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El libro de bolsillo
Psicología
Alianza Editorial
título original: Pensare come un mago.
Risolvereproblemi con il
pensiero illusionistico Traductora: Carmen Artal
Diseño de cubierta: Alianza Editorial Ilustración de
cubierta: Ángel Uñarte
Reservados todos los derechos. El contenido de esta
obra está protegido por la Ley, que establece penas de
prisión y/o multas, además de las correspondientes
indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes
reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren
públicamente, en todo o en parte, una obra literaria,
artística o científica, o tu transformación,
interpretación o ejecución artística fijada en cualquier
tipo de soporte o comunicada a través de cualquier
medio, sin la preceptiva autorización.
© 2006 Ponte alle Grazie srl-Milano
© de la traducción: Carmen Artal Rodríguez,2009
© Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2009
Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15;
28027 Madrid; teléfono 91 393 88 88
www.alianzaeditorial.es
ISBN: 978-84-206-5067-8
Depósito legal: M. 32339-2009
Impreso en Fernández Ciudad, S. L.
Printed in Spain
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Prólogo
«Estratagema» es el nombre que damos a las
soluciones de los problemas considerados por nosotros
insolubles, y que otros en cambio han resuelto. De la
misma forma llamamos «truco» a un procedimiento de
solución que no hemos conseguido descubrir, aunque
lo teníamos delante de los ojos. En general, cuando un
problema ha sido resuelto (por otros) de manera para
nosotros inusitada, protestamos indignados, clamando
contra el «subterfugio» o el «expediente».
Pero la estratagema, el truco, la argucia y el
subterfugio -todas declinaciones de la astucia- no son
menos nobles que otras modalidades de solución de
los problemas.
En este libro trataremos de la estratagema. Y más
exactamente, hablaremos de las aplicaciones de la
estratagema al problem solving. Sin embargo, el lector
no encontrará en estas páginas un manual de técnicas
de problem solving «listas para usar», ni un repertorio
de estratagemas ya codificadas y más o menos
demostradas. Propondremos en cambio un análisis de
cómo la mente consigue concebir nuevas soluciones, a
menudo inusuales (que pueden llamarse
«estratagemas»), como respuesta a las situaciones
siempre distintas que el problem solver debe afrontar.
Intentaremos describir los procesos mentales activados
al inventar, en cada ocasión, las soluciones más
adecuadas a una determinada circunstancia, a fin de
comprender a través de qué caminos la mente consigue
resolver, de formas originales, problemas tan difíciles
que parecen imposibles.
No sugeriremos pues soluciones prefabricadas a las
que adaptar cada uno de los problemas, sino que
intentaremos proponer una perspectiva teórica sobre
los procesos mentales implicados en la solución
imprevista de los problemas siempre nuevos
planteados por la existencia. Al hacerlo, seguiremos un
recorrido que nos llevará a considerar las siguientes
hipótesis:
• la mente es la que construye los problemas; éstos, en
realidad, sólo existen bajo la forma de dificultades
genéricas;
• sólo es posible ver las dificultades en su desnuda
«realidad» (es decir, ver los problemas como resultado
de haber sido desvinculados de nuestras
construcciones mentales) si se comprende cómo
construye la mente los problemas;
• es conveniente por tanto aprender a construir
problemas, en lugar de ir en busca de sistemas
preestablecidos para resolverlos, y conviene sobre todo
aprender a construir los problemas insolubles (o
considerados tales) para comprender
su mecanismo íntimo;
• para aprender esta aproximación atípica, resulta útil
dirigirse a algunos profesionales que, justamente
«pensando al revés», persiguen con lucidez el
extravagante proyecto de «complicar lo simple»:
enigmistas, criptógrafos, autores de novelas policíacas,
especialistas en el engaño militar, agentes del
espionaje y otros;
• a su vez todos estos profesionales aplican,
conscientemente o no, métodos y técnicas que se
inspiran en el principio del que son depositarios desde
siempre los individuos más competentes en absoluto
en este tipo de inusuales operaciones mentales: los
ilusionistas;
• crear problemas insolubles utilizando los principios
del ilusionismo es una forma específica de actividad
imaginativa creativa, y por tanto:
• construir creativamente los problemas según las
directrices del ilusionismo puede acercarnos a la forma
mentís necesaria para resolverlos con la misma
creatividad;
• la forma específica de los ilusionistas de
representarse mentalmente la realidad consiste en
proporcionar interpretaciones distintas de lo que
parece darse por descontado, es decir, interpretaciones
múltiples de lo que habitualmente se considera dotado
de un significado unívoco.
Nuestro deseo es mostrar de qué forma, inspirándose
en la teoría del ilusionismo, es posible ampliar la |
capacidad de flexibilidad e inventiva requeridas para
plantear eficazmente los problemas -y por tanto
resolverlos- en una gran variedad de contextos: desde
el mundo del trabajo hasta las relaciones
interpersonales, desde la educación hasta el
entrenamiento deportivo, desde la gestión del personal
hasta las transacciones comerciales y la planificación
estratégica.
Se trata de contextos delicados y a veces críticos, a
propósito de los cuales podría parecer impropio apelar
a un arte teatral como el ilusionismo, si no fuese por el
hecho de que construir ilusiones es un ejercicio
extremadamente serio. También a propósito del
ilusionismo, en efecto, se aplica el dicho de los
ilusionistas: la apariencia engaña.
1. El toque de Houdini
Posible e imposible
Todo puede ocurrir, todo es posible y verosímil [...].
Sobre una base insignificante de realidad, la
imaginación hila y teje nuevos dibujos.
August Strindberg
Tal vez Strindberg fuese un poco demasiado optimista;
no todo es posible: lo imposible existe.
Pero hay que distinguir entre lo que es imposible hacer
y lo que es imposible pensar.
Para lo que es imposible hacer no hay remedio, y por
tanto no hablaremos de ello. Lo que es imposible
pensar merece en cambio toda nuestra atención, y
constituye el objeto de este libro.
Para empezar como es debido, tomaremos prestada
una frase de Séneca que, aunque habla de «dificultad»
y no de imposibilidad, expresa con elegante concisión
un útil concepto:
No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos
atrevemos a emprenderlas; es porque no nos atrevemos
a emprenderlas por lo que nos parecen difíciles.
Desde esta perspectiva, las dificultades no tienen una
existencia autónoma «en la realidad», sino que
existen en la mente humana: según como nos
coloquemos ante una tarea, podemos llegar a vivirla
como una «dificultad» o un «problema». Si esto es
verdad, situándonos de formas distintas ante una
misma realidad, deberíamos construir diferentes
formas de vivirla: por tanto, también la solución del
«problema» depende de cómo ha sido planteado.
Arnold Hildesheimer, en Mondo delle dimensioni non
abituali, escribe:
La naturaleza puede dar respuestas distintas a las
mismas preguntas, según la manera en que le son
formuladas
o, como sostiene Einstein a propósito del método
científico,
la teoría es la que decide qué debemos observar.
Dicho con menor sutileza lingüística, y aplicado a
nuestro tema, los problemas dependen de cómo se
plantean.
Podríamos decir entonces -hablando de tareas fáciles o
difíciles, de problemas resolubles o irresolubles, de
posibilidad e imposibilidad- que un nexo profundo une
el actuar y el pensar: consideramos que es imposible
hacer algo cuando no conseguimos pensar cómo
podríamos hacerlo; por tanto, «no hago porque creo no
poder» («imposible» es justamente lo que no puedo
hacer), pero «creo no poder porque no consigo pensar
cómo se hace».
En esta trampa se basan muchos de los llamados
«problemas sin solución». Pensando en estos términos
—aparentemente lógicos-, el número de cosas
«imposibles de hacer» aumenta desmesuradamente.
No pocas personas se pasan toda la vida creyendo que
es imposible hacer algo en sí, mientras que en realidad
les parece imposible pensarlo, es decir, pensar cómo
hacerlo.
Podemos, pues, modificar la afirmación con la que
hemos abierto este capítulo,
De hecho, parece perfectamente lógico que lo que no
es pensable tampoco sea factible; pero este proceso
mental, por otra parte bastante persuasivo, es una
ilusión, responsable además de una trampa insidiosa:
el no hacer algo confirma inexorablemente la hipótesis
de que se trata de algo imposible, cerrando
perversamente el círculo.
16
PENSAR COMO UN MAGO
HAY COSAS QUE ES IMPOSIBLE HACER Y
COSAS QUE ES IMPOSIBLE PENSAR,
de esta forma:
HAY COSAS QUE ES IMPOSIBLE HACER Y
COSAS QUE PARECE IMPOSIBLE HACER (PERO
SÓLO SON DIFÍCILES DE PENSAR),
o mejor dicho
HAY COSAS QUE ES IMPOSIBLE HACER Y
COSAS QUE PARECE IMPOSIBLE PENSAR.
Para las primeras, como se ha dicho, no hay remedio:
pero ¿cuántas cosas, realmente, son imposibles de
hacer? ¿Cuántas, en cambio, parecen imposibles de
hacer? ¿Cuántas veces somos víctimas de esta
distorsión mental?
La experiencia muestra que ocurre a menudo:
demasiadas veces, frente a un problema, se acaba
tirando la toalla considerándolo imposible de resolver.
Afortunadamente, la distorsión mental que hace
confundir la incapacidad de pensar con la
imposibilidad de hacer puede corregirse.
La corrección de la distorsión a su vez puede
modificar la forma de actuar y, por tanto, en último
término, la propia realidad.
Si replanteamos la cuestión
1. EL TOQUE DE HOUDINI
17
NO HAGO PORQUE NO PUEDO, PERO NO
PUEDO PORQUE
NO HAGO,
en términos de
NO HAGO PORQUE NO PUEDO, PERO NO
PUEDO PORQUE NO CONSIGO PENSAR,
dando un paso más, al examinar el significado de la
afirmación «No consigo pensar», se observará que ésta
casi siempre expresa la idea
NO CONSIGO PENSAR DE OTRA MANERA.
Normalmente, una vez planteado el marco general de
una situación y construida su percepción en términos
de «problema», ya no se consigue escapar al extraño
hechizo de dicho marco. Éste, como todas las
producciones de la mente, tiene un inquietante poder
de seducción derivado del hecho de que todos
nosotros, a un nivel muy profundo, estamos
convencidos de tener siempre razón y de utilizar el
cerebro de forma perfectamente racional, lo que hace
muy difícil corregir nuestras hipótesis. De hecho, si
permanecemos dentro de nuestro marco, no
encontraremos nunca la solución, porque los
elementos del problema están definidos precisamente a
partir del marco general y sólo asumen los significados
determinados por él.
En las próximas páginas trataremos de mostrar cómo
se puede corregir esta paralizante distorsión
18
PENSAR COMO UN MAGO
mental y situarnos así frente a la realidad desde
perspectivas diversas, y por tanto afrontar los
problemas con mayor eficacia. A fin de evitar
equívocos, declaramos enseguida no tener ninguna
«respuesta preparada» en la chistera, ni ninguna
«nueva técnica universal» adaptable a cualquier
problema que se presente: lo que nos interesa, en
cambio, es la forma en que puede inventarse, en cada
ocasión, una solución eficaz para problemas
particularmente arduos.
Como se ha apuntado, utilizaremos material
procedente del trabajo de personas que se dedican al
arte-ciencia de la solución de los problemas.
Recurriremos al saber de personas que operan en
campos dispares, algunos de los cuales quizá sean un
poco extravagantes, aunque todos están inmersos en la
dinámica imposible/posible: la investigación policial y
la investigación científica, la estrategia bélica, la
diplomacia y la psicoterapia.
Por otra parte, la aplicación de los principios y de las
reglas que presentaremos cubre campos más próximos
al trabajo de muchas personas: la gestión del personal
en una empresa, la enseñanza, la educación o la
reeducación, la mediación en los conflictos
interpersonales -en la pareja, en la familia o en
comunidades más amplias-, la programación de las
inversiones, la planificación de la actividad
productiva, la creación de un plan de marketing y
todos los contextos en los que se incurre en la urgente
necesidad de resolver en poco tiempo problemas
complejos y situaciones críticas.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
19
No es una novedad que la eficacia del problem solving
procede de la habilidad para plantear los problemas de
forma original; la hipótesis que pretendemos sugerir es
que esta habilidad exige otro recurso, bastante
paradójico: la habilidad de construir -en lugar de
resolver- los problemas. A lo largo de este recorrido a
la inversa consideraremos que las figuras profesionales
a las que nos hemos referido pueden describirse en
términos de «profesionales de la complicación»:
personas que persiguen el objetivo de complicar lo
simple hasta construir lo inextricable. En particular,
hablaremos de aquellos profesionales que aglutinan en
su trabajo las características de todas las demás
actividades implicadas en esta extraña misión: los
ilusionistas, es decir, los constructores de ilusiones
perfectamente persuasivas.
Los ilusionistas basan su arte en un repertorio de
estratagemas, maniobras por sorpresa, falsas pistas,
engaños y astucias que no tiene parangón en ninguna
actividad humana. Este rico arsenal interesa al
problem solver porque es el resultado de una milenaria
selección a la hora de presentar las cosas de manera
distinta de como son, operación que exige pensar las
cosas de manera distinta de la habitual.
El saber ilusionista constituye pues una verdadera
suma de la observación alternativa.
Son muchos los motivos que hacen que los ilusionistas
«piensen de manera diferente».
20
PENSAR COMO UN MAGO
En primer lugar, los ilusionistas desde un punto de
vista (el suyo) deben hacer aparentemente imposible lo
que es posible, y desde otro (el de los espectadores)
deben hacer posible lo imposible. Esto les obliga a
moverse en dos mundos paralelos que nunca deben
juntarse: de estos mundos, uno es real pero invisible
para la mayoría, el otro es virtual pero parece
absolutamente real. Desdoblar el pensamiento entre
realidad concreta y realidad imaginaría es una
peculiaridad de la especie humana y constituye la base
neurológica de la fantasía y de la capacidad de generar
innovaciones, un complejo de habilidades que hoy
están etiquetadas bajo el nombre -no demasiado
modesto-de «creatividad»*. En el mundo virtual de la
mente las cosas (sus representaciones) pueden ser
manipuladas más cómodamente y con menos vínculos
respecto a lo que ocurre en el mundo real.
En segundo lugar, para concebir la apariencia de lo
imposible, los artistas de la ilusión deben ponerse en la
piel de los espectadores e imaginar cómo éstos podrían
ser ilusionados (engañados) de forma eficaz, es decir,
sin tener la posibilidad de descubrir el procedimiento
que se oculta detrás de la aparente violación de las
leyes de la naturaleza. El ilusionista debe por tanto
inventar
* En realidad, no se crea la solución de un problema,
porque ésta preexiste a nuestra intervención, ya está
«ahí fuera»: al contrario, si los seres humanos creamos
algo, ese algo es precisamente el problema. Ésta es la
razón principal que nos induce a reservar el término
«creatividad» exclusivamente a los procesos mentales
que desembocan en la producción de obras de arte. (N.
del A.)
1. EL TOQUE DE HOUDINI
21
medios para eludir la crítica y la racionalidad de los
espectadores: lo que supone a su vez la superación de
la forma habitual de pensar, del sentido común, de la
lógica corriente utilizada para resolver los problemas.
El prestidigitador que quiere inventar una nueva
ilusión debe colocarse en la mente del espectador,
analizar sus procesos mentales, descomponerlos, poner
al desnudo sus debilidades, los automatismos reflejos,
los atajos, y luego identificar los puntos donde actuar a
fin de subvertir los esquemas perceptivos habituales.
Cualquier aspecto de la representación mental de la
realidad presenta asideros para el ilusionista: lo que a
un observador común le parece banal para un
ilusionista no lo es en absoluto. En un proceso de
pensamiento, aparentemente inoxidable e inatacable,
en una secuencia de movimientos previsible y
rutinaria, el ilusionista encontrará la forma de encauzar
las percepciones y los pensamientos del observador
por una vía inusual, llevándole inexorablemente a
engaño. Encontrará vías alternativas para llevar a cabo
(o no) una acción, induciendo a la mente analítica y
racional del espectador a ver una cosa mientras está
pasando otra, completamente distinta. Transformará un
acontecimiento en otro, dándole la apariencia de algo a
su vez diverso.
Para describir la habilidad de resolver los problemas
en los contextos laborales y relacionales en la vida
concreta y real, fuera del escenario, se habla de
creatividad, genio, intuición, problem solving efficace,
pensamiento anticonvencional, etc. Nuestra hipótesis
es que observar estos procesos mentales desde una
perspectiva ilu
22
PENSAR COMO UN MAGO
sionista permite disponer de un instrumento
pragmático útil para describir la complejidad de los
mecanismos cognitivos aparentemente no codificables
que conducen a la solución imprevista de los
problemas «imposibles». Proponemos la idea de que
yendo «a clases de prestidigitación» se puede
potenciar la inventiva necesaria para resolver los
problemas, aprendiendo a verlos desde nuevos
ángulos: aprendiendo a pensar como los ilusionistas,
seremos más hábiles al concebir soluciones originales
a los problemas y sobre todo al planteados según
esquemas más flexibles y elásticos.
Comenzaremos examinando algunas situaciones
concretas y críticas en las que se requiere superar
obstáculos aparentemente insuperables.
1. Superar lo imposible
El primer paso para encontrar soluciones a los
problemas aparentemente insolubles consiste en no
dejarse intimidar por las propias ideas preconcebidas.
Las ideas preconcebidas suelen de ser de naturaleza
más emocional que racional; sin embargo, incluso
cuando los vínculos que nos limitan parecen (o son)
perfectamente lógicos y sensatos» su apariencia
racional nos impide ver las cosas desde otros ángulos,
los cuales quizás no parezcan (o no sean) tan
racionales pero, de hecho, permiten resolver un
problema que sólo lo es mientras se intenta resolverlo
con la racionalidad, la sensatez y la lógica ordinaria.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
23
¿Cómo podemos liberarnos conscientemente del
efecto paralizante de las ideas preconcebidas y de
estos mecanismos mentales, que están arraigados en el
cerebro de forma tan sólida que ni siquiera sabemos
tenerlos?
A veces se consigue si existe una urgencia imperiosa.
A menudo superamos problemas «imposibles» cuando
nos encontramos sometidos a presiones excepcionales;
cuando «la necesidad agudiza el ingenio», a menudo
se conciben expedientes originales que llevan a la
efectiva solución del problema, el cual desvela así su
propia naturaleza de problema resoluble a pesar de las
precedentes apariencias de lo contrario —la solución
existía, pero se ocultaba a la vista, y «el agua al
cuello» la ha sacado a flote-. En general, se encuentra
la solución si se dan condiciones suficientemente
fuertes que motiven el abandono de las formas
habituales de representación de la realidad.
Nos brindan ejemplos de esta aproximación a la
solución de los problemas todas las situaciones en que
peligra la propia vida o los propios bienes. Para
comprender los recorridos mentales seguidos por los
problem solver más originales, es útil examinar estas
situaciones «de emergencia». En ellas la necesidad
estimula la inventiva, ingrediente necesario del
problem solving.
Todo hallazgo innovador también puede ser visto
como la solución de un problema, porque «inventar»
significa producir algo que hasta un momento antes no
existía, operación sólo posible si se supera la habi-
24
PENSAR COMO UN MAGO
tual percepción de la realidad (y sus correspondientes
vínculos) o el precedente planteamiento del
«problema». Para imaginar algo que antes no existía
(inventar algo nuevo) hay que modificar las premisas
de partida, salir de los vínculos que éstas plantean -
operación obstaculizada por la inercia típica de la
mente humana, que es perezosa y busca siempre el
atajo más cómodo-. El remedio más eficaz contra la
pereza es la urgencia determinada por el riesgo de
perder bienes preciosos.
Consideremos ahora algunas de estas situaciones de
creatividad estimulada par la necesidad, en las que
existe la urgencia de liberarse de los vínculos que
ponen en peligro bienes esenciales como la libertad o
la integridad física del individuo.
2. Vínculos legales
El ejemplo más inmediato de esfuerzo imaginativo
destinado a superar vínculos muy restrictivos es el
crimen. La ley, en efecto, es por definición un vínculo
del comportamiento humano. La mente del criminal se
halla continuamente ocupada en resolver los
numerosos problemas relacionados con las fuertes
resistencias opuestas a sus maquinaciones por quien
aplica la ley y, naturalmente, por las víctimas. Por eso
en el Olimpo la divinidad asociada a la metis,
inteligencia versátil que urde estratagemas, es
Mercurio, el dios de los ladrones.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
25
Nos limitaremos a considerar tres manifestaciones de
la actividad criminal: el carterismo, los robos y las
estafas.
Para ser buenos especialistas en estos sectores se
requiere un considerable esfuerzo inventivo para
sustraerse a la vigilancia, a la desconfianza y a la
resistencia de las potenciales victimas.
El carterismo, actividad a simple vista más bien
vulgar, si se efectúa con verdadera destreza (es decir,
cuando la mano del carterista es tan ligera que la
víctima no se percata del hurto), se basa en recursos
bastante refinados, dirigidos a superar el arduo
problema constituido por la vigilancia de la víctima,
que se pone en estado de alerta a la mínima invasión
de su espacio personal. En particular, ser tocados por
un desconocido sin consentimiento es un vigoroso
factor de molestia; el «problema imposible» que el
carterista debe resolver puede definirse en estos
términos:
Abrirse paso en la coraza invisible que delimita el
espacio personal y que es muy sensible al señalar
instantáneamente las intrusiones por parte de extraños.
La solución del problema exige numerosas
habilidades:
En primer lugar, el carterista, como el prestidigitador,
debe tener un discreto conocimiento práctico de la
fisiología de la percepción, que le permite sacar la
cartera del bolsillo trasero de la víctima mientras ésta
camina.
26
PENSAR COMO UN MAGO
La técnica consiste en producir la sustracción en un
momento preciso, aprovechando el instante en que la
pierna con el bolsillo-blanco se desplaza hacia delante
para dar el paso. La mano del carterista, después de
haber pellizcado la cartera, permanece quieta, mientras
la víctima se aleja: en la práctica no se saca la cartera
del bolsillo, sino el bolsillo de la cartera. De esta
forma, la sensación táctil que se produce en la víctima
no se advierte como señal de peligro, y por tanto no
llega a su conciencia.
En segundo lugar, es necesario un conocimiento
pragmático del funcionamiento de la atención, que
permite desplumar a las víctimas empleando
maniobras diversivas para distraer: por ejemplo, un
brusco contacto físico en un medio de transporte
abarrotado. Muchos autores han observado las
analogías entre prestidigitadores y carteristas a
propósito del uso de la desviación de la atención.
El artista de la calle también usa artificios más
refinados, como «dobles» o «sustitutos»: por ejemplo
la mano falsa, que permite usar a escondidas la
verdadera simulando inocencia, una estratagema
utilizada por los prestidigitadores, que se la deben a la
fantasía creativa del americano Kellar.
El carterista explota además el principio del
fraccionamiento de la acción: una secuencia de
acontecimientos se subdivide en muchos elementos
parcelarios para impedir que un observador la pueda
advertir mientras se desarrolla.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
27
La cartera sustraída se mete rápidamente en una
revista en forma de embudo que la hace caer en el
bolso entreabierto
de una cómplice.
Al mismo principio recurren los ilusionistas cuando
poco a poco, a través de pequeños pasos en sí mismos
insignificantes, preparan el golpe de escena final, por
ejemplo la aparición del conejo de la chistera mostrada
vacía.
También en los atracos se ponen en acción varios
trucos. En este caso los problemas son mayores: en
general no sólo hay que burlar la vigilancia de los
seres humanos, sino también la de dispositivos
electrónicos o de animales, y además hay que superar
la resistencia opuesta por impedimentos mecánicos de
distinta natu-
28
PENSAR COMO UN MAGO
raleza. El objetivo ya no es la violación del espacio
personal, sino la violación del territorio: otra tarea
bastante ardua porque los seres humanos» al igual que
muchos animales, están neurológicamente
programados para reaccionar a la mínima intrusión en
su territorio.
El ladrón, cuando no emplea la fuerza bruta (que aquí
no nos interesa), recurre a argucias ilusionistas
propiamente dichas como:
•bluf
las crónicas de sucesos refieren el hecho de ladrones
que vaciaban las casas a plena luz del día utilizando
camiones que llevaban el rótulo «Caritas», a fin de
hacer plausible la transferencia de grandes cantidades
de material. En un caso que conocemos
personalmente, unos ladrones arrancaron de cuajo la
maciza puerta de entrada de un apartamento en un
bloque de pisos a plena luz del día, utilizando
herramientas muy ruidosas; los vecinos de las víctimas
del robo creyeron que se trataba de albañiles: a su
parecer, ningún ladrón podría haber hecho semejante
escándalo;
• diversión (atraer a los perros de guardia con comida;
atraer a otra parte a los centinelas con incidentes
creados a propósito):
• disfraces;
• obstrucción (de las cámaras de televisión y de los
demás sensores),
además de toda una serie de argucias y técnicas
propias de las actividades de espionaje.
1. EL TOQUE DE HOUDINI
29
El ápice de la inventiva se alcanza en las estafas:
aquí es necesario ganarse la confianza de la victima y
llevarla a realizar «espontáneamente» (pero en
realidad dirigiendo secretamente su comportamiento)
acciones desventajosas para ella.
Los problemas con los que se encuentra el estafador
son incontables. Debe:
• abordar a un desconocido (y superar por tanto la
inveterada desconfianza hacia los extraños);
• obtener su colaboración;
• convencerle de que haga algo que va en contra de
sus intereses;
• anular las resistencias de la víctima, y a veces
también de quien está con ella;
• representar un papel absolutamente creíble;
• sostener la ficción durante mucho tiempo;
• obtener un compromiso concreto, por ejemplo
escrito, por parte de la víctima.
La aparente imposibilidad de una tarea como ésta hace
que, cíclicamente, las crónicas de sucesos atribuyan a
la hipnosis la verificación de hechos «inexplicables»,
como cuando el cajero de un banco entrega una
cantidad considerable a desconocidos. En realidad, no
se trata de hipnosis en sentido estricto, sino de
persuasión llevada a los máximos niveles de
refinamiento, como ocurre con los espectadores de un
espectáculo de ilusionismo, cuya mente racional es
burlada con tanta maestría que éstos no logran
entender cómo el mago ha podido realizar sus
prodigios.
30
PENSAR COMO UN MAGO
Los procedimientos ilusionistas» por tanto, resultan
útiles no sólo a los artistas del escenario, sino también
a una dase muy distinta de «artistas». Éstos, impelidos
por la necesidad, agudizan el ingenio a fin de resolver
la imposible tarea de burlar la vigilancia, la atención y
la inteligencia de los seres humanos. Podríamos decir
que estos criminales son, ante todo, artistas de la
mente: conocen muy bien cómo funciona la mente
humana, cuáles son sus debilidades cognitivas y
emocionales, qué hacer para aprovecharse de ellas.
Con el permiso de Mercurio, nos desplazaremos ahora
a un terreno más útil para nuestros fines y menos
equívoco, aunque sin alejarnos mucho del mundo del
crimen.
3. Componer misterios
Los autores de novelas de intriga y policíacas se
limitan a actuar en el mundo virtual (y menos
arriesgado) de la fantasía. De todas formas es
interesante echar un vistazo a los procedimientos
compositivos de estas formas literarias, porque el
problema que se plantean los escritores es el mismo
que se plantean los criminales: cómo burlar la
vigilancia de las víctimas, que en este caso son los
lectores. Pero el escritor de novelas policíacas también
debe resolver otro problema: el culpable del crimen
literario debe permanecer oculto al lector el mayor
tiempo posible, pero a la vez deben proporcionarse al
lector todos los elementos necesarios para po-
1. EL TOQUE DE HOUDINI
31
derlo identificar. El escritor, pues, debe mantenerse en
un difícil ejercicio de equilibrio, avanzando sobre el
hilo tendido entre dos orillas opuestas:
DECIR LO SUFICIENTE PARA DESCUBRIR AL
CULPABLE
DECIRLO DE TAL MANERA QUE SEA DIFÍCIL
UTILIZARLO CON EFICACIA
lo cual significa
DECIR SIN COMUNICAR.
El escritor debe crear una especie de carrera entre
lector e investigador en la que este último resulte
vencedor pero procurando respetar rigurosamente una
idéntica distribución de las informaciones a
disposición del lector y del investigador.
Sólo hay dos maneras de exhibir los indicios y a la vez
esconderlos:
• desviar la atención a otro lugar;
• sugerir significados alternativos respecto a objetos o
acontecimientos que de lo contrario serian
«peligrosos» (poique permitirían al lector llegar a la
verdad antes que el investigador).
Estos dos procedimientos son los mismos que utilizan
los ilusionistas para realizar sus aparentes magias.
32
PENSAR COMO UN MAGO
En los relatos policíacos las informaciones (los
indicios) deben ser diseminadas de tal forma que el
proceso de identificación del culpable constituya, a su
vez, un problema para el lector: la novela de intriga es
pues una especie de enigma, cuya solución exige
capacidad de observación, lógica y originalidad al
establecer conexiones que a primera vista son
inexistentes o irrelevantes. No basta esconder
parcialmente la verdad: hay que construir un juego
intelectual propiamente dicho en el que la aparición de
la verdad exige una intervención activa por parte del
lector. Éste, recogiendo el desafío del autor, tendrá que
desmontar el mecanismo que, mediante simulaciones,
disimulos, secretos y astucias varias, prepara el golpe
de escena final, el resultado imprevisto y sorprendente
del episodio: al escribir una novela policíaca se deberá
pues
PRESENTAR LAS COSAS DE FORMA
ENIGMÁTICA,
tarea distinta del simple esconder las cosas. Esconder
significa ofuscar; ocultar con un enigma significa urdir
una estructura enmarañada que sólo puede
desentrañarse mediante un esfuerzo intelectual por
parte del lector. Inventar enigmas es un esconder con
métodos más astutos. La construcción de enigmas es
por tanto un proceso que exige una notable invención
por parte del enigmista.
Las argucias concebidas por los escritores para
obstaculizar la investigación del lector son innumera-
1. EL TOQUE DE HOUDINI
33
bles. Para nuestro discurso son interesantes porque
inciden en el peculiar tipo de inventiva exigido por la
búsqueda de modalidades alternativas de concepción
de la realidad.
Hablando de homicidio y de búsqueda del asesino, es
sabido que el homicida suele ser la persona más
insospechada (por ejemplo un pariente que se supone
que ama a la víctima, un médico que la cura, su
abogado, un policía, etc.): éste es el ejemplo más
inmediato de invención de una alternativa al
pensamiento convencional (en el banal mundo de la
realidad, las sospechas de los investigadores suelen
converger enseguida en quien, al final, resultará ser
realmente el culpable).
Pero esto es sólo el principio: la literatura policíaca
dispone de una vasta casuística de procedimientos
alternativos de construcción de episodios, todos ellos
caracterizados por hallarse bastante alejados del
sentido común. En las novelas negras:
• puede no haber ningún asesino (si se trata de suicidio
enmascarado de homicidio para acusar a alguien, o de
una muerte accidental);
• el asesino puede no ser humano (un animal, un
objeto, la concatenación casual de acontecimientos que
constituyen la apariencia de un homicidio);
¡ el asesino puede ser una persona que no sabe que es
culpable porque está manipulado por drogas, hipnosis
o porque padece trastornos mentales;
34
PENSAR COMO UN MAGO
* puede haber simultáneamente varios asesinos de
la misma persona;
* dos asesinos pueden intercambiarse las víctimas
para despistar respecto al móvil;
• el asesino puede ser el mismo investigador que lleva
a cabo la investigación;
* el asesino puede ser una de las víctimas (si éstas son
más de una);
• el asesino puede llegar a ser el narrador de la historia
e incluso
• el lector del libro.
Recurriendo a todas estas variaciones sobre el tema, el
autor hace muy difícil la pesquisa del lector dichas
variaciones muestran la inventiva utilizada para
resolver la tarea, aparentemente imposible, de escribir
tramas siempre nuevas y siempre dotadas de sorpresas
y golpes de efecto.
En los relatos de este tipo la sorpresa es tanto mayor
cuanto más imposible de resolver parece el caso; la
satisfacción del lector es tanto mayor cuanto más claro
queda que la aparente imposibilidad, al final, sólo es
una ilusión determinada por la engañosa disposición
de los datos y de las historias narradas -siempre que la
ilusión sea sensata y racionalmente justificable, o sea,
que no haya ningún error y el mecanismo resulte, al
examinarlo, perfectamente engrasado y sin fallos-. Es
fácil observar que todo esto puede aplicarse
perfectamente al oficio del ilusionista, que debe causar
la sorpresa (el espectador debe excla-
1. EL TOQUE DE HOUDINI
35
mar: «¡Es imposible!») a través de la vulneración de
las expectativas obtenida actuando de manera
encubierta, es decir, construyendo secuencias de
acontecimientos dotados de apariencia indistinguible
de la realidad, pero de sustancia muy distinta.
Es útil dar un repaso a los procedimientos seguidos por
el novelista en la construcción de sus obras.
El autor debe partir de la solución del enigma (o del
«caso») e inventar un marco engañoso que haga difícil
dicha solución; si el marco sugiere una situación
alternativa, equivocada pero aparentemente lógica y
sensata, todavía mejor. En cualquier caso, el narrador
debe partir del final (la solución del caso) y proceder
hacia atrás, para hacer difícil (pero no imposible) el
descubrimiento de la secuencia correcta de
acontecimientos, es decir, la que ha llevado al delito.
Sólo existe una secuencia de acontecimientos que se
corresponde con los hechos reales, pero existen otras
muchas que pueden parecer verdaderas, y la inventiva
del narrador estriba en diseminar aquí y allá los
indicios que despistan tanto al investigador como al
lector, procurando que ambos tengan la posibilidad de
reconstruir los hechos reales y procurando a la vez que
el lector llegue allí lo más tarde, a ser posible después
de haber llegado el investigador. Está claro, pues, que
el trabajo imaginativo del autor de novelas de intriga
consiste también en inventar interpretaciones
alternativas de hechos y secuencias de hechos.
Un análogo esfuerzo creativo se exige asimismo a
otros inventores de curiosidades «virtuales»: los enig-
mistas.
36
PENSAR COMO UN MAGO
4. Laberintos, enigmas y adivinanzas Hasta ahora
hemos visto que:
• los autores de los crímenes reales deben hacer
imposible la comprensión de los acontecimientos a las
víctimas (antes de cometer el hecho y durante) y a los
investigadores (después de haberlo cometido);
* los autores de los crímenes virtuales (los relatos
policíacos) deben hacer dicha comprensión lo más
difícil posible, pero detenerse un paso antes de que sea
imposible.
Los autores de juegos enigmáticos también deben
hacer un trabajo similar al del novelista de intriga: su
finalidad es esconder algo a la mirada del lector y
ocultarlo a su comprensión, pero procurando hacer
posible que llegue a desentrañar el enigma, es decir,
encontrar la solución aparentemente imposible.
El constructor de enigmas, como, el escritor de
novelas policíacas, debe adoptar una perspectiva
inversa respecto a la empleada al afrontar las
dificultades de la vida ordinaria: debe construir un
problema partiendo de su solución. En el caso del
enigmista, tal vez sea más fácil comprender cómo
funciona este «juego inverso».
Planteada una solución (es decir, cualquier dato
ordinario: cualquier dato es en potencia la solución de
uno o más
1. EL TOQUE DE HOUDINI
37
problemas), el enigmista debe construir una serie de
premisas que lleven al lector a encontrarla. Sin
embargo, si se limitase simplemente a esto, el
enigmista produciría una simple pregunta («¿Qué pone
la gallina cada mañana?»); su trabajo consiste en
cambio en concebir premisas que lleven, ciertamente,
a la solución, pero lo hagan siempre y cuando el
destinatario del enigma recorra un camino inusual
respecto a las formas de pensar habituales (camino que
puede ser más difícil, más lento, más erudito, y que a
lo mejor vulnera completamente el habitual modo de
pensar basado en el sentido común): «¿Qué es aquello
que, una vez abierto, nunca se puede volver a cerrar?».
Esto sólo es posible si el propio enigmista, ante todo,
piensa de forma inusual.
Nos proporciona un ejemplo Leonardo da Vinci, que,
además de ser inventor, artista y científico, creaba
enigmas y juegos de sociedad para las cortes
renacentistas. Para inventar estos enigmas, que
Leonardo llamaba «profecías», es necesario situarse
ante la realidad colocándose en otras perspectivas de
observarían, a ser posible las que son propias de los
niños o de los ingenuos:
será tan grande el fango que los hombres caminarán
sobre los árboles de sus aldeas.
La solución es «los zuecos», que están hechos de
madera.
Un ejemplo de procedimiento inverso, es decir, de
construcción de una realidad alternativa basada en la
observación de la realidad desde una perspectiva no
38
PENSAR COMO UN MAGO
ordinaria, es el de los juegos enigmáticos basados en
la combinación de los sonidos de las palabras:
anagramas, charadas, jeroglíficos y similares. Para
inventarlos, y por tanto para «verlos» a partir de la
solución (la palabra que el lector deberá adivinar), el
enigmista debe mirar las palabras desde una
perspectiva distinta, como hacen los niños cuando
aprenden a hablar o escribir, o como le ocurre a
cualquiera al repetir una palabra tantas veces que
acaba perdiendo la asociación automática con su
significado, contemplándola como un puro ensamblaje
de sonidos semánticamente neutro. Sin este
procedimiento de abstracción del significado ordinario
de una palabra, es casi imposible desentrañar
significados alternativos en las combinaciones de
sonidos o signos gráficos que llamamos «palabras» y
que se han convertido, con el uso continuo, en
automatismos cognitivos propiamente dichos; tanto es
así que cuando oímos una no podemos evitar asociarla
al correspondiente y habitual significado.
Por ejemplo, expuestos a la palabra
PANTERA,
no podemos no pensar en un elegante felino negro
merodeando por la sabana africana.
Sólo situándonos en una perspectiva ingenua, como si
mirásemos aquella palabra por primera vez, podemos
descubrir significados distintos de los habituales.
Siempre hay otras formas para observar
1. EL TOQUE DE HOUDINI
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la realidad ordinaria, formas de verla desde una
perspectiva distinta. A menudo estas formas
alternativas dependen de la historia personal de cada
uno: un policía, un escritor de novela de intriga o un
carterista podrán asociar a la palabra «pantera» el
significado de «automóvil de dotación de las fuerzas
de policía»1. Ir más allá y ver otros posibles
significados resulta más difícil. Sólo deteniéndonos a
mirar la palabra «pantera» como si fuera la primera
vez que la viéramos (como hacen justamente los niños
cuando la oyen por primera vez), podremos por
ejemplo escindirla en dos partes y componer la viñeta: