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Los Dossiers de
NUTRICIÓN y BIENESTAR
LOS NUEVOS TRATAMIENTOS NATURALES VALIDADOS POR LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Nº 25 ENERO 2016 SALUD NUTRICIÓN BIENESTAR Thierry SOUCCAR
FRENAR LA CAÍDA
jecimiento, de renombre internacional.
Pertenece al American College of Nutri-
tion y ha escrito más de 15 libros, entre
ellos muchos best seller. Gracias a sus li-
DEL CABELLO
bros, y también a su presencia en medios
de comunicación como Sciences et Avenir,
Le Nouvel Observateur y en LaNutrition.
De media, cada día se pierden unos 50-100 pelos y nacen otros 50-100 El año 2000 ingresa en el American Co-
nuevos. Pero en el caso de los hombres a quienes ya les va faltando pelo, llege of Nutrition. En ese mismo año
el ciclo de crecimiento del cabello, que normalmente se encuentra bien el Instituto Nacional sobre el Envejeci-
regulado (ver recuadro de la página siguiente), se acelera. Sigue habiendo miento de Estados Unidos lo premió por
una renovación del cabello, pero tiene lugar de una forma más rápida y el su libro Le programme de longue vie (“Pro-
pelo se cae antes. El folículo piloso se acorta y los cabellos salen cada vez grama para una vida larga”), escrito en
más finos, hasta no ser más que pelusa. colaboración con Jean-Paul Curtay y que
fue considerado una de las mejores obras
de divulgación sobre el envejecimiento.
El origen de esta inevitable caída no está del todo claro. Se cree que la dihi- Ha escrito otros 13 importantes libros
drotestosterona (DHT), una hormona que procede de la transformación sobre la salud y la nutrición, entre ellos el
de la testosterona, por razones genéticas y quizá ambientales, debilita los best seller Santé, Mensonges et Propagande
folículos pilosos, acortando su ciclo de vida. (“Salud, mentiras y publicidad”), escrito
en colaboración con la abogada Isabelle
La caída del cabello también se acompaña de una inflamación en el folículo Robard en 2004, del que se han vendido
piloso, lo que ha llevado a los investigadores a explorar otros caminos. En más de 80.000 ejemplares.
marzo de 2012, unos científicos norteamericanos identificaron otro potencial responsable, la prosta-
glandina D2 (o PGD2), una sustancia inflamatoria derivada de la transformación de las grasas de la
alimentación (lípidos).
En los casos de calvicie, la PGD 2 localizada cerca de los folículos pilosos sería demasiado alta. De igual
forma, se encontraría inhibiendo el crecimiento del pelo. La prostaglandina D2 se fabrica a partir de
un ácido graso con gran presencia en ciertos tipos de aceites para cocinar. Por tanto, uno de los primeros
consejos que se podría dar a aquellos que, al igual que su padre o su abuelo, están perdiendo pelo, es que
dejen de consumir esos aceites y los sustituyan por fórmulas más equilibradas (como las que podrá ver
más adelante).
u Anatomía de un pelo
L a parte visible del cabello, el tallo, está compuesta de queratina. El tallo se ancla en el folículo
piloso, una cavidad en forma de tubo que se encuentra en la dermis.
El folículo piloso forma un ángulo con la epidermis; cuanto más pequeño sea este ángulo, más rizado
será el cabello. En la base del folículo se encuentra el bulbo, la zona en donde realmente se fabrica
el cabello mediante la multiplicación de las células. Allí encontramos también células productoras
de melanina, el pigmento que da color al pelo. Por último, el bulbo se sitúa en una estructura con
numerosos vasos sanguíneos, la papila dérmica, por la que transitan los nutrientes que las células
utilizan para el crecimiento del cabello. En la parte superior del folículo piloso se encuentra la glán-
dula sebácea que segrega el sebo, una sustancia que permite suavizar el tallo. Cuando hay un exceso
de sebo, el cabello es graso. Por último, entre el folículo y la piel se sitúa el músculo erector, que
eriza el pelo cuando hace frío.
E n la fase de crecimiento o anágena, el cabello crece. Esta fase dura entre dos y cinco años;
cuanto más extensa es, más largo es el pelo. Entre el 80 y el 90% de los cabellos de una melena
sana se encuentran en esta fase.
En la fase de reposo o telógena, el pelo separado del bulbo piloso va siendo expulsado de forma
progresiva por el nuevo que está creciendo. Esta fase dura entre tres y cuatro meses. Son esos pelos
que usted se encuentra por las mañanas en el peine.
En 1989, la Agencia norteamericana de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés), se-
guida por las autoridades europeas, revisó exhaustivamente la eficacia de los productos farmacéuticos
anticaída y tan sólo se quedó con dos: el minoxidil, un vasodilatador que generalmente se aplica en el
cuero cabelludo (existe una forma oral para el tratamiento de la hipertensión, aunque su uso no es muy
habitual) y la finasterida, un medicamento por vía oral que se suele recetar para el tratamiento de la
hipertrofia de la próstata.
El minoxidil es bastante eficaz, aunque no para todo el mundo. Sólo funciona sobre folículos pilosos
todavía activos y deja de hacerlo cuando se interrumpe el tratamiento, momento en el que el cabello rea-
nuda su irremediable caída. Según un estudio norteamericano, sólo el 36% de los hombres que lo habían
utilizado de manera habitual durante varios años consideraron que merecía la pena.
T ras la menopausia, el 5% de las mujeres se enfrenta a una caída del pelo igual a la de los hom-
bres. En realidad, sus ovarios dejan de fabricar hormonas femeninas, pero siguen produciendo
algo de testosterona, que se suma a la que producen las glándulas suprarrenales. Las hormonas mas-
culinas toman el control y, si la mujer tiene unos folículos pilosos demasiado receptivos a la DHT,
se reproduce el mismo fenómeno que en los hombres, pero por toda la cabeza. El cabello se vuelve
más fino, se cae y la cabeza clarea.
|Combatir la inflamación
Si, como creemos, la prostaglandina D2 (PGD2, sustancia inflamatoria) se encuentra implicada en las
alopecias androgénicas, es necesario cambiar de aceite para cocinar, tal y como le recomendé anterior-
mente. De hecho, algunos aceites favorecen la síntesis de PGD2 y otros no.
La mayoría de las grasas vegetales aportan un ácido graso denominado ácido linoleico en cantidades va-
riables. Algunos aceites tienen mucho, como es el caso del aceite de girasol, de maíz o de semillas de uva.
Otros tienen menos, como el aceite de colza, de linaza, de nuez o de camelina.
El ácido linoleico es fundamental; necesitamos consumir una pequeña cantidad, aunque tampoco dema-
siada. El organismo lo utiliza sobre todo para introducirlo en las membranas de todas nuestras células en
una forma un tanto especial que se denomina fosfolípido. Una enzima puede transformar el ácido lino-
leico de la membrana en otro ácido graso denominado ácido araquidónico, del que se ocupa una familia
de enzimas, las ciclooxigenasas (COX) que desencadenan la síntesis de prostaglandinas proinflamatorias,
entre ellas la PGD2. Es un poco complicado, así que acuérdese tan sólo de lo siguiente:
Por consiguiente, no sólo tendría que eliminar los aceites “inflamatorios” de su alimentación, sino que
también debería sustituirlos por aceites “antiinflamatorios”, como el de colza. El aceite de colza es el
que se extrae de la semilla de la colza (Brassica napus oleifera). En países del norte de Europa –sobre todo
en Alemania- es el principal aceite que se usa en la alimentación.
Al mismo tiempo, sería necesario limitar el consumo de alimentos ricos en ácido araquidónico, el ácido
graso precursor de la PGD2. Los alimentos que más ácido araquidónico contienen son las asadurillas, en
especial el hígado (de cordero, de ternera), la carne roja, algunas carnes blancas como el pato o los huevos
de gallina alimentada con maíz.
Por el contrario, hay que dar mayor importancia a una dieta rica en ácidos grasos omega-3, en especial el
DHA que encontramos en el pescado azul y que disminuye activamente la síntesis de PGD2. Por tanto,
entre tres y cuatro veces por semana se podrían consumir sardinas, arenques, caballa o salmón, preferi-
blemente frescos, con una cocción suave o marinados. La caballa y el salmón contienen también ácido
araquidónico, pero queda “neutralizado” por el DHA.
La cúrcuma, una especia de un bonito color amarillo, contiene curcumina, uno de los principales com-
puestos activos de la cúrcuma. La curcumina es una clase de antiinflamatorio universal puesto que inhibe
las enzimas COX que transforman el ácido araquidónico en PGD2.
Mi recomendación: consuma huevos de gallina alimentada con semillas de lino. La yema de estos huevos
no tiene ácido araquidónico, sino DHA, como la carne del pescado azul. Añada diariamente a sus platos
jengibre y cúrcuma.
|Inhibir la DHT
En los casos de alopecia androgénica, se puede probar con sustancias que inhiben la enzima 5-alfa reduc-
tasa y que, por tanto, reducen la exposición del folículo piloso a la DHT.
Tal vez éste sea el caso de los extractos de la planta Serenoa repens (la palmera enana de Florida que se
vende como tratamiento para la hipertrofia benigna de la próstata). Digo “tal vez” porque los estudios
son contradictorios (y en conjunto, negativos en lo que respecta a la próstata). El beta-sitosterol, un
fitosterol que al igual que la Serenoa repens ya se utiliza para el tratamiento de la hipertrofia benigna
de la próstata, también inhibiría la DHT. Un estudio controlado ha asociado estos dos ingredientes y
ha obtenido unos resultados prometedores con respecto a la caída del cabello que están pendientes de
ser confirmados1.
Le aconsejo que no tome fitosteroles durante períodos de tiempo demasiado largos (más de 6 meses)
porque no se tienen garantías de la seguridad de esos productos.
Los lignanos también inhiben la 5-alfa reductasa. Un pequeño estudio llevado a cabo con 10 voluntarios
ha determinado que un suplemento de lignanos extraídos del lino (que tiene 50 mg de secoisolariciresinol
diglucósido) proporciona una mejoría moderada tras tomarlo durante seis meses2.
El zinc es un inhibidor natural de la 5-alfa reductasa. No nos debe faltar porque se trata de un medio
natural de regulación de la acción de la DHT a nivel del folículo piloso. Sin embargo, los déficits son
muy frecuentes. Si evita tomar proteínas animales e ingiere grandes cantidades de cereales integrales y
bebe mucho té, se arriesga entonces a tener una carencia de zinc.
El zinc ha sido asociado al aminoácido taurina y a polifenoles del té verde en un suplemento alimenticio
(Inneov Densité Capillaire) que ha sido objeto de un estudio clínico aleatorizado doble ciego que se pro-
longó durante seis meses. Este estudio, realizado a 72 mujeres de entre 18 y 45 años con cabello lacio y
fino, ha demostrado que la caída diaria del cabello ya se veía ralentizada desde el tercer mes en compara-
ción con el placebo y su pelo era de mejor calidad3.
1
Prager N, Bickett K, French N, Marcovici G. A randomized, double-blind, placebo-controlled trial to determine the effectiveness of botanically derived inhibitors
of 5-alpha-reductase in the treatment of androgenetic alopecia. J Altern Complement Med 2002 Apr;8 (2):143-52.
2
Comunicación de J. Mathern, Flax Lignan Information Bureau, Minneapolis, Minnesota, 23 de mayo de 2005.
3
Duron-Alirol M : L’intérêt d’un apport en taurine et en zinc. Le Quotidien du Médecin, 28 de septiembre de 2004.
|Reequilibrar la alimentación
El caso del zinc no es único. Hoy en día sabemos que la caída del cabello, del tipo que sea, incluso cuando
tiene un origen hormonal, se puede acelerar o agravar por culpa de una alimentación desequilibrada que
no aporte la cantidad suficiente de micronutrientes5, en concreto vitaminas del grupo B, vitamina C,
vitamina D, hierro, zinc y aminoácidos6.
u La vitamina D
Sin duda alguna, la vitamina D es necesaria para que el pelo crezca, tal y como demuestran los ex-
perimentos realizados con los ratones que no poseen el receptor al que se liga esta vitamina (VDR)7.
La supresión del VDR en los ratones produce hipercalcemia, raquitismo y también una caída consi-
derable del pelo. Y los hombres y mujeres que son portadores de mutaciones en este mismo receptor
VDR pierden muy pronto el pelo8. En algunos servicios de cancerología se utiliza la vitamina D activa
aplicándola localmente para prevenir la caída del pelo provocada por algunos medicamentos de qui-
mioterapia9.
Mi recomendación: no contamos con una prueba formal de que la falta de vitamina D favorezca la alo-
pecia, pero por precaución y también porque la falta de vitamina D está asociada con un mayor riesgo de
enfermedades crónicas, es necesario vigilar que no nos falte. Para ello, en verano hay que tomar el sol, con
la cara protegida y sin llegar a quemarse. En noviembre es necesario comprobar el nivel de esta vitamina
mediante un análisis de sangre y, si hiciera falta, tomar un suplemento de vitamina D3, en general entre
1.000 y 2.000 UI/día.
u El hierro
En el caso de las mujeres que aún no han entrado en la menopausia, tener carencia de hierro puede con-
llevar la caída del cabello10. Así, un estudio ha señalado que las mujeres que sufren alopecia androgénica
y alopecia areata tienen falta de hierro11. Un estudio británico doble ciego ha demostrado los beneficios
obtenidos sobre la densidad y el crecimiento de la melena de un grupo de mujeres con déficit de hierro al
comienzo del estudio, y que cada día durante tres meses recibieron 72 mg de hierro y 1,5 g del aminoá-
cido lisina, y posteriormente además 24 mg de hierro12.
4
Alhaj E, Alhaj N, Alhaj NE. 2007. Diffuse alopecia in a child due to dietary zinc deficiency. Skinmed6:199–200.
5
Rushton DH. 2002. Nutritional factors and hair loss. Clin Exp Dermatol 27:396–404
6
Mutevelic J : The Effect of Nutritional Deficiency on Hair Roots. Med-Arh1994, 48 (2) : 57-59,.
7
Bikle DD, Elalieh H, Chang S, Xie Z, Sundberg JP. 2006. Development and progression of alopecia in the vitamin D receptor-null mouse. J Cell Physiol
207:340–353.
8
Katavetin P, Katavetin P, Wacharasindhu S, Shotelersuk V. 2006. A girl with a novel splice site mutation in the VDR supports the role of a ligand-independent
VDR function on hair cycling. Horm Res 66:273–276.
9
Amor KT, Rashid RM, Mirmirani P. Does D matter ? The role of vitamin D in hair disorders and hair follicle cycling. Dermatol Online J. 2010 Feb 15;16(2):3. Review.
10
Deloche C, Bastien P, Chadoutaud S, Galan P, Bertrais S, Hercberg S, de Lacharriere O. 2007.Low iron stores: a risk factor for excessive hair loss in nonmeno-
pausal women. Eur J Dermatol17:507–512.
11
Kantor J, Kessler DG, Cotsarelis G. 2003. Decreased serum ferritin is associated with alopecia in women. J Invest Dermatol 121:985–988.
12
Rushton DH : Nutritional factors and hair loss. Clin Exp Dermatol. 2002 Jul;27(5):396-404.
|Controlar el estrés
Según varios estudios, los hombres y mujeres que sufren alopecia tienen unos niveles de cortisol consi-
derablemente más altos que aquellos que apenas pierden pelo13. El cortisol es una hormona sintetizada
por las glándulas suprarrenales como respuesta a un estrés grave o crónico, y es probable que el estrés esté
implicado en la caída del cabello.
Si cree que el estrés perjudica a su cabello, puede tratar de controlar el nivel de cortisol adoptando una
alimentación rica en magnesio (agua mineral, frutos secos, verduras de hojas verde oscuro, marisco) y
además tomando un suplemento de magnesio en una cantidad de, por ejemplo, 300mg/día. El déficit en
magnesio aumenta la sensibilidad al estrés y, a la inversa, el magnesio reduce la secreción de cortisol en
los momentos de estrés14. Además, la falta de magnesio aumenta el estrés oxidativo ocasionado por los
radicales libres, responsables de la degradación de la cisteína, un aminoácido necesario para sintetizar la
queratina de la que está formada el cabello15.
Puede acompañar la ingesta de magnesio con vitamina B6. La asociación de magnesio con vitamina B6
enriquece el contenido intracelular de la vitamina B6, lo que reduce la acción negativa del cortisol sobre
el crecimiento del pelo16.
• Vitamina B6: permite la síntesis de cisteína a partir del aminoácido metionina18. También parti-
cipa en la incorporación de este aminoácido en la queratina19. Un déficit de vitamina B6 altera el
metabolismo de la cisteína.
13
Schmidt : Hormonal Basis of male and Female Androgenic Alopecia : Clinical Relevance. Skin Pharmacol, 7 : 61-66, 1994.
14
Kaemmerer : Untersuchungen mit Magnesium. Zentbl Vet Med, 31 : 251-339, 1984.
15
Günther : Magnesium Deficiency, Oxygen Radicals and Aging. Magnesium Bulletin 1991, 13 : 78-81,.
16
Allgood, Cidlowski : Vitamin B6 Modulates Transcriptional Activation by Multiple Members of the Steroid Hormone Receptor family. J Biol Chem, 267 :
3819, 1992.
17
Yu : Human Hair Keratins. J Invest Dermatol, 101 : 56S-59S, 1993.
18
Sturman : Vitamin B6 and Sulfur-Amino Acid Metabolism. In : Leklem : Methods in Vitamin B6 Nutrition. Plenum Press, New York (New York, USA), pp.
341-371, 1981.
19
Sturman : Cystine Metabolism in Vitamin B6 Deficiency. Biochem Med, 5 : 245-268, 1971.
• Zinc: este mineral es necesario para incorporar cisteína en las proteínas20. En el caso de los hombres,
un déficit en zinc implica una ralentización del crecimiento del cabello.
• Magnesio: un déficit en magnesio aumenta el estrés oxidativo que producen los radicales libres,
responsables de la degradación de la cisteína21.
• Taurina: la taurina, derivada de la cisteína, contribuye a proteger las células de los efectos dañi-
nos del estrés, de las moléculas oxidantes, de los agentes contaminantes y los rayos del sol (25).
De igual forma, permite neutralizar y eliminar las sustancias tóxicas (26) y posee propiedades
antioxidantes27.
• Vitamina C: Un déficit en vitamina C hace que el cabello sea más vulnerable a las agresiones de
los rayos del sol30.
• Acetilcisteína: este compuesto sulfurado protege a las células del cabello frente a los radicales libres
y los tóxicos31.
20
Hsu : Impairment of Cystine-35S Incorporation into Skin Protein by Zinc Deficient Rats. J Nutr, 101 : 445-452, 1971.
21
Günther : Magnesium Deficiency, Oxygen Radicals and Aging. Magnesium Bull, 13 : 78-81, 1991.
22
Brodie James : Hair Growth Benefits from Dietary Cystine-Gelatin Supplementation. J Appl Cosmetol, 2 : 15-27, 1984.
23
Budde : Systemische Therapie von diffusem Effluvium und Haarstrukturschaden. Hautarzt, 44 : 380-384, 1993.
24
Braida : Photoageing of Hair Fiber and Photoprotection. Skin Pharmacol, 7 : 73-77, 1994.
25
Huxtable : Physiological Actions of Taurine. Physiol Rev, 72 (1) : 101-163, 1992.
26
Huxtable : Xenobiotic Conjugation. In Huxtable : Physiological Actions of Taurine. Physiol Rev, 72 (1) : 141, 1992.
27
Huxtable : Antioxidation. In Huxtable : Physiological Actions of Taurine. Physiol Rev, 72 (1) : 135-136, 1992.
28
Biesalski : Beta Carotene Supplementation and Sun-Induced Biochemical Alterations of the Human Skin. International Symposium on Antioxidants and Disease
Prevention, ILSI, Stokholm (Suède), p. 88, 1993.
29
Nogueira AC : Impairment of hair mechanical properties by sun exposure and bleaching treatments. J Cosmet Sci. 2004 Nov-Dec;55(6):533-7.
30
Nogueira AC : Impairment of hair mechanical properties by sun exposure and bleaching treatments. J Cosmet Sci. 2004 Nov-Dec;55(6):533-7.
31
Parcell S : Sulfur in human nutrition and applications in medicine. Altern Med Rev. 2002, 7(1):22-44.
pequeña cantidad de taurina (500 mg/día) y un sobrecito diario de acetilcisteína (a la venta en far-
macias para…¡fluidificar las secreciones de los bronquios!).
• No se cepille demasiado. Cada vez que lo hace, se está arrancando pelos. Para disminuir el riesgo,
evite cepillarse el pelo cuando se encuentre mojado.
• Las colas de caballo y las trenzas muy tirantes pueden dañar el cabello. Las extensiones añaden
un peso que puede resultar nefasto para el folículo piloso. En general, se recomienda no llevarlas
durante más de tres meses.
• Los champús más caros no necesariamente son mejores. Un estudio americano realizado por la
revista Consumer Reports no considera que los productos más baratos sean menos eficaces o más
perjudiciales que los caros.
• Teñirse con frecuencia puede dañar el cabello, si bien los estudios no demuestran ningún riesgo
significativo para la salud. Los productos que más se encuentran en el punto de mira son los tintes
de oxidación, permanentes o semipermanentes, de color castaño oscuro o negro. La henna no pre-
senta ningún peligro.
• Al pelo no le gustan demasiado los secadores, pues pueden provocar su caída. Los especialistas
recomiendan usar las posiciones de aire más frío.
• Los rayos del sol en exceso son una agresión para el cabello, en particular para el cabello teñido.
Use sombrero, lleve el pelo más corto en verano y, en la medida de lo posible, evite teñirse.
• El cloro de las piscinas (y sus derivados) son otro agresor. Para minimizar su daño, antes de entrar
al agua mójese el pelo debajo de la ducha, ya que cuando está empapado absorbe menos productos
químicos.
Quimioterapia:
Efluvio telógeno Qué es: Caída abundante del cabello unos meses después de haber to-
mado el medicamento
Antiartrósicos e inmunosupresores: azatioprina, colchicina, aura-
nofín, metotrexato, penicillamina
Antibióticos: cloranfenicol, etambutol, etionamida, gentamicina, ni-
trofurantoína
Antiepilépticos: carbamazepina, fenitoína, valproato sódico, trime-
tadiona
Anticoagulantes: dicumarol, cumarina, heparina, warfarina
Antidepresivos: fluoxetina, sertralina, paroxétina, clomipramina,
imipramina, nortriptilina, amitriptilina, desipramina, haloperidol
Antifúngicos: ketoconazole
Antihistamínicos y antiúlceras: cimetidina, ranitidina, famotidina,
terfenadina
Antihipertensivos: prazosina, diazoxida, acebutolol, atenolol, na-
dolol, labetalol, metoprolol, pindolol ,propranolol, timolol
Antiinflamatorios no esteroideos: aspirina, ibuprofeno, indometa-
cina, ketoprofeno, naproxeno, piroxicam, sulindac
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mendaciones médicas personalizadas. No debe seguirse ningún tratamiento Redactor Jefe: Thierry Souccar
basándose únicamente en el contenido de este Dossier, y se recomienda al Consejo de redacción: Juan-M. Dupuis
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