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UNIDAD IX: SITUACION JURIDICA DEL IMPUTADO.

LIBERTAD COMO GARANTIA


EL IMPUTADO – CONCEPTO
Es la parte esencial del proceso penal, sobre quien recae la pretensión jurídico – represiva, imputado es
la persona indicada “de cualquier forma” como participe de un hecho delictuoso en cualquier acto de la
persecución penal dirigido en su contra y desde el primer momento de ella (art. 72 CPPN). A partir de
esa indicación gozara del derecho de defensa en todas sus manifestaciones y podra ejercer plenamente
los derechos que la ley acuerda al imputado. Por ello, el otorgamiento a una persona de calidad de
imputado, que significa reconocerlo como sujeto del proceso (y no mero objeto de persecución penal),
importa un indudable beneficio jurídico desde el punto de vista de su defensa. Y ello es asi, si se tiene en
cuenta que a partir de allí el sujeto es titular de un derecho que consiste en exigir la decisión del juez,
derecho este que se manifiesta a través de otras series de facultades y potestades que puede ejercer
desde el comienzo de cualquier acto persecutorio en su contra. De allí deriva que no sea un simple
sujeto pasivo, sino un sujeto esencial armado de poderes suficientes para resistir, en una posición de
igualdad, la pretensión represiva ejercida por el Ministerio publico fiscal.
IDENTIFICACION
La pretensión represiva del estado debe recaer sobre la persona que realmente ha cometido el delito;
debe establecerse que la persona sometida a juzgamiento es la misma que presuntamente ha
delinquido. Son los hombres los que delinquen, no sus nombres. En este caso lo que importa es la
correlacion entre el presunto infractor de la ley penal y el sometido a juzgamiento. Esta identidad física
debe ser cierta. –De allí que el art. 74 del CPPN establezca de manera expresa que: “La identificación se
practicara por las generales del imputado, sus impresiones digitales y señas particulares, por medio de la
oficina técnica respectiva, y cuando no sea posible porque el imputado se niegue a dar sus generales o
las de falsamente, se procederá a su identificación por testigos, en la forma prescrita para los
reconocimientos por los arts. 270 y ss., y por los otros medios que se juzguen oportunos”.
IDENTIDAD FISICA
Una vez establecida la identidad física del imputado poco importa la identificación nominal. Aun mas, si
no se tuviera ningun dato de su identidad nominal, el juez podrá ordenar que se lo tenga por
identificado de esta manera por numero o por cualquier otra manera conveniente (por ejemplo
“innominado”). En tal sentido señala el art. 75 CPPN: “Cuando sea cierta la identidad física de la persona
imputada, las dudas sobre los datos suministrados y obtenidos no alteraran el curso de la causa, sin
perjuicio de que se rectifiquen en cualquier estado de la misma o durante la ejecución”.
ADQUISICION DE LA CALIDAD. – Para adquirir la calidad de imputado se requiere una indicación que
puede provenir de un señalamiento expreso (Ejemplo: el requerimiento fiscal), o de un acto objetivo
que implique sospecha oficial (ejemplo: citación a prestar declaración indagatoria), o que genere
medidas de coerción (ejemplo: orden de detención), siempre que atribuya a una persona determinada –
identificada o identificable – alguna forma de participación (autoria, coautoría, complicidad necesaria o
secundaria, o instigación) en un delito.
CESACION DE LA CONDICION
La calidad del imputado cesa por sentencia condenatoria, o absolutoria, o sobreseimiento firmes;
también por el archivo de las actuaciones en la investigacion fiscal.
CAPACIDAD PROCESAL
La capacidad procesal es la aptitud para poder ser imputado (capacidad de ser parte) o a la aptitud para
intervenir válidamente en el Proceso Penal. – En consecuencia tenemos:
1) Capacidad de ser parte (aptitud para asumir la condición de sujeto de la relacion procesal penal)
2) Capacidad de intervenir (aptitud para intervenir válidamente en el proceso)
En el primer aspecto, es la aptitud de asumir la condición de imputado; por los principios básicos del
derecho penal solo pueden ser sujeto activo de una conducata típica las personas físicas vivas,
congruente con los principios de culpabilidad.
Bajo el segundo aspecto, la capacidad procesal del imputado es la aptitud de entender, querer y obrar
válidamente, la cual hace posible que intervenga en el efectivamente, en condiciones psíquicas que
aseguren el ejercicio de su derecho de defensa.
Si bien la inimputabilidad y la capacidad para intervenir en el proceso son conceptos que no se
identifican, puesto que pertenecen a dos esferas jurídicas diversas, ambas instituciones reposan en la
salud y en la madurez mental del imputado, es decir, tienen una base común que se conecta con fines
distintos.
Asi, diversos son los motivos de incapacidad del imputado; a veces resulta de su cierta o presunta
inimputabilidad penal, y otras es la consecuencia de una enfermedad mental sobreviviente:
- MENOR INIMPUTABLE: Son aquellas personas menores de 16 años estas no son punibles, es decir no
son pasibles de penas.
De esto resulta que la presunción iure et de iure de inimputabilidad debe estimarse que protege a los
que no hayan cumplido los 16; estos son doblemente incapaces: de adquirir la condición de imputado y
de intervenir válidamente en el proceso; su incapacidad procesal es una consecuencia de las previsiones
de la ley sustantiva. De allí, que el juez no puede realizar investigacion alguna de carácter psicológico
para establecer el discernimiento real de menor. Bastara la simple verificación de una edad inferior a
ese limite para que la accion no pueda ser legalmente promovida o proseguida.
- MENOR IMPUTABLE: Si el menor tuviere menos de 18 años, sus derecho de parte podrán ser
ejercidos también por sus padres o tutor. La integración aquí no es forzosa sino facultativa. El
imputado tiene en principio capacidad para defenderse, puesto que, siendo imputable, se puede
presumir un desarrollo mental a ese fin suficiente, sin perjuicio de que el padre o el tutor ejerzan el
derecho de intervenir en el proceso, caso en que al actuante corresponden los derechos del
imputado. En realidad, son ellos los que juzgan sobre la capacidad intelectual de aquel para
defenderse; pero la ley no crea una verdadera incapacidad, estando en esto de acuerdo con el
código civil.
- DEMENCIA PROBABLE: Cuando se presuma una demencia, será necesario el dictamen de
especialistas, se adoptaran las medidas provisionales de seguridad, sus derecho de parte serán
ejercidos por el curador nombrado, y si se comprueba que la era al momento de cometer el hecho,
será sobreseído por inimputabilidad (arts. 34/35 CP).
- DEMENCIA SOBREVINIENTE: Si durante el proceso sobreviniere la probable demencia se suspenderá
el proceso o se sobreseerá.
La incapacidad procesal se funda en la imposibilidad del imputado, sin facultad para entender y querer,
de ejercer su actividad defensiva (art. 18 CN)
No se puede cumplir válidamente la declaración de imputado en el juicio plenario existiendo demencia,
sin embargo deben realizarse todos los restantes actos instructorios y/o respecto de los otros
imputados.
Sobreseído, se impondrá las medidas de seguridad que duraran, el tiempo en que se encuentra vigente
el proceso. Si se extingue la accion penal, desaparecerán pero se podrán disponer medidas tuitivas (un
curador) o derivar la cuestion de la incapacidad a la sede civil para el tramite pertinente, lo que no
puede ocurrir es que las medidas de seguridad duren sine die. El tribunal de sentencia será responsable
del cuidado y evolución de la persona, respecto a la medida de seguridad.
PRESENTACION ESPONTANEA
ART. 279 CPPN: La persona contra la cual se hubiera iniciado o este por iniciarse un proceso, podrá
presentarse ante el juez competente a fin de declarar. Si la declaración fuere recibida en la forma
prescripta para la indagatoria, valdra como tal a cualquier efecto. La presentación espontanea no
impedirá que se ordene la detención, cuando corresponda.
Los autores han coincidido en que la presentación espontanea es un derecho acordado al imputado, es
decir, que el presupuesto para comparecer voluntariamente ante el juez competente, es revestir la
calidad de imputado. Quien no reviste dicha calidad, al momento de presentarse espontáneamente, no
podrá ser admitido a exponer sus disculpas.
CITACION. – ART. 282 CPPN: Cuando el delito que se investigue no este reprimido con pena privativa de
la libertad o parezca procedente una condena de ejecución condicional, el juez, salvo los casos de
flagrancia, ordenara la comparecencia del imputado por simple citación.
Si el citado no se presentare en el termino que se le fije ni justificare un impedimento legitimo, se
ordenara su detención.
Procede respecto de la persona contra la que se haya iniciado un proceso y a fin de recibirle declaración
indagatoria o de imputado, para que manifieste todo lo que tenga por conveniente en su descargo o
aclaración de los hechos, y a indicar las pruebas que estime oportunas. Es decir, que la comparecencia
del imputado es para darle oportunidad de ejercer su derecho de defensa material y nombrar abogado
defensor.
Si la citación es ordenada por el juez, deberá practicarse con las formas establecidas para las
notificaciones. Cuando la persona que deba notificar este fuera de la sede del Tribunal, la notificación se
practicara por intermedio de la autoridad judicial que corresponda.
ARRESTO. - A diferencia del resto de las formas de coerción personal, el arresto se presenta como una
medida inicial que no se dirige contra una persona determinada, sino contra varias, entre las que
probablemente se encuentre el autor de delito. Será utilizada toda vez que, habiendo varias personas en
el lugar de los hechos, no exista información que permita individualizar al culpable o a los participes.
El arresto se presenta como una medida subsidiaria, pues podrá ser utilizada solo en aquellos casos en
que no sea posible ni conveniente, para el éxito de la investigacion, limitarse a ordenar a las partes que
no se alejen del lugar en el que se hallan.
ART. 281 CPPN: Cuando en el primer momento de la investigacion de un hecho en el que hubieran
participado varias personas no sea posible individualizar a los responsables y a los testigos, y no pueda
dejarse de proceder sin peligro para la instrucción, el juez podrá disponer que los presentes no se alejen
del lugar ni se comuniquen entre si antes de prestar declaración y, aun ordenar el arresto si fuere
indispensable.
Ambas medidas no podrán prolongarse por mas tiempo que el estrictamente necesario para recibir las
declaraciones, a lo cual se procederá sin tardanza y no duraran mas de 8 horas. Sin embargo, se podrá
prorrogar dicho plazo por 8 horas mas, por auto fundado, si circunstancias extraordinarias asi lo
exigieran.
Vencido esta plazo podrá ordenarse, si fuere el caso, la detención del presunto culpable.
DETENCION. – Es el estado de privación de libertad dispuesto por el Agente Fiscal o por el Juez de
Instrucción dirigido hacia quien se sospecha que ha cometido un delito reprimido con una pena que no
haga posible una condena de ejecución condicional, cuando haya motivos para presumir fundadamente
que no cumplirá la orden de citación, o que intentara destruir los rastros del hecho o ponerse de
acuerdo con sus posibles complices, o que inducirá falsas declaraciones testificales, a fin de que
comparezca inmediatamente y evitar todas aquellas acciones posibles.
En principio la detención procede solo respecto de los delitos penados con pena privativa de libertad.
Sin embargo, también será procedente, como medida indirecta, cuando el citado no se hubiera
presentado en la fecha y lugar fijado, a los fines de que preste declaración ante el juez.
La declaración puede ser ordenada cuando el instructor compruebe su necesidad. Por eso se dice que la
medida queda librada, bajo cierto punto, a un criterio de discrecionalidad del juez.
ART. 283 CPPN: Salvo lo dispuesto en el art. 282, el juez librara orden de detención para que el
imputado sea llevado a su presencia, siempre que haya motivo para recibirle indagatoria.
La orden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para identificarlo
y el hecho que se le atribuye, y será notificada en el momento de ejecutarse o inmediatamente después,
con arreglo al art. 142.
Sin embargo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la roden verbal o telegráficamente,
haciéndolo constar.
DETENCION SIN ORDEN JUDICIAL
ART. 284. – Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de detener, aun sin orden judicial:
1) Al que intentare un delito de accion publica reprimido con pena privativa de libertad, en el momento
de disponerse a cometerlo.
2) Al que fugare, estando legalmente detenido.
3) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes de culpabilidad, y exista
peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigacion y al solo efecto de
conducirlo ante el juez competente de inmediato para que resuelva su detención
4) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de accion publica reprimido con
pena privativa de libertad
Tratándose de un delito cuya accion dependa de instancia privada, inmediatamente será informado
quien pueda promoverla, y si este no presentare la denuncia en el mismo acto, el detenido será puesto
en libertad.
PROCEDIMIENTO DE FLAGRANCIA EN EL CPPCH
El mismo se encuentra contemplado en el código procesal provincial en el art. 436 bis, que regula la
procedencia de ese instituto (para que tipo de delitos se considere que es procedente el procedimiento
de flagrancia) y regula asimismo la primera audiencia del procedimiento, que se denomina “audiencia
de detención y acuerdo”.
Cabe recordar al respecto que se considera flagrante el delito, cuando su autor es sorprendido en el
momento de cometerlo o inmediatamente después mientras sea perseguido por la fuerza publica, por el
perjudicado o el clamor publico, o mientras tenga objetos o presentes rastros que hagan presumir
vehementemente que acaba de participar en un delito.
Dicha figura abarca tres modalidades: a) LA FLAGRANCIA PROPIAMENTE DICHA (cuando se esta
cometiendo el hecho delictual; b) LA CUASI FLAGRANCIA (momento inmediatamente posterior, la
persecución por parte de alguno de los sujetos contemplados en el ordenamiento); c) LA FLAGRANCIA
PRESUNTA (presencia de huellas o rastros de haber participado en el hecho delictuoso o tiene en su
poder objetos vinculados).
No cabe lugar a dudas que esas situaciones de flagrancia, constituyen una excepción a la regla del art. 18
de la CN, que reza que nadie puede ser detenido sin orden escrita de autoridad competente; pero
debemos tener a su vez en cuenta, que nuestra Constitucion Provincial, la contempla como excepción a
esa regla al establecer en su art. 21 que “ninguna persona, salvo el caso de ser sorprendida en flagrante
delito, podra ser detenida sin orden escrita de autoridad competente…”. Por otra parte resulta lógico
señalar, que si nuestra Carta Magna nacional expresamente autoriza expresa la aprehensión en
flagrancia de los legisladores (art. 69 CN) a pesar de las inmunidades que los mismos gozan, no habría
una razón legal ni lógica para negarla respecto de quien no goza de tales privilegios.
En cuanto al fundamento de la aprehesion en flagrancia, es evitar el daño jurídico que se produciría
cuando la libertad del imputado o sospechado de un ilícito penal constituya un peligro para la
consecución del interes social, que en el proceso penal se encuentra representado a través de sus fines:
averiguación de la verdad y actuación de la ley penal, preservar la prueba y garantizar el sometimiento a
proceso del sospechoso.
Concretamente el mencionado art. 436 bis del CPPCH introducido por ley Nº 7143, establece:
“Procedencia. Audiencia de detención y acuerdos. En los casos en que se procediera a la aprehensión in
fraganti del prevenido, conforme regulan los arts. 274 y 275, y siempre que se trate de delitos dolosos
de accion publica cuyo máximo no supere la escala penal prevista en abstracto de 15 años de prisión o
concurso de delitos que no superen dicho monto, el Fiscal de investigacion formara las actuaciones en el
plazo de 3 dias hábiles de aquella y presentara al imputado frente al juez de garantías y con la presencia
de las partes. Se efectuara el procedimiento previsto en los arts. 258, 259, 260, 304 y concordantes y se
revisara, con vista a las partes, la condición de detención del imputado de acuerdo con la normado por
el art. 280. En dicha audiencia del juez de garantías declarara el caso como en flagrancia y en caso de
que el fiscal disponga la prisión preventiva, la defensa podrá oponerse inmediatamente a esta decisión,
asi como a la declaración de flagrancia. El juez deberá resolver ambas cuestiones en la misma audiencia
y su decisión será recurrible a través del recurso de apelación.
La instancia de querellante particular solo podrá formularse ante el fiscal de investigacion, desde la
iniciación de las actuaciones y hasta la finalización de la primera audiencia, y en caso de rechazo u
oposición, se resolverá en esa audiencia, previa vista a las partes. No procederá la constitución de accion
civil en este tipo de procedimiento especial.
En caso de complejidad probatoria el juez de garantías declarara inaplicable el procedimiento y la causa
continuara su tramite mediante investigacion penal preparatoria regulada en este código, salvo que el
imputado manifieste su decisión de continuar siendo sometido al proceso de flagrancia.
En esta única oportunidad el imputado con la asistencia de su defensor deberá optar por la aplicación de
los siguientes institutos:
1) SUSPENSION DEL PROCESO A PRUEBA. El juez de garantías correra vista a las partes y sin mas
tramite, resolverá. El dictamen fiscal tendrá carácter vinculante y deberá ser debidamente fundado.
La denegatoria será recurrible a través del recurso de apelación.
2) EN CASO DE PETICIONAR EL JUICIO ABREVIADO, será remitido al tribunal de juicio que corresponda
según su competencia criminal, correccional o de menores, en un plazo máximo de 2 dias hábiles,
procediéndose en los demás como regula el art. 413 y concordante.
3) MEDIACION O CONCILIACION
4) PROCEDIMIENTO DIRECTISIMO
Ahora bien, lo que se intento al menos a través de esa regulación del proceso de flagrancia a nivel
provincial, es a acortar los plazos de duración de muchas causas judiciales que no ameritan extensas
demoras que de hecho ocurren en la practica, descomprimiendo asi también la actividad de fiscalías y
juzgados.
En tal sentido, el hecho de abordar – tal como lo establece ese art. 436 bis -, en una primera audiencia
oral la resolucion de aquellas cuestiones que impliquen inclusive imposición de alguna medida cautelar
– prisión preventiva del imputado -; hace que primen y cobren relevancia criterios de sencillez,
informalidad, brevedad, y se apliquen en forma efectiva principios de publicidad, concentración,
contradictorio e inmediación; volviendo asi a poner a la persona del imputado, y no a unos cuantos
papeles, en el centro de la escena, desterrando asi para siempre la perniciosa delegación funcional, que
impide el contacto entre el afectado por una decisión y quien la va a adoptar.
En cuanto a lo que concretamente surge del análisis de la norma antedicha, podemos decir que la
principal limitación que la misma establece, es en cuanto al limite máximo punitivo requerido para su
aplicación (delitos con pena máxima de 15 años de prisión o concurso de delitos con ese máximo de
pena).
Por otra parte, en la que respecta al tramite en si mismo, el fiscal de investigacion deberá formar las
actuaciones dentro de los 3 dias hábiles desde la aprehensión del imputado (se le hace además designar
defensor de confianza o se le designa en su defecto defensor oficial). Luego de ello deberá presentar al
encausado en primera audiencia ante el juez de garantías.
En el marco de dicha audiencia, se le deberá informar al imputado – con la presencia de su defensor –
cual es el hecho que se le acusa y las pruebas obrantes en su contra, y que puede declarar o abstenerse
de hacerlo. Si decide declarar, se lo invitara a manifestar todo lo que haga a su descargo y a ofrecer la
prueba que acrediten sus dichos que estime oportunas.
Dicha audiencia constituye el primer momento en que el juez de garantías tomara contacto directo con
el aprehendido, y en base al hecho atribuido al mismo, deberá resolver dos cuestiones: a) Declarar – o
no – el caso como flagrancia – a lo que la defensa puede oponerse inmediatamente en esa misma
audiencia; b) En caso de que el fiscal disponga la prisión preventiva, la defensa también podrá oponerse
inmediatamente y el juez deberá resolver en consecuencia. La decisión que adopte el magistrado sobre
cualquiera de ambas cuestiones (declaración de flagrancia o mantenimiento de la prisión preventiva),
serán recurribles a través de recurso de apelación.
Es lo que hace a la posible intervención del querellante particular, la instancia respectiva será deducida
ante el fiscal de investigacion desde el inicio de las actuaciones y hasta la finalización de esa primera
audiencia. A diferencia de lo que ocurre en el procedimiento ordinario en el que el querellante
particular puede constituirse como tal hasta el momento de la clausura de la investigacion penal
preparatoria; aquí, por razones de celeridad del mismo proceso, se acota ese termino, limitándolo a la
finalización de esa primera audiencia.
Asimismo deberá tenerse presente que se encuentra vedado a la parte damnificada el constituirse como
acto civil en este tipo de proceso de flagrancia; ello asi por tratarse de un sujeto adjunto, secundario en
el proceso penal, y que en el caso, razones de celeridad no tornan conveniente su intervención.
Siguiendo con el desarrollo de tal audiencia, debe tenerse presente que el juez de garantías debe
declarar si resulta de aplicación o no el procedimiento de flagrancia. – Si en tal sentido considera que no
corresponde aplicar dicha modalidad de proceso, asi lo debe declarar y la causa continuara su tramite
mediante la investigacion penal preparatoria habitual, salvo que sea el propio imputado quien
manifieste – en esa audiencia – su voluntad expresa de continuar siendo sometido al proceso de
flagrancia. – Por otra parte, en esa única oportunidad, el imputado podrá hacer uso: 1) De la aplicación
de la suspensión de juicio a prueba. – en cuyo caso el juez correra vista a las partes y sin mas tramite
resolverá. El dictamen del fiscal tiene un carácter vinculante, y la decisión que adopte el juez denegando
el planteo podrá ser recurrida por el imputado o su defensor via apelación; 2) Podra también peticionar
el juicio abreviado, en cuyo caso el juez de garantías lo remitirá al tribunal que corresponda para su
juzgamiento, en un plazo máximo de 2 dias hábiles; 3) Podra optar y solicitar el tramite de mediación o
conciliación, si correspondiere; 4) Podra solicitar asimismo la aplicación del procedimiento directísimo
que establece el art. 436 ter.
Posteriormente a lo largo del presente programa volveremos sobre las figuras de suspensión de juicio a
prueba o “probation”, Juicio abreviado y los procedimientos de mediación y conciliación. Si resulta
oportuno abordar en que consiste ese procedimiento directísimo establecido por el art. 436 ter del
mismo rito provincial.
Tal como surge dicha norma, dicho procedimiento consiste en que una vez celebrada esa primera
audiencia del proceso de flagrancia, en el marco de la misma, el juez de garantias a pedido del
imputado, podrá conceder la aplicación de un procedimiento especial (el directísimo), y en consecuencia
– si ello ocurre – en esa misma audiencia y sin solución de continuidad, el fiscal de investigaciones
formulara la acusación en forma oral mediante el requerimiento e inmediatamente se remitirá las
actuaciones ante el tribunal de juicio; el cual en un plazo de hasta 5 dias hábiles desde la aprehensión
llevara a cabo una primera audiencia. En esa primera audiencia, las partes ofrecerán las pruebas a
producirse en el debate, que podrán ser aceptadas o rechazadas por el tribunal (si se rechaza alguna
prueba queda expedito el recurso de reposicion, lo único que se pueden formular son las reservas de
casación pertinentes). En caso de la prueba cuya produccion se declare pertinente y útil y que pueda
demandar – esa produccion – mas tiempo, el mismo no excederá los 10 dias hábiles. Y allí mismo – en
esa primera audiencia – ya se notifica a las partes la fecha y hora de realización de la segunda audiencia,
a celebrar dentro de los 15 dias hábiles de haber tenido lugar la aprehensión en flagrancia. Por su parte
esa segunda audiencia a la que se hace referencia – a celebrar dentro de los 15 dias hábiles de haber
sido detenida la persona en flagrancia -, es la denominada “audiencia de finalización”, prevista por el
art. 436 quater, y que no es otra cosa que la audiencia de debate del juicio común, con las mismas reglas
y los mismos alcances que cualquier audiencia de debate.
Dicho en otros términos y para concluir: como corolario de ese procedimiento, un sujeto detenido de
flagrancia, se encontraría en una audiencia de debate dentro de los 15 dias a contar de su detención
(algo absolutamente impensado en nuestro anterior sistema procesal penal provincial). Señalado al
respecto, que si bien el procedimiento directísimo se caracteriza por ser sumarísimo, ello de ninguna
manera es óbice para que se respeten los principios vigentes en materia probatoria; lo que si se tiende a
evitar, son las demoras injustificadas e innecesarias en la implementación del proceso.
REBELDIA DEL IMPUTADO
CASOS EN QUE PROCEDE: ART. 288 CPPN: Sera declarado rebelde el imputado que sin grave y legitimo
impedimento no compareciere a la citación judicial, o se fugare del establecimiento o lugar en que se
hallare detenido, o se ausentare, sin licencia del tribunal, del lugar asignado para su residencia.
DECLARACION: ART. 289 CPPN – Transcurrido el termino de la citación o comprobada la fuga o la
ausencia, el tribunal declarara la rebeldía por auto y expedirá orden de detención, si antes no se hubiere
dictado.
EFECTOS SOBRE EL PROCESO: ART. 290 CPPN – La declaración de rebeldía no suspenderá el curo de la
instrucción. Si fuere declarada durante el juicio, este se suspenderá con respecto al rebelde y continuara
para los demás imputados presentes.
Declarada la rebeldía, se reservaran las actuaciones y los efectos, instrumentos o piezas de convicción
que fuere indispensable conservar.
La accion civil podrá tramitarse en la sede respectiva. Cuando el rebelde comparezca, por propia
voluntad o por fuerza, la causa continuara según su estado.
EFECTOS SOBRE LA EXCARCELACION Y LAS COSTAS: ART. 291 CPPN – La declaración de rebeldía
implicara la revocatoria de la excarcelación y obligara al imputado al pago de las costas causadas por el
incidente.
JUSTIFICACION: ART. 292 CPPN – Si el imputado se presentare con posterioridad a la declaración de su
rebeldía y justificare que no concurrio hasta ese momento a la citación judicial debido a un grave y
legitimo impedimento, aquella será revocada y no producirá los efectos previstos en el art. Anterior.
DECLARACION INDAGATORIA
El principio constitucional de la inviolabilidad de la defensa en juicio, ha sido interpretado como la
posibilidad, entre otras cosas, de que al imputado se le asegure el ser oído, la audiencia y la prueba. De
lo que se deriva que esta interpretación constitucional del principio permite afirmar, como primera
conclusión de la “posibilidad de ser oído” u otorgar la oportunidad para ser oído es un derecho del
imputado con rango constitucional. Pero por otra parte, tal como se encuentra reglamentada la
declaración del imputado, se sostiene que su silencio no implica presunción de culpabilidad en su
contra, ello en virtud del estado jurídico de inocencia del que goza el imputado conforme al art. 18 CN.
Esto entendemos que es asi, por cuanto si el imputado juzga conveniente para sus intereses defensivos
guardar silencio, seguirá siendo inocente mas alla de lo que pueda pensar el hombre común. El silencio
del inocente es meramente silencio, sigue siendo inocente.
Tenemos entonces dos elementos fundamentales surgidos de la constitución para fundar la oportunidad
que se le otorga al imputado para ser oído, y la facultad de este de no declarar sin que ello implique
ninguna presunción de culpabilidad en su contra. El razonamiento culmina con este ultimo argumento:
Si la potestad represiva del Estado surge por la presunta infraccion a una norma penal, y se dirige contra
una determinada persona; debe admitirse que esa pretensión represiva se haga saber a la persona
contra quien se dirige, para que esta pueda en esa oportunidad “ser oído”, si asi desea hacerlo o guardar
silencio. La oportunidad ya ha sido brindada. Pero como derecho que pertenece al imputado, este podrá
elegir también la oportunidad para ser oído, tantas veces como lo requiera su defensa.
De lo expuesto entonces concluimos que la indagatoria tiene jerarquía constitucional, que se trata de un
medio de defensa del imputado, que ello surge de la interpretación armonica de los diversos postulados
constitucionales, y nos sirven de premisa en el desarrollo del tema.
En tal sentido debemos tener presente que en los primeros momentos de la investigacion y recibida ya
la declaración indagatoria, en los códigos tradicionales del procedimiento penal mixto, el tribunal debe
pronunciar un merito que determine la situación procesal del imputado. Se trata de una declaración
provisional que puede ser incriminadora o dubitativa, según que haya merito suficiente o que falte el
merito para pronunciar el procesamiento. Esto no impide que pueda sobreseerse antes de determinar la
situación del imputado, y aun antes de ser indagado conforme a esos códigos y a los mas modernos que
han receptado con mayor amplitud el principio acusatorio.
Como el imputado podrá ejercer su defensa guardando silencio, esta actitud (el silencio) no podrá ser
utilizada como presunción de culpabilidad en su contra, aspecto del que debe ser informado
debidamente por el órgano que lleva adelante el acto.
Por cierto, que aquella información abarcara la mención de cual es el delito por el que la declaración se
recibirá: es decir, tendrá que consignar el encuadramiento legal (aun provisorio) de los hechos, para
permitir un ejercicio eficaz de la defensa que comprende, no solo el aspecto factico, sino también el
jurídico. Además no debe olvidarse que la atribución de un delito (no de un mero hecho) es el único
“titulo” que tiene el estado para someter a un ciudadano a un procedimiento penal (proyección procesal
del principio de reserva de la ley penal).
NATURALEZA JURIDICA
La declaración del imputado es un medio de defensa y no un medio de prueba.
Contrariamente a lo que fue en su origen histórico (y a lo que mas o menos íntimamente todavía
muchos piensan) existe, no para que aquel confiese, ni para lograr pruebas en su contra, sino para que
(finalidad totalmente opuesta) pueda ejercitar su defensa material. Sin embargo, en la practica es
frecuente observar que se intenta lograr por esta via la confesión del imputado, o por lo menos,
contradicciones o incoherencias que desvirtúen la defensa material que este efectuando. Se pretende
asi ignorar que la declaración del imputado es un acto voluntario por cuanto también es voluntaria su
abstención, ya que aquel no debe probar nada, sino que corresponde que a el se le acredite su
culpabilidad.
PROCEDENCIA Y TERMINO
ART. 294 CPPN - Cuando hubiere motivo bastante para sospechar que una persona ha participado en la
comisión de un delito, el juez procederá a interrogarla; si estuviere detenida, inmediatamente, o a mas
tardar en el termino de 24 horas desde su detención. Este termino podrá prorrogarse por otro tanto
cuando el magistrado no hubiere podido recibir la declaración o cuando lo pidiere el imputado para
designar defensor.
FORMALIDADES PREVIAS. ART. 298 CPPN: Terminado el interrogatorio de identificación, el jue
informara detalladamente al imputado cual es el hecho que se le atribuye, cuales son las pruebas
existentes en su contra y que puede abstenerse de declarar, sin que su silencio implique una presunción
de culpabilidad.
Si el imputado se negare a declarar, ello se hara constar en el acta. Si rehusare suscribirla, se consignara
el motivo.
FORMA DE LA INDAGATORIA. ART. 299 CPPN: “Si el imputado no se opusiere a declarar, el juez lo
invitara a manifestar cuando tenga por conveniente en descargo o aclaración de los hechos y a indicar
las pruebas que estime oportunas. Salvo que aquel prefiera dictar su declaración, se le hara constar
fielmente; en lo posible, con sus mismas palabras.
Después de esto el juez podrá formular al indagado las preguntas que estime convenientes, en forma
clara y precisa, nunca capciosa o sugestiva. El declarante podrá dictar las respuestas, que no serán
instadas perentoriamente. El ministerio fiscal y las defensores tendrán los deberes y facultades que les
acuerden los art. 198 y 203.
Si por la duración del acto se notaren signos de fatiga o falta de serenidad en el imputado, la declaración
será suspendida hasta que ellos desaparezcan”.
Cabe aclarar que en este estadio de la indagatoria, se debe escuchar fielmente al imputado, y en lo
posible, transcribir textualmente su declaración. Debe dejárselo hablar con importunarlo, siempre y
cuando se refiere al objeto procesal de la intimación previa cabe recordar asimismo, que es nula la
declaración indagatoria que omite interrogar al imputado sobre cada uno de los hechos que en concurso
material se le reprochan, pues previamente al acto de la declaración “la intimación debe ser completa” y
circunstanciada a efectos de que el imputado la comprenda en toda su extencion, pues si el recaudo no
es satisfecho se compromete la estructura de la indagatoria, que podria ser nulificada, y
consecuentemente la de todos los actos subsiguientes.
Cuando el imputado se abstiene de prestar declaración, el acto concluye allí mismo; se firma y se cierra
el acta. En cambio, cuando el imputado decide declarar sobre el hecho que se investiga, el secretario
deberá dar lectura a todo lo consignado en el acta – sin perjuicio de que la lean el imputado o su
defensor -, bajo sanción de nulidad. La omisión de la lectura de la indagatoria produce la nulidad del
acto. Luego de ello, el acta será suscripta por todos los presentes; mas si alguno de ellos no pudiere o no
quisiere hacerlo, esto se hara constar y no afectara a la validez del acto, que susbsistira con la firma del
juez y del secretario.
Si el imputado ignorase el castellano, se deberá nombrar un interprete. El declarante podrá escribir su
declaración, la que se insertara en el expediente junto con la traducción. El nombramiento del
interprete es necesario aun cuando el juez tenga conocimiento de la lengua o dialecto a interpretar.
Si el imputado fuere un sordomudo, se nombrara un interprete o un maestro de sordomudos o, a falta
de estos, a alguien que sepa comunicarse en el interrogado.
Finalmente, si se tratare de un ciego se le hara saber que podrá hacer leer su declaración por una
persona de su confianza.
Cuando los imputados en la misma causa sean varios, las indagatoria se recibirán separada y
sucesivamente, evitándose que se comuniquen antes de que todos hayan declarado.
GARANTIAS. – El imputado podrá declarar en ausencia de su defensor, siempre que manifestare
expresamente su voluntad en tal sentido, dejando constancia. También podrá abstenerse de declarar
En ningun caso se le requerirá juramento o promesa de decir verdad, ni se ejercerá contra el coaccion o
amenaza, ni medio alguna para obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar contra su voluntad, no se le
harán cargos ni reconvenciones tendientes a obtener su confesión, bajo pena de nulidad.
Las normas procesales que regulan la produccion de este acto están todas incluidas en el orden publico,
por lo que cualquiera de las exigencias que fuere violada lleva a la nulidad del acto, con las consiguientes
responsabilidades.
En efecto, si bien el proceso debe consultar en todos los casos el interes colectivo de la seguridad como
garantia, también debe hacerlo con la libertad del individuo sometido al proceso. El equilibrio es la única
forma de preservación. Por ello, como en este acto indagatorio un hombre – una persona – esta
sometido a una verdadera limitación de libertad se deben aumentar todas las garantías.
Por ello la ley impone abrir el acto inmediatamente si el imputado esta privado de libertad, o dentro de
las 24 horas a contar del momento de su detención. Pudiendo prorrogar este termino solo cuando el reo
lo pida para designar defensor o cuando el tribunal por recargo de trabajo u otra causa extrema no
puede cumplir en ese lapso.
OPORTUNIDAD Y AUTORIDAD RECEPTORA
Esta declaración indagatoria debe necesariamente prestarse en el periodo instructorio, y sin ella, o sin
haber creado la oportunidad para ello por fijación de audiencia para el acto, aun cuando el reo se niegue
a ello, el proceso no puede seguir su curso por cuanto son nulos todos los actos de los cuales ella es su
presupuesto.
Por consiguiente su autoridad receptora es, en primer lugar, el juez de instrucción para cuando el la
convoca, como para todas las veces que el reo quiera ampliarla voluntariamente y para ello lo pida al
tribunal.
Ese acto debe producirse nuevamente con todas las garantías citadas y con las formalidades explicadas,
por el “tribunal del juicio”, una vez abierto el debate.
Y si el imputado se niega a producirla, el tribunal ordenara la lectura de todos sus dichos anteriores.
Al final del juicio, sobre el cierre para sentencia, la ley otorga una nueva oportunidad para declarar al
reo, cuya forma no puede ser sino la de la indagatoria. Ello aun cuando en definitiva sea voluntaria y un
alegato por sobre el de la defensa letrada.
INCOMUNICACION. – La incomunicación del detenido es el acto policial o jurisdiccional por el cual se
priva al imputado de tener contacto con determinadas personas, en los casos de delitos graves por
temer fundadamente que se acordara con sus complices o de otro modo pondrá obstáculos a la
investigacion.
El juez tendrá la facultad de incomunicar al detenido, cuando concurran los requisitos del art. 213, por
un plazo no mayor a 48 horas, salvo prorroga que por otro tanto podrá ordenar el juez de instrucción,
por decreto fundado.
PROCESAMIENTO EN EL ORDEN FEDERAL. CONCEPTO
En las primeros momentos de la investigacion y recibida y la declaración indagatoria, en los códigos
tradicionales del procedimiento penal mixto, el tribunal debe prenunciar un merito que determine la
situación procesal del imputado. Se trata de una declaración provisional que puede ser incriminadora o
dubitativa, según que haya merito suficiente o que falte el merito para pronunciar el procesamiento.
Esto no impide que puede sobreseerse antes de determinar la situación del imputado, y aun antes de
ser indagado conforme a esos códigos y a los mas modernos que han receptado con mayor amplitud el
principio acusatorio.
Nos referimos a una resolucion instructoria del órgano jurisdiccional, con fundamento en las actividades
previas de los tres sujetos fundamentales del proceso. En realidad se trata del fundamental merito que
el tribunal debe hacer ante la pristina imputación contestada, para orientar el proceso, desde el
comienzo, hacia la acusación o hacia el sobreseimiento.
Es una resolucion provisional que puede ser revocada y reformada aun de oficio, en el sentido de que
durante la instrucción puede transformarse de incriminadora en desincriminadora y viceversa, conforme
al cambio de las circunstancias. Esas modificaciones pueden ser totales o parciales; pero no se puede
llegar a la acusación sin procesamiento, y si al sobreseimiento no obstante existir el procesamiento.
La ley establece un termino para producirse este pronunciamiento. El plazo que se fija es meramente
ordenatorio; pero se persigue una pronta solución sobre la situación jurídica del imputado, proveyendo
a través de ella al resguardo de su libertad y de su defensa en el proceso. Esto permite concluir que la
resolucion comentada constituye el eje de la instrucción en su trayectoria hacia el resultado que
corresponda obtener.
TERMINO Y CONDICIONES
La ley exige dos condiciones: primero, que haya elementos de convicción suficientes para juzgar que
existe un hecho delictuoso; y segundo, que el imputado es culpable como participe del mismo. Como el
procesamiento se dicta por auto, serán los elementos de convicción suficientes los que ha de mencionar
el juez para acreditar sus afirmaciones respecto de autoria y culpabilidad.
El CPPN establece un termino de 10 dias hábiles a contar a partir de la indagatoria para resolver la
situación del imputado (ya sea dictando auto de procesamiento o de falta de merito). Como se dijo
anteriormente, se trata de un plazo ordenatorio conforme ha sentado de manera pacifica la doctrina y
jurisprudencia en la materia.
IMPLICANCIA DE LA REMOCION DEL AUTO DE PROCESAMIENTO EN LOS CODIGOS MODERNOS
Formulando la aclaración inicial de que es el sistema procesal vigente en la Provincia del Chaco, cabe
tener presente que la investigacion no se encuentra en manos de un juez de instrucción como en el
sistema federal sino que se trata de una “investigacion preliminar fiscal” llevada adelante precisamente
por un Fiscal de investigacion o equipo de investigacion fiscal según el caso. Por lógicas razones en el
marco de la misma no existe el dictado de auto procesamiento (ni falta de merito) por parte de un juez.
En consecuencia, recayendo sobre el fiscal de investigacion la facultad de investigar, habiendo
practicado las diligencias necesarias para la investigacion del hecho punible y sus autores, complices o
encubridores, el fiscal declarara cerrada la investigacion preparatoria y podrá:
- SOLICITAR EL SOBRESEIMIENTO
- ACUSAR AL IMPUTADO
Se trata de un momento del proceso en que, tras el agotamiento de las vías de conocimiento formales
(o sea, la produccion de pruebas pertinentes y útiles) obtenidas durante la investigacion preparatoria, se
abre un espacio para la reflexión critica sobre la investigacion, tendiendo a obtener un merito conclusivo
de la misma, que se formalizara en un requerimiento concreto sobre la solución desincriminatoria o
acusatoria que se estima corresponde al caso. Cualquiera de estos requerimientos a su vez admitirá la
posibilidad de discrepancia o controversia a su respecto, dando lugar a una instancia de control a cargo
de un tribunal imparcial.
FALTA DE MERITO. – La falta de merito es una resolucion jurisdiccional que se dicta cuando en el
termino fijado para resolver la situación del imputado, los elementos de convicción no son suficientes
para ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseer, correspondiendo entonces un auto que asi
lo declare, ordenando la libertad del detenido (si el mismo se halla privado de su libertad ambulatoria).
En su valor sustancial, la falta de merito es un pronunciamiento intermedio, de alcance dubitativo, entre
el procesamiento y el sobreseimiento; y es de aplicación obligatoria cuando no puede volcarse la
decisión hacia algunos de estos dos institutos.
Pero desde el punto de vista formal, se muesta como un merito desincriminador y provisional del
periodo instructorio, con respecto al indagado como imputado y al hecho que se le atribuyo. Este
instituto tampoco resulta necesario en el esquema de la investigacion penal preparatoria.
No se procesa al imputado, pero tampoco se lo libera definitivamente del proceso. La falta de merito se
pronuncia sin perjuicio de continuar la investigacion. Se trata de un auto que asi lo determina, y que es
apelable por el Ministerio Fiscal, sin efecto suspensivo en cuanto a las medidas de coerción que se
venían cumpliendo. Al igual que el procesamiento, es revocable.
La falta de merito debe dictarse cuando no procede el procesamiento, o sea dentro del mismo plazo
previsto para este. Es un derecho que tiene el imputado para poner termino a la incertidumbre de los
primeros momentos de la investigacion. Mientras esa situación subsista, no es posible llegar a la
acusación; si no se producen cambios que determinen el procesamiento, evidentemente que la causa
seguirá camino al sobreseimiento.
PRISION PREVENTIVA
La prisión preventiva es el estado de privación de la libertad ambulatoria, dispuesta por un órgano
judicial, después de la declaración del imputado, cuando se le atribuye, con grado de probabilidad, la
comisión de un delito sancionado con pena privativa de la libertad por la cual no proceda condenación
condicional o, procedimiento, existan vehementes indicios de que intentara eludir la accion de la justicia
(riesgo de fuga) o entorpecer su investigacion. Se cumple en un establecimiento carcelario del Estado o
excepcionalmente, en una residencia particular.
El hecho que sea un “estado” ha llevado a decir que la prisión preventiva es en la realidad la verdadera
pena, y que el juicio oral y publico es solo una suerte de recurso de revisión contra ella.
Los tratados internacionales con jerarquía constitucional (CN, art. 75 inc. 22) dispone que la prisión
preventiva de las personas que haya de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá
estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en
cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo (PIDCP,
art. 9 inc. 3).
La medida puede ser dispuesta, en el caso de delito de accion penal publica, sancionado con pena
privativa de la libertad, por el fiscal de instrucción o juez de instrucción, según el tipo de investigacion de
que se trate (fiscal o jurisdiccional, respectivamente). En el caso de investigacion jurisdiccional, si se
tratara de persona con privilegio constitucional, el juez solo puede dictarla previo allanamiento de la
inmunidad (art. 16); para los coimputados sin dichos privilegios puede disponerla directamente.
Cabe recordar que la prisión preventiva contradice el principio de inocencia, por ello exige este principio
que aquella sea solamente una medida cautelar (no una pena) autorizada con el fin de evitar el peligro
de un “daño jurídico”: que el imputado en libertad consiga burlar la ley, ocultando la verdad o eludiendo
la sanción.
Por otra parte, el presupuesto ineludible de la prisión preventiva es el auto de procesamiento, pues en
el se concreta la infraccion penal de acuerdo a las probanzas existentes en la causa.
REGULACION EN EL CPPN – PROCEDENCIA
ART. 312. – El juez ordenara la prisión preventiva del imputado al dictar el auto de procesamiento, salvo
que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se le hubiere concedido cuando:
1) Al delito o al concurso de delitos que se le atribuye corresponda pena privativa de la libertad y el
juez estime, prima facie, que no procederá condena de ejecución condicional.
2) Aunque corresponda pena privativa de libertad que permita la condena de ejecución condicional, si
no procede conceder la libertad provisoria, según lo dispuesto en el art. 319.
TRATAMIENTO DE PRESOS
ART. 313. – Excepto lo previsto por el art. Siguiente, los que fueren sometidos a prisión preventiva serán
alojados en establecimientos diferentes a los de los penados. Se dispondrá su separación por razones de
sexo, edad, educación, antecedentes y naturaleza del delito que se les atribuye.
Podrán procurarse, a sus expensas, las comodidades que no afecten al régimen carcelario y la asistencia
medica que necesiten, sin perjuicio de la gratuita que deberá prestarles al establecimiento donde se
alojen, por medio de sus médicos oficiales, recibir visitas intimas periódicas sin distinción de sexo, en las
condiciones que establezca el reglamento respectivo y usar los medios de correspondencia, salvo las
restricciones por la ley.
Los jueces podrán autorizarlos, mediante resolucion fundada, a salir del establecimiento y ser
trasladados bajo debida custodia, para cumplir sus deberes morales en caso de muerte o de grave
enfermedad de algun pariente próximo, por el tiempo que prudencialmente se determine.
PRISION DOMICILIARIA
ART. 314. – El juez ordenara la detención domiciliaria de las personas a las cuales pueda corresponder,
de acuerdo al CP, cumpliendo de la pena de prisión en el domicilio.
MENORES. ART. 315 – Las disposiciones sobre la prisión preventiva no regiran con respecto a los
menores de 18 años, siéndoles aplicables las correspondientes normas de su legislación especifica.
LIMITE TEMPORAL: LEY 25430/01
La prisión preventiva NO PODRA SER SUPERIOR A DOS AÑOS, SIN QUE SE HAYA DICTADO SENTENCIA.
No obstante, cuando la cantidad de los delitos atribuidos al procesado o la evidente complejidad de la
causa hayan impedido el dictado de la misma en el plazo indicado, este podrá prorrogarse por un año
mas, por resolucion fundada, que deberá comunicarse de inmediato al tribunal superior que
correspondiere, para su debido contralor.
ART. 2 – Los plazos previstos en el art. Precedente no se computaran a los efectos de esta ley, cuando
los mismos se cumplieren después de haberse dictado sentencia condenatoria, aunque la misma no se
encontrare firme.
ART. 9 – Cuando un procesado permaneciera dos años privado de su libertad, sin que se haya dictado
sentencia a su respecto, el tribunal interviniente tiene la obligación de informar en el plazo perentorio
de 48 horas al Consejo de la Magistratura los siguientes datos:
- Numero de causa, caratula, fecha de iniciación, tribunal de radicación, fiscales intervinientes, y todo
otro dato que se considere de interes
- Objeto de la investigacion
- Identificación del o de los procesados
- Fecha de la detención
- Estado de la causa
- Razones por las cuales no se llego a dictar sentencia
Cuando un procesado sobre el que se hubiere informado en virtud de los dispuesto por este articulo
cesara de cumplir prisión preventiva, el tribunal deberá confeccionar de inmediato un formulario para
informar de ello y de los motivos de su liberación, al Consejo de la Magistratura.
La omisión o retardo de estos informes se consideraran falta grave.
EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA DEBERA:
a) Confeccionar un registro de las procesados que se encuentren cumpliendo prisión preventiva
superior a los 2 años y de los que hayan recuperado su libertad por imperio de esta ley
b) Hacer publico anualmente un informe con los datos insertos en el registro referido
precedentemente
c) Diseñar los formularios que contengan la información a que se refiere este articulo
ESTE REGISTRO SERA PUBLICO
LIBERTAD COMO PRINCIPIO Y GARANTIA
La privación de la libertad individual durante el desarrollo del proceso, como consecuencia de las
medidas cautelares detención y prisión preventiva, puede, en su caso, ser evitada antes de su inicio o
suspendida en el curso de su ejecución cuando se reunan los recaudos de oportunidad, condiciones y
garantías que en su totalidad integran lo que genéricamente constituye la libertad provisional.
El proceso sigue su tramite, por cierto, como también sigue vigente la necesidad de aseguramiento de
ejecución de su resultado, pero la gravedad de las medidas que conducen a esto ultimo puede
amainarse. La instrumentación de ello es la libertad provisional con sus distintas formas que regulan la
ley procesal.
Esas formas son, también, cautela personal. Ellas sustituyen la privación de libertad, esencial de la
detención y la prisión preventiva, por un sometimiento de contralor y obligación caucionada de
presencia y disponibilidad ante el tribunal, nucleados en un domicilio en el que se este siempre a
disposición de citación y en el respeto de reglas de buena conducta.
Por otra parte cabe recordar que nuestra CN establece una regla básica que es el punto de partida: EL
ESTADO DE INOCENCIA DEL QUE GOZA TODO CIUDADANO. Este principio, vale la aclaración, se
encuentra además en diversos Tratados Internacionales con raigambre constitucional por vigencia del
art. 75 inc. 22 de la misma Carta Magna – caso por ejemplo de la Declaracion Universal de los Derechos
Humanos en su art. 11, en la Declaracion Americana de los derechos y deberes del hombre en su art. 26;
el Pacto internacional de derecho civiles y políticos en su art. 14 inc. 2, por citar algunos que reiteran la
consagración de este principio.
En el caso de nuestra CN – a diferencia de varias de las Constituciones Provinciales – no se consagra
expresamente la regla del estado de inocencia; sino que tal principio se infiere del art. 18 de CN, cuando
dice “ninguna habitante de la nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho
del proceso”. En el lenguaje de la carta fundamental “penado” es el condenado por sentencia firme
dictada conforme a proceso legal por los jueces naturales. Hasta no ser “penado”, todo habitante de la
nación es inocente.
De tal regla constitucional surgiría el derecho del imputado a gozar de libertad durante el proceso penal.
Es lógico que quien es inocente no sea privado de su libertad. Por supuesto que como todo derecho no
es absoluto, sino que se encuentra sujeto a restricciones. En tal sentido claro esta, durante el proceso
puedan dictarse – justificadamente – medidas coercitivas de seguridad, entendiendo esto
fundamentalmente, como la privación de libertad.
En tal sentido debemos tener presente que el CPPCH, claramente dispone en su art. 267 que “con las
limitaciones dispuestas por este código, toda persona a quien se le atribuya la participación en un delito
permanecerá en libertad durante el proceso”; y ello se complementa con lo que establece a su vez, el
art. 268, que consigna “que la restricción de la libertad solo se impondrá en los limites absolutamente
indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley”.
Es decir, la regla es la libertad, la excepción, la restricción a esa libertad personal.
Ahora bien, el correlato lógico de esa regla, es que sea la misma ley procesal la que consagre las pautas
que dotadas de objetividad y racionalidad, actúen como “indicios vehementes” que justifiquen que el
principio de libertad durante el proceso debe ser restringido en un caso concreto. Debe evitarse asi todo
criterio subjetivo ya sea de parte del fiscal de investigacion en el caso de nuestro sistema provincial o del
juez de instrucción en el sistema federal.
Lo cierto es que los códigos procesales, establecen claramente cuales son esas pautas que actuaran
como “indicios vehementes” de que el imputado puesto en libertad, tratara de eludir la accion de la
justicia o entorpecerá su investigacion; y que deben ser tenidos en cuenta para disponer su detención
en un primer momento, o para dictarle la prisión preventiva posteriormente.
En el caso del CPPCH esos indicios se señalan en el art. 280, el cual al referirse a los casos en que debe
disponerse la prisión preventiva del imputado, establece dos grandes grupos en sus dos incisos:
1) Si se tratare de delitos de accion publica reprimidos con pena privativa de la libertad y no aparezca
procedente, prima facie, la condena de ejecución condicional
2) Cuando aun procediendo la condena condicional, hubiere vehementes indicios de que el imputado
tratara de eludir la accion de la justicia o entorpecer su investigacion.
Respecto de ello, señala en su ultimo párrafo, que la existencia de esos peligros “se inferirá de algunas
de las siguientes circunstancias”:
a) REITERACION DE ACTIVIDAD DELICTIVA
b) FALTA DE RESIDENCIA
c) INEXACTITUD DEL DOMICILIO DENUNCIADO POR EL IMPUTADO
d) DECLARACION DE REBELDIA EN OTRO PROCESO PENAL
e) SOMETIMIENTO A PROCESO ANTERIOR
f) HABER OBTENIDO CESE DE PRISION PREVENTIVA ANTERIOR
g) CONDENA IMPUESTA SIN QUE HAYA TRANSCURRIDO EL TERMINO QUE ESTABLECE EL ARTICULO 50
DEL CODIGO PENAL (que, hace referencia a lo que se considera como reincidencia y establece que a
tales fines, la pena sufrida no se tendrá en cuenta, cuando desde su cumplimiento hubiera
transcurrido un termino igual a aquel por la que hubiera sido impuesta, plazo que nunca excederá de
10 años ni será inferior a 5).
El correlato de dicha norma en el CPPN, lo constituye los arts. 312 y 319 a cuyos términos nos
remitimos.
FORMAS. – Las formas que admite la libertad provisional puede agruparse en dos grandes clases: 1) la
que evita entrar en privación de la libertad; 2) las que permiten la salida de ella una vez concretada y en
plena ejecución.
A su vez, unas deben ser caucionadas y otras no. La evitativa de ingreso es la exencion de prisión y es
caucionada. La suspensiva de la privación en curso es la excarcelación y no es caucionada. También
puede haber suspensión con la declaración de falta de merito, pero no es caucionada.
EXENCION DE PRISION. – Es el procedimiento que todo sujeto que tenga noticia o presuma que puede
ser privado de libertad por disposición judicial en proceso penal determinado, puede asumir para
evitarlo por petición personal o por la de un tercero en su favor, ante el juez de la causa. Y si no sabe
cual es, ante el juez de turno, el que de inmediato debe determinar quien es aquel y pasarle, según el
caso, la solicitud para su tramite.
Esta forma de proteger la libertad individual cuya posibilidad máxima se extiende a poderla promover
incluso en el caso de que se desconociere quien es el juez que puede haber decretado su detención, o,
incluso que no la decreto aun; este procedimiento que tiene un tramite valoz en el tiempo, tiene una
gran similitud finalista con la accion de habeas corpus preventivo. Su única diferencia de oportunidad es
la de que esta ultima se promueve por amenaza de libertad ajena a toda decisión judicial dictada en
causa determinada, por lo que debe promoverse, lógicamente, ante el juez de instrucción de turno,
quien no la puede derivar a nadie; el tiene que tramitarla.
Reiteramos, la exencion de prisión es un instituto procesal que persigue, precisamente eso: que al que
esta en libertad aun se le exima de prisión, cuando reuna las condiciones legales para su procedencia y
con la garantia del cumplimiento de estas. Esta regulado por los arts. 316, 320 a 333.
EXCARCELACION
La excarcelación es una forma de liberación provisional que tiene la característica – a diferencia de la
exencion de prisión – de operar por soltura respecto del imputado que ya esta privado provisionalmente
de su libertad individual. Por encarcelado, se lo excarcela. Y como en todos los casos esta se concede
bajo la caucion que se estime proceder, recibe la nominación de “libertad bajo caucion” para diferenciar
su caso del de aquellos que estando también encarcelados, son librados sin esa garantia, como es el
supuesto de la libertad por falta de merito o la derivada de la suspensión del proceso a prueba (arts.
317, 309, 293).
CAUCION. – Es la garantia que el juez exige y el imputado acepta como condición de la efectividad de la
recuperación de la libertad. La caucion tiene por exclusivo objeto asegurar el cumplimiento por parte del
imputado de las obligaciones legales, ordenes impartidas por el juez y eventualmente, en caso de pena
impuesta por sentencia condenatoria, el someterse a su cumplimiento (art. 320).
La caucion es la que absorbe la efectividad asegurativa que en las medidas cautelares personales
detención y prisión preventiva se instrumenta en la privación provisional de libertad.
Cuando en un pedido de exencion de prisión o excarcelación, el juez dicta resoluciones declarando su
procedencia no ha dado sino un primer paso que es el referido al cese del aseguramiento coactivo: pero
en el segundo, que es la fijación de la caucion, reemplaza la privación de libertad con un compromiso
también coactivo contraído por el imputado de someterse al proceso.
Por eso es que hemos dicho ya que la excarcelación y la exencion no son “contracautela”; sino lisa y
llanamente medidas cautelares. Su nucleo se radica precisamente en la caucion a que se las somete. Si
no se presta la fijada no hay libertad. Si se viola el sometimiento procesal se pierde la libertad y la
caucion.
CAUCION JURATORIA: Que es aquella en la que el compromiso se finca en la promesa jurada de
imputación de cumplir fielmente las obligaciones impuestas para la soltura (art. 321 CPPN).
CAUCION PERSONAL: Dada junto con el imputado por uno o mas fiadores que asumen junto con el reo,
la obligación solidaria de pagar el monto fijado por el juez. Es decir, en el auto de concesión se fija una
suma de dinero, frente a ella aparecen los obligados a pagarla. Esto ultimo ocurriría si el imputado se
sustrajere a su obligación de someterse al tribunal (art. 322 CPPN). Los fiadores debe probar su
solvencia y ser capaces civiles (art. 323 CPPN).
CAUCION REAL: Se constituye mediante el deposito del dinero fijado por el juez, o por la entrega de
valores cotizables o efectos públicos, u otorgando prendas o hipotecas, todo lo cual quedara sujeto a
privilegio especial en orden al cumplimiento de las obligaciones del liberado remiso (art. 324 CPPN).
LIBERTAD POR FALTA DE MERITO
Ella es una liberación provisional que se produce por via de consecuencia.
En efecto, producirá la recepción de la indagatoria al imputado, el juez dentro de los diez días
subsiguientes debe regularizar la situación procesal del mismo.
Valorado el conjunto de elementos anteriores al acto, con mas lo que le adicione la indagación, pueden
presentarse al juez dos posiciones extremas; o los elementos de convicción son suficientes para estimar
que existe un hecho delictuoso y que el imputado es culpable como participe del mismo, en cuyo caso
debe dictar su procesamiento mediante auto fundado (art. 306); o, por el contrario, dichos elementos
de juicio son insuficientes para fundar tal posición y, dado el estado actual de la investigacion, no resulta
posible reunir otra prueba, en cuyo caso debe resolver por via del sobreseimiento (arts. 334, 335, 336 y
309 del CPPN).
Pero fuera de tales posiciones claras, se puede dar el caso de que se presente una indefinición
provocada por la insuficiencia de prueba tanto para uno como para otro de los extremos citados. Es
decir: no hay merito para su dictado en autos.
Respecto del limite “procesamiento” se mantiene el estado de sospecha que fundo la indagatoria; en
tanto que con relacion al limite opuesto “sobreseimiento” se mantiene su posibilidad por falta de
elementos actuales. No puede dictarse ni uno ni otro, pero es necesario seguir investigando porque son
posibles otras pruebas.
En este ultimo caso, que no es sino una tercera posición, previa declaración de la falta de merito
probatorio para definir el proceso, se continua la investigacion.
Si el imputado o los imputados a cuyo respecto se produzca esta situación, se encontraren privados de
libertad, ellos, como consecuencia de ese auto deberán ser puestos en libertad (art. 309).
Esta liberación se enrola, también, dentro de las clases de “libertad provisional”, como una forma de
cautela. Ello asi, porque el imputado sigue bajo la jurisdiccion del tribunal que, en el acto de soltura, le
hace constituir un domicilio para citación, con la advertencia de obligación de concurrir al llamado. Ello
se cumple sin caucionar.
Este sometimiento se debe a que, como la investigacion continua, puede darse el caso de la
incorporación de nuevas pruebas de cargo y la definición procesal hacia el procesamiento, en cuyo caso
el sujeto debe estar a disposición para la satisfacción de todos los fines que fundan los actos de cautela
personal.
SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA
Con la reforma al CP por la ley 24316 se agregaron tres artículos mas al art. 76 (76 bis, ter y quater), por
los cuales se introdujo el instituto conocido como la probation o suspensión del proceso a prueba.
El motivo del legislador para introducir este instituto fue buscar el otorgamiento al imputado de una
posibilidad de acceder a otras condiciones, evitándole el cumplimiento de la condena y evitando
asimismo el desgaste de la actividad jurisdiccional.
La suspensión del juicio a prueba contribuye a una respuesta mas humana en la justicia penal, ya que
tiende a evitar las consecuencias negativas del encarcelamiento, como asi también desde un punto de
vista practico impedir que llegue la sentencia en procesos de poca importancia en política criminal
ahorrando recursos materiales y humanos, con la gran ventaja que se producen importantes
reducciones de costos al Estado.
El elemento esencial de la Probation es como método de reeducacion del delincuente: un plan de
conducta en libertad, adaptando la respuesta del derecho penal a las circunstancias que rodean al
hecho, las condiciones personales del imputado y a la posibilidad que brinde la comunidad o el sistema
social. En el curso de su aplicación, la persona sometida a el continua viviendo en el seno de su familia y
comunidad, organizando su vida conforme a las condiciones prescritas por el juez o autoridad
competente bajo la supervisión y apoyo socio-humanitario del agente de probación.
En síntesis, este sistema implica simultáneamente la suspensión de la ejecución de la pena quedando el
delincuente en libertad bajo caucion de buena conducta.
El mencionado instituto tiene como finalidad conceder al imputado la oportunidad de resarcir el daño
causado, evitando de esta forma la accion punitiva del estado como medio de recomposición de la “paz
social”.
De acuerdo al art. 76 bis CP, el imputado por un delito de accion publica cuyo máximo no exceda de tres
años, podrá solicitar el beneficio de la suspensión del proceso de prueba.
Las reglas que corresponde aplicar en caso de la aceptación de la suspensión, están contenidas en el art.
76 ter del CP y si durante el tiempo fijado por el tribunal el imputado no comete un nuevo delito, repara
los daños y cumple con las reglas de conducta, se extinguirá la accion penal.
ASI ESTABLECE LA MENCIONADA NORMATIVA:
ART. 76 BIS. – El imputado de un delito de accion publica reprimido con pena de reclusión o prisión cuyo
máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba.
En los casos de concurso de concurso de delitos, el imputado también podrá solicitar la suspensión del
juicio a prueba si el máximo de la pena de reclusión o prisión aplicable no excediese de 3 años.
Al presentar la solicitud, el imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño en la
medida de lo posible, sin que ello implique confesión ni reconocimiento de la responsabilidad civil
correspondiente. El juez decidirá sobre la razonabilidad del ofrecimiento en resolucion fundada. La parte
damnificada podrá aceptar o no la reparación ofrecida, y en este ultimo caso, si la realización del juicio
se suspendiere, tendrá habilitada la accion civil correspondiente.
Si las circunstancias del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable, y
hubiese consentimiento del fiscal, el tribunal podrá suspender la realización del juicio.
Si el o algunos de los delitos que integran el concurso estuviera reprimido con pena de multa aplicable
en forma conjunta o alternativa con la de prisión, será condición, además, que se pague el minimo de la
multa correspondiente.
El imputado deberá abandonar en favor del Estado, los bienes que presumiblemente resultarían
decomisados en caso que recayera condena.
No procederá la suspensión del juicio a prueba cuando un funcionario publico, en el ejercicio de sus
funciones, hubiese participado en el delito.
Tampoco procederá la suspensión de juicio a prueba respecto de los delitos reprimidos con pena de
inhabilitación.
En cuanto a la interpretación de los alcances de tales requisitos de procedencia del instituto bajo
análisis, debe tenerse en cuenta que primeramente se tomo a nivel doctrinario y jurisprudencial una
tesis restringida, según la cual para que procediera la suspensión del proceso a prueba debían reunirse
ciertos requisitos esenciales, tales como que el delito imputado sea de accion publica, que el máximo no
excede los 3 años, que en caso de concurso el máximo de la pena no exceda tampoco los 3 años y que
exista la posibilidad de una condena de ejecución condicional; y además como requisito fundamental,
debía mediar el consentimiento fiscal para poder proceder a la suspensión.
Tiempo después surge una tesis amplia, que viene a rebatir a la tesis restringida, planteando que el
requisito de que el máximo de la pena de prisión o reclusión del delito que se le imputa no exceda los 3
años, y el requisito de que exista la posibilidad de una condena de ejecución condicional proceden para
supuestos distintos; expresando entonces que con el cumplimiento de uno de aquellos dos requisitos
basta para que proceda la suspensión, siendo innecesario que se cumplan ambos requisitos en forma
conjunta. Dicha tesis amplia funda su posición en la interpretación gramatical y teleológica que realiza a
partir de las diferenciaciones que el mismo art establece en cuanto a tribunal y jueces unipersonales,
previendo en el primer párrafo una pena en abstracto (pena cuyo máximo no exceda de 3 años), en
tanto que en el cuarto párrafo considera la pena en concreto, con clara alusión al art. 26 del digesto
sustantivo.
La controversia planteada entre ambas tesituras tiene asidero en el Plenario Nro 5 en el caso “Kosuta”
de la Camara Nacional de Casacion Penal con respecto a la suspensión del juicio a prueba con relacion al
régimen penal tributario, adoptando finalmente la tesis restrictiva. Luego de 5 años de vigencia de la
reforma al CP que introdujera la suspensión del juicio a prueba, ello se concreto en ese fallo plenario
nro. 5 en autos caratulados “Kosuta, Teresa R.”, fechado el 17/08/99, donde se resolvió por mayoría lo
siguiente:
1) Que la pena sobre la que debe examinarse la procedencia del instituto previsto en el art. 76 bis y ss.
Del CP es la de reclusión o prisión cuyo máximo en abstracto no exceda de 3 años
2) Que no procede la suspensión del juicio a prueba cuando el delito tiene prevista pena de
inhabilitación como principal, conjunta o alternativa
3) Que la oposición del MPF, sujeta al control de logicidad y fundamentación por parte del órgano
jurisdiccional, es vinculante para el otorgamiento del beneficio
Esta solución, que fuera anticipándose en diversos pronunciamientos individuales de las distintas salas
de la Camara, lamentablemente cercena con gravedad la operatividad del instituto, que queda reducida
a su minima expresión: solo procederá sobre la materia correccional y se excluyen, entre otros, los tipos
culposos con pena de inhabilitación.
Este “triunfo” de la tesis restrictiva ha generado, como era previsilbe, diversas repercusiones en las
instancias inferiores, que por distintas vías procuraron “resistir” la doctrina jurisprudencial fijada por la
Casacion. Asi, por ejemplo, hay tribunales que optaron por la declaración de inconstitucionalidad de la
obligatoriedad de la jurisprudencia plenaria, como el Tribunal Oral Criminal 23 de Capital federal en
causa “Menghini”.
Con posterioridad a ello, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó el Fallo "Recurso de Hecho
Acosta, Alejandro Esteban s/infracción art.14, primer párrafo de la ley 23.737 – causa N° 28/05" S.C.A.
2186, L.XL -, que receptó la tesis amplia y el principio pro homine; permitiendo así la aplicación de la
probation (así denominada tras una defectuosa traslación del instituto de derecho anglosajón
denominado divertion) a casos y situaciones que quedaban fuera de dicha instituto en el marco de la
tesis restrictiva. Concretamente en dicha causa la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal declaró
mal concedido en recurso interpuesto contra lo resuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la
Provincia de Santa Fe, en cuanto no hizo lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada por el
imputado Acosta. Contra ese pronunciamiento la defensa del mismo interpuso Recurso Extraordinario
cuya denegatoria dio lugar a la articulación de la pertinente queja ante la C.S.J.N.
En el citado fallo nuestro máximo órgano jurisdiccional nacional sentó en el Considerando 7°:
“Que, en tales condiciones, cabe concluir que el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el
artículo 76 bis a los delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere
los tres años se funda en una exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los principios
enumerados, toda vez que consagra una interpretación extensiva de la punibilidad que niega un
derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos
sobre el cuarto al que deja totalmente inoperante”.
Desde ya que entendemos que esta tesis amplia recepcionada por la C.S.J.N. en el citado fallo es la
correcta. Así sostenemos que dicha interpretación es correcta y razonable, toda vez que el monto de la
pena del delito que se indilga en un caso concreto, no puede constituir obstáculo para el análisis y
concesión de la Probation.- En tal sentido compartimos lo sostenido por el Profesor Almeyra, en cuanto
a que más allá de la controversia así planteada respecto a que “…si la pena que ha de tomarse en cuanta
para la aplicación del instituto, es la que, en abstracto, se ha fijado en su máximo para el delito o por el
delito o por el contrario, la que se perciba como adecuada en el caso concreto y que pueda dar lugar a
una condena de ejecución condicional, aun cuando la escala penal para el delito atribuido supere dicho
máximo, tesis esta considera correcta” (PROBATION de Miguel Ángel ALMEYRA, Sup. De Jurisprudencia
penal a cargo de Francisco J. D ALBORA, s/nº Págs. 7 y ss.).
En apoyo de tal postura cabría recordar que similar disputa fue generada por la primitiva redacción del
art. 26 del C. P. en relación a si el tope de 2 años – actualmente 3 año, ley 23.057 – se refería a la pena
que en abstracto se conminaba en la escala penal para el delito imputado o la concretamente fijada en
la sentencia, que en definitiva fue zanjada a favor de la segunda posición por el plenario “ARIAS,
ENRIQUE” del 07 de Agosto de 1923 (Fallo Plenario Pág. 191 y ss.) y por la Ley de fe de erratas 11.221.
La mayoría conformada en dicho plenario, excediendo el estrecho límite que la interpretación
gramatical de la norma ofrecía, adhirió a la tesis amplia – en coincidencia con el autor del Código penal
Rodolfo MORENO (h) “El Código Penal y sus antecedentes, T. II pág. 121 y siguientes H. A TOMASSI
EDITOR, BS. AS 1922 – que significó no tener en cuenta la gravedad objetiva del hecho sino a la pena
individualizada en la sentencia, señalando en tal oportunidad el Dr. D. J. FRIAS, que es una regla general
del derecho que las leyes que favorecen la libertad individual de las personas deben ser interpretadas de
manera más amplia, a fin de que se hagan realmente efectivos los principios de equidad y justicia que el
legislador tuvo en vista al sancionarlos.
Ante lo así expuesto, y frente a un detenido análisis del tema, persuade adherirse a dicha postura
amplia, por cuanto se advierte, que si se interpretara literalmente la expresión utilizada en el primer
párrafo del art. 76 bis del C.P., según ley 24.316, no se vería la razonabilidad de denegar el beneficio al
acusado de un delito, cuando de acuerdo a la naturaleza del hecho y sus condiciones personales,
merecería una condena de ejecución condicional y ello por la sola circunstancia de que el máximo de la
escala prevista para el mínimo excediera los tres años.
Una interpretación tan estricta estaría en pugna con los modernos principios que informan a la
oportunidad de la aplicación de la pena y su individualización, sin obtenerse, por el contrario, ninguna
utilidad. Siendo entonces el fundamento de la PROBATION sustituir el juicio sometiendo al acusado a un
régimen de control tras el cual la acción penal se extingue de una manera definitiva y congruente con el
fundamento del instituto de la condena condicional, es decir “…evitar las penas privativas de libertad de
corta duración” (Conf. Sebastián SOLER, DERECHO PENAL ARGENTINO T. II Pág. 497 y Sig. Ed. TEA 1992),
sometiendo al imputado a igual control (Art. 27 Bis y 76 del C. P. Ley 24316).
Cabe concluir conforme los fundamentos expuestos, que “…la pena que ha de tenerse en cuenta para
decidir sobre la procedencia del instituto es la que en concreto se perciba como adecuada y pueda dar
lugar a una condena de ejecución condicional aun cuando el máximo previsto para el delito atribuido
supere los tres años” (Conf. Julio DE OLAZÁBAL en SUSPENSIÓN DEL PROCESO A PRUEBA Pág. 43 y sig.
Ed. ASTREA 1994 y Miguel ALMEYRA Ob. Cit.)

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