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La implantación de la deontología farmacéutica en España

LA IMPLANTACIÓN DE LA DEONTOLOGÍA
FARMACÉUTICA EN ESPAÑA

THE IMPLANTATION OF PHARMACEUTICAL


DEONTOLOGY IN SPAIN

José López Guzmán


Departamento de Humanidades Biomédicas
Universidad de Navarra
e-mail: jlguzman@unav.es

Resumen

La Deontología de las profesiones sanitarias posee un notable interés y una


constante actualidad. Ello se debe al hecho de que estos profesionales —médicos,
farmacéuticos y enfermeros—, tienen confiado el cuidado de dos aspectos de máxima
importancia para el ser humano, la salud y la vida. En este artículo se realiza una
reflexión sobre si, en el caso concreto de la Deontología farmacéutica, la importancia de
la materia se ha visto históricamente correspondida con un adecuado reconocimiento
a nivel académico y formativo. En definitiva, se trata de ponderar hasta qué punto
los planes de estudio universitarios y las corporaciones profesionales han integrado
adecuadamente estos contenidos en sus propuestas formativas.
Palabras clave: Deontología, Farmacia, Códigos deontológicos, Colegio de Farma-
céuticos, Facultad de Farmacia.

Summary

The deontology of the health care profession holds considerable interest and
perpetual relevance. This is due to the fact that its professionals —doctors, pharmacists,
nurses et al.— are entrusted with looking after two aspects of utmost importance for

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the human being: health and life. This article reflects upon whether, in the specific
case of pharmaceutical deontology, the importance of the subject has been historically
treated with adequate acknowledgement on the training and academic levels. All in
all, it considers up to what point university curricula and professional corporations
have adequately integrated these contents into their training offers.
Key words: deontology, pharmacy, deontological codes, pharmaceutical associa-
tion, school of pharmacy.

1. Introducción particular al tener confiado el cuidado de


dos aspectos de máxima importancia para
Etimológicamente, el término deon- el ser humano, la salud y la vida3. Éstos
tología equivale a «tratado o ciencia del interpelan al sujeto sobre los aspectos más
deber». Se trata de aquella parte de la profundos del ser humano4. Además, esta
filosofía que se ocupa del origen, la situación ha adquirido, actualmente, una
naturaleza y el fin del deber»1. Por lo
tanto, la Deontología se enfrenta, desde 3 La Farmacia es una de las ciencias que
afectan más directamente a la vida personal del
la perspectiva de unas exigencias éticas ser humano. Incluso, como señala Forment, esta
objetivas, radicadas en la condición hu- relación es más inmediata que la del médico, ya
mana —la dignidad de la persona— y en que el farmacéutico «realiza una insustituible
función mediadora entre el médico y el enfermo.
la naturaleza y función de su profesión,
El farmacéutico, como intermediario, ha tenido un
con los problemas humanos2. Aplicando contacto personal, directo y último con el usuario
este concepto a la actividad desarrollada de los fármacos o medicamentos». Vid. Forment,
por el farmacéutico surge la Deontología E. «Cuestiones de ética profesional». Cuadernos de
Bioética 14 (2), (1993), 18.
farmacéutica. 4 Estos conceptos son fuente de discrepan-
El farmacéutico siempre se ha encon- cias: ¿cuándo comienza o termina la vida?, ¿qué
trado especialmente interpelado, al igual es lo que se considera salud y enfermedad? Vid.
Caplan, AL. «The concepts of Health and Disease».
que los otros profesionales de la salud, En: Veatch, RM. Medical Ethics. Jones and Bartlett
por las cuestiones deontológicas deriva- Publishers, Boston, 1989, 49-63. En este sentido,
das de su trabajo profesional. El equipo Sgreccia mantiene que «la demanda de salud por
parte de la sociedad no se limita solo al campo
sanitario se ve sometido a esa situación
clásico de la medicina, prevención, cura y rehabil-
itación, según un concepto personalista de la salud y
1 Sobre el concepto de Deontología se puede según el principio terapéutico, que ha sido siempre
consultar: Barrio, JM. «Analogías y diferencias entre la norma deontológica del médico. Se entiende fre-
Ética, Deontología y Bioética». En: Tomás Garrido, cuentemente por salud el «pleno» bienestar y, por
GM. Manual de Bioética. Ariel, Barcelona, 2001, 27-32; eso, se propone una demanda mayor, más allá de
Aparisi, A. Ética y Deontología para juristas. EUNSA, los límites de la medicina terapéutica, demanda que
Pamplona, 2006, 151 y ss. se define como medicina de los deseos». Vid. Sgreccia,
2 López Moratalla, N. Deontología Biológica. E. «Aspectos de Deontología Médica». En: AA.VV.
Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, El don de la vida. Instrucción y comentarios. Palabra,
Pamplona, 1987, 3. Madrid, 1992, 134.

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La implantación de la deontología farmacéutica en España

nueva dimensión debido a las tensiones En primer lugar, el estudio de la


éticas generadas por los recientes avances Deontología se ha relegado a un plano se-
de la ciencia y la técnica5. cundario en la mayoría de las Facultades
Estas razones obligan al farmacéutico de Farmacia españolas. Esta disciplina ha
a establecer los mecanismos oportunos quedado reducida a una simple referencia
para adquirir un conocimiento de la dentro de la asignatura de Legislación
razón de ser de su profesión, de las con- farmacéutica lo que, como se verá más
secuencias que de ella se derivan y, por adelante, tendrá una gran importancia en
supuesto, de los principios deontológicos6 la percepción del farmacéutico sobre la
que la inspiran. deontología. Más tarde, en el período de
Llegados a este punto, cabría formular ejercicio profesional se puede comprobar
la pregunta de si ese importante papel cómo los farmacéuticos tienen una gran
que debería desempeñar la deontología avidez por completar sus conocimientos
en la profesión farmacéutica se ha visto a través de la formación continuada. Las
correspondido con una buena formación Facultades de Farmacia y los Colegios
de los profesionales en ese campo o, al profesionales ofrecen numerosos cursos
menos, con la preocupación desde la uni- de farmacología, ortopedia, homeopatía,
versidad, o la corporación farmacéutica7, dermofarmacia, controles de calidad,
de ofrecer las herramientas básicas para gestión, etc. Pero la deontología vuelve
la consecución de ese fin. En mi opinión a ser la gran ausente en estos programas.
la respuesta está más llena de sombras En el mejor de los casos se ofrece alguna
que de luces8. sesión de ética profesional incluida en los
planes teóricos de las materias anterior-
5 Debido «al progreso de las ciencias bi-
mente reseñadas.
ológicas y médicas, el hombre dispone de medios
terapéuticos cada vez más eficaces, pero puede En los próximos apartados se intentará
también adquirir nuevos poderes, preñados de ahondar en las anteriores cuestiones, in-
consecuencias imprevisibles...» Congregación para tentando reflexionar sobre los siguientes
la Doctrina de la Fe. El don de la vida, 1 (1987).
6 En este sentido, se ha señalado que «el aspectos: la influencia de la constante
factor más destacado que determinará el futuro de evolución de la actividad desarrollada
la profesión farmacéutica es fundamentalmente de por los farmacéuticos; el tibio estado de
naturaleza moral». Cfr. Vottero, LD. «The 1999 Code
of Ethics for Pharmacists and Pharmaceutical Care».
la enseñanza de la Deontología farma-
En: Haddad, AM., Buerki, RA. Ethical Dimensions of
Pharmaceutical Care. The Haworth Press, New York, en el ámbito de la reflexión ética, política y social
1996, 154. relativa al papel desempeñado por el medicamento
7 No obstante, es conocido que una de las en la sociedad actual. No ocurre lo mismo con la
misiones de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos dimensión económica, que tal vez se ha exacerbado
es velar por la ética y la dignidad profesional y por hasta el punto de invadir, oscurecer y condicionar
el respeto debido a los derechos de los particulares. otras dimensiones importantes, como la política
Suñé, JM. Legislación farmacéutica española. Romar- sanitaria y la libertad de los profesionales sanitarios
graf, Barcelona, 1991, 157. y de los pacientes». Valverde, JL. «Introducción a
8 Valverde mantiene que «el panorama edi- la edición española». En: Salek, S., Edgar, A. Ética
torial en español, rico en múltiples campos, es escaso farmacéutica. Ediciones Mayo, Barcelona, 2004, 1.

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céutica; y la discutida, y discutible, im- La dificultad de establecer unos lími-


plantación de los códigos deontológicos tes claros entre la profesión farmacéutica
farmacéuticos. y la médica no es un simple dato teórico.
Por el contrario, ha tenido, y tiene, una
2. Una profesión en evolución gran repercusión práctica en el modo de
configurar la relación entre los profesio-
En este apartado, el primer aspecto a nales de ambas especialidades y, a su vez,
considerar es la dificultad para determi- de ellos con la sociedad y, en particular,
nar el momento en el que surge la pro- con sus pacientes. Efectivamente, el hecho
fesión de Farmacia9 y las características de que la separación entre las dos disci-
que definen su evolución. En este ámbito plinas no quedara netamente delimitada
también cabe señalar las consecuencias ha generado problemas posteriores de
que sobre la deontología farmacéutica diversa índole. Por ejemplo, y en lo que
ha tenido la incierta, e indeterminada, importa a este trabajo, se ha señalado que
relación de dependencia de esta profesión éste puede ser uno de los factores que ha
con respecto a la Medicina10. influido en el menor desarrollo del estudio
de la ética farmacéutica en relación con
9 Se hace referencia a «profesión» en un
la ética médica. Incluso se ha llegado a
sentido amplio. Es cierto que hasta el siglo XIX los considerar la ética farmacéutica como una
farmacéuticos no adquieren un rango distinto al de subcategoría de la ética médica11. Bajo esa
otros artesanos y su aprendizaje se realiza junto a
un maestro (Vid. Calleja, MC. «La Farmacia en la
Ilustración». Akal Historia de la Ciencia y de la Técnica sin mandato de los físicos; si alguno bebiéndola se
31, (1992). 36). No obstante la labor del farmacéutico muriese por ello, debe aver el que les diera pena de
está dotada de un rango especial (por su estructura omicida» (Vid. Muñoyerro, LA. Código de Deontología
y finalidad) que la diferencia de otros trabajos arte- farmacéutica. Fax, Madrid, 1950, 14). No obstante, en
sanos. ese momento histórico, la Farmacia todavía seguía
10 Existen autores que encuentran los supeditada a la Medicina, incluso se estableció que
orígenes de esta diferenciación en la escuela de la inspección de las boticas fuera realizada por la
Alejandría. Sin embargo, parece demostrado que clase médica. En Alemania, fue en el siglo XVIII
ésta no se vislumbra hasta bien entrada la Edad cuando las leyes que regulaban las inspecciones de
Media. Gómez Caamaño señala que la primera las farmacias fueron traspasando paulatinamente
noticia «totalmente cierta y que no deja lugar a dicha función de los médicos a los propios farma-
dudas de la separación de las profesiones médica céuticos (Cowen, DL., Helford, WH. Historia de la
y farmacéutica» fue un edicto promulgado en 1241, Farmacia. Doyma, Barcelona, 1992, 98). De cualquier
por Federico II de Hohenstaufen, para el Reino de forma, es claro que el proceso histórico que condujo
las Dos Sicilias (Gómez Caamaño, JL. Páginas de a la obtención, por parte de los farmacéuticos, de un
Historia de la Farmacia. Nestlé España, 1995, 162). En status socio-profesional propio fue lento. En Francia,
España encontramos, ya en el siglo XIII leyes rela- en un decreto de 1777, se separó a los especieros de
tivas a los farmacéuticos (Chiarlone, Q., Mallaina, los farmacéuticos y convirtió el gremio parisino de
C. Historia de la Farmacia. Carlos Bailly-Bailliere, boticarios en el Collège de Pharmacie. (Boussel, P.,
Madrid, 1865, 176). Muñoyerro cita como ejemplo Bonnemain, H. Historie de la Pharmacie. Editions de
de clara división entre médicos y farmacéuticos la la Porte Verte, París, 1978, 217-20).
ley 6ª, tit. 8º, partida 7ª del Rey Sabio, en la que se 11 Smith, M., Strauss, S, Baldwin, HJ., Al-
dice que «los boticarios que dieren a los omes a berts. K. Pharmacy Ethics. Phramaceutical Products
comer o beber escamonea o otra melecina fuerte, Press, New York, 1991, 345.

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perspectiva, al trabajo del farmacéutico se planteamiento es erróneo ya que, por


le ha asignado, de alguna manera, y por un lado, cada profesión tiene un papel
ciertos sectores, un carácter subsidiario, definido y, por otra parte, cada sujeto es
más que complementario, en relación a la responsable de todos y cada uno de sus
labor del médico. Desde esta perspecti- actos14. La falta de asunción de respon-
va, la función del farmacéutico aparece sabilidades profesionales, aceptada en
sometida a la del médico, configurándose muchos casos por el propio farmacéuti-
como una prolongación de la actuación de co15, ha perjudicado notablemente a esta
este último12. Por ello, muchos profesio- profesión al introducir al farmacéutico en
nales han considerado que el verdadero un proceso de tibio letargo con respecto
responsable moral, en un determinado a sus inquietudes morales.
acto sanitario, en el que se ven implicados Además de las relaciones interprofe-
ambos profesionales, es el médico. Esta sionales, hay otra serie de elementos que
visión también ha trascendido a la socie- han influido, notablemente, en la evolu-
dad. Bajo este prisma, el farmacéutico, ción de la profesión farmacéutica. Entre
debido a su situación de dependencia ellos, cabe destacar el procedimiento de
con respecto al otro profesional, tendría vertebración de los Colegios profesiona-
una responsabilidad atenuada 13. Este les. Este proceso, teóricamente, debía de
favorecer la formalización, y promoción,
de aquellas normas deontológicas que
12 Campbell, CS., Constantine, GH. «The atañen a los profesionales de la Farmacia.
Normative Principles of Pharmacy Ethics». En:
Weinstein, B. Ethical Issues in Pharmacy. Applied En la práctica esto no ha sido así. Pero
Therapeutics, Washington, 1996, 30-1. que los Colegios farmacéuticos no ha-
13 Esta situación también tiene un reflejo en yan aprovechado sus posibilidades en el
el ámbito profesional de la Enfermería. Un ejemplo
que pone en evidencia lo señalado anteriormente es
el distinto trato recibido por médicos, farmacéuti-
cos y enfermeros cuando han solicitado el amparo Universitarias, Barcelona, 1997 y Aparisi, A., López
de la objeción de conciencia ante la participación Cerón, R., López Guzmán, J. «Matronas y objeción
en un aborto. Tanto en el ordenamiento jurídico de conciencia». Revista ROL de Enfermería 22 (6),
español como en el Derecho comparado podemos (1999), 438-40.
observar que los médicos han obtenido el beneficio 14 El sujeto es intrínsecamente responsable
de la objeción de conciencia al aborto sin excesivos de su actividad. A pesar de ello puede desenten-
problemas. Frente a ello, a los otros dos grupos derse de sus actos en la práctica convirtiendose
profesionales, o bien no se les ha concedido, o lo así en un sujeto éticamente irresponsable. Burgos,
han obtenido tras gravosos procesos judiciales. El J.M. Antropología: una guía para la existencia. Palabra,
motivo en el que se apoya esta discriminación es Madrid, 2005, 174. Ariel, Barcelona, 2001, 27-32;
la distinta responsabilidad que se suele atribuir a Aparisi, A. Ética y Deontología para juristas. EUNSA,
los diferentes colectivos sanitarios. De esta forma, Pamplona, 2006, 77, 211 y ss.
se considera aceptable que un médico se abstenga 15 Schulz y Brushwood han realizado un
de practicar un aborto, pero no que un farmacéu- interesante ensayo sobre los distintos papeles que
tico se niegue a facilitar una píldora abortiva por puede desarrollar el farmacéutico en el cuidado o
estar prescrita por un médico. Sobre esta cuestión atención primaria de la población. Vid. Schulz, RM.,
se puede consultar: López Guzmán, J. Objeción de Brushwood, DB. «The Pharmacist’s Role in Patient
conciencia farmacéutica. Ediciones Internacionales Care». Hastings Center Report 21 (1), (1991), 12-7.

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establecimiento de un marco ético —por «conceptuales» que, por el momento, han


comodidad o ancestrales complejos— no concluido con la introducción e implan-
resta importancia a las posibilidades que tación de la «Atención Farmacéutica»,
éstos ofrecen para la consecución de ese entendida en un sentido amplio como
objetivo. una nueva forma de interpretar la pro-
Otro factor a considerar es el avance fesión. Así, la Atención Farmacéutica ha
industrial. La nueva tecnología aplicada supuesto un paso más en la evolución y
a la fabricación de los medicamentos adaptación de la profesión a las nuevas
motivó un cambio incuestionable en la necesidades de nuestra sociedad. Sin
realidad profesional: el farmacéutico duda, son muchos los beneficios que
de Oficina de Farmacia pasó de ser un puede aportar su implantación. Entre
elaborador de medicamentos a un dis- ellos, cabe destacar la asunción de res-
pensador de los mismos (no obstante, ponsabilidades profesionales16, la mayor
algunos farmacéuticos, durante varias apertura al paciente y la concienciación
décadas, se conformaron, simplemente, de la necesidad de estrechar la colabora-
con ser vendedores de medicamentos, ción con los otros agentes de la salud17.
un lastre que todavía están sufriendo los No obstante, también conlleva algunos
farmacéuticos españoles). La irrupción riesgos que no deben ser obviados.
de la industria farmacéutica, en la ela- Por último, la Farmacia también se ha
boración de los medicamentos, provocó visto sometida a nuevos requerimientos
que la profesión farmacéutica entrara sociales. Por ejemplo, la sociedad ya no
en una gran convulsión estructural. Los sólo exige al farmacéutico el cuidado
farmacéuticos comunitarios tuvieron que de su salud, sino que solicita una aten-
emprender un radical proceso de adap- ción orientada a mejorar su «calidad de
tación que, por otra parte, todavía no se vida»18. Este planteamiento más amplio y,
ha visto culminado. al mismo tiempo, más subjetivo, requiere
Esa perturbación, en los esquemas de una nueva adaptación de la actividad
actuación farmacéutica, se ha intentado del profesional sanitario. También, en
solventar mediante diversas propuestas
18 La idea de calidad de vida no es prima-
riamente un concepto intelectual. Es, más bien,
16 Vid. López Guzmán, J. «La Atención una aspiración ideal que sólo puede llenarse de
Farmacéutica desde la perspectiva ética». El Far- contenido en un determinado contexto histórico,
macéutico 214 (1998), 56-61. social y personal» Sánchez, M. «Calidad de vida
17 Adquiere una gran relevancia el concepto en enfermos terminales y eutanasia». En: Urraca, S
de equipo sanitario como aquel integrado por más (Ed.) Eutanasia hoy: un debate abierto. Noesis, Madrid,
de un miembro, que sus componentes interaccio- 1996, 356. Por lo que no es extraño que Hepler llegue
nen, que tengan un fin y unas normas comunes y a afirmar que, desde un punto de vista biomédico, la
que sus distintos roles se integren en una red con calidad de vida sea un concepto «borroso». Hepler,
una cohesión interpersonal. Erde, EL. «Notions of CD. «Philosophical issues raised by Pharmacutical
tems and team talk in health Care: Implications for Care». En: Haddad, AM., Buerki, RD. (Ed.) Ethical
responsibilities». Law, Medicine & Health Care, 9 (12), Dimensions of Pharmaceutical Care. Pharmaceutical
(1981), 26. Products Press, New York, 1996, 39.

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este mismo sentido, se suscitan nuevas situación llevó a Romero, en el año 1912, a
tensiones sobre la estructura profesional manifestar que «de unos años a esta parte
con las variadas leyes de ordenación far- no recuerdo ninguna asamblea donde se
macéutica de las distintas comunidades haya tratado de reformar el plan de estu-
autónomas, el marco sanitario europeo, dios, en que se haya dejado de incluir la
o «la presión ejercida por los miles de Deontología o moral farmacéutica»20. En
licenciados de Farmacia en paro a tra- Reales Decretos de los años 1926 y 1928
vés de sus asociaciones, el coste para la se establecieron planes de estudio que
Seguridad Social de la prestación farma- incluían la Deontología, pero duraron
céutica, la aspiración de los usuarios a poco tiempo21. De ahí, que la enseñanza
disponer de una farmacia próxima a sus de la Deontología farmacéutica en España
domicilios o lugares de trabajo, una con- haya estado tradicionalmente ligada a la
cepción de la vida más egoísta por parte de Legislación farmacéutica. Un cambio
de todos,...»19. en esta situación se suscitó a partir de la
Todas las cuestiones reseñadas en los Directiva del Consejo 85/432/CEE, de
anteriores párrafos han influido cons- 16 de septiembre de 1985, en la que al
tantemente en la profesión farmacéutica establecer los criterios generales comu-
generando, en ocasiones, distorsiones nes acerca de los estudios de Farmacia
y conflictos en ella. Por esta causa, los se indica que el ciclo de formación com-
responsables de sus corporaciones o prende una enseñanza teórica y práctica
asociaciones se han visto obligados a in- de diversas asignaturas, entre las que
tentar solucionar los problemas concretos se engloba la «Legislación y, en su caso,
generados por la actividad más cotidia- Deontología»22.
na, relegando otros más «intemporales» En los actuales planes de estudio de
como, por ejemplo, el de la codificación las Facultades de Farmacia españolas
deontológica. se incluye la asignatura de Legislación
y Deontología como materia troncal23.
3. La enseñanza de la Deontología far- Revisando los programas de esta asig-
macéutica natura de las diversas universidades se
puede comprobar cómo, casi de forma
En las Facultades de Farmacia espa- generalizada, el elemento predominante
ñolas no ha habido una enseñanza sis- es la legislación farmacéutica.
temática de la deontología hasta fechas
muy recientes. A comienzos del siglo XX
20 Romero Landa, G. «Sobre la Ética farma-
hubo una cierta actividad en el sentido de céutica». El Restaurador Farmacéutico LXVII, (1912),
solicitar que la ética profesional tuviera 39-42.
cabida en los estudios de Farmacia. Esta 21 Álvarez de la Vega, F. Relaciones profesiona-
les de médicos y farmacéuticos. Facultad de Farmacia
de la Universidad de Navarra, Pamplona, 2002,
19 González Pérez, J. «El futuro de la Oficina 109.
de Farmacia». Derecho y Salud 5 (2), (1997), 147. 22 Diario Oficial nº L253 de 24/09/1985.

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4. La elaboración del código deontoló- macia española no contó con un marco


gico deontológico con el suficiente respaldo
corporativo. En este sentido, Reol Tejada
La codificación de la deontología far- destacaba, en el año 1998, que la Farmacia
macéutica ha sido más lenta en España del siglo XXI debería afrontar, entre otros,
que en otros países. Así, por ejemplo, un cambio cualitativo: el que va de la falta
desde la primera mitad del siglo XIX las oficial de referencias deontológicas a la
organizaciones farmacéuticas americanas existencia de un Código ético25. Las pala-
promulgaron Códigos que reflejaban los bras de Reol fueron premonitorias, ya que
valores y aspiraciones de sus colectivos en diciembre del año 2000 la Asamblea
profesionales24. En este sentido, The Phi- de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
ladelphia College of Pharmacy Code of Ethics aprobó el Código de Ética y Deontología
(1848) dio origen a una serie de Códigos de la Profesión Farmacéutica, ratificando
que sentaron las premisas sobre las que se lo acordado por el Pleno del Consejo del
iba a desarrollar la profesión farmacéutica 20 y 21 de septiembre.
en los Estados Unidos de América. Con No obstante, desde varios años atrás,
este precedente, la American Pharmaceuti- se venía reclamando, desde diversos
cal Association publicó su primer código sectores, la elaboración y aprobación de
deontológico en 1852. Por otra parte, la un Código Deontológico. Así, en el año
Royal Pharmaceutical Society of Great Britain 1991, y en contestación al requerimiento
publicó su código deontológico en 1944. realizado por el Libro Blanco del Comité
Como ya se ha indicado, España, en este Ejecutivo y la Asamblea General de la
aspecto, no ha ido a la zaga con los países Agrupación Farmacéutica Europea a
de su entorno. Hasta el año 2000 la Far- las Asociaciones Farmacéuticas de los
distintos países, sobre la promulgación
23 El Real Decreto 1464/1990, de 26 de oc- de Códigos Deontológicos nacionales, se
tubre, por el que se establece el título universitario elaboró uno en España. Sin embargo, no
oficial de Licenciado en Farmacia y las directrices
generales propias de los planes de estudios con-
llegó a contar con el suficiente respaldo
ducentes a la obtención de aquel, incluye, en la para ser aprobado 26 . Posteriormente,
relación de materias troncales de segundo ciclo, la como ya se ha indicado, el Consejo
Legislación y la Deontología. BOE, 20/11/1990.
General de Colegios Oficiales de Farma-
24 En 1847 se aprobó el primer Código
Deontológico médico, el «Code of Medical Ethics».
En este sentido, es muy interesante consultar: Fer- 25 Sobre el futuro de la Farmacia es muy
nández Sánchez, FC. «El «Code of Medical Ethics» interesante consultar: Reol Tejada, JM. La farmacia
(1847): Principios de Ética y proceso de codifica- comunitaria en 1998: el estado de la cuestión. Discurso
ción». Cuadernos de Bioética 13, (1993) 14-6. En este en su recepción pública como Académico de número
trabajo se realiza un estudio sobre las fuentes del en la Academia Iberoamericana de Farmacia. Gra-
referido Código. Éstas son, principalmente, «Medi- nada, 1998.
cal Ethics», de Thomas Percival (1803), y «Observa- 26 Sobre este Código se puede consultar:
tions on the Duties, Offices and Qualifications of a Valverde, JL., Arrebola, P. «Código Español de
Fisician and on The Method of Prosecuting Inquiries Deontología Farmacéutica». Offarm 10 (7), (1991),
into Philosophy», de Benjamin Rust (1770). 83-8.

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céuticos constituyó una Comisión del profesional, la veracidad en las pesadas,


Código Ético que acabó elaborando el o la competencia desleal. Aspectos que,
texto del año 200027. Un dato curioso es por otra parte, eran recogidos en los re-
que en España se aprobaron códigos para glamentos y estatutos de los COF.
sectores concretos de la profesión, antes Pero hay otra razón que se puede
de acordar uno de ámbito general. esgrimir para justificar la ausencia de un
Por su parte, distintos Colegios oficia- Código deontológico, sobre todo en el úl-
les han manifestado su interés por redac- timo cuarto del siglo pasado: la constante
tar sus propios códigos. En la mayoría de reestructuración de la profesión. Esto ha
los casos no han llegado a ser aprobados, llevado consigo una desorientación que,
o ni tan siquiera elaborados, por no tener en definitiva, ha situado la deontología
el suficiente respaldo al responder, en en un segundo plano. Como ya se ha
algunos casos, a propuestas de tipo per- señalado en otro apartado, la industria-
sonal: por ejemplo, la derivada del interés lización del medicamento supuso un
o preocupación de algún miembro de la cambio en la actividad del farmacéutico,
Junta de gobierno de un determinado que intentó adaptarse a la nueva situación
Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF). dando un nuevo sentido a su trabajo.
Una excepción a ello es el Código Deon- El farmacéutico de Oficina de Farmacia
tológico Profesional del COF de Madrid, pasó de elaborar los medicamentos en
aprobado en el año 2004. Este texto inclu- su mortero, según arte, a contar con un
ye como anexo un interesante «decálogo amplio arsenal de especialidades enva-
ético de la profesión farmacéutica en el sadas, dispuestas para ser dispensadas.
ámbito de la Comunidad de Madrid.» Esa situación le generó una sensación
Podríamos preguntarnos a qué es de- de insatisfacción que intenta subsanar
bido que, hasta el año 2000, no hubiera en buscando un nuevo modelo que satisfaga
España un Código Deontológico con res- su cualificada preparación y, al mismo
paldo oficial. En los apartados anteriores tiempo, ofrezca una contestación a las
se ha señalado que la causa puede estar nuevas demandas sociales. Así, aparece
en la falta de asunción, por parte de los la Farmacia Clínica, la Farmacia Social
farmacéuticos, de su correspondiente res- y ahora la Atención Farmacéutica. Hay
ponsabilidad moral en aquellas actuacio- que destacar que cada una de estas pro-
nes en las que colaboran con los médicos. puestas lleva consigo una mayor asunción
De ahí que sus problemas deontológicos de responsabilidades y un mayor interés
quedaran circunscritos a cuestiones muy por el paciente. Esta postura —aceptar
particulares como, por ejemplo, el secreto una mayor responsabilidad e implica-
ción con el paciente— debería generar
también una superior preocupación por
27 Buerki, RA. «History and Human values
in Ethics Instruction». En: Haddad, AM. Teaching and
los aspectos éticos. No obstante, esto no
learning strategies in Pharmacy Ethics. The Haworth ha sido así. Incluso, en ocasiones, y desde
Press, New York, 1997, 69-71. las propias corporaciones farmacéuticas,

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se ha contemplado la deontología (la secreto profesional, la competencia des-


elaboración de Códigos, la creación de leal o el intrusismo. El segundo hecho
comités deontológicos, la formación de destacable, como mantiene Folch, es la
los colegiados en estas cuestiones) como presencia de este tipo de normas en los
otro posible foco de tensiones. Por ello, Estatutos y Reglamentos de los Colegios
al no estar dispuestos a introducir nuevas Oficiales de Farmacéuticos y del Consejo
fuentes de conflicto, se ha optado por de- General de Colegios Oficiales de Farma-
jarla en un segundo plano. Sin duda, ésta céuticos30. Sin embargo, la inclusión de
fue una de las razones que motivó que cuestiones éticas y deontológicas en los
el Código de 1991, al que se ha aludido Reglamentos profesionales conlleva el
anteriormente, no fuera aprobado. riesgo de favorecer la confusión entre los
Por último, es importante no olvidar planos ético y legal.
que, aunque durante mucho tiempo no
existiera un Código deontológico, los 5. Conclusión
farmacéuticos españoles, como es lógico,
han tenido presente, en todo momento, La enseñanza de la Deontología no ha
la ética profesional28. Esta situación se sido considerada, ni desde la universidad
ha visto propiciada por dos hechos. El ni desde las corporaciones farmacéuticas
primero, por la existencia de tratados o españolas, como una cuestión prioritaria.
Códigos redactados por diversos autores, Por ello, no ha existido un auténtico
a título personal29, o por las numerosas plan de formación ni promoción en este
colaboraciones que sobre estos temas se campo. Esta situación ha propiciado la
han publicado en revistas profesionales. ausencia de un Código deontológico de la
No obstante, hay que reseñar que los profesión farmacéutica hasta fechas muy
intereses de esos estudiosos estuvieron recientes, la carencia de comisiones deon-
bastante polarizados hacia cuestiones tológicas en el seno de muchos Colegios
muy particulares como, por ejemplo, el Oficiales de Farmacéuticos, y la confu-
sión, en el sector farmacéutico, entre los
deberes legales y las obligaciones éticas
28 Valverde, JL., Arrebola, P. «Criterios de y deontológicas.
Deontología Farmacéutica en las distintas concep-
ciones éticas a través de la historia». Offarm 9 (11),
(1990), 60-2; Couceiro, A. «La Ética farmacéutica Recibido: 21-12-2006
a través de la historia». Farmacéuticos, 143, 50-6; y Aceptado: 22-02-2007
Arrebola, P. «Aproximación al desarrollo histórico
de la Deontología farmacéutica». En: Valverde, JL.,
Arrebola, P. Estudios de ética farmacéutica. Doce calles, 30 «Se establecen obligaciones para sus
Madrid, 1999, 85-97. miembros, se definen faltas y se fijan sanciones
29 En este sentido, se puede consultar el muy para las mismas. Estudiando estos puntos podrán
documentado trabajo de Arrebola Nacle, P. «Aproxi- deducirse normas deontológicas aceptadas...» Vid.
mación al desarrollo histórico de la deontología Foch Jou, G. Deberes y responsabilidades del farma-
farmacéutica». Libro de actas del Congreso Internacional céutico. Consejo General de Colegios Oficiales de
de Historia de la Farmacia de Granada, 1985; 99-104. Farmacéuticos, Madrid, 1979, 282.

194 Cuad. Bioét. XVIII, 2007/2ª

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