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Las principales causas nos dice Celdrán y Zamora (2016) que el retraso estaría
relacionado con un enlentecimiento en la maduración cerebral y la alteración con una
organización anómala de regiones cerebrales implicadas en esa habilidad. Esto significa
que el caso de alteración en el desarrollo, la destreza no se alcanzará, independientemente
de las oportunidades y el tiempo que se le concedan al niño y, ante cualquier método de
aprendizaje lector.
Sin embargo, se ha comprobado que las diferencias son mayores en las palabras
poco frecuentes que se supone son procesadas por la ruta fonológica, por ambos tipos de
lectores y alcanzan las mayores cuotas en la pseudopalabras que necesariamente tienen
que ser leídas por ambos lectores a través de la ruta fonológica. En definitiva, los niños
con retraso en la lectura son más lentos que los normales para procesar las palabras de
ambas rutas. Por una parte porque los lectores hábiles conocen mayor números de
palabras visualmente y por tanto pueden utilizar con más frecuencia la ruta visual, que es
más rápida. Por otra parte, el por qué los lectores retrasados posen un conocimiento
deficitario de la reglas de conversión grafema a fonema necesarias para poder utilizar
adecuadamente la ruta fonológica, el patrón lector pues, no difiere cualitativamente de los
niños normales. (Defior, 2006)
Una exploración de este primer estadio, conveniente con el fin de detectar los
pocos casos cuya alteración en la lectura se debe a un fallo en la percepción.
Mencionaremos algunas pruebas por cada proceso a diagnosticar:
Movimientos oculares
Análisis Visual
Las etapas para convertirse en lectores hábiles son tres, las cuales son:
logografica, alfabética y ortográfica (Cuestos, 1996)
Etapa logográfica
Antes de aprender a leer en sentido estricto, esto es, antes de que pueda
transformar los signos gráficos en significados, el niño de cuatro o cinco años ya
es capaz de reconocer un pequeño grupo de palabras familiares. Estas palabras las
reconoce valiéndose de la forma de su contorno (longitud, rasgos ascendentes y
descendentes, etc.) y del contexto en el que aparecen, al igual que reconoce otras
formas impresas tales como dibujos o signos.
Etapa alfabética
Etapa ortográfica
Defior, S (2006) Los problemas de lectura: hipótesis del déficit versus retraso lector.
España. Universidad de granada. Recuperado de:
http://www.casadaleitura.org/portalbeta/bo/abz_indices/002072_ot_los_problem
as_de_lectura_b.pdf