EL IMPUTADO – CONCEPTO Es la parte esencial del proceso penal, sobre quien recae la pretensión jurídico – represiva, imputado es la persona indicada “de cualquier forma” como participe de un hecho delictuoso en cualquier acto de la persecución penal dirigido en su contra y desde el primer momento de ella (art. 72 CPPN). A partir de esa indicación gozara del derecho de defensa en todas sus manifestaciones y podra ejercer plenamente los derechos que la ley acuerda al imputado. Por ello, el otorgamiento a una persona de calidad de imputado, que significa reconocerlo como sujeto del proceso (y no mero objeto de persecución penal), importa un indudable beneficio jurídico desde el punto de vista de su defensa. Y ello es asi, si se tiene en cuenta que a partir de allí el sujeto es titular de un derecho que consiste en exigir la decisión del juez, derecho este que se manifiesta a través de otras series de facultades y potestades que puede ejercer desde el comienzo de cualquier acto persecutorio en su contra. De allí deriva que no sea un simple sujeto pasivo, sino un sujeto esencial armado de poderes suficientes para resistir, en una posición de igualdad, la pretensión represiva ejercida por el Ministerio publico fiscal. IDENTIFICACION La pretensión represiva del estado debe recaer sobre la persona que realmente ha cometido el delito; debe establecerse que la persona sometida a juzgamiento es la misma que presuntamente ha delinquido. Son los hombres los que delinquen, no sus nombres. En este caso lo que importa es la correlacion entre el presunto infractor de la ley penal y el sometido a juzgamiento. Esta identidad física debe ser cierta. –De allí que el art. 74 del CPPN establezca de manera expresa que: “La identificación se practicara por las generales del imputado, sus impresiones digitales y señas particulares, por medio de la oficina técnica respectiva, y cuando no sea posible porque el imputado se niegue a dar sus generales o las de falsamente, se procederá a su identificación por testigos, en la forma prescrita para los reconocimientos por los arts. 270 y ss., y por los otros medios que se juzguen oportunos”. IDENTIDAD FISICA Una vez establecida la identidad física del imputado poco importa la identificación nominal. Aun mas, si no se tuviera ningun dato de su identidad nominal, el juez podrá ordenar que se lo tenga por identificado de esta manera por numero o por cualquier otra manera conveniente (por ejemplo “innominado”). En tal sentido señala el art. 75 CPPN: “Cuando sea cierta la identidad física de la persona imputada, las dudas sobre los datos suministrados y obtenidos no alteraran el curso de la causa, sin perjuicio de que se rectifiquen en cualquier estado de la misma o durante la ejecución”. ADQUISICION DE LA CALIDAD. – Para adquirir la calidad de imputado se requiere una indicación que puede provenir de un señalamiento expreso (Ejemplo: el requerimiento fiscal), o de un acto objetivo que implique sospecha oficial (ejemplo: citación a prestar declaración indagatoria), o que genere medidas de coerción (ejemplo: orden de detención), siempre que atribuya a una persona determinada – identificada o identificable – alguna forma de participación (autoria, coautoría, complicidad necesaria o secundaria, o instigación) en un delito. CESACION DE LA CONDICION La calidad del imputado cesa por sentencia condenatoria, o absolutoria, o sobreseimiento firmes; también por el archivo de las actuaciones en la investigacion fiscal. CAPACIDAD PROCESAL La capacidad procesal es la aptitud para poder ser imputado (capacidad de ser parte) o a la aptitud para intervenir válidamente en el Proceso Penal. – En consecuencia tenemos: 1) Capacidad de ser parte (aptitud para asumir la condición de sujeto de la relacion procesal penal) 2) Capacidad de intervenir (aptitud para intervenir válidamente en el proceso) En el primer aspecto, es la aptitud de asumir la condición de imputado; por los principios básicos del derecho penal solo pueden ser sujeto activo de una conducata típica las personas físicas vivas, congruente con los principios de culpabilidad. Bajo el segundo aspecto, la capacidad procesal del imputado es la aptitud de entender, querer y obrar válidamente, la cual hace posible que intervenga en el efectivamente, en condiciones psíquicas que aseguren el ejercicio de su derecho de defensa. Si bien la inimputabilidad y la capacidad para intervenir en el proceso son conceptos que no se identifican, puesto que pertenecen a dos esferas jurídicas diversas, ambas instituciones reposan en la salud y en la madurez mental del imputado, es decir, tienen una base común que se conecta con fines distintos. Asi, diversos son los motivos de incapacidad del imputado; a veces resulta de su cierta o presunta inimputabilidad penal, y otras es la consecuencia de una enfermedad mental sobreviviente: - MENOR INIMPUTABLE: Son aquellas personas menores de 16 años estas no son punibles, es decir no son pasibles de penas. De esto resulta que la presunción iure et de iure de inimputabilidad debe estimarse que protege a los que no hayan cumplido los 16; estos son doblemente incapaces: de adquirir la condición de imputado y de intervenir válidamente en el proceso; su incapacidad procesal es una consecuencia de las previsiones de la ley sustantiva. De allí, que el juez no puede realizar investigacion alguna de carácter psicológico para establecer el discernimiento real de menor. Bastara la simple verificación de una edad inferior a ese limite para que la accion no pueda ser legalmente promovida o proseguida. - MENOR IMPUTABLE: Si el menor tuviere menos de 18 años, sus derecho de parte podrán ser ejercidos también por sus padres o tutor. La integración aquí no es forzosa sino facultativa. El imputado tiene en principio capacidad para defenderse, puesto que, siendo imputable, se puede presumir un desarrollo mental a ese fin suficiente, sin perjuicio de que el padre o el tutor ejerzan el derecho de intervenir en el proceso, caso en que al actuante corresponden los derechos del imputado. En realidad, son ellos los que juzgan sobre la capacidad intelectual de aquel para defenderse; pero la ley no crea una verdadera incapacidad, estando en esto de acuerdo con el código civil. - DEMENCIA PROBABLE: Cuando se presuma una demencia, será necesario el dictamen de especialistas, se adoptaran las medidas provisionales de seguridad, sus derecho de parte serán ejercidos por el curador nombrado, y si se comprueba que la era al momento de cometer el hecho, será sobreseído por inimputabilidad (arts. 34/35 CP). - DEMENCIA SOBREVINIENTE: Si durante el proceso sobreviniere la probable demencia se suspenderá el proceso o se sobreseerá. La incapacidad procesal se funda en la imposibilidad del imputado, sin facultad para entender y querer, de ejercer su actividad defensiva (art. 18 CN) No se puede cumplir válidamente la declaración de imputado en el juicio plenario existiendo demencia, sin embargo deben realizarse todos los restantes actos instructorios y/o respecto de los otros imputados. Sobreseído, se impondrá las medidas de seguridad que duraran, el tiempo en que se encuentra vigente el proceso. Si se extingue la accion penal, desaparecerán pero se podrán disponer medidas tuitivas (un curador) o derivar la cuestion de la incapacidad a la sede civil para el tramite pertinente, lo que no puede ocurrir es que las medidas de seguridad duren sine die. El tribunal de sentencia será responsable del cuidado y evolución de la persona, respecto a la medida de seguridad. PRESENTACION ESPONTANEA ART. 279 CPPN: La persona contra la cual se hubiera iniciado o este por iniciarse un proceso, podrá presentarse ante el juez competente a fin de declarar. Si la declaración fuere recibida en la forma prescripta para la indagatoria, valdra como tal a cualquier efecto. La presentación espontanea no impedirá que se ordene la detención, cuando corresponda. Los autores han coincidido en que la presentación espontanea es un derecho acordado al imputado, es decir, que el presupuesto para comparecer voluntariamente ante el juez competente, es revestir la calidad de imputado. Quien no reviste dicha calidad, al momento de presentarse espontáneamente, no podrá ser admitido a exponer sus disculpas. CITACION. – ART. 282 CPPN: Cuando el delito que se investigue no este reprimido con pena privativa de la libertad o parezca procedente una condena de ejecución condicional, el juez, salvo los casos de flagrancia, ordenara la comparecencia del imputado por simple citación. Si el citado no se presentare en el termino que se le fije ni justificare un impedimento legitimo, se ordenara su detención. Procede respecto de la persona contra la que se haya iniciado un proceso y a fin de recibirle declaración indagatoria o de imputado, para que manifieste todo lo que tenga por conveniente en su descargo o aclaración de los hechos, y a indicar las pruebas que estime oportunas. Es decir, que la comparecencia del imputado es para darle oportunidad de ejercer su derecho de defensa material y nombrar abogado defensor. Si la citación es ordenada por el juez, deberá practicarse con las formas establecidas para las notificaciones. Cuando la persona que deba notificar este fuera de la sede del Tribunal, la notificación se practicara por intermedio de la autoridad judicial que corresponda. ARRESTO. - A diferencia del resto de las formas de coerción personal, el arresto se presenta como una medida inicial que no se dirige contra una persona determinada, sino contra varias, entre las que probablemente se encuentre el autor de delito. Será utilizada toda vez que, habiendo varias personas en el lugar de los hechos, no exista información que permita individualizar al culpable o a los participes. El arresto se presenta como una medida subsidiaria, pues podrá ser utilizada solo en aquellos casos en que no sea posible ni conveniente, para el éxito de la investigacion, limitarse a ordenar a las partes que no se alejen del lugar en el que se hallan. ART. 281 CPPN: Cuando en el primer momento de la investigacion de un hecho en el que hubieran participado varias personas no sea posible individualizar a los responsables y a los testigos, y no pueda dejarse de proceder sin peligro para la instrucción, el juez podrá disponer que los presentes no se alejen del lugar ni se comuniquen entre si antes de prestar declaración y, aun ordenar el arresto si fuere indispensable. Ambas medidas no podrán prolongarse por mas tiempo que el estrictamente necesario para recibir las declaraciones, a lo cual se procederá sin tardanza y no duraran mas de 8 horas. Sin embargo, se podrá prorrogar dicho plazo por 8 horas mas, por auto fundado, si circunstancias extraordinarias asi lo exigieran. Vencido esta plazo podrá ordenarse, si fuere el caso, la detención del presunto culpable. DETENCION. – Es el estado de privación de libertad dispuesto por el Agente Fiscal o por el Juez de Instrucción dirigido hacia quien se sospecha que ha cometido un delito reprimido con una pena que no haga posible una condena de ejecución condicional, cuando haya motivos para presumir fundadamente que no cumplirá la orden de citación, o que intentara destruir los rastros del hecho o ponerse de acuerdo con sus posibles complices, o que inducirá falsas declaraciones testificales, a fin de que comparezca inmediatamente y evitar todas aquellas acciones posibles. En principio la detención procede solo respecto de los delitos penados con pena privativa de libertad. Sin embargo, también será procedente, como medida indirecta, cuando el citado no se hubiera presentado en la fecha y lugar fijado, a los fines de que preste declaración ante el juez. La declaración puede ser ordenada cuando el instructor compruebe su necesidad. Por eso se dice que la medida queda librada, bajo cierto punto, a un criterio de discrecionalidad del juez. ART. 283 CPPN: Salvo lo dispuesto en el art. 282, el juez librara orden de detención para que el imputado sea llevado a su presencia, siempre que haya motivo para recibirle indagatoria. La orden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros que sirvan para identificarlo y el hecho que se le atribuye, y será notificada en el momento de ejecutarse o inmediatamente después, con arreglo al art. 142. Sin embargo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la roden verbal o telegráficamente, haciéndolo constar. DETENCION SIN ORDEN JUDICIAL ART. 284. – Los funcionarios y auxiliares de la policía tienen el deber de detener, aun sin orden judicial: 1) Al que intentare un delito de accion publica reprimido con pena privativa de libertad, en el momento de disponerse a cometerlo. 2) Al que fugare, estando legalmente detenido. 3) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes de culpabilidad, y exista peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la investigacion y al solo efecto de conducirlo ante el juez competente de inmediato para que resuelva su detención 4) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de un delito de accion publica reprimido con pena privativa de libertad Tratándose de un delito cuya accion dependa de instancia privada, inmediatamente será informado quien pueda promoverla, y si este no presentare la denuncia en el mismo acto, el detenido será puesto en libertad. PROCEDIMIENTO DE FLAGRANCIA EN EL CPPCH El mismo se encuentra contemplado en el código procesal provincial en el art. 436 bis, que regula la procedencia de ese instituto (para que tipo de delitos se considere que es procedente el procedimiento de flagrancia) y regula asimismo la primera audiencia del procedimiento, que se denomina “audiencia de detención y acuerdo”. Cabe recordar al respecto que se considera flagrante el delito, cuando su autor es sorprendido en el momento de cometerlo o inmediatamente después mientras sea perseguido por la fuerza publica, por el perjudicado o el clamor publico, o mientras tenga objetos o presentes rastros que hagan presumir vehementemente que acaba de participar en un delito. Dicha figura abarca tres modalidades: a) LA FLAGRANCIA PROPIAMENTE DICHA (cuando se esta cometiendo el hecho delictual; b) LA CUASI FLAGRANCIA (momento inmediatamente posterior, la persecución por parte de alguno de los sujetos contemplados en el ordenamiento); c) LA FLAGRANCIA PRESUNTA (presencia de huellas o rastros de haber participado en el hecho delictuoso o tiene en su poder objetos vinculados). No cabe lugar a dudas que esas situaciones de flagrancia, constituyen una excepción a la regla del art. 18 de la CN, que reza que nadie puede ser detenido sin orden escrita de autoridad competente; pero debemos tener a su vez en cuenta, que nuestra Constitucion Provincial, la contempla como excepción a esa regla al establecer en su art. 21 que “ninguna persona, salvo el caso de ser sorprendida en flagrante delito, podra ser detenida sin orden escrita de autoridad competente…”. Por otra parte resulta lógico señalar, que si nuestra Carta Magna nacional expresamente autoriza expresa la aprehensión en flagrancia de los legisladores (art. 69 CN) a pesar de las inmunidades que los mismos gozan, no habría una razón legal ni lógica para negarla respecto de quien no goza de tales privilegios. En cuanto al fundamento de la aprehesion en flagrancia, es evitar el daño jurídico que se produciría cuando la libertad del imputado o sospechado de un ilícito penal constituya un peligro para la consecución del interes social, que en el proceso penal se encuentra representado a través de sus fines: averiguación de la verdad y actuación de la ley penal, preservar la prueba y garantizar el sometimiento a proceso del sospechoso. Concretamente el mencionado art. 436 bis del CPPCH introducido por ley Nº 7143, establece: “Procedencia. Audiencia de detención y acuerdos. En los casos en que se procediera a la aprehensión in fraganti del prevenido, conforme regulan los arts. 274 y 275, y siempre que se trate de delitos dolosos de accion publica cuyo máximo no supere la escala penal prevista en abstracto de 15 años de prisión o concurso de delitos que no superen dicho monto, el Fiscal de investigacion formara las actuaciones en el plazo de 3 dias hábiles de aquella y presentara al imputado frente al juez de garantías y con la presencia de las partes. Se efectuara el procedimiento previsto en los arts. 258, 259, 260, 304 y concordantes y se revisara, con vista a las partes, la condición de detención del imputado de acuerdo con la normado por el art. 280. En dicha audiencia del juez de garantías declarara el caso como en flagrancia y en caso de que el fiscal disponga la prisión preventiva, la defensa podrá oponerse inmediatamente a esta decisión, asi como a la declaración de flagrancia. El juez deberá resolver ambas cuestiones en la misma audiencia y su decisión será recurrible a través del recurso de apelación. La instancia de querellante particular solo podrá formularse ante el fiscal de investigacion, desde la iniciación de las actuaciones y hasta la finalización de la primera audiencia, y en caso de rechazo u oposición, se resolverá en esa audiencia, previa vista a las partes. No procederá la constitución de accion civil en este tipo de procedimiento especial. En caso de complejidad probatoria el juez de garantías declarara inaplicable el procedimiento y la causa continuara su tramite mediante investigacion penal preparatoria regulada en este código, salvo que el imputado manifieste su decisión de continuar siendo sometido al proceso de flagrancia. En esta única oportunidad el imputado con la asistencia de su defensor deberá optar por la aplicación de los siguientes institutos: 1) SUSPENSION DEL PROCESO A PRUEBA. El juez de garantías correra vista a las partes y sin mas tramite, resolverá. El dictamen fiscal tendrá carácter vinculante y deberá ser debidamente fundado. La denegatoria será recurrible a través del recurso de apelación. 2) EN CASO DE PETICIONAR EL JUICIO ABREVIADO, será remitido al tribunal de juicio que corresponda según su competencia criminal, correccional o de menores, en un plazo máximo de 2 dias hábiles, procediéndose en los demás como regula el art. 413 y concordante. 3) MEDIACION O CONCILIACION 4) PROCEDIMIENTO DIRECTISIMO Ahora bien, lo que se intento al menos a través de esa regulación del proceso de flagrancia a nivel provincial, es a acortar los plazos de duración de muchas causas judiciales que no ameritan extensas demoras que de hecho ocurren en la practica, descomprimiendo asi también la actividad de fiscalías y juzgados. En tal sentido, el hecho de abordar – tal como lo establece ese art. 436 bis -, en una primera audiencia oral la resolucion de aquellas cuestiones que impliquen inclusive imposición de alguna medida cautelar – prisión preventiva del imputado -; hace que primen y cobren relevancia criterios de sencillez, informalidad, brevedad, y se apliquen en forma efectiva principios de publicidad, concentración, contradictorio e inmediación; volviendo asi a poner a la persona del imputado, y no a unos cuantos papeles, en el centro de la escena, desterrando asi para siempre la perniciosa delegación funcional, que impide el contacto entre el afectado por una decisión y quien la va a adoptar. En cuanto a lo que concretamente surge del análisis de la norma antedicha, podemos decir que la principal limitación que la misma establece, es en cuanto al limite máximo punitivo requerido para su aplicación (delitos con pena máxima de 15 años de prisión o concurso de delitos con ese máximo de pena). Por otra parte, en la que respecta al tramite en si mismo, el fiscal de investigacion deberá formar las actuaciones dentro de los 3 dias hábiles desde la aprehensión del imputado (se le hace además designar defensor de confianza o se le designa en su defecto defensor oficial). Luego de ello deberá presentar al encausado en primera audiencia ante el juez de garantías. En el marco de dicha audiencia, se le deberá informar al imputado – con la presencia de su defensor – cual es el hecho que se le acusa y las pruebas obrantes en su contra, y que puede declarar o abstenerse de hacerlo. Si decide declarar, se lo invitara a manifestar todo lo que haga a su descargo y a ofrecer la prueba que acrediten sus dichos que estime oportunas. Dicha audiencia constituye el primer momento en que el juez de garantías tomara contacto directo con el aprehendido, y en base al hecho atribuido al mismo, deberá resolver dos cuestiones: a) Declarar – o no – el caso como flagrancia – a lo que la defensa puede oponerse inmediatamente en esa misma audiencia; b) En caso de que el fiscal disponga la prisión preventiva, la defensa también podrá oponerse inmediatamente y el juez deberá resolver en consecuencia. La decisión que adopte el magistrado sobre cualquiera de ambas cuestiones (declaración de flagrancia o mantenimiento de la prisión preventiva), serán recurribles a través de recurso de apelación. Es lo que hace a la posible intervención del querellante particular, la instancia respectiva será deducida ante el fiscal de investigacion desde el inicio de las actuaciones y hasta la finalización de esa primera audiencia. A diferencia de lo que ocurre en el procedimiento ordinario en el que el querellante particular puede constituirse como tal hasta el momento de la clausura de la investigacion penal preparatoria; aquí, por razones de celeridad del mismo proceso, se acota ese termino, limitándolo a la finalización de esa primera audiencia. Asimismo deberá tenerse presente que se encuentra vedado a la parte damnificada el constituirse como acto civil en este tipo de proceso de flagrancia; ello asi por tratarse de un sujeto adjunto, secundario en el proceso penal, y que en el caso, razones de celeridad no tornan conveniente su intervención. Siguiendo con el desarrollo de tal audiencia, debe tenerse presente que el juez de garantías debe declarar si resulta de aplicación o no el procedimiento de flagrancia. – Si en tal sentido considera que no corresponde aplicar dicha modalidad de proceso, asi lo debe declarar y la causa continuara su tramite mediante la investigacion penal preparatoria habitual, salvo que sea el propio imputado quien manifieste – en esa audiencia – su voluntad expresa de continuar siendo sometido al proceso de flagrancia. – Por otra parte, en esa única oportunidad, el imputado podrá hacer uso: 1) De la aplicación de la suspensión de juicio a prueba. – en cuyo caso el juez correra vista a las partes y sin mas tramite resolverá. El dictamen del fiscal tiene un carácter vinculante, y la decisión que adopte el juez denegando el planteo podrá ser recurrida por el imputado o su defensor via apelación; 2) Podra también peticionar el juicio abreviado, en cuyo caso el juez de garantías lo remitirá al tribunal que corresponda para su juzgamiento, en un plazo máximo de 2 dias hábiles; 3) Podra optar y solicitar el tramite de mediación o conciliación, si correspondiere; 4) Podra solicitar asimismo la aplicación del procedimiento directísimo que establece el art. 436 ter. Posteriormente a lo largo del presente programa volveremos sobre las figuras de suspensión de juicio a prueba o “probation”, Juicio abreviado y los procedimientos de mediación y conciliación. Si resulta oportuno abordar en que consiste ese procedimiento directísimo establecido por el art. 436 ter del mismo rito provincial. Tal como surge dicha norma, dicho procedimiento consiste en que una vez celebrada esa primera audiencia del proceso de flagrancia, en el marco de la misma, el juez de garantias a pedido del imputado, podrá conceder la aplicación de un procedimiento especial (el directísimo), y en consecuencia – si ello ocurre – en esa misma audiencia y sin solución de continuidad, el fiscal de investigaciones formulara la acusación en forma oral mediante el requerimiento e inmediatamente se remitirá las actuaciones ante el tribunal de juicio; el cual en un plazo de hasta 5 dias hábiles desde la aprehensión llevara a cabo una primera audiencia. En esa primera audiencia, las partes ofrecerán las pruebas a producirse en el debate, que podrán ser aceptadas o rechazadas por el tribunal (si se rechaza alguna prueba queda expedito el recurso de reposicion, lo único que se pueden formular son las reservas de casación pertinentes). En caso de la prueba cuya produccion se declare pertinente y útil y que pueda demandar – esa produccion – mas tiempo, el mismo no excederá los 10 dias hábiles. Y allí mismo – en esa primera audiencia – ya se notifica a las partes la fecha y hora de realización de la segunda audiencia, a celebrar dentro de los 15 dias hábiles de haber tenido lugar la aprehensión en flagrancia. Por su parte esa segunda audiencia a la que se hace referencia – a celebrar dentro de los 15 dias hábiles de haber sido detenida la persona en flagrancia -, es la denominada “audiencia de finalización”, prevista por el art. 436 quater, y que no es otra cosa que la audiencia de debate del juicio común, con las mismas reglas y los mismos alcances que cualquier audiencia de debate. Dicho en otros términos y para concluir: como corolario de ese procedimiento, un sujeto detenido de flagrancia, se encontraría en una audiencia de debate dentro de los 15 dias a contar de su detención (algo absolutamente impensado en nuestro anterior sistema procesal penal provincial). Señalado al respecto, que si bien el procedimiento directísimo se caracteriza por ser sumarísimo, ello de ninguna manera es óbice para que se respeten los principios vigentes en materia probatoria; lo que si se tiende a evitar, son las demoras injustificadas e innecesarias en la implementación del proceso. REBELDIA DEL IMPUTADO CASOS EN QUE PROCEDE: ART. 288 CPPN: Sera declarado rebelde el imputado que sin grave y legitimo impedimento no compareciere a la citación judicial, o se fugare del establecimiento o lugar en que se hallare detenido, o se ausentare, sin licencia del tribunal, del lugar asignado para su residencia. DECLARACION: ART. 289 CPPN – Transcurrido el termino de la citación o comprobada la fuga o la ausencia, el tribunal declarara la rebeldía por auto y expedirá orden de detención, si antes no se hubiere dictado. EFECTOS SOBRE EL PROCESO: ART. 290 CPPN – La declaración de rebeldía no suspenderá el curo de la instrucción. Si fuere declarada durante el juicio, este se suspenderá con respecto al rebelde y continuara para los demás imputados presentes. Declarada la rebeldía, se reservaran las actuaciones y los efectos, instrumentos o piezas de convicción que fuere indispensable conservar. La accion civil podrá tramitarse en la sede respectiva. Cuando el rebelde comparezca, por propia voluntad o por fuerza, la causa continuara según su estado. EFECTOS SOBRE LA EXCARCELACION Y LAS COSTAS: ART. 291 CPPN – La declaración de rebeldía implicara la revocatoria de la excarcelación y obligara al imputado al pago de las costas causadas por el incidente. JUSTIFICACION: ART. 292 CPPN – Si el imputado se presentare con posterioridad a la declaración de su rebeldía y justificare que no concurrio hasta ese momento a la citación judicial debido a un grave y legitimo impedimento, aquella será revocada y no producirá los efectos previstos en el art. Anterior. DECLARACION INDAGATORIA El principio constitucional de la inviolabilidad de la defensa en juicio, ha sido interpretado como la posibilidad, entre otras cosas, de que al imputado se le asegure el ser oído, la audiencia y la prueba. De lo que se deriva que esta interpretación constitucional del principio permite afirmar, como primera conclusión de la “posibilidad de ser oído” u otorgar la oportunidad para ser oído es un derecho del imputado con rango constitucional. Pero por otra parte, tal como se encuentra reglamentada la declaración del imputado, se sostiene que su silencio no implica presunción de culpabilidad en su contra, ello en virtud del estado jurídico de inocencia del que goza el imputado conforme al art. 18 CN. Esto entendemos que es asi, por cuanto si el imputado juzga conveniente para sus intereses defensivos guardar silencio, seguirá siendo inocente mas alla de lo que pueda pensar el hombre común. El silencio del inocente es meramente silencio, sigue siendo inocente. Tenemos entonces dos elementos fundamentales surgidos de la constitución para fundar la oportunidad que se le otorga al imputado para ser oído, y la facultad de este de no declarar sin que ello implique ninguna presunción de culpabilidad en su contra. El razonamiento culmina con este ultimo argumento: Si la potestad represiva del Estado surge por la presunta infraccion a una norma penal, y se dirige contra una determinada persona; debe admitirse que esa pretensión represiva se haga saber a la persona contra quien se dirige, para que esta pueda en esa oportunidad “ser oído”, si asi desea hacerlo o guardar silencio. La oportunidad ya ha sido brindada. Pero como derecho que pertenece al imputado, este podrá elegir también la oportunidad para ser oído, tantas veces como lo requiera su defensa. De lo expuesto entonces concluimos que la indagatoria tiene jerarquía constitucional, que se trata de un medio de defensa del imputado, que ello surge de la interpretación armonica de los diversos postulados constitucionales, y nos sirven de premisa en el desarrollo del tema. En tal sentido debemos tener presente que en los primeros momentos de la investigacion y recibida ya la declaración indagatoria, en los códigos tradicionales del procedimiento penal mixto, el tribunal debe pronunciar un merito que determine la situación procesal del imputado. Se trata de una declaración provisional que puede ser incriminadora o dubitativa, según que haya merito suficiente o que falte el merito para pronunciar el procesamiento. Esto no impide que pueda sobreseerse antes de determinar la situación del imputado, y aun antes de ser indagado conforme a esos códigos y a los mas modernos que han receptado con mayor amplitud el principio acusatorio. Como el imputado podrá ejercer su defensa guardando silencio, esta actitud (el silencio) no podrá ser utilizada como presunción de culpabilidad en su contra, aspecto del que debe ser informado debidamente por el órgano que lleva adelante el acto. Por cierto, que aquella información abarcara la mención de cual es el delito por el que la declaración se recibirá: es decir, tendrá que consignar el encuadramiento legal (aun provisorio) de los hechos, para permitir un ejercicio eficaz de la defensa que comprende, no solo el aspecto factico, sino también el jurídico. Además no debe olvidarse que la atribución de un delito (no de un mero hecho) es el único “titulo” que tiene el estado para someter a un ciudadano a un procedimiento penal (proyección procesal del principio de reserva de la ley penal). NATURALEZA JURIDICA La declaración del imputado es un medio de defensa y no un medio de prueba. Contrariamente a lo que fue en su origen histórico (y a lo que mas o menos íntimamente todavía muchos piensan) existe, no para que aquel confiese, ni para lograr pruebas en su contra, sino para que (finalidad totalmente opuesta) pueda ejercitar su defensa material. Sin embargo, en la practica es frecuente observar que se intenta lograr por esta via la confesión del imputado, o por lo menos, contradicciones o incoherencias que desvirtúen la defensa material que este efectuando. Se pretende asi ignorar que la declaración del imputado es un acto voluntario por cuanto también es voluntaria su abstención, ya que aquel no debe probar nada, sino que corresponde que a el se le acredite su culpabilidad. PROCEDENCIA Y TERMINO ART. 294 CPPN - Cuando hubiere motivo bastante para sospechar que una persona ha participado en la comisión de un delito, el juez procederá a interrogarla; si estuviere detenida, inmediatamente, o a mas tardar en el termino de 24 horas desde su detención. Este termino podrá prorrogarse por otro tanto cuando el magistrado no hubiere podido recibir la declaración o cuando lo pidiere el imputado para designar defensor. FORMALIDADES PREVIAS. ART. 298 CPPN: Terminado el interrogatorio de identificación, el jue informara detalladamente al imputado cual es el hecho que se le atribuye, cuales son las pruebas existentes en su contra y que puede abstenerse de declarar, sin que su silencio implique una presunción de culpabilidad. Si el imputado se negare a declarar, ello se hara constar en el acta. Si rehusare suscribirla, se consignara el motivo. FORMA DE LA INDAGATORIA. ART. 299 CPPN: “Si el imputado no se opusiere a declarar, el juez lo invitara a manifestar cuando tenga por conveniente en descargo o aclaración de los hechos y a indicar las pruebas que estime oportunas. Salvo que aquel prefiera dictar su declaración, se le hara constar fielmente; en lo posible, con sus mismas palabras. Después de esto el juez podrá formular al indagado las preguntas que estime convenientes, en forma clara y precisa, nunca capciosa o sugestiva. El declarante podrá dictar las respuestas, que no serán instadas perentoriamente. El ministerio fiscal y las defensores tendrán los deberes y facultades que les acuerden los art. 198 y 203. Si por la duración del acto se notaren signos de fatiga o falta de serenidad en el imputado, la declaración será suspendida hasta que ellos desaparezcan”. Cabe aclarar que en este estadio de la indagatoria, se debe escuchar fielmente al imputado, y en lo posible, transcribir textualmente su declaración. Debe dejárselo hablar con importunarlo, siempre y cuando se refiere al objeto procesal de la intimación previa cabe recordar asimismo, que es nula la declaración indagatoria que omite interrogar al imputado sobre cada uno de los hechos que en concurso material se le reprochan, pues previamente al acto de la declaración “la intimación debe ser completa” y circunstanciada a efectos de que el imputado la comprenda en toda su extencion, pues si el recaudo no es satisfecho se compromete la estructura de la indagatoria, que podria ser nulificada, y consecuentemente la de todos los actos subsiguientes. Cuando el imputado se abstiene de prestar declaración, el acto concluye allí mismo; se firma y se cierra el acta. En cambio, cuando el imputado decide declarar sobre el hecho que se investiga, el secretario deberá dar lectura a todo lo consignado en el acta – sin perjuicio de que la lean el imputado o su defensor -, bajo sanción de nulidad. La omisión de la lectura de la indagatoria produce la nulidad del acto. Luego de ello, el acta será suscripta por todos los presentes; mas si alguno de ellos no pudiere o no quisiere hacerlo, esto se hara constar y no afectara a la validez del acto, que susbsistira con la firma del juez y del secretario. Si el imputado ignorase el castellano, se deberá nombrar un interprete. El declarante podrá escribir su declaración, la que se insertara en el expediente junto con la traducción. El nombramiento del interprete es necesario aun cuando el juez tenga conocimiento de la lengua o dialecto a interpretar. Si el imputado fuere un sordomudo, se nombrara un interprete o un maestro de sordomudos o, a falta de estos, a alguien que sepa comunicarse en el interrogado. Finalmente, si se tratare de un ciego se le hara saber que podrá hacer leer su declaración por una persona de su confianza. Cuando los imputados en la misma causa sean varios, las indagatoria se recibirán separada y sucesivamente, evitándose que se comuniquen antes de que todos hayan declarado. GARANTIAS. – El imputado podrá declarar en ausencia de su defensor, siempre que manifestare expresamente su voluntad en tal sentido, dejando constancia. También podrá abstenerse de declarar En ningun caso se le requerirá juramento o promesa de decir verdad, ni se ejercerá contra el coaccion o amenaza, ni medio alguna para obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar contra su voluntad, no se le harán cargos ni reconvenciones tendientes a obtener su confesión, bajo pena de nulidad. Las normas procesales que regulan la produccion de este acto están todas incluidas en el orden publico, por lo que cualquiera de las exigencias que fuere violada lleva a la nulidad del acto, con las consiguientes responsabilidades. En efecto, si bien el proceso debe consultar en todos los casos el interes colectivo de la seguridad como garantia, también debe hacerlo con la libertad del individuo sometido al proceso. El equilibrio es la única forma de preservación. Por ello, como en este acto indagatorio un hombre – una persona – esta sometido a una verdadera limitación de libertad se deben aumentar todas las garantías. Por ello la ley impone abrir el acto inmediatamente si el imputado esta privado de libertad, o dentro de las 24 horas a contar del momento de su detención. Pudiendo prorrogar este termino solo cuando el reo lo pida para designar defensor o cuando el tribunal por recargo de trabajo u otra causa extrema no puede cumplir en ese lapso. OPORTUNIDAD Y AUTORIDAD RECEPTORA Esta declaración indagatoria debe necesariamente prestarse en el periodo instructorio, y sin ella, o sin haber creado la oportunidad para ello por fijación de audiencia para el acto, aun cuando el reo se niegue a ello, el proceso no puede seguir su curso por cuanto son nulos todos los actos de los cuales ella es su presupuesto. Por consiguiente su autoridad receptora es, en primer lugar, el juez de instrucción para cuando el la convoca, como para todas las veces que el reo quiera ampliarla voluntariamente y para ello lo pida al tribunal. Ese acto debe producirse nuevamente con todas las garantías citadas y con las formalidades explicadas, por el “tribunal del juicio”, una vez abierto el debate. Y si el imputado se niega a producirla, el tribunal ordenara la lectura de todos sus dichos anteriores. Al final del juicio, sobre el cierre para sentencia, la ley otorga una nueva oportunidad para declarar al reo, cuya forma no puede ser sino la de la indagatoria. Ello aun cuando en definitiva sea voluntaria y un alegato por sobre el de la defensa letrada. INCOMUNICACION. – La incomunicación del detenido es el acto policial o jurisdiccional por el cual se priva al imputado de tener contacto con determinadas personas, en los casos de delitos graves por temer fundadamente que se acordara con sus complices o de otro modo pondrá obstáculos a la investigacion. El juez tendrá la facultad de incomunicar al detenido, cuando concurran los requisitos del art. 213, por un plazo no mayor a 48 horas, salvo prorroga que por otro tanto podrá ordenar el juez de instrucción, por decreto fundado. PROCESAMIENTO EN EL ORDEN FEDERAL. CONCEPTO En las primeros momentos de la investigacion y recibida y la declaración indagatoria, en los códigos tradicionales del procedimiento penal mixto, el tribunal debe prenunciar un merito que determine la situación procesal del imputado. Se trata de una declaración provisional que puede ser incriminadora o dubitativa, según que haya merito suficiente o que falte el merito para pronunciar el procesamiento. Esto no impide que puede sobreseerse antes de determinar la situación del imputado, y aun antes de ser indagado conforme a esos códigos y a los mas modernos que han receptado con mayor amplitud el principio acusatorio. Nos referimos a una resolucion instructoria del órgano jurisdiccional, con fundamento en las actividades previas de los tres sujetos fundamentales del proceso. En realidad se trata del fundamental merito que el tribunal debe hacer ante la pristina imputación contestada, para orientar el proceso, desde el comienzo, hacia la acusación o hacia el sobreseimiento. Es una resolucion provisional que puede ser revocada y reformada aun de oficio, en el sentido de que durante la instrucción puede transformarse de incriminadora en desincriminadora y viceversa, conforme al cambio de las circunstancias. Esas modificaciones pueden ser totales o parciales; pero no se puede llegar a la acusación sin procesamiento, y si al sobreseimiento no obstante existir el procesamiento. La ley establece un termino para producirse este pronunciamiento. El plazo que se fija es meramente ordenatorio; pero se persigue una pronta solución sobre la situación jurídica del imputado, proveyendo a través de ella al resguardo de su libertad y de su defensa en el proceso. Esto permite concluir que la resolucion comentada constituye el eje de la instrucción en su trayectoria hacia el resultado que corresponda obtener. TERMINO Y CONDICIONES La ley exige dos condiciones: primero, que haya elementos de convicción suficientes para juzgar que existe un hecho delictuoso; y segundo, que el imputado es culpable como participe del mismo. Como el procesamiento se dicta por auto, serán los elementos de convicción suficientes los que ha de mencionar el juez para acreditar sus afirmaciones respecto de autoria y culpabilidad. El CPPN establece un termino de 10 dias hábiles a contar a partir de la indagatoria para resolver la situación del imputado (ya sea dictando auto de procesamiento o de falta de merito). Como se dijo anteriormente, se trata de un plazo ordenatorio conforme ha sentado de manera pacifica la doctrina y jurisprudencia en la materia. IMPLICANCIA DE LA REMOCION DEL AUTO DE PROCESAMIENTO EN LOS CODIGOS MODERNOS Formulando la aclaración inicial de que es el sistema procesal vigente en la Provincia del Chaco, cabe tener presente que la investigacion no se encuentra en manos de un juez de instrucción como en el sistema federal sino que se trata de una “investigacion preliminar fiscal” llevada adelante precisamente por un Fiscal de investigacion o equipo de investigacion fiscal según el caso. Por lógicas razones en el marco de la misma no existe el dictado de auto procesamiento (ni falta de merito) por parte de un juez. En consecuencia, recayendo sobre el fiscal de investigacion la facultad de investigar, habiendo practicado las diligencias necesarias para la investigacion del hecho punible y sus autores, complices o encubridores, el fiscal declarara cerrada la investigacion preparatoria y podrá: - SOLICITAR EL SOBRESEIMIENTO - ACUSAR AL IMPUTADO Se trata de un momento del proceso en que, tras el agotamiento de las vías de conocimiento formales (o sea, la produccion de pruebas pertinentes y útiles) obtenidas durante la investigacion preparatoria, se abre un espacio para la reflexión critica sobre la investigacion, tendiendo a obtener un merito conclusivo de la misma, que se formalizara en un requerimiento concreto sobre la solución desincriminatoria o acusatoria que se estima corresponde al caso. Cualquiera de estos requerimientos a su vez admitirá la posibilidad de discrepancia o controversia a su respecto, dando lugar a una instancia de control a cargo de un tribunal imparcial. FALTA DE MERITO. – La falta de merito es una resolucion jurisdiccional que se dicta cuando en el termino fijado para resolver la situación del imputado, los elementos de convicción no son suficientes para ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseer, correspondiendo entonces un auto que asi lo declare, ordenando la libertad del detenido (si el mismo se halla privado de su libertad ambulatoria). En su valor sustancial, la falta de merito es un pronunciamiento intermedio, de alcance dubitativo, entre el procesamiento y el sobreseimiento; y es de aplicación obligatoria cuando no puede volcarse la decisión hacia algunos de estos dos institutos. Pero desde el punto de vista formal, se muesta como un merito desincriminador y provisional del periodo instructorio, con respecto al indagado como imputado y al hecho que se le atribuyo. Este instituto tampoco resulta necesario en el esquema de la investigacion penal preparatoria. No se procesa al imputado, pero tampoco se lo libera definitivamente del proceso. La falta de merito se pronuncia sin perjuicio de continuar la investigacion. Se trata de un auto que asi lo determina, y que es apelable por el Ministerio Fiscal, sin efecto suspensivo en cuanto a las medidas de coerción que se venían cumpliendo. Al igual que el procesamiento, es revocable. La falta de merito debe dictarse cuando no procede el procesamiento, o sea dentro del mismo plazo previsto para este. Es un derecho que tiene el imputado para poner termino a la incertidumbre de los primeros momentos de la investigacion. Mientras esa situación subsista, no es posible llegar a la acusación; si no se producen cambios que determinen el procesamiento, evidentemente que la causa seguirá camino al sobreseimiento. PRISION PREVENTIVA La prisión preventiva es el estado de privación de la libertad ambulatoria, dispuesta por un órgano judicial, después de la declaración del imputado, cuando se le atribuye, con grado de probabilidad, la comisión de un delito sancionado con pena privativa de la libertad por la cual no proceda condenación condicional o, procedimiento, existan vehementes indicios de que intentara eludir la accion de la justicia (riesgo de fuga) o entorpecer su investigacion. Se cumple en un establecimiento carcelario del Estado o excepcionalmente, en una residencia particular. El hecho que sea un “estado” ha llevado a decir que la prisión preventiva es en la realidad la verdadera pena, y que el juicio oral y publico es solo una suerte de recurso de revisión contra ella. Los tratados internacionales con jerarquía constitucional (CN, art. 75 inc. 22) dispone que la prisión preventiva de las personas que haya de ser juzgadas no debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garantías que aseguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo (PIDCP, art. 9 inc. 3). La medida puede ser dispuesta, en el caso de delito de accion penal publica, sancionado con pena privativa de la libertad, por el fiscal de instrucción o juez de instrucción, según el tipo de investigacion de que se trate (fiscal o jurisdiccional, respectivamente). En el caso de investigacion jurisdiccional, si se tratara de persona con privilegio constitucional, el juez solo puede dictarla previo allanamiento de la inmunidad (art. 16); para los coimputados sin dichos privilegios puede disponerla directamente. Cabe recordar que la prisión preventiva contradice el principio de inocencia, por ello exige este principio que aquella sea solamente una medida cautelar (no una pena) autorizada con el fin de evitar el peligro de un “daño jurídico”: que el imputado en libertad consiga burlar la ley, ocultando la verdad o eludiendo la sanción. Por otra parte, el presupuesto ineludible de la prisión preventiva es el auto de procesamiento, pues en el se concreta la infraccion penal de acuerdo a las probanzas existentes en la causa. REGULACION EN EL CPPN – PROCEDENCIA ART. 312. – El juez ordenara la prisión preventiva del imputado al dictar el auto de procesamiento, salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que antes se le hubiere concedido cuando: 1) Al delito o al concurso de delitos que se le atribuye corresponda pena privativa de la libertad y el juez estime, prima facie, que no procederá condena de ejecución condicional. 2) Aunque corresponda pena privativa de libertad que permita la condena de ejecución condicional, si no procede conceder la libertad provisoria, según lo dispuesto en el art. 319. TRATAMIENTO DE PRESOS ART. 313. – Excepto lo previsto por el art. Siguiente, los que fueren sometidos a prisión preventiva serán alojados en establecimientos diferentes a los de los penados. Se dispondrá su separación por razones de sexo, edad, educación, antecedentes y naturaleza del delito que se les atribuye. Podrán procurarse, a sus expensas, las comodidades que no afecten al régimen carcelario y la asistencia medica que necesiten, sin perjuicio de la gratuita que deberá prestarles al establecimiento donde se alojen, por medio de sus médicos oficiales, recibir visitas intimas periódicas sin distinción de sexo, en las condiciones que establezca el reglamento respectivo y usar los medios de correspondencia, salvo las restricciones por la ley. Los jueces podrán autorizarlos, mediante resolucion fundada, a salir del establecimiento y ser trasladados bajo debida custodia, para cumplir sus deberes morales en caso de muerte o de grave enfermedad de algun pariente próximo, por el tiempo que prudencialmente se determine. PRISION DOMICILIARIA ART. 314. – El juez ordenara la detención domiciliaria de las personas a las cuales pueda corresponder, de acuerdo al CP, cumpliendo de la pena de prisión en el domicilio. MENORES. ART. 315 – Las disposiciones sobre la prisión preventiva no regiran con respecto a los menores de 18 años, siéndoles aplicables las correspondientes normas de su legislación especifica. LIMITE TEMPORAL: LEY 25430/01 La prisión preventiva NO PODRA SER SUPERIOR A DOS AÑOS, SIN QUE SE HAYA DICTADO SENTENCIA. No obstante, cuando la cantidad de los delitos atribuidos al procesado o la evidente complejidad de la causa hayan impedido el dictado de la misma en el plazo indicado, este podrá prorrogarse por un año mas, por resolucion fundada, que deberá comunicarse de inmediato al tribunal superior que correspondiere, para su debido contralor. ART. 2 – Los plazos previstos en el art. Precedente no se computaran a los efectos de esta ley, cuando los mismos se cumplieren después de haberse dictado sentencia condenatoria, aunque la misma no se encontrare firme. ART. 9 – Cuando un procesado permaneciera dos años privado de su libertad, sin que se haya dictado sentencia a su respecto, el tribunal interviniente tiene la obligación de informar en el plazo perentorio de 48 horas al Consejo de la Magistratura los siguientes datos: - Numero de causa, caratula, fecha de iniciación, tribunal de radicación, fiscales intervinientes, y todo otro dato que se considere de interes - Objeto de la investigacion - Identificación del o de los procesados - Fecha de la detención - Estado de la causa - Razones por las cuales no se llego a dictar sentencia Cuando un procesado sobre el que se hubiere informado en virtud de los dispuesto por este articulo cesara de cumplir prisión preventiva, el tribunal deberá confeccionar de inmediato un formulario para informar de ello y de los motivos de su liberación, al Consejo de la Magistratura. La omisión o retardo de estos informes se consideraran falta grave. EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA DEBERA: a) Confeccionar un registro de las procesados que se encuentren cumpliendo prisión preventiva superior a los 2 años y de los que hayan recuperado su libertad por imperio de esta ley b) Hacer publico anualmente un informe con los datos insertos en el registro referido precedentemente c) Diseñar los formularios que contengan la información a que se refiere este articulo ESTE REGISTRO SERA PUBLICO LIBERTAD COMO PRINCIPIO Y GARANTIA La privación de la libertad individual durante el desarrollo del proceso, como consecuencia de las medidas cautelares detención y prisión preventiva, puede, en su caso, ser evitada antes de su inicio o suspendida en el curso de su ejecución cuando se reunan los recaudos de oportunidad, condiciones y garantías que en su totalidad integran lo que genéricamente constituye la libertad provisional. El proceso sigue su tramite, por cierto, como también sigue vigente la necesidad de aseguramiento de ejecución de su resultado, pero la gravedad de las medidas que conducen a esto ultimo puede amainarse. La instrumentación de ello es la libertad provisional con sus distintas formas que regulan la ley procesal. Esas formas son, también, cautela personal. Ellas sustituyen la privación de libertad, esencial de la detención y la prisión preventiva, por un sometimiento de contralor y obligación caucionada de presencia y disponibilidad ante el tribunal, nucleados en un domicilio en el que se este siempre a disposición de citación y en el respeto de reglas de buena conducta. Por otra parte cabe recordar que nuestra CN establece una regla básica que es el punto de partida: EL ESTADO DE INOCENCIA DEL QUE GOZA TODO CIUDADANO. Este principio, vale la aclaración, se encuentra además en diversos Tratados Internacionales con raigambre constitucional por vigencia del art. 75 inc. 22 de la misma Carta Magna – caso por ejemplo de la Declaracion Universal de los Derechos Humanos en su art. 11, en la Declaracion Americana de los derechos y deberes del hombre en su art. 26; el Pacto internacional de derecho civiles y políticos en su art. 14 inc. 2, por citar algunos que reiteran la consagración de este principio. En el caso de nuestra CN – a diferencia de varias de las Constituciones Provinciales – no se consagra expresamente la regla del estado de inocencia; sino que tal principio se infiere del art. 18 de CN, cuando dice “ninguna habitante de la nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”. En el lenguaje de la carta fundamental “penado” es el condenado por sentencia firme dictada conforme a proceso legal por los jueces naturales. Hasta no ser “penado”, todo habitante de la nación es inocente. De tal regla constitucional surgiría el derecho del imputado a gozar de libertad durante el proceso penal. Es lógico que quien es inocente no sea privado de su libertad. Por supuesto que como todo derecho no es absoluto, sino que se encuentra sujeto a restricciones. En tal sentido claro esta, durante el proceso puedan dictarse – justificadamente – medidas coercitivas de seguridad, entendiendo esto fundamentalmente, como la privación de libertad. En tal sentido debemos tener presente que el CPPCH, claramente dispone en su art. 267 que “con las limitaciones dispuestas por este código, toda persona a quien se le atribuya la participación en un delito permanecerá en libertad durante el proceso”; y ello se complementa con lo que establece a su vez, el art. 268, que consigna “que la restricción de la libertad solo se impondrá en los limites absolutamente indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley”. Es decir, la regla es la libertad, la excepción, la restricción a esa libertad personal. Ahora bien, el correlato lógico de esa regla, es que sea la misma ley procesal la que consagre las pautas que dotadas de objetividad y racionalidad, actúen como “indicios vehementes” que justifiquen que el principio de libertad durante el proceso debe ser restringido en un caso concreto. Debe evitarse asi todo criterio subjetivo ya sea de parte del fiscal de investigacion en el caso de nuestro sistema provincial o del juez de instrucción en el sistema federal. Lo cierto es que los códigos procesales, establecen claramente cuales son esas pautas que actuaran como “indicios vehementes” de que el imputado puesto en libertad, tratara de eludir la accion de la justicia o entorpecerá su investigacion; y que deben ser tenidos en cuenta para disponer su detención en un primer momento, o para dictarle la prisión preventiva posteriormente. En el caso del CPPCH esos indicios se señalan en el art. 280, el cual al referirse a los casos en que debe disponerse la prisión preventiva del imputado, establece dos grandes grupos en sus dos incisos: 1) Si se tratare de delitos de accion publica reprimidos con pena privativa de la libertad y no aparezca procedente, prima facie, la condena de ejecución condicional 2) Cuando aun procediendo la condena condicional, hubiere vehementes indicios de que el imputado tratara de eludir la accion de la justicia o entorpecer su investigacion. Respecto de ello, señala en su ultimo párrafo, que la existencia de esos peligros “se inferirá de algunas de las siguientes circunstancias”: a) REITERACION DE ACTIVIDAD DELICTIVA b) FALTA DE RESIDENCIA c) INEXACTITUD DEL DOMICILIO DENUNCIADO POR EL IMPUTADO d) DECLARACION DE REBELDIA EN OTRO PROCESO PENAL e) SOMETIMIENTO A PROCESO ANTERIOR f) HABER OBTENIDO CESE DE PRISION PREVENTIVA ANTERIOR g) CONDENA IMPUESTA SIN QUE HAYA TRANSCURRIDO EL TERMINO QUE ESTABLECE EL ARTICULO 50 DEL CODIGO PENAL (que, hace referencia a lo que se considera como reincidencia y establece que a tales fines, la pena sufrida no se tendrá en cuenta, cuando desde su cumplimiento hubiera transcurrido un termino igual a aquel por la que hubiera sido impuesta, plazo que nunca excederá de 10 años ni será inferior a 5). El correlato de dicha norma en el CPPN, lo constituye los arts. 312 y 319 a cuyos términos nos remitimos. FORMAS. – Las formas que admite la libertad provisional puede agruparse en dos grandes clases: 1) la que evita entrar en privación de la libertad; 2) las que permiten la salida de ella una vez concretada y en plena ejecución. A su vez, unas deben ser caucionadas y otras no. La evitativa de ingreso es la exencion de prisión y es caucionada. La suspensiva de la privación en curso es la excarcelación y no es caucionada. También puede haber suspensión con la declaración de falta de merito, pero no es caucionada. EXENCION DE PRISION. – Es el procedimiento que todo sujeto que tenga noticia o presuma que puede ser privado de libertad por disposición judicial en proceso penal determinado, puede asumir para evitarlo por petición personal o por la de un tercero en su favor, ante el juez de la causa. Y si no sabe cual es, ante el juez de turno, el que de inmediato debe determinar quien es aquel y pasarle, según el caso, la solicitud para su tramite. Esta forma de proteger la libertad individual cuya posibilidad máxima se extiende a poderla promover incluso en el caso de que se desconociere quien es el juez que puede haber decretado su detención, o, incluso que no la decreto aun; este procedimiento que tiene un tramite valoz en el tiempo, tiene una gran similitud finalista con la accion de habeas corpus preventivo. Su única diferencia de oportunidad es la de que esta ultima se promueve por amenaza de libertad ajena a toda decisión judicial dictada en causa determinada, por lo que debe promoverse, lógicamente, ante el juez de instrucción de turno, quien no la puede derivar a nadie; el tiene que tramitarla. Reiteramos, la exencion de prisión es un instituto procesal que persigue, precisamente eso: que al que esta en libertad aun se le exima de prisión, cuando reuna las condiciones legales para su procedencia y con la garantia del cumplimiento de estas. Esta regulado por los arts. 316, 320 a 333. EXCARCELACION La excarcelación es una forma de liberación provisional que tiene la característica – a diferencia de la exencion de prisión – de operar por soltura respecto del imputado que ya esta privado provisionalmente de su libertad individual. Por encarcelado, se lo excarcela. Y como en todos los casos esta se concede bajo la caucion que se estime proceder, recibe la nominación de “libertad bajo caucion” para diferenciar su caso del de aquellos que estando también encarcelados, son librados sin esa garantia, como es el supuesto de la libertad por falta de merito o la derivada de la suspensión del proceso a prueba (arts. 317, 309, 293). CAUCION. – Es la garantia que el juez exige y el imputado acepta como condición de la efectividad de la recuperación de la libertad. La caucion tiene por exclusivo objeto asegurar el cumplimiento por parte del imputado de las obligaciones legales, ordenes impartidas por el juez y eventualmente, en caso de pena impuesta por sentencia condenatoria, el someterse a su cumplimiento (art. 320). La caucion es la que absorbe la efectividad asegurativa que en las medidas cautelares personales detención y prisión preventiva se instrumenta en la privación provisional de libertad. Cuando en un pedido de exencion de prisión o excarcelación, el juez dicta resoluciones declarando su procedencia no ha dado sino un primer paso que es el referido al cese del aseguramiento coactivo: pero en el segundo, que es la fijación de la caucion, reemplaza la privación de libertad con un compromiso también coactivo contraído por el imputado de someterse al proceso. Por eso es que hemos dicho ya que la excarcelación y la exencion no son “contracautela”; sino lisa y llanamente medidas cautelares. Su nucleo se radica precisamente en la caucion a que se las somete. Si no se presta la fijada no hay libertad. Si se viola el sometimiento procesal se pierde la libertad y la caucion. CAUCION JURATORIA: Que es aquella en la que el compromiso se finca en la promesa jurada de imputación de cumplir fielmente las obligaciones impuestas para la soltura (art. 321 CPPN). CAUCION PERSONAL: Dada junto con el imputado por uno o mas fiadores que asumen junto con el reo, la obligación solidaria de pagar el monto fijado por el juez. Es decir, en el auto de concesión se fija una suma de dinero, frente a ella aparecen los obligados a pagarla. Esto ultimo ocurriría si el imputado se sustrajere a su obligación de someterse al tribunal (art. 322 CPPN). Los fiadores debe probar su solvencia y ser capaces civiles (art. 323 CPPN). CAUCION REAL: Se constituye mediante el deposito del dinero fijado por el juez, o por la entrega de valores cotizables o efectos públicos, u otorgando prendas o hipotecas, todo lo cual quedara sujeto a privilegio especial en orden al cumplimiento de las obligaciones del liberado remiso (art. 324 CPPN). LIBERTAD POR FALTA DE MERITO Ella es una liberación provisional que se produce por via de consecuencia. En efecto, producirá la recepción de la indagatoria al imputado, el juez dentro de los diez días subsiguientes debe regularizar la situación procesal del mismo. Valorado el conjunto de elementos anteriores al acto, con mas lo que le adicione la indagación, pueden presentarse al juez dos posiciones extremas; o los elementos de convicción son suficientes para estimar que existe un hecho delictuoso y que el imputado es culpable como participe del mismo, en cuyo caso debe dictar su procesamiento mediante auto fundado (art. 306); o, por el contrario, dichos elementos de juicio son insuficientes para fundar tal posición y, dado el estado actual de la investigacion, no resulta posible reunir otra prueba, en cuyo caso debe resolver por via del sobreseimiento (arts. 334, 335, 336 y 309 del CPPN). Pero fuera de tales posiciones claras, se puede dar el caso de que se presente una indefinición provocada por la insuficiencia de prueba tanto para uno como para otro de los extremos citados. Es decir: no hay merito para su dictado en autos. Respecto del limite “procesamiento” se mantiene el estado de sospecha que fundo la indagatoria; en tanto que con relacion al limite opuesto “sobreseimiento” se mantiene su posibilidad por falta de elementos actuales. No puede dictarse ni uno ni otro, pero es necesario seguir investigando porque son posibles otras pruebas. En este ultimo caso, que no es sino una tercera posición, previa declaración de la falta de merito probatorio para definir el proceso, se continua la investigacion. Si el imputado o los imputados a cuyo respecto se produzca esta situación, se encontraren privados de libertad, ellos, como consecuencia de ese auto deberán ser puestos en libertad (art. 309). Esta liberación se enrola, también, dentro de las clases de “libertad provisional”, como una forma de cautela. Ello asi, porque el imputado sigue bajo la jurisdiccion del tribunal que, en el acto de soltura, le hace constituir un domicilio para citación, con la advertencia de obligación de concurrir al llamado. Ello se cumple sin caucionar. Este sometimiento se debe a que, como la investigacion continua, puede darse el caso de la incorporación de nuevas pruebas de cargo y la definición procesal hacia el procesamiento, en cuyo caso el sujeto debe estar a disposición para la satisfacción de todos los fines que fundan los actos de cautela personal. SUSPENSION DEL JUICIO A PRUEBA Con la reforma al CP por la ley 24316 se agregaron tres artículos mas al art. 76 (76 bis, ter y quater), por los cuales se introdujo el instituto conocido como la probation o suspensión del proceso a prueba. El motivo del legislador para introducir este instituto fue buscar el otorgamiento al imputado de una posibilidad de acceder a otras condiciones, evitándole el cumplimiento de la condena y evitando asimismo el desgaste de la actividad jurisdiccional. La suspensión del juicio a prueba contribuye a una respuesta mas humana en la justicia penal, ya que tiende a evitar las consecuencias negativas del encarcelamiento, como asi también desde un punto de vista practico impedir que llegue la sentencia en procesos de poca importancia en política criminal ahorrando recursos materiales y humanos, con la gran ventaja que se producen importantes reducciones de costos al Estado. El elemento esencial de la Probation es como método de reeducacion del delincuente: un plan de conducta en libertad, adaptando la respuesta del derecho penal a las circunstancias que rodean al hecho, las condiciones personales del imputado y a la posibilidad que brinde la comunidad o el sistema social. En el curso de su aplicación, la persona sometida a el continua viviendo en el seno de su familia y comunidad, organizando su vida conforme a las condiciones prescritas por el juez o autoridad competente bajo la supervisión y apoyo socio-humanitario del agente de probación. En síntesis, este sistema implica simultáneamente la suspensión de la ejecución de la pena quedando el delincuente en libertad bajo caucion de buena conducta. El mencionado instituto tiene como finalidad conceder al imputado la oportunidad de resarcir el daño causado, evitando de esta forma la accion punitiva del estado como medio de recomposición de la “paz social”. De acuerdo al art. 76 bis CP, el imputado por un delito de accion publica cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar el beneficio de la suspensión del proceso de prueba. Las reglas que corresponde aplicar en caso de la aceptación de la suspensión, están contenidas en el art. 76 ter del CP y si durante el tiempo fijado por el tribunal el imputado no comete un nuevo delito, repara los daños y cumple con las reglas de conducta, se extinguirá la accion penal. ASI ESTABLECE LA MENCIONADA NORMATIVA: ART. 76 BIS. – El imputado de un delito de accion publica reprimido con pena de reclusión o prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba. En los casos de concurso de concurso de delitos, el imputado también podrá solicitar la suspensión del juicio a prueba si el máximo de la pena de reclusión o prisión aplicable no excediese de 3 años. Al presentar la solicitud, el imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño en la medida de lo posible, sin que ello implique confesión ni reconocimiento de la responsabilidad civil correspondiente. El juez decidirá sobre la razonabilidad del ofrecimiento en resolucion fundada. La parte damnificada podrá aceptar o no la reparación ofrecida, y en este ultimo caso, si la realización del juicio se suspendiere, tendrá habilitada la accion civil correspondiente. Si las circunstancias del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable, y hubiese consentimiento del fiscal, el tribunal podrá suspender la realización del juicio. Si el o algunos de los delitos que integran el concurso estuviera reprimido con pena de multa aplicable en forma conjunta o alternativa con la de prisión, será condición, además, que se pague el minimo de la multa correspondiente. El imputado deberá abandonar en favor del Estado, los bienes que presumiblemente resultarían decomisados en caso que recayera condena. No procederá la suspensión del juicio a prueba cuando un funcionario publico, en el ejercicio de sus funciones, hubiese participado en el delito. Tampoco procederá la suspensión de juicio a prueba respecto de los delitos reprimidos con pena de inhabilitación. En cuanto a la interpretación de los alcances de tales requisitos de procedencia del instituto bajo análisis, debe tenerse en cuenta que primeramente se tomo a nivel doctrinario y jurisprudencial una tesis restringida, según la cual para que procediera la suspensión del proceso a prueba debían reunirse ciertos requisitos esenciales, tales como que el delito imputado sea de accion publica, que el máximo no excede los 3 años, que en caso de concurso el máximo de la pena no exceda tampoco los 3 años y que exista la posibilidad de una condena de ejecución condicional; y además como requisito fundamental, debía mediar el consentimiento fiscal para poder proceder a la suspensión. Tiempo después surge una tesis amplia, que viene a rebatir a la tesis restringida, planteando que el requisito de que el máximo de la pena de prisión o reclusión del delito que se le imputa no exceda los 3 años, y el requisito de que exista la posibilidad de una condena de ejecución condicional proceden para supuestos distintos; expresando entonces que con el cumplimiento de uno de aquellos dos requisitos basta para que proceda la suspensión, siendo innecesario que se cumplan ambos requisitos en forma conjunta. Dicha tesis amplia funda su posición en la interpretación gramatical y teleológica que realiza a partir de las diferenciaciones que el mismo art establece en cuanto a tribunal y jueces unipersonales, previendo en el primer párrafo una pena en abstracto (pena cuyo máximo no exceda de 3 años), en tanto que en el cuarto párrafo considera la pena en concreto, con clara alusión al art. 26 del digesto sustantivo. La controversia planteada entre ambas tesituras tiene asidero en el Plenario Nro 5 en el caso “Kosuta” de la Camara Nacional de Casacion Penal con respecto a la suspensión del juicio a prueba con relacion al régimen penal tributario, adoptando finalmente la tesis restrictiva. Luego de 5 años de vigencia de la reforma al CP que introdujera la suspensión del juicio a prueba, ello se concreto en ese fallo plenario nro. 5 en autos caratulados “Kosuta, Teresa R.”, fechado el 17/08/99, donde se resolvió por mayoría lo siguiente: 1) Que la pena sobre la que debe examinarse la procedencia del instituto previsto en el art. 76 bis y ss. Del CP es la de reclusión o prisión cuyo máximo en abstracto no exceda de 3 años 2) Que no procede la suspensión del juicio a prueba cuando el delito tiene prevista pena de inhabilitación como principal, conjunta o alternativa 3) Que la oposición del MPF, sujeta al control de logicidad y fundamentación por parte del órgano jurisdiccional, es vinculante para el otorgamiento del beneficio Esta solución, que fuera anticipándose en diversos pronunciamientos individuales de las distintas salas de la Camara, lamentablemente cercena con gravedad la operatividad del instituto, que queda reducida a su minima expresión: solo procederá sobre la materia correccional y se excluyen, entre otros, los tipos culposos con pena de inhabilitación. Este “triunfo” de la tesis restrictiva ha generado, como era previsilbe, diversas repercusiones en las instancias inferiores, que por distintas vías procuraron “resistir” la doctrina jurisprudencial fijada por la Casacion. Asi, por ejemplo, hay tribunales que optaron por la declaración de inconstitucionalidad de la obligatoriedad de la jurisprudencia plenaria, como el Tribunal Oral Criminal 23 de Capital federal en causa “Menghini”. Con posterioridad a ello, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó el Fallo "Recurso de Hecho Acosta, Alejandro Esteban s/infracción art.14, primer párrafo de la ley 23.737 – causa N° 28/05" S.C.A. 2186, L.XL -, que receptó la tesis amplia y el principio pro homine; permitiendo así la aplicación de la probation (así denominada tras una defectuosa traslación del instituto de derecho anglosajón denominado divertion) a casos y situaciones que quedaban fuera de dicha instituto en el marco de la tesis restrictiva. Concretamente en dicha causa la Sala I de la Cámara Nacional de Casación Penal declaró mal concedido en recurso interpuesto contra lo resuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de la Provincia de Santa Fe, en cuanto no hizo lugar a la suspensión del juicio a prueba solicitada por el imputado Acosta. Contra ese pronunciamiento la defensa del mismo interpuso Recurso Extraordinario cuya denegatoria dio lugar a la articulación de la pertinente queja ante la C.S.J.N. En el citado fallo nuestro máximo órgano jurisdiccional nacional sentó en el Considerando 7°: “Que, en tales condiciones, cabe concluir que el criterio que limita el alcance del beneficio previsto en el artículo 76 bis a los delitos que tienen prevista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los tres años se funda en una exégesis irrazonable de la norma que no armoniza con los principios enumerados, toda vez que consagra una interpretación extensiva de la punibilidad que niega un derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebida preeminencia a sus dos primeros párrafos sobre el cuarto al que deja totalmente inoperante”. Desde ya que entendemos que esta tesis amplia recepcionada por la C.S.J.N. en el citado fallo es la correcta. Así sostenemos que dicha interpretación es correcta y razonable, toda vez que el monto de la pena del delito que se indilga en un caso concreto, no puede constituir obstáculo para el análisis y concesión de la Probation.- En tal sentido compartimos lo sostenido por el Profesor Almeyra, en cuanto a que más allá de la controversia así planteada respecto a que “…si la pena que ha de tomarse en cuanta para la aplicación del instituto, es la que, en abstracto, se ha fijado en su máximo para el delito o por el delito o por el contrario, la que se perciba como adecuada en el caso concreto y que pueda dar lugar a una condena de ejecución condicional, aun cuando la escala penal para el delito atribuido supere dicho máximo, tesis esta considera correcta” (PROBATION de Miguel Ángel ALMEYRA, Sup. De Jurisprudencia penal a cargo de Francisco J. D ALBORA, s/nº Págs. 7 y ss.). En apoyo de tal postura cabría recordar que similar disputa fue generada por la primitiva redacción del art. 26 del C. P. en relación a si el tope de 2 años – actualmente 3 año, ley 23.057 – se refería a la pena que en abstracto se conminaba en la escala penal para el delito imputado o la concretamente fijada en la sentencia, que en definitiva fue zanjada a favor de la segunda posición por el plenario “ARIAS, ENRIQUE” del 07 de Agosto de 1923 (Fallo Plenario Pág. 191 y ss.) y por la Ley de fe de erratas 11.221. La mayoría conformada en dicho plenario, excediendo el estrecho límite que la interpretación gramatical de la norma ofrecía, adhirió a la tesis amplia – en coincidencia con el autor del Código penal Rodolfo MORENO (h) “El Código Penal y sus antecedentes, T. II pág. 121 y siguientes H. A TOMASSI EDITOR, BS. AS 1922 – que significó no tener en cuenta la gravedad objetiva del hecho sino a la pena individualizada en la sentencia, señalando en tal oportunidad el Dr. D. J. FRIAS, que es una regla general del derecho que las leyes que favorecen la libertad individual de las personas deben ser interpretadas de manera más amplia, a fin de que se hagan realmente efectivos los principios de equidad y justicia que el legislador tuvo en vista al sancionarlos. Ante lo así expuesto, y frente a un detenido análisis del tema, persuade adherirse a dicha postura amplia, por cuanto se advierte, que si se interpretara literalmente la expresión utilizada en el primer párrafo del art. 76 bis del C.P., según ley 24.316, no se vería la razonabilidad de denegar el beneficio al acusado de un delito, cuando de acuerdo a la naturaleza del hecho y sus condiciones personales, merecería una condena de ejecución condicional y ello por la sola circunstancia de que el máximo de la escala prevista para el mínimo excediera los tres años. Una interpretación tan estricta estaría en pugna con los modernos principios que informan a la oportunidad de la aplicación de la pena y su individualización, sin obtenerse, por el contrario, ninguna utilidad. Siendo entonces el fundamento de la PROBATION sustituir el juicio sometiendo al acusado a un régimen de control tras el cual la acción penal se extingue de una manera definitiva y congruente con el fundamento del instituto de la condena condicional, es decir “…evitar las penas privativas de libertad de corta duración” (Conf. Sebastián SOLER, DERECHO PENAL ARGENTINO T. II Pág. 497 y Sig. Ed. TEA 1992), sometiendo al imputado a igual control (Art. 27 Bis y 76 del C. P. Ley 24316). Cabe concluir conforme los fundamentos expuestos, que “…la pena que ha de tenerse en cuenta para decidir sobre la procedencia del instituto es la que en concreto se perciba como adecuada y pueda dar lugar a una condena de ejecución condicional aun cuando el máximo previsto para el delito atribuido supere los tres años” (Conf. Julio DE OLAZÁBAL en SUSPENSIÓN DEL PROCESO A PRUEBA Pág. 43 y sig. Ed. ASTREA 1994 y Miguel ALMEYRA Ob. Cit.)