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LEYENDAS

La Siguamonta:
Dicen que en aquellos años entre 1900 a 1950 los niños que les gustaba ir
a barranquiar (Barranquiar se les dice cuando los niños iban a jugar al
barranco, desfiladero etc), pero aquellos que se salían a barranquiar sin el
permiso de sus padres, les aparecía un pajarito muy bonito y con un cantó
muy hermoso y atractivo, y cuando los niños seguían al pajarito aquel
lindo pajarito se transformaba y desbarrancaba a los niños provocandoles
la muerte. *Desbarrancar quiere decir que los vota al barranco* Y esta
leyenda se les contaba a los niños para que no desobedecieran para irse a
barranquiar sin supervisión.

La Siguanaba:
Muchas persona confunden a la Siguanaba con la Siguamonta,
bueno esta historia de la Siguanaba no tiene fecha exacta pero
dice que todavía sigue pasando en los departamentos de
Guatemala, se trata de nada más y nada menos que una
muchacha muy hermosa, a la cual no se le mira el rostro y se dice
que se les aparece a los "Mujeriegos"(Perros, que andan con una
y con otro, infieles etc) en la noche el mujeriego sigue a esta
linda muchacha, por callejones y calles hasta que la muchacha te
lleva a las orillas de un barranco y cuando se da la vuelta *Sorpresa Sorpresa* el Mujeriego se da
cuenta que la hermosa muchacha a quien seguía tiene cara de caballo con unos ojos como el
Fuego,y el Mujeriego termina desbarrancado.

MARIANGULA:
Un dia a una niña de 8 años su madre le mando a comprar
carne con 5 dolares la niña envez de comprar la carne se
compró dulces gominolas y un juguete a los pocos minutos
se acordo de que tenia que comprar la carne lo peor que
se le ocurrio solo para que su madre no le castigara fue ir
al cementerio profanar a un muerto sacandole las tripas
con el fin de que su madre no le castigue.Despues fue a
casa el dia que su madre probo las tripas le parecian
deliciosas asi que empenzo a venderlas y triunfaron
mucho.Al dia siguiente sus padres se fueron a pasear de
noche romantica y a comer cosas Mariangula como niña
normal se puso a ver la TV tranquilamente derrepente ollo
el timbre de la puerta de abajo pensando que eran sus padres les abrio la puerta como si nada la
de abajo de su casa y la de su casa, despues encendio la TV y ollo su nombre fuertemente
¡MARIANGULA ME ESTOY ACERCANDO! ¡MARIANGULA DEVUELVEME MIS TRIPAS! Mariangula
asustada sabia que era el muerto asi que para disculparse con los seres del mas alla cojio
rapidamente un cuchillo se saco las tripas y empezo a sangrar fuertemente hasta morir el muerto
desaparecio inexplicablemente y sus padres no volvieron a su casa desde ese entonces...
LA LEYENDA DEL REY ARTURO
Según cuenta la leyenda, en lo que actualmente es Gran Bretaña vivía
el rey Uther Pendragon que tenía una larga disputa con el duque de
Tintagel.
Con motivo de hacer las paces de una vez por todas, Uther invitó a su
castillo al duque y a su esposa Ingrayne. Al ver a la duquesa Uther se
enamoró de ella y se obsesionó a tal punto que pidió a Merlín, el mago
de la corte, que la hechizara para hacerla creer que era su esposa.
De este amor nació Arturo que fuera entregado a Sir Héctor por Merlín para que lo adoptara como
su hijo.
Al cumplir Arturo los 16 años Sir Héctor lo llevó con su propio hijo Sir Kay a Londres, donde los
caballeros luchaban sin éxito por liberar una espada de una cárcel de piedra. Y según contaba la
leyenda el que consiguiera liberar la espada pasaría a ser el rey de toda Bretaña. Arturo lo consiguió
sin ningún esfuerzo y fue promulgado rey.
Arturo reinó rodeado de los más valerosos caballeros: Perceval, Gawain y Lancelot. Contrajo
matrimonio con la hija del rey Cameliard, Ginebra, la que lo engañó con Lancelot. En tanto Arturo
mantuvo un romance con su hermanastra Morgana que quedó embarazada y nació Mordred.
Éste fue quien dejó en evidencia el romance oculto entre Ginebra y Lancelot, noticia ante la cual
Arturo no tuvo otra opción que ordenar que su esposa fuera quemada en la hoguera como mandaba
la ley. Pero esto no pudo darse ya que Ginebra fue rescatada por Lancelot huyendo juntos hacia
Francia. Arturo indignado salió a perseguirlos dejando su reino al mando de su hijo Mordred.
Al regreso de Arturo al reino de Camelot, su hijo no le entrega el trono y debe trabarse en lucha con
éste para recuperarlo. Arturo y Mordred se enfrentan en una disputa en la que el padre mata al hijo
no sin que éste antes lo hiera también de muerte.

LA LEYENDA DE LAS SIRENAS


Según la mitología griega las sirenas eran criaturas fantásticas con la
mitad del cuerpo en forma de pájaro y la otra mitad de mujer.
Eran compañeras de Perséfone y al ser raptada ésta por Hades, no
lograron salvarla por lo que en venganza la madre de Perséfone, la diosa
Deméter, las transformó en un hibrido, mitad mujer y mitad pescado.
Vivían en la isla de Artemisa y tenían un canto melódico como el de los
pájaros, sumamente atractivo, seductor, que llamaba la atención de los marineros, advirtiéndoles
de los encantos ocultos del mundo submarino, engañándolos así para hacerlos caer en su trampa y
devorarlos.
En la Odisea, el autor griego Homero relata que cuando el barco de Ulises navegaba frente a la isla
Artemisa, él hizo que toda su tripulación tapara sus oídos con cera para no escuchar el seductor
canto de las sirenas y caer en sus encantos maléficos. En tanto él no pudo tolerar su curiosidad y
planificó una estrategia, se ató al mástil del barco y ordenó que no lo dejaran soltarse por nada.
Ante esta frustración las sirenas se tiraron al mar ahogándose.
LA LEYENDA DEL UNICORNIO
Hace muchísimo tiempo atrás, en otras épocas muy remotas, salvajes y
fantásticas criaturas vivían y andaban libres por ahí.
La más hermosa de todas ellas era el Unicornio, una criatura de color
blanco, con cuerpo de caballo, barba de chivo, patas de antílope y un
cuerno en la frente, que era perseguido permanentemente debido a los
mágicos poderes curativos y de juventud eterna de éste último.
Pero esta criatura no era fácil de atrapar, era muy rápida y ágil. La única forma de hacerlo, era
recurriendo a los encantos de las inocentes doncellas, de corazón puro, a las que los unicornios se
acercaban ingenuamente atraídos por su pureza y apoyaban la cabeza en sus regazos.
De esta manera al estar distraídos eran atrapados por ambiciosos cazadores que les cortaban los
cuernos, muriendo como consecuencia inmediatamente después. Así, progresivamente fueron
desapareciendo y extinguiéndose todos los unicornios, siendo hoy tan sólo una hermosa y
recordada leyenda.

Leyenda La paloma torcáz.


Había una vez un guerrero valiente y apuesto. Amaba la
caza y así, con frecuencia, iba por los bosques persiguiendo
animales. En una de sus cacerías llegó junto a un lago y,
lleno de asombro, contempló a una mujer bellísima que
bogaba en una canoa.
El guerrero quedó tan enamorado que, muchas veces, volvió
al lugar con el ánimo de verla; pero fue inútil, pues, ante sus
ojos, sólo brillaron las aguas del lago. Entonces pidió
consejo a una hechicera, la cual le dijo:
—No la verás nunca más, a menos que aceptes convertirte en palomo.
—¡Sólo quiero verla otra vez!
—Si te vuelves palomo jamás recuperarás tu forma humana.
—¡Sólo quiero volverla a ver!
—Si así lo deseas, hágase tu voluntad.
Y la hechicera le clavó en el cuello una espina y en el acto el joven se convirtió en palomo. Este
levantó el vuelo y fue al lago y se posó en una rama y al poco rato vio a la mujer y, sin poderse
contener, se echó a sus pies y le hizo mil arrumacos.
Entonces la mujer lo tomó entre sus manos y, al acariciarlo, le quitó la espina que tenía clavada en
el cuello. ¡Nunca lo hubiera hecho, pues el palomo inclinó la cabeza y cayó muerto! Al ver esto, la
mujer, desesperada, se hundió en el cuello la misma espina y se convirtió en paloma. Y desde
aquel día llora la muerte de su palomo.
Las Orejas del Conejo
Una vez, hace miles de años, el conejo tenía las orejas muy
pequeñas, tan pequeñas como las orejas de un gatito. El
conejo estaba contento con sus orejas, pero no con el
tamaño de su cuerpo. Él quería ser grande, tan grande como
el lobo o el coyote o el león. Un día cuando iba saltando por
los campos, el conejo vio al león, rey de los animales, cerca
del bosque.
-¡Qué grande y hermoso es!- dijo el conejo. -y yo soy tan
pequeño y feo.
El conejo estaba tan triste que se sentó debajo de un árbol y comenzó a llorar amargamente.
-¿Qué tienes, conejito? ¿Por qué lloras?- preguntó la lechuza que vivía en el árbol.
-Lloro porque quiero ser grande, muy grande- dijo el conejito.
La lechuza era un ave sabia. Cerró los ojos por dos o tres minutos para pensar en el problema y
luego dijo:
-Conejito, debes visitar al dios de los animales. Creo que él puede hacerte más grande.
-Mil gracias, lechuza sabia. Voy a visitarlo ahora respondió el conejo. Y fue saltando hacia la colina
donde
vivía el dios.

El Amor y la Locura
Cuentan las leyendas, que una vez, hace muchísimo tiempo, se
reunieron todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
La reunión estaba en pleno, pero el Aburrimiento ya había
bostezado por tercera vez. Entonces la Locura propuso jugar a la
escondida.
La Intriga se sintió intrigada y la Curiosidad, preguntó de qué
trataba.
Locura les explicó que era un juego en el cual debían esconderse,
mientras ella se cubría los ojos para no ver dónde lo hacían. Y que
luego, debía descubrir sus escondites. El primero que descubriera,
ocuparía su lugar, y así continuaba el juego.
Entusiasmo y Euforia aplaudían. Alegría bailaba y terminó por convencer a Duda, incluso Apatía se
interesó.
No todos quisieron participar. Verdad no deseaba esconderse, pues siempre la hallaban. Para
Soberbia, era un juego tonto. Cobardía no se atrevió a arriesgarse.
Locura comenzó a contar. La primera en esconderse, fue Pereza, que se dejó caer tras la primera
piedra del camino. Pero Fe, subió al cielo. Envidia se escondió tras la sombra de Triunfo, que había
subido a la copa más alta del árbol. Generosidad, parecía no encontrar un sitio, porque eran
mejores para sus amigos. Un lago cristalino para Belleza, la rendija de un árbol para Timidez, una
ráfaga de viento para Libertad. Terminó por esconderse en un rayito de Sol. Egoísmo encontró el
lugar ideal desde el principio, un sitio cómodo y ventilado, pero sólo para él. Mentira se escondió
detrás del arco iris, y Pasión y Deseo en los volcanes. Olvido, no recuerdo dónde se escondió.
Cuando Locura estaba por terminar de contar, Amor no había encontrado sitio para esconderse,
porque todos estaban ocupados. Hasta que encontró un rosal y se escondió entre sus flores.
Locura comenzó a buscar y halló primero a Pereza, luego a Fe, discutiendo con Dios en el cielo. A
Pasión y Deseo los descubrió en la vibración de los volcanes. Al descuidarse encontró a Envidia y
con ella a Triunfo.

La Leyenda de Doña Beatriz


Vivía en la ciudad de México una hermosa joven, doña Beatriz,
de tan extraordinaria belleza, que era imposible verla sin
quedar rendido a sus encantos. Contábanse entre sus muchos
admiradores la mayor parte de la nobleza mexicana, y los más
ricos potentados de Nueva España; pero el corazón de la bella
latía frío e indiferente ante los requerimientos y asiduidades
amorosas de sus tenaces amantes. Y así pasaba el tiempo; pero, como todo tiene un término en la
vida, llegó el momento en que el helado corazón de doña Beatriz se incendió en amores.
Ello fue en un fastuoso baile que daba la embajada de Italia.
Allí conoció doña Beatriz a un joven italiano, don Martín Scípoli, de esclarecida y noble estirpe. La
indiferencia de doña Beatriz fundióse entonces como la nieve bajo la caricia de los rayos solares, y
sintióse la hermosa poseída de un nuevo sentimiento, en tanto que el joven, por su parte, se había
también enamorado profundamente.
Poco tiempo después, don Martín se mostró excesivamente celoso de todos los demás adoradores
de la hermosa doña Beatriz, promoviendo continuas reyertas y desafiándose con aquellos que él
suponía que pretendían arrebatarle sus amores. Y tan frecuentes eran estas querellas, que doña
Beatriz estaba afligida, y en su corazón comenzó a arraigar el temor de que don Martín sólo se
había enamorado de su hermosura, de modo que, cuando ésta se marchitara, moriría,
indefectiblemente el gran amor que ahora le profesaba.
La caja de Pandora
Comienza con los personajes de Prometeo y Epimeteo.
Ellos eran hermanos, y los dioses del Olimpo les
encargaron la creación de los animales y del hombre,
además debían dotar a sus criaturas con los recursos
necesarios para la supervivencia. A Epimeteo le
correspondió crear a los animales y a Prometeo, a los
hombres. Prometeo realizó su trabajo con gran esmero
y amor, construyendo a los hombres semejantes a los
dioses, con una mezcla de agua y tierra.
El reparto de las cualidades lo hizo Epimeteo, otorgando una porción equitativa de dones a cada
uno. A quienes tocaba fuerza, no correspondía rapidez, a los débiles les daba armas, a los
pequeños alas y así sucesivamente. Cuando repartió todos los dones, los dotó de pelos y una piel
gruesa, para protegerlos de las temperaturas extremas. Hizo que su alimentación fuese variada,
unos comían hierbas, mientras que otros devoraban a otros animales. Así, hasta que completó el
reparto, pero no se dio cuenta de que había dejado a la especie humana sin facultades.
Cuando llegó Prometeo a inspeccionar el trabajo de Epimeteo, vio que todos los animales estaban
justamente equipados, menos el hombre. Como Prometeo amaba a los hombres y estos deberían
vivir en la tierra sin contar con los recursos necesarios para su supervivencia, les concedió el fuego,
para que pudieran sobrevivir y les enseñó a respetar a los dioses. Además, como los hombres
fueron hechos a semejanza de los dioses, pudieron hablar, construyeron viviendas para refugiarse,
vestidos para abrigarse y obtuvieron el alimento de la tierra.

CHISTES
- ¿Qué le dice un gusano a otro gusano?
Un ratón le dice a una rata: Me voy a dar una vuelta a la manzana.
¿Qué haces ahí sentada?
- Estoy esperando un ratito

Están dos piojos en la cabeza de un señor


calvo, y uno le dice al otro:
- Alfredo, vámonos de aquí que este terreno Entonces el primer gato le dice:
ya está pavimentado. - Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?
Y el otro le contesta:
- ¿Es que uno no puede aprender idiomas?

- ¿Por que los elefantes no montan en bici


Porque no tienen el dedo meñique para - Una señora está en la puerta de su casa con
tocar el timbre. su gato, pasa un señor y le pregunta:
¿Araña?
Y la señora le contesta: ¡NO, gato!

- ¿Cómo puedes saber si hay un elefante


debajo de tu cama?
Porque estas tocando el techo con tu nariz.
- ¿Cuál es el pez que huele mucho?
Peztoso!!!

- Un gato caminaba por un tejado maullando:


¡Miau, miau! - ¿Por qué el elefante no usa crema Nivea?
En eso se le acerca otro gato repitiendo: Porque su patita no cabe en la lata
¡Guau, guau!
perro y mi madre una loba. ¿Y tú?
- Pues yo soy un oso-hormiguero.
- ¡¡¡ Anda yaaaaa!!!

- Dos animales se encuentran y uno dice al


otro:
- Yo soy un perro-lobo porque mi padre era

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