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Psicosomática / somato- psíquica.

La “body mind connection”.

Las relaciones entre el estado anímico y el cuerpo eran conocidas en los tiempos antiguos, luego
fueron olvidadas por la medicina científica. Pero empezamos (volvemos a empezar) a cernirlos y
profundizar en ellos.
Se empezó a hablar de psicosomática – referente a ciertos aspectos de la mala salud o de la
enfermedad hace unos cuarenta años, bajo la influencia de la psicoanálisis; pero se empieza a ir más lejos
desde 1975-1980.
En Estados Unidos se hacen análisis cada vez más numerosos sobre el nexo entre el psiquismo y
el cuerpo (la “body-mind connection”) en una nueva ciencia interdisciplinaria que se está constituyendo
desde 1980, la psiconeuroinmunología.
Las investigaciones usadas por la psiconeuroinmunología derivan del descubrimiento de nuevos
neuro – receptores (más de un centenar), de neuro – receptores sobre los glóbulos blancos y en el sistema
inmunológico; el mismo funcionamiento del sistema inmunológico demostraría que los “estados de
ánimo” de la gente, que sean alegres o tristes, que se sientan culpables o llenos de resentimiento,
influencian quizás el número de células T y el sistema inmunológico. Las primeras investigaciones
estuvieron recopiladas en el libro colectivo editado por Robert Ader en 1981 39 y las más recientes fueron
discutidas en el coloquio internacional de psiconeuroinmunología de Tutzig (junio de 1990, en Alemania,
cerca de Munich) sobre la iniciativa de Norman Cousins y organizado por la sociedad alemana de
cancerología –al cual participé.

Lazos transgeneracionales
Y contabilidad de las deudas y méritos.
La injusticia vivida.

Según mi práctica de lo transgeneracional, llegué a la conclusión de que los conceptos


introducidos por Boszormeyi-Nagy – el de lealtad invisible y de justicia, la contabilidad de las deudas y
de los méritos – permiten una nueva luz en psiquiatría, psicoterapia, psicoanálisis, en medicina holística,
en medicina de la persona global, en psicosomática. Si un ser realmente se vuelve adulto, si la persona
llega a cierta libertad, también es libre de sus comportamientos, y esto implica una fluidez de los papeles y
obligaciones en las relaciones interpersonales. Así, las estructuras de la familia ya no son inmutables:
pagando las antiguas cuentas, se recupera lo que debía ser la justicia en el sistema de esa familia, cada
miembro inscribiéndose entonces en un nuevo equilibrio del crédito y de la deuda. Todos los
acontecimientos relacionales y psicológicos están estructurados por una doble motivación: la “estructura
comportamental manifiesta” y la “estructuración obligacional oculta”. Por consiguiente, las relaciones
deben ser concebidas como siendo vinculadas a dos sistemas de contabilidad, el de las motivaciones
manifiestas determinadas por el “poder” y el de la jerarquía de las “obligaciones”.
Por ejemplo, el caso de una muchacha de diez y siete años que está enamorada y que tiene ganas
de casarse, porque sale con un joven: debe y tiene la libertad de casarse, de tener hijos y de dar a sus hijos
lo que recibió de sus padres? O debe, por ejemplo, ya que es la menor, si su hermana murió dejando a un
bebé, casarse con el viudo y criar a los hijos de su hermana, porque ella- misma y su hermana fueron
huérfanas y “que se lo debe”? (a su hermana muerta) y que “en nuestra familia, siempre se ha hecho”?
Por lo tanto hay sistemas diversos de contabilidad – diferentes según cada cultura e incluso cada
familia: pero entonces, donde vamos a poner la preeminencia? Lo que hace que frecuentemente vemos a
una “víctima” o una “cabeza de turco” crearse, o un enfermo (enfermo designado y/o que elige la
enfermedad) tomar el relevo para resolver el problema de la familia.
El esfuerzo terapéutico, con relación a una familia, un individuo o un organismo, sería restaurar
la justicia y remediar a los daños sufridos por la cabeza de turco (o “la víctima”), pero esto no bastaría,
porque el ex- cabeza de turco se encontrará cogido en las fuerzas sistémicas o el sistema de la familia que,
ella, perpetuó el proceso cabeza de turco. Para Boszormeyi-Nagy, habría que incluir en la estrategia
39
Psychoneuroimmunology, New York, Academic Press, 1981, 2° edición completada, 1991.
terapéutica la dimensión de la culpabilidad de los que beneficiaron de la situación (injusta). (Ver el
movimiento Real justice, p. 37-38).
La injusticia vivida en las familias frecuentemente es la consecuencia de un hecho aparentemente
banal: cuando uno de los miembros recibió la herencia, o todo el dinero, o “la casa grande” o la fábrica, o
las joyas, o la plata, o los retratos de familia, o “el bello tapiz”, o “el bufete de Tía Adela” o algo
significativo a expensas de los demás; y cuando se es el beneficiario o el perjudicado, esto se recuerda y
se recuerda a sus hijos frecuentemente sobre varias generaciones40.
La hija mayor frecuentemente siente una injusticia vivida con relación a su hermano menor,
considerado como el mayor, porque “hijo mayor”.
La lealtad familiar supera las nociones simples de comportamientos, respetuosos de las leyes y
del orden y de las tradiciones familiares. Hay, si se toman las nociones de Moreno, una “espera-en-
cuanto-al-papel”.
El individuo está sometido a las conminaciones a la vez de las esperas externas y de las
obligaciones interiorizadas, que pueden ser las mismas o que pueden ser diferentes. Es importante
recordar que Boszormeyi-Nagy es psicoanalista y de relacionar estas nociones con Freud ( y a la función
del superyo).
En alguna parte, las obligaciones, es el superyo en nosotros, o si se adopta la terminología de
Eric Berne 41, es el padre, padre o madre, en nosotros.
Pero no todo el mundo tiene este sentido del deber tan visible y tan claro:

“La componente de la obligación moral de la lealtad está vinculada primero al despertar


del sentido del deber, de la equidad y de la justicia en los miembros leales. Faltar a las
obligaciones lleva a sentimientos de culpabilidad, que constituyen fuerzas sistémicas
reguladoras secundarias. La homeostasia del sistema depende así de una entrada (input)
reguladora de la culpabilidad “ (Boszormeyi-Nagy).

Se podría relacionar este estiramiento y esta doble conminación de la teoría de León Festinger 42,
sobre la disonancia cognitiva: cuando son disonantes o discordantes las cosas, necesitamos hacerlas
consonantes, por necesidad de armonía interna. Esta necesidad de consonancia es individual. Esto se hace
cerrándose inconscientemente a las informaciones, percepciones y sentimientos, relativos a uno de los
elementos, para favorecer lo que va hacía el otro lado de la decisión tomada, es decir, a dejar de ver la
“elección corneliana” y a “reducir la disonancia”.
Hay gente que son más o menos tolerantes a la disonancia. Hay gente que hacen trampas, y
mienten – o se mienten – más fácilmente que otros, y que no están molestos cuando la mano derecha no
sabe lo que hace la izquierda. Hay gente que son sinceros pero no lúcidos sobre ellos – mismos y sus
sentimientos; hay gente que hace trampas y miente sin siquiera darse cuenta, es decir que reducen la
disonancia reduciendo su percepción, o que son a tal punto tolerantes a la disonancia que no se dan cuenta
siquiera de que las cosas son disonantes, discordantes o incompatibles. Ciertos psicoterapeutas podrían
incluso hablar de “falso yo” (“falso self”), de no- consciencia de sí, (de su ser profundo).
Los diversos miembros de la familia tienen umbrales de culpabilidad variables, - y de tolerancia
a la disonancia variables.
El sistema de lealtad no está regulado únicamente sobre la culpabilidad – la estructuración de la
lealtad siendo determinada por la historia del grupo, por la justicia interna de este grupo familiar, los

40
El islam vuelve a casi mil años atrás, incluso a las Cruzadas, para ciertas reivindicaciones, la Armania
en 1915, los Serbios y Croatas de Yugoslavia a la batalla de los campos de Kosovo (28 de junio de 1389)
y Sarajevo (28 junio 1914), a las exacciones de los Ustachis pro-alemanes contra los Serbios cuando
proclaman la independencia de Croatia en 1941, y a las tensiones de la ocupación turca. Después de 70
años, los pueblos de la URSS se separan en Rusia, Estonia, Ukrania, etc. y las luchas entre etnias –
“luchas tribales” según Alain Minc – culturas, religiones se reanudan, con “traumatismos seleccionados”
(según V. Volkan). También constaté cánceres después de reparticiones desiguales entre hijos, tanto del
lado de los padres como del de los hijos.
41
Padre de la análisis transaccional, basada en los tres “estados del yo” (niño, adulto, padre), las
transacciones, los “juegos” y los “guiones” . Cf. Tratando de los Juegos y de los hombres, París, Stock,
1966.
42
A Theory od Cognitive Dissonance, New York, Evanston, Row, Peterson, 1957.
mitos familiares, la extensión de la obligación de cada uno de los individuos y su posición de mérito en
el sistema, según Boszormeyi-Nagy.
Sabemos que los ganadores y los perdedores ven los méritos y las deudas a veces de otro modo
con relación a su propio sistema.
¿Cómo se puede determinar o “hace funcionar” la “lealtad familiar”? Los miembros de un grupo
pueden actuar por una coerción externa, por el reconocimiento del interés del hecho de ser miembro de
este grupo familiar, por sentimientos de obligación consciente reconocidos y también por la obligación
inconsciente de pertenencia a este grupo familiar. La coerción externa puede ser visible al observador, al
sociólogo, al psicoterapeuta, y el interés consciente de la obligación puede ser contado por los miembros.
Pero sólo se puede inferir los compromisos inconscientes del grupo a partir de indicios complejos
indirectos y, generalmente, sólo después de un largo análisis de la familia sobre cierto período.
A final de cuentas, la lealtad en una familia dependerá de la posición de cada individuo con
relación a la justicia de su mundo, lo cual a su vez constituye una parte de las cuentas familiares e
interesa también los méritos.
Para comprender las funciones de un grupo, es importante saber quién está ligado por la lealtad,
a quién y cómo , así como el sentido que cada cual da a la lealtad; y este sentido es muy diferente según
los individuos.
Cada cual mantiene una contabilidad subjetiva de lo que dio y recibió en el pasado y en el
presente y lo que dará y recibirá en el futuro:

“Lo que ha sido investido en el sistema por la disponibilidad y lo que fue retirado bajo
forma de sostén, rechazo, o bajo forma del uso explotador de los demás, queda inscrito
en las cuentas invisibles de las obligaciones y de los méritos” (Boszormeyi-Nagy).
Esto quiere decir que cuando se recibe y se da, en una familia, entre padres e hijos, entre
hermanos y hermanas, entre primos, entre primos nacidos de primos- hermanos, entre abuelos y demás en
una “familia en amplio sentido”, es a veces muy difícil o complejo ponerlo en evidencia.
Ciertas deudas son demasiado pesadas de llevar. Como las vendettas, el honor perdido, el
recuerdo de los genocidios y masacres.
El caso del joven Roberto, hijo de deportado, citado por Claudine Vegh (1979), p. 160-169,
salvado por un sacerdote en una granja de Dordoña durante la guerra – cuya hija recuperará el peso en
Israel –es instructivo a este respecto (ver p. 67, Los hijos de deportados).

“Regalos con dientes”.

Gran número de padres o madres abusivas mantienen con lazos a sus hijos o hijas diciéndoles:
“me sacrifiqué tanto por ti, bien me debes esto”. Y así, cierto número de jóvenes entran desgraciadamente
en un juego y no se “diferencian” de su familia (según la expresión de Muray Bowen), no toman
distancia entre ellos (su yo, su sí, su “self”) y su familia; no se vuelven adultos, porque se sienten unidos
por obligaciones que son cercanas de hecho a lo que en África se llaman regalos con dientes.

Dichos “regalos” pueden ser intercambios de dones ritualizados, como en el Potlach. Hay gente
que hacen regalos a otros, que ofrecen festines, contando sobre la reciprocidad. Se hace un regalo en

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