Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Nutrición de pasturas
Objetivos:
• Tomar conciencia del rol de las pasturas en el mantenimiento y recuperación de las tierras
• Reconocer los requerimientos de las especies más difundidas
• Resolver problemas de corrección de deficiencias nutritivas
• Evaluar las técnicas aplicadas
Con respecto al fósforo existen, áreas donde los materiales originarios son deficientes en fósforo, dando origen
a suelos con valores bajos de P extractable. Esta deficiencia se acentúa además por el manejo de los suelos,
verificándose aún en suelos bien provistos.
La intensificación de los sistemas productivos ha llevado a un aumento de la productividad primaria (forrajes) y
producto animal.
1
Existen en nuestro país numerosos estudios en distintas regiones que demuestran que el uso agrícola de los
suelos produce una disminución del nitrógeno a medida que transcurren los años de cultivo.
La agricultura reiterada y el doble cultivo trigo/soja por período de varios años, produce:
- deterioro de propiedades químicas, físicas y biológicas.
- importante disminución del contenido de materia orgánica, nitrógeno total y disponible, y desfavorable estabilidad
de los agregados al agua.
Vazquez, M y col. evolución de propiedades químicas, según uso en distintos suelos de Pcia Bs As:
La “degradación” de las variables químicas fue mayor para el Carbono y Nitrógeno total.
La estabilidad estructural fue la variable mas afectada por el uso agrícola con una perdida de hasta el 70 %.
El uso reciente de los suelos (5 años de pasturas a 10-24 años de agricultura), produce cambios en todas
las variables analizadas, que pueden ser descriptas con funciones lineales o parabólicas suaves.
Se han estimado pérdidas de nutrientes de 91 Kg/ha/año en década de los 80, a 125,6 Kg/ha/año, a la
década del 90.
En suelos agrícolas reporta perdidas del 57 % en los niveles de fósforo disponible y del 42 % en los valores
de MO.
La expansión del cultivo de soja, aceleró la extracción de nutrientes. Ventimiglia y col. reportan una fijación
de 70 kg N. ha-1, que representó 38 % del consumo de N, con déficit promedio de 113 kg N. ha-1
La mayoría de los agroecosistemas se desarrollan en condiciones extensivas. Su productividad, estabilidad y
sostenibilidad dependen básicamente de la fertilidad de los suelos, en interacción con otros factores ambientales y
de manejo. La sostenibilidad de los sistemas de producción de carne incluye conceptos más amplios que sólo su
nivel de productividad actual. Entre estos se encuentran las modificaciones en las propiedades de los suelos que
pueden alterar la normal relación entre productividad y sostenibilidad.
Los sistemas ganaderos en Argentina se basan principalmente en el pastoreo directo de pasturas,
fundamentalmente compuestas por gramíneas y leguminosas. Las pasturas en estos sistemas tienen dos
funciones centrales: producción de forraje para la alimentación animal durante la mayor parte del año y, la
recuperación de la fertilidad potencial de los suelos por incrementos en los contenidos de materia orgánica y por la
fijación biológica del nitrógeno atmosférico. El establecimiento de pasturas perennes con gramíneas, durante al
menos 3 a 5 años, permite la recuperación física de los estratos superiores de suelos degradados. La rotación
agrícola-ganadera ha sido descripta como un sistema estable y energéticamente muy eficiente.
El nitrógeno es el único que puede ser incorporado desde la atmósfera al sistema. El resto de los elementos
son provistos por las reservas de los suelos y su incorporación se logra a través del uso de fertilizantes y
enmiendas. Las aplicaciones de heces son prácticas efectivas para el mantenimiento e incremento en los niveles
de nutrientes en los suelos, especialmente de fósforo. Por lo tanto, en sectores donde su distribución uniforme es
factible constituyen un importante aporte para los requerimientos nutricionales de los cultivos.
2
Las plantas absorben grandes cantidades de elementos nutritivos que son empleados para la formación de
tejidos (forraje, grano, etc.). Si estos permanecen en el lugar, los elementos contenidos en los vegetales son
restituidos al suelo después de su muerte. Las pérdidas de fertilidad se producen por la salida del establecimiento
de cosechas (granos, henos, silos, etc.) y productos de origen animal (carne, leche, lana, heces, etc.).
Se resaltan claramente los flujos de pérdida del sistema (lixiviación, escurrimiento, volatilización y exportación de
nutrientes). Cada uno de estos componentes tendrá variaciones de acuerdo al nutriente considerado, y al tipo de
suelo, clima o sistema de producción utilizado (sistema de pastoreo o de corte y posterior cosecha).
Dentro del suelo, cada nutriente sufrirá procesos diferentes. La fracción de nutriente disponible es de gran
importancia ya que es la forma en que son tomados por las plantas, constituyendo así un “reservorio de
nutrientes”. Aquellos nutrientes que no se encuentren dentro del sistema pueden provenir de la fertilización,
deposiciones atmosféricas de fuentes gaseosas o deposiciones de animales suplementados fuera del sistema
considerado. Estas vías de entrada al sistema resultan de gran importancia en el caso del P (baja reposición) y en
planteos con un sistema de producción sustentable.
Los ciclos de nutrientes pueden ser descriptos como:
Ciclos cerrados: los intercambios de nutrientes con reservorios externos al ecosistema son de escasa
magnitud y las demandas nutricionales de los organismos son cubiertas a través del ciclado de nutrientes
remanentes en el sistema a lo largo del tiempo (ej: pastizales naturales)
Ciclos abiertos: las transferencias desde y hacia el ecosistema ocurren regularmente. Las ganancias y
pérdidas de nutrientes pueden ocurrir simultáneamente y ser no necesariamente de igual magnitud (Ej: pasturas
implantadas).
Las vías naturales de ingreso de nutrientes en los sistemas pastoriles son las deposiciones atmosféricas y la
fijación biológica del N de la atmósfera por las leguminosas. En cercanías de áreas con alta contaminación
industrial, es posible el depósito anual de 1 a 3 kg/ha de N y de 1 a 2 kg/ha de P. La fijación biológica no simbiótica
del N atmosférico es también de escasa magnitud (1-2 kg/ha de N). La fijación biológica es la de mayor magnitud
(niveles anuales en alfalfa de hasta 450 kg/ha, proporcionales a la producción de materia seca de la pastura a
razón de 2.3 kg de N por cada 100 kg de materia seca).
Los fertilizantes, tanto de síntesis química, naturales o de origen orgánico, son vías antrópicas de ingreso de
los nutrientes, de mayor importancia para el caso del P dada la insignificante contribución de mecanismos
exógenos al ecosistema.
3
Balance de nutrientes
El balance de nutrientes resulta de la diferencia entre las entradas y las salidas que ocurren en el sistema
ganadero en un período de tiempo. Varía de acuerdo al sistema de producción (intensivo o extensivo), recurso
forrajero (pasturas o pastizales) y prácticas de manejo empleadas (fertilización, rotaciones).
Los sistemas de pastoreo con altas cargas instantáneas y el uso de especies de mayor productividad, provocan
un aumento en la extracción de nutrientes en los suelos con pasturas. El pastoreo mecánico (ensilado y fardos
sumado a otras alternativas de corte y almacenamiento de forraje), al igual que el uso de verdeos invernales y
estivales, incrementan la utilización de nutrientes del suelo. Como consecuencia de la intensificación de los
sistemas ganaderos, existe un incremento en la productividad y, por ende, en la exportación de nutrientes del
sistema.
La incorporación de fertilizantes impacta en forma directa sobre la producción de forraje, pero para producir
carne con éxito necesitamos mejorar las tecnologías de manejo (sistema de pastoreo, conservación de
excedentes). Así, los sistemas intensivos serán sustentables en la medida que compensen las pérdidas de
fertilidad, con prácticas de manejo adecuadas como es el uso de fertilizantes y los pastoreos rotativos con altas
cargas instantáneas a fin de ser más eficientes en la cosecha del forraje y la redistribución de las heces.
El balance de nutrientes dependerá en gran medida de la forma de aprovechamiento de los recursos forrajeros.
En el caso de un sistema basado en el pastoreo directo, el objetivo a cumplir será mantener una adecuada
nutrición del animal, siendo el sistema manejado como un continuum suelo-planta-animal en donde el nivel de
fertilidad del suelo determinará la cantidad y calidad de forraje que será usado por el animal. En cambio, cuando
se realiza el corte y posterior cosecha del forraje, el objetivo será obtener siempre altos rendimientos en cualquier
momento. Aquí, la exportación de nutrientes es elevada, ya que se está cortando toda la planta y llevando ese
material fuera del sistema. En estos sistemas de corte y remoción, la exportación de P puede llegar a superar a la
extracción de los cultivos agrícolas.
Las reservas de P del suelo dependen del balance entre la extracción en planta y productos animales y la
reposición vía fertilizante, abonos o enmiendas.
La intensificación en la producción de carne conduce a niveles de pérdida de P elevados. Este comportamiento
es agravado por la concentración y los traslados de fertilidad en las heces.
El balance de P, y otros nutrientes esenciales, sin fertilización es siempre negativo. En el caso del N, puede
llegar a ser positivo en función de la presencia de leguminosas, la duración de los ciclos de agricultura y ganadería
y el método de aprovechamiento (corte o pastoreo).
El ciclado de nutrientes en sistemas pastoriles ocurre mayormente en condiciones “abiertas” de transferencia
entre compartimentos. A diferencia de los sistemas de producción de granos, las pérdidas de nutrientes en
sistemas pastoriles son mayormente por traslados fuera de las pasturas con las heces y la orina. Estas
deposiciones no son uniformes, tienden a localizarse en áreas no productivas (ej. callejones, salas de ordeñe,
etc.). Sistemas de pastoreo intensivo con alta carga instantánea contribuyen a mejorar la distribución de las
deposiciones.
4
Reciclado de Nitrógeno:
En forma punteada se encuentra delimitado el sistema suelo-planta-animal. Las dos entradas de nitrógeno son
la fijación biológica de nitrógeno (FBN) a través de las leguminosas y los fertilizantes nitrogenados. Las salidas de
N del sistemas son: a) volatilización de N-NH 3 hacia la atmósfera; b) lixiviación de N-NO 3; c) desnitrificación,
pasaje de N-NO.- a gases (N 2 y N20); d) erosión; e) productos animales (leche, carne, lana) y f) deyecciones
animales fuera del área productiva (salas de ordeño, caminos, etc).
Existen pérdidas de N fuera del sistema pastura-animal debidas al movimiento vertical en el perfil (lixiviación) y
a la formación de gases (desnitrificación, volatilización).
La cantidad y calidad del sustrato, así como temperatura y humedad, son determinantes en la cantidad de N
mineralizado. El nitrógeno que proviene de los residuos vegetales básicamente puede ser inmovilizado o
mineralizado por la biomasa microbiana en el corto y largo plazo.
Los procesos de intensificación de la producción animal en base a pasturas, implican un aumento significativo
de la entrada de nitrógeno al sistema suelo-planta-animal.
El incremento de las entradas puede ir acompañado de un aumento de las pérdidas, con el consiguiente impacto
en el medio ambiente. El ciclo del N en pasturas ha recibido mayor atención debido:
1) al amplio reconocimiento que la productividad de las pasturas está limitada por el N;
2) a su relación con la salud humana (contaminación de napas de agua con nitratos, destrucción de la capa de
ozono y efecto invernadero por óxido nitroso).
3) al reconocimiento que el manejo de pasturas puede tener un gran efecto en el ciclo del N afectando la
productividad y la magnitud de las pérdidas y sus respectivas vías.
Los organismos fijadores más importantes pertenecen a los géneros Rhizobium o Bradyrhizobium. Estos
invaden los pelos radicales y las células corticales, induciendo a la formación de nódulos, en los cuales la bacteria
se reproduce y establece.
5
La implantación de pasturas de leguminosas debe ser siempre asegurada mediante la inoculación. Los
inoculantes, deben estar compuestos por bacterias seleccionadas con facultades genéticas para establecer una
estrecha relación simbiótica con la planta y debe funcionar eficazmente en ambientes limitantes.
Para la obtención de respuestas favorables a la inoculación deben tenerse en cuenta varios aspectos:
» la especificidad y la eficiencia de las bacterias presentes en los inoculantes.
» la habilidad competitiva de las cepas introducidas frente a poblaciones nativas (presencia de antagonistas
biológicos).
» la aptitud de las leguminosas para depender de la simbiosis y para nutrir a los bacteroides nodulares.
» las limitantes edáficas que influencian a ambos componentes simbióticos (acidez y bajo nivel de fosfatos en
los suelos, desecación superficial, extremos de temperaturas).
» los factores de manejo agronómico que atenúen o superen las limitantes preexistentes.
En cuanto a la leguminosa, las condiciones que afectan a la efectividad de la nodulación y fijación biológica
pueden resumirse en aspectos como la tasa de crecimiento y así, la capacidad de provisión de carbohidratos a las
bacterias a partir de la fotosíntesis. La disponibilidad de agua y nutrientes juega un papel importante sobre el
crecimiento de la alfalfa y por lo tanto, sobre la fijación del nitrógeno.
Cuantificación de la FBN:
N-FBN = Materia Seca x N total x % NdFBN
donde: N-FBN: kg N/ha derivado de la FBN
Materia seca = kg Materia Seca (parte aérea y raíz)/ha
% N total = porcentaje de N total en la materia seca
% NdFBN = porcentaje de N derivado de la FBN
La estimación es fácil si se puede estimar con cierta confiabilidad el término % NdFBN. Algunos autores
sostienen que por cada 23-30 kg MS de parte aérea, estaría entrando un kg de N proveniente de la FBN. En
Nueva Zelanda, se ha encontrado que es cada 20 kg MS y en Uruguay, cada 25 kg de MS.
La disponibilidad de N-NH4 y/o N-NO3 en el suelo y su utilización de la leguminosa, puede inhibir la acción de la
nitrogenaza.
Con baja disponibilidad de N en el suelo, la mayoría del N en la planta es proveniente de la FBN, mientras que
moderados niveles de disponibilidad de N, maximizan la cantidad absoluta de N proveniente de la FBN. Los
aumentos moderados de la disponibilidad de N ayudan a desarrollar mas rápidamente el área foliar de la
6
leguminosa y la capacidad de enviar fotosintatos para el crecimiento y actividad del nódulo. Por eso, se han
aconsejado aplicaciones nitrogenadas sobre pasturas mezclas de 25 y 50 kg N/ha, con las mayores eficiencias en
el periodo final de invierno-principio de primavera.
0.15 9 1000
Peso seco nódulos/planta (g)
Nódulos (número/planta)
0.12 7 800
0.06 4
400
3
0.03 2 200
1
0
0 0
0 15 90 Testigo Urea 50 Urea 100 SA 100 SA 200
P (kg/ha) Tratamientos (kg/ha)
Fertilización fosfatada y biomasa nodular en alfalfa 190 días Número de nódulos y producción inicial de plantas de alfalfa fertilizadas con urea o con
después de la siembra en el NO de Buenos Aires. sulfato de amonio en la región noroeste bonaerense.
El aporte de N debe equiparar las demandas nitrogenadas de las plantas y para ello proviene tanto del suelo
como de la atmósfera.
cero
Fijación de N
medio
alto
Generalización de la relación entre N fijado biológicamente, tasa de crecimiento de la leguminosa y contenido mineral de N en el suelo
La fijación biológica en las pasturas mezclas es gobernada por: el nivel de N mineral en el suelo, la persistencia
y productividad de la leguminosa, y la competencia con la gramínea asociada. Estos factores a su vez interactúan
con la humedad, acidez, nutrición, plagas y enfermedades.
En el largo plazo, la FBN conduce a un aumento del nivel de N en el suelo, a la dominancia de la gramínea y,
por lo tanto, determina una reducción de la FBN.
En pasturas mezclas, el N fijado vía FBN es transferido a la gramínea por dos vías:
- a través del animal, donde el nitrógeno retorna por orina y heces,
- por excreciones pediculares y por descomposición microbiológica de las raíces de las leguminosas.
La disponibilidad de agua y el contenido de P disponible regulan el ritmo de crecimiento de la alfalfa y por lo
tanto, la tasa de fijación biológica de nitrógeno. El mejoramiento en la nodulación, no sólo mejora la respuesta en
el uso de los nutrientes aplicados al proveer de ambientes mejor provistos en N, sino que aumenta su
incorporación en el sistema productivo y por lo tanto, su residualidad y disponibilidad para especies no fijadoras
del N atmosférico.
7
El N en el animal
La eficiencia de uso es naturalmente baja en los rumiantes (pérdida hasta 80% del consumo). El nivel de
consumo diario de N influye con la cantidad de N en excretas. La falta de sincronía entre las ofertas energética y
proteica durante la fermentación ruminal es la causa más frecuente de pérdida neta de N. Las eficiencias de
utilización del N son particularmente bajas cuando las dietas son hiperproteicas y la oferta energética es limitante
de la captura de N en biomasa microbiana en el rumen (escenario frecuente en planteos pastoriles sobre pasturas
de leguminosas o verdeos de invierno de alta calidad).
El incremento de la síntesis de proteína microbiana implica la posibilidad de reducir la suplementación con
proteína de baja degradación ruminal, generalmente de alto costo, y paralelamente reducir la excreción de N en
orina.
La manipulación de la nutrición permite reducir en parte la emisión de N. Se han observado mejoras de
eficiencia del 50% (del 17 al 26%), indicándose como vías principales la adecuación de la oferta nitrogenada total
y la metabolicidad de la dieta a los requerimientos del animal, la sincronía entre la oferta proteica y energética con
el objeto de maximizar la captura de N en la síntesis de proteína microbiana, la reducción de la degradabilidad
ruminal del N dietario, y la oferta mejorada de aminoácidos a nivel intestinal. La suplementación con proteínas de
alta calidad y de baja degradación ruminal incrementa la captura de N directamente en la forma de aminoácidos y
aumenta la eficiencia de uso de nitrógeno.
Reciclado de Fósforo
El fósforo no presenta importantes vías naturales o biológicas de reposición al sistema pastoril. Además como
muestra escasa movilidad en la solución del suelo, su salida del sistema está concentrada en la captación por las
plantas y el consumo por los animales y, por escurrimientos superficiales.
El P es un elemento muy poco móvil en el suelo y se encuentra mayormente en formas minerales poco
solubles y en la materia orgánica. En términos agronómicos, las únicas vías a considerar en el balance son la
fertilización (como entrada) y la exportación por productos (salida).
El consumo del P por las pasturas está dado por las condiciones de crecimiento de las mismas, las que varían
entre especies y estacionalmente con las temperaturas y disponibilidad de agua y otros nutrientes, en especial
nitrógeno.
Las plantas forrajeras jóvenes, además de ser más palatables, proveen de una mayor concentración de P que
las viejas. Por lo tanto la selección del consumo hacia plantas con mayor palatabilidad (en condiciones de baja
carga animal), intensifica la extracción de P del sistema.
La aplicación de fertilizantes con P, retorna al suelo por las heces y por materiales vegetales muertos. La
concentración de P normal en la orina es despreciable. La cantidad de P ciclada a través de las heces varía según
el nivel de alimentos consumidos y su contenido de P. El patrón de distribución de las heces es de significativa
importancia para la economía del ciclo del P. La mayor deposición de heces es nocturna conduciendo a
importantes transferencias de elementos en condiciones de manejos pastoriles durante el día y estabulados
nocturnos.
La restitución del P de residuos vegetales muertos (mantillo, raíces, etc.) es variable. Residuos de plantas
jóvenes inducen a una mayor actividad microbiana, rápida desaparición del residuo y muerte de la población
microbiana con liberación de formas inorgánicas de P. Por el contrario, el desarrollo microbiano sobre materiales
8
maduros es más lento y una escasa proporción del P es reciclado en el subsistema descomponedor con poca
liberación de P inorgánico. La liberación neta de P por mineralización es mayor en condiciones de: alta
concentración de N y P en los residuos vegetales, contenidos altos de P en el suelo y temperaturas moderadas a
altas.
El P orgánico de los residuos vegetales y las heces contribuye primariamente a las formas orgánicas de P en el
suelo, aunque algo del P está inmediatamente disponible para las plantas. Cuando los alimentos son ricos en P,
una alta proporción del P de las heces se encuentra en forma inorgánica.
Pérdidas de P
La remoción del P en productos animales es aproximadamente el 36% de la ingesta en condiciones intensivas de
producción de leche y del 10 % para producciones de carne. El P es también transferido a sectores fuera del área
de producción de la pastura (callejones, salas de ordeño, camiones, etc.) a través de las heces (la transferencia
fuera de las pasturas pueden variar entre 10 – 30 %). La pérdida neta del P es escasamente modificada por el
sistema de pastoreo, siendo de importancia el efecto de la intensificación de la carga animal sobre los patrones de
distribución de heces. Escurrimiento superficial y en menor proporción erosión de suelos bajo pasturas, son
también formas de pérdida de P reciclado a través de las heces y por aplicaciones superficiales de fertilizantes que
incrementan los niveles inorgánicos de P en los suelos. Estas pérdidas son de escasa importancia sobre la
productividad de las pasturas pero resultan de significativa relevancia por sus efectos ambientales al acumularse
en cursos de agua y otros reservorios induciendo al fenómeno de eutrofización.
Los aportes externos de P son fundamentalmente a partir de la aplicación de fertilizantes fosfatados y los
balances de este nutriente mayormente negativos debido a los traslados de heces fuera de áreas de producción
de forrajes. La tasa de decaimiento en los niveles de este nutriente sería proporcional a los niveles de producción
y de mayor magnitud bajo condiciones de producción de leche o de carne con pastoreos con bajas cargas
instantáneas y sitios de concentración de animales fuera del área de producción del forraje.
El P en el animal:
La deficiencia metabólica y no el exceso de P es el caso más frecuente en rumiantes en pastoreo. Con la
intensificación de los procesos productivos, la suplementación con fósforo adquiere relevancia. El valor biológico
se incrementa con la solubilidad de la fuente y decrece con la presencia de metales en la dieta. La metabolicidad
de la dieta, el nivel energético y el balance con otros nutrientes son factores condicionantes de la eficiencia de uso
del P. El crecimiento de la biomasa ruminal depende, entre otras, de las relaciones entre N, P y energía química.
Una proporción significativa del P que ingresa al rumen es incorporado a ácidos nucleicos y fosfolípidos, en el
intestino delgado la relación con el calcio afecta su absorción. La ingesta y la masa microbiana, primero, y la bilis
en segundo lugar, son las principales fuentes de P que alcanza el intestino delgado; entre los alimentos, la
principal fuente de P dietario son los forrajes y algunos concentrados de naturaleza proteica o energético-proteica.
Los granos constituyen un recurso de bajo contenido relativo.
El rumiante recicla vía saliva una alta proporción del P plasmático excedente. El ingreso de P por esa vía supera
varias veces la cantidad consumida en dietas comunes en pastoreo o feedlot.
Entre las formas de reducir la excreción de P, la formulación de la dieta teniendo en cuenta relaciones entre
nutrientes es el primer recurso. El agregado de granos con bajo contenido de P es el camino más directo para el
control del consumo excesivo de fósforo, la naturaleza de la fuente de P constituye otra vía de ajuste; las formas
orgánicas y solubles tienen generalmente mayor eficiencia de uso y mayor valor biológico.
Sistema suelo-planta-animal
El suelo provee los elementos necesarios para el crecimiento de las plantas: el agua y todos los elementos
minerales. Una función adicional del suelo es la de sostén de los vegetales.
Las plantas emplean energía solar, el anhídrido del aire, el agua y los minerales para formar sus tejidos. En las
leguminosas, los nódulos de la raíz fijan el nitrógeno del aire del suelo y lo convierten en aprovechable por las
plantas. La planta actúa a su vez como fuente de recursos para el suelo, abasteciéndolo de materia orgánica y
minerales (descomposición de parte aérea y raíces). Los tejidos vegetales proveen al animal los elementos
nutritivos para mantener su vida y los procesos productivos.
El animal actúa perjudicialmente sobre la pradera de las siguientes formas:
9
a) POR PISOTEO, el animal compacta el suelo, disminuyendo la aireación e infiltración de agua. También
provoca lesiones a las plantas, que además del daño, significan una disminución del forraje cosechable.
Las especies vegetales tienen distinta resistencia al pisoteo. Aquellas que tengan estolones, rizomas y cuyo
hábito de crecimiento sean más bien rastreras, son las más resistentes.
El daño por pisoteo se traduce en lesiones mecánicas, como magullamiento de tallos, coronas, destrucción de
hojas, heridas en raíces superficiales, estolones y ápices de crecimiento.
Sobre el suelo, el pisoteo produce alteraciones en la densidad aparente, tamaño de poros y capilaridad. El
principal síntoma de daño en la superficie del suelo es la baja infiltración de agua por aumento de la densidad.
En los daños por compactación influye el tipo de animales, su peso, la carga, la distancia caminada, el manejo
de la pastura, cobertura del suelo, etc.
La figura muestra la pérdida de agua por escorrentía con tres grados distintos de cobertura (pastura pobre, en
buen estado y excelente), combinado con tres presiones de pastoreo (intensa, moderada y ligera):
La experiencia indica que con cargas moderadas sólo se producen daños en momentos críticos.
10
Nitrógeno:
La mayor parte es excretado por la orina (70 %), principalmente en forma de urea, que se convierte en amonio
y nitratos, formas disponibles para los microorganismos del suelo. El nitrógeno excretado por heces está en
formas orgánicas, no disponible en forma inmediata. Debe ser mineralizado por los microorganismos del suelo.
Fósforo:
El P consumido retorna principalmente por Heces. 55-75 % bajo forma de P inorgánico. Por orina es bajo retorno.
Calcio y magnesio:
Se encuentra principalmente en el estiércol.
Potasio y azufre:
Son aportados por la orina.
Con respecto a las pérdidas durante el reciclaje de estos elementos, las mayores ocurren en la fracción del
nitrógeno por volatilización y lixiviación (lavado en el perfil del suelo).
Retención de Nutrientes
El componente animal, mantiene una significativa interacción química, biológica y física con otros componentes
e interviene en la redistribución de los nutrientes en la superficie. Bajo pastoreo siempre existe un retorno, ya sea
por las deposiciones del animal o por el remanente que permanece en pie sin comer, o por pérdida durante la
ingesta (ambos suman entre un 30-50%). En este sentido, el N y el potasio (K) son nutrientes que son retenidos en
menor medida por el animal. Por lo general, el pastoreo del animal es medianamente uniforme y homogéneo en
toda la extensión del potrero. De esta forma, los nutrientes se extraen en forma uniforme de la mayor parte de la
superficie de la pastura. Por el contrario, las deposiciones, tanto sólidas como líquidas, son desuniformes,
concentrándose en ciertos sectores del lote, como por ejemplo las aguadas. Las deposiciones se concentran en
un 30% del lote.
La ingesta del animal y el posterior retorno de nutrientes al suelo, puede poseer beneficios específicos en el
ciclo de nutrientes, como en el caso del azufre (S). El pastoreo animal acelera el ciclo de este nutriente, ya que el
animal ingiere formas orgánicas del elemento y las devuelve en forma inorgánica, directamente disponibles para
su reutilización por la pastura. Algo similar ocurriría con el P.
Las extracciones de nutrientes que realiza el ganado varían según el tipo de animal. En los animales de cría o
engorde de carne, la exportación de fósforo es del 10 %, mientras que en las explotaciones productoras de leche,
el fósforo de la leche representa el 25 % del fósforo ingerido en el forraje. Por lo tanto, es imprescindible que la
mayor cantidad posible de deyecciones queden bien distribuida en el campo.
La cantidad total de heces varía con el tipo, tamaño, edad, sexo, estado reproductivo y dieta del animal. La
composición del estiércol es muy variada en nutrientes (N, P, K), convirtiéndose en una característica interesante
como desafío para usarlos eficientemente dentro de una pastura.
11
Muchos son los factores que se pueden manipular para mejorar la eficiencia de reciclado de nutrientes en
pasturas. La uniformidad del retorno por excreta ha sido mejorada aumentando la carga animal y reduciendo los
períodos de pastoreo, siendo el pastoreo rotativo el medio más idóneo para estas situaciones.
Manejo de Deyecciones
El hecho que el pasto o rastrojo pase por el animal hace que se facilite la descomposición de esa materia
orgánica.
El estiércol proporciona materiales orgánicos que ejercen una influencia favorable sobre la estructura del suelo.
Aumenta la agregación de las partículas del suelo y disminuye la densidad aparente.
La distribución de los minerales es diferente según sea orina o heces. Además las heces tienen un pH de 7,2 y
46,75 % de M.O.
El efecto de ciclado múltiple, se produce por la ingestión de formas orgánicas de nutrientes y su conversión
interna y deposición tanto como formas inorgánicas u orgánicas relativamente simples (ej. urea, aminoácidos) que
se convierten en inorgánicas una vez excretados. Esto lleva a la depresión de los contenidos de nutrientes en
algunos sitios de las pasturas y a su incremento en otros sectores.
La cantidad de nutrientes consumida por los animales está determinada por la productividad de los forrajes y su
estado fenológico. Al avanzar el estado fenológico de las pasturas su concentración de nutrientes decrece. Los
vacunos retienen entre el 15 y el 20 % de los nutrientes ingeridos con el forraje. La proporción remanente regresa
al sistema suelo-planta a través de la orina y las heces. La orina contiene mayormente residuos del metabolismo,
mientras que las heces esta compuesta por forraje no digerido, productos microbianos y tejidos muertos. La
proporción relativa entre orina y heces es en parte dependiente de la calidad y cantidad del forraje ingerido.
La distribución de heces y orina no es uniforme en las pasturas. El pastoreo no ocurre al azar (excepto con
altas cargas). La heterogeneidad origina mosaicos de fertilidad dependiendo del área cubierta por los excrementos
en forma individual. En general, un animal puede afectar entre 4 y 8 m 2 de superficie.
La restitución de nutrientes a través de las heces no se realiza de forma uniforme en toda la pastura, sino que
se detectan sectores de concentración (proximidades de aguadas, comederos, alambrados, callejones, etc.) y
normalmente la transferencia fuera del sitio de pastoreo (corrales de encierre, salas de ordeñe, camiones, etc.).
Por otra parte, es normal que las reservas de forraje, sean suministradas en potreros diferentes al de origen
constituyendo en importantes traslados de fertilidad, llegando en estos sectores al aumento en los niveles de
nutrientes en magnitud similar a la condición original sin uso agropecuario. La práctica de incorporación de la
aguada en cada parcela de pastoreo reduce las pérdidas de nutrientes hacia sectores improductivos, al
asegurarse una mayor permanencia de los animales en los sectores bajo pastoreo y facilita una mejor distribución
de las heces. Si los animales pasan gran parte de su tiempo en áreas relativamente pequeñas (sombras, corrales,
etc.), el efecto de ciclado de nutrientes resulta localizado.
12
80 72.85 a
a
70
P extractable (ppm)
60
50
40
30 23.9 b
16.8 c 14.1 d
20
10
0
Aguada en Callejón Parcela con Parcela sin
el molino aguada aguada
En pastoreos con altas cargas instantáneas que logran bajos tiempos de permanencia en las parcelas, el bosteo
cubre aproximadamente el 13 % de la superficie pastoreada y es superior a la detectada en condiciones de
pastoreos mas prolongados. Por otra parte, la mayor concentración instantánea de animales favorece el esparcido
de las heces como consecuencia del pisoteo. No se determinaron diferencias significativas en la cantidad de
heces producidas en ambos sistemas bajo igual carga animal media. También, la rotación de cultivos con
gramíneas de amplia distribución de raíces en el primer estrato del suelo, corrigen parcialmente la desuniformidad
de la distribución, pero la mejora en la eficiencia de captura del N es escasa.
El aporte de nutrientes se limita al área cubierta por heces que va desde 25 a 40 % en el año.
En general, la producción extensiva (largos tiempos de pastoreo) conduciría a una mayor tasa de agotamiento
del P que en condiciones de pastoreos más intensos. En el caso de los tambos, si bien los tiempos de
permanencia son mínimos (altas cargas instantáneas), el tiempo de pastoreo es muy corto y los animales pasan
gran parte del tiempo en corrales y callejones donde se concentran las deposiciones de heces. En este sistema, la
menor acumulación de P se relaciona con frecuentes remociones y rellenado con suelos con menores contenidos
de P.
Sistema de producción
Tambo Guachera Carne intensivo Carne extensivo
Duración del pastoreo (días) 0.5 1 6 15
Ubicación P (ppm)
Lote 36 54 41 26
Callejón 64† 73 71 74
Corral encierre 58† 72 73 74
Aguada 64† 73 71 74
†
Se realizan remociones superficiales y rellenados frecuentes
En los tambos se generan diariamente miles de litros de estiércol, producto del lavado de corrales, ordeñadora
(con productos biodegradables) y tanque de frío. Esto genera distintos problemas como llenado de represas y
lagunas, y a su vez pérdida de dinero por concentración de fertilidad.
Con altas dosis de fertilizante nitrogenado, se pueden ocasionar problemas de quemado de plantas por orina y/o
bosteo. Además, pueden ocurrir problemas de amasado del suelo (poaching) y pisado de plantas.
Con mayor aporte de N se evidencia una disminución muy importante del porcentaje de plantas. Esto se atribuye
a los efectos negativos mencionados previamente (pisado y quemado de plantas).
En el caso del porcentaje de plantas ausentes, con dosis elevadas de fertilizante nitrogenado, la producción de
pasto cae significativamente debido a los efectos negativos de la orina y heces de los animales. Asimismo, con
dosis elevadas de fertilizante, el N producido por la pastura cae marcadamente.
13
El tipo de suelo adquiere gran importancia en la interacción suelo-recurso forrajero-animal. Suelos de texturas
gruesas son más susceptibles a los efectos del pisoteo animal y más sensibles al exceso de aportes de N debido a
su menor capacidad de procesado de N.
Los planteos pastoriles intensificados con la incorporación de especies vegetales de alto potencial,
particularmente leguminosas, y la fertilización de pasturas de verdeo para aumentar la producción primaria, han
exacerbado el nivel proteico de las dietas muy por encima de los requerimientos de proteína bruta de los procesos
de producción de carne o leche. Como consecuencia, el planteo pastoril de alta performance adolece con
frecuencia de un factor de riesgo: la sobrecarga de N de distribución difusa y dificultoso control.
La suplementación sistemática o complementación de dietas con concentrados energéticos (granos, silaje de
maíz, etc.) permite reducir la concentración proteica de las dietas, mejorar la eficiencia de conversión y disminuir la
emisión de N ureico, una de las formas más lábiles del nitrógeno. Por otro lado, la cosecha y traslado de biomasa
fuera del lote en la forma de silajes o henos aumenta el ritmo de extracción de macro nutrientes y los desbalances
edáficos en las relaciones entre nutrientes se incrementan. Simultáneamente pueden coexistir en problemas de
erosión de nutrientes y sectores contaminados por sobrecarga de residuos.
Impacto de un sistema intensivo de producción de carne vacuna sobre algunas propiedades del suelo y del agua
Se cuantificó el impacto de largo plazo (11 años) que produjo un sistema intensivo de producción de carne vacuna
sobre el suelo y el agua del sur de Santa Fe.
El sistema intensivo de producción de carne vacuna con descarga no controlada de efluentes sólidos y líquidos
durante 11 años continuos produjo modificaciones importantes en las propiedades químicas del suelo y de las
aguas subterráneas y superficiales. Las características del aporte de excretas (intensidad, disposición, calidad y
cantidad) y la capacidad de recepción del ambiente condicionaron el proceso de contaminación.
El principal impacto sobre el suelo es la salinización de todo el perfil. Las excretas animales y los productos
sanitarios generaron alteraciones en la composición iónica del suelo que se trasladaron a la hidroquímica del
acuífero.
14
De todos los elementos químicos estudiados, el N fue el más afectado en algunas de sus formas químicas. En
consecuencia, éstas resultaron las más sensibles para evidenciar contaminación: Nt en el perfil del suelo, NO3 en
el agua subterránea y NH4 en las aguas superficiales.
Si bien algunos de los metales estudiados (Pb, Cu y Zn) aumentaron su concentración tanto en el suelo como en
el agua subterránea, estuvieron por debajo de los niveles internacionalmente admitidos para considerarlos
contaminados.
Para el caso particular del As, existió contaminación del agua subterránea que puede ser atribuida a su elevada
concentración en los sedimentos cuaternarios bajo el área de estudio, no generada por el sistema de producción.
La combinación de un sistema de producción con elevado aporte de P y de un agua de bebida con elevado
contenido de As favoreció la salida de As del establecimiento por escurrimiento superficial. La contaminación del
agua subterránea se registró en dos puntos muy cercanos a la fuente que la produjo: la concentración de
animales. Por ello, no refleja necesariamente la contaminación del acuífero.
Características de los suelos: napas cercanas a la superficie, suelos arenosos, capas compactadas, etc,
restringen el crecimiento de las pasturas.
Estado de crecimiento: durante la etapa de crecimiento vegetativo de la pastura, las plantas generan
básicamente hojas, cuyos tejidos presentan un elevado contenido proteico y una menor proporción de tejido
estructural. Al iniciarse el crecimiento reproductivo, las plantas desarrollan estructuras con elevado contenido de
fibra e hidratos de carbono y un bajo contenido proteico. Las plantas presentan altas demandas nutricionales y las
máximas tasas de absorción de nutrientes.
Especies forrajeras: los requerimientos nutricionales difieren entre si en función de sus diferencias
morfológicas y fisiológicas. En general, las leguminosas presentan mayores concentraciones de nutrientes que las
gramíneas. La asignación de recursos hacia la biomasa aérea y/o biomasa radical difiere entre especies y modifica
la captura de recursos. Debido a la capacidad de las leguminosas para fijar el N atmosférico, el nutriente que con
mayor frecuencia limita el crecimiento es el P (el K y S también pueden afectar la producción de forraje). Las
gramíneas requieren elevadas cantidades de N. Por esto, aun en pasturas coasociadas, el aporte de N del
ambiente resulta insuficiente. La concentración óptima de cada nutriente dependerá del momento y del órgano
considerado.
Utilización del forraje producido: el requerimiento nutricional de las pasturas es función de la tasa de
crecimiento y ésta es afectada por la intensidad de defoliación. El pastoreo provoca alteraciones en el sistema
suelo-planta, ya que una proporción de los nutrientes consumidos son retornados a través de las deyecciones de
los animales. Este retorno es parcial debido a que las perdidas son importantes (principalmente N) y la
redistribución es heterogénea. También, el pastoreo origina efectos adversos sobre la pastura a través del
consumo selectivo y del deterioro (pisoteo) del forraje no consumido. Por otra parte, cuando las pasturas son
desfoliadas mediante cortes mecánicos, una gran proporción de material presente es cosechado y se produce una
importante extracción de los nutrientes presentes en el sistema.
15
Asimismo, la presencia de plagas y/o enfermedades pueden influenciar el requerimiento nutricional de las
pasturas.
Calidad y cantidad
del recurso forrajero
Antes de decidir la fertilización de una pastura a implantar, se debe tener en cuenta los siguientes pasos:
- Objetivos de producción (cría, invernada, ciclo completo, tambo, etc.) y grado de intensificación en cada
actividad. Esto determinará variaciones en los requerimientos estacionales de forraje y distintos tipos de recursos
forrajeros utilizados.
- Tipo de suelo y disponibilidad de nutrientes: el análisis de suelo resulta una herramienta adecuada para conocer
las propiedades edáficas y el nivel de nutrientes disponibles. Dado que, el nivel de nutrientes se modifica según la
época del año, la estimación tendrá mayor valor cuanto más cercano se realice el muestreo de suelos del
momento en que los nutrientes sean requeridos por la pastura.
- Los requerimientos varían según la especie y el ciclo de crecimiento de cada una. El requerimiento de nutrientes
será mínimo cuando se registren bajas tasas de crecimiento (en invierno si es P-E-O) y aumentará hasta un
máximo con el pico de crecimiento en primavera-verano.
- Considerar el comportamiento de los nutrientes en el suelo. El fósforo puede ser aplicado a la implantación de
las pasturas y su utilización por las plantas se producirá mas tarde. El nitrógeno, puede sufrir múltiples
alteraciones o pérdidas en el ambiente, por lo que debería ser aplicado solo cuando la planta manifieste altas
demandas, ya sea a principios del otoño o sobre todo a fines del invierno, principios de primavera. La fertilización
fosfatada permite cumplir con tal objetivo pero, cuando se desea incrementar la producción (fines del invierno),
adquiere mayor relevancia la fertilización nitrogenada.
- Si el productor no está en condiciones de aumentar la carga animal o de realizar la conservación de los
excedentes de forraje, pierde sentido invertir en un insumo como el fertilizante.
El manejo más eficiente y eficaz será aquel que optimice el manejo de los factores controlables, mientras que
procure minimizar la incidencia negativa de aquellos factores menos controlables.
16
Variables controlables
Fecha de siembra
Densidad de siembra
Selección de especies y variedades
Control y prevención de adversidades (malezas, plagas, enfermedades)
Sistema de labranza y eficiencia de implantación
Asignación de forraje a los animales
Sistema de pastoreo y eficiencia de utilización del pasto
Sistema de distribución de deyecciones (orina y heces)
Variables escasamente controlables o no controlables
Escenario económico, financiero y político zonal, regional y nacional.
Eventos climáticos (lluvias, granizo, heladas, etc.).
Precios de insumos y productos.
Factores ambientales: temperatura, radiación, humedad, presión atmosférica, etc.
Una de las decisiones de mayor impacto es la selección de lotes y de las especies a incorporar en la mezcla
forrajera. Dentro de los factores de suelo que condiciona la selección de especies a implantar, el pH es uno de los
parámetros más importantes a evaluar ya que su nivel determina y condiciona la biodisponibilidad de nutrientes
esenciales y podríamos considerarlo como un indicador global de fertilidad.
Rango óptimo de pH
5.5-6 6-6.5 6.5-7
Falaris Cebadilla Agropiro
Lotus Dactilis Alfalfa
Vicia Festuca
Trébol subterráneo Trébol blanco
Trébol rojo
En praderas base alfalfa o en pasturas monofíticas de esta leguminosa, en suelos con pH menores a 6.5-7,
sería conveniente evaluar el encalado con enmiendas (calcita, dolomita, etc.).
En ambientes problemáticos (suelos que se inundan), la fertilización permite aumentar la producción de pasto,
incrementar la carga animal y por ende la producción secundaria (carne, leche, etc.). Así, es importante identificar
qué especies se adaptan mejor a las condiciones locales, y luego diseñar la mejor estrategia de fertilización para
esa condición.
Bajos "dulces":
Suelos sometidos a la fluctuación de la napa freática y vulnerabilidad por anegamientos de diferente magnitud,
pero sin problemas de sodio en el complejo de cambio. Normalmente la estrategia de manejo consiste en la
intersiembra o siembra directa de especies valiosas como raigrás, trébol blanco, Lotus tenuis, etc. Aplicación de
fertilizantes nitrogenados, fosfatados o combinados, según la especie o especies que se interesa tener en el tapiz
y la fertilidad actual del lote.
Bajos "alcalinos":
Suelos salino-alcalinos (pH entre 7 y 8) o sódicos (pH superiores a 8). Se efectúa la siembra directa de especies
adaptadas a estas condiciones como mezclas de agropiro, festuca, Lotus tenuis, Melilotus sp ., etc. El agropiro es
una especie muy adaptable a suelos bajos, y a altos niveles de pH.
Nitrógeno
Absorbido por las plantas como nitrato o como amonio y cumple múltiples funciones.
Su rol: intervención en la composición de los aminoácidos que son los precursores de las proteínas, es parte de
los ácidos nucleicos (DNA y RNA), las enzimas también están constituidas por proteínas.
17
Los compuestos nitrogenados poseen una alta tasa de reciclado y movilidad en la planta (los tejidos mas viejos
se empobrecen en N cuando senescen). Por eso, el primer síntoma de deficiencias de N es la senescencia
prematura de los órganos más antiguos de la planta.
La aplicación temprana del N adelanta el crecimiento de las gramíneas y el pastoreo. Estas aplicaciones
tempranas tienden a aumentar la producción y proporción de gramíneas que compiten y reducen el crecimiento de
leguminosas, por lo cual, el manejo del N debe ser cuidadoso para evitar el desbalance gramínea/leguminosa en
la composición de la pastura (no aplicar mas de 50 kg N/ha).
El principal efecto del N se observa sobre la expansión del área foliar. También, se puede ver que su efecto
sobre la longevidad de las hojas (2 a 3 semanas), pero con posteridad la acumulación de material senescente se
acelera y puede ser mayor a las registradas en las pasturas sin fertilización. Es por ello la utilización oportuna de
forraje acumulado.
La concentración de N afecta el contenido proteico del forraje. Hay que tener en cuenta que los requerimientos
proteicos de los animales varían según su estado fisiológico (desde 7 % en el ganado adulto para mantenimiento
hasta 15-20 % para terneros en lactancia o en activos crecimientos). Cuando el contenido en planta de N es
elevado (superior al 3 %), la relación entre el N disponible y la energía del forraje consumido es mayor al nivel
óptimo y el exceso de proteína puede ser usado por el animal como fuente de energía. En consecuencia, una alta
proporción de amonio producido en el rumen puede ser excretado en la orina como urea, reduciendo la eficiencia
de utilización del N en el sistema.
Asimismo, elevados contenidos de proteínas pueden dificultar el ensilaje debido a la relación inversa entre la
concentración de N y el contenido de carbohidratos solubles en agua (precursores del ácido láctico) afectando la
calidad del silo.
Fósforo
Es absorbido como fosfato mono o diácido y en la planta compone: enzimas, fosfoproteínas, fosfolípidos, ácidos
nucleicos, como integrante del ADP y del ATP, (almacenamiento y transferencia de energía).
Tanto el contenido proteico como la digestibilidad no son alterados en gran medida por la fertilización fosforada,
por lo que esta práctica no provoca cambios importantes en la calidad del forraje cuando se trata de pasturas
monoespecíficas. En pasturas consociadas, el P es un nutriente fundamental pues afecta la producción de las
leguminosas, principalmente, y a las gramíneas que las acompañan.
Las fertilizaciones fosfatadas presentan un importante efecto residual, manifestándose sus efectos sobre la
producción de la pastura por un período mínimo de dos a tres años. Este efecto varía según el tipo de suelo
(contenido de arcilla, mineralogía, materia orgánica) y sistema de manejo (rotación, especies, pastoreo o cortes).
Otros nutrientes
Nutriente Características
La planta lo absorbe como sulfatos.
Forma parte de los sulfolípidos y es parte estructural de co-enzimas. Participa en procesos de
Azufre oxidación-reducción, componente de algunos aminoácidos.
Su movimiento en el suelo es similar al N, llevada a cabo por microorganismos específicos y es
dependiente de la cantidad y calidad de materia orgánica.
Regulador del potencial osmótico y la turgencia de los tejidos. Interviene en la regulación del pH
Potasio y activa más de 60 enzimas. Afecta la capacidad de resistencia de la planta a sequía,
enfermedades e insectos.
Componente esencial de las paredes celulares. Involucrado en la división y extensión celular, el
funcionamiento de las membranas, la regulación del pH y en la constitución de los órganos
Calcio reproductivos.
La adición de Ca al suelo tiene un efecto indirecto, a través del aumento del pH del suelo, y así
aumento en la disponibilidad de otros nutrientes.
Componente esencial de la clorofila, compuesto responsable de la fotosíntesis. Actúa como
Magnesio cofactor en un gran número de procesos enzimáticos y participa en la formación de azúcares,
lípidos y aceites vegetales.
Transporte de carbohidratos y en la síntesis de los compuestos formadores de las paredes
celulares. Regulador de la actividad meristemática y participa en la síntesis de proteínas. Su
Boro
deficiencia es detectada en los ápices de la planta, debido a su rol en el control de la división
celular y resulta en una demora y/o disminución del crecimiento.
Cloro Participa en la fotosíntesis, procesos de captura y almacenaje de energía (anión libre).
18
Juntamente con K, es responsable principal de la regulación osmótica de la planta.
Interviene en procesos enzimáticos. Participa en la transferencia de electrones, en la formación
Cobre de la pared celular y en la lignificación de los tejidos. Limita la producción del animal. Dicha
deficiencia se corrige con el agregado del elemento en forma de sal.
Síntesis de clorofila. Transferencia de electrones de las reacciones de oxidación-reducción. Es
Hierro
esencial en la respiración, forma parte del citocromo y la hemoglobina y de algunas proteínas.
Participa de la fotosíntesis (formador de cloroplastos). Interviene en varios procesos enzimáticos
Manganeso
y de transferencia de electrones.
Participa en el metabolismo del N de la planta, responsable de la reducción de nitratos.
Molibdeno Participación en la relación simbiótica entre las bacterias fijadoras de N y las leguminosas. Su
deficiencia suele manifestar cambios en la morfología de sus hojas.
Niquel Componente de varias enzimas, como la ureasa. Afecta la germinación y crecimiento.
Interviene en varios procesos enzimáticos (transferencia de electrones). Interviene en la
Zinc
formación de las auxinas
La mayor disponibilidad de nutrientes también mejora 1) la eficiencia del uso del agua y de la radiación, 2) la
calidad forrajera, 3) la duración del período de utilización, 4) la persistencia de leguminosas en pasturas
consociadas y el aporte de nitrógeno (N) por fijación biológica, y 5) la producción agrícola al finalizar el período
bajo pastura, ya que se recuperan las propiedades físicas y biológicas del suelo.
Carne Leche
Nutriente
g nutriente/kg carne g nutriente/kg leche
Nitrógeno 27.2 0.6
Fósforo 6.8 1.0
Potasio 1.5 1.2
Azufre 1.5 0.4
Calcio 12.8 1.1
Magnesio 0.4 0.01
19
Fertilización de pasturas
Es importante desarrollar estrategias de fertilización tendientes a incrementar la eficiencia de uso de los
nutrientes (kg de MS obtenidos/kg de nutriente aplicado).
Como base de una guía de fertilización fosfatada de pasturas deben distinguirse dos situaciones a)
Implantación de una pastura nueva b) Re-fertilización de una pastura vieja.
El P y el N controlan el desarrollo de los macollos y la expansión de las hojas, definiendo la captura de luz y de
carbono.
Los requerimientos nutricionales siguen el patrón estacional de crecimiento y la demanda de P y de N
aumentan desde fines de invierno e inicios de primavera. La mayor parte de la cantidad total de los nutrientes
absorbidos durante el ciclo de crecimiento (hasta un 70 %) se acumula previo a la floración antes que la pastura
alcance la máxima acumulación de materia seca. Posteriormente, la cantidad de nutrientes requeridos por la
pastura declina.
Las gramíneas forrajeras templadas tienen una alta capacidad para crecer activamente durante el otoño y
desde fines de invierno, pero en la mayoría de las pasturas mixtas (fertilizadas o no con P) esta dinámica no se
expresa, debido que el suministro de nutrientes y principalmente N es insuficiente.
FÓSFORO
En el área de vertisoles de Entre Ríos, la productividad de las pasturas plurianuales depende en gran medida,
de la producción y persistencia de las leguminosas en la mezcla. El principal nutriente para estas es el P.
El contenido de P asimilable de estos suelos presenta importantes y generalizadas deficiencias, con una media
de P asimilable en el suelo de 4,2 ppm. Por ello, la fertilización fosfórica es una práctica clave para el éxito de las
pasturas.
En recursos forrajeros plurianuales (alfalfa o las pasturas consociadas), el P agregado incide sobre la
producción por un período que se prolonga más allá del año de su aplicación (efecto residual).
La temperatura, el contenido de MO y el pH del suelo afectan la disponibilidad de P para las plantas.
Las leguminosas forrajeras (alfalfa, tréboles, etc.) presentan mayores requerimientos de P que las gramíneas, y
un adecuado abastecimiento de P contribuye con la producción y persistencia de las pasturas consociadas. No
todas las especies de leguminosas tienen iguales requerimientos de P, siendo el lotus, el que tiene menores
requerimientos.
Existen niveles bajos de fósforo que permiten una buena implantación y persistencia de leguminosas. Este valor
define un límite crítico. Existe también, un límite máximo, por encima del cual no se espera respuesta a la
fertilización. Con ello, se puede construirse algunas curvas que permiten: 1) determinar la cantidad de P a agregar
de acuerdo a un valor de análisis dado para obtener un valor preestablecido. 2) obtener una estimación de P
20
disponible en el suelo a partir de la historia de fertilización 3) estimar la dosis de mantenimiento para el nivel de P
que se desee.
El consumo de fósforo del suelo es escaso al primer año, máximo en el segundo coincidente con la mayor
productividad y mayor porcentaje de P en el forraje.
Conviene aplicarlo en la siembra o anticipadamente en la estación de crecimiento para aprovechar su efecto a
lo largo de todo el ciclo productivo de las pasturas y aún en años posteriores. Pero, el empleo de dosis únicas,
tiene sus inconvenientes, ya que habría mayores posibilidades de perdida de fertilizante aplicado por causa de la
erosión, y también, existen problemas operativos en aquellos casos donde las dosis a aplicar para todo el ciclo de
crecimiento son muy elevadas. Es por ello, que dependiendo cada caso, las refertilizaciones tienen buenos
resultados.
En distintos trabajos, se ha encontrado capacidad de respuesta a la refertilización por parte de la alfalfa, donde,
si bien su sistema radicular es en mayor medida en profundidad, mediante aplicaciones de fertilizantes en
cobertura (concentraciones de P cerca de la superficie) se ha favorecido el desarrollo radicular en superficie. Es
por ello que esta práctica no hay que descartarla, pero la magnitud de respuesta va a depender de la cantidad de
fósforo disponible inicialmente en el suelo.
La dosis de P a aplicar depende de la producción de forraje esperado de cada recurso.
Las deficiencias de P reducen la expansión foliar, determinando una menor superficie foliar y un menor número
de hojas, juntamente con un amarillamiento y senescencia prematura de las hojas maduras. En contraste, el
contenido de proteínas y de clorofila por unidad de área foliar no es muy afectado, viéndose que el contenido de
clorofila es aun mayor en plantas deficientes, lo que les da a las hojas un color verde oscuro (pero la eficiencia
fotosintética por unidad de clorofila es mucho menor). El crecimiento aéreo se deprime más que el radical
destinando las plantas una proporción mayor de carbohidratos hacia las raíces. Todo esto resulta en una
subutilización de los recursos del ecosistema como la radiación y el agua, lo que determina inferiores
producciones de forraje.
La alfalfa alcanza los máximos rendimientos con más de 25 ppm; valores inferiores deprimen el crecimiento de
manera significativa.
Estrategias de fertilización
La dosis recomendada depende del nivel inicial de P extractable.
Hay tres criterios de recomendación de estrategias:
- De corrección: incluye aportes para elevar el nivel de P disponible en el suelo a valores cercanos al crítico.
- De mantenimiento: incluye aportes para mantener el fósforo disponible en el suelo.
- De suficiencia: pretende satisfacer los requerimientos del cultivo a implantar.
La refertilización de pasturas en años siguientes a la implantación debe decidirse teniendo en cuenta los
efectos residuales de fertilizaciones previas, el nivel de P disponible en el suelo y la composición botánica y
número de plantas de la pastura.
Para decidir las dosis de refertilización, se pueden utilizar niveles críticos de P disponible inferiores en 2-3 ppm
a los considerados en fertilizaciones a la implantación debido a que las plantas ya tienen su sistema radicular
desarrollado lo que les permite absorber P de un volumen mayor de suelo.
Dosis orientativas de fertilización con superfosfato triple (kg/ha) para obtener una máxima producción de alfalfa. Refertilización en suelos con P < 14 ppm
La respuesta a la refertilización está condicionada por el stand de plantas leguminosas. Hay clara evidencia de
que el rendimiento de pasturas con menos de 80 plantas leguminosas por metro cuadrado no supera los 3000 a
4000 kg/ha por año aunque el nivel de P disponible en el suelo sea alto.
Relación entre el stand de plantas de leguminosas, el P disponible y la productividad de las pasturas en Entre Ríos
En cuanto a la forma de aplicación, con dosis bajas de fertilización y/o niveles de P en suelo bajos, la aplicación
al voleo a la implantación es menos eficiente que la aplicación en bandas a la siembra, pero esta diferencia
desaparece a medida que se incrementan las dosis y/o la disponibilidad de P en suelo. En refertilizaciones, la
eficiencia de la aplicación al voleo es generalmente adecuada porque la uniforme distribución superficial de raíces
facilita la absorción de P.
22
Entre las forrajeras, la alfalfa es el cultivo más sensible a la acidez del suelo. Se obtienen altos rendimientos
cuando el pH es de 6.5 o superior ya que mejora la nodulación y se logra un mejor establecimiento, persistencia y
desarrollo del cultivo.
Fósforo y el sistema
En sistemas pastoriles intensificados con producciones:
De pasturas entre 8000 – 9000 Kg MS. Ha –1 año;
De carne superiores a 870 Kg PV. ha -1 año; y
Carga animal de 4 cab ha -1.
23
NITRÓGENO
La mayor parte del N fijado por las leguminosas permanece en las plantas hasta que ellas cumplen su ciclo y
pasan a integrar la materia orgánica del suelo. Posteriormente, estará sometido a los procesos de mineralización,
inmovilización, etc., siendo la cantidad de N transferido desde las leguminosas a las gramíneas relativamente baja
y variable.
La transferencia de N por esta vía no resulta suficiente en el momento en que las pasturas manifiestan altos
requerimientos de N para alcanzar niveles de rendimiento cercanos al óptimo.
En pasturas de leguminosas y gramíneas es necesario conocer las transformaciones del ciclo del nitrógeno para
proveer el marco adecuado para el entendimiento de la dinámica del nutriente y su manejo en los sistemas de
producción a fin de maximizar la FBN y disminuir al mínimo las aplicaciones de nitrógeno.
Para observar la respuesta a la fertilización, hay que tener en cuenta: la demanda de nutrientes y la oferta
estacional por parte del suelo.
Demanda de N
Las tasas de crecimiento más elevadas se producen en primavera. En pasturas con un elevado porcentaje de
gramíneas, entre el 50 y el 60 % de la acumulación anual de forraje ocurre en un período de 90 días entre octubre
y diciembre. El otoño es otra estación en la cual se presentan adecuadas condiciones para el crecimiento
(menores tasas que las primaverales debido a la ausencia del pasaje al estado reproductivo).
Oferta de N
Las formas asimilables de N a partir de la mineralización de la materia orgánica del suelo, se encuentran más
disponibles desde fines de primavera hasta principios de otoño y menos durante el resto del año. Las otras fuentes
de N, provienen de la fijación biológica y de las aplicaciones de fertilizantes.
Épocas de fertilización
Otoño
Aplicaciones de altas dosis de N en otoño-invierno suelen resultar excesivas, pero pueden ser utilizadas por
tener valor estratégico en aquellos planteos productivos en los que es necesario cubrir períodos de escasez en la
oferta de forraje.
La fertilización con P y además con N permite incrementar las tasas de crecimiento y adelantar el momento de
utilización de los recursos (beneficioso a fines de invierno).
En otoño, las fertilizaciones con N no deben ser de altas dosis, debido a que las tasas de crecimiento de las
pasturas son menores que en primavera y la oferta de N del suelo se encuentra en niveles más elevados que al
final del invierno-principio de la primavera.
24
Primavera
Aplicaciones tardías avanzada la primavera (octubre) disminuyen la eficiencia de uso del N aplicado, debido a
la disminución en las tasas de crecimiento y en la demanda de nutrientes de las especies otoño-inverno-
primaverales, son menos eficientes y pueden aumentar las pérdidas por volatilización, sobre todo de fuentes de N
amoniacales (urea y UAN).
En pasturas con deficiencias severas de N, la complementación de aplicaciones al inicio del otoño y a fines de
invierno, permitirían lograr el máximo crecimiento de las pasturas templadas.
Aplicaciones fraccionadas pueden mejorar la eficiencia de uso si se efectúan en cada estación de crecimiento o
aún después de cada utilización, ya sea por pastoreo o corte.
La utilización estratégica del N, permite incrementar el crecimiento de las gramíneas, adelantar la utilización de
las pasturas, estabilizar la oferta de forraje y, aumentar la productividad animal.
Un manejo particular de la fertilización es necesario cuando se realiza siembra directa de pasturas ya que, al
menos inicialmente, el suelo ofrece una menor disponibilidad de nutrientes que en aquellos con labranza
convencional.
Se observa cómo las mezclas con gramíneas tuvieron un pico más temprano (principios de octubre) que las
alfalfas puras, momento en que las tasas de crecimiento de las mezclas con cebadilla superaron a las que
contenían festuca y éstas fueron mayores que las de las alfalfas puras. Hacia fines de enero las máximas tasas
fueron logradas por las alfalfas puras superando a las mezclas.
25
En el primer ciclo las mezclas con CEB produjeron significativamente más que las integradas por FES a pesar
que la CEB produjo menos que la FES, debido a que permitió un mayor crecimiento del componente alfalfa. La
fertilización nitrogenada incrementó la producción de forraje de la mezcla a través de un fuerte incremento de la
producción de la gramínea y una menor depresión de la alfalfa, con una caída de 0,554 tn de alfalfa por cada
tonelada de incremento de gramínea producida por la fertilización nitrogenada. A su vez la fertilización nitrogenada
modificó el perfil de producción de las mezclas, incrementando las tasas de crecimiento (fundamentalmente de las
gramíneas) durante la primavera.
En el segundo ciclo las mezclas con FES produjeron más que las con CEB, debido a un mayor crecimiento del
componente gramínea y similar de la leguminosa.
La producción de alfalfa de los cultivares evaluados fue distinta en función de la gramínea acompañante. Así el
cultivar Monarca produjo en forma similar en las mezclas con CEB y FES, mientras que Victoria produjo más
asociado a CEB que a FES.
La producción de alfalfa también se vio afectada por la interacción entre especie gramínea y nivel de nitrógeno.
La producción de alfalfa disminuyó a medida aumentó la dosis de N, pero esa disminución fue mucho más
marcada en FES que en CEB, indicando la mayor competencia que la FES ejerció sobre la alfalfa.
La producción de forraje varió en función de la especie y del cultivar de alfalfa. La festuca aportó más forraje a la
mezcla que la cebadilla.
26
La respuesta a la fertilización nitrogenada de la cebadilla fue de tipo cuadrática, mientras que en la festuca fue
de tipo lineal. La cebadilla alcanzó tasas de respuesta entre 4,0-8,8 kg MS/Kg y la festuca 10,9-11,8 Kg MS/kg N.
La incorporación de gramíneas a pasturas de alfalfa no tuvo gran efecto sobre la producción acumulada. Las
gramíneas fueron más sensibles que la alfalfa al fuerte estrés hídrico, disminuyendo fuertemente su participación
en la mezcla. Las mezclas modificaron el perfil de producción adelantando el pico de producción hacia la
primavera temprana. De las gramíneas evaluadas, la cebadilla criolla fue la que ejerció menor competencia a la
alfalfa. La festuca alta produjo más forraje y presentó mayor respuesta a la fertilización nitrogenada que la
cebadilla, generando una mayor depresión productiva en la alfalfa acompañante.
Otros trabajos:
En pasturas con un alto porcentaje de gramíneas, la fertilización con dosis elevadas de N (150-200 kg/ha/año)
ocasiona una disminución del contenido de leguminosas en la pastura.
La fertilización con N en pasturas de festuca alta y trébol blanco debería ser estratégica y orientada a elevar la
producción de forraje manteniendo la presencia de la leguminosa. Las altas dosis de N disminuyen la contribución
del trébol blanco en la pastura y pueden comprometer su persistencia vegetativa en el corto plazo (menor
densidad de estolones).
En años secos el efecto del N es relativamente poco importante sobre el contenido de trébol blanco, debido a
que su sensibilidad al déficit hídrico y su baja habilidad competitiva frente a la festuca alta, son factores que
conducen a pasturas dominadas por la gramínea. En años húmedos y con veranos frescos, en cambio, la
fertilización con N puede afectar el contenido de trébol blanco en la pastura. Bajo estas condiciones, dosis de 50
kg de N ha-' permiten mantener una alta contribución de la leguminosa y aumentar significativamente la
producción de forraje, mientras que con 150 kg de N ha-1, se compromete en el corto plazo la presencia del trébol
blanco en la pastura, principalmente por la competencia de la festuca alta.
Alfalfa
Los requerimientos nutricionales varían según el nivel de producción y el manejo al que está sometido el cultivo
(necesidades máximas cuando se usa para corte).
Por otra parte, el pH del suelo condiciona el rendimiento y la salud de la alfalfa, debido a su impacto en la
dinámica de los nutrientes (fundamentalmente, en el calcio y el fósforo) y al determinar la viabilidad de la
nodulación.
Las bacterias no pueden sobrevivir a bajos niveles de pH. En esas condiciones no hay fijación de nitrógeno y la
planta lo tiene que extraer del suelo para poder formar sus proteínas.
27
La fertilización inicial -arrancadora de la alfalfa- está asociada básicamente al uso de fuentes fosforadas de
rápida disponibilidad. Esto hace crecer abruptamente la cantidad de P en solución y ayuda al mejor desarrollo
inicial del cultivo.
Las aplicaciones pueden realizarse a voleo previo a la siembra, con incorporación, o en la línea y al costado de
la misma. Las aplicaciones localizadas incrementan la eficiencia de utilización del nutriente, debido a la escasa
movilidad del fósforo. Los fertilizantes con nitrógeno amoniacal (fosfato diamónico, urea, etcétera), agregados en
la misma línea de siembra o muy cerca, pueden producir efectos fítotóxicos muy severos (no es recomendable
emplearlos en esas condiciones). En cambio, la utilización de fuentes fosforadas, como el fósforo tricálcico
(superfosfato), no ocasiona problemas por su localización.
El aporte de nitrógeno en la implantación puede ser favorable cuando se trata de alfalfas en consociación, ya
que beneficia el establecimiento de las gramíneas. Y también es conveniente en los planteos de siembra directa.
Refertilización
Es para corregir los déficits temporarios de nitrógeno de las gramíneas (en otoño o a la salida del invierno).
También, se han observado respuesta ante el agregado de azufre o de microelementos.
Una aplicación única de nitrato de amonio o urea produjo entre el 80 y el 90 % del resultado obtenido con 4
aplicaciones. Las diferencias fueron consistentes en los dos suelos y más favorables al nitrato de amonio,
probablemente como resultado de las pérdidas por volatilización de la urea, mostrando además que la partición de
las dosis fue más favorable a dosis menores. Además de las productividades más elevadas, las cuatro
aplicaciones resultaron en una distribución más uniforme de la producción y del contenido de proteína cruda a lo
largo de la estación de crecimiento. La absorción total de N con una única aplicación osciló entre 90 y 95 % de
aquélla con cuatro aplicaciones.
Remoción de N
Es el producto entre la concentración de nutrientes y la producción de forraje. La remoción total de nutrientes
aumenta a medida que aumenta la producción.
Estas relaciones permiten calcular la remoción de nutrientes, multiplicando este factor por la productividad en
materia seca. A partir de estos valores y tomando eficiencias de uso promedio equivalentes al 50 % puede
estimarse las necesidades de fertilizantes.
Encalado
El encalado previo a la siembra en pasturas de alfalfa, es recomendado en suelos con un pH inferior a 6 y baja
disponibilidad de P. La adición de Sulfato de amonio o Sulfonitrato de amonio en primavera ha mostrado
respuestas interesantes en pasturas de alfalfa y festuca, así como la adición de boro y molibdeno en algunas
ocasiones. Sin duda la fertilización balanceada es la clave para la alta productividad.
29
El verdeo de invierno tradicional de Entre Ríos es la avena, aunque en los últimos años se ha reemplazado
parcialmente por raigrás anual.
La diversificación en el germoplasma utilizado para la implantación de verdeos permite: combinar las curvas de
producción de las especies y cultivares y, disminuir los riesgos provocados por estreses bióticos y abióticos. La
disponibilidad de nitrógeno (N) en el suelo es uno de los factores más limitantes para la producción de forraje en
verdeos invernales, debido a las variaciones estacionales de la concentración de N en el suelo.
La fertilización nitrogenada es una herramienta útil para incrementar la productividad otoño-invernal de los
verdeos, generando una mayor oferta de forraje de calidad. Las mejores respuestas al N se logran con Raigras y
cebadilla (acumula gran parte de su producción en la primavera). Los cereales parecerían ser la opción en
situaciones de baja oferta de nitrógeno proveniente ya sea de la mineralización en el suelo o del uso de
fertilizantes. El trigo es una especie que aparece como una opción en la diversificación de germoplasma.
El contenido de un nutriente en planta de cada especie para alcanzar los máximos rendimientos, permanece
marcadamente constante pese a variar las condiciones de suelo, clima y otros factores o que es un valor
constante.
REQ. INTERNO = RENDIMIENTO * [N] = DEMANDA
30
- Nr cantidad de nutriente disponible a siembra.
- Nm: cantidad de nutriente mineralizado durante el ciclo del cultivo.
Ambos son afectados por factores manejables: Y Factores ambientales
• Historia del lote, • Condiciones de humedad edáfica,
• Cultivo antecesor y • Temperatura y
• Sistemas de labranza • Radiación
Cereales
AVENA
Prod. Anual Otoño-Inv Primavera
Rto=3462+10,1*N Rto=2408+6,9*N Rto=1138+4,2*N
TRIGO
Prod. Anual Otoño-Inv Primavera
Rto=3603+9,2*N Rto=2341+7,4*N Rto=1263+1,9*N
TRITICALE
Prod. Anual Otoño-Inv Primavera
Rto=4096+8,0*N Rto=2864+4,9*N Rto=1232+3,1*N
Avena- Triticale
Distribución Producción 68 % Ot-In.
Respuesta a N Lineal
Eficiencia < 10 Kg MS/Kg N.
Forrajeras Invernales
Raigrás Anual
Prod. Anual Otoño-Inv Primavera
Rto=4355+29,5*N-0,077*N2 Rto=1980+20,1*N-0,053*N2 Rto=2466+9,4*N- 0,024*N2
Cebadilla
Prod. Anual Otoño-Inv Primavera
Rto=3312+34,4*N- ,068*N2 Rto=1025+14,3*N- ,026*N2 Rto=2287+20,0*N- ,992*N2
Raigrás y Cebadilla
Distribución Producción 50,6 y 36,3 % Ot-In.
Respuesta cuadrática
-Eficiencia (Kg MS/KgN): 32 Ceb. y 29,3 RG. Kg MS/Kg N.
Máximas eficiencias con dosis menores de N.
31
Cuando se analiza la situación sin fertilizar surge claramente la ventaja de los cereales en el período otoño
invernal. Entre ellos se destaca el triticale por su tasa de crecimiento y además por ser una especie de menor
riesgo ante ataques de roya y pulgones que la avena.
En la situación fertilizada el RGA presenta tasas similares a los cereales en el otoño invierno y superiores en
primavera acumulando a lo largo del ciclo mayor producción. La cebadilla presenta un perfil netamente primaveral
con altos niveles de producción, pero realizando un bajo aporte en el período crítico.
Consideraciones generales
Las mejores respuestas al N se logran con RGA y CEB aunque esta última acumula gran parte de su producción
en la primavera. Los cereales parecerían ser la opción en situaciones de baja oferta de nitrógeno proveniente ya
sea de la mineralización en el suelo o del uso de fertilizantes. Entre estos el TRI que es una especie poco utilizada
en la región aparece como una opción en la diversificación de germoplasma en el área de verdeos de los sistemas
ganaderos.
Las diferencias en acumulación de biomasa debidas a la aplicación de N pueden ser explicadas por los efectos
producidos por la fertilización sobre la densidad, peso y altura de los macollos.
32
El efecto de la deficiencia de N estaría dado por una reducción en la tasa de expansión foliar, lo que provoca
una disminución en la absorción de radiación (el aumento en peso y altura de los macollos se debe a la expansión
foliar).
Cuando se analiza la producción de forraje, si bien es importante la cantidad, también lo es la precocidad con la
cual se acumula. Al respecto se verificaron dos situaciones: una diferencia en producción de 1330 kg MS.ha -1 a
favor del tratamiento N 2, y además, un adelanto en la entrega del forraje, lo cual convierte a esta alternativa en una
herramienta tecnológica a tener en cuenta ya que ocurre justo en la época en que decae la producción de las
praderas perennes.
Las menores dosis de N tuvieron las mayores eficiencias agronómicas.
Dosis de Eficiencia agronómica
Nitrógeno (kg MS. kg N-1)
N0 ---
N1 25,7 a
N2 22,9 ab
N3 11,0 b
C.V. % 15,97
La ganancia de peso diario promedio fue de 0,755 kg PV.animal-1.día-1 no registrándose diferencias entre
tratamientos, lo que asegura que se mantuvo la misma presión de pastoreo en todas las parcelas. Estas
ganancias pueden considerarse muy buenas ya que no se utilizó suplementación. Otros autores han encontrado
períodos de baja ganancias atribuidos a elevadas concentraciones de N no proteico.
Forrajeras Estivales
Moha
Producción anual (hasta 70 Kg N) Rto = 4765 + 25.2*N
La fertilización de pasturas y verdeos es una de las mejores herramientas para incrementar la oferta forrajera
por unidad de superficie y tiempo, y consecuentemente, la producción animal. La mayor disponibilidad de
nutrientes también mejora:
1) la eficiencia del uso del agua y de la radiación
2) la velocidad de rebrote
3) el crecimiento inicial de la pradera implantada
4) la calidad forrajera
5) la duración del período de utilización
6) la persistencia de leguminosas en pasturas consociadas
7) el aporte de N por fijación biológica
8) la recuperación de la fertilidad química, biológica y física de los suelos
Análisis de resultados
Un resultado Bajo/deficiente indica alta probabilidad de que los rendimientos del cultivo sean limitados por este
factor. Los valores deben ser corregidos mediante una fertilización.
34
Con un nivel Medio/adecuado es poco probable que los rendimientos sean limitados. Las recomendaciones de
fertilización estarán condicionadas a una estrategia de mantenimiento.
Niveles Altos, indican que es muy baja la probabilidad de que los rendimientos sean limitados y no se requiere
una estrategia de mantenimiento, por lo tanto no se recomienda fertilizar. Para algunos análisis se pueden definir
niveles Excesivos, indicando que el parámetro se encuentra en cantidades que puede provocar un desbalance de
nutrientes en el suelo, limitando el consumo de algún otro y afectando el crecimiento. La adición de fertilizantes no
sólo aumentará el efecto nocivo para el cultivo, sino que será fuente de contaminación ambiental.
Calendario de diagnóstico
Sulfammo 26
Fertilizante nitrogenado complejo de asimilación inmediata y progresiva con 7% de nitrógeno amoniacal,
asegurando el arranque de las plantas por estar directamente asimilable durante los primeros estados de
crecimiento; 19% de nitrógeno ureico, lo que asegura una disponibilidad prolongada, ya que el nitrógeno es de
liberación lenta, aprovechable en todo el ciclo y en especial en los momentos críticos como el macollaje y
floración; 30% de azufre, lo que favorece un aumento del tenor proteico, mejorando la calidad del forraje y la
capacidad de rebrote.
35
El efecto sinérgico entre el S y el N, potencia el rendimiento a lo largo de todo el ciclo, y mejora la calidad
proteica del forraje, ya que ambos nutrientes forman parte de las proteínas; 3% de magnesio para mejorar la
calidad del forraje, siendo indispensable su aporte en la dieta animal al reducir los riesgos de tetania
(hipomagnesemia). La reposición de este elemento es fundamental ya que se lava fácilmente.
Además vigoriza el aporte del nitrógeno. 10% de Lithothammio (80% de CO 3Ca) que estimula la flora
microbiana, favoreciendo la mineralización de la materia organica, mejorando el coeficiente real de utilización de
los nutrientes. Esta alga calcárea, que forma parte del SULFAMMO impide el bloqueo del fósforo, evita la
acidificación de los suelos y disminuye las pérdidas por lavado de los nutrientes. Si se compara con la Urea, el
Sulfato de amonio y el Nitrato de amonio, el Sulfammo 26 tiene menor solubilidad (10 veces menos soluble), lo
que evita las pérdidas por volatilización y lixiviación de los nutrientes.
Nitrato de amonio
Fertilizante nitrogenado con 27 a 33% de nitrógeno, muy soluble en agua, acidificante (59 kg de CO3Ca por cada
100 kg de nitrato de amonio para contrarrestar el efecto acidificador). Es fitotóxico si se lo coloca junto a la semilla.
No se pierde por volatilización. Por lo tanto se puede aplicar en cobertura al voleo al macollaje de las pasturas y en
sistemas de siembra directa sin incorporación. Actúa aunque el suelo contenga bajo porcentaje de humedad.
Sulfato de amonio
Fertilizante nitrogenado con 21% de nitrógeno y 24% de azufre, muy soluble en agua, muy acidificante (110 kg
de CO3Ca por cada 100 kg de sulfato de amonio para contrarrestar el efecto acidificador). Es fitotóxico si se lo
coloca junto a la semilla. Es apto para incorporarlo en mezclas. En suelos neutros a ácidos el nitrógeno (amonio)
no se pierde por volatilización, pero si lo hace en suelos alcalinos con temperaturas altas y humedad baja,
debiendo ser incorporado al suelo.
UAN
Fertilizante nitrogenado con 30% de nitrógeno, líquido, muy soluble en agua, acidificante (54 kg de CO3Ca por
cada 100 kg de UAN para contrarrestar el efecto acidificador). Es fitotóxico si se lo coloca junto a la semilla. Como
gran parte del nitrógeno esta en forma de nitratos, la volatilización es menor. Es de fácil aplicación y se puede
agregar junto a los herbicidas compatibles.
Fosfato diamónico
Fertilizante fosforado con 46% de fósforo (P 2O5) y 18% de nitrógeno. Muy soluble en agua (95-100%). Es
acidificante por contener amonio, por lo tanto hay que tener cuidado cuando se aplica con altas dosis, en la
siembra junto a la semilla, para que no dañe a las raíces, especialmente en suelos alcalinos.
Súper 18
Fertilizante complejo, granulado con 18% de fósforo (P 205), 42% de azufre (SO4) y 25% de Calcio (CaO). No
acidifica el suelo. El fósforo de este fertilizante es muy soluble, ya que las materias primas utilizadas para su
elaboración son finamente molidas. De esta manera, el fósforo queda disponible para las plántulas en un momento
crítico que es el desarrollo radicular, asegurando un buen arranque y óptimo desarrollo radicular.
Roullíer 220
Es un fertilizante complejo granulado con 2% de nitrógeno, 20% de fósforo (P 2O5), 42% de azufre (SO4), 12,5%
de Calcio (CaO) y 5,4% de magnesio (MgO). No produce acidificación en el suelo. Aporta un 2 % de nitrógeno en
forma amoniacal, que es rápidamente disponible. Este pequeño % de nitrógeno, cumple con la función de
estimular el desarrollo de las bacterias del suelo, para ayudar a lograr una buena nodulación. A diferencia de otros
36
fertilizantes con mayor contenido de N, este pequeño % no inhibe la nodulación. Al igual que el SUPER 18, el
fósforo del ROULLIER 220 es altamente soluble, asegurando un buen arranque de la pastura.
Cloruro de potasio
Es un fertilizante potásico con 60-62% de potasio (K 2O). Alta solubilidad en agua. Tiene el inconveniente de
tener un efecto salino alto, especialmente en suelos poco profundos y mal drenados.
Sulfato de potasio
Es un fertilizante potásico con 50% de potasio (K 2O) y 16-18% de azufre. Soluble en agua. Se recomienda su
uso para suelos con problemas de salinidad y deficiencias de azufre.
El potasio es poco móvil en el suelo debido a la atracción de la materia orgánica y las arcillas que tienen con
este ion. En suelos arenosos puede tener cierto movimiento en el perfil. Si bien los elementos principales que se
aplican en cualquier fertilización son el nitrógeno, fósforo y potasio, es necesario tener en cuenta la provisión de
los elementos secundarios (azufre, calcio y magnesio) y los micronutrientes (zinc, manganeso, boro, molibdeno,
hierro y cobre), para evitar disminuir la producción de los cultivos.
Fosfatos naturales
Las rocas fosfóricas (baja solubilidad), tienen la ventaja de su menor costo y son considerados fertilizantes
naturales aceptados para las producciones orgánicas. La efectividad de las rocas depende de su composición
físico-química ligada a su origen. Existen dos materiales destacados por su reactividad, ellos son la roca
proveniente de Carolina del Norte (EE.UU.) y la de Gafsa (Túnez). Estos materiales reaccionan mas rápido con el
suelo solubilizándose mayor proporción de P. Químicamente los fosfatos naturales son "apatitas" o fosfatos de Ca
cuya solubilidad en agua es muy baja, sin embargo, gracias a la acidez natural del suelo una proporción puede
disolverse y ser absorbida por las plantas. Los mejores resultados en la utilización de fosforitas se obtienen en
suelos de pH inferior a 5,5. En suelos de baja acidez 5,5 a 6,5 deberían incrementarse las dosis de un 30 a 50 %
para obtener respuestas similares al SPT.
- Mezclas Físicas: resultan de la mezcla de los fertilizantes comunes (UREA, Fosfato de Amonio, Sulfato de
Amonio, Superfosfato triple, etc). El inconveniente de estas mezclas es que el tamaño y peso de las materias
primas es distinto, entonces cuando se lo aplica, por el movimiento de la máquina, se produce una segregación de
los nutrientes. De esta manera, la fertilización en el lote es desuniforme. Por ejemplo: si se utiliza una mezcla con
N, P y K, como el K es más pesado que los otros componentes, la primer parte del lote será fertilizada con K, pero
con poco P y N. Al final de la pasada de la máquina, la fertilización será con más N y algo de P, pero con poco K.
Así, una parte del lote quedará fertilizada con K, otra con P y otra con N, y en consecuencia cada planta no tendrá
una nutrición balanceada.
- Mezclas químicas (Sólidos complejos): estas mezclas se elaboran mezclando las materias primas en forma de
polvo, luego se humedecen hasta formar una pasta, que posteriormente se granula. De esta forma se obtienen
partículas homogéneas en tamaño, peso y composición química, que permiten una fertilización uniforme en todo el
lote. No se produce segregación de nutrientes, y se logra una nutrición balanceada para cada una de las plantas
de la pastura. De esta forma se logra poner a disposición de las raíces de las plántulas, todos los nutrientes
aportados por el fertilizante. Esto es fundamental, ya que las raicillas de las plántulas recién implantadas tienen
limitada capacidad de exploración, y no pueden extraer de la profundidad del suelo todos los nutrientes que le son
necesarios para un buen desarrollo.
37
En suelos arenosos, muy permeables y pobres de materia orgánica, por la baja retención del agua y por su
facilidad al lavado, es necesario aplicar, además de fertilizantes con fósforo, fertilizantes con nitrógeno, azufre,
calcio, magnesio, potasio y otros meso y micronutrientes.
b) pH
Influye en la disponibilidad de nutrientes. La disponibilidad del nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, Calcio,
magnesio y molibdeno es óptima a pH cercanos a la neutralidad. En cambio la disponibilidad del manganeso,
cobre, hierro y zinc, aumentan a pH ácidos.
Cuando el suelo tiene pH desde 7,1 a 8,5 y contiene alta concentración de sales en la solución del suelo, se
denomina salino. Cuando supera pH de 8,5 y el magnesio y el calcio son reemplazados en la superficie de las
arcillas, por el sodio, se denominan alcalinos.
La disponibilidad del fósforo esta muy ligada al pH del suelo. En suelos ácidos, el fósforo forma complejos
insolubles con el hierro y el aluminio, y en suelos alcalinos y alcalino-sódicos, forma complejos insolubles con el
calcio. El pH del suelo influirá entonces en la decisión del tipo de fertilizante fosfatado a utilizar.
Tipo de Fertilizante
Tipo de Suelo Elección
Poco soluble Soluble
Ácido Reacción rápida Fuerte fijación Usar poco soluble
Reacción lenta Menos fijación Usar soluble, salvo costos
Neutro bajos del poco soluble o
mezclas
Alcalino Calcáreo Reacción muy lenta Mayor fijación Usar fósforo soluble
b) Exigencias nutricionales de la pastura a implantar, las cuales dependen de las especies seleccionadas y del
rendimiento de MS esperado.
c) Mineralización de la MO: Esta depende de las lluvias y temperaturas. En zonas lluviosas y con altas
temperaturas, la mineralización es alta, entonces habrá bastante descomposición de la materia orgánica, la cual
liberara nutrientes que estarán disponibles para las plantas. En climas fríos el uso de fertilizantes nitrogenados y
azufrados es necesario debido a la menor descomposición de la materia orgánica.
d) Lluvias: en zonas lluviosas, los suelos demandan mayor agregado de fertilizantes por tener mayor potencial de
rendimiento y por mayor lavado de nutrientes.
e) Manejo previo del lote: Si es un lote de siembra directa, la disponibilidad de nutrientes será menor que si se
trata de un suelo laboreado (menor mineralización).
Algunos datos:
Sólo entre el 10 y 20% de fósforo aplicado se aprovecha en el primer año de implantación, el resto contribuye a
aumentar las reservas del suelo, quedando disponible para los sucesivos años de la pradera. Por otro lado es
recomendable en la siembra junto con el fósforo, aplicar otros nutrientes requeridos (azufre, potasio, calcio,
magnesio y boro).
En el segundo o tercer año de la implantación es cuando se ven los fracasos de persistencia de las leguminosas
por falta de fósforo en el suelo, por eso es importante, además de la fertilización inicial con fósforo a la siembra,
refertilizar, previo análisis de suelo, durante los dos primeros años a inicios de la primavera. También se pueden
combinar en la implantación, fertilizantes fosforados de alta disponibilidad inmediata (SUPER 18 O SPT), con
fertilizantes de baja disponibilidad, con mayor residualidad, como el fosfato natural (Roca fosfórica) o el
hiperfosfato, los cuales a partir del tercer año estarán disponibles para las plantas.
A partir del segundo año de la pastura, la fijación biológica del nitrógeno del aire disminuye considerablemente,
dependiendo de las condiciones del suelo. Debido a esto, es importante pensar en refertilizaciones con fósforo y
nitrógeno, si no se quiere perder el stand de leguminosas presentes en la pastura.
Fertilización Orgánica
38
Los productos orgánicos, ecológicos o biológicos son obtenidos a partir de un sistema agropecuario, cuyo
principal objetivo es el de producir alimentos sanos y abundantes, respetando el medio ambiente y preservando
los recursos naturales.
Las pasturas utilizadas para la producción de carne orgánica pueden ser naturales o cultivadas pero no deben
haber recibido tratamientos químicos de plaguicidas o fertilizantes.
Dentro de los fertilizantes admitidos para los sistemas orgánicos se encuentran los estiércoles, que aportan
nitrógeno (N), fósforo (P) y otros nutrientes, y las rocas de fosfato molidas. Los nutrientes que con mayor
frecuencia limitan la productividad de las pasturas son N y P.
Una de las alternativas de provisión de P en un sistema orgánico son los fertilizantes de rocas fosfatadas en su
estado natural. Algunas de las rocas de fosfato que se dispone en el mercado son hiperfosfato y fosfato natural,
nombres que aluden a un mismo producto pero de distinto origen, que en ambos casos poseen bajos contenidos
de cadmio, metal pesado indeseable.
Por otro lado, es bien conocido el efecto positivo del aporte de N al suelo que sucede a una pastura con
leguminosas. El uso de residuos animales puede considerarse un aporte natural de N, como así también de otros
nutrientes.
En la zona centro-este de Entre Ríos es posible contar con volúmenes importantes de fertilizantes de origen
orgánico, para su aplicación a nivel extensivo, como es el caso de la cama de pollos (CP).
La CP es un subproducto avícola compuesto por cáscara de arroz, estiércol de ave, plumas y pequeñas
cantidades de alimento balanceado. Su composición química es variable, sobre todo en cuanto al
contenido de N, dependiendo de la duración de la crianza de pollos parrilleros, y de las condiciones de
manipuleo y almacenaje posteriores. La composición media es:
Elemento Porcentaje
Carbono 35 %
Nitrógeno total 2,5 %;
Fósforo total 1,2 %;
Calcio 3,4 %
Silicio 2,5 %
Contiene además, proteínas, aminoácidos e hidratos de carbono fácilmente fermentecibles, lo que produce una
reactivación de la flora microbiana del suelo, produciendo una cesión del N más eficiente.
Experiencias:
La evolución de los contenidos de N total, carbono orgánico y P disponible en el suelo durante el período
experimental. El suelo de los tratamientos con CP manifestó el efecto residual de la aplicación de ese abono
orgánico al año siguiente de su segunda aplicación, mientras que los tratamientos con hiperfosfato no produjeron
mayores variaciones en los parámetros de suelo evaluados.
Este efecto se observa en los contenidos de N total, presentando un marcado aumento luego de la segunda
aplicación en las franjas de CP, que al final del ensayo se estabiliza en un valor cercano al inicial. Los tratamientos
con hiperfosfato siguieron un comportamiento similar al suelo de la franja testigo.
En cuanto a los contenidos de carbono orgánico, los tratamientos con CP produjeron un importante aumento
(0,4-0,5 % de incremento promedio) al cabo de 3 años.
Las CP tienen un alto contenido en P Soluble, y esto se manifiesta, cuando son aplicadas al suelo, en el
contenido de P asimilable del mismo. Hay un marcado efecto residual de la CP (en dosis altas) sobre el contenido
de P disponible del suelo, efecto particularmente importante considerando que este nutriente es crítico para la
mayoría de los suelos Vertisoles de la región. Cuando se aplico 10000 kg/ha/año de CP, luego de las dos
aplicaciones se producen dos picos de 30 y 45 ppm de P disponible, que se estabilizan en valores medianamente
altos de 25 ppm.
En un sistema de producción orgánica es factible la utilización de un abono orgánico natural como la cama de
pollos para incrementar la productividad de verdeos y praderas. Una dosis adecuada para este fin se encuentra
cercana a los 10000 kg/ha en aplicaciones repetidas cada 2 a 3 años.
39