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1. DEFINICIÓN
Garnier-Delamare define este cuadro como “Reumatismo crónico no inflamatorio
de las vértebras y sus articulaciones”. Constituye un proceso de carácter degenerativo no
inflamatorio que puede afectar a la columna de forma generalizada o de modo segmentario,
denominándose en tal caso con el nombre de la zona comprometida, es decir, artrosis
cervical, dorsal o lumbar.
La artrosis raquídea puede ser perfectamente asintomática, constituyendo un
hallazgo radiológico con ocasión de una exploración de rutina o realizada a raíz de una
afección visceral. Puede manifestarse clínicamente de numerosas formas. Es preciso siempre
tener en cuenta que no hay una correlación sistemática entre los signos clínicos y las
anomalías anatómicas traducidas en el examen radiológico, siendo las zonas con mayor
amplitud de movimiento la más perjudicadas. Al hablar de espondiloartrosis hay que
estudiar el proceso de degeneración discal y vertebral.
2. DETERIORO DISCAL
El disco intervertebral sufre un proceso involutivo en el curso de los años, se va
deteriorando, viéndose sometido a una alteración de su estructura, morfología y propiedades
iniciales. A partir de los 50 años la mayoría de personas tienen signos radiológicos de
degeneración discal en uno o varios niveles. Este proceso debe considerarse normal si no
excede de ciertos límites y no se acompaña de dolor. Mientras que la degeneración discal es
4.2. EL OSTEOFITO.
Es el signo más demostrativo de artrosis. La mayoría de veces se localizan en
el borde anterior de las plataformas. Con su clásica forma en pico de loro, dirige su
punta hacia la vértebra contigua o se dispone horizontalmente. Los osteofitos de
dos vértebras contiguas pueden aproximarse mucho, pero rara vez llegan a ponerse
en contacto. Los osteofitos posteriores son menos frecuentes y generalmente menos
pronunciados.
4.3. OTROS.
- La retrolístesis: consiste en el desplazamiento hacia atrás de una vértebra
respecto a la inmediata inferior. Se observa sólo en la columna lumbar y
cervical.
- El fenómeno del vacío intradiscal: consiste en la presencia de una claridad
alargada de delante atrás a nivel del disco. Puede ocupar toda la longitud
del mismo o sólo una pequeña porción.
5. ARTROSIS INTERAPOFISARIA
Las articulaciones posteriores o interapofisarias están constituidas por los mismos
elementos que las articulaciones periféricas. La artrosis provoca en ellas las mismas lesiones
que en estas últimas. El proceso empieza con la aparición de grietas en los cartílagos, después
fisuras, y seguidamente fenómenos reactivos óseos, esclerosis subcondral y osteofitosis. En
casos avanzados la destrucción del cartílago puede ser total.
Frecuentemente en la mujer, después de los 50 años, se integra en el marco del
síndrome trifostáticos de la posmenopausia (De Sèze), caracterizado por una hiperlordosis
lumbar, con obesidad y relajación de la grasa abdominal, osteoporosis y artrosis
lumbosacra.
La artrosis interapofisaria puede dar lugar a una espondilolistesis de L4 o de L5,
por hundimiento de las apófisis articulares. En caso de hiperlordosis existe un contacto
interespinoso, subrayado por una condensación ósea (artrosis interespinosa o síndrome
de Baastrup).
Examen radiológico.
La proyección de perfil suele confirmar el diagnóstico, pero es necesario practicar
proyecciones oblicuas para descartar la presencia de una lisis del istmo. Por otra parte las
proyecciones oblicuas permiten comprobar la artrosis interapofisaria, así como precisar
el grado de inclinación hacia delante del plano articular. La proyección anteroposterior
da a menudo una imagen característica. Las articulaciones interapofisarias del segmento
afectado destacan en la radiografía con marcados y a veces exuberantes signos de
artrosis.
La espondilolístesis degenerativa es más frecuente en la mujer en la proporción de
4,5 a 1 elevado a 11. Los síntomas se inician en la segunda mitad de la vida; es raro que
aparezcan antes de los 40 años.
Clínicamente los enfermos acuden a la consulta por dolor lumbar, dolor irradiado
a uno o ambos glúteos, dolor referido a la cintura pelviana y a muslos con claudicación
intermitente vertebral, si el desplazamiento vertebral implica un estrechamiento
del canal medular o con radiculopatía si compromete el espacio en los agujeros de
conjunción.
La morfología corporal es característica, con sobrepeso prácticamente constante,
abdomen prominente, hiperlordosis y surcos lumbares y costoilíacos profundos. Es probable
que esta morfología y el trastorno estático que produce sea uno de los factores que
contribuyen a la luxación de las articulaciones posteriores
La localización habitual es la 4ª lumbar, en contraste con la espondilolístesis ístmica
que predomina en la 5ª. En general el desplazamiento es de unos milímetros, sobrepasando
raramente el centímetro.
En general la aplicación de un corsé de sostén lumbar disminuye o suprime el dolor.
La artrodesis rara vez está indicada.
Arteria Vertebral
Nervio Raquídeo
Osteofitosis Posterior
LA ENCRUCIJADA UNCOARTE-
RIORRADICULAR
Canal Medular
Raiz nerviosa
Pinzamiento discal
Osteofitosis
interapofisaria
posterior
Osteofitosis anterior
Uncartrosis
7.5.2. La epicondilalgia.
Suele deberse a una tenoperiostitis de los músculos epicondíleos que, a veces, es
simple testimonio de una auténtica cervicobraquialgia.
Movilidad y fuerza.
Se prueban movimientos activos
de la columna cervical. Si son completos
y sin dolor, se aplica suavemente una
sobrepresión al final del espectro. Durante
el movimiento se anota el espectro,
comportamiento del dolor, deformidad
protectora y patrón de movimiento en
los segmentos cervical superior e inferior.
Con el paciente sentado se prueba la
fuerza muscular isométrica e isotónica
de los músculos cervicales altos, se elevan
Valoración neurológica.
Se le pide al paciente que se acueste en decúbito dorsal con la cabeza apoyada
en una almohada. Se efectúan pruebas neurológicas. Se estudian los reflejos de la fuerza
muscular isométrica en la distribución de las raíces nerviosas y la sensibilidad en la
distribución dermatómica. La sensibilidad se prueba por medio de toques suaves. Cuando
es necesario puede reducirse a la diferenciación entre pinchazos con el alfiler y toques
con el algodón. La sensibilidad al calor se prueba usando tubos de prueba fríos y calientes.
Los músculos de las extremidades superiores se prueban isotónica e isométricamente. Si
es necesario se estudian las articulaciones de los miembros superiores.
Palpación.
Se le pide al paciente que se coloque en decúbito ventral con la frente apoyada
en ambas manos. La palpación de la columna cervical y región de los hombros comienza
con la palpación en busca de cambios de temperatura y sudoración. Se palpan los tejidos
blandos buscando la sensibilidad, espasmo muscular o engrosamiento fibroso. Se considera
la alineación de las vértebras antes de efectuar cualquier prueba de movimientos accesorios
intervertebrales.
8.1.2. Objetivos.
- Aliviar el dolor.
- Prevenir mayor tensión o lesión de las articulaciones afectadas.
- Mejorar los movimientos.
- Mejorar la fuerza muscular.
- Corrección postural.
Movilidad y fuerza.
Se prueban los movimientos activos de la columna dorsal. La fl exión es un
movimiento de hundimiento seguido de la extensión hasta la posición erecta incluyendo
cualquier otra extensión que sea posible. Debe cuidarse de asegurar que el movimiento
esté limitado a la columna dorsal. Las mediciones son difíciles de hacer. Si los movimientos
son completos y sin dolor, se aplica suavemente una sobrepresión al finalizar el espectro.
Durante el movimiento se anota el espectro, conducta del dolor, deformidad protectora y
patrón de movimiento. Pueden probarse movimientos del cuello por dolor dorsal superior.
Se prueba la respiración- inspiración y espiración completas seguidas de tos.
Valoración neurológica.
Con el paciente en decúbito dorsal con la cabeza apoyada en una almohada. Se
efectúan pruebas neurológicas de las extremidades inferiores según se considere necesario
por la distribución del dolor y los síntomas descritos durante el examen subjetivo. Las
pruebas de elevación de la pierna estirada y flexión pasiva del cuello pueden indicar
tensión dural.
Luego se le pide al paciente que se ubique en decúbito ventral con los brazos a
los costados. Se considera el contorno general con la cabeza hacia un lado y hacia otro.
Luego se deja que el paciente mantenga la cabeza hacia el lado preferido. Se prueba, la
fuerza muscular isométrica e isotónica de los músculos dorsales, seguido de pruebas de
sensibilidad.
Palpación.
Se palpa la columna dorsal. Se observan cambios de temperatura y sudoración y se
palpan los tejidos blandos por sensibilidad, espasmo muscular o engrosamiento fibroso.
Una prueba adicional en esta región es la prueba de combamiento con la mano plana. El
fisioterapeuta usa suavemente su peso corporal a través de su mano colocada plana sobre las
apófisis espinosas vertebrales para combar la columna desde arriba hacia abajo. Fácilmente
se detectan áreas de espasmo. Se considera la alineación de las vértebras y costillas
8.2.3. Objetivos.
• Aliviar el dolor.
• Prevenir mayor tensión o lesión de las articulaciones afectadas.
• Mejorar los movimientos.
• Mejorar la fuerza muscular.
• Corrección postural.
Movilidad y fuerza.
Se prueban los movimientos activos- flexión, extensión y flexión lateral. No hay
rotación de ningún grado en la columna lumbar debido al alineamiento de las articulaciones
apofisarias. La rotación puede probarse en problemas lumbares altos con el paciente sentado.
Si los movimientos son completos y sin dolor, se aplica suavemente una sobrepresión al
final del espectro. Pueden probarse los movimientos funcionales con el paciente de pie. Se
le pide que se pare en cada pierna por vez y que se ponga de puntillas repetidamente para
estudiar la fuerza de los músculos de las pantorrillas. Durante el movimiento se observa
el espectro, la conducta del dolor, deformidad protectora y patrón de movimiento.
Valoración neurológica.
El paciente se coloca en decúbito dorsal con la cabeza apoyada en una almohada. El
examen neurológico de las extremidades inferiores incluye prueba de reflejos , sensibilidad
en la distribución dermatómica y pruebas isométricas de músculos para anormalidades
de las raíces.
Luego, el paciente se ubica en decúbito ventral y se estudia la fuerza muscular
isométrica e isotónica en las extremidades inferiores según se considere necesario. Asimismo
pueden estudiarse los movimientos en las articulaciones periféricas, se estudian los músculos
abdominales isométrica e isotónicamente.
Las pruebas especiales efectuadas en el examen de la columna lumbar son aquellas
que estudian los movimientos de estructuras nerviosas del conducto raquídeo (remitirse
a las ciáticas).
La prueba de las articulaciones sacro ilíacas puede llevarse a cabo bastante rápido
por compresión y desviación de las espinas ilíacas anterosuperiores. Esto lleva a la formación
de una brecha y compresión respectivamente en las articulaciones sacroilíacas. El dolor
con estas pruebas requiere un mayor examen.
Luego, el paciente se ubica en decúbito ventral girando la cabeza a cada lado
mientras se observa el contorno lumbar. Después, se ubica con los brazos a los costados
y la cabeza hacia el lado preferido. Se prueban isométrica e isotónicamente los músculos
extensores de la columna vertebral. Se completan las pruebas neurológicas.
8.3.3. Objetivos.
• Aliviar el dolor.
• Prevenir mayor tensión o lesión de las articulaciones afectadas.
• Recuperación de la capacidad funcional de la columna lumbar.
• Corrección postural.
BIBLIOGRAFÍA
Downie, P.A. Cashs. Kinesiología en ortopedia y reumatología. Panamericana. Buenos
Aires, 1987.
Lapierre, A. La reeducación física. Tomo 2. Dossat 2000, Madrid 1996.
Pascual Gómez, E. V. Rodríguez Valverde. J. Carbonell Abelló. J.J. Gómez Reino Cardola.
Tratado de reumatología. Volumen 2. Ed. Arán 1998.