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INTRODUCCIÓN

Unidad 3 Práctica Forense II

3.1 Las medidas de coerción.

Podemos definirlas como toda restricción o limitación transitoria al ejercicio de


derechos personales o patrimoniales del imputado o de terceras personas, con motivo
de la investigación de un ilícito penal, impuestas por necesidad, con conocimiento o por
el órgano jurisdiccional antes de la sentencia del fondo(o sentencia final) y al solo
efecto de cautelar (preservar, resguardar, precaver) el correcto descubrimiento de la
verdad sobre los hechos reconstruidos, el desarrollo secuencial del procedimiento y la
aplicación de la ley al caso concreto, pudiendo ser controladas a instancia del afectado
en otra instancia judicial de grado

3.2 Objeto y finalidad

La finalidad de las medidas de coerción a la luz del Código Procesal Penal no es otra
que “asegurar la presencia del imputado en el procedimiento”, finalidad ésta
propiamente cautelar, que pudiera implicar formas de coerción rígidas sobre la persona
del imputado Art. 222 del Código Procesal Penal Dominicano.

Las Medidas de Coerción han sido definidas por el tratadista Cuéllar Cruz como
"aquellas que pueden adoptarse motivadamente por el órgano jurisdiccional (tribunal),
contra un presunto responsable de un hecho delictivo al estimarse dos aspectos
esenciales: por una parte, la existencia de una imputación basada en la constatación
objetiva de un hecho típico y en la probabilidad razonable de quien sea su autor; y por
otra, en la fundada responsabilidad de ocultación personal o patrimonial del imputado
en el curso del procedimiento penal, teniendo como finalidad única y legítima el
garantizar los efectos penales y civiles de una futura sentencia condenatoria.

3.3 Principio general


Las medidas cautelares tendrán por objeto evitar o cesar la amenaza o violación de los
derechos reconocidos en la Constitución y en instrumentos internacionales sobre
derechos humanos.
Las medidas cautelares deberán ser adecuadas a la violación que se pretende evitar o
detener, tales como la comunicación inmediata con la autoridad o persona que podría
prevenir o detener la violación, la suspensión provisional del acto, la orden de vigilancia
policial, la visita al lugar de los hechos. En ningún caso se podrán ordenar medidas
privativas de la libertad.
Art. 27.- Requisitos.- Las medidas cautelares procederán cuando la jueza o juez tenga
conocimiento de un hecho por parte de cualquier persona que amenace de modo
inminente y grave con violar un derecho o viole un derecho.
Se considerará grave cuando pueda ocasionar daños irreversibles o por la intensidad o
frecuencia de la violación.
No procederán cuando existan medidas cautelares en las vías administrativas u
ordinarias, cuando se trate de ejecución de órdenes judiciales o cuando se interpongan
en la acción extraordinaria de protección de derechos.
Art. 28.- Efecto jurídico de las medidas.- El otorgamiento de medidas cautelares y su
adopción no constituirá prejuzgamiento sobre la declaración de la violación ni tendrán
valor probatorio en el caso de existir una acción por violación de derechos.
Art. 29.- Inmediatez.- Las medidas cautelares deberán ser ordenadas de manera
inmediata y urgente. La jueza o juez deberá ordenarlas en el tiempo más breve posible
desde que recibió la petición.
Art. 30.- Responsabilidad y sanciones.- El incumplimiento de las medidas cautelares
será sancionado de la misma manera que en los casos de incumplimiento de la
sentencia en las garantías jurisdiccionales constitucionales.

3.4 Características

-Provisionalidad (su función cesa al dictarse el fallo de fondo);

-Instrumentalidad (son instrumento o medio del proceso y por tanto accesorias a la


causa principal en la cual se dictan); Explica Piero Calamandrei que las medidas
cautelares no constituyen un fin en sí mismas, sino que sólo sirven para proteger,
precaver o prevenir un fallo principal, de tal manera que son un instrumento del proceso
para garantizar la eficacia y efectividad del proceso mismo. No es concebible en el
moderno Estado Social de Derecho la posibilidad de medidas cautelares autónomas
puesto que ello seria, al menos en nuestro país, indudablemente inconstitucional

-Sumariedad (brevedad y prescindencia del proceso de cognición para su resolución


dada la urgencia);

-Revocabilidad (su otorgamiento y duración depende de la situación fáctica, por lo cual


es mutable);

-Inexistencia de cosa juzgada (consecuencia de la anterior);

-Adecuación (congruencia con la pretensión de fondo)

-Jurisdiccionalidad (operan dentro del proceso). Las medidas cautelares son


disposiciones jurisdiccionales en aras de proteger o precaver que el fallo de un juicio
principal quede infructuoso o ilusorio en su ejecución y, por otra parte, la efectividad del
proceso jurisdiccional.

3.5 Clasificación

A.- Medidas Cautelares personales. Recaen sobre la persona del imputado, afectando
a su libertad, limitándola o condicionándola, a fin de impedir que se evada de la acción
de la justicia.

B.- Medidas Cautelares Reales. Tienen por objeto el patrimonio de quien, a la postre,
podrá resultar obligado a hacer frente a las responsabilidades económicas fijadas en la
sentencia.

Medidas de coerción o cautelares personales

1. La citación.

2. El arresto.
3. La prisión preventiva.

4. La presentación de garantía económica.

5. Impedimento de salida del país o localidad.

6. Someterse al cuidado o vigilancia de persona o institución.

7. Presentación periódica ante el juez o autoridad.

8. Arresto domiciliario.

9. Colocación de localizadores electrónicos.

3.6 Medidas cautelares personales

son las dictadas mediante resoluciones judiciales, con el fin de asegurar, conservar o
anticipar la efectividad de la resolución estimatoria que pueda dictarse en el curso de
un proceso judicial considerado principal, de modo que cierto derecho podrá ser hecho
efectivo en el caso de un litigio en el que se reconozca la existencia y legitimidad de tal
derecho. Las medidas cautelares no implican un prejuicio respecto de la existencia de
un derecho en un proceso, pero sí la adopción de medidas judiciales tendentes a hacer
efectivo el derecho que eventualmente sea reconocido.

Por tanto, son todas aquellas actuaciones o decisiones que, sin prejuzgar del resultado
final, de contenido positivo o negativo, que un órgano de la Administración Pública o
un juez o magistrado del poder judicial, puede adoptar para que las resultas de la
resolución administrativa o judicial surtan plenos efectos para los interesados o para la
parte procesal.

3.8 El peligro de fuga. Prueba.

Peligro de fuga es el criterio más importante en la consideración para la imposición de


las medidas cautelares, ya que el criterio dominante para la existencia del proceso es la
comparecencia del procesado. En el peligro de fuga el magistrado debe valorar todas
las circunstancias que rodean el caso específico y que motive la permanencia del
imputado en un centro de detención. El peligro de fuga es interpretado por la doctrina
cautelar como un periculum in mora. El peligro que el imputado siga en libertad tiene
relación con el peligro de evasión o de fuga, que se incrementa cuanto más grave sea
la pena a imponerse.

3.9 Prisión Preventiva. Procedencia.

prisión preventiva es una medida cautelar de carácter personal que afecta


el derecho de libertad personal durante un lapso más o menos prolongado, la cual sólo
procederá cuando las demás medidas cautelares fueren insuficientes para asegurar los
objetivos del procedimiento penal.

Procedencia: La prisión preventiva, procede bajo los mismos presupuestos para la


imposición de las medidas de coerción de: 1) Existencia de elementos de prueba
suficientes; 2) Peligro de fuga; y 3) Que la infracción esté reprimida con pena privativa
de libertad.

Exclusiones: No procede ordenarla: 1) Contra una persona mayor de 70 años, si se


estima que, en caso de condena, no le es imponible una pena mayor de 5 años de
privación de libertad; 2) En perjuicio de mujeres embarazadas o madres durante la
lactancia; 3) Persona padeciendo de enfermedad grave y terminal.

Cese: La prisión preventiva, finaliza cuando: 1) Existen nuevos elementos demostrando


que no concurren las razones que la motivaron, o tornen conveniente su sustitución por
otra; 2) Su duración supere o equivalga a la cuantía mínima de la pena imponible,
considerándose las reglas del perdón judicial de la pena o la libertad condicional; 3) Su
duración exceda los 12 meses; 4) Se agraven las condiciones carcelarias.

3.10 Revisión de las Medidas de Coerción

Salvo lo dispuesto especialmente para la prisión preventiva, el juez, en cualquier


estado del procedimiento, a solicitud de parte, o de oficio en beneficio del imputado,
revisa, sustituye, modifica o hace cesar las medidas de coerción por resolución
motivada, cuando así lo determine la variación de las condiciones que en su momento
las justificaron. En todo caso, previo a la adopción de la resolución, el secretario notifica
la solicitud o la decisión de revisar la medida a todas las partes intervinientes para que
formulen sus observaciones en el término de cuarentiocho horas, transcurrido el cual el
juez decide.

3.11 Presupuestos. Plazo. Procedimiento. Tribunal competente.

Las medidas de coerción deben tener como elementos constitutivos generales y


circunstancias especiales los numerales que indica el Art. 227, en tal caso los
tribunales proceden aplicar estas medidas cuando existan elementos
de pruebas suficientes que sostengan que el imputado es autor o cómplice de una
violación, o cuando el acusado a través de la fuga se presume que se va a sustraer al
procedimiento judicial, y que la violación conlleve una pena de privación de libertad,
estos son los presupuesto generales que exige el código. El código no especifica si se
puede aplicar algunas de las medidas coercitivas solo con el concurso de uno o dos de
los numerales, en razón de que el código habla de que deben concurrir todas las
circunstancias. Hasta ahora la jurisprudencia no ha dicho que no. El tribunal
competente para la aplicación de las medidas cautelares es el de los jueces de la
instrucción en virtud de que las medidas coercitivas son medidas que normalmente se
solicitan en la fase preparatoria, que es la fase donde se prepara y se recoge
las evidencias necesaria para acusar, aunque los jueces de paz y las jurisdicción
de atención permanente en ciertas circunstancias especiales tienen facultad para
conocer medidas de coerción.

3.12 Apelación de las medidas de coerción. Plazo. Procedimiento. Tribunal


competente.

Plazo. Tratándose de la apelación de una medida de coerción distinta de la prisión


preventiva o el arresto domiciliario, el Secretario, luego de la presentación del
recurso, lo notifica a las demás partes para que lo contesten en los tres días
siguientes. En las 24 horas siguientes el secretario debe remitir a la Corte el caso para
que ésta decida. La corte puede seguir dos caminos: 1º.- Fallar en los próximos diez
(10) días siguientes, en una sola sentencia sobre la admisibilidad del recurso y sobre
la procedencia de la cuestión planteada. En este caso la corte va a decidir sin la
presencia de las partes. 2º.- Si una de las partes promueve la presentación de
pruebas y la Corte considera la solicitud como necesaria y útil, puede fijar una
audiencia oral dentro de los 10 días siguientes a la recepción de las actuaciones y
escuchar la presentación de las pruebas a cargo de la parte que haya promovido la
prueba. Al final de la audiencia la Corte pronuncia su decisión.

3.13 Presentación de conclusiones.

Corresponde al MP presentar sus conclusiones respecto de la o las medidas de


coerción solicitadas, fundamentando, en las propias conclusiones las razones de hecho
y de derecho en que base su pedimento. B) Acto seguido, se escucha a la defensa por
vía de conclusiones respecto de la o las medidas de coerción solicitadas, exponiendo
en las propias conclusiones las razones de hecho y de derecho en que basa su
anuencia o posición. C) De considerarse necesario, se le permitirá a las partes hacer
replica y contrarréplica, por una sola vez.

Oídas las conclusiones de las partes, corresponde al Juez a) comprobar si la infracción


atribuida se castiga con pena privativa de libertad; b) verificar si en las conclusiones del
MP están presentes suficientes elementos de prueba para sostener, razonablemente,
que el imputado es autor o cómplice de una infracción. En caso de solicitarse la prisión
preventiva, comprobar si existe peligro de fuga basado en una presunción razonable de
las que enumera el art. 229. Acto seguido, procedería a imponer o negar, in voce, la
medida de coerción.

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