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Las unidades bombean el aceite mediante bombas de engranajes de alta calidad que,
gracias al óptimo comportamiento de aspiración, pueden bombear a través del elemento
filtrante medios líquidos con una viscosidad entre 10 y 400 centistokes. El accionamiento
de las bombas lo realizan unos motores trifásicos con eficiencia energética (categoría
IE2). Un presostato evita daños en los componentes, p. ej. en tuberías obstruidas. La
mejor manera de proteger la bomba de los efectos negativos causados por suciedad
gruesa es instalar un filtro lavable de tela de acero inoxidable en el conducto de succión.
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Con las unidades se pueden limpiar eficientemente tanto los sistemas hidráulicos como
los sistemas de aceite lubricante con base de aceites minerales. Y no son solo aptas para
un mantenimiento y puesta a punto preventivos del sistema hidráulico del barco, ya sea
durante los trabajos de mantenimiento, como apoyo temporal para los filtros integrados o,
en sistemas de gran volumen, como filtros de flujo secundario. Equipadas con un
elemento hueco adecuado las unidades se emplean también para bombear y recircular los
contenidos de los recipientes.
También al volver a llenar los equipos hidráulicos con aceite nuevo es razonable emplear
un equipo de filtrado adecuado. Porque tampoco el aceite nuevo puede considerarse puro,
ya que durante la producción y el procesamiento raramente se filtra de forma fina y,
además, al llenar, rellenar y transportar (p. ej. en bidones reutilizables) pueden entrar
partículas. Con este sistema, el personal de servicio en barcos, así como los proveedores
de servicios de mantenimiento disponen de un sistema flexible para la limpieza a bordo
de equipos hidráulicos y sistemas de aceite lubricante. La robusta estructura de las
unidades de filtrado crea el requisito necesario para una larga vida útil, incluso bajo un
uso intensivo.
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Algunas de las principales industrias en las que los sistemas hidráulicos forman parte de
los procesos productivos, son las acerías, centrales eólicas, inyección de plásticos,
maquinaria de papel, prensas hidráulicas, bancos de ensayo, sector aeronáutico, etc. Los
principales tipos de aceites empleados, en función de las necesidades concretas de cada
una, pueden ser:
* Aceites hidráulicos
* Aceites térmicos
* Aceites dieléctricos
* Aceites de lubricación
* Skydrol.
Durante los últimos tiempos ha venido cobrando mayor importancia una necesidad
creciente de realizar controles más estrictos en el nivel de contaminación de los aceites
hidráulicos, por tres principales razones:
Por tanto, resulta absolutamente necesario el análisis, control y monitorización del estado
del aceite y su nivel de contaminantes.
La degradación del aceite supone un grave problema para los sistemas. Cualquier aceite
que se encuentra almacenado o está trabajando tiende a degradarse con el tiempo de
forma más o menos rápida, en función de variables tales como el tipo de aceite, el
ambiente, etc.
Cuando dicho aceite se degrada, su composición y sus propiedades físico-químicas se ven
afectadas, y pueden aparecer barnices o agua, que dañan los componentes del sistema,
tales como las bombas, válvulas, etc. Dicha degradación puede tener como origen 3
causas: oxidación, hidrólisis y degradación térmica. Pero, en un circuito cerrado, ¿cómo
se ha introducido la contaminación? La contaminación que encontramos en el sistema se
ha podido incorporar durante el montaje del mismo, se ha podido generar como
consecuencia del normal funcionamiento, e incluso se ha podido introducir a posteriori
(al cambiar componentes o reponer el aceite, a través de los depósitos, etc.). Así, la
contaminación por partículas o agua es la razón más común y recurrente de los fallos y
las paradas. Por tanto, la importancia de la limpieza en los aceites hidráulicos es crucial.
Mediante el análisis e informes orientados a las causas y no sólo a las consecuencias del
empleo de un aceite contaminado, se orienta la acción hacia la principal causa del
desgaste y avería de los equipos, y se establecen los protocolos y sistemas para:
Las fases en las que se podría dividir el mantenimiento del sistema de aceites hidráulicos,
son las siguientes: diagnóstico; corrección y mejora de los sistemas; control y
monitorización, y mantenimiento posterior.
Los elementos a tener en cuenta para un correcto diagnóstico de la situación son los
siguientes:
* Revisión del dimensionado de carcasas y elementos filtrantes, así como los grados de
filtración adecuados para cada aplicación (relación beta, etc.)
Una vez realizada esta primera aproximación, deben llevarse a cabo análisis más
exhaustivos y específicos:
* Purificadores de aceite.
Una vez realizado el diagnóstico de los sistemas e implementadas todas las soluciones y
mejoras, la fase de control y monitorización resulta crucial de cara a una completa
optimización de los procesos, a nivel de recursos, tanto humanos como económicos. Así,
mediante la instalación de sistemas de monitorización, será posible y viable ejecutar una
serie de acciones en tiempo real, tales como: