Entendemos por diversidad, las diferencias entre individuos y grupos que
tienen identidades sociales distintas, basadas en características de etnia, raza, cultura, género, orientación sexual, edad, religión, lugar de nacimiento, situación económica y otros.
La diversidad cultural por su parte se define como el conjunto de rasgos
distintos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o grupo humano. Diferencias que abarcan desde las artes, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los valores, las tradiciones y las creencias.
De acuerdo a la UNESCO “la cultura adquiere formas diversas a través
del tiempo y el espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades de los grupos y las sociedades. La diversidad trasciende el respeto a la dignidad humana y supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular los derechos de las personas que pertenecen a minorías sociales”.
Es necesario promover una mayor valoración de la diversidad humana y
cultural para fomentar una sociedad más justa y democrática.
Sin duda, la diversidad y la inclusión son un binomio determinante para
lograr una verdadera sociedad más humana y democrática. La diversidad y la inclusión es primeramente una actitud ante la vida que puede lograrse y consolidarse a través de la formación de un “espíritu respetuoso de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. En nuestras sociedades cada vez más diversificadas resulta indispensable garantizar el respeto a la interacción armónica y una voluntad de convivencia respetuosa y responsable que es inseparable a la vida en un contexto democrático. Educación Inclusiva. Iguales en la diversidad:
La educación inclusiva es un proceso por medio del cual se responde
las diferentes necesidades educativas de los estudiantes. En este proceso se modifica continuamente el ambiente escolar para satisfacer las diferentes necesidades educativas de los estudiantes.
La educación inclusiva se diferencia de las maneras tradicionales de
integración de los estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE).
La integración se ha enfocado en hacer que los estudiantes con
Necesidades Educativas Especiales encajen en el aula y el currículo ya existente. Por el otro lado, la educación inclusiva requiere que los centros educativos modifiquen la instrucción curricular, la organización del aula y aún la estructura del edificio para poder atender a todos los estudiantes.
La educación inclusiva se basa en los siguientes principios:
La instrucción y el currículo no pueden ser organizados en
maneras rígidas ni enfocadas solamente en la enseñanza de un grupo específico. Las Instituciones Educativas deben valorar lo que cada estudiante necesita y hacer las adecuaciones necesarias (individualización).
No se debe enfocar en lo que el estudiante no puede hacer sino
en lo que necesita y puede aprender con el apoyo y las adecuaciones apropiadas.
Los estudiantes con NEE deben asistir a las mismas Instituciones
Educativas y a las mismas aulas que otros estudiantes de su misma edad sin NEE.
Los docentes de educación básica regular y educación básica
especial, y en algunas instancias, los especialistas de otras disciplinas, deben trabajar conjuntamente con los padres de familia para identificar las necesidades de todos los estudiantes de la Institución Educativa, incluyendo aquellos con NEE.
Educar significa preparar a los estudiantes para una participación
activa y completa en la comunidad. Educar incluye desarrollar habilidades físicas y promover amistades y relaciones sociales positivas, así como también promover la participación en actividades de deporte, entre otras.
Educar en interculturalidad:
Los seres humanos en los últimos tiempos han llegado a la convicción
de la condición positiva de la práctica de la interculturalidad como estrategia de relación humana con miras a un desenvolvimiento armónico y creativo de las sociedades humanas. Este convencimiento induce a plantearse estrategias para el aprendizaje de la interculturalidad, entendida ésta como práctica de un tipo de relación entre miembros de distintas culturas, esencialmente positiva para el desarrollo humano. En tanto motivo de aprendizaje, la interculturalidad ha devenido objeto de preocupación de la actividad educativa, al mismo tiempo que sujeto de planeamiento en la tarea de enseñanza-aprendizaje.