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La violencia ha existido desde tiempos atrás en donde con tan solo unos años de edad los

niños han provocado agresiones físicas, verbales y psicológicas a otros de su medio, tanto
los padres de familia como los profesores de las instituciones no abordaban el tema sino
hasta cuando se producía un incidente que perturbaba e involucraba atención inmediata,
por consiguiente los daños a los estudiantes ya eran irremediables y en el peor de los casos
con pérdidas humanas. No obstante este tipo de actitudes con el pasar del tiempo y debido
al incremento en el ámbito educativo en el cual se desenvuelven los infantes y por la
mayor interacción con sus semejantes se hizo más evidente llegando hacer un tema de
estudio denominando así el “bullying como una manifestación de las malas relaciones
interpersonales entre los alumnos (Ortega, 1994; Sutton y Smith, 1999).

Las situaciones de violencia, discriminación o cualquier otro tipo de acción que atente
contra el bienestar de un niño o niña dentro o fuera de una institución es considerado
como bullying “Con frecuencia la conducta agresiva es considerada como una
característica estable de la personalidad, comparable a la inteligencia” (Lorenz, 1974;
Olweus, 1979). Algunos estudios empíricos revelan que los sujetos agresores tienden a
comportarse así de manera estable y persistente (Dodge y Coie, 1990; Olweus, 1993). De
manera que los sujetos victimas de dichas acciones evidencian un tipo de comportamiento
de inferioridad y de incapacidad de enfrentarse a ese tipo de situaciones que con el pasar
del tiempo se hacen más evidentes e influyen en su desarrollo tanto personal como
cognitivo social y familiar. Este tipo de abuso, agresión y atentado a su integridad provoca
una inestabilidad emocional que perturba la psiquis del individuo quien está palpando ese
tipo de situación no obstante el deterioro de las relaciones interpersonales.

Conclusiones:

Como podemos apreciar la agresión en sus diferentes formas son tema de estudio que se
remonta muchos años atrás, pero dicho esto, no es justificativo de dichas acciones puesto
que el daño causado en las frágiles mentes de los infantes puede llegar hacer irreversibles.

La infancia es una etapa en la que el desarrollo cognitivo está en su máximo nivel, puesto
a que la interacción acompañada con la energía de los niños lo hacen que el aprendizaje
ocurra, pero que sucede cuando esta etapa de la vida se la vive entre agresiones de todo
tipo, existe un desbalance en su desarrollo el cual va a repercutir en años siguientes

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