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¿Cuál es el daño que provocan las pilas?

Tenemos que tomar en cuenta que las pilas contienen una serie de metales pesados, lo
cual pueden provocar problemas en la salud, además de los daños que ocasionan en el
Medio Ambiente.
Se calcula que en Chile, se consumen alrededor de 90 millones de pilas al año, esta lista
está encabezada por las pilas alcalinas. Mira alrededor, ¿cuántos de los artefactos que
tienes funcionan a pila? Todas las pilas que usas, ¿son recargables? Y cuando se
descargan, surge la pregunta ¿qué hacemos con las pilas?
En la mayor parte de los países de Sudamérica, cuando se agota la carga de la pila nos
encontramos sin saber qué hacer con ellas. ¿Las juntamos a todas y las dejamos en el
basurero? Tenemos que tomar en cuenta que las pilas contienen una serie de metales
pesados, lo cual pueden provocar problemas en la salud, como daños en los riñones,
dificultades en la formación de glóbulos rojos y una serie de complicaciones generales en
el desarrollo fetal.
Aunque no lo creas, las pilas más contaminantes son las pilas llamadas “botón”, como las
que suelen llevar los relojes. Estas tienen una alta toxicidad y contaminan con mayor
velocidad suelos y napas, con todo lo que eso significa. Además las pilas pequeñas son
doblemente riesgosas, si quedan al alcance de los niños, los cuales pueden ingerirla
provocando una serie de consecuencias irreversibles como perforaciones en los órganos
del aparato digestivo.
Hay que recordar que las pilas alcalinas no son reciclables, por eso, una vez que se gastan
se recomienda tirarlas en el lugar indicado, como por ejemplo en basureros especiales,
como por ejemplo, los dispuestos por el Programa de Reciclaje Comunal de la Ciudad de
Santiago.

Contaminación de las pilas


El problema de la contaminación que generan las pilas, es aún mayor, ya que en países
como Chile, por buscar productos económicos, día a día crece el uso de pilas “falsas”,
muchas provenientes de China, las que tienen la particularidad de que no se detalla la
composición de sus materiales. Y como si fuera poco, su revestimiento es mucho menos
resistente que el de las pilas alcalinas, “confiables”, aumentando el riesgo de
consecuencias no deseadas. Se estima que un micro pila de mercurio, como las que se usa
en los relojes o audífonos, puede llegar a contaminar unos 600 mil litros de agua, la pila
alcalina unos 167 mil litros, la pila de Zinc unos 12 mil litros y el carbón unos 3 mil litros.
El proceso de contaminación puede ser largo, hasta 500 años, pero la lluvia, el calor y la
acidez del suelo, tienden a acelerar el proceso de descomposición de la pila. Una vez que
se degrada la pila en el suelo, comienza a liberar elementos altamente contaminantes
como lo son el mercurio, litio, plomo, o cadmio. Estos elementos son altamente
contaminantes, ya que al ponerse en contacto con la tierra o con el agua, comienzan con
un proceso de degradación irreversible para el Planeta.
Ahora que sabes todo esto, ¿seguirás comprando pilas descartables o tratarás de probar
con las recargables? Es tu decisión siempre cuidar el planeta.
Se denomina batería, pila o acumulador a los generadores de electricidad basados en
procesos químicos que se utilizan en dispositivos o mecanismos que requieren autonomía
de la red eléctrica.

El principio de funcionamiento está basado esencialmente en un proceso reversible


llamado reducción-oxidación (también conocida como redox), un proceso en el cual uno
de los componentes se oxida (pierde electrones) y el otro se reduce (gana electrones); es
decir, un proceso cuyos componentes no resultan consumidos ni se pierden, sino que
meramente cambian su estado de oxidación y, que a su vez, pueden retornar a su estado
original en las circunstancias adecuadas. Estas circunstancias son, en el caso de los
acumuladores, el cierre del circuito externo, durante el proceso de descarga, y la
aplicación de una corriente, igualmente externa, durante la carga.
Las pilas se componen, en general, de celdas electrolíticas que contiene dos placas de
metales distintos (cátodo y ánodo) separadas entre sí por una solución iónica (medio
conductor de electrones entre ambas placas).
Estas celdas se encuentran en un recipiente metálico o plástico. Para separar los elementos
activos contienen papel o cartón, además presentan plomo o cadmio para mejorar la
construcción, o mercurio para limitar la corrosión. La función del mercurio en las pilas
es la de almacenar las impurezas contenidas en las materias primas, que generan gases, y
que pueden perjudicar el funcionamiento y la seguridad de la pila.
Pero el mercurio, plomo y el cadmio no son los únicos elementos tóxicos para el medio
ambiente en las pilas y baterías. Dependiendo del tipo de pila, ésta puede además contener
zinc, manganeso y níquel.
El gran desafío de la sociedad moderna es cómo aprovechar esta magnífica fuente de
energía disminuyendo el impacto ambiental que producen su fabricación y su eliminación
una vez que se ha terminado su vida útil.
Las principales ventajas que tienen las baterías es que permiten alimentar con energía
eléctrica prácticamente cualquier dispositivo y al mismo tiempo almacenan la energía
cuando la red eléctrica no está disponible.
Las principales desventajas que tienen son su falta de eficiencia, lo costoso de su
fabricación y sobre todo, la contaminación ambiental:
Fabricar una pila consume 50 veces más energía de la que ésta produce y se calcula que
la corriente generada por cada pila es 450 veces más cara que la generada por la red
eléctrica
Alrededor del 30% de los materiales contenidos en pilas y baterías son tóxicos; si se trata
de pilas de óxido de mercurio su contenido tóxico es de 50%.
Las pilas de carbón-zinc (Heavy Duty) duran poco y son de baja toxicidad; las alcalinas
(dióxido de manganeso y zinc) duran más y son de toxicidad media. Estas dos clases de
pilas son las más comunes, se utilizan en juguetes, radios, cámaras, etc. Las pilas de botón
de mercurio y son altamente tóxicas, se utilizan en calculadoras, relojes, aparatos de
sordera; las de litio son altamente tóxicas, utilizadas en equipos de comunicación,
computadoras, celulares, entre otros. Otras pilas de botón son de zinc-aire y óxido de
plata. Existen también baterías de níquel-cadmio, níquel-metal hidruro, etc.
Se calcula que:
Una pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua
Una de zinc-aire, 12 mil litros
Una de óxido de plata, 14 mil litros
Una alcalina, 167 mil litros de agua
Una de carbón-zinc 3 mil litros
Para contaminar 6.5 millones de litros de agua se necesitarían sólo 11 pilas de botón de
óxido de mercurio o 40 alcalinas

Cómo se produce la contaminación


El problema para la salud en los seres humanos y animales que vivimos en este planeta
es que el inadecuado tratamiento de las baterías cuando termina su vida útil (incluirlas
dentro de los residuos domésticos o en el caso de equipos industriales no procesar su
destrucción en forma adecuada), es que sus componentes tóxicos se filtran en la
atmósfera, en la tierra, en las capas subterráneas de agua, en los ríos y mares y finalmente,
son absorbidos por los seres humanos causando daños a corto, mediano y largo plazo.
Las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo vertidas en basureros,
ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y en otros casos a terrenos baldíos, acequias,
caminos vecinales, causes de agua, etc. Para imaginar la magnitud de la contaminación
de estas pilas, basta con saber que son las causantes del 93% del Mercurio en la basura
doméstica, así como del 47% del Zinc, del 48% del Cadmio, del 22% del Níquel, etc.
Estas pilas sufren la corrosión de sus carcasas afectadas internamente por sus
componentes y externamente por la acción climática y por el proceso de fermentación de
la basura, especialmente la materia orgánica, que al elevar su temperatura hasta los 70º
C, actúa como un reactor de la contaminación.
Cuando se produce el derrame de los electrolitos internos de las pilas, arrastra los metales
pesados. Estos metales fluyen por el suelo contaminando toda forma de vida (asimilación
vegetal y animal).
El mecanismo de movilidad a través del suelo, se ve favorecido al estar los metales en su
forma oxidada, estos los hace mucho más rápido en terrenos salinos o con PH muy ácido.
Efectos para la salud
El mercurio es un posible cancerígeno y es bioacumulable. Una alta exposición puede
dañar el cerebro, los riñones y a un feto, provocando retraso mental, en el andar o el habla,
falta de coordinación, ceguera y convulsiones. El mercurio que se emite en los basureros
contamina el agua y la tierra, con lo que puede llegar a la comida pues se acumula en los
tejidos de peces.
El plomo puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo y no se
degrada. Cuando se libera al aire puede ser transportado largas distancias antes de
sedimentar. Se adhiere a partículas en el suelo y puede pasar a aguas subterráneas.
El litio es un neurotóxico y tóxico para el riñón. La intoxicación por litio produce fallas
respiratorias, miocardio, edema y estupor profundo. Daña al sistema nervioso, llegando a
estado de coma e incluso la muerte. El litio puede irse fácilmente al agua subterránea.
El cadmio es una sustancia cancerígena que si se respira a altos niveles produce graves
lesiones en los pulmones e ingerirlo produce daños a los riñones. En dosis altas puede
producir la muerte. Ingerir alimentos o tomar agua con cadmio irrita el estómago e induce
vómitos y diarrea. El cadmio entra al aire y al agua de fuentes como vertederos y derrames
de desechos domésticos y se puede viajar largas distancias.
El níquel tiene efectos sobre la piel. Respirar altas cantidades produce bronquitis crónica
y cáncer del pulmón y de los senos nasales. Se libera a la atmósfera por incineradores de
basura. En el aire, se adhiere a partículas de polvo que se depositan en el suelo.
Una pila alcalina puede contaminar hasta 100.000 litros de agua, dicha contaminación y
la acción de sus compuestos pueden llegar a originar en el ser
humano enfermedades relacionadas con el sistema nervioso, riñones o incluso cáncer.
Estas son las afirmaciones que realizan constantemente expertos de diferentes
asociaciones de todo el mundo, que alertan además sobre los daños a la salud que puede
causar la contaminación generada por una incorrecta gestión de este residuo.

Riesgo medioambiental

Los compuestos químicos tóxicos que contienen las pilas son el manganeso, zinc, cadmio
y mercurio, elementos que representan un grave riesgo para el medioambiente y la salud
en caso de su degradación y filtrado al subsuelo.

En contacto con el agua el mercurio de las pilas forma una sustancia llamada metil-
mercurio, un compuesto muy tóxico que se encuentra y concentra en las cadenas
alimenticias y provoca en el ser humano graves desórdenes del sistema nervioso. Las pilas
alcalinas, aunque indiquen un 0% de mercurio, contienen al menos un 0,5% de esta
sustancia, además de otros productos menos contaminantes.
Como ya indicamos, todas las pilas contienen cierta cantidad de metales pesados como
cadmio, mercurio, plomo... sustancias nocivas que representan un peligro potencial para
la salud y el medio ambiente, cuyos efectos, de forma resumida, podrían ser los siguientes:

Cadmio: los efectos tóxicos de este metal a bajas concentraciones se comprobaron hace
quince años. El organismo humano puede asimilar el 6% de la dosis que absorbe, el resto
puede acumularse en los riñones a lo largo de toda la vida, lo que puede producirles
lesiones graves e irreversibles. También produce hipertensión arterial, con riesgo de
infarto de miocardio y arterioesclerosis.
Mercurio: es el metal pesado contaminante más extendido en todo el planeta.
Transformado por ciertas bacterias y en condiciones favorables, se convierte en un
elemento muy tóxico. En caso de intoxicación producida por mercurio, los síntomas son:
fatiga, anorexia o adelgazamiento, dolores gastrointestinales y, también, trastornos
visuales y temblores. A la larga, el enfermo presenta trastornos psíquicos: estado de
excitación, pérdida de memoria, insomnio persistente y depresión, e incluso, desórdenes
mentales, coma y después la muerte.
Plomo: las pilas contienen una pequeña proporción de plomo. La intoxicación recibida
por el plomo se denomina saturnismo, que provoca: fatiga, dolores de cabeza, musculares
y de estómago, anorexia, estreñimiento y, en su fase más crítica, ‘cólico del plomo’, es
decir, calambres abdominales intensos, acompañados de náuseas, vómitos y presión
arterial elevada.

El problema de las "pilas pirata", cada vez menos

Un grave problema para el reciclaje de pilas es tener conciencia de que hay fabricantes,
cada vez menos, que consiguen evitar los controles de seguridad en la entrada a las
aduanas. Si una pila debe cumplir con un parámetro de 5 partes por millón de mercurio
(que es lo que marca la ley) en su fabricación, las ilegales tienen más de 1.000 partes de
mercurio por millón. Una cantidad altamente peligrosa y que además no es descubierta
hasta el momento de su reciclaje con el resto de pilas.
Actualmente, la gran mayoría de las empresas son estrictas en sus propios controles y
cumplen con la normativa, además, se afanan también en reciclar para evitar el malgasto
de materias primas primordiales que podrían escasear, son las mismas que contribuyen al
reciclaje.
Una parte importante de estas empresas creó en el año 2000 la Fundación para la Gestión
Medioambiental de Pilas "ECOPILAS", como respuesta del sector de pilas y baterías al
principio de corresponsabilidad de los productores sobre la gestión de los residuos
derivados de estos productos una vez llegados al final de su vida útil.
Los fundadores de ECOPILAS representan al 70% del sector en España, entre ellos:
· SONY ESPAÑA
· PHILIPS IBÉRICA
· ENERGIZER
· KODAK
· SAFT BATERIAS
· FUNDACIÓN ECOTIC
· ANGED (Asociación nacional de grandes empresas de distribución)

Legislación

Con el objetivo de implicar a los fabricantes en este proceso de reciclado de estos


productos, en 2008 entró en vigor un Real Decreto que establecía la responsabilidad del
productor en la gestión final del residuo, además de regular sus sistemas de gestión y
prohibir la comercialización de pilas que contengan metales pesados. También limitaba
los niveles de contenido en mercurio a un 0,0005% y cadmio a 0,002%.
Esta nueva legislación fijaba así mismo unos niveles de mínimos de recogida de estos
residuos de un 25 % para 2011, y un 45 % para 2015. En 2011 nuestro país alcanzó un
34%
Todas las pilas contienen cierta cantidad de metales pesados como cadmio, mercurio,
plomo... sustancias nocivas que representan un peligro potencial para la salud y el medio
ambiente. De forma resumida, los efectos de estos metales son:

Cadmio: los efectos tóxicos de este metal a bajas concentraciones se comprobaron hace
quince años. El organismo humano puede asimilar el 6% de la dosis que absorbe, el resto
puede acumularse en los riñones a lo largo de toda la vida, lo que puede producirles
lesiones graves e irreversibles. También produce hipertensión arterial, con riesgo de
infarto de miocardio y arterioesclerosis.

Mercurio: es el metal pesado contaminante más extendido en todo el planeta.


Transformado por ciertas bacterias y en condiciones favorables, se convierte en un
elemento muy tóxico. En caso de intoxicación producida por mercurio, los síntomas son:
fatiga, anorexia o adelgazamiento, dolores gastrointestinales y, también, trastornos
visuales y temblores. A la larga, el enfermo presenta trastornos psíquicos: estado de
excitación, pérdida de memoria, insomnio persistente y depresión, e incluso, desórdenes
mentales, coma y después la muerte.

Plomo: las pilas contienen una pequeña proporción de plomo. La intoxicación recibida
por el plomo se denomina saturnismo, que provoca: fatiga, dolores de cabeza, musculares
y de estómago, anorexia, estreñimiento y, en su fase más crítica, "cólico del plomo", es
decir, calambres abdominales intensos, acompañados de nauseas, vómitos y presión
arterial elevada.
En contacto con el agua el mercurio de las pilas forma una sustancia llamada metil-
mercurio, un compuesto muy tóxico que se encuentra y concentra en las cadenas
alimenticias y provoca en el hombre, como hemos visto; graves desórdenes del sistema
nervioso.
Las pilas alcalinas aunque indiquen un 0% de mercurio, contienen un 0,5% de esta
sustancia, además de otros productos menos contaminantes. Las pilas botón contienen
hasta un 30% de mercurio. En España se venden unos 10 millones de pilas botón al año.
El cadmio: es un elemento químico de número atómico 48 situado en el grupo 12 de
la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Cd. Es uno de los metales más tóxicos,
aunque podría ser un elemento químico esencial, necesario en muy pequeñas cantidades,
pero esto no está claro. Normalmente se encuentra enmenas de zinc y se emplea
especialmente en pilas.
El mercurio o azogue o?: es un elemento químico de número atómico 80. Su nombre y
abreviatura (Hg) Cuando aumenta su temperatura produce vapores tóxicos y corrosivos,
más pesados que el aire. Es dañino por inhalación, ingestión y contacto. Producto
muy irritante para la piel, ojos y vías respiratorias.
El plomo: es un elemento químico de la tabla periódica, cuyo símbolo
es Pb (del latin Plumbum) y su número atómico es 82 según la tabla actual. Es tóxico, y
la intoxicación por plomo se denomina saturnismo o plumbosis

Tirar una pila al agua, al basurero o al suelo puede representar el daño no sólo al planeta
sino a los descendientes mismos, a los hijos o a los nietos.
Un medio ambiente limpio y ríos y lagunas con aguas transparentes y sin contaminante
es responsabilidad de todos.
Es necesario ya realizar acciones concretas y verdaderas en la conservación de la
naturaleza, acciones que beneficiarán a todos independientemente del partido político, la
religión, la edad y el sexo que se tenga.
Alma Rosa Quiroz
Es urgente que todos los integrantes de la sociedad hagan lo que les corresponde para
evitar que el mundo siga siendo contaminado. Cada quién debe asumir el compromiso de
no tirar más una pila al basurero o al agua y en cambio depositarla en un contenedor.
Tirar una pila al agua, al basurero o al suelo puede representar el daño no sólo al planeta
sino a los descendientes mismos, a los hijos o a los nietos.
Un medio ambiente limpio y ríos y lagunas con aguas transparentes y sin contaminante
es responsabilidad de todos. Es necesario ya realizar acciones concretas y verdaderas en
la conservación de la naturaleza, acciones que beneficiarán a todos independientemente
del partido político, la religión, la edad y el sexo que se tenga.
Los grupos ecologistas deben hacerse presentes en todo momentos en estas actividades
de conservación y no solamente cuando se acuerdan de que hay un área verde a punto de
desaparecer.

Este día debe ser el idea para comenzar a mostrar una actitud de conservación del medio
ambiente, debe ser una actitud individual y de iniciativa propia y no la de esperar que otro
inicie para continuar otros después.
Este fin de semana como seguramente muchos otros, es muy posible que cientos de
familias vayan a divertirse a un río o laguna cercanos a la capital del estado, pero irán a
verlos solamente y no a meterse en ellos porque los reportes que se dan en los últimos
días es que esos cuerpos de agua ya están contaminados.
Es una pena que ya no se pueda chapotear en esos lugares como se hacía hace apenas
unos años. Es una pena que, a pesar de que la población está consciente del daño que
provoca la contaminación, ésta siga creciendo día a día.
Miles de personas se arremolinan los fines de semana de calor a la orilla de los ríos o
lagunas, cientos de ellas llevan radios, linternas, relojes e infinidad de artefactos que usan
pilas para poder funcionar.
Ojalá esas pilas no vayan a parar al fondo de esos cuerpos de agua.
Para evitar situaciones de este tipo, Diario de Xalapa, la Fundación “Salvemos el Agua”
y los ayuntamientos de Naolinco, Xalapa, Rafael Lucio y Perote exhortan a la población
a sumarse a la campaña permanente “Diario por la ecología”.
A la campaña se han unido ya más de 70 escuelas de la región cuyos alumnos y maestros
han comprendido que es urgente detener la contaminación de la tierra, del aire y del agua,
elementos de los que vive el ser humano.
Hoy como mañana y como siempre sería fantástico meterse a las aguas de un río o laguna
con la seguridad de que sus aguas no están contaminadas. Sería fantástico no tropezarse
en el fondo de esos cuerpos de agua con pilas, botellas e infinidad de basura.

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