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ALFARO DE MANABÍ
INTEGRANTES:
OCTAVO “B”
MATERIA
ANESTESIOLOGIA
DOCENTE:
DR. BIENVENIDO JIMMY CHINGA SAMPEDRO
Contenido
MISIÓN......................................................................................................................................... 3
VISIÓN ......................................................................................................................................... 3
PERFIL DE EGRESO DE LA CARRERA.............................................................................. 4
ANESTESIA EN OBSTETRICIA .......................................................................................... 6
CAMBIOS FISIOLÓGICOS DURANTE EL EMBARAZO................................................................... 6
El feto ..................................................................................................................................... 13
Flujo sanguíneo uterino ....................................................................................................... 14
Evaluación del feto ............................................................................................................... 18
Papel de la reanimación intrauterina ................................................................................. 19
Progreso normal del parto................................................................................................... 20
ANESTESIA EN EL PARTO VAGINAL ESPONTANEO ................................................ 22
ANALGESIA EN DILATACION DEL PARTO VAGINAL ................................................ 23
Neuroestimulación eléctrica transcutánea........................................................................ 23
Medicación sistémica ........................................................................................................... 24
Analgesia inhalatoria ............................................................................................................ 24
Analgesia regional ................................................................................................................ 25
Anestésicos locales .............................................................................................................. 29
ANESTESIA PARA UNA CESÁREA ................................................................................. 33
Complicaciones de la anestesia Regional ........................................................................ 34
Complicaciones obstétricas ................................................................................................ 35
Síndrome HELLP .................................................................................................................. 36
La hemorragia obstétrica..................................................................................................... 38
Placenta previa ..................................................................................................................... 39
Placenta ácreta ..................................................................................................................... 40
Vasos previos ........................................................................................................................ 40
Atonía uterina ........................................................................................................................ 41
ANESTESIA PARA CIRUGÍA NO OBSTÉTRICA DURANTE EL EMBARAZO. ........ 41
Bibliografía ................................................................................................................................. 44
MISIÓN
VISIÓN
13.- Con actitudes que procuren y preserven su propia salud física y mental.
Sistema hematológico
El volumen sanguíneo materno comienza a aumentar de forma precoz en el
embarazo como consecuencia de cambios en la osmorregulación y del sistema
renina-angiotensina que producen una retención de sodio y un incremento del
agua corporal total a 8,5 l. A término, el volumen sanguíneo se eleva un 45%,
mientras que el volumen de hematíes aumenta sólo un 30%. Estos incrementos
desiguales dan lugar a la «anemia fisiológica» del embarazo, con una
hemoglobina y un hematocrito medios de 11,6 g/dl y 35,5%, respectivamente.
Sin embargo, el transporte de oxígeno no se ve disminuido por esta anemia
relativa, ya que el organismo materno lo compensa aumentando el gasto
cardíaco, la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial y desplazando
hacia la derecha la curva de disociación de la oxihemoglobina.
Durante el embarazo se produce un estado de hipercoagulabilidad con un
incremento de los niveles de la mayoría de los factores de la coagulación.
El fibrinógeno y el factor VII se encuentran elevados de forma significativa,
mientras que otros factores se incrementan en menor cuantía. Esta elevación
de los factores de coagulación ha sido verificada por la tromboelastografía, y
probablemente constituya un mecanismo de adaptación protectora para
disminuir el riesgo de hemorragia aguda durante el parto. Por otro lado, este
estado de hipercoagulabilidad puede dar lugar a tromboembolismos que siguen
siendo una de las principales causas de mortalidad materna. El recuento
plaquetario se mantiene estable a lo largo de casi todo el embarazo, pero
puede reducirse ligeramente en el tercer trimestre, con un aumento de la
actividad plaquetaria in vivo. El recuento plaquetario se eleva en el período
puerperal, probablemente debido a la activación de la hemostasia en el
momento del parto.
Sistema respiratorio
El embarazo se asocia a incrementos en el volumen minuto y en el trabajo
respiratorio que se producen como adaptación al aumento de la demanda de
oxígeno y de la eliminación de dióxido de carbono. Ante los problemas que
supone la investigación clínica en mujeres embarazadas, existen muy pocos
estudios sobre los cambios respiratorios que tienen lugar durante el embarazo.
El cambio más llamativo en la dinámica pulmonar materna es la reducción de la
capacidad residual funcional (CRF) que, a término, puede disminuir hasta un
20% con respecto al valor previo al embarazo. La ventilación minuto se
incrementa en un 45%, principalmente como resultado del aumento del
volumen corriente, ya que la frecuencia respiratoria no se modifica. Los
cambios hormonales y el aumento de la producción de dióxido de carbono son
los responsables del incremento de la ventilación.
Sistema renal
El sistema renal sufre cambios importantes en las pacientes gestantes, sobre
todo por los efectos de la progesterona y los efectos mecánicos de compresión
por parte del útero aumentado de tamaño. Los aclaramientos de urea,
creatinina y ácido úrico están incrementados durante el embarazo.
El flujo sanguíneo renal y el filtrado glomerular (FG) se elevan rápidamente en
el embarazo como consecuencia del aumento del gasto cardíaco. El FG se
incrementa casi un 50%; este aumento, acompañado del efecto dilucional de la
expansión del volumen plasmático, explica el descenso de la creatinina
plasmática y de la urea. Es decir, los índices renales «normales» durante el
embarazo son menores que los valores en pacientes no embarazadas.
Por tanto, los niveles sanguíneos de urea, nitrógeno y creatinina que podrían
considerarse elevados en el límite superior en el caso de pacientes no
embarazadas, suelen ser indicativos de lesión renal grave en parturientas. El
incremento del FG precede generalmente a la expansión del volumen
sanguíneo, y se le considera un marcador de la vasodilatación inducida por el
embarazo. La glucosuria es un hallazgo frecuente que se atribuye al aumento
del FG y a la reducción de la capacidad de reabsorción del túbulo renal.
El feto
Las circulaciones materna y fetal se combinan en la placenta; este órgano tiene
múltiples funciones, entre las cuales se incluyen el soporte endocrino del
embarazo y el transporte de nutrientes. Las interacciones farmacológicas y
fisiológicas que se producen en este lugar pueden explicarse en términos de la
unidad materno-fetal.
La placenta está compuesta por tejidos maternos y fetales que constituyen la
placa basal y coriónica. En su descripción más simple, puede ser vista como
una membrana semipermeable que constituye una interfase entre la circulación
fetal y la materna. El espacio intervelloso separa las placas y está subdividido
por el tejido decidual. Las vellosidades coriónicas y las arteriolas espirales
protruyen en este espacio intervelloso. La sangre materna fluye en el espacio
intervelloso desde la arteriola espiral cuando se produce la transferencia
placentaria materno-fetal. Aproximadamente el 80% del flujo sanguíneo uterino
atraviesa el espacio intervelloso.
Alrededor del 40-50% del gasto cardíaco fetal va a la placenta, y una cantidad
similar vuelve al corazón por la vena umbilical. La sangre fetal entra en la
placenta a través de las dos arterias umbilicales que surgen de las arterias
ilíacas internas.
Estas arterias se subdividen y forman finalmente los capilares umbilicales que
atraviesan las vellosidades coriónicas. El flujo sanguíneo fetal es de
aproximadamente 75 ml/kg/min, bastante menor que el flujo materno. A pesar
de que las presiones fetal y materna son desiguales, la transferencia
placentaria se produce rápidamente para la mayoría de los fármacos.
La circulación umbilico-placentaria está regulada por cambios reflejos
fisiológicos y por el eje neuroendocrino. Numerosas sustancias, incluidas
prostaglandinas, endorfinas, catecolaminas y vasopresina, intervienen en la
regulación fina de la perfusión umbilico-placentaria.
Como consecuencia de ello, los factores que alteran el flujo uterino afectan de
forma adversa al aporte sanguíneo fetal. El flujo sanguíneo fetal se determina
aplicando la siguiente fórmula:
El flujo sanguíneo uterino disminuye durante los períodos de hipotensión
materna, que pueden producirse como consecuencia de hipovolemia,
hemorragia, compresión aorto-cava y bloqueo simpático.
Las moléculas más grandes pasan con dificultad a través de la placenta, pero
las que tienen pesos moleculares por debajo de 500 daltons la atraviesan
fácilmente. La mayoría de los medicamentos que se administran a la
embarazada durante el parto poseen un peso molecular bajo; por tanto, se
transfieren al feto con facilidad.
Los fármacos muy liposolubles atraviesan rápidamente la placenta.
Las sustancias muy ionizadas y con poca liposolubilidad (p. ej., los relajantes
musculares no despolarizantes) tienen una transferencia placentaria muy
limitada.
Una vez que el medicamento atraviesa la placenta, la disponibilidad del mismo
depende del pH fetal y de su unión a proteínas.
El grado de ionización afecta de forma considerable a la transferencia de
fármacos, ya que sólo las porciones no ionizadas pueden atravesar la placenta.
El grado de ionización de una sustancia se determina mediante la ecuación de
Henderson-Hasselbalch:
Medicación sistémica
La clase de fármacos que más se utiliza como medicación sistémica durante el
parto son los opioides (v. cap. 17). Todos los opioides tienen efectos
colaterales de diversa intensidad, como depresión respiratoria, náuseas y
vómitos, y cambios en la estado mental que van desde la euforia hasta la
sedación excesiva. Todos los opioides atraviesan libremente la barrera
placentaria debido a sus características fisicoquímicas y pueden desencadenar
una depresión respiratoria en el recién nacido. Sin embargo, cuando se utilizan
adecuadamente, los narcóticos sistémicos pueden ser efectivos para aliviar el
dolor del trabajo de parto durante cortos períodos de tiempo. Otros fármacos
sistémicos que se emplean para el tratamiento del dolor del parto incluyen los
sedantes-tranquilizantes y la ketamina.
MEDICAMENTOS UTILIZADOS
Meperidina
Fentanilo
Butorfanol y nalfulina
Remifentanilo
Sedantes - tranquilizantes
Analgesia inhalatoria
La analgesia inhalatoria se define como la administración de concentraciones
subanestésicas de anestésicos inhalatorios para aliviar el dolor durante el
parto. Esta técnica analgésica no debe confundirse con la anestesia inhalatoria
que produce inconsciencia y pérdida de los reflejos protectores laríngeos. Si
bien la analgesia inhalatoria proporciona un alivio limitado del dolor, no es
adecuada para procurar suficiente analgesia a la mayoría de las madres. Sin
embargo, puede servir como coadyuvante a las técnicas neuroaxiales o en el
caso de parturientas en las que la anestesia regional no es posible. Los
analgésicos inhalatorios pueden administrarse tanto de forma intermitente
(durante la contracción) como de forma continua. Se pueden autoadministrar,
pero la paciente debe estar supervisada por personal sanitario que garantice un
nivel adecuado de consciencia y un uso apropiado del equipo. A pesar de que
los analgésicos inhalatorios se siguen utilizando en algunas zonas de Europa y
en otros países en vías de desarrollo, rara vez se emplean en Estados Unidos
para analgesia en el parto y la evacuación de gases sigue siendo una
preocupación. El entonox, una mezcla de N2O/O2 al 50:50, se ha utilizado
durante años como analgésico único y como coadyuvante sistémico en las
técnicas regionales durante el parto. Los efectos secundarios asociados a su
uso son mareos, náuseas, disforia y falta de colaboración de la paciente. El
efecto analgésico máximo aparece a los 45-60 segundos, por lo que es
importante que la parturienta utilice esta mezcla al comienzo de las
contracciones y que la suspenda tras el pico máximo de la contracción. La falta
de sistemas de evacuación de gases en las salas de dilatación puede en teoría
poner en peligro al personal sanitario por la exposición a niveles excesivos
durante un período de tiempo prolongado. La administración de óxido nitroso y
oxígeno en una proporción de 50:50 parece no tener efecto en las funciones
hepática, renal, cardíaca o pulmonar.
Analgesia regional
En anestesia obstétrica se utilizan múltiples técnicas regionales para obtener
una analgesia óptima con los mínimos efectos depresores para la madre y el
feto. Estas técnicas son los medios más efectivos con los que contamos para
proporcionar analgesia durante la dilatación y el parto. Las técnicas regionales
son las opciones más flexibles, efectivas y con menos efectos depresores si se
las compara con las técnicas parenterales o inhalatorias. La analgesia regional
no produce depresión inducida por fármacos ni en la madre ni en el feto. Las
técnicas regionales que más se utilizan durante el parto son los bloqueos
epidural, espinal y los combinados espinal-epidural. Aunque menos frecuentes,
también se realizan bloqueos simpáticos lumbares. En ocasiones, el obstetra
puede utilizar técnicas de infiltración paracervical, pudenda o local perineal.
Cada técnica tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y puede utilizarse para
bloquear la transmisión del dolor durante el parto.
Analgesia epidural La analgesia epidural lumbar es un método seguro y
efectivo que alivia el dolor durante el trabajo de parto. Es muy versátil y puede
extenderse para proporcionar anestesia en un parto instrumentado o quirúrgico.
Se administran (en general por infusión) bajas dosis de anestésicos locales o
combinaciones con opiáceos para conseguir un bloqueo sensitivo continuo al
nivel de T10-L1 durante el primer estadio del parto. Al final del primer estadio y
durante el segundo estadio pueden ser necesarios suplementos para obtener
un bloqueo sacro. Entre los beneficios de la analgesia epidural se pueden
incluir el alivio efectivo del dolor sin bloqueo motor evidente, la reducción de las
catecolaminas maternas y la posibilidad de obtener rápidamente una anestesia
quirúrgica. A pesar de las numerosas contraindicaciones relativas, existen muy
pocas contraindicaciones absolutas para la analgesia neuroaxial. Entre ellas se
pueden destacar la negativa de la paciente, una coagulopatía materna patente,
la infección franca del lugar de punción y la inestabilidad hemodinámica
materna. Se deben considerar otras situaciones de alto riesgo, como estados
de gasto cardíaco fijo (estenosis aórtica crítica), haciendo una evaluación del
riesgo-beneficio en cada paciente de forma individualizada. El uso de
ultrasonidos como guía cuando se realizan bloqueos regionales, e incluso para
la realización de la epidural, es cada día mayor. La imagen ultrasonográfica de
la columna lumbar puede ser útil en la identificación de estructuras para la
colocación del catéter epidural y para calcular la profundidad del espacio
epidural en la paciente gestante. Puede ser especialmente beneficioso en el
caso de parturientas obesas o en pacientes conocidas por haber tenido
dificultad previa en la colocación de un catéter epidural.
Analgesia espinal Una inyección subaracnoidea única de anestésicos locales o
de opioides proporciona una analgesia eficaz y de inicio rápido en el trabajo de
parto. Es especialmente útil muy al comienzo del parto, en pacientes muy
agitadas, para facilitar la realización de la técnica epidural bajo condiciones
más controladas. La inyección única espinal puede utilizarse también para un
parto instrumentado en pacientes que no son portadoras de catéteres
epidurales. A pesar de que se ha utilizado de forma rutinaria en algunos
hospitales como analgesia en el parto, esta técnica no proporciona la
flexibilidad del catéter epidural. En caso de punción dural accidental o en
parturientas de muy alto riesgo se puede considerar el uso de la analgesia
espinal continua con un «macrocatéter»; proporciona una analgesia excelente y
la garantía de un catéter espinal. Esta práctica puede también reducir la
incidencia de cefalea pospunción dural (CPPD), que aparece tras la punción
accidental de la duramadre con una aguja epidural120. Es obligatorio informar
a todo el personal sanitario relacionado con una parturienta de que ésta es
portadora de un catéter espinal para evitar sobredosis accidental con
anestésicos locales. A finales de la década de 1980 se introdujeron en la
práctica clínica catéteres espinales de pequeño calibre («micro») que
rápidamente ganaron popularidad por sus ventajas, la rapidez de inserción y
por el descenso potencial de las CPPD. Sin embargo, tras la publicación de
casos de síndromes de cola de caballo asociados al uso de estos catéteres
durante una cesárea, la Food and Drug Administration (FDA) decidió retirar
estos microcatéteres de la práctica clínica. Se han propuesto varias
explicaciones a la aparición del síndrome de cola de caballo, como la utilización
de mezclas inadecuadas de anestésicos locales en el espacio intratecal o el
uso de altas concentraciones de anestésicos locales potencialmente
neurotóxicos (lidocaína 5%) que pueden producir daño neurológico121,122.
Todavía está en marcha un reciente trabajo de revisión del uso de
microcatéteres durante el parto, y puede proporcionar la evidencia de
seguridad necesaria para permitir su reintroducción en la práctica clínica.
Anestésicos locales
Bupivacaína
La bupivacaína es un anestésico local tipo amida que suele utilizarse para la
anestesia espinal y epidural y para la analgesia en la práctica obstétrica .Su
larga duración de acción, el bloqueo diferencial sensitivo motor y la ausencia
relativa de taquifilaxia la convierten en un fármaco de elección. La transferencia
placentaria de bupivacaína, al igual que con otros anestésicos locales tipo
amida, se rige por dos factores: el grado de ionización a pH fisiológico y el
porcentaje de unión a proteínas. La bupivacaína tiene un pKa de 8,05 (muy
ionizado a pH fisiológico) y su unión a proteínas es del 95%; por tanto, tiene
una transferencia placentaria limitada en comparación con otros anestésicos
locales. La relación VU/M (relación tras el parto entre las concentraciones de
anestésico local en la sangre de la vena umbilical y la sangre materna) para la
bupivacaína oscila entre 0,31 y 0,44, una proporción mucho más baja que la de
la lidocaína. A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, surgió la
preocupación por la seguridad tras la comunicación de varias muertes
relacionadas con la toxicidad cardiovascular o cardíaca de la bupivacaína.
Después de la publicación de estos informes, la FDA prohibió el uso de
bupivacaína al 0,75% como solución epidural en la práctica obstétrica. Cambios
introducidos en la práctica clínica también han reducido el riesgo de las
inyecciones intravasculares inadvertidas de anestésicos locales, como el uso
cada vez más frecuente de catéteres multiorificio (que permiten una seguridad
mayor de que se produzca una aspiración hemática cuando el catéter está
colocado intravascular) y la administración de dosis con incrementos
paulatinos. La bupivacaína se compone de dos esteroisómeros, S− y R+, y se
comercializa como una mezcla racémica de estos isómeros. Cuando se
separan, el componente R es el responsable de la toxicidad indeseable de la
bupivacaína. Tras este hallazgo los investigadores desarrollaron el uso del
isómero S para la práctica clínica, lo que dio lugar a la introducción de la
ropivacaína (el isómero S del propil homólogo de la bupivacaína) y la
levobupivacaína (el isómero S de la bupivacaína).
Lidocaína
La lidocaína se ha utilizado durante muchos años en la anestesia obstétrica.
Tiene un rápido inicio de acción, con una duración de acción intermedia. La
relación VU/M que aparece en la bibliografía está aproximadamente entre 0,4 y
0,6151. A pesar de que la lidocaína es muy popular como anestésico local
epidural en partos instrumentados (al 2% con adrenalina), no se utiliza para
analgesia en el trabajo de parto debido al bloqueo motor. Aunque los primeros
estudios indicaban que comprometía la función neurológica neonatal,
numerosos trabajos posteriores no han apoyado esta asociación. Existe una
controversia sobre el uso de lidocaína hiperbática al 5% para la anestesia
espinal debido la publicación de informes sobre la aparición de sintomatología
neurológica transitoria. En 1994, la FDA publicó una carta en relación a la
lidocaína hiperbárica al 5% en la que recomendaba a los facultativos la dilución
de la lidocaína con suero salino o LCR antes de inyectarla. Como
consecuencia, estas precauciones fueron incorporadas a la ficha técnica de
este fármaco. Datos más recientes indican, sin embargo, que las soluciones al
2,5 y 2% pueden también producir irritación radicular transitoria. Por ello, y a
pesar de que tras muchos años de utilización no se ha registrado ninguna
evidencia clínica de neurotoxicidad, muchos anestesiólogos han abandonado el
uso espinal de la lidocaína al 5% hiperbárica.
2-Clorprocaína La 2-clorprocaína es un anestésico local tipo éster, con un
rápido inicio de acción y una duración corta. Su veloz metabolismo mediante la
hidrólisis de éster (semivida, 45 segundos) lo convierte en un agente seguro
para su uso en obstetricia, ya que prácticamente no atraviesa la placenta.
Como consecuencia de esta propiedad y de su rápido inicio de acción, su
indicación para la anestesia obstétrica es el establecimiento de la anestesia
epidural en una cesárea urgente cuando el catéter epidural ya está colocado.
Además de su corta duración de acción, un posible inconveniente de la
clorprocaína es que puede interferir con la acción de los opioides administrados
por vía epidural. Esta interacción con los opioides puede deberse al
antagonismo a nivel de los receptores opiáceos m y k157. Asimismo, se ha
publicado que la clorprocaína también puede interferir con la acción de la
bupivacaína que se administre más tarde por vía epidural. Las primeras
preparaciones de 2-clorprocaína fueron consideradas neurotóxicas, ya que se
comunicaron casos de aracnoiditis tras la inyección subaracnoidea no
intencionada de este anestésico. Artículos posteriores responsabilizaron de su
neurotoxicidad al bajo pH del anestésico y a los conservantes utilizados para su
estabilidad160. La sustitución del metabisulfito y del metilparabeno ha
eliminado el riesgo de neurotoxicidad. A pesar de todo, se debe recomendar
prudencia, ya que, aunque existen preparaciones sin conservantes etiquetadas
como MPF (sin metilparabeno), se siguen comercializando algunas
formulaciones que contienen conservantes161. De hecho, estudios recientes
llegan incluso hasta recomendar el uso de clorprocaína vía espinal.
Levobupivacaína
Teniendo en cuenta que la cardiotoxicidad de la bupivacaína era más
pronunciada con el enantiómero R, se desarrolló para uso clínico el
enantiómero S (levobupivacaína). La levobupivacaína es un anestésico local de
acción larga con un perfil clínico similar al de la bupivacaína. Tanto los estudios
realizados en animales como en personas voluntarias han mostrado que tiene
un perfil de seguridad mayor que el de la bupivacaína racémica. En la mayoría
de los estudios animales, la dosis letal de la levobupivacaína es 1,3-1,6 veces
más alta que la de la bupivacaína racémica, lo que proporciona una evidencia
de mayor seguridad en el caso de que se produzca una inyección intravascular
accidental de levobupivacaína. La levobupivacaína, al igual que la bupivacaína
racémica, atraviesa la placenta. La relación VU/M para la levobupivacaína es
de 0,3 en pacientes sometidas a cesárea electiva tras la administración
epidural de 30 ml de levobupivacaína al 0,5%. La levobupivacaína es
comparable a la bupivacaína para anestesia epidural durante una cesárea. La
valoración del bloqueo sensitivo con bupivacaína al 0,5% y levobupivacaína al
0,5% no demostró diferencias en la eficacia del bloqueo ni el tiempo necesario
para alcanzar un bloqueo quirúrgico. De igual forma, otros autores han
publicado recientemente que no han encontrado diferencias en el inicio de
acción ni en la duración del bloqueo sensitivo cuando las pacientes recibían
bupivacaína al 0,5% o levobupivacaína al 0,5% para una cesárea. Además, el
comienzo y finalización de los bloqueos sensitivo y motor, la calidad de la
anestesia y la relajación muscular fueron similares en los dos grupos. La
levobupivacaína también se ha utilizado para analgesia epidural en el parto. Un
estudio multicéntrico reciente que compara la levobupivacaína con la
bupivacaína comunicó que estos fármacos tienen una eficacia analgésica
equivalente y el bloqueo motor fue similar en los grupos. Como ocurre con
otros anestésicos locales, la evidencia más reciente sugiere que el fentanilo
reduce de modo significativo los requerimientos de levobupivacaína en la
analgesia epidural en el trabajo de parto. La levobupivacaína no se
comercializa actualmente en Estados Unidos pero es un fármaco que está
disponible en otros muchos países.
Ropivacaína
La ropivacaína es un homólogo de la mepivacaína y la bupivacaína. Se trata
del primer isómero S (levo) de un anestésico local en ser comercializado. La
ropivacaína es menos soluble que la bupivacaína, por lo que puede ser menos
potente. A pesar de que la evidencia clínica sugiere que los dos fármacos
podrían ser similares en términos de potencial, los estudios sobre
concentración mínima de anestésico local (CMAL) han demostrado que la
potencia analgésica de la ropivacaína es 0,60 (0,47 a 0,75) veces la de la
bupivacaína. La afirmación de que presenta menor toxicidad y bloqueo motor
debe considerarse teniendo en cuenta las diferencias en la potencia analgésica.
ANESTESIA PARA UNA CESÁREA
Las indicaciones más frecuentes para una cesárea son: «fracaso en el
progreso del parto», estado fetal dudoso, desproporción pélvicocefálica, mala
presentación, prematuridad y cirugía uterina previa.
La elección de la anestesia para la cesárea depende de las indicaciones de la
cirugía, del grado de urgencia, del estado materno y de los deseos de la
paciente.
Anestesia regional neuroaxial
Las técnicas de la anestesia regional tienen muchas ventajas, como que
disminuye el riesgo de intubación fallida y aspiración del contenido gástrico,
que se puede prescindir de agentes depresores, y que permite a la madre
permanecer despierta y disfrutar de la experiencia del nacimiento.
Anestesia espinal
Tiene un rápido inicio de acción y proporciona un bloqueo nervioso profundo.
Debido al uso de dosis pequeñas, el riesgo de toxicidad por anestésico local es
muy bajo y la transferencia del fármaco al feto es mínima. Asimismo, los
fracasos (bloqueos incompletos o parcheados) son muy poco frecuentes con la
anestesia espinal. Los inconvenientes de esta técnica son la duración limitada
de la anestesia y una mayor incidencia de hipotensión.
La bupivacaína hiperbárica es el agente que más se utiliza en Estados Unidos
para anestesia espinal en las cesáreas. Su duración de acción es de 1,5 a 2
horas y cubre perfectamente la duración de la cirugía en la mayoría de los
casos.
La anestesia espinal puede realizarse con la paciente sentada o en decúbito
lateral, tanto con las soluciones simples como con las hiperbáricas. Cada
método tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
La posición sentada parece ser la óptima para realizar el bloqueo neuroaxial en
una parturienta obesa. Las soluciones hiperbáricas tienen la ventaja de que son
más predecibles en la extensión del bloqueo que las soluciones simples, y
permiten al anestesiólogo modificar la extensión del bloqueo ajustando la
posición de la mesa.
Anestesia epidural
Cuando la flexibilidad es necesaria (p. ej., para una cesárea que pueda
prolongarse), lo mejor es utilizar una técnica con catéter y generalmente se
elige la epidural
En el caso de parturientas de alto riesgo, el catéter epidural se inserta
precozmente para tenerlo disponible en caso tener que realizar una cesárea
urgente
Los agentes que habitualmente se utilizan son la 2-clorprocaína, la lidocaína y
la bupivacaína
Se pueden utilizar coadyuvantes para mejorar la calidad del bloqueo. Añadir
pequeñas cantidades de bicarbonato incrementa el pH de la solución y la
proporción de anestésico local no ionizado; esta práctica acorta el tiempo del
inicio de acción.
Anestesia general
A pesar de que el uso de la anestesia general para los partos por cesárea ha
descendido enormemente en las últimas décadas, todavía es necesaria para el
control de diferentes situaciones, como hemorragia materna, coagulopatía
franca, compromiso vital del feto, o casos en los que la paciente rechaza la
anestesia regional.
Los problemas potenciales asociados con la cesárea bajo anestesia general
son intubación fallida, aspiración pulmonar del contenido gástrico, depresión
neonatal y despertar intraoperatorio materno.
Hipotensión
Punción dural accidental
Cefalea pospunción dural:
En general, la CPPD se trata inicialmente de forma conservadora,
aumentando la ingesta de cafeína, tanto oral como intravenosa, y
analgésicos. Los fármacos que se han utilizado para tratar la CPPD son
la cafeína, la vasopresina, la teofilina, el sumatriptán y la hormona
adrenocorticotropa (ACTH).
Bloqueo espinal total
La extensión subdural del anestésico local también puede provocar un
bloqueo alto que se caracteriza por un nivel sensitivo alto, ausencia de
afectación sacra, y un bloqueo motor incompleto o nulo.
Infecciones del sistema nervioso central:
Las complicaciones infecciosas serias tras una analgesia
espinal/epidural son raras, La infección puede ser de origen exógeno y
estar causada por la contaminación del equipo o de los agentes
farmacológicos, o por colonización del catéter.
Complicaciones obstétricas
Preeclampsia y eclampsia
Síndrome HELLP
Como se ha comentado antes, este síndrome consiste en hemólisis, elevación
de las enzimas hepáticas y trombopenia. Su gravedad varía desde un cuadro
leve autolimitado hasta un proceso fulminante que lleva al fallo multiorgánico.
Las pacientes con síndrome HELLP pueden tener diferentes signos y síntomas,
ninguno de ellos diagnóstico, y todos ellos pueden encontrarse en pacientes
con preeclampsia/eclampsia grave sin síndrome HELLP254. Sibai, ante la falta
de consenso existente sobre las características diagnósticas del síndrome
HELLP, recomienda los siguientes criterios: hemólisis (diagnosticada por una
extensión de sangre periférica y un aumento de los niveles de bilirrubina),
aumento de las enzimas hepáticas (definidas como niveles de aspartato
aminotransferasa de al menos 70 U/l y de LDH de más de 600 U/l) y una
trombopenia (de menos de 100.000/mm3)255.
Tratamiento
Consideraciones anestésicas.
Un informe del grupo de trabajo sobre hipertensión del embarazo, del programa
nacional de educación en hipertensión perteneciente al National Heart, Lung, and
Blood Institute ha establecido lo siguiente:
Obesidad
La obesidad en un problema de salud que está en aumento en la sociedad de
hoy en día. La obesidad se asocia a comorbilidades como la diabetes, la
hipertensión y el síndrome de apnea obstructiva del sueño. Las parturientas
obesas tienen un riesgo mayor de desarrollar diabetes gestacional,
preeclampsia, enfermedad tromboembólica e infección de la herida quirúrgica.
La obesidad es un factor de riesgo independiente en la cesárea, en resultados
adversos neonatales, y en el riesgo anestésico y quirúrgico. Cambios
fisiológicos del embarazo exagerados, como la reducción de la CRF, el
aumento del reflujo gastroesofágico y la compresión aorto-cava más
pronunciada, tendrán un gran impacto en los cuidados anestésicos. También
deben considerarse otros factores, como la dificultad que suponen los accesos
venosos, la monitorización de la tensión arterial, la colocación de la paciente, el
riesgo aumentado de la cesárea y la hemorragia posparto.
La hemorragia obstétrica
A pesar de que la mayoría de las pacientes toleran la pérdida normal de sangre
asociada con el parto sin sufrir consecuencias hemodinámicas, a veces la
pérdida sanguínea es excesiva y compromete a la madre y al feto. Las causas
más comunes de sangrado en el tercer trimestre son placenta previa,
desprendimiento prematuro de placenta y rotura uterina.
Desprendimiento prematuro de placenta
Placenta previa
Se habla de placenta previa cuando la implantación de la placenta en el útero
es baja, pudiendo cubrir parcial o totalmente el orificio cervical interno.
Puede clasificarse como total si la placenta cubre totalmente el orificio, parcial
si el orificio cervical está ocupado en parte por la placenta y marginal si la
placenta no
cubre pero su borde inferior llega al orificio cervical interno.
A diferencia del desprendimiento prematuro de placenta, la placenta previa se
suele caracterizar por un sangrado vaginal indoloro en el tercer trimestre si el
sangrado persiste, la estabilización de la madre y el nacimiento del niño son
obligados.
Placenta ácreta
La placenta puede estar adherida al lugar de implantación con ausencia de la
decidua, una anomalía que produce la inexistencia del plano de separación de
la placa decidual. Esta patología se denomina placenta ácreta y puede
provocar situaciones que pongan en peligro la vida, la placenta ácreta se puede
clasificar en función del grado de penetración de la placenta en el miometrio.
Se habla de placenta íncreta cuando la placenta invade el miometrio. La
placenta pércreta se define como aquella placenta que se desarrolla a través
del miometrio y puede adherirse a estructuras circundantes. Con el reciente
avance de la ultrasonografía, actualmente es posible diagnosticar la mayoría de
los casos de placenta ácreta antes del parto. También se puede evaluar la
extensión de la invasión del trofoblasto mediante resonancia magnética (RM).
El tratamiento anestésico óptimo de las pacientes sometidas a una
histerectomía obstétrica depende de muchos factores, como la estabilidad de la
paciente, la experiencia del anestesiólogo, la disponibilidad de servicios
auxiliares y los deseos de la paciente algunos anestesiólogos prefieren utilizar
de entrada la anestesia general en mujeres con un alto riesgo de placenta
ácreta.
Vasos previos
Los vasos previos son una patología placentaria poco común que conlleva una
alta mortalidad fetal Estos vasos tienen muy poco soporte y son muy
susceptibles de lesión durante el trabajo de parto. Un diagnóstico de vasos
previos se sospecha cuando el sangrado vaginal se produce inmediatamente
tras la ruptura de las membranas amnióticas y se acompaña de anomalías en
la FCF. El sangrado de los vasos previos es de origen fetal más que materno;
Teniendo en cuenta la urgencia absoluta de esta situación, debe utilizarse para
la cesárea la técnica anestésica más rápida esta técnica es la anestesia
general.
Hemorragia posparto
Atonía uterina
Está producida por la contracción ineficaz del músculo uterino en el puerperio.
Los factores de riesgo son un trabajo de parto prolongado, un útero
sobredistendido (macrosomía o embarazos múltiples), infecciones, gran
multiparidad y la administración de fármacos que relajan el útero (anestésicos
halogenados, agonistas b-simpaticomiméticos y sulfato de magnesio).
El tratamiento incluye la oxitocina; como los bolos de este fármacopueden
producir hipotensión, es preferible la infusión continua.
La carboprost trometamina, un análogo 15-metil de la prostaglandina F2a, es
también un potente uterotónico que se puede utilizar. Sus efectos secundarios
son náuseas, vómitos y broncoconstricción.
Otras complicaciones
Prolapso del cordón umbilical
Parto múltiple
Rotura uterina
Inversión uterina.
Diagnóstico diferencial
Éstas pueden incluir embolismo de líquido amniótico, pérdida masiva de
sangre, complicaciones de la preeclampsia, síndrome coronario agudo,
disección aórtica, embolismo pulmonar grave, sobredosis iatrogénica de
fármacos (p. ej.,sulfato magnésico) o toxicidad por anestésicos locales.
Cesárea perimortem
La mejor opción para la supervivencia de fetos que tienen más de 24 semanas
de gestación es realizar la cesárea no más de 5 minutos después de la parada
cardíaca materna. El vaciamiento del útero también mejora la distensibilidad
torácica y, con ello, mejora la ventilación materna
Bibliografía
MILLER,Anestesia;Septima Edición