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El castor

El castor es un animal que vive en los pantanos. Ciertas de sus partes sirven, según
dicen, para curar algunas enfermedades. Por eso cuando se ve descubierto y
perseguido para cortarle las partes, sabiendo por qué le persiguen, huye hasta
alguna distancia, sirviéndose de la rapidez de sus pies para conservarse intacto;
pero cuando se ve perdido, él mismo corta sus partes, las arroja y salva de este
modo su vida.

Moraleja: A veces deshacerse de algunas fortunas puede significar evitarse una


tragedia.

Autor; Esopo
Año de edición 1995

La abeja y la paloma
Viendo que estaba ahogándose una abejita una paloma tierna se precipita, y en
una rosa que le lleva en el pico sálvala airosa.
Poco después la abeja vio que en la loma un cazador apúntale a la paloma.
Vuela: en la mano pícalo atroz, y el tiro tuércese vano.
No hay ser tan miserable que nunca pueda pagarnos un servicio
que en su alma queda; no hay mayor goce que el de probar que el alma lo
reconoce.
Moraleja: haz por los demás lo que quisieras que hicieran por ti.

Autor: Rafael Pombo


Año de edición: 11 de julio de 2014

La liebre y la tortuga
Una vez, una Liebre, se burlaba de las patas cortas y de la lentitud al caminar de
una Tortuga, sin embargo, esta no se quedó callada, y se defendió lanzando una
risa, y dijo a la Liebre: "Puede que seas muy veloz amiga Liebre, pero, estoy más
que segura poderte ganar una carrera." La Liebre, sorprendida por tal decir, aceptó
el reto sin pensarlo dos veces, ya que ella, estaba muy segura de que ganaría a la
Tortuga a ojos cerrados. Entonces, ambos propusieron a la Zorra, que señale el
camino y la meta. Días después, llegó el esperado momento de la carrera, y al sonar
la cuenta de tres, inició la carrera de estos dos contendientes.
La Tortuga no dejaba de caminar y caminar, pero a su lento paso, avanzaba
tranquila hacia la meta. En cambio la Liebre, corrió tan rápido que dejó muy atrás a
la Tortuga. Al voltearse y ya no ver a la Tortuga, la Liebre vio segura su éxito sobre
la carrera, y deicidio echarse una siesta. Poco después, la Liebre despertó y vio si
por atrás seguía sin llegar la Tortuga, pero al ver hacia la meta, vio a la Tortuga muy
cerca de la Final, y en un intento desesperado por correr lo más veloz que pudo, la
Tortuga llegó y ganó.
Moraleja Con seguridad, constancia, y paciencia, aunque parezcamos lentos,
siempre lograremos el éxito. Recuerden, poco a poco, se llega muy lejos.
Autor: esposo
Año de edición: 2003

El lobo y los pastores


Cierta vez un lobo cayó en la trampa
Que le había preparado unos pastores.
Cuando estos le vieron atrapado,
Comenzaron a darle con palos y a tirarle piedras.

Pero uno de ellos compadecido


Del pobre animal, dijo a sus compañeros:
-Dejad ya esta pobre lobo;
Si seguís pegándole, le mataréis
Cuando sus compañeros se fueron,
El buen pastor dio algo de comer al animal

Al caer la noche, el lobo salió del hoyo y,


Cojeando malherido, se escondió en su guarida.
Pasados unos cuantos días
El animal ya repuesto decidió vengarse.
Se dirigió a donde pastaba el ganado
Y mato unas cuentas ovejas.

Al ver lo que estaba haciendo,


El pastor que le había salvado la vida
Corrió hacia él y le suplico:
-¡Por favor, por favor, no hagas daño a mi ganado!
-No temas –contesto el lobo-. Solo
Trato de perjudicar
A quienes me hirieron y maltrataron.
MORALEJA
La compasión y la bondad suelen ser Recompensadas; no así la maldad.
Autor: María Elizabeth Torres Juárez
Año de edición: julio 2012

El murciélago y el jilguero
Cierta noche un murciélago oyó cantar a un jilguero
Que estaba encerrado en una jaula.

Se acercó y le pregunto por qué cantaba solo de noche.


-Antes cantaba de día -repuso el jilguero-, pero desde que me atraparon aprendí a
ser prudente.

-¡Pues no es ahora cuando debías serlo,


Sino antes de que te capturasen! -le replico el murciélago.

MORALEJA
Debes ser prudente antes de comentar un error, un error y no después.

Autor: María Elizabeth Torres Juárez


Año de edición: julio 2012

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