizar lo más posible este mismo contenido y nos ofrece una lista
enorme de aspectos que quedan comprendidos como contenidos del derecho agrario, tanto
desde el punto de vista histórico, como de su moderno y presente planteamiento.

Parecidos problemas de falta de uniforme aceptación entre los tratadistas se presentan


en la importante cuestión de la determinación de las fuentes del derecho agrario. Sin ánimo de
entrar en la polémica, podemos afirmar, con la opinión mayoritaria, que se consideran fuentes
del derecho agrario, aquellas de carácter formal, como la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, la ley y demás disposiciones de alcance general; la jurisprudencia, en materia
de amparos agrarios; la costumbre; los principios generales de Derecho y la doctrina de los
autores.

UNIDAD 2
EL DERECHO AGRARIO MEXICANO
COMO UN DERECHO SOCIAL

2.1 CLASIFICACIÓN DEL DERECHO

2.1.1 TEORÍA TRADICIONAL

Derecho Natural Derecho Vigente/positivo


Es una doctrina ética y jurídica que postula la La expresión derecho vigente significa:
existencia de derechos humanos fundados o ''actual'', ''que tiene fuerza'', ''que domina o
determinados en la naturaleza humana. prepondera''. Lo que está vigente o en vigor
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Propugna la existencia de un conjunto de es algo que es actual, que vale ahora. Así,
derechos universales, anteriores, superiores ''vigencia'' significa ''duración o periodo en
e independientes al derecho positivo y al que algo vale o prepondera''.
derecho consuetudinario.
El iuspositivismo o positivismo jurídico es una
El derecho natural supone la existencia de corriente de pensamiento jurídico, cuya
derechos que son justos en sí mismos, sin principal tesis es la separación conceptual de
necesidad de que el Estado o un grupo social moral y derecho, lo que supone un rechazo a
los valide o los consideren como justos; por una vinculación lógica o necesaria entre
tanto, son válidos para todos los hombres, en ambos.
todo tiempo y en todo lugar.
El positivismo afirma que sólo es derecho
aquello que está escrito en un ordenamiento
jurídico. Por lo tanto, la única fuente del
derecho, el único origen de la norma, se
fundamenta en el hecho de que está por
escrito y vigente en un país, en un
determinado momento histórico.

Finalmente, el positivismo sostiene que solo


es válida aquella norma jurídica que haya sido
creada de conformidad con el debido proceso
legislativo establecido por la norma
fundamental (Constitución).
Derecho Objetivo Derecho Subjetivo
Es el conjunto de normas que forman el Ha sido definido de diferentes maneras: como
sistema jurídico positivo de una nación un interés jurídicamente protegido (Rudoplh
von Ihering); como la potestad o señorío de la
voluntad conferido por el ordenamiento
jurídico (Winsdscheid), y como el poder para
la satisfacción de un interés reconocido, entre
otras maneras.

El derecho subjetivo faculta a las personas


para poder actuar con libertad siempre que
se haga dentro de los límites de la legalidad;
dota a las personas de la posibilidad de
realizar actos jurídicos y además permite
exigir a los demás el cumplimiento de los
deberes impuestos en las normas.

Así, se habla de "tener derecho a algo" o de


"ejercer un derecho". Por lo tanto, el derecho
subjetivo es el poder para realizar actos
jurídicos o exigir el cumplimiento de
obligaciones, reconocido a una persona
quedando a su arbitrio la posibilidad de su
ejercicio y defensa.

Derecho consuetudinario Derecho Escrito


Es el derecho que tiene como fuente a la A su vez, el derecho escrito es aquel que se
costumbre. funda en la ley. En su sentido más amplio, ley
es toda regla jurídica formulada por escrito
La costumbre que crea el derecho o para regir en el futuro y que es elaborada o
costumbre jurídica es una especie dentro del sancionada por los órganos del Estado. En
conjunto de los usos sociales. En efecto, no este sentido el término ley incluye conceptos
basta que un hábito se encuentre arraigado como los de constitución, decreto o
en una sociedad, para que sea fuente de reglamento.
derecho. La teoría romano-canónica
consideraba que la costumbre jurídica debía
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integrarse con dos elementos fundamentales: En los sistemas de derecho escrito existe un
el primero de carácter objetivo, la inveterata orden jerárquico entre las normas que lo
consuetudo consistente en la práctica componen. En ellos existe una Constitución
suficientemente prolongada de un que determina los procesos de creación de
determinado proceder y el segundo de todas las demás normas del orden jurídico.
carácter subjetivo, la opinio iuris seu Generalmente se otorga a un órgano especial
necessitatis caracterizado por la convicción ''el poder legislativo'' la facultad de dictar las
existente de que dicha práctica es obligatoria normas generales. Estas normas son las
y, por lo tanto, puede ser impuesta leyes en sentido formal. Sin embargo,
coactivamente por el Estado. Estos dos también el poder ejecutivo legista a través de
elementos constitutivos de la costumbre decretos o reglamentos. El proceso legislativo
jurídica se expresan perfectamente en la esta sujeto a ciertas etapas: iniciativa,
definición de Claude du Pasquier: ''La discusión, aprobación, promulgación.
costumbre es un uso implantado en una
colectividad y considerado por ésta como México es un país de derecho escrito, en el
jurídicamente obligatorio.” cual la costumbre no tiene prácticamente
ninguna importancia. El artículo 10 del Código
Civil para el Distrito Federal establece que
contra la observancia de la ley no puede
alegarse desuso, costumbre o práctica en
contrario.

Derecho Nacional Derecho Internacional Derecho Comunitario


Se le ha denominado también Se divide en Derecho Prácticamente se refiere al
Derecho Nacional debido a Internacional Público y Derecho comunitario
que rige en un país Derecho Internacional europeo, el cual es el derecho
determinado. Privado, el primero regula de la Unión Europea (UE). Su
relaciones entre Estados nombre deriva de Comunidad
soberanos, es decir, los Europea (CE), que es como
tratados y conflictos entre inicialmente se conocía a la
potencias autónomas; y el UE.
segundo regula las
relaciones entre un Estado
soberano y los particulares
de otra nación.

2.1.2 CLASIFICACIÓN MODERNA

Derecho Público Derecho Privado Derecho Social


Es un conjunto de normas Se entiende por Derecho Es el conjunto de normas
que regulan las actividades Privado el conjunto de jurídicas que establecen y
de los particulares frente al normas que regulan las desarrollan diferentes
Estado y las relaciones de los relaciones jurídicas entre principios y procedimientos
Estados soberanos entre sí. personas que se encuentran protectores en favor de las
Se divide en Interno y legalmente consideradas en personas, grupos y sectores
externo, según que se aplique una situación de igualdad, en de la sociedad integrados por
en el interior de un país o que virtud de que ninguna de ellas individuos socialmente
rija internacionalmente. actúa, en dichas relaciones, débiles, para lograr su
investida de autoridad convivencia con las otras
Se integra por el conjunto de estatal. clases sociales, dentro de un
normas jurídicas que regulan orden jurídico.
el ejercicio de la autoridad del El Derecho Privado se divide
estado y sus órganos a través en: Se divide en:
de los cuales ejerce dicha
autoridad, así como el Derecho Civil. Derecho del Trabajo o
contenido de sus posibles Laboral.
actos y el procedimiento Derecho Mercantil.
mediante el cual deben Derecho Agrario.
realizarse.
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Derecho Económico.
A su vez, se compone de los
siguientes tipos de Derechos: Derecho de la Seguridad
Social.
Derecho Constitucional.

Derecho Administrativo.

Derecho Procesal.

Derecho Penal.

Derecho Internacional
Público.

Derecho Internacional
Privado.

2.2 LA CONSTITUCIÓN POLÍTICO-SOCIAL DE 1917

2.2.1 LAS GARANTÍAS INDIVIDUALES

Este capítulo es una pendejada porque se basa en la anterior redacción del artículo 1
constitucional. Mejor puse la nueva redacción del artículo.

El artículo 1º de la Carta Magna manifiesta: “En los Estados Unidos Mexicanos todas las
personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece…”

A. En la Constitución Política de 1917, las garantías de igualdad son:

 Goce, para todo individuo, de las garantías que otorga la Constitución.


 Prohibición de la esclavitud.
 Igualdad de derechos sin distinción de sexos.
 Prohibición de títulos de nobleza, prerrogativas y honores hereditarios.
 Prohibición de fueros.
 Prohibición de ser sometidos a proceso con apoyo en leyes privativas o a través de
tribunales especiales.

B) Las garantías de libertad se dividen en tres grupos: a) las libertades de la persona


humana, b) las libertades de la persona cívica, y c) las libertades de la persona social.

a) Las libertades de la persona humana se subdividen en libertades físicas y libertades


del espíritu. Las libertades de la persona humana en el aspecto físico son:

 Libertad para la planeación familiar.


 Libertad de trabajo.
 Nadie puede ser privado del producto de su trabajo, si no es por resolución judicial.
 Nulidad de los pactos contra la dignidad humana.
 Posesión de armas en el domicilio para la seguridad y legitima defensa.
 La Ley establece las condiciones para la portación de armas.
 Libertad de locomoción interna y externa del país.
 Abolición de la pena de muerte salvo en los casos expresamente consignados en la
Constitución, aun cuando dicha pena ha sido suprimida totalmente, al derogarse
paulatinamente las disposiciones respectivas de los códigos penales federal y de todas las
entidades federativas.
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b) Las libertades de la persona humana en el aspecto espiritual son:

 Libertad de pensamiento.
 Derecho a la información.
 Libertad de imprenta.
 Libertad de conciencia.
 Libertad de cultos.
 Libertad de intimidad, que comprende dos aspectos: inviolabilidad de la correspondencia
e inviolabilidad del domicilio.

c) Las garantías de la persona cívica son:

 Reunión con fin político.


 Manifestación pública para presentar a la autoridad una petición o una protesta.
 Prohibición de extradición de reos políticos.

Las garantías de la persona social son: la libertad de asociación y de reunión.

C) Las garantías de la seguridad jurídica son:

 Derecho de petición.
 A toda petición, la autoridad contestará por acuerdo escrito.
 Irretroactividad de la ley.
 Privación de derechos sólo mediante juicio seguido con las formalidades del proceso.
 Principio de legalidad.
 Prohibición de aplicar la analogía y la mayoría de razón en los juicios penales.
 Principio de autoridad competente.
 Mandamiento judicial escrito, fundado y motivado, para poder ser molestado en la persona,
familia, domicilio, papeles o posesiones.
 Detención solo con orden judicial.
 Abolición de prisión por deudas de carácter puramente civil.
 Prohibición de hacerse justicia por propia mano.
 Expedita y eficaz administración de justicia.
 Prisión preventiva solo por delitos que tengan pena corporal.
 Garantías del auto de formal prisión.
 Garantías del acusado en todo proceso criminal.
 Solo el Ministerio Público y la Policía Judicial pueden perseguir los delitos.
 Prohibición de penas infamantes y trascendentes.
 Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito.
 Los juicios criminales no pueden tener más de tres instancias.

La declaración de garantías sociales está contenida primordialmente en los artículos 3,


27, 28 y 123 de la Constitución, que se refieren a la educación, al agro, al régimen de propiedad
y al aspecto laboral.

2.2.2 GARANTÍAS SOCIALES

Disposiciones constitucionales que establecen y regulan los derechos y prerrogativas de


los grupos humanos o de la nación en su conjunto, conforme a criterios de justicia y bienestar
colectivos.

Las garantías sociales protegen al hombre como integrante de un grupo social y le


aseguran un mínimo educativo y económico. Las garantías sociales implican un hacer por parte
del Estado, en cambio las garantías individuales representan primordialmente una abstención
por parte del propio Estado.

A través de las garantías sociales se protege a los grupos sociales más débiles. Para
ello nacieron estas garantías y en parte así subsisten, solo que actualmente se han extendido
para otorgar protección en general; tal es el caso de la educación y de la seguridad social.
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La idea de los derechos sociales lleva implícita la noción de: a cada quien según sus
posibilidades y sus necesidades, partiendo del concepto de igualdad de oportunidades. Para
reglamentar estas garantías sociales, han nacido específicas ramas del derecho.

Las garantías sociales se encuentran contenidas en los artículos 3o, 27 y 123 de la


Constitución Política, que se refieren, respectivamente, a la educación; a los derechos de la
nación sobre sus recursos, a la proscripción del latifundismo y a la protección del campesino; y
a la tutela del trabajador. Sin embargo, en otras disposiciones constitucionales también se hacen
referencias a aspectos vinculados con las garantías sociales. Tal es el caso del artículo 4o,
relativo a la salud y al menor; del 28, relativo a las facultades del Estado en materia económica,
y del 73, que confiere al Congreso de la Unión facultades para legislar en materias que incluyen
a las garantías sociales.

El artículo 27 constitucional ha sido objeto de numerosas reformas y adiciones a partir


de 1917. Para mejor referencia se transcribe a continuación:

“Artículo 27. La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los liḿ ites del
territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho
de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.

Las expropiaciones sólo podrán hacerse por causa de utilidad pública y mediante
indemnización.

La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las


modalidades que dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el
aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer
una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo
equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana.
En consecuencia, se dictarán las medidas necesarias para ordenar los asentamientos humanos
y establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a
efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la fundación, conservación, mejoramiento
y crecimiento de los centros de población; para preservar y restaurar el equilibrio ecológico; para
el fraccionamiento de los latifundios; para disponer, en los términos de la ley reglamentaria, la
organización y explotación colectiva de los ejidos y comunidades; para el desarrollo de la
pequeña propiedad rural; para el fomento de la agricultura, de la ganadería, de la silvicultura y
de las demás actividades económicas en el medio rural, y para evitar la destrucción de los
elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad.

Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la


plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias
que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta
de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y
metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las
salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la
descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los
yacimientos minerales u orgánicos de materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes;
los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos
o gaseosos; y el espacio situado sobre el territorio nacional, en la extensión y términos que fije
el Derecho Internacional.

Son propiedad de la Nación las aguas de los mares territoriales en la extensión y


términos que fije el Derecho Internacional; las aguas marinas interiores; las de las lagunas y
esteros que se comuniquen permanente o intermitentemente con el mar; las de los lagos
interiores de formación natural que estén ligados directamente a corrientes constantes; las de
́ s y sus afluentes directos o indirectos, desde el punto del cauce en que se inicien las
los rio
primeras aguas permanentes, intermitentes o torrenciales, hasta su desembocadura en el mar,
lagos, lagunas o esteros de propiedad nacional; las de las corrientes constantes o intermitentes
y sus afluentes directos o indirectos, cuando el cauce de aquéllas en toda su extensión o en parte
́ ite al territorio nacional o a dos entidades federativas, o cuando pase de una
de ellas, sirva de lim
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entidad federativa a otra o cruce la línea divisoria de la República; la de los lagos, lagunas o
esteros cuyos vasos, zonas o riberas, estén cruzadas por líneas divisorias de dos o más
entidades o entre la República y un pais ́ vecino, o cuando el lim
́ ite de las riberas sirva de lindero
entre dos entidades federativas o a la República con un país vecino; las de los manantiales que
broten en las playas, zonas marítimas, cauces, vasos o riberas de los lagos, lagunas o esteros
de propiedad nacional, y las que se extraigan de las minas; y los cauces, lechos o riberas de los
lagos y corrientes interiores en la extensión que fija la ley. Las aguas del subsuelo pueden ser
libremente alumbradas mediante obras artificiales y apropiarse por el dueño del terreno, pero
cuando lo exija el interés público o se afecten otros aprovechamientos, el Ejecutivo Federal podrá
reglamentar su extracción y utilización y aún establecer zonas vedadas, al igual que para las
demás aguas de propiedad nacional. Cualesquiera otras aguas no incluidas en la enumeración
anterior, se considerarán como parte integrante de la propiedad de los terrenos por los que corran
o en los que se encuentren sus depósitos, pero si se localizaren en dos o más predios, el
aprovechamiento de estas aguas se considerará de utilidad pública, y quedará sujeto a las
disposiciones que dicten las entidades federativas.

En los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el dominio de la Nación es
inalienable e imprescriptible y la explotación, el uso o el aprovechamiento de los recursos de que
se trata, por los particulares o por sociedades constituidas conforme a las leyes mexicanas, no
podrá realizarse sino mediante concesiones, otorgadas por el Ejecutivo Federal, de acuerdo con
las reglas y condiciones que establezcan las leyes, salvo en radiodifusión y telecomunicaciones,
que serán otorgadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones. Las normas legales
relativas a obras o trabajos de explotación de los minerales y substancias a que se refiere el
párrafo cuarto, regularán la ejecución y comprobación de los que se efectúen o deban efectuarse
a partir de su vigencia, independientemente de la fecha de otorgamiento de las concesiones, y
su inobservancia dará lugar a la cancelación de éstas. El Gobierno Federal tiene la facultad de
establecer reservas nacionales y suprimirlas. Las declaratorias correspondientes se harán por el
Ejecutivo en los casos y condiciones que las leyes prevean. Tratándose de minerales radiactivos
no se otorgarán concesiones. Corresponde exclusivamente a la Nación la planeación y el control
del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de
energía eléctrica; en estas actividades no se otorgarán concesiones, sin perjuicio de que el
Estado pueda celebrar contratos con particulares en los términos que establezcan las leyes,
mismas que determinarán la forma en que los particulares podrán participar en las demás
actividades de la industria eléctrica.

Tratándose del petróleo y de los hidrocarburos sólidos, liq ́ uidos o gaseosos, en el


subsuelo, la propiedad de la Nación es inalienable e imprescriptible y no se otorgarán
concesiones. Con el propósito de obtener ingresos para el Estado que contribuyan al desarrollo
de largo plazo de la Nación, ésta llevará a cabo las actividades de exploración y extracción del
petróleo y demás hidrocarburos mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a
través de contratos con éstas o con particulares, en los términos de la Ley Reglamentaria. Para
cumplir con el objeto de dichas asignaciones o contratos las empresas productivas del Estado
podrán contratar con particulares. En cualquier caso, los hidrocarburos en el subsuelo son
propiedad de la Nación y así deberá afirmarse en las asignaciones o contratos.

Corresponde también a la Nación el aprovechamiento de los combustibles nucleares


para la generación de energía nuclear y la regulación de sus aplicaciones en otros propósitos. El
́ nuclear sólo podrá tener fines pacíficos.
uso de la energia

La Nación ejerce en una zona económica exclusiva situada fuera del mar territorial y
adyacente a éste, los derechos de soberania ́ y las jurisdicciones que determinen las leyes del
Congreso. La zona económica exclusiva se extenderá a doscientas millas náuticas, medidas a
partir de la línea de base desde la cual se mide el mar territorial. En aquellos casos en que esa
extensión produzca superposición con las zonas económicas exclusivas de otros Estados, la
delimitación de las respectivas zonas se hará en la medida en que resulte necesario, mediante
acuerdo con estos Estados.

La capacidad para adquirir el dominio de las tierras y aguas de la Nación, se regirá por
las siguientes prescripciones:
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I. Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas
tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener
concesiones de explotación de minas o aguas. El Estado podrá conceder el mismo derecho a
los extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaria ́ de Relaciones en considerarse como
nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar por lo mismo la protección de sus gobiernos
por lo que se refiere a aquéllos; bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio
de la Nación, los bienes que hubieren adquirido en virtud del mismo. En una faja de cien
kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los
extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas.

El Estado de acuerdo con los intereses públicos internos y los principios de reciprocidad,
podrá, a juicio de la Secretaria
́ de Relaciones, conceder autorización a los Estados extranjeros
para que adquieran, en el lugar permanente de la residencia de los Poderes Federales, la
propiedad privada de bienes inmuebles necesarios para el servicio directo de sus embajadas o
legaciones.

II. Las asociaciones religiosas que se constituyan en los términos del artículo 130 y su
ley reglamentaria tendrán capacidad para adquirir, poseer o administrar, exclusivamente, los
bienes que sean indispensables para su objeto, con los requisitos y limitaciones que establezca
la ley reglamentaria;

III. Las instituciones de beneficencia, pública o privada, que tengan por objeto el auxilio
de los necesitados, la investigación científica, la difusión de la enseñanza, la ayuda recíproca de
los asociados, o cualquier otro objeto lícito, no podrán adquirir más bienes raíces que los
indispensables para su objeto, inmediata o directamente destinados a él, con sujeción a lo que
determine la ley reglamentaria;

IV. Las sociedades mercantiles por acciones podrán ser propietarias de terrenos rústicos
pero únicamente en la extensión que sea necesaria para el cumplimiento de su objeto.

En ningún caso las sociedades de esta clase podrán tener en propiedad tierras
dedicadas a actividades agrícolas, ganaderas o forestales en mayor extensión que la respectiva
equivalente a veinticinco veces los límites señalados en la fracción XV de este artículo. La ley
reglamentaria regulará la estructura de capital y el número mínimo de socios de estas
sociedades, a efecto de que las tierras propiedad de la sociedad no excedan en relación con
cada socio los liḿ ites de la pequeña propiedad. En este caso, toda propiedad accionaria
individual, correspondiente a terrenos rústicos, será acumulable para efectos de cómputo.
Asimismo, la ley señalará las condiciones para la participación extranjera en dichas sociedades.

V. Los bancos debidamente autorizados, conforme a las leyes de instituciones de crédito,


podrán tener capitales impuestos, sobre propiedades urbanas y rústicas de acuerdo con las
prescripciones de dichas leyes, pero no podrán tener en propiedad o en administración más
bienes raić es que los enteramente necesarios para su objeto directo.

VI. Las entidades federativas, lo mismo que los Municipios de toda la República, tendrán
plena capacidad para adquirir y poseer todos los bienes raíces necesarios para los servicios
públicos.

Las leyes de la Federación y de las entidades federativas en sus respectivas


jurisdicciones, determinarán los casos en que sea de utilidad pública la ocupación de la propiedad
privada, y de acuerdo con dichas leyes la autoridad administrativa hará la declaración
correspondiente. El precio que se fijará como indemnización a la cosa expropiada, se basará en
la cantidad que como valor fiscal de ella figure en las oficinas catastrales o recaudadoras, ya sea
que este valor haya sido manifestado por el propietario o simplemente aceptado por él de un
modo tácito por haber pagado sus contribuciones con esta base. El exceso de valor o el demérito
que haya tenido la propiedad particular por las mejoras o deterioros ocurridos con posterioridad
a la fecha de la asignación del valor fiscal, será lo único que deberá quedar sujeto a juicio pericial
y a resolución judicial. Esto mismo se observará cuando se trate de objetos cuyo valor no esté
fijado en las oficinas rentiś ticas.
11

El ejercicio de las acciones que corresponden a la Nación, por virtud de las disposiciones
del presente artić ulo, se hará efectivo por el procedimiento judicial; pero dentro de este
procedimiento y por orden de los tribunales correspondientes, que se dictará en el plazo máximo
de un mes, las autoridades administrativas procederán desde luego a la ocupación,
administración, remate o venta de las tierras o aguas de que se trate y todas sus accesiones, sin
que en ningún caso pueda revocarse lo hecho por las mismas autoridades antes que se dicte
sentencia ejecutoriada.

VII. Se reconoce la personalidad jurídica de los núcleos de población ejidales y


comunales y se protege su propiedad sobre la tierra, tanto para el asentamiento humano como
para actividades productivas.

La ley protegerá la integridad de las tierras de los grupos indígenas.

La ley, considerando el respeto y fortalecimiento de la vida comunitaria de los ejidos y


comunidades, protegerá la tierra para el asentamiento humano y regulará el aprovechamiento
de tierras, bosques y aguas de uso común y la provisión de acciones de fomento necesarias para
elevar el nivel de vida de sus pobladores.

La ley, con respeto a la voluntad de los ejidatarios y comuneros para adoptar las
condiciones que más les convengan en el aprovechamiento de sus recursos productivos,
regulará el ejercicio de los derechos de los comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre
su parcela. Asimismo establecerá los procedimientos por los cuales ejidatarios y comuneros
podrán asociarse entre sí, con el Estado o con terceros y otorgar el uso de sus tierras; y,
tratándose de ejidatarios, transmitir sus derechos parcelarios entre los miembros del núcleo de
población; igualmente fijará los requisitos y procedimientos conforme a los cuales la asamblea
ejidal otorgará al ejidatario el dominio sobre su parcela. En caso de enajenación de parcelas se
respetará el derecho de preferencia que prevea la ley.

Dentro de un mismo núcleo de población, ningún ejidatario podrá ser titular de más tierra
que la equivalente al 5% del total de las tierras ejidales. En todo caso, la titularidad de tierras en
favor de un solo ejidatario deberá ajustarse a los límites señalados en la fracción XV.

La asamblea general es el órgano supremo del núcleo de población ejidal o comunal,


con la organización y funciones que la ley señale. El comisariado ejidal o de bienes comunales,
electo democráticamente en los términos de la ley, es el órgano de representación del núcleo y
el responsable de ejecutar las resoluciones de la asamblea.

La restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos de población se hará en los


términos de la ley reglamentaria;

VIII. Se declaran nulas:

a) Todas las enajenaciones de tierras, aguas y montes pertenecientes a los pueblos,


rancheriá s, congregaciones o comunidades, hechas por los jefes políticos, Gobernadores de los
Estados, o cualquiera otra autoridad local en contravención a lo dispuesto en la Ley de 25 de
junio de 1856 y demás leyes y disposiciones relativas;

b) Todas las concesiones: composiciones o ventas de tierras, aguas y montes, hechas


por las Secretariá s de Fomento, Hacienda o cualquiera otra autoridad federal, desde el dia ́
primero de diciembre de 1876, hasta la fecha, con las cuales se hayan invadido y ocupado
ilegalmente los ejidos, terrenos de común repartimiento o cualquiera otra clase, pertenecientes
a los pueblos, rancherías, congregaciones o comunidades, y núcleos de población.

c) Todas las diligencias de apeo o deslinde, transacciones, enajenaciones o remates


practicados durante el período de tiempo a que se refiere la fracción anterior, por compañías,
jueces u otras autoridades de los Estados o de la Federación, con los cuales se hayan invadido
u ocupado ilegalmente tierras, aguas y montes de los ejidos, terrenos de común repartimiento, o
de cualquiera otra clase, pertenecientes a núcleos de población.
12

Quedan exceptuadas de la nulidad anterior, únicamente las tierras que hubieren sido
tituladas en los repartimientos hechos con apego a la Ley de 25 de junio de 1856 y poseídas en
nombre propio a título de dominio por más de diez años cuando su superficie no exceda de
cincuenta hectáreas.

IX. La división o reparto que se hubiere hecho con apariencia de legítima entre los
vecinos de algún núcleo de población y en la que haya habido error o vicio, podrá ser nulificada
cuando así lo soliciten las tres cuartas partes de los vecinos que estén en posesión de una cuarta
parte de los terrenos, materia de la división, o una cuarta parte de los mismos vecinos cuando
estén en posesión de las tres cuartas partes de los terrenos.

X. (Se deroga)
XI. (Se deroga)
XII. (Se deroga)
XIII. (Se deroga)
XIV. (Se deroga)

XV. En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los latifundios.

Se considera pequeña propiedad agric ́ ola la que no exceda por individuo de cien
hectáreas de riego o humedad de primera o sus equivalentes en otras clases de tierras.

Para los efectos de la equivalencia se computará una hectárea de riego por dos de
temporal, por cuatro de agostadero de buena calidad y por ocho de bosque, monte o agostadero
en terrenos áridos.

Se considerará, asimismo, como pequeña propiedad, la superficie que no exceda por


individuo de ciento cincuenta hectáreas cuando las tierras se dediquen al cultivo de algodón, si
reciben riego; y de trescientas, cuando se destinen al cultivo del plátano, caña de azúcar, café,
henequén, hule, palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales.

Se considerará pequeña propiedad ganadera la que no exceda por individuo la superficie


necesaria para mantener hasta quinientas cabezas de ganado mayor o su equivalente en ganado
menor, en los términos que fije la ley, de acuerdo con la capacidad forrajera de los terrenos.

Cuando debido a obras de riego, drenaje o cualesquiera otras ejecutadas por los dueños
o poseedores de una pequeña propiedad se hubiese mejorado la calidad de sus tierras, seguirá
siendo considerada como pequeña propiedad, aún cuando, en virtud de la mejoría obtenida, se
rebasen los máximos señalados por esta fracción, siempre que se reúnan los requisitos que fije
la ley.

Cuando dentro de una pequeña propiedad ganadera se realicen mejoras en sus tierras
y éstas se destinen a usos agrícolas, la superficie utilizada para este fin no podrá exceder, según
el caso, los límites a que se refieren los párrafos segundo y tercero de esta fracción que
correspondan a la calidad que hubieren tenido dichas tierras antes de la mejora;

XVI. (Se deroga)

XVII. El Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados, en sus respectivas


jurisdicciones, expedirán leyes que establezcan los procedimientos para el fraccionamiento y
enajenación de las extensiones que llegaren a exceder los lim
́ ites señalados en las fracciones
IV y XV de este artículo.

El excedente deberá ser fraccionado y enajenado por el propietario dentro del plazo de
un año contado a partir de la notificación correspondiente. Si transcurrido el plazo el excedente
no se ha enajenado, la venta deberá hacerse mediante pública almoneda. En igualdad de
condiciones, se respetará el derecho de preferencia que prevea la ley reglamentaria.
13

Las leyes locales organizarán el patrimonio de familia, determinando los bienes que
deben constituirlo, sobre la base de que será inalienable y no estará sujeto a embargo ni a
gravamen ninguno;

XVIII. Se declaran revisables todos los contratos y concesiones hechas por los Gobiernos
anteriores desde el año de 1876, que hayan traído por consecuencia el acaparamiento de tierras,
aguas y riquezas naturales de la Nación, por una sola persona o sociedad, y se faculta al
Ejecutivo de la Unión para declararlos nulos cuando impliquen perjuicios graves para el interés
público.

XIX. Con base en esta Constitución, el Estado dispondrá las medidas para la expedita y
honesta impartición de la justicia agraria, con objeto de garantizar la seguridad jurid
́ ica en la
tenencia de la tierra ejidal, comunal y de la pequeña propiedad, y apoyará la asesoría legal de
los campesinos.

Son de jurisdicción federal todas las cuestiones que por límites de terrenos ejidales y
comunales, cualquiera que sea el origen de éstos, se hallen pendientes o se susciten entre dos
o más núcleos de población; así como las relacionadas con la tenencia de la tierra de los ejidos
y comunidades. Para estos efectos y, en general, para la administración de justicia agraria, la ley
instituirá tribunales dotados de autonomia ́ y plena jurisdicción, integrados por magistrados
propuestos por el Ejecutivo Federal y designados por la Cámara de Senadores o, en los recesos
de ésta, por la Comisión Permanente.

La ley establecerá un órgano para la procuración de justicia agraria, y

XX. El Estado promoverá las condiciones para el desarrollo rural integral, con el propósito
de generar empleo y garantizar a la población campesina el bienestar y su participación e
incorporación en el desarrollo nacional, y fomentará la actividad agropecuaria y forestal para el
óptimo uso de la tierra, con obras de infraestructura, insumos, créditos, servicios de capacitación
y asistencia técnica. Asimismo expedirá la legislación reglamentaria para planear y organizar la
producción agropecuaria, su industrialización y comercialización, considerándolas de interés
público.

El desarrollo rural integral y sustentable a que se refiere el párrafo anterior, también


tendrá entre sus fines que el Estado garantice el abasto suficiente y oportuno de los alimentos
básicos que la ley establezca.”

En lo que se refiere al artículo 123 constitucional contiene, en sus apartados A y B la


protección y reivindicación de los derechos individuales y colectivos del trabajador. El artículo
123, igual que el 27, ha sido objeto de numerosas reformas a partir de 1917. La más importante
consistió en federalizar la legislación laboral a partir de 1929. Además, en ese artículo se han
introducido, paulatinamente, aspectos que contribuyen a ensanchar el ámbito de las garantías
sociales que contiene.

Entre los principios actualmente en vigor figuran la jornada máxima de ocho horas la
prohibición de labores insalubres y peligrosas; la prohibición de la utilización del trabajo de
menores de 14 años y la fijación de una jornada especial para quienes se encuentren entre esta
edad y los 16; el descanso hebdomadario; la protección a la mujer durante el periodo de
embarazo la definición del salario mínimo; la participación de los trabajadores en las utilidades
de las empresas; la garantía de igualdad en el salario, sin discriminación por concepto de sexo
o nacionalidad; el derecho a la vivienda; el derecho a la capacitación y adiestramiento; el derecho
de los trabajadores a coligarse y a ejercer la huelga y el derecho de disfrutar de la seguridad
social.

Por la particular importancia que el Constituyente de 1916-1917 confirió a los artículos


27 y 123, dispuso, en el transitorio 11 que entretanto el Congreso de la Unión y los estados
legislaran con relación a los problemas agrario y obrero, las bases establecidas por la
Constitución se pondrían en vigor para toda la República. Debe recordarse que hasta antes de
1929 la facultad de legislar en materia de trabajo correspondía, en el ámbito de sus respectivas
jurisdicciones, a la federación y a las entidades federativas. El artículo 11 transitorio de la
14

Constitución tiene el particular significado de que convirtió a dos disposiciones programáticas de


la Constitución Política en principios de carácter general, susceptibles de aplicación aun sin que
existieran leyes reglamentarias.

2.2.3 PARTE ORGÁNICA DE LA CONSTITUCIÓN POLITICA

Esta parte contiene el denominado principio de organización por medio del cual se
establece la forma de gobierno, los órganos de gobierno, la división de poderes, las atribuciones
de cada uno de los órganos de gobierno y la distribución de competencias entre las esferas de
gobierno.

La función de la parte orgánica consiste en establecer la organización del Estado, no


sólo para determinar su composición sino para complementar las garantías individuales en tanto
que delimitan las funciones públicas implementando así el principio de que el poder frene al
poder.

La parte orgánica de la Constitución Política cuenta con principios que han sido
denominados como decisiones fundamentales y, en consecuencia, irreformables. Entre estos
principios se encuentra la forma republicana y federal de gobierno, la existencia de los poderes
ejecutivo, legislativo y judicial y su separación o distinción con la asignación de atribuciones
propias.

2.3. EL DERECHO AGRARIO COMO DERECHO SOCIAL EN MÉXICO

2.3.1 EL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL

Por la gran trascendencia que reviste, no es aventurado afirmar que el artículo 27 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos representa dentro del sistema legal
mexicano, la disposición más significativa de nuestro ordenamiento jurídico.

Lo expuesto en el párrafo que antecede tiene su fundamento en el contenido de dicho


precepto, ya que representa los anhelos y esperanzas de justicia social que el pueblo reclamaba.
A esto se debieron los grandes movimientos armados, que culminaron con la promulgación de
la Constitución de 1917, la cual contiene la norma jurídica objeto de este inciso capitular.

Es de resaltar que, el Constituyente de 1917 modificó diametralmente el concepto de


propiedad que hasta entonces imperaba. El nuevo concepto de derecho real de propiedad
respondió a las exigencias de los principios de justicia social que campearon en las sesiones
previas a la formación definitiva del artículo 27, el cual no tomaba ya como punto de partida al
individuo para regular el derecho de propiedad, sino que éste debería llevar un beneficio a la
sociedad en general y no sólo el individuo en particular, esto es, se abandonaba la idea de que
tal derecho fuera absoluto, y en consecuencia se le despojaba del atributo expresado por los
romanos jus abutendi.

En ese contexto de ideas se elaboró el artículo 27 constitucional, del cual resumiremos


su contenido original, en lo que hace a la propiedad y a la regulación de la materia de la siguiente
manera:

 En primer término se atribuye a la nación la propiedad originaria de las tierras y aguas


comprendidas dentro del territorio nacional, y da a la nación misma la facultad para
constituir la propiedad privada.
 Se autorizó la expropiación de la propiedad por causa de utilidad pública mediante
indemnización, pero cambia el momento de pago, que en la Constitución de 1857 era
previo a la expropiación.
 Se dispuso el fraccionamiento de los ejidos, el desarrollo de la pequeña propiedad y la
creación de nuevos centros de población agrícola.
 Igualmente ordenaba que los pueblos, rancherías y comunidades que carecieran de tierras
se les dotara, tomándolas de las propiedades inmediatas siempre y cuando se respetara
la pequeña propiedad.
15

 Se reservó para los mexicanos por nacimiento o por naturalización, y a las sociedades
mexicanas, la capacidad para adquirir tierras.
 A los extranjeros se les otorgó el mismo derecho, siempre y cuando convinieran en
considerarse como nacionales respecto de dichos bienes y que no invocaran la protección
de su gobierno en lo referente a la defensa de tales propiedades.
 Se prohibió a los extranjeros la adquisición de bienes raíces en una franja de cien
kilómetros a lo largo de la frontera, y de cincuenta kilómetros a lo largo de las playas.
 Se prohibió a las asociaciones religiosas, a las sociedades comerciales por acciones y a
los bancos, la adquisición de fincas rústicas, solamente pueden tener una participación
accionaria en las mismas, pero dichas asociaciones solamente podrán tener la cantidad
de bienes inmuebles estrictamente necesarias para el cumplimiento de su objeto.
 Se declararon nulas las disposiciones, diligencias, resoluciones, operaciones de deslinde,
concesiones, sentencias, transacciones, enajenaciones o remates, mediante las aguas y
bosques a los codueñazgos, rancherías, pueblos congregaciones, tribus y demás
corporaciones que existían desde la Ley del 25 de junio de 1856.
 Se fijó la expedición de leyes por el Congreso de la Unión y por las legislaturas de los
Estados para el efecto de fraccionar las grandes propiedades y señaló las bases para ese
fin.

La disposición constitucional en cita, hasta el 6 de enero de 1992, contenía una serie de


principios que regulaba la materia agraria en México, los cuales exponemos a continuación en
forma sucinta:

 En esta norma suprema se disponía que la propiedad originaria de la tierra y del agua,
comprendidas dentro del territorio nacional, correspondía a la nación, y sólo ella puede
constituir la propiedad privada al transmitir a los particulares su dominio.
 El derecho de propiedad al amparo del Artículo 27 constitucional que estuvo vigente hasta
el 6 de enero de 1992, podía ser constituido por las formas ordinarias de adquirirla, o bien,
a través de las acciones de dotación, restitución, ampliación de ejidos o por la creación de
nuevos centros de población ejidal.
 Para algunas personas físicas y morales existía prohibición para adquirir propiedades
dentro del territorio nacional, extraordinariamente, este derecho se concedía a extranjeros,
cuando cumplieran con lo establecido en la fracción primera del párrafo séptimo del artículo
27 constitucional.
 En la fracción XII (DEROGADA) de la norma constitucional que nos ocupa se contenía la
organización administrativa para el tratamiento de la problemática agraria, para el
tratamiento de la problemática agraria, para lo cual disponía la creación de una
dependencia directa del Ejecutivo Federal, a quién se le encomendaba la aplicación y
ejecución de las leyes agrarias. Esta dependencia se llamó sucesivamente Comisión
Nacional Agraria, Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización, y últimamente
Secretaría de la Reforma Agraria. Asimismo, dentro de la organización administrativa se
disponía de la creación de un Cuerpo Consultivo Agrario, que cumplía funciones de
asesoría para el ejecutivo federal. Igualmente se disponía la creación de la Comisión
Agraria Mixta y de los Comités Particulares Ejecutivos.
 De igual manera, en el párrafo primero de la fracción VII y en las fracciones décima primera
y décima segunda se contenían los principios reguladores de los procedimientos agrarios.
En el párrafo segundo de aquel artículo 27, se contemplaba la expropiación como causa
de utilidad pública.
 Las tres formas de tenencia de la tierra reguladas por la disposición legal que nos ocupa,
eran objeto de una protección constitucional contenida en el párrafo tercero, fracciones XV
y XIX.
 La fracción XX del artículo 27 disponía el desarrollo rural integral, y obligaba al Estado a
promoverlo.
 Las fracciones XVI y XVIII consignaban las reglas necesarias para que, en lo futuro, no se
repitieran los grandes acaparamientos de tierras de unas cuantas personas.
 Por último, en esa anterior disposición constitucional se preveían, en la fracción VI la
nulidad de las ventas y concesiones que se hubieren realizado en contravención a la Ley
de Desamortización y sus disposiciones relativas a partir del 1º de diciembre de 1876, y
que hayan tenido como consecuencia la ocupación de ejidos y de terrenos de común
repartimiento.
16

UNIDAD 3
DISPOSICIONES QUE GENERARON EL
NACIMIENTO DEL SISTEMA SOCIAL AGRARIO

3.1 PLAN DE AYALA DEL 28 DE NOVIEMBRE DE 1911

Se conoce con este nombre al Plan Libertador de los hijos del Estado de Morelos
afiliados al Ejército Insurgente, que defiende el cumplimiento del Plan de San Luis Potosí, con
las reformas que ha creído conveniente aumentar en beneficio de la Patria Mexicana, firmado en
la población de Ayoxustla, Estado de Puebla, por un grupo de jefes zapatistas, encabezados por
Emiliano Zapata, el día 28 de noviembre de 1911, Fue publicado por vez primera en la ciudad de
México en el Diario del Hogar del 15 de diciembre del mismo año, con indicación de haberse
firmado en Ayala, Morelos, el día 25 de noviembre de 1911. Sus principales objetivos fueron
desconocer como presidente de la República y jefe de la Revolución a Francisco I. Madero, y
reformar y adicionar el Plan de San Luis Potosí a fin de incorporarle un verdadero programa de
reforma agraria.

Habiendo tomado Madero posesión de la presidencia el 6 de noviembre de 1911 buscó


la rendición incondicional de los zapatistas, quienes, desde el gobierno de Francisco León de la
Barra se habían opuesto al total licenciamiento de sus tropas y luchado por el cumplimiento del
párrafo tercero del artículo IX del Plan de San Luis Potosí, mismo que prometió a sus antiguos
poseedores la restitución de los terrenos de que se les había despojado por disposiciones de la
Secretaría de Fomento o fallos de los tribunales de la República. Pero el 11 de noviembre de
1911, Zapata envió al gobierno maderista un Memorial en el que fijaba las condiciones de su
rendición, entre las cuales sobresalió la petición de una ley agraria que procurara mejorar la
condición del trabajador del campo. Madero se negó a aceptarlas: la rendición debía ser sin
condiciones. Ante esta decisión y a fin de contar con un programa que, además de borrar la
imagen adversa al zapatismo que habían formado los periódicos de la República, contuviese los
principios políticos y sociales que abanderaran su movimiento, Zapata se decidió a dar forma
definitiva al plan político que de antemano había ideado. Para redactarlo, junto con Otilio E.
Montaño y un grupo de partidarios, se refugió en las montañas de Puebla, donde durante algunos
días expuso sus ideas a Montaño, quien les dio expresión formal definitiva. Concluido el plan, en
el pueblo de Ayoxustla, Zapata reunió a los principales jefes zapatistas de la zona para que
firmasen el llamado Plan de Ayala; era el 28 de noviembre de 1911. Una vez firmado, Zapata
pidió al cura de Huautla copiarlo mecanográficamente y envió una copia a su agente en la ciudad
de México, Gildardo Magaña, para que lo publicase en la capital de la República. Sólo el Diario
del Hogar lo publicó, el día 15 de diciembre del mismo año. Esta versión publicada difiere en
algunas disposiciones de los manuscritos que se conservan del Plan de Ayala y de la versión
oficial que del mismo dio a conocer el general Magaña: destacan la diferencia en la fecha de
firma del mismo, la redacción del artículo 12 y el nombre de los firmantes.

El Plan de Ayala se divide en 15 artículos antecedidos por un pequeño proemio, en el


que los firmantes, constituidos en Junta Revolucionaria anuncian solemnemente al mundo
civilizado y a la Nación a la que pertenecen, los principios que formulan para acabar con la tiranía
del presidente Madero.

El artículo 1, el más largo de todos, contiene los considerandos del Plan de Ayala: Estos
son, en resumen: la traición de Madero a los principios que juró defender en el Plan de San Luis
Potosí, su ambición desmedida, su desacato a las leyes emanadas de la Constitución Política de
1857, y la persecución que había dirigido contra quienes le ayudaron a ocupar la presidencia de
la República. También el Plan de Ayala consideró que Madero se había burlado del sufragio
efectivo al imponer en la vicepresidencia a Pino Suárez y a los gobernadores de algunos Estados,
y lo acusó de violar la soberanía de éstos y de entrar en contubernio con los ''científicos'' y los
''hacendados feudales y caciques opresores'' con el fin de establecer una nueva tiranía, más
oprobiosa y mas terrible que la de Porfirio Díaz. El citado artículo terminó declarando a Madero
''incapaz para gobernar'' y ''traidor a la Patria''. Por estas razones el artículo 2 desconoció a
Francisco I. Madero como jefe de la Revolución y como presidente de la República. El artículo 3
reconoció como jefe de la Revolución y como presidente a Pascual Orozco, y, en caso de no
17

aceptar éste, al general Emiliano Zapata. Por el artículo 4 la Junta Revolucionaria hizo suyo el
Plan de San Luis, con las adiciones que a continuación incorporaba. El artículo 5, en obvia
referencia al Tratado de Ciudad Juárez, estableció que dicha Junta no admitiría ''transacciones
ni componendas políticas'' hasta no conseguir el derrocamiento de los regímenes porfirista y
maderista, ''pues la Nación esta cansada de hombres falaces y traidores que hacen promesas
como libertadores pero que, al llegar al poder, se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos”.

Los artículos 6 a 9 constituyen la parte más importante y radical del Plan de Ayala, así
como del experimento más notable y más discutido de México, el de la reforma agraria. En efecto,
por el artículo 6 los terrenos, montes y aguas que habían usurpado los hacendados o los
caciques entrarían desde luego en posesión de los pueblos o ciudadanos que tuviesen sus títulos
correspondientes, quienes defenderían dicha posesión con las armas en la mano; el a. sin
embargo, dejó abierta la puerta judicial a los usurpadores que se creyeran con derecho a los
bienes perdidos.

El numeral 7 anunció la expropiación, previa indemnización, de las tierras, montes y


aguas monopolizadas por poderosos propietarios a fin de que la mayoría de los pueblos y
ciudadanos mexicanos obtuviesen ejidos, colonias, fundos legales, y campos de sembradío para
su prosperidad y bienestar.

A su vez, el artículo 8 amenazó a los hacendados, científicos y caciques que se


opusiesen directa o indirectamente al Plan de Ayala con la nacionalización de sus bienes,
destinándose las dos terceras partes de estos a las indemnizaciones de guerra y pensiones para
las viudas y los huérfanos de las víctimas de la guerra.

El artículo 9 estableció que para ''ajustar los procedimientos respecto a los bienes antes
mencionados'' se aplicarían, ''según convenga'', leyes de desamortización y nacionalización, a
semejanza de las puestas en vigor ''por el inmortal Juárez a los bienes eclesiásticos''.

Radical también fue el artículo 10, que dispuso que serían considerados traidores a la
Patria y a la causa revolucionaria los antiguos revolucionarios que se opusieran al Plan de Ayala.

El artículo 11 ratificó al de igual número del Plan de San Luis Potosí y las instrucciones
en éste contenidas; pero en abierta contradicción con el artículo 5 del plan maderista.

El artículo 12 dispuso que al triunfo de la Revolución ''una junta de los principales jefes
revolucionarios de los distintos Estados'' nombrarían un presidente interino, quien convocaría a
elecciones para la formación de un nuevo Congreso.

El artículo 13, también en oposición al Plan de San Luis, señaló que los principales jefes
de cada Estado, en junta, nombrarían al gobernador del Estado a que correspondiesen. Esto
''con el objeto de evitar consignas forzadas''.

El artículo 14 invitó al presidente Madero y a los demás elementos del antiguo régimen
a presentar inmediata renuncia a sus puestos, en caso de no hacerlo así, la responsabilidad de
la sangre derramada caería sobre sus cabezas.

El último artículo se dirigió a los mexicanos para, después de insistir en las causas de su
lucha, asegurarles que los firmantes eran partidarios de los principios, no de las personas. La
versión del Plan dé Ayala publicada en el diario capitalino llevó como lema Libertad, Justicia y
Ley el firmado el 28 de noviembre Justicia y Ley y finalmente, el zapatismo adoptó como lema
Reforma, Libertad, Justicia y Ley.

El Plan de Ayala, dirigido en su origen contra el gobierno de Madero fue reformado,


después de la decena trágica de febrero de 1913 para proyectarlo en contra del gobierno
usurpador de Victoriano Huerta. El decreto reformador estableció que serían aplicables, en lo
conducente, al gobierno de Huerta los conceptos contenidos en el artículo 1 del Plan de Ayala,
y que el artículo 3 se reformaba para declarar indigno al general Pascual Orozco, quedando, en
consecuencia, como Jefe de la Revolución el general Zapata. El 19 de junio de 1914, en la
población de San Pablo Oxtotepec, un grupo de jefes del Ejército Libertador, entre los cuales no
18

figuró Emiliano Zapata, ratificó ''los principios que forman el alma de la Revolución'', es decir, los
principios proclamados en el Plan de Ayala. En este acto los signatarios se comprometieron a
elevar al rango de preceptos constitucionales los principios del plan relativos a la cuestión agraria,
y a luchar hasta ver establecido un gobierno compuesto de hombres adictos al Plan de Ayala.
Meses más tarde, habiéndose ya reunido la Convención de jefes revolucionarios en la ciudad de
Aguascalientes, se decidió invitar al movimiento zapatista a formar parte de dicha asamblea. Los
enviados zapatistas pugnaron porque la Convención aprobase los artículos del Plan de Ayala.
Después de algunos debates, en la sesión del 28 de octubre de 1914 la asamblea aprobó ''en
principio'' los artículos 4, 6, 7, 8, 9, y 12 del Plan de Ayala.

Defendido a capa y espada por los zapatistas desde el año de 1911, sin permitir alguna
concesión respecto de su contenido, el Plan de Ayala fue paulatinamente dejado a un lado por
sus defensores ante la presión del movimiento constitucionalista y la necesidad de allegarse
aliados para sobrevivir. Cuando el 25 de abril de 1918 Zapata dirigió un Manifiesto al pueblo
mexicano omitió referirse a aquél. Por tanto, se ha llegado a considerar que este documento
equivale a una abrogación del Plan de Ayala y un retraso a la posición de septiembre de 1911.
Sin embargo, todavía el 6 de agosto de 1919, seis ''antiguos revolucionarios del Sur'' proclamaron
el llamado Plan de Milpa Alta al que concibieron como reformador del Plan de Ayala. Zapata
había muerto, asesinado el 10 de abril anterior. La ulterior fidelidad prestada al Plan de Agua
Prieta y las promesas hechas por el grupo sonorense a los campesinos del Sur supusieron el fin
del Plan de Ayala como bandera revolucionaria.

3.2 DISCURSO DE LUIS CABRERA DEL 3 DE DICIEMBRE DE 1912

De este discurso se pueden destacar los siguientes tópicos:

 Se declaró de utilidad pública nacional la restitución y dotación de ejidos para los pueblos.
 Se manifestó la necesidad de expropiar los terrenos necesarios para reconstruir los ejidos
de los pueblos que los hayan perdido, para dotar de ellos a los pobladores que los
necesitaren, o para aumentar la extensión de los existentes.
 Se estimó que el gobierno federal debía hacer esfuerzos para fomentar la creación de la
pequeña propiedad agraria.
 Se consideró al hacendismo como una parte nociva de que la propiedad rural no se
desarrollara plenamente provocando privilegios únicamente para una minoría social.
 Era menester libertar a los pueblos de la opresión económica y política que sobre ellos
ejercían las haciendas.
 Para que pudiera erigirse la pequeña propiedad, era necesario considerar temas tales
como: el crédito rural, la cuestión de la irrigación, la situación del catastro, el aspecto de
los impuestos, etc.

Estas y otras ideas no cristalizaron inmediatamente quizá debido al ambiente de caos


revolucionario, pero por lo menos sembraron inquietudes en el Congreso y en los gobernantes
mismos, y por tal situación, no es de extrañar que las ideas de Cabrera, fueran la piedra angular
para la que dictara la Ley de enero de 1915.

3.3 ADICIONES AL PLAN DE GUADALUPE DEL 12 DE DICIEMBRE DE 1914

Este decreto es conocido también como Plan de Veracruz, por haber dado el 12 de
diciembre de 1914 en la ciudad del mismo nombre. Le correspondió a Venustiano Carranza
expedirlo en calidad de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder
Ejecutivo en la República Mexicana.

El original Plan de Guadalupe promulgado el 26 de marzo de 1913 en la hacienda de


Guadalupe, Coahuila, tuvo como finalidad primordial desconocer al usurpador Victoriano Huerta,
para volver al país a la legalidad, sin que en el mencionado plan se tratara lo relativo al problema
agrario que prevalecía en el país.
19

Debido al compromiso adquirido por Carranza en lucha que encabezara contra Huerta,
en el decreto expedido en Veracruz dio respuesta a las cuestiones sociales y económicas que
debían ser tratadas para buscar soluciones a tan singular e importantes cuestiones.

El decreto del 12 de diciembre de 1914, en su artículo 1º declara subsistente el Plan de


Guadalupe hasta el triunfo completo de la Revolución. Es en el artículo 2º donde encontramos la
parte medular del plan, ya que en dicha disposición, en su parte relativa dispone: “El Primer Jefe
de la Revolución y encargado del Poder Ejecutivo expedirá y pondrá en vigor durante la lucha,
todas las leyes, disposiciones y medidas encaminadas a dar satisfacción a las necesidades
económicas, sociales y políticas del país efectuando las reformas que la opinión pública exigen
como indispensables para restablecer un régimen que garantice la igualdad de los mexicanos
entre sí; leyes agrarias que favorezcan la formación de la pequeña propiedad, disolviendo los
latifundios, restituyendo a los pueblos la tierra de que fueran injustamente privados”.

Como resultado de la disposición en cita sucedió una serie de ordenamientos entre los
que destaca la Ley del 6 de enero de 1915.

3.4 DECRETO DEL 6 DE ENERO DE 1915

Como el origen moderno de la legislación agraria en México, ha sido catalogada la Ley


del 6 de enero de 1915, su autor intelectual fue el ilustre jurista Luis Cabrera, quien plasmó en
este documento legal su avanzado pensamiento agrario, mismo que anteriormente había sido
expresado ante la Cámara de Diputados en 1912 sin que en ese entonces haya tenido respuesta
por parte de los representantes del pueblo.

El decreto de ley que en esta ocasión exponemos se encontraba contenido en nueve


considerandos y doce artículos y fue reconocida por el artículo 27 constitucional con igual
jerarquía, es decir, fue elevada al rango constitucional.

El artículo tercero de la Ley del 6 de enero de 1915 contiene dos acciones, una de ellas
denominada restitución, que con antelación ya se había mencionado en planes y programas
agrarios; la otra acción es la dotación, concepto que por primera vez se incorpora a la vida agraria
de México. Como podrá advertirse, las acciones mencionadas respondieron ampliamente a la
solución de la problemática agraria, en razón de que, por un lado, con la acción de la restitución
se reintegraba a los individuos y pueblos las superficies de la tierra de que hubieran sido
despojados, y por otra se satisfacía las necesidades de quienes carecían de tierras mediante la
acción de dotación.

De igual manera los nueve artículos restantes contienen disposiciones referentes al


señalamiento de los órganos agrarios, como la Comisión Nacional Agraria, Comisión Local
Agraria y Comités Ejecutivos; como autoridades agrarias se señalaban al Presidente de la
República, a los gobernadores de los Estados y a los jefes militares.

La ley en cuestión tuvo vigencia hasta 1934, año en el cual sus principios fueron
incorporados al artículo 27 de la Constitución Política federal.

UNIDAD 4
PRINCIPALES REFORMAS Y ADICIONES DE
1992 AL ARTÍCULO 27 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA MEXICANA

4.1 EXPOSICIÓN DE MOTIVOS DE 1991

Reforma al artículo 27 según yo.

La reforma al artículo 27 fue pensada en un principio para inducir la modernización del campo
mexicano y hacerlo más productivo con base en el otorgamiento de certidumbre jurídica a la
tenencia de la tierra y en la posibilidad de asociaciones entre todo tipo de productores, lo que a
su vez incidiría en una mayor inversión privada y en la capitalización del campo. La reforma
introduce para ello un cambio radical a la situación prevaleciente desde principios del siglo XX,
20

ya que rompe con el tabú del ejido como una institución intocable; se le retira, a partir de
entonces, su carácter de inalienable, imprescriptible e inembargable, permitiendo por primera
vez la posibilidad de que se venda, se arriende o se hipoteque.

Con anterioridad a la reforma de 1992 al artículo 27 constitucional, las tierras ejidales que rodean
a la mayor parte de las ciudades mexicanas sólo podían incorporarse al desarrollo urbano
mediante el mercado ilegal de suelo. Esto era así porque la Ley Agraria que reglamenta lo relativo
a la tenencia del suelo ejidal prohibía su enajenación y su conversión a usos urbanos a pesar
de lo inminente de su urbanización. Las autoridades municipales urbanas, por lo tanto, carecían
de toda posibilidad de acción para procurar la incorporación ordenada del suelo ejidal al
crecimiento urbano. Ello derivó en una doble ilegalidad, la de la venta del ejido y de los terrenos
comunales, y la conformación de colonias populares (principalmente) que incumplían la
normatividad exigida por las autoridades urbanas para autorizar un fraccionamiento.

La inalienabilidad e inembargabilidad del ejido y las tierras comunales eran necesarias en la


época posterior a la revolución y fueron posibles en un país poco poblado y con bastas
extensiones por colonizar. El reparto masivo de tierras se constituyó como una de las políticas
sociales en favor no sólo de los hacedores de la Revolución Mexicana, sino de quienes requerían
de una porción de tierra para lograr el sustento de la familia campesina, creándose, en
consecuencia, el ejido y reconociéndose y/o titulándose, en su caso, las tierras de las
comunidades, dando origen a la propiedad social.

Sin embargo, estas políticas de repartición de tierra y constitución de propiedad social ya no son
congruentes con la realidad. La población rural ha crecido, mientras que el territorio es el mismo.
Ya no hay tierras afectables para satisfacer una demanda abierta, prescrita hasta ahora en la
legislación y fomentada por el crecimiento demográfico. Repartir en el papel pero no en la
realidad provoca incertidumbre jurídica y no da oportunidades a los campesinos de México.

Con la reforma de 1992 al artículo 27, por primera vez se permite la venta del suelo ejidal y
comunal (ver fracción VII), sin embargo, contrario a lo que se pensaba, no se dio la venta
indiscriminada de tierras ejidales ni en el campo ni en las periferias urbanas por varias razones.
Particularmente se debe a que varias disposiciones legales evitan que sea un proceso sencillo.

En efecto, el artículo 87 de la Ley Agraria, señala que “cuando los terrenos de un ejido se
encuentren ubicados en el área de crecimiento de un centro de población, los núcleos de
población ejidal podrán beneficiarse de la urbanización de sus tierras. En todo caso, la
incorporación de las tierras ejidales al desarrollo urbano deberá sujetarse a las leyes,
reglamentos y planes vigentes en materia de asentamientos humanos.”

Ahora bien, dicha urbanización no es una decisión individual de los ejidatarios, sino que es una
decisión tomada en la Asamblea ejidal. A ésta se le convoca con 30 días de anticipación; en una
primera convocatoria debe instalarse con las tres cuartas partes del total de los ejidatarios; las
resoluciones se toman con las dos terceras partes de los ejidatarios que asisten, y debe estar
presente un representante de la Procuraduría Agraria y un fedatario público.

A la Asamblea le corresponde delimitar las áreas de uso común, de asentamiento urbano y


parcelada, y tomar la decisión de certificar la posesión de la tierra de la manera que más le
convenga, cumpliendo todas las formalidades y requisitos que la ley establece. Estos
procedimientos fueron los que en un principio generaron los comentarios sobre la privatización
inminente del ejido, aunque posteriormente han sido considerados como un candado que permite
al Estado mantener su control sobre el ejido, lo cual hace a la reforma no tan radical ya que las
decisiones no se toman individualmente.

4.2 ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL REFORMADO EN 1992

4.2.1 INTRODUCCIÓN DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES EN ACTIVIDADES AGRARIAS


(FRACCIÓN IV).
21

Al respecto, encontramos que los motivos que se tuvieron para reformar esta fracción
fueron los siguientes, a saber:

“Con objeto de incentivar la inversión privada en la reactivación económica del campo mexicano,
la iniciativa presentada ante la Cámara de Diputados propuso establecer la posibilidad de que
las sociedades mercantiles sean propietarias de terrenos rústicos y establecer que la ley
reglamentaria señale los límites de dicha propiedad territorial para dichas sociedades, cuando se
dediquen a actividades agrícolas, ganaderas o forestales, así como su estructura de capital y su
número de socios; a efecto de que las tierras propiedad de la sociedad se ajusten en relación
con cada socio a los límites de la pequeña propiedad".

A su vez, se señaló que toda propiedad accionaria individual de terrenos rústicos sería
acumulable para efectos del cómputo de la extensión de la propiedad rústica, y el mandato al
legislador ordinario para "normar las condiciones en que podría haber participación de
extranjeros en las sociedades mercantiles que tengan por objeto las actividades agrícolas,
ganaderas o forestales". Al respecto, competerá a la legislación reglamentaria prever las normas
para el control y registro de la extensión territorial de cada individuo, y en particular la que cada
persona aporte en carácter de miembro de una sociedad mercantil.

Conforme a lo expuesto, la fracción a la que nos referimos quedaría como sigue:

“IV. Las sociedades mercantiles por acciones podrán ser propietarias de terrenos rústicos pero
únicamente en la extensión que sea necesaria para el cumplimiento de su objeto.

En ningún caso las sociedades de esta clase podrán tener en propiedad tierras dedicadas a
actividades agrícolas, ganaderas o forestales en mayor extensión que la respectiva equivalente
a veinticinco veces los límites señalados en la fracción XV de este artículo. La ley reglamentaria
regulará la estructura de capital y el número mínimo de socios de estas sociedades, a efecto de
que las tierras propiedad de la sociedad no excedan en relación con cada socio los límites de la
pequeña propiedad. En este caso, toda propiedad accionaria individual, correspondiente a
terrenos rústicos, será acumulable para efectos de cómputo. Asimismo, la ley señalará las
condiciones para la participación extranjera en dichas sociedades.”

“XV. …

Se considera pequeña propiedad agrícola la que no exceda por individuo de cien hectáreas de
riego o humedad de primera o sus equivalentes en otras clases de tierras.

Para los efectos de la equivalencia se computará una hectárea de riego por dos de temporal, por
cuatro de agostadero de buena calidad y por ocho de bosque, monte o agostadero en terrenos
áridos.

Se considerará, asimismo, como pequeña propiedad, la superficie que no exceda por individuo
de ciento cincuenta hectáreas cuando las tierras se dediquen al cultivo de algodón, si reciben
riego; y de trescientas, cuando se destinen al cultivo del plátano, caña de azúcar, café, henequén,
hule, palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales.

Se considerará pequeña propiedad ganadera la que no exceda por individuo la superficie


necesaria para mantener hasta quinientas cabezas de ganado mayor o su equivalente en ganado
menor, en los términos que fije la ley, de acuerdo con la capacidad forrajera de los terrenos…”

4.2.2 MODIFICACIÓN DE DERECHOS DE EJIDATARIOS Y COMUNEROS EN LA FRACCIÓN


VII DE DICHO PRECEPTO

Al respecto, encontramos que los motivos que se tuvieron para reformar esta fracción
fueron los siguientes, a saber:

“En la actual fracción VII del Artículo 27 constitucional se establece con claridad el disfrute de
tierras, bosques y aguas a los núcleos de población que guardan el estado comunal. A su vez,
se señala la jurisdicción federal para la resolución de las cuestiones relativas a límites de terrenos
22

comunales, mediante el establecimiento de un sistema mixto de resolución de controversias, que


prevé tanto la intervención del Ejecutivo Federal como, en su caso, de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.

En la iniciativa del titular del Poder Ejecutivo de la Unión que se presentó ante la Cámara, de
Diputados se propone establecer con claridad y plenitud el rango constitucional de las
propiedades ejidal y comunal, así como la protección de la integridad territorial de los pueblos
indígenas. A su vez se propuso dar la base constitucional para la protección territorial del
asentamiento humano así como los principios para regular los derechos de los Comuneros sobre
la tierra y de los ejidatarios sobre su parcela. Entre éstos se incluye el otorgamiento del uso de
sus tierras y, tratándose de ejidatarios, para transmitir sus derechos parcelarios entre sí y el
otorgamiento por parte del núcleo ejidal al ejidatario del dominio sobre su parcela. Por otro lado,
se conserva el principio constitucional de procedencia de restitución de tierras, bosques y aguas
a los núcleos de población en los términos que dispongan las leyes.

Por otra parte, se mantiene la jurisdicción federal para la solución de las cuestiones relativas a
límites de terrenos comunales, ampliándose a la de terrenos ejidales y se propone el
establecimiento de tribunales agrarios dotados de autonomía y plena jurisdicción.

Con base en la aspiración de consolidar el rango constitucional de las propiedades ejidal y


Comunal, se estableció la pertinencia de señalar que los núcleos de población ejidales y
comunales tienen personalidad jurídica y que compete a la ley de protección de su propiedad
sobre la tierra, ya para el asentamiento humano o para las actividades productivas. En este
sentido deseamos destacar que esta cuestión fue objeto de un planteamiento específico por parte
de la Comisión Senatorial que concurrió a los trabajos de conferencia con la Comisión designada
por la Cámara de Diputados, a fin de que con la reforma se sentara claramente el rango
constitucional tanto del ejido como de la comunidad.

A su vez, se precisó en el debate la propuesta de conferir al legislador ordinario el mandato de


establecer normas para la protección de la integridad de las tierras de los grupos indígenas, así
como para la protección de la tierra para el asentamiento humano y para la regulación del
aprovechamiento de tierras, bosques y aguas de uso común y la adopción de acciones de
fomento para elevar el nivel de vida de comuneros y ejidatarios.

En lo relativo al mandato que se propone otorgar al legislador ordinario para expedir


ordenamientos que normen el ejercicio de los derechos de los comuneros sobre la tierra y de los
ejidatarios sobre su parcela, se reiteró el principio - propuesto en la iniciativa - de respetar su
voluntad en cuanto a las condiciones para el aprovechamiento de los recursos productivos. A su
vez, se respaldó la proposición de establecer procedimientos para la asociación entre sí de
ejidatarios y comuneros con terceros y para que otorguen el uso de sus tierras, ampliando, la
posibilidad de asociación con el Estado.

En el caso de la propuesta para que los ejidatarios puedan transmitir sus derechos parcelarios,
se precisó que fuera a miembros del núcleo de población, conforme a los requisitos y
procedimientos que establezca la ley y en los cuales compete a la asamblea ejidal otorgar al
ejidatario el dominio sobre su parcela. En este sentido se incluye una mención específica para
señalar que en caso de enajenación de parcelas se respetará el derecho de preferencia que
prevea la ley.

Por otro lado, en esta misma fracción, los debates de la Cámara de Diputados conllevaron a la
introducción de dos párrafos adicionales En uno de ellos se señala la imposibilidad de que
cualquier ejidatario pueda ser titular de una proporción mayor al 5% del total de las tierras ejidales
del núcleo de población que corresponda, siempre y cuando no rebase los límites señalados para
la extensión de la pequeña propiedad en la fracción XV del propio Artículo 27 constitucional.

En el segundo de los párrafos se introdujeron en dicho debate, se otorga jerarquía constitucional


a los órganos básicos de organización ejidal y comunal, así como al principio democrático para
la elección del comisariado ejidal de bienes comunales.

Conforme a lo expuesto, el texto de esta fracción se propone como sigue:


23

“VII. Se reconoce la personalidad jurídica de los núcleos de población ejidales y comunales y se


protege su propiedad sobre la tierra, tanto para el asentamiento humano como para actividades
productivas.

La ley protegerá la integridad de las tierras de los grupos indígenas.

La ley, considerando el respeto y fortalecimiento de la vida comunitaria de los ejidos y


comunidades, protegerá la tierra para el asentamiento humano y regulará el aprovechamiento
de tierras, bosques y aguas de uso común y la provisión de acciones de fomento necesarias para
elevar el nivel de vida de sus pobladores.

La ley, con respeto a la voluntad de los ejidatarios y comuneros para adoptar las condiciones que
más les convengan en el aprovechamiento de sus recursos productivos, regulará el ejercicio de
los derechos de los comuneros sobre la tierra y de cada ejidatario sobre su parcela. Asimismo
establecerá los procedimientos por los cuales ejidatarios y comuneros podrán asociarse entre sí,
con el Estado o con terceros y otorgar el uso de sus tierras; y, tratándose de ejidatarios, transmitir
sus derechos parcelarios entre los miembros del núcleo de población; igualmente fijará los
requisitos y procedimientos conforme a los cuales la asamblea ejidal otorgará al ejidatario el
dominio sobre su parcela. En caso de enajenación de parcelas se respetará el derecho de
preferencia que prevea la ley.

Dentro de un mismo núcleo de población, ningún ejidatario podrá ser titular de más tierra que la
equivalente al 5% del total de las tierras ejidales. En todo caso, la titularidad de tierras en favor
de un solo ejidatario deberá ajustarse a los límites señalados en la fracción XV.

La asamblea general es el órgano supremo del núcleo de población ejidal o comunal, con la
organización y funciones que la ley señale. El comisariado ejidal o de bienes comunales, electo
democráticamente en los términos de la ley, es el órgano de representación del núcleo y el
responsable de ejecutar las resoluciones de la asamblea.

La restitución de tierras, bosques y aguas a los núcleos de población se hará en los términos de
la ley reglamentaria;”

4.2.3 LA TERMINACIÓN DEL REPARTO AGRARIO CON LA DEROGACIÓN DE LAS


FRACCIONES X, XI, XII Y XIII DE DICHO ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL

En ese momento, fue considerada como la décima quinta reforma que se hacía al artículo
27 constitucional, y aquí se modificaron el párrafo tercero y las fracciones mencionadas en el
título de este inciso. Mediante esta reforma se da por terminado el reparto agrario, atendiendo a
que ya no hay tierra que repartir, de la propiedad privada que constituía latifundio, a los núcleos
ejidales y comunales o a sus integrantes en lo individual. Se suprime mediante tal reforma la
prohibición a las corporaciones civiles y mercantiles de adquirir, de tener en propiedad o
administrar bienes rústicos. Gracias a dicha reforma se crean los tribunales agrarios y, en toda
forma, la procuraduría agraria, para que se haga efectiva la pronta impartición de justicia en el
campo.

4.2.4 ALGUNAS MODIFICACIONES A LA PEQUEÑA PROPIEDAD EN LA FRACCIÓN XV DEL


ARTÍCULO 27 CONSTITUCIONAL

En la exposición de motivos establecida para reformar dicha fracción, se manifestó lo


siguiente:

“En el texto vigente de esta fracción del Artículo 27 constitucional se establecen las
características de la pequeña propiedad agrícola y ganadera, así como sus extensiones máximas
de acuerdo a las diferentes calidades de tierra, incluida su equivalencia para diversos cultivos
tratándose de pequeñas propiedades agrícolas, y de, pequeñas propiedades ganaderas al tenor
del número de cabezas de ganado que permita la capacidad forrajera del terreno. También
señala la posibilidad de que los pequeños propietarios mejoren la calidad de sus tierras para la
24

'explotación agrícola o ganadera de que se trate'; aunque en virtud de los trabajos ejecutados se
rebasen las extensiones máximas para efectos de explotación.

En la iniciativa de reforma constitucional propuesta por el Presidente de la República se establece


la reiteración de los conceptos de propiedad agrícola y ganadera, con las mismas extensiones
de tierra que hasta hoy permite la norma en vigor, introduciéndose tres adecuaciones
fundamentales:

a) La posibilidad de que se, constituya la pequeña propiedad forestal;

b) La posibilidad de que quien realice mejoras en sus tierras "cambie el uso de la misma" y no
pierda por ese, hecho la calidad de pequeña propiedad, aún cuando se rebasen los máximos
territoriales establecidos para la pequeña propiedad agrícola, ganadera o forestal, y

c) Se elimine el concepto de certificado de inafectabilidad, al tenor del cambio propuesto en


materia de política de reparto masivo de tierras.

*** El certificado de inafectabilidad es un documento público, firmado por el presidente de la


República, en donde se hace constar que un determinado predio rústico ha sido declarado
inafectable por medio de la correspondiente resolución presidencial precisamente porque reúne
los requisitos legales establecidos para la llamada pequeña propiedad. Se emitieron en virtud de
las políticas de reparto masivo de tierras para procurar la inalienabilidad e inembargabilidad de
la tierra.***

Como producto de la discusión en lo particular de esta fracción en la Cámara de Diputados, se


establecieron diversas precisiones que se estiman de importancia.

Primeramente, de conformidad con una posición común entre los Diputados y Senadores que
participaron en las reuniones de conferencia sobre esta propuesta de reforma constitucional, se
señala expresamente la prohibición de que en el país existan latifundios.

En segundo lugar, al referirse a la extensión máxima susceptible de constituir la pequeña


propiedad agrícola, incluidas sus equivalencias para diversos cultivos, y la pequeña propiedad
ganadera se precisó que se trata del máximo número de hectáreas que puede tener en propiedad
un individuo.

En tercer término, por lo que hace a la posibilidad de efectuar mejoras a la calidad de las tierras
de la pequeña propiedad sin que ésta deje de tener esa categoría, aun cuando se rebasen las
extensiones máximas que en propiedad pueda tener un individuo, se estimó pertinente precisar
que en el caso de la pequeña propiedad ganadera con mejoras para usos agrícolas, la superficie
utilizada para ese fin podrá exceder de los límites que en esta misma fracción se señalan para
la, pequeña propiedad agrícola, de acuerdo a la calidad que hubieran tenido esas tierras antes
de las mejoras.

De acuerdo con lo señalado, el texto de esta fracción se propone como sigue:

“XV. En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los latifundios.

Se considera pequeña propiedad agrícola la que no exceda por individuo de cien hectáreas de
riego o humedad de primera o sus equivalentes en otras clases de tierras.
Para los efectos de la equivalencia se computará una hectárea de riego por dos de temporal, por
cuatro de agostadero de buena calidad y por ocho de bosque, monte o agostadero en terrenos
áridos.

Se considerará, asimismo, como pequeña propiedad, la superficie que no exceda por individuo
de ciento cincuenta hectáreas cuando las tierras se dediquen al cultivo de algodón, si reciben
riego; y de trescientas, cuando se destinen al cultivo del plátano, caña de azúcar, café, henequén,
hule, palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales.
25

Se considerará pequeña propiedad ganadera la que no exceda por individuo la superficie


necesaria para mantener hasta quinientas cabezas de ganado mayor o su equivalente en ganado
menor, en los términos que fije la ley, de acuerdo con la capacidad forrajera de los terrenos.

Cuando debido a obras de riego, drenaje o cualesquiera otras ejecutadas por los dueños o
poseedores de una pequeña propiedad se hubiese mejorado la calidad de sus tierras, seguirá
siendo considerada como pequeña propiedad, aún cuando, en virtud de la mejoría obtenida, se
rebasen los máximos señalados por esta fracción, siempre que se reúnan los requisitos que fije
la ley.

Cuando dentro de una pequeña propiedad ganadera se realicen mejoras en sus tierras y éstas
se destinen a usos agrícolas, la superficie utilizada para este fin no podrá exceder, según el caso,
los límites a que se refieren los párrafos segundo y tercero de esta fracción que correspondan a
la calidad que hubieren tenido dichas tierras antes de la mejora;”

A la pequeña propiedad, anteriormente se le denominaba sin el calificativo de individual,


ya que se entendía que era la única forma de propiedad privada sobre la tierra, con exclusión
expresa de las sociedades. En la actualidad se encuentra legislada en el Capítulo Segundo sobre
las Sociedades Propietarias de la Tierras. Se conservan las figuras de la propiedad agrícola y
ganadera y se introduce la propiedad forestal con características especiales. La ley mantiene
ciertos límites a la extensión de propiedades individuales que se pueden tener, lo que depende
de su tipo conforme se describe a continuación:

Agrícola  Es aquella constituida por suelos utilizados para el cultivo de vegetales, cuya
superficie de riego, humedad o equivalentes no exceda de 150 hectáreas para
el cultivo de algodón, de 300 hectáreas para los llamados cultivos especiales
como plátano, caña de azúcar, café, henequén, hule, palma, vid, olivo, quina,
vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales y, finalmente, 100 hectáreas de
riego o equivalente para los cultivos distintos a los señalados anteriormente.
 También es preciso recordar que permanece la tabla de equivalencias referida
a la calidad de riego o humedad, computando una hectárea de éstas por dos de
temporal, cuatro de agostadero de buena calidad y ocho de monte, bosque o de
agostadero en terrenos áridos. La ley prevé la posibilidad de que un mismo
individuo posea tierras agrícolas de distinta clase o las destine a diferentes
cultivos, por lo que para determinar los límites que le corresponda deberán
sumarse las tierras de acuerdo con sus equivalencias y el cultivo respectivo. Por
último, también se autoriza a los propietarios a intercalar en sus tierras
dedicadas al algodón y cultivos especiales cualquier otro tipo de cultivo, sin por
ello alterar los límites para aquéllos.
 Se consideran agrícolas las tierras rústicas que no estén dedicadas a alguna
otra actividad económica; básicamente, toda tierra es agrícola a menos que su
uso y usufructo indique lo contrario.
 Para efectos de su equivalencia, se seguirá considerando la calidad original de
aquellas tierras que a partir de esa calidad fueren mejoradas por medio de obras
de riego, drenaje, nivelación o cualquier otra realizada por sus dueños o
poseedores. La Secretaría de Agricultura debe expedir los certificados que
soliciten los propietarios o poseedores sobre la calidad de su tierra, los que
harán prueba plena. En otras palabras, la ley protege el esfuerzo y trabajo de
los propietarios poseedores que mejoran la calidad de sus predios, por lo que
es aconsejable que todos lleven un registro periódico de la calidad de sus tierras
a través de los certificados de la SAGARPA para comprobar el historial de los
avances de su mejoramiento.
Ganadera  Está constituida por los suelos utilizados para la reproducción y cría de animales
mediante el uso de su vegetación, sea ésta natural o inducida. Su extensión se
sujetará a los coeficientes de agostadero ponderados en la región de que se
trate, suficiente para mantener hasta 500 cabezas de ganado mayor o su
equivalente en ganado menor.
 El coeficiente de agostadero debe determinarlo y publicarlo la SAGARPA por
regiones, mediante estudios técnicos de campo. Estos estudios deben tomar en
cuenta la superficie que se requiere para alimentar una cabeza de ganado mayor
26

o su equivalente en menor, según los factores topográficos, climatológicos y


pluvimétricos que determinen la capacidad forrajera de cada región.
 Al igual que la pequeña propiedad agrícola, debe respetarse la nueva calidad
que adquieran las tierras ganaderas con las mejoras que le hiciere su propietario
o poseedor, por lo que seguirán computándose de acuerdo con los índices de
agostadero anteriores a la mejora, pero adicionalmente se exigirá que la
producción obtenida por el uso agrícola se utilice para la alimentación de
ganado, o que la superficie total destinada a la agricultura no supere los límites
de la pequeña propiedad agrícola sin importar que no sea para alimentar el
ganado, por lo que el límite aplicable será el de la calidad anterior a la mejora.
Se exceptúan de las consideraciones anteriores todos los vegetales que se
obtengan de manera espontánea.
De acuerdo con lo anterior, puede coexistir la propiedad agrícola con la
ganadera, lo que constituye la propiedad agropecuaria, no contemplada
expresamente por la ley, pero de frecuente existencia. Finalmente, la propiedad
ganadera puede convertirse en forestal, aún cuando rebase los límites de ésta
(800 hectáreas).
Forestal Se integra con los suelos utilizados para el manejo productivo de bosques o selvas
de cualquier clase (silvicultura), cuya extensión no exceda las 800 hectáreas. A
diferencia de los casos anteriores, la ley no menciona la posibilidad de que la
propiedad forestal pueda transformarse en agrícola o ganadera, o incluso en mixta.
Aun cuando es de desear una explotación racional de los bosques que permita su
industrialización, pero también la renovación de sus recursos; cuando menos tendría
que haber una definición terminante al respecto.

4.2.5 NUEVO PROCEDIMIENTO PARA LA REDUCCIÓN DE EXCEDENTES DE TIERRA DE


LOS PROPIETARIOS (FRACCIÓN XVII).

En la exposición de motivos para reformar esta fracción se expuso lo siguiente:

En la iniciativa de reformas presentada ante la Cámara de Diputados por el Presidente de la


República, se propone consolidar las extensiones que puede tener la pequeña propiedad rural.
Por tanto, esta disposición se vincula con los límites establecidos por la fracción XV, señalándose
en la iniciativa el derecho del propietario para fraccionar y enajenar los excedentes en un plazo
no mayor de 2 años después de la notificación correspondiente, so pena de que la enajenación
se haga mediante pública almoneda.

A partir de la discusión escenificada al debatirse en lo particular esta fracción por el pleno de la


Colegisladora, se juzgó conveniente que el plazo para el fraccionamiento y la enajenación de los
excedentes se redujera a un año de calendario, luego de la notificación correspondiente. A su
vez, se introdujo el mandato al legislador ordinario para prever lo relativo a los derechos de
preferencia de terceros.

Por otro lado, tanto en la iniciativa cómo en la minuta proyecto de Decreto que nos ocupa, se
propone conservar como último párrafo el relativo a la facultad de las legislaturas locales para
organizar el patrimonio de familia determinando los bienes que deberán constituirlo, sobre la
base de que será inalienable y o estará sujeto a embargo ni a gravamen.

Conforme a lo expuesto, el texto se propone como sigue:

“XVII. El Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados, en sus respectivas jurisdicciones,
expedirán leyes que establezcan los procedimientos para el fraccionamiento y enajenación de
las extensiones que llegaren a exceder los límites señalados en las fracciones IV y XV de este
artículo.

El excedente deberá ser fraccionado y enajenado por el propietario dentro del plazo de un año
contado a partir de la notificación correspondiente. Si transcurrido el plazo el excedente no se ha
enajenado, la venta deberá hacerse mediante pública almoneda. En igualdad de condiciones, se
respetará el derecho de preferencia que prevea la ley reglamentaria.
27

Las leyes locales organizarán el patrimonio de familia, determinando los bienes que deben
constituirlo, sobre la base de que será inalienable y no estará sujeto a embargo ni a gravamen
ninguno;”

Encontramos que un particular puede ser propietario de una superficie de tierra que en
forma expresa le autoriza la Constitución y su Ley Reglamentaria. Esta superficie se denomina
pequeña propiedad. Sin embargo, puede darse el caso de que una persona adquiera mayores
extensiones de tierras que las autorizadas expresamente por la ley, por lo que debemos conocer
cuál es la solución para tal supuesto.

De conformidad con la derogada Ley Federal de la Reforma Agraria, cuando se


encontraba un excedente procedía la afectación de tierras. El actual artículo 27 constitucional,
en su fracción XVII dispone en cambio que el propietario debe proceder a la enajenación de los
excedentes, para lo cual concede un año de plazo. En caso de que el propietario no venda sus
excedentes dentro de ese plazo, se procederá a la enajenación en subasta pública. En caso de
haber dos o más ofertas iguales, de acuerdo a la ley reglamentaria, el orden de preferencia es el
siguiente: los núcleos de población colindantes con los excedentes, los municipios y las
entidades federativas en que se localicen los excedentes, la Federación y los demás operantes.

UNIDAD 5
EL EJIDO EN MÉXICO

5.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA INSTITUCIÓN

Los tratadistas del Derecho Agrario suelen distinguir dos etapas en la evolución del
concepto mismo del ejido: la tradicional, proveniente de la legislación indiana y la posterior a la
Constitución Política de 1917, precedida por la Ley de 6 de enero de 1915. Incluso, junto a la
tradición indiana, hay quienes gustan ver antecedentes de esta institución en la figura autóctona
del calpulli o chinancalli.

El ejido de las leyes novohispanas equivale a tierra común de una población


determinada, que no admite labranza ni cultivo y que sirve para pastos, así como para lugar de
esparcimiento formación de eras y otras actividades de dicha población. Se trata de tierras
próximas al casco urbano o caserío, cuya extensión fue variando según las épocas.

El ejido, posterior a la Revolución de 1910, de la ley de 1915 y del artículo 27


constitucional tiene una caracterización jurídica muy evolucionada. Sobre este particular,
conviene recordar que no se ha formulado por la doctrina patria una noción aceptada de lo que
es el ejido. Unos autores hablan y definen al ejido nada más en función de las tierras, bosques y
aguas objeto de la dotación correspondiente; otros autores en cambio, junto a estos elementos
patrimoniales, toman en cuenta los personales o al poblado que formula la solicitud de dotación;
es decir, lo catalogan como una institución especial, al lado de la propiedad privada de las
comunidades de que habla el mismo artículo 27 constitucional. En todo caso, se admite por todos
que tanto los elementos patrimoniales de las tierras, bosques y aguas como el elemento humano,
el régimen de propiedad bajo el cual se inscribe y los demás elementos de su organización y
funcionamiento son indispensables para el cabal entendimiento o comprensión del ejido moderno
mexicano.

5.2 CONCEPTOS DEL EJIDO MEXICANO DESDE 1920 HASTA 1951

Ley de Ejidos del 30 de diciembre de 1920 Reforma de 1934 a la fracción X del


artículo 27 constitucional
En su artículo 13 definió al ejido como la tierra Hizo la misma connotación del término ejido,
dotada a los pueblos, y dicho sistema no volvió tal y como la conocemos en la actualidad.
a repetirse en la legislación subsecuente.
28

5.3 CARACTERÍSTICAS QUE TENÍA EL EJIDO HASTA 1991

 El ejido era considerado una sociedad de interés social.


 Lo integraban campesinos mexicanos por nacimiento, con un patrimonio social inicial
constituido por las tierras, bosques y aguas que el Estado le entrega gratuitamente en
propiedad inalienable, intransmisible, inembargable e imprescriptible.
 Su aprovechamiento y explotación se encontraba sujeto a las modalidades establecidas
en la ley, bajo la orientación del Estado en cuanto a la organización de su administración
interna.
 Su esencia se basaba en la cooperación y la democracia económica.
 Tenía por objeto la explotación y el aprovechamiento integral de sus recursos naturales y
humanos.
 Había el trabajo personal de sus socios en su propio beneficio.

5.4 EL NUEVO CONCEPTO DE EJIDO CON LAS REFORMAS DE 1992

La iniciativa de ley dirigida por el entonces presidente de la República, Licenciado Carlos


Salinas de Gortari a la Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión el 7 de febrero de
1992, señalaba respecto al ejido que el mismo debía ser considerado como una sociedad de
interés social integrada por mexicanos con personalidad jurídica y patrimonio propios constituido
por las tierras, bosques y aguas que les han sido dotadas o que hubieren adquirido por cualquier
otro título, sujeto su aprovechamiento, explotación y disposición a las modalidades establecidas
por la ley, cuya organización y administración interna se basa en la democracia económica y en
el respeto a los derechos individuales. Su principal objetivo es la satisfacción de las demandas
de sus integrantes mediante el aprovechamiento del potencial y aptitud de las tierras que cultiva.

5.5 LA PERSONALIDAD JURÍDICA DEL EJIDO

La personalidad jurídica queda consagrada en lo que disponen los siguientes


ordenamientos, a saber:

Artículo 27 fracción VII, primer párrafo Artículo 9 de la Ley Agraria


“VII. Se reconoce la personalidad jurídica de “Los núcleos de población ejidales o ejidos
los núcleos de población ejidales y comunales tienen personalidad jurídica y patrimonio
y se protege su propiedad sobre la tierra, propio y son propietarios de las tierras que les
tanto para el asentamiento humano como han sido dotadas o de las que hubieren
para actividades productivas.” adquirido por cualquier otro título.”

5.6 LOS ÓRGANOS DEL EJIDO

Asamblea  Es el órgano supremo del ejido, y en él, participan todos los ejidatarios.
 La asamblea se reunirá por lo menos una vez cada seis meses o con mayor
frecuencia cuando así lo determine su reglamento o su costumbre.
 Serán de la competencia exclusiva de la asamblea los siguientes asuntos:
I. Formulación y modificación del reglamento interno del ejido.
II. Aceptación y separación de ejidatarios, así como sus aportaciones.
III. Informes del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia, así como la elección y
remoción de sus miembros.
IV. Cuentas o balances, aplicación de los recursos económicos del ejido y
otorgamiento de poderes y mandatos.
V. Aprobación de los contratos y convenios que tengan por objeto el uso o disfrute
por terceros de las tierras de uso común.
VI. Distribución de ganancias que arrojen las actividades del ejido.
VII. Señalamiento y delimitación de las áreas necesarias para el asentamiento
humano, fundo legal y parcelas con destino específico, así como la localización y
relocalización del área de urbanización.
29

VIII. Reconocimiento del parcelamiento económico o de hecho y regularización de


tenencia de posesionarios.
IX. Autorización a los ejidatarios para que adopten el dominio pleno sobre sus
parcelas y la aportación de las tierras de uso común a una sociedad, en los términos
del artículo 75 de la Ley Agraria.
X. Delimitación, asignación y destino de las tierras de uso común así como su régimen
de explotación.
XI. División del ejido o su fusión con otros ejidos.
XII. Terminación del régimen ejidal cuando, previo dictamen de la Procuraduría
Agraria solicitado por el núcleo de población, se determine que ya no existen las
condiciones para su permanencia.
XIII. Conversión del régimen ejidal al régimen comunal.
XIV. Instauración, modificación y cancelación del régimen de explotación colectiva.

 La asamblea podrá ser convocada por el comisariado ejidal o por el consejo de


vigilancia, ya sea a iniciativa propia o si así lo solicitan al menos veinte ejidatarios o
el veinte por ciento del total de ejidatarios que integren el núcleo de población ejidal.
Si el comisariado o el consejo no lo hicieren en un plazo de cinco días hábiles a partir
de la solicitud, el mismo número de ejidatarios podrá solicitar a la Procuraduría
Agraria que convoque a la asamblea.
 La asamblea deberá celebrarse dentro del ejido o en el lugar habitual, salvo causa
justificada. Para ello, deberá expedirse convocatoria con no menos de ocho días de
anticipación ni más de quince, por medio de cédulas fijadas en los lugares más
visibles del ejido. En la cédula se expresarán los asuntos a tratar y el lugar y fecha
de la reunión. El comisariado ejidal será responsable de la permanencia de dichas
cédulas en los lugares fijados para los efectos de su publicidad hasta el día de la
celebración de la asamblea.
 Para la instalación válida de la asamblea, cuando ésta se reúna por virtud de primera
convocatoria, deberán estar presentes cuando menos la mitad más uno de los
ejidatarios, salvo que en ella se traten los asuntos señalados en las fracciones VII a
XIV del artículo 23, en cuyo caso deberán estar presentes cuando menos tres cuartas
partes de los ejidatarios.
 Las resoluciones de la asamblea se tomarán válidamente por mayoría de votos de
los ejidatarios presentes y serán obligatorias para los ausentes y disidentes. En caso
de empate el Presidente del comisariado ejidal tendrá voto de calidad. Cuando se
trate alguno de los asuntos señalados en las fracciones VII a XIV del artículo 23 de
esta ley, se requerirá el voto aprobatorio de dos terceras partes de los asistentes a la
asamblea.
 La convocatoria que se expida para tratar cualesquiera de los asuntos señalados en
las fracciones VII a XIV del artículo 23 de esta ley, deberá ser expedida por lo menos
con un mes de anticipación a la fecha programada para la celebración de la
asamblea. Asimismo, deberá estar presente un representante de la Procuraduría
Agraria, así como un fedatario público.
 Cuando la asamblea resuelva terminar el régimen ejidal, el acuerdo respectivo será
publicado en el Diario Oficial de la Federación y en el periódico de mayor circulación
en la localidad en que se ubique el ejido.
 Previa liquidación de las obligaciones subsistentes del ejido, las tierras ejidales, con
excepción de las que constituyan el área necesaria para el asentamiento humano,
serán asignadas en pleno dominio a los ejidatarios de acuerdo a los derechos que
les correspondan, excepto cuando se trate de bosques o selvas tropicales. La
superficie de tierra asignada por este concepto a cada ejidatario no podrá rebasar los
límites señalados a la pequeña propiedad. Si después de la asignación hubiere
excedentes de tierra o se tratare de bosques o selvas tropicales, pasarán a propiedad
de la nación.
 De toda asamblea se levantará el acta correspondiente, que será firmada por los
miembros del comisariado ejidal y del consejo de vigilancia que asistan, así como por
los ejidatarios presentes que deseen hacerlo. En caso de que quien deba firmar no
pueda hacerlo, imprimirá su huella digital debajo de donde esté escrito su nombre.
 Cuando exista inconformidad sobre cualesquiera de los acuerdos asentados en el
acta, cualquier ejidatario podrá firmar bajo protesta haciendo constar tal hecho.
30

Comisariado  El comisariado ejidal es el órgano encargado de la ejecución de los acuerdos de la


ejidal asamblea, así como de la representación y gestión administrativa del ejido. Estará
constituido por un Presidente, un Secretario y un Tesorero, propietarios y sus
respectivos suplentes. Asimismo, contará en su caso con las comisiones y los
secretarios auxiliares que señale el reglamento interno. Este habrá de contener la
forma y extensión de las funciones de cada miembro del comisariado; si nada
dispone, se entenderá que sus integrantes funcionarán conjuntamente.
 Son facultades y obligaciones del comisariado:
I. Representar al núcleo de población ejidal y administrar los bienes comunes del
ejido, en los términos que fije la asamblea, con las facultades de un apoderado
general para actos de administración y pleitos y cobranzas.
II. Procurar que se respeten estrictamente los derechos de los ejidatarios.
III. Convocar a la asamblea en los términos de la ley, así como cumplir los acuerdos
que dicten las mismas.
IV. Dar cuenta a la asamblea de las labores efectuadas y del movimiento de fondos,
así como informar a ésta sobre los trabajos de aprovechamiento de las tierras de uso
común y el estado en que éstas se encuentren.

Consejo de  El consejo de vigilancia estará constituido por un Presidente y dos Secretarios,


vigilancia propietarios y sus respectivos suplentes y operará conforme a sus facultades y de
acuerdo con el reglamento interno; si éste nada dispone, se entenderá que sus
integrantes funcionarán conjuntamente.
 Son facultades y obligaciones del consejo de vigilancia:
I. Vigilar que los actos del comisariado se ajusten a los preceptos de la ley y a lo
dispuesto por el reglamento interno o la asamblea.
II. Revisar las cuentas y operaciones del comisariado a fin de darlas a conocer a la
asamblea y denunciar ante ésta las irregularidades en que haya incurrido el
comisariado.
III. Convocar a asamblea cuando no lo haga el comisariado.

Los miembros del comisariado y del consejo de vigilancia, así como sus suplentes, serán electos
en asamblea.

5.7 EL PATRIMONIO EJIDAL:

5.7.1 TIERRA PARA EL ASENTAMIENTO HUMANO

 Las tierras destinadas al asentamiento humano integran el área necesaria para el


desarrollo de la vida comunitaria del ejido, que está compuesta por los terrenos en que se
ubique la zona de urbanización y su fundo legal.
 Las tierras ejidales destinadas por la asamblea al asentamiento humano conforman el área
irreductible del ejido y son inalienables, imprescriptibles e inembargables, salvo lo previsto
en la Ley Agraria. Cualquier acto que tenga por objeto enajenar, prescribir o embargar
dichas tierras será nulo de pleno derecho.
 Las autoridades federales, estatales y municipales y, en especial, la Procuraduría Agraria,
vigilarán que en todo momento quede protegido el fundo legal del ejido.
 El núcleo de población podrá aportar tierras del asentamiento al municipio o entidad
correspondiente para dedicarlas a los servicios públicos, con la intervención de la
Procuraduría Agraria, la cual se cerciorará de que efectivamente dichas tierras sean
destinadas a tal fin.
 Cuando el poblado ejidal esté asentado en tierras ejidales, la asamblea podrá resolver que
se delimite la zona de urbanización en la forma que resulte más conveniente, respetando
la normatividad aplicable y los derechos parcelarios. Igualmente, la asamblea podrá
resolver que se delimite la reserva de crecimiento del poblado, conforme a las leyes de la
materia.
 Para la localización, deslinde y fraccionamiento de la zona de urbanización y su reserva
de crecimiento, se requerirá la intervención de las autoridades municipales
correspondientes y se observarán las normas técnicas que emita la SEMARNAT.
31

 Cuando la asamblea constituya la zona de urbanización y su reserva de crecimiento,


separará las superficies necesarias para los servicios públicos de la comunidad.
 Los solares serán de propiedad plena de sus titulares. Todo ejidatario tendrá derecho a
recibir gratuitamente un solar al constituirse, cuando ello sea posible, la zona de
urbanización. La extensión del solar se determinará por la asamblea, con la participación
del municipio correspondiente, de conformidad con las leyes aplicables en materia de
fraccionamientos y atendiendo a las características, usos y costumbres de cada región.
 La asamblea hará la asignación de solares a los ejidatarios, determinando en forma
equitativa la superficie que corresponda a cada uno de ellos. Esta asignación se hará en
presencia de un representante de la Procuraduría Agraria y de acuerdo con los solares
que resulten del plano aprobado por la misma asamblea e inscrito en el Registro Agrario
Nacional. El acta respectiva se inscribirá en dicho Registro y los certificados que éste
expida de cada solar constituirán los títulos oficiales correspondientes.
 Una vez satisfechas las necesidades de los ejidatarios, los solares excedentes podrán ser
arrendados o enajenados por el núcleo de población ejidal a personas que deseen
avecindarse.
 Cuando se trate de ejidos en los que ya esté constituida la zona de urbanización y los
solares ya hubieren sido asignados, los títulos se expedirán en favor de sus legítimos
poseedores.
 La propiedad de los solares se acreditará con el documento señalado con anterioridad en
puntos precedentes y los actos jurídicos subsecuentes serán regulados por el derecho
común. Para estos efectos los títulos se inscribirán en el Registro Público de la Propiedad
de la entidad correspondiente.
 En cada ejido la asamblea podrá resolver sobre el deslinde de las superficies que
considere necesarias para el establecimiento de la parcela escolar, la que se destinará a
la investigación, enseñanza y divulgación de prácticas agrícolas que permitan un uso más
eficiente de los recursos humanos y materiales con que cuenta el ejido. El reglamento
interno del ejido normará el uso de la parcela escolar.
 La asamblea podrá reservar igualmente una superficie en la extensión que determine,
localizada de preferencia en las mejores tierras colindantes con la zona de urbanización,
que será destinada al establecimiento de una granja agropecuaria o de industrias rurales
aprovechadas por las mujeres mayores de dieciséis años del núcleo de población. En esta
unidad se podrán integrar instalaciones destinadas específicamente al servicio y
protección de la mujer campesina.
 En cada ejido y comunidad podrá destinarse una parcela para constituir la unidad
productiva para el desarrollo integral de la juventud, en donde se realizarán actividades
productivas, culturales, recreativas y de capacitación para el trabajo, para los hijos de
ejidatarios, comuneros y avecindados mayores de dieciséis y menores de veinticuatro
años. Esta unidad será administrada por un comité cuyos miembros serán designados
exclusivamente por los integrantes de la misma. Los costos de operación de la unidad
serán cubiertos por sus miembros.

5.7.2 TIERRAS DE USO COMÚN

Son aquellas que la asamblea no ha reservado para la asignación de parcelas ni el


asentamiento humano y cuyo aprovechamiento se destina al sustento de la vida comunitaria del
ejido. Los bosques y las selvas tropicales se mantendrán invariablemente dentro de ese régimen
por lo que cualquier asignación parcelaria en ellos es nula de pleno derecho.

Dentro de las características que este tipo de tierras tienen, podemos manifestar las
siguientes:

 Son inalienables, imprescriptibles e inembargables.


 La inalienabilidad subsiste salvo decisión contraria de la asamblea.
 En el caso de mantenerse como tierras de uso común, la regulación del uso,
aprovechamiento, acceso y conservación, así como los derechos y obligaciones de los
ejidatarios y avecindados, deben establecerse en el reglamento interno.
 Se entiende que sólo cuando la asamblea resolviere sobre la aportación de las tierras de
uso común a una sociedad civil o mercantil, deberán satisfacerse determinados requisitos,
entre los cuales se cuenta la necesidad de que el caso sea de manifiesta utilidad para el
32

núcleo de la población y la obtención de opinión favorable de la procuraduría Agraria, en


cualquier otra circunstancia será decisión únicamente de la asamblea.

Al estar totalmente terminada la fase del reparto masivo de la tierra ya no es posible


constituir ejidos por acto de autoridad. En su lugar surge la posibilidad de que se siga
constituyendo propiedad social, pero de forma estrictamente voluntaria. Los nuevos ejidos que
así se constituyan pasarán a formar una nueva modalidad de este régimen de propiedad, que
aunque social, no deja de tener ciertas características que la semejan a una especie de sociedad
mercantil o civil.

Los requisitos que la ley exige para constituir un ejido, la capacidad agraria colectiva, sin
contar con un mínimo de 20 individuos, que cada uno de ellos aporte tierra y se elabore un
proyecto de reglamento interno, todo lo cual debe constar en escritura pública, la que se inscribirá
en el Registro Agrario y nos parece que también deberá hacerse en el Registro Público de la
Propiedad.

El nacimiento formal del ejido con personalidad y patrimonio propios tiene lugar a partir
del momento en que se efectúa la inscripción mencionada, acto mediante el cual las tierras
aportadas son incorporadas al nuevo régimen de propiedad regido por la Ley Agraria. Se
específica que la aportación de tierras para constituir un ejido en fraude de acreedores será nula.

Una vez que los ejidos constituidos hayan adquirido el dominio pleno de tierras, podrán
incorporarlas al régimen ejidal. La inscripción en el Registro Agrario Nacional deberá ser
tramitada por el comisariado ejidal. Se entiende que al hablar del ejido como propietario, la
titularidad de estas tierras le corresponde al núcleo de población, por lo que la decisión deberá
ser tomada por la asamblea general con los requisitos exigidos para los acuerdos del artículo 23,
fracción X de la Ley, ya que dichas tierras son de uso común.

La ley no hace referencia de la posibilidad de que los ejidatarios en particular puedan


adquirir tierras distintas de su unidad parcelaria bajo régimen del dominio pleno para
incorporarlas al régimen ejidal, como parte integrante de su parcela o como otra unidad para sí
o sus familiares. Es posible que no se desee constituir un nuevo ejido por no contar con la
capacidad colectiva o simplemente porque su intención sea mantenerse dentro de su propio
ejido. En este caso, debido a que el régimen de la propiedad social es una decisión de la
asamblea, será ella la que deba autorizar la incorporación de tierras del dominio pleno en forma
individualizada, aun en el caso de que no fueren limítrofes a las tierras del ejido.

5.7.3 TIERRAS PARCELADAS

Las constituyen todas aquellas que están formalmente parceladas a favor de los ejidatarios. En
otras palabras, son las superficies definidas que han sido adjudicadas en forma individual o
colectiva (copropiedad) a miembros del núcleo de población, a quienes les pertenece el derecho
de su aprovechamiento, uso y usufructo, e incluso el de disposición, sin más limitaciones que las
que marca la ley. Estos derechos se amparan con el certificado correspondiente o con la
resolución del tribunal agrario.

El parcelamiento puede ser formal o económico:

 El primero es el que se basa en el derecho, por medio de una resolución agraria


administrativa, resolución jurisdiccional (juicio agrario ante el tribunal correspondiente) o
resolución de asamblea. En este último caso, la resolución deberá someterse al
procedimiento y formalidades estipuladas en el capítulo correspondiente del reglamento
de la ley.
 Por su parte, el parcelamiento económico es el que se realiza de hecho, sin mediar ninguna
de las resoluciones mencionadas y que sólo puede efectuarse sobre tierras que no estén
formalmente parceladas, siempre que no se trate de tierras donde se ubica el poblado o
que hayan sido expresamente destinadas por la asamblea para el asentamiento humano.
33

Disposiciones de la Ley Agraria respecto a las tierras parceladas.

́ ulo 78.- Los derechos de los ejidatarios sobre sus parcelas se acreditarán con sus
Artic
correspondientes certificados de derechos agrarios o certificados parcelarios, los cuales
ostentarán los datos básicos de identificación de la parcela…

́ ulo 79.- El ejidatario puede aprovechar su parcela directamente o conceder a otros


Artic
ejidatarios o terceros su uso o usufructo, mediante aparceria ́ , mediería, asociación,
arrendamiento o cualquier otro acto jurídico no prohibido por la ley, sin necesidad de autorización
de la asamblea o de cualquier autoridad. Asimismo podrá aportar sus derechos de usufructo a la
formación de sociedades tanto mercantiles como civiles.

́ ulo 80. Los ejidatarios podrán enajenar sus derechos parcelarios a otros ejidatarios o
Artic
avecindados del mismo núcleo de población. Para la validez de la enajenación se requiere:

a) La manifestación de conformidad por escrito de las partes ante dos testigos, ratificada ante
fedatario público;

b) La notificación por escrito al cónyuge, concubina o concubinario y los hijos del enajenante,
quienes, en ese orden, gozarán del derecho del tanto, el cual deberán ejercer dentro del término
de treinta días naturales contados a partir de la notificación a cuyo vencimiento caducará tal
derecho. Será aceptable para este efecto la renuncia expresada por escrito ante dos testigos e
inscrita en el Registro Agrario Nacional. En caso de que se desconozca el domicilio o ubicación
de las personas que gozan del derecho del tanto, se procederá en términos de lo dispuesto por
el párrafo tercero del artículo 84 de esta Ley, y

c) Dar aviso por escrito al comisariado ejidal.

Realizada la enajenación, el Registro Agrario Nacional, procederá a inscribirla y expedirá los


nuevos certificados parcelarios, cancelando los anteriores. Por su parte, el comisariado ejidal
deberá realizar la inscripción correspondiente en el libro respectivo.

Artić ulo 81.- Cuando la mayor parte de las parcelas de un ejido hayan sido delimitadas y
asignadas a los ejidatarios en los términos del artic ́ ulo 56, la asamblea, con las formalidades
previstas a tal efecto por los artić ulos 24 a 28 y 31 de esta ley, podrá resolver que los ejidatarios
puedan a su vez adoptar el dominio pleno sobre dichas parcelas, cumpliendo lo previsto por esta
ley.

Artić ulo 82.- Una vez que la asamblea hubiere adoptado la resolución prevista en el artículo
anterior, los ejidatarios interesados podrán, en el momento que lo estimen pertinente, asumir el
dominio pleno sobre sus parcelas, en cuyo caso solicitarán al Registro Agrario Nacional que las
tierras de que se trate sean dadas de baja de dicho Registro, el cual expedirá el tit́ ulo de
propiedad respectivo, que será inscrito en el Registro Público de la Propiedad correspondiente a
la localidad.

A partir de la cancelación de la inscripción correspondiente en el Registro Agrario Nacional, las


tierras dejarán de ser ejidales y quedarán sujetas a las disposiciones del derecho común.

́ ulo 83.- La adopción del dominio pleno sobre las parcelas ejidales no implica cambio alguno
Artic
́ ica de las demás tierras ejidales, ni significa que se altere el régimen legal,
en la naturaleza jurid
estatutario o de organización del ejido.

La enajenación a terceros no ejidatarios tampoco implica que el enajenante pierda su calidad de


ejidatario, a menos que no conserve derechos sobre otra parcela ejidal o sobre tierras de uso
común, en cuyo caso el comisariado ejidal deberá notificar la separación del ejidatario al Registro
Agrario Nacional, el cual efectuará las cancelaciones correspondientes.

5.8 TIERRAS DE ZONAS URBANAS


34

Cuando las tierras ejidales se ubiquen dentro de las áreas de crecimiento de un centro
de población, los ejidos pueden beneficiarse de la urbanización de sus tierras sujetándose a las
leyes, reglamentos y planes en materia de asentamientos humanos; se excluyen las áreas
naturales protegidas y las zonas de preservación ecológica.

En principio se entiende que al referirse a tierras ejidales se comprende todas éstas, es


decir, las parceladas, las de uso común y las destinadas al asentamiento humano, e incluso el
área de reserva para crecimiento. Así, se podrán beneficiar tanto los ejidatarios con sus parcelas
y solares, como el ejido en su conjunto con las tierras de uso común, las reservas del
asentamiento humano, la parcela escolar y las unidades destinadas a la mujer y a la juventud

La intención de este tipo de tierra es legalizar la práctica permanente de urbanizar las


parcelas cercanas a los centros de población, por tres razones básicas: que inexorablemente
son incorporadas debido al crecimiento natural, sobre todo el de las más importantes ciudades;
por otro lado, la ubicación en las inmediaciones de los centros urbanos hace antieconómico el
cultivo y cosecha, en virtud de los robos, la destrucción de plantas y el vandalismo en general y
finalmente, la perjudicial influencia climática y de contaminantes.

5.9 REQUISITOS PARA LA FORMACIÓN DE NUEVOS EJIDOS

Artić ulo 90.- Para la constitución de un ejido bastará:


I. Que un grupo de veinte o más individuos participen en su constitución;
II. Que cada individuo aporte una superficie de tierra;
III. Que el núcleo cuente con un proyecto de reglamento interno que se ajuste a lo dispuesto en
esta ley; y
IV. Que tanto la aportación como el reglamento interno consten en escritura pública y se solicite
su inscripción en el Registro Agrario Nacional.
Será nula la aportación de tierras en fraude de acreedores.

El nacimiento formal del ejido con personalidad y patrimonio propios tiene lugar a partir
del momento en que se efectúa la inscripción mencionada, acto mediante el cual las tierras
aportadas son incorporadas al nuevo régimen de propiedad regido por la Ley Agraria.

Una vez que los ejidos constituidos hayan adquirido el dominio pleno de tierras, podrán
incorporarlas al régimen ejidal. La inscripción en el Registro Agrario Nacional deberá ser
tramitada por el comisariado ejidal. Se entiende que al hablar del ejido como propietario la
titularidad de estas tierras le corresponde al núcleo de población, por lo que la decisión deberá
ser tomada por la asamblea general con los requisitos exigidos para los acuerdos del artículo 23,
fracción X de la Ley, ya que dichas tierras son de uso común.

5.10 EJIDATARIOS, AVECINDADOS Y POSESIONARIOS

Ejidatarios Avecindados Posesionarios


Son ejidatarios los hombres y Son aquellos mexicanos Son las personas que tienen
las mujeres titulares de mayores de edad que han en posesión parcelas ejidales
derechos ejidales residido por un año o más en y que pueden estar o no
las tierras del núcleo de reconocidas como ejidatario.
población ejidal y que han Puede adquirir la titularidad
sido reconocidos como tales de los derechos sobre la
por la asamblea ejidal o el parcela por el reconocimiento
tribunal agrario competente. que haga la asamblea o por
prescripción positiva

UNIDAD 6
LA COMUNIDAD

6.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS EN EL CALPULLI


35

Calpulli, (del náhuatl calpulle ‘casa grande’ o ‘caserío’), territorio y unidad social cuyos
miembros estaban emparentados entre sí; también, base de la estructura política, económica,
social, religiosa y militar dentro de la nación azteca. Los miembros de un calpulli poseían la tierra
en forma colectiva con derechos individuales de uso, y todo adulto casado tenía derecho a recibir
una parcela y cultivarla. Para ello, el administrador de los bienes inscribía en sus registros a todo
varón desde el momento de su matrimonio. A quien no hubiere heredado de su padre una
parcela, el calpulli tenía obligación de otorgársela. El derecho se perdía cuando una familia lo
abandonaba, se extinguía sin dejar sucesión o no lo cultivaba en un lapso de tres años
consecutivos. Con el transcurso del tiempo estas reglas sufrieron numerosas excepciones. Los
dignatarios, funcionarios, sacerdotes, comerciantes y artesanos no cultivaban la tierra. Los cuatro
territorios o calpullis en los que se dividió originalmente Tenochtitlán fueron Mayotla, Teopan,
Cuepopan y Atzacoalco. Según el cronista Fernando Alvarado Tezozómoc, las siete tribus
nahuatlacas que partieron de ese mítico lugar fueron: iopico, tlacochcalca, huitznáhuac,
cihuatepaneca, chalmeca, tlacatecpaneca e izquiteca. Cada tribu o calpulli se constituía de un
grupo de hombres que creían tener un antepasado común, por lo que se consideraban parientes,
adoraban a un dios patrono que los protegía y tenían su propio sacerdote. Por ello, cuando se
establecieron en el valle de México formaron asentamientos separados unos de otros. Durante
su largo viaje tuvieron dos tipos de gobernantes: los teomamaques, sacerdotes portadores del
dios Huitzilopochtli, y los de los dioses de cada calpulli, quienes impartían las órdenes a sus
súbditos y de modo especial a los capitanes que dirigían todas las operaciones militares.

6.2 RECONOCIMIENTO LEGAL DE LA COMUNIDAD Y SUS EFECTOS

La gran mayoría de las comunidades datan de tiempos inveterados, aunque sólo algunas
de ellas estuvieron reconocidas por la Corona española y las demás solamente existían de
hecho, y fueron las que con mayor frecuencia sufrieron despojo. Por tal motivo, las primeras
soluciones al problema agrario postrevolucionario se enfocaron a la restitución de las tierras
despojadas a las comunidades, prueba de lo anterior es el hecho de que la primera acción agraria
que surge en nuestro derecho es la restitución de tierras, bosques y aguas. Como primera
consecuencia de lo anteriormente expuesto, y además del insoslayable hecho de que la gran
mayoría de los grupos comunales se encuentran constituidos de una manera irregular, el
legislador de la actual Ley Agraria señala los procedimientos a través de los cuales se da el
reconocimiento de comunidad a un núcleo así constituido. El artículo 98 de la citada ley consigna
este procedimiento en cuatro fracciones, que a continuación transcribimos:

“I. Una acción agraria de restitución para las comunidades despojadas de su propiedad;
II. Un acto de jurisdicción voluntaria promovido por quienes guardan el estado comunal cuando
no
exista litigio en materia de posesión y propiedad comunal;
III. La resolución de un juicio promovido por quienes conserven el estado comunal cuando exista
litigio u oposición de parte interesada respecto a la solicitud del núcleo; o
IV. El procedimiento de conversión de ejido a comunidad.
De estos procedimientos se derivará el registro correspondiente en los registros Públicos de la
Propiedad y Agrario Nacional.”

En la última parte de la disposición legal en cita se menciona que de estos


procedimientos se deriva el registro de la comunidad tanto en el Registro Público de la Propiedad
como en el Registro Agrario Nacional, siempre y cuando el procedimiento sea resuelto en forma
favorable el grupo comunal en lo que se refiere a las primeras tres fracciones, y se cumplan
íntegramente los requisitos exigidos por la propia Ley Agraria para que un núcleo ejidal se
transforme en núcleo comunal, de tal manera que el cambio sea legítima. El reconocimiento legal
de una comunidad le trae aparejada una serie de efectos importantes que inciden en la existencia
institucional del grupo, tanto para llevar a cabo actividades productivas, como para proceder a
su defensa, la constitución de sus órganos de representación, y sobre todo para que los
comuneros sean sujetos de todos los derechos y obligaciones consignadas en la Ley Agraria.

Es en el artículo 99 de la Ley Agraria donde se dan a conocer los efectos jurídicos antes
mencionados. Para una comprensión directa, transcribimos el artículo:
36

Artículo 99. “Los efectos jurídicos del reconocimiento de la comunidad son:


I. La personalidad jurídica del núcleo de población y su propiedad sobre la tierra.
II. La existencia del comisariado de bienes comunales como órgano de
representación y gestión administrativa de la asamblea de comuneros en los
términos que establezca el estatuto comunal y la costumbre.
III. La protección especial de las tierras comunales que las hace inalienables,
imprescriptibles e inembargables, salvo que se aporten a una sociedad en los
términos del artículo 100 de esta ley, y
IV. Los derechos y las obligaciones de los comuneros conforme a la Ley y el estatuto
comunal”.

6.3 PRINCIPIOS SOBRE PROTECCIÓN A LAS TIERRAS INDÍGENAS

Estos se encuentran estipulados en diversas partes del contenido del artículo 2º de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tales como las que a continuación
exponemos:

Artículo 2º. “…
A. Esta Constitución reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas
a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para:

V. Conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras en los términos
establecidos en esta Constitución.
VI. Acceder, con respeto a las formas y modalidades de propiedad y tenencia de la tierra
establecidas en esta Constitución y a las leyes de la materia, así como a los derechos adquiridos
por terceros o por integrantes de la comunidad, al uso y disfrute preferente de los recursos
naturales de los lugares que habitan y ocupan las comunidades, salvo aquellos que
corresponden a las áreas estratégicas, en términos de esta Constitución. Para estos efectos las
comunidades podrán asociarse en términos de ley.
…”.

Así también, el artículo 27 constitucional hace referencia expresa a este tipo de


propiedad que nos ocupa, cuando nos dice lo siguiente:

Artículo 27. “…
VII. …
La ley protegerá la integridad de las tierras de los grupos indígenas.
…”.

UNIDAD 7
LA PEQUEÑA PROPIEDAD INDIVIDUAL

7.1 TIPOS DE PEQUEÑA PROPIEDAD EN MÉXICO

A la pequeña propiedad, anteriormente se le denominaba pequeña propiedad, sin el


calificativo de individual, ya que se entendía que era la única forma de propiedad privada sobre
la tierra, con exclusión expresa de las sociedades. En la actualidad se encuentra legislada en el
Capítulo Segundo sobre las Sociedades Propietarias de la Tierras. Se conservan las figuras de
la propiedad agrícola y ganadera y se introduce la propiedad forestal con características
especiales. La ley mantiene ciertos límites a la extensión de propiedades individuales que se
pueden tener, lo que depende de su tipo conforme se describe a continuación:

7.1.1 AGRÍCOLA

Es aquella constituida por suelos utilizados para el cultivo de vegetales, cuya superficie
de riego, humedad o equivalentes no exceda de 150 hectáreas para el cultivo de algodón, de
300 hectáreas para los llamados cultivos especiales como plátano, caña de azúcar, café,
henequén, hule, palma, vid, olivo, quina, vainilla, cacao, agave, nopal o árboles frutales y,
37

finalmente, 100 hectáreas de riego o equivalente para los cultivos distintos a los señalados
anteriormente

También es preciso recordar que permanece la tabla de equivalencias referida a la


calidad de riego o humedad, computando una hectárea de éstas por dos de temporal, cuatro de
agostadero de buena calidad y ocho de monte de agostadero en terrenos áridos. La ley prevé la
posibilidad de que un mismo individuo posea tierras agrícolas de distinta clase o las destine a
diferentes cultivos, por lo que para determinar los límites que le corresponda deberán sumarse
las tierras de acuerdo con sus equivalencias y el cultivo respectivo. Por último, también se
autoriza a los propietarios a intercalar en sus tierras dedicadas al algodón y cultivos especiales
cualquier otro tipo de cultivo, sin por ello alterar los límites para aquéllos.

Se consideran agrícolas las tierras rústicas que no estén dedicadas a alguna otra
actividad económica; básicamente, toda tierra es agrícola a menos que su uso y usufructo indique
lo contrario.

Para efectos de su equivalencia, se seguirá considerando la calidad original de aquellas


tierras que a partir de esa calidad fueren mejoradas por medio de obras de riego, drenaje,
nivelación o cualquier otra realizada por sus dueños o poseedores. La Secretaría de Agricultura
debe expedir los certificados que soliciten los propietarios o poseedores sobre la calidad de su
tierra, los que harán prueba plena. En otras palabras, la ley protege el esfuerzo y trabajo de los
propietarios poseedores que mejoran la calidad de sus predios, por lo que es aconsejable que
todos lleven un registro periódico de la calidad de sus tierras a través de los certificados de la
SAGARPA para comprobar el historial de los avances de su mejoramiento.

7.1.2 GANADERA

Está constituida por los suelos utilizados para la reproducción y cría de animales
mediante el uso de su vegetación, sea ésta natural o inducida. Su extensión se sujetará a los
coeficientes de agostadero ponderados en la región de que se trate, suficiente para mantener
hasta 500 cabezas de ganado mayor o su equivalente en ganado menor.

El coeficiente de agostadero debe determinarlo y publicarlo la SAGARPA por regiones,


mediante estudios técnicos de campo. Estos estudios deben tomar en cuenta la superficie que
se requiere para alimentar una cabeza de ganado mayor o su equivalente en menor, según los
factores topográficos, climatológicos y pluvimétricos que determinen la capacidad forrajera de
cada región.

Al igual que la pequeña propiedad agrícola, debe respetarse la nueva calidad que
adquieran las tierras ganaderas con las mejoras que le hiciere su propietario o poseedor, por lo
que seguirán computándose de acuerdo con los índices de agostadero anteriores a la mejora,
pero adicionalmente se exigirá que la producción obtenida por el uso agrícola se utilice para la
alimentación de ganado, o que la superficie total destinada a la agricultura no supere los límites
de la pequeña propiedad agrícola sin importar que no sea para alimentar el ganado, por lo que
el límite aplicable será el de la calidad anterior a la mejora. Se exceptúan de las consideraciones
anteriores todos los vegetales que se obtengan de manera espontánea.

De acuerdo con lo anterior, puede coexistir la propiedad agrícola con la ganadera, lo que
constituye la propiedad agropecuaria, no contemplada expresamente por la ley, pero de
frecuente existencia en la existencia. Finalmente, la propiedad ganadera puede convertirse en
forestal, aún cuando rebase los límites de ésta (800 hectáreas).

7.1.3 FORESTAL

Se integra con los suelos utilizados para el manejo productivo de bosques o selvas de
cualquier clase (silvicultura), cuya extensión no exceda las 800 hectáreas. A diferencia de los
casos anteriores, la ley no menciona la posibilidad de que la propiedad forestal pueda
transformarse en agrícola o ganadera, o incluso en mixta. Aun cuando es de desear una
explotación racional de los bosques que permita su industrialización, pero también la renovación
de sus recursos; cuando menos tendría que haber una definición terminante al respecto. Cabría
38

considerar la posibilidad del agotamiento de los ciclos productivos, enfermedades de difícil


tratamiento o cualquier otra circunstancia que haga incosteable esta explotación y que amerite
un nuevo destino productivo, o bien, prohibir la conversión so pena de fraccionamiento y venta.
Lo negativo es la indefinición al respecto, ya que puede ser fuente de conflictos.

7.2 LÍMITES A LA PEQUEÑA PROPIEDAD INDIVIDUAL

7.2.1 POR LA CALIDAD DE LAS TIERRA

Dentro de la bibliografía y legislación aplicable a esta materia, y que son sugeridas en la


Guía de Estudio para resolver esta unidad, no se hace mención sobre la temática de este inciso,
razón por la cual, es oportuno y necesario esperar las indicaciones que al respecto nos haga el
profesor o la profesora de la presente asignatura.

7.2.2 POR LA CLASE DE CULTIVOS

Dentro de la bibliografía y legislación aplicable a esta materia, y que son sugeridas en la


Guía de Estudio para resolver esta unidad, no se hace mención sobre la temática de este inciso,
razón por la cual, es oportuno y necesario esperar las indicaciones que al respecto nos haga el
profesor o la profesora de la presente asignatura.

7.2.3 POR LA SUPERFICIE NECESARIA PARA MANTENER EL GANADO

Dentro de la bibliografía y legislación aplicable a esta materia, y que son sugeridas en la


Guía de Estudio para resolver esta unidad, no se hace mención sobre la temática de este inciso,
razón por la cual, es oportuno y necesario esperar las indicaciones que al respecto nos haga el
profesor o la profesora de la presente asignatura.

7.3 ENAJENACIÓN DE EXCEDENTES Y ORDEN DE PREFERENCIA

Un particular puede ser propietario de una superficie de tierra que en forma expresa le
autoriza la Constitución y su Ley Reglamentaria. Esta superficie se denomina pequeña
propiedad. Sin embargo, puede darse el caso de que una persona adquiera mayores extensiones
de tierras que las autorizadas expresamente por la ley, por lo que debemos conocer cuál es la
solución para tal supuesto.

De conformidad con la derogada Ley Federal de la Reforma Agraria, cuando se


encontraba un excedente procedía la afectación de tierras. El actual artículo 27 constitucional,
en su fracción XVII dispone en cambio que el propietario debe proceder a la enajenación de los
excedentes, para lo cual concede un año de plazo. En caso de que el propietario no venda sus
excedentes dentro de ese plazo, se procederá a la enajenación en subasta pública. En caso de
haber dos o más ofertas iguales, de acuerdo a la ley reglamentaria, el orden de preferencia es el
siguiente: los núcleos de población colindantes con los excedentes, los municipios y las
entidades federativas en que se localicen los excedentes, la Federación y los demás operantes.

La disposición constitucional citada en el presente apartado faculta tanto al Congreso de


la Unión como a las legislativas de los estados para que expidan leyes para normar el
fraccionamiento y la venta de excedentes de tierras propiedad de sociedades mercantiles por
acciones al igual que de particulares.

7.4 PROHIBICIÓN DE LATIFUNDIOS

Del latín latifundium-i, vocablo que a su vez proviene de las voces latus = ancho, extenso:
y fundus = finca.) Es una finca rústica de gran extensión. Desde el punto de vista del derecho
agrario, el latifundio representa un concepto muy técnico, pese a que se define en sentido
contrario de lo que es la pequeña propiedad rural. Es decir latifundio son todas aquellas fincas
rústicas o extensiones de propiedad rural que excedan de los límites establecidos para la
pequeña propiedad.
39

Los límites que indicaba anteriormente la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos eran los de de hectáreas de riego o humedad de primera o sus equivalentes en otra
clase de tierra en explotación; de ciento cincuenta hectáreas cuando se tratara de cultivos de
algodón y de hasta trescientas hectáreas, cuando se tratara de cultivos valiosos, como el cultivo
del plátano la caña de azúcar, el café, el henequén, hule, cocotero, olivo, quina, vainilla, cocoa o
árboles frutales; así como aquella superficie que fuera necesaria para mantener a quinientas
cabezas de ganado mayor o sus equivalentes en ganado menor. De manera pues, que, cuando
la propiedad rural excediera de estos límites, estaremos ante un latifundio para todos los efectos
legales, susceptible, por tanto, de afectación para fines agrarios.

Esta clase de tierras, los latifundios así entendidos, constituían el objeto directo de la
repartición de las tierras en México, uno de los objetivos de la llamada ''reforma agraria'', tal vez
el principal. Se trataba de un propósito revolucionario, consecuencia inmediata de la Revolución
de 1910, uno de los mandatos políticos más importantes que contemplaba nuestra Constitución
Política.

Precisamente para legitimar los actos de reparto de tierras emprendidos por el gobierno,
se puso ese trascendental principio de que la propiedad de las tierras y aguas comprendidas en
los límites del territorio patrio correspondía originalmente a la nación, la cual ha tenido y tiene el
derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares constituyendo la propiedad privada.
Asimismo se aclaraba que la nación podrá establecer, en todo tiempo, ''a la propiedad privada
las modalidades que diste el interés público''. He aquí el fondo último de todas las acciones de
afectación y de expropiación de los latifundios existentes en la República con fines agrarios, al
grado de que, en estos supuestos, no se admite por excepción el recurso al juicio de amparo.

Tales latifundios, para los contendientes de la Revolución de 1910, significaban una


ominosa concentración de la riqueza frente a la condición de pobreza y de miseria que reinaba
entre las clases campesinas. Dicha concentración de riqueza o de tierras era efecto, tal como lo
va a decir el propio constituyente, de la política desamortizadora del siglo decimonónico, en
especial de la ley de 25 de junio de 1856, declarada nula, así como todas las enajenaciones de
tierras, aguas y montes pertenecientes a los pueblos, rancherías, congregaciones o
comunidades, por disposición expresa del artículo 27 constitucional.

Se enajenaron las propiedades de estos pueblos, de los municipios y de los estados por
la consideración de que eran de manos muertas, que no podían producir nada, y obviamente
fueron adquiridas por la incipiente burguesía, que era la única clase que tenía el dinero suficiente
para comprar tan grandes extensiones; fueron vendidas en subasta pública, a precios
verdaderamente bajos, y fueron explotados bajo el régimen de haciendas y de explotación de las
clases campesinas, cuyo descontento ha sido considerado como uno de los motivos que
prendieron la sangrienta Revolución de 1910.

Siendo propósito del constituyente el reparto de todos estos latifundios, en el mismo texto
fundamental se fijó el procedimiento para llevarlo a la práctica. Tal procedimiento variaba, según
se tratara de la acción de restitución de tierras a favor de rancherías, congregaciones, pueblos y
comunidades o de la acción dotatoria de tierras.

La acción restitutoria de tierras únicamente procedía respecto de aquellas tierras de que


habían sido propietarios estos mismos pueblos, comunidades, congregaciones y rancherías,
procediendo la autoridad agraria al fraccionamiento del latifundio que resultase afectado.

De hecho, y pese a esa revolucionaria legitimación de la propiedad originaria a favor de


la nación a estos presuntos propietarios se les exigió como requisito de procedencia la exhibición
del correspondiente título de propiedad, cosa nada fácil, porque en muchos casos éstos se
habían perdido por efecto de las revoluciones; o se encontraban en manos de los propios
hacendados, quienes no estaban dispuestos a colaborar en la restitución; o sencillamente se
encontraban extraviados, de manera que resultaba imposible presentarlos y hacerlos valer. De
ahí que esta acción de restitución tuvo poca eficacia, motivo por el cual el legislador orientó el
reparto de tierras por medio de las dotaciones.
40

La dotación de tierra era y es, en efecto, la vía por la cual se han afectado el mayor
número de latifundios y extensión de tierras. La dotación procede tanto cuando un núcleo de
campesinos, sin tierra, la demanda ante las autoridades agrarias y se le constituye en ejido o
nuevo centro de población, como cuando, intentando la vía de la restitución, ésta se declara
improcedente o insuficiente para satisfacer la demanda de las comunidades o pueblos.

En ambos supuestos, de restitución o de dotación, la solicitud debe presentarse ante el


gobernador del estado al que pertenezca el núcleo de campesinos que está reclamando las
tierras y, de acuerdo a los casos, el expediente termina por llegar al presidente de la República,
quien dicta la resolución definitiva, o ante los tribunales de amparo, por cuya vía se vieron
enervadas muchas acciones agrarias y se dejaron de fraccionar verdaderos latifundios.

UNIDAD 8
LAS SOCIEDADES MERCANTILES
EN ACTIVIDADES AGRARIAS

8.1 LÍMITES A LAS SOCIEDADES MERCANTILES O CIVILES PROPIETARIAS DE TIERRAS

Es lógico pensar que si a las sociedades mercantiles por acciones se les concedió el
derecho de poseer bienes rústicos, también se encuentran facultadas para constituirse en
cualquier tipo de sociedad, contenidas tanto en la Ley General de Sociedades Mercantiles como
en el Código Civil para el Distrito Federal, pero desde luego que deben acatar lo que
expresamente establece la ley fundamental y su reglamento, que es donde se encuentran
algunas limitaciones y requisitos que a estas sociedades se les impone, y que son:

 La primera de las limitaciones que se imponen a las sociedades mercantiles que pretendas
poseer tierras agrícolas, ganaderas o forestales, es la de no tener en propiedad una
extensión mayor al equivalente a 25 veces los límites de la pequeña propiedad, lo anterior
para evitar el acaparamiento de la tierra en unas cuantas manos.
 Otra limitación es que su finalidad u objeto social sea exclusivamente la producción,
transformación o comercialización de productos agrícolas, ganaderos o forestales, así
como los demás accesorios para el cumplimiento de su objeto.
 En las acciones que estas sociedades emitan, se deben distinguir una serie de tipo T, que
representarían las tierras aportadas a la sociedad, o el capital aportado para la adquisición
de tierras.
 Ningún socio o sociedad mercantil, podrá ser titular de acciones de la serie T por un
equivalente mayor a la extensión de la pequeña propiedad.
 Ninguna sociedad podrá expedir acciones de tipo T por un valor mayor al equivalente a 25
veces la extensión de la pequeña propiedad, por lo tanto, este tipo de sociedades sólo
puede tener una superficie de hasta 2,500 hectáreas de riego.
 Ningún extranjero puede tener más del 49% de las acciones o partes sociales de la serie
T.

8.2 REQUISITOS EN LA CONSTITUCIÓN DE SOCIEDADES MERCANTILES

8.2.1 EN CUANTO AL NÚMERO DE SOCIOS

Participar en la sociedad, por lo menos, tantos individuos como veces rebasen las tierras
de la sociedad los límites de la pequeña propiedad individual a efecto, se tomará en cuenta la
participación de cada individuo, ya sea directamente o a través de otra sociedad.

(Fuente de consulta: Gerardo N. González Navarro, El Derecho Agrario en el Nuevo Contexto


Legal, Cárdenas Editor, México, 2003, página 319).

8.2.2 EN CUANTO AL CAPITAL SOCIAL

Su capital social deberá distinguir una serie especial de acciones o partes sociales
identificadas con la letra “T”, la que será equivalente al capital aportado en tierras agrícolas,
41

ganaderas o forestales o al destinado a la adquisición de las mismas, de acuerdo con el valor de


las tierras al momento de su aportación o adquisición.

8.2.3 EN CUANTO AL OBJETO

Su objeto social deberá limitarse a la producción, transformación o comercialización de


productos agrícolas, ganaderos o forestales y a los demás actos accesorios necesarios para el
cumplimiento de dicho objeto.

8.3 CARACTERÍSTICAS DE LAS ACCIONES “T”

Las acciones o partes sociales de Serie T, no gozarán de derechos especiales sobre la


tierra, ni de derechos corporativos distintos a las demás acciones o partes sociales. Sin embargo,
al liquidarse la sociedad sólo los titulares de dichas acciones o partes sociales tendrán derecho
a recibir tierra en pago de lo que les corresponda en el haber social.

Los estatutos sociales de las sociedades a que dicho título sexto se refiere, deberán
contener transcritas las prescripciones a que se refiere el artículo 126 de la Ley Agraria. Ningún
individuo, ya sea directamente o a través de una sociedad podrá detentar más acciones o partes
de Serie T, ya sea de una o varias sociedades emisoras, que las que equivalgan a la extensión
de la pequeña propiedad.

Ninguna sociedad podrá detentar más acciones o partes sociales de Serie T, ya sea de
una o varias sociedades emisoras, que las que equivalgan a una superficie igual a 25 veces la
pequeña propiedad. En las sociedades a que se refiere este título, los extranjeros no podrán
tener una participación que exceda del 49% de las acciones o partes sociales de Serie de T.

El Registro Agrario Nacional contará con una sección especial en la que se inscribirán:

 Las sociedades mercantiles o civiles propietarias de tierras agrícolas, ganaderas o


forestales.
 Las superficies, linderos y colindancias de los predios agrícolas, ganaderos o forestales
propiedad de las sociedades a que se refiere el punto anterior, con indicación de la clase
y uso de sus tierras.
 Los individuos tenedores de acciones o partes sociales de Serie T de las sociedades
referidas dentro de la Ley Agraria.
 Las sociedades tenedoras de acciones o partes sociales de Serie T representativas del
capital social de las sociedades manifestadas dentro de la Ley Agraria.
 Los demás actos, documentos o información que sea necesaria para vigilar el
cumplimiento de lo dispuesto en el título sexto y de lo que al respecto prevea el Reglamento
de la Ley Agraria.

Los administradores de las sociedades, así como los socios tenedores de acciones p
partes sociales de de Serie T, según corresponda, serán responsables de proporcionar al
Registro Agrario Nacional, la información antes referida, en la forma y término que señale el
citado reglamento.

Cuando una sociedad rebase los límites a la extensión de tierra permitidos por la Ley
Agraria, la SAGARPA, previa audiencia, ordenará a la sociedad que en el plazo de un año
fraccione, en su caso, y enajene los excedentes o regularice su situación. Si transcurrido el plazo
la sociedad no lo hubiere hecho, la dependencia seleccionará discrecionalmente las tierras que
deban ser enajenadas y notificará a la autoridad estatal correspondiente para que aplique el
procedimiento a que se refiere el artículo 124 de la Ley Agraria.

Las acciones o partes sociales de Serie T que un individuo o sociedad tenga en exceso
de los que equivalgan a la pequeña propiedad o a 25 veces ésta, respectivamente, deberán ser
enajenadas por su propietario o se ordenará su enajenación en los términos que para la
enajenación de tierras prescribe el artículo 124 de la ley antes referida. Serán nulos los actos o
contratos por los que se pretenda simular la tenencia de acciones de serie T.
42

UNIDAD 9
LAS SOCIEDADES RURALES

9.1 UNIONES DE EJIDOS

Objeto Integrantes Constitución Estatutos Administración


Es la Sólo pueden Cada ejido debe Deben contener La asamblea es el
coordinación de serlo los ejidos. presentar las la órgano supremo y
actividades Cabe resoluciones de denominación, está integrado por
productivas de mencionar que asamblea que domicilio y dos
asistencia las autorizó la duración, representantes
mutua, de comunidades constitución de objetivos, capital por asamblea de
comercialización pueden la unión, la y régimen de ejido miembro y
y otras no conformar sus elección de sus responsabilidad, dos
prohibidas por la uniones como delegados y lista de representantes
ley. Para lograr consecuencia definición de miembros y más nombrados
este objeto, de la aplicación sus facultades. normas para su por el comisariado
aparte de sus de los artículos Posteriormente, admisión, ejidal y consejo de
actividades 107 y 109. Sin se debe separación, vigilancia de los
propias, podrán embargo, elaborar y firmar exclusión, mismos. La
constituir debido a la el acta derechos y dirección está a
empresas naturaleza de constitutiva y los obligaciones, cargo de un
especializadas este tipo de estatutos ante órganos de consejo de
para integrarse organización, fedatario autoridad y administración
óptimamente a referida a la público, que se vigilancia, nombrado por la
la cadena producción inscribirán en el normas de asamblea, e
productiva, las social, no Registro Agrario funcionamiento, integrado por un
cuales pueden pueden Nacional, con lo ejercicio y presidente, un
adoptar participar cual adquirirán balances; secretario, un
cualquiera de las propietarios personalidad fondos, reservas tesorero y los
formas privados; jurídica. y reparto de vocales que fijan
asociativas además no utilidades, así los estatutos,
previstas por al existen como las todos con sus
ley. limitaciones normas para su suplentes,
para la disolución y quienes durarán
participación liquidación. en el cargo tres
de un mismo años. Su función
ejido en general es la
diferentes representación de
uniones. la unión ante
terceros, para lo
cual deben contar
con la firma
mancomunada de
cuando menos
dos de sus
miembros. Sus
facultades y
responsabilidades
deben
establecerse en
los estatutos. Por
su parte, el
consejo de
vigilancia se
encargará de
supervisar y será
nombrado por la
asamblea
general. Está
43

formado por un
presidente, un
secretario y un
vocal con sus
respectivos
suplentes, y duran
en el cargo tres
años con
facultades y
responsabilidades
consignadas en
los estatutos.

9.2 EMPRESAS EJIDALES Y COMUNALES

Al respecto, encontramos que los párrafos sexto y séptimo del artículo 108 de la Ley
Agraria vigente señalan que los ejidos y comunidades podrán establecer empresas para el
aprovechamiento de sus recursos naturales o de cualquier índole, así como la prestación de
servicios. En ellas podrán participar ejidatarios, grupos de mujeres campesinas organizadas,
hijos de ejidatarios, comuneros, avecindados y pequeños productores. Tales empresas podrán
adoptar cualquiera de las formas asociativas previstas en la normatividad antes referida.

(Fuente de consulta: artículo 108 de la Ley Agraria vigente).

9.3 ASOCIACIONES RURALES DE INTERÉS COLECTIVO.

Objeto Integrantes Estatutos, constitución y


administración
La integración de los recursos Dos o más ejidos, En todos estos aspectos se
humanos, naturales, técnicos comunidades, uniones de aplican, en lo que
y financieros para el ejidos o de comunidades, corresponda, las
establecimiento de industrias, sociedades de producción disposiciones indicadas para
aprovechamientos, sistemas rural o uniones de las uniones de ejidos.
de comercialización y sociedades de producción
cualquier otra actividad rural.
económica. Adquieren su
personalidad jurídica propia
cuando se inscriben en el
Registro Agrario Nacional. Si
está integrada por
sociedades de producción
rural o uniones de éstas,
también debe inscribirse en el
Registro Público de Crédito
Rural o el de Comercio.

9.4 SOCIEDADES DE PRODUCCIÓN RURAL

Objeto Integrantes Estatutos, Capital social


constitución y
administración
La ley no especifica Mínimo, dos Se exigen los mismos En las sociedades
cuál debe ser el productores rurales. requisitos que en los de producción
objeto de las Esta denominación casos anteriores en lo rural constituidas
sociedades de equipara al campesino conducente. La como de
producción rural, por con el pequeño sociedad debe estar responsabilidad
lo que debemos propietario y surge inscrita en el Registro ilimitada no se
entender que este como un elemento que Público de Crédito Rural requiere
aspecto se caracteriza al nuevo o en el Público de aportación inicial.
44

encuentra derecho agrario, por lo Comercio, a partir de lo En las de


totalmente abierto y que entendemos que cual tendrá responsabilidad
que sólo debe versar cualquier persona que personalidad jurídica. limitada, debe
sobre actividades realice una actividad Una característica constituirse un
que tienen relación productiva en el particular es que esta capital mínimo de
con la producción campo, ya sea sociedad debe contar 700 veces el
rural, es decir, la agrícola, ganadera o con una razón social, la salario mínimo
generación de los forestal, queda cual se forma general diario
productos encuadrada dentro de libremente, vigente en el
agropecuarios, sea la definición. acompañada de las Distrito Federal.
que se trate de la palabras Sociedad de
agricultura, la Producción Rural, o sus Por su parte, en
ganadería o la siglas SPR, así como de las de
silvicultura, e su régimen de responsabilidad
incluso, abarca las responsabilidad, que suplementada
industrias primarias puede ser de dicho capital será
de este ramo. responsabilidad de 350 veces el
limitada, en donde los salario
socios responden hasta mencionado. Los
por su aportación al derechos de los
capital social; ilimitada, socios sólo serán
donde responden por sí, transmisibles
solidariamente, de previa aprobación
todas las obligaciones de la asamblea.
sociales; y En el caso de
suplementada en la que tener obligaciones
responden pendientes con
subsidiariamente de instituciones
todas las obligaciones financieras,
sociales hasta por una también éstas
cantidad determinada deberán otorgarla.
en el pacto social, El encargado de la
además del pago de su contabilidad debe
aportación de capital. ser designado por
la asamblea
general a la
propuesta de la
junta de vigilancia.

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