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Feijoo
1-Prólogo al lector……………………………………………….…2
2-Defensa de las mujeres……………………………………………2
3-Amor a la patria y pasión nacional………………………………..3
4-El no sé qué………………………………………………………4
5-La elocuencia es naturaleza y no arte……………………………4
7-Sobre el arte del beneficio de la plata……………………………6
Torres de Villarroel:
8-Vida………………………………………………………………….7
El censor:
9- I…………………………………………………………….………. 8
10- VIII…………….…………………………………………………..8
11- VI…………………………………………………………………. 9
12- 137……………………………………………………………..…9
Cadalso:
13- carta 3…………………………………………………………….11
14- carta 21……………………………………………………..….…11
15- carta 29……………………………………………………..….…11
16- carta 35……………………………………………………..….…12
17- carta 38……………………………………………………..….…12
18- carta 51……………………………………………………..….…12
19- carta 53……………………………………………………..….…12
Jovellanos
20- carta 6…………………………………………………………….13
21- carta orígenes dialecto asturiano….………………………..….…13
22- carta sobre las romerías……………………………………..…….13
23- sátiras….…………………………………………..….…………..14
(son dos, si esto cae pregúntame si son las dos o una sola y cuales)
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Feijoo
Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro fue un religioso benedictino, ensayista y polígrafo español, constituye
una de las figuras más destacadas de la Ilustración española. Sus dos obras más importantes son Cartas
eruditas y curiosas y Teatro crítico universal. Estas se componen por opúsculos polémicos a los que llamó
discursos. Contaba con un estilo muy llano y atractivo, lo cual hacia de sus textos algo con mayor posibilidad
de difusión. Sus textos tienen una amplia variedad de temas, desde ideas estéticas, hasta problemas sociales.
1-Prólogo al lector……………………………………………………..….…
________________
Este texto forma parte de Teatro crítico universal. En el Feijoo se presenta a la lectores realizando
una captatio benevolentie. En el texto ya se observa que es un gran lector pues cita sus lecturas
continuamente (cita por ejemplo, al padre Malebranche). Explica también la naturaleza de Teatro crítico
universal, se trata de una obra ecléctica, y expresa que no todas las cuestiones que trata podían ponerse bajo
un orden concreto y que por ello la manera en la que está estructurada la obra, la secuencia de los discursos,
es arbitraria. Este empleo de diversos temas muestra el espíritu crítico del autor por su capacidad de atender
diferentes ideas. Por otra parte defiende ya desde un comienzo las posibles críticas que pueda recibir por su
obra. Por ejemplo explica el uso particular que emplea de la palabra «error» y de la locución «errores
comunes», explicando que «error» lo usa como «una opinión que contradice», pero sin realizar un juicio
propiamente. Por otra parte deja claro que con «errores comunes» no está hablando de errores que cometen
todas las personas.
Explica también que escribe en castellano con afanes divulgativos aunque también asevera que hay ciertas
informaciones que no deben ser esparcidas por el vulgo, por lo que vemos un afán ilustrativo por con cierto
criterio selectivo, no desea esparcir toda la información existente. Finalmente cierra el texto comentando que
está seguro de que recibirá críticas severas por ciertos textos, deja claro que ya se imagina cuales serán los
discursos que causarán más polémica (no dice cuales son ni los menciona). Deja claro que estará dispuesto a
entablar cualquier tipo de debate si este cuenta con verdaderas razones. En el caso de que las críticas sean tan
solo «chocarrerías y dicterios» no estará dispuesto a mantener una disputa.
4-El no sé qué………………………………………………………
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«El no sé qué» es el discurso duodécimo del sexto tomo de Teatro crítico universal. Se trata de un
texto de teoría artística bastante ambicioso, pues tratará de explicar y categorizar un tipo de belleza muy
difícil de señalar. El texto comienza hablando de «otro genero de primor misterioso […] que palpa el sentido
y no puede descifrar la razón». Feijoo explica que ante esta dificultad la gente suele caer «en el rudo
informe» de denominarlo como «el no sé qué». Tras explicar este concepto, de manera muy pedagogoica,
Feijoo expone tres ejemplos distintos y más adelante explica que esto se extiende también a la escritura y la
pintura, el «no sé qué» puede darse en todo tipo de ámbitos. Por otra parte explica que este tipo de belleza
misteriosa no solo se encuentra de manera positiva, sino también en la fealdad: se trata de los casos en los
que algo es desagradable y resulta difícil señalar qué es lo que lo hace así.
Explica que los objetos que nos agradan se dividen en simples y compuestos. Esta idea la
ejemplifica con colores, explicando que la tonalidad de un color es un objeto simple, mientras que la
combinación de diferentes sombras es un objeto compuesto. Se emplean muchos ejemplos a través de la
música y por ello se tocan ciertos temas como la armonía. Por otra parte es muy importante destacar que
también expresa la subjetividad de la belleza, estando esta en función del observador. Por último es muy
importante explicar que Feijoo no va en contra del canon tan solo está tratando de explicar lo que no es capaz
de entender la sociedad.
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Torres de Villarroel:
8-Vida………………………………………………………………….
Diego de Torres Villarroel, fue un escritor, poeta, dramaturgo, médico, matemático, sacerdote y
catedrático de la Universidad de Salamanca. Fue coetáneo de Feijoo y tuvo un gran éxito editorial. Escribía
también almanaques e incluso horóscopos con los que ganó bastante fama, especialmente por haber
pronosticado la muerte del rey Luis primero. A su vez se le acusó de vaticinar el motín de esquilache y la
revolución francesa. Tuvo también una vida académica en la universidad de Salamanca, ejerciendo como
profesor en ella aunque realmente nunca obtuvo ningún título universitario. Villarroel descubre que la
cátedra de matemáticas en la Universidad está libre y decide presentarse a los exámenes por oposición. Tan
solo tenía un rival para ello, al que derrotó consiguiendo mejor resultado final y logrando la ansiada cátedra
que hacía más de treinta años que no ocupaba nadie, debido a la incultura y dejadez que había sufrido dicha
ciencia.
Su obra más importante de todas es Vida. Se trata de una autobiografía, es literatura del yo, también
conocida como ego-documentos. Este tipo de literatura crea espacios autobiográficos destinados a contar la
propia vida y hay una larga tradición en ello. Entre muchos otros destacan los epitafios, las asístalas, los
diarios, los libros de viajes, las vidas ascéticas, las vidas de soldados.
Se trata de una obra en la que nos relata su vida debido a dos razones: por cuestiones económicas y por su
legado. Torres de Villarroel deja claro que si alguien va a lucrarse de contar su vida ese debería ser él. Por
otra parte también expresa su deseo de dejar establecido qué es lo que se deberá decir de él cuando se hable
de él en la universidad.
Vida es una obra un tanto compleja, pues representa su vida de manera bastante exagerada llegando a
parecer incluso inverosímil. Fue sucesivamente ermitaño, bailarín, alquimista, matemático, soldado, torero,
estudiante de medicina, curandero, astrólogo y adivino. Esto le da cierto tinte picaresco a su obra pero sin
llegar a ser propiamente literatura picaresca. Esta imagen extravagante de su persona ya se encontraba
presente en la sociedad por su fama. En Vida Torres de Villarroel se queja por haber hecho de él un personaje
de ficción, pero sus exageraciones y la manera de relatar su vida en la obra incentivaron esta imagen. Otra
cuestión interesante es que critica las autobiografías a pesar de escribir una. Su obra tiene mucha ambigüedad
y esto se extiende también a los aspectos morales: muestra como realiza acciones tanto buenas como malas,
por lo que su retrato moral como individuo queda bastante desdibujado.
Respecto a la forma se pueden destacar los paratextos pues tienen una característica bastante
particular: un cambio de estilo extremo de unos a otros. La dedicatoria está dirigida a la Duquesa de Alba y
tiene un tono muy formal y pulcro. En la introducción se muestra bastante neutro. Finalmente en el prologo
al lector emplea un estilo bastante jocoso e incluso agresivo.
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El censor:
Entre 1779 y 1791 se produce una expansión periodística en España debido al crecimiento
económico y a la permisibilidad que desde el Estado se da a las publicaciones oficiales, que en sus primeros
años no sufrirán sobre ellos los efectos de la censura con tanta fuereza como años después. En este contexto
nace el periódico El Censor, con pretensiones radicales, que aprovecha la estabilidad del país para evitar la
acción de la censura en su primeros números. Hacia 1787 comienza a haber en la Corona un sentimiento
de temor hasta este tipo de publicaciones de carácter radical, debido a los sucesos acontecidos en
Francia. El ministro Floridablanca ofrece entonces, aprovechando la precariedad económica de El Censor,
una subvención oficial, para que la publicación cambie así su discurso ideológico. Los editores de El Censor
aceptan la subvención, pero no cambian su línea ideológica pre-revolucionaria y de crítica social y política .
En 1799 el tribunal de la Inquisición cierra el periódico.
Durante los años que se publicó, los asuntos más tratados de el periódico fueron los de crítica social, política,
religiosa (fanatismo, falsos milagros); también se criticó la tortura, los riesgos del despotismo (abuso de
poder, sentido de paternalismo).
El censor es un perdiódico ilustrado escritor en 1ª persona, dirigido y escrito por dos
abogados que firmaban bajo el pseudónimo de «el censor». Aunque la figura del Censor sea un tanto
misteriosa no debemos olvidar que también contó con muchos invitados para redactar, entre ellos
estaba jovellanos. La mayoría de ellos formaban parte de la tertulia de la condesa del Montijo.
A lo largo del siglo XVIII se van dando este tipo de periódicos, denominados como
periódicos de opinión. Otros ejemplos de ello además de El Censor son El pensador, La pensadora
Gaditana y El duende especulativo de la vida Civil. En estos textos abundan las reflexiones morales
pero siendo laicos, esto significa un contraste muy grande con los siglos anteriores, pues los
aspectos morales hasta entonces habían sido tratados especialmente por la religión. Buscan mejorar
el mundo pero no bajo el intento de ganarse el cielo.
En El censor encontramos en cada uno de los discursos o ensayos diferentes temas.
Dependiendo del tema encontramos también diferentes estilos, a veces más natural, sencillo o
desenfadado. También se empleaban muchos recursos para amenizar la lectura para obtener un
público más amplio y así ilustrar mejor a la sociedad. Entro otros recursos destacan el uso de
historietas, retratos de personajes y ejemplos en general.
9- I……………………………………………………..….…
________________
El discurso número 1 el autor nos ofrece su imagen en el Discurso I , a modo de una
presentación personal al intentar establecer un contacto directo con el propio público, sin ocultar
nada de sí mismo. Por el contrario exalta ciertas características personales en una ejemplar y
calculada estilización. Se presenta como un espíritu agrio , censor de todo, según un rigor interior
que dimana de una conciencia crítica que no tolera el mal uso de la razón. De esta condición
interior, marcadamente ética, se nutre su espíritu irónico y satírico, con toda intención libre de
personalismos e inclinado a lo esencial de las ideas.
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Cadalso (Cartas Marruecas):
José Cadalso y Vázquez de Andrade fue un militar español, muerto prematuramente en combate, y un valioso
literato. Tiene un gran obra intelectual y a pesar de haber sido militar presenta muchas ideas pacifistas.
Provenía de una familia acomodada e ilustrada por lo que pudo viajar y formarse. A través de su obra
buscaba crear una identidad nacional. De sus obras destacan Ocios de mi juventud, Noches lúgubres, Don
Sancho García, Cartas marruecas y Solaya o los circasianos.
Su obra más conocida es Cartas marruecas. Se trata de una obra ensayística en forma de epístolas que
expresan una visión «externa» de España. Están inspiradas en Cartas persas de Montesquieu. La modernidad
de la prosa, el carácter polémico de muchas de las Cartas, la permanente actualidad de muchos de los temas
tratados por el autor en su crítica de España, y el tono fácil y ameno que mantiene en la obra contribuye a
que esta obra haya ido ganando reconocimiento desde el día en el que se publicó. La obra se estructura bajo
tres personajes principales: Gazel, Ben-Beley y Nuño. Gazel escribe a su maestro Ben-Beley relatando lo que
observa en España y lo que va aprendiendo. También varias cartas son la respuesta del maestro al discípulo.
Y hay algunas pocas que van dirigidas a un amigo español de Ben-Beley llamado Nuño. Las cartas se
proponen tratar del «carácter nacional», esto es, el problema de España. La observación e interpretación de la
vida contemporánea ocupan una gran parte de las Cartas marruecas. La época en que Cadalso vive, con sus
peculiares costumbres ciudadanas, es objeto de análisis. También presentan distintos niveles estilísticos.
Predomina ciertamente el tono expositivo propio del género epistolar. Pero hay además otras cartas, o
fragmentos de cartas, en que se alcanza una dimensión narrativa.
13- carta 3…………………………………………………………….
En la carta número tres Gacel relata cómo ha estado informándose sobre la historia de España.
Dada la complejidad de la misma, ha pedido a su amigo Nuño su colaboración para elaborar una
síntesis y mandársela a su amigo marroquí. Le sugiere que no pierda detalle por tratarse de la clave
precisa para comprender los usos y costumbres de España. Caracteriza a España como rica en
recursos naturales , lo que explica la codicia de los fenicios y otros pueblos. Relata como
Numancia resistió durante tres ejércitas, que los romanos , gracias a sus riquezas, se hicieron con
España. Los godos españoles huyeron a Asturias , salieron mandados por Pelayo. A esto siguieron
ocho siglos de guerra con los moros . La unión de Castilla y Aragón se produjo con el matrimonio
de Fernando e Isabel. Posteriormente, llegaría el odio a Europa por exceso de ambición . Tras la
muerte de Carlos I, España era el esqueleto de un gigante.
Expresa que la península no ha gozado siempre de paz, y es sorprendente que tengo todavía algunos
recursos naturales. También explica como la religión es el motivo de las guerras. A través de este
aspecto irónico se ve el lado pacifista de Cadalso. Otros temas tratados son la llegada de las nuevas
industrias y el temo y desprecio con el que se mira a estas, y la riqueza de América.
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16- carta 35……………………………………………………..….…
La carta 35 va dirigida a Ben-Beley por parte de Gacel, en ella se realiza una crítica a lo
que humorísticamente Cadalso etiqueta como los integrantes de «una secta de hombres
extraordinarios»: los proyectistas, gente que desea enriquecer a su país sin tener patrimonio
previo y con ideas frívolas. Gacel introduce un discurso de Nuño en el que explica como mantuvo
una conversación con un proyectista que planeaba realizar ideas disparatadas: realizar dos
canales que crucen la península, divide el país en cuatro partes y asignar una lengua y una
vestimenta a cada una de ellas… La carta concluye en el problema que significa este tipo de
gente en la sociedad y Gacel está de acuerdo.
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Jovellanos
Melchor Gaspar de Jovellanos es uno de nuestros más importantes escritores ilustrados.
En esta carta Jovellanos define que el gran problema de la agricultura es la forma en la que las tierras
están repartidas. Presenta los problemas de las fincas de los mayorazgos, el origen del minifundio en Asturias
y los problemas que conlleva, los problemas del latifundio…
Jovellanos explica que la mayor parte de las propiedades pertenecen o bien a la iglesia y monasterios
o a mayorazgos lo cual ocasiona una mala circulación de las tierras, así como un valor desproporcionado a
aquellas pocas tierras que quedan libres. Con el aumento de población y la escasez de trabajo las tierras
fueron reduciéndose cada vez más lo que resultó en un detrimento de los arrendatarios.
Por otra parte Jovellanos también consideraba negativo el latifundismo, este medio de explotación
agraria de grandes dimensiones siempre estuvo marcado por una explotación mucho menor a la capacidad de
la tierra y la capacidad del propietario para cercarla. Como ejemplo del uso histórico del latifundio pone a
Plinio el Mozo quien instauró el arrendamiento de tierras poniendo como pago o bien dinero o en especie,
una renta sacada de la producción agrícola.
Termina Jovellanos declarando que debería de limitarse los mayorazgos existentes y evitar la
producción de nuevos pues limita la correcta explotación de de industria más importante de Asturias,
provocando precariedad en sus trabajadores.
En esta carta Jovellanos, tras conocer la existencia del habla asturiana, se plantea su estudio ya que
no tenía ningún ejemplar de su forma de escritura y por ello, ya que el estudio de las humanidades demanda
el conocimiento de una sintaxiss y el origen etimológico de las lenguas, se había propuesto regresar de
Asturias con una gramática escrita, una ortografía y un glosario o etimológico del dialecto asturiano.
Destaca Jovellanos que las hablas populares se pervierten cuando se encuentran en nucleos
concurridos: establecimiento de la nobleza, gente de letras y forasteros. Esta congruencia de distintas hablas
favorece el uso de las voces meramente castellanas, alterando la sintaxis y articulación de la lengua
autóctona.
Defiende Jovellanos que el habla asturiana procede del latín y es hija suya únicamente y no del
idioma castellano, habla de que durante la conquista, el interior no fue totalmente romanizado y que las
zonas meridionales no opusieron mucha resistencia a la conquista, poniendo el texto de Floro como ejemplo.
Se trata de otro texto que ejemplifica la preocupación del ilustrado gijonés por los estudios de humanidades.
En esta carta Jovellanos habla de las romerias como el único entretenimiento del pueblo ya que otras
festividades como los toros, las comedias… eran demasiado caras para poder ser accesibles a este estrato.
Las romerias deben su nombre a las peregrinaciones chicas que en días señalados y festivos se llevaban a
cabo en el santuario de la comarca con motivo de ceremoniar al santo titular de dicha romeria.
Más tarde Jovellanos habla del horario seguido en estas romerias que solían tener lugar en verano y
su localización solía ser el área más llana a las afueras del pueblo, narra como al mediodía, a la hora de la
comida se efctuaba una carrera por las sombras más cercanas a las fuentes y arroyos y donde se hacía gala de
los alimentos más típicos del pueblo donde la diversión, humilde, siempre iba acompañada de quesos,
manteca, frutas, vino y sidra. A esta festividad llegaban diversos comerciantes y tenderos que se asentaban a
los alrededores. por la noche sucedía un verbena protagonozada por bailes alrededor de una hoguera. Más
tarde se acudía a la hermita para efectuar los rezos. Todas estas festividades estaban protagonizadas por los
aldeanos y sobretodo por la juventud. Con esto en mente Jovellanos identifica estas festividades con el culto
y la devoción pues la gente se reunía para festejar la imagen de un santo independientemente de cual fuera,
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de igual manera era importante la parte comercial de estos eventos pues era un momento de negociación
donde se efectuaban la compra venta de ganado y otros enseres cuya adquisición en otro momento era más
reducida.
Las danzas eran una de las partes más interesantes de las romerías, eran simples y con coros, al estilo
de aquellas efectuadas por los pueblos antiguos y presentaban diferencias entre aquellas efectuadas por
hombres o por mujeres. Los hombres gustaban por los romances de ocho silabas en los que un mozo canta y
es respondido por el coro, las mujeres por otra parte eran un grupo de tres o cuatro mozas que lideraban
seguidas por el coro para responder la copla. Resaltaba Jovellanos como las danzas masculinas solían acabar
en “palos”, siendo éstos las únicas armas que los aldeanos poseían, tras el alboroto y emocion de las
festividades era normal que afloraran las rivalidades y conflictos entre pueblos que se enzarzaran en una
trifulca, esto, dice Jovellanos, no es una muetra de barbarie ni salvajismo, estas peleas eran del gusto del
pueblo y retirarles sus armas podría desembocar en peleas más cruentas mediante el uso de navajas y
cuchillos. Estas danzas eran para Jovellanos una manifestación de poesía, utilizando el amor como tema
recurrente aunque a veces también había presencia de sátira e ironía. La juventud no se perdía estas fiestas
aunque pocos atendían toda la duración del festejo.
Finalmente, Jovellanos apela a los censores como culpables de robar al pueblo su único alivio de una
vida basada en las labores aunque también apunta que si dichos festejos fueran foco de alborotos y
desordenes no estaría a favor de ellos. También nombra a Feijoo como críticos de este tipo de fiestas.
Recuerda además Jovellanos que estas fuerte vinculación de los festejos con la religión es la consecuencia de
las fiestas llevadas a cabo por egipcios, romanos y griegos, una tradición con una secuencia lógica. Es sin
duda no solo un texto que realiza un retrato cultural sino que defiende el patrimonio de los pueblos.
Las sátiras de Jovellanos se publicaron en El Censor anónimamente. Son sátiras, por lo que se busca
que tengan un efecto en el lector. Caso González cree que detrás de todos los nobles que se critican
en la segunda sátira puede haber alguien con nombre y apellidos, por lo que puede ser el motivo de
uno de los cierres de El Censor . Después de la publicación de estas sátiras, se publican unas cartas
que son una defensa de la sátira: son algo bello porque son útiles. Caso González cree que estas
cartas las escribió el propio Jovellanos.
Sátira primera
Se trata de la primera sátira, donde se critica el comportamiento de las mujeres que cometen el
adulterio. Se suele decir que Arnesto es Vargas Ponce, amigo de Jovellanos, pero el crítico Caso
González considera que este aspecto no tiene importancia ya que se trata de un interlocutor literario.
Además de ello el propio Jovellanos explica que el no critica al vicioso sino al vicio, por lo que
focalizarse sobre una entidad concreta resultaría en un distanciamiento del propio poema.
Respecto a la estructura debemos decir que l poema se compone por 167 versos y cuenta con
4 partes principales: una introducción en la que se presenta el tema que se va a tratar (los 14
primeros versos), una primera parte en la que se critica el comportamiento sexual de las mujeres,
una segunda parte en la que se realiza una crítica hacia el lujo y finalmente un conclusión tanto de la
segunda parte como de la sátira en general.
El poema cuenta con versos endecasílabos y sin rima, el hecho de que Jovellanos emplee
este tipo verso hace que este poema sea muy latino. Además, se utiliza mucho el verso rítmico y la
concentración léxica y sintáctica, características que también remiten a la poesía latina. Esta
conexión con la poesía clásica se extiende también al contenido, pues la crítica del lujo también es
algo muy latino. En la época romana los lujos eran asiáticos y ahora son franceses.
Todo comportamiento sexual que no sea activo se considera indigno, como lo que decía Catulo en
su obra. Crítica a una noble que solo se viste para contornearse delante de los hombres. Jovellanos
emplea el tópico de la «edad dorada» expresando que hubo un tiempo en el que le gente, cuando
hacía algo mal, no dormía por las noches, pero ahora la gente ya no tiene pudor. Jovellanos también
expresa su dolor ante la injusticia que observa, a través de unos fuertes versos en los que apela a la
diosa de la justicia, Temis, quien castiga a las prostitutas que no tienen otro remedio que hacer lo
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que hacen, mientras que a las nobles que que realizan actos de indecencia sexual no les pasa nada.
En la segunda parte del poema, Jovellanos dice que el lujo puede ser una de las causas del adulterio.
La tesis del poema es que el lujo por el lujo ya es una decadencia, y por lo tanto desemboca en otras
decadencias. En la conclusión final, dice que todo está en venta, que todo es mercancía, hasta «los
dulces brazos», los «suabes besos» y la «rosada frente».
Segunda sátira
Se trata de la sátira segunda donde se critica a dos perfiles de hombre: el noble que se comporta
como un majo e imposta modales de la clase baja; y al petimetre, el noble afrancesado. Ambos lo
hacen todo con miras a su apariencia externa, y aunque el primero no lea y el segundo sí, este
último no aprovecha lo que lee porque solo lo hace por fachada. Esta sátira fue muy corregida por
Meléndez Valdés. Respecto al estilo empleado es muy importante destacar como Jovellanos hace un
uso excelente del léxico popular, que eleva el valor estético del texto.
El poema se estructura bajo dos partes principales: la crítica al noble aplebeyado (del verso número
1 al 197) y la crítica al noble afrancesado (del verso 149 al 150).
En la primera parte, la crítica hacia al noble aplebeyado, se centra en cómo lo único que
cuida es su apariencia. Se habla de una serie de muebles viejos haciendo una alusión del lujo, que es
el reflejo de la decadencia, ya que Jovellanos consideraba que el lujo corrompía el espíritu de la
gente (esto se ve presente también en su primera sátira). Se debe destacar el uso de la palabra
“rancia”, que no significa lo mismo que hoy, significa “de largo linaje” y es utilizada como adjetivo
positivo de manera irónica. Es destacable en este poema la utilización de los antropónimos, el
crítico Caso González hace un gran esfuerzo por averiguar las personas reales que hay detrás de
ellos. Introduce una serie de disparates para aludir a la incultura del joven noble. Primero se
describe la apariencia externa, mostrando la manera en la que este sigue las modas, y después la
apariencia interna: su carencia de cultura. Expresa como el sujeto no sabe nada de historia,
geografía, fe... pero lo sabe todo sobre los toreros. También se incluyen otros gustos del noble: el
teatro y las prostitutas. Primero habla de prostitutas populares y más tarde de prostitutas de lujo, las
describe como si fueran nobles, con ironía, las llega a llamar «ilustradas», la acidez de la sátira llega
por tanto a niveles bastante elevados. Utiliza la metonimia para decir que estas prostitutas
mantienen relaciones con altos cargos del ejército, abogados y cargos eclesiásticos, logrando
además también una crítica social más general. Esta primera parte de la sátira se cierra al contar que
él noble aplebeyado se enamora de una prostituta, Cloe, a la que el noble saca de pobre aunque ella
finalmente termina por reírse de él. Como consecuencia de este desastre amoroso, el noble
aplebeyado termina suméisdose al juego.
Como decíamos antes, en la segunda parte critica al noble afrancesado. Si el otro noble
ocupaba su tiempo en asuntos populares, este lo hace en asuntos "repipis", afrancesados. Se trata de
un noble que procede del norte de la Península, como la mayoría de los nobles de la época
(Cantabria, Asturias, Galicia). Aunque este noble ocupa su tiempo en viajar y leer, esto no le sirve
de nada porque solo lo hace por apariencia. Habla una mezcla de francés y español, un “galimatías”.
Durante el siglo XVIII una de las lenguas de «cultura» que empleaban los pedantes era el francés,
más adelante a partir del siglo XIX pasará a ocupar su puesto el inglés. El noble afrancesado va
vestido de una manera tan recargada que llama la atención. Por la perversión y el vicio que arrastra,
también acude a las meretrices, no es capaz de mantener relaciones sexuales con su mujer. Esto se
aprecia cuando Jovellanos dice: «el tálamo es su potro». Una idea de fondo que aparece, es que
estos nobles ni siquiera sirven para la batalla, como para lo que por lo menos servían sus
predecesores.
Sigue hablando de cuestiones de batalla, que es lo que critica del noble afrancesado, pero parece
que se centra especialmente en ese tema. Se puede considerar que es una especie de conclusión en
el poema. Es muy característico para la poesía dieciochesca que las piezas líricas se finalicen con
una conclusión racional. Lo importante de esta crítica es saber por qué se está criticando a la
nobleza en este momento. La sátira siempre tiene un fin reformador, es lo que la diferencia de la
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burla. La primera y la segunda parte se distinguen bien porque comienzan con una pregunta a
Arnesto. Se trata de una sátira más difícil que la anterior debido al léxico. Cuando se lee esta sátira,
el lector ya tiene en cuenta la primera sátira (y las dos cartas que se habían escrito para defender la
sátira). Por lo que en este caso el lector idóneo queda reducido a alguien que haya leído todos los
textos anteriores y que sea capaz comprender las dificultades del texto.
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